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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0971/2013

Sucre, 27 de junio de 2013

SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: Tata Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional

Expediente: 03089-2013-07-AAC
Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución de 13 de noviembre de 2012, cursante de fs. 45 vta. a 47, pronunciada


dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Erlinda Jiménez Ojeda contra Oscar
Terrazas Argandoña, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Villa Gualberto Villarroel
(Cuchumuela), Quinta Sección de la provincia Punata del departamento de Cochabamba.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 29 de octubre de 2012, cursante de fs. 19 a 20, la accionante expone los
siguientes fundamentos de hecho y de derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Trabaja en calidad de Responsable de Desarrollo Comunitario del Gobierno Autónomo Municipal de


Villa Gualberto Villarroel (Cuchumuela); empero, el Alcalde ahora demandado no le canceló sus
salarios desde marzo hasta diciembre de 2011, tampoco el aguinaldo de dicha gestión, ante esa
circunstancia, se apersonó presentando varias cartas, solicitando la cancelación de los salarios
devengados, correspondiendo, según estableció el contrato, un sueldo mensual de Bs3500.- (tres mil
quinientos bolivianos), y por diez meses devengados, se llegaría a la suma de Bs35 000.- (treinta y
cinco mil bolivianos), más el aguinaldo de un sueldo que, al no haberse pagado en su momento,
debería cancelarse el doble, es decir, Bs7000.- (siete mil bolivianos).

Aclara que, en su calidad de servidora pública, no está “reatada” a la Ley General del Trabajo, por lo
que considera que agotó los recursos con la presentación de las cartas, mediante las cuales reclamó
sus salarios devengados, las mismas que la autoridad demandada hizo caso omiso.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

La accionante estima lesionados sus derechos a un salario justo y a subsistir, citando al efecto el art.
“46.I inc. 1 y III” (sic) de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, ordenando al Alcalde Municipal demandado, pague en el día el monto
de la liquidación presentada, sea con costas, daños y perjuicios.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

Celebrada la audiencia pública el 13 de noviembre de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
44 a 45, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

La parte accionante, en audiencia, ratificó el tenor íntegro de la acción de amparo constitucional,


indicando que el Alcalde demandado está acostumbrado a no cumplir con el pago de salarios.

En uso de su derecho a réplica, señaló que el contrato de trabajo fue verbal y no existe contrato
escrito.

I.2.2. Informe de la autoridad demandada

Oscar Terrazas Argandoña, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Villa Gualberto Villarroel
(Cuchumuela), Quinta Sección de la provincia Punata del departamento de Cochabamba, mediante
informe oral en audiencia expuso los siguientes argumentos: a) La accionante fue contratada como
consultora en línea y no como funcionaria; b) Asimismo, la liquidación que presentó la accionante no
es correcta; ya que del acta de entendimiento se establece que la Alcaldía debe pagar Bs2500.- (dos
mil quinientos bolivianos) y la institución “Aguas para el Pueblo”, Bs1000.- (un mil bolivianos), este
último ya canceló conforme a los recibos adjuntos; c) A la funcionaria se le ha conminado a pagar el
“SIP” (sic); ya que, los consultores en línea deben emitir un informe sobre sus aportes; d) La
accionante se ha negado a firmar el contrato, porque ahí figuraba que debía contribuir al “SIP”; e) En
cuanto al aguinaldo, éste no corresponde porque ella es consultora en línea, no funcionaria de
planta; f) Una vez presentados los formularios expedidos por el “SIP” se cumplirán con los
respectivos pagos que le corresponden o sea Bs2500.-, mensuales; y, g) No tiene contrato suscrito
de marzo a diciembre, porque ella ha seguido trabajando sin haber suscrito el respectivo contrato.

I.2.3. Resolución

El Juez Primero de Partido Mixto, Liquidador y de Sentencia Penal de Punata del departamento de
Cochabamba, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución de 13 de noviembre de
2012, cursante de fs. 45 vta. a 47, por la que declaró procedente la tutela impetrada, disponiendo: 1)
El pago del salario adeudado de marzo a diciembre de 2011, en la suma de Bs2500.-, mensuales que
le corresponde como funcionaria, con la contraparte de presentar constancia del pago de aportes al
“SIP”, en el plazo de siete días hábiles, computable a partir del 14 de noviembre de 2012; y, 2) En
cuanto al aguinaldo, no corresponde, al haber desempeñado su trabajo “por un plazo fijo”, a este fin
la Alcaldía Municipal y Erlinda Jiménez Ojeda, deben suscribir el correspondiente contrato de
consultoría en línea el 14 de ese mes y año; bajo el fundamento que, al no haberse cancelado
oportunamente los salarios adeudados no se ha valorado adecuadamente el derecho a la vida, la
sobrevivencia, el derecho al trabajo remunerado, privando a la accionante del sustento necesario;
consecuentemente, corresponde otorgarle la tutela.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:


II.1. Consta certificado de trabajo de 17 de enero de 2012, expedido por la autoridad
demandada, Oscar Terrazas Argandoña, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Villa
Gualberto Villarroel (Cuchumuela), en el que se establece que la accionante, Erlinda Jiménez Ojeda,
fue contratada por ese Gobierno Autónomo Municipal y “Aguas para el Pueblo”, desde el 9 de marzo
hasta el 31 de diciembre de 2011 (fs. 25).

II.2. Por oficios cursantes de fs. 4 a 5, presentados el 16 y 17 de octubre de 2012, se evidencia


que la accionante solicitó la cancelación de sus salarios devengados a Giovana Maldonado, Jefa
Departamental de Trabajo de Cochabamba y a Oscar Terrazas Argandoña, en su condición de
Alcalde, del municipio de Villa Gualberto Villarroel (Cuchumuela).

II.3. A través de la nota de 18 de octubre de 2012, remitida a la accionante, la autoridad


demandada, aceptando la falta de pago de sus honorarios devengados, señaló: “…EN NINGÚN
MOMENTO SE LE HA DENEGADO LA CANCELACIÓN DE SUS HONORARIOS POR SERVICIOS A ESTE
GOBIERNO MUNICIPAL…” (sic), por los meses de marzo a diciembre de 2011, indicándole como única
condición que, debía hacer efectivos sus aportes a la Administradora Privada de Fondos de
Pensiones (AFP); también le aclaró que se encontraba en calidad de “consultora de línea y no así
como servidora pública de planta…”(sic), por lo que no le correspondía aguinaldo ni vacaciones (fs.
6).

II.4. Cursan otros oficios de fs. 8 a 11, presentados el 7, 15, 25 de noviembre; y 28 de octubre,
todos del 2012, dirigidos a Jhony Sandoval, Director de Finanzas del municipio de Villa Gualberto
Villarroel (Cuchumuela), mediante los cuales la ahora accionante solicitó la cancelación de sus
salarios devengados.

II.5. Constan diez recibos, cada uno por la suma de Bs1000.-, entregados a Erlinda Jiménez Ojeda,
por concepto de apoyo a servicios profesionales al Responsable Social y Negocio Inclusivo de marzo
a diciembre de 2011 (fs. 26 a 35).

II.6. En el acta de la audiencia de la presente acción tutelar, celebrada el 13 de noviembre de


2012, la autoridad demandada aclaró que, la accionante fue contratada en calidad de consultora en
línea y no como funcionaria, presentando al efecto las planillas de pago de la Alcaldía Municipal, en
las que no figura el nombre de la accionante como funcionaria de ese Municipio (fs. 38 a 43 y 44 vta.
a 45).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La accionante considera que la autoridad demandada ha vulnerado sus derechos al salario justo y a
“subsistir”, al haber omitido la cancelación de sus salarios correspondientes de marzo a diciembre de
2011 y el aguinaldo por esa gestión. En consecuencia, se debe analizar si corresponde conceder o
denegar la tutela solicitada.

III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional

La acción de amparo constitucional, prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye por la Ley
Fundamental vigente, como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la
ley. La Norma Suprema enfatiza que esta acción tutelar puede presentarse por la persona: “…que se
crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de
acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados” (art. 129.I de la CPE).

Conforme a dicha norma constitucional, la acción de amparo constitucional está configurada


procesalmente por dos principios: El de inmediatez y el de subsidiariedad. En virtud al primero, esta
acción se configura como la vía inmediata y efectiva para la protección de los derechos y garantías
fundamentales y, con relación al segundo, sólo es posible su interposición cuando se han agotado
previamente los medios de impugnación existentes, sea en la vía judicial o administrativa.

III.2. El derecho de todo trabajador a una remuneración o salario justo que asegure para sí y su
familia una existencia digna

El art. 46 de la CPE, reconoce el derecho al trabajo, conforme a los siguientes términos:


“I. Toda persona tiene derecho:

1. Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin discriminación, y
con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una
existencia digna.

2. A una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias.

II. El Estado protegerá el ejercicio del trabajo en todas sus formas.

III. Se prohíbe toda forma de trabajo forzoso u otro modo análogo de explotación que obligue a
una persona a realizar labores sin su consentimiento y justa retribución” (las negrillas fueron
adicionadas).

Conforme a la norma constitucional, el derecho al trabajo constituye la facultad de toda persona


para desplegar cualquier actividad sea esta física e intelectual, todo ello en condiciones dignas,
equitativas, sin discriminación, con seguridad y con una remuneración o salario justo, que le asegure
al trabajador y su familia una existencia digna y, por tal motivo, se prohíbe toda forma de trabajo
que no tenga una justa remuneración.

Sobre el derecho al trabajo, la SCP 0567/2012 de 20 de julio, recopilando la jurisprudencia


constitucional sobre el derecho al trabajo, estableció que “El derecho al trabajo ha sido entendido
por la jurisprudencia constitucional como: '…la potestad, capacidad o facultad que tiene toda
persona para desarrollar cualquier actividad física o intelectual…' (SC 1132/2010-R de 1 de
diciembre); e incorporada en el art. 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH)
cuando señala que: '1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo (…) que le asegure, así como a su familia, una
existencia conforme a la dignidad humana…'. En armonía con estas declaraciones, el Tribunal
Constitucional ha desarrollado este derecho en la SC 0102/2003 de 4 de noviembre, en sentido de
que el derecho al trabajo: '…supone que toda persona goce del mismo en condiciones justas,
equitativas y satisfactorias, para lo cual dichos Estados garantizarán en sus legislaciones nacionales,
de manera particular: a. Una remuneración que asegure como mínimo a todos los trabajadores
condiciones de subsistencia digna y decorosa para ellos y sus familias y un salario equitativo e igual
por igual trabajo, sin ninguna distinción…' (SSCC 1841/2003-R; 0583/2006-R, que se adecúan al
orden constitucional actual, art. 4.II ley 003 de 13 de febrero de 2010, denominada Ley de Necesidad
de Transición a los Nuevos Entes del Órgano Judicial y Ministerio Público)” (las negrillas son
nuestras).
La SCP 0105/2013 de 25 de enero, reiterando el entendimiento jurisprudencial desarrollado sobre el
particular, añadió que el derecho al trabajo también significa: “…la potestad o derecho que tiene
toda persona según su capacidad y aptitudes, a buscar un trabajo, postularse o acceder al mismo, y
mantenerlo, claro está de conformidad a las circunstancias y exigencias del mismo, y según el orden
normativo que lo regula, de tal manera que en base a este derecho quien desarrolla la actividad
física o mental pueda procurarse su propia manutención como la de su familia, para subsistir en
condiciones mínimas de dignidad humana” (las negrillas nos corresponden).

Por su parte, la SCP 0324/2013 de 18 de marzo, estableció que “El derecho al salario justo es
consecuencia del desarrollo del trabajo en sí es y la base del reconocimiento de una justicia social, su
renuncia implica la admisión de formas de explotación proscritas de todo ordenamiento jurídico”.

III.3. El “vivir bien” en su triple dimensión, aplicado al ámbito laboral

La vulneración del derecho a recibir una remuneración, afecta al principio constitucional de una vida
buena, conforme ha desarrollado la SCP 2065/2012 de 8 de noviembre, que en su contenido señala:
“El suma qamaña o vivir bien, según el art. 8 de la CPE, es un principio ético moral de la sociedad
plural, donde el Estado busca el bienestar común, justicia social y otros bienes sociales para vivir
bien, esta concepción compleja amerita explicación para su comprensión efectiva.

Se puede subsumir desde el punto de vista ontológico (la ontología, es la ciencia que estudia al ser,
otros afirman, que es la filosofía del ente), del vivir bien, comprendiéndolo bajo una triple
dimensión, entendida como 'un principio, un valor y un fin', constructo deducido de la Norma
Suprema. En su dimensión de principio, se deberá entender como pilar fundamental que sustenta la
existencia del ser que es el Estado Plurinacional; en su dimensión de valor, como objetivos
inmediatos a ser practicados para llegar a un fin; finalmente, en su dimensión de finalidad, se deberá
comprender como el fin último proyectado por el Estado que es el bienestar de toda la población.

A los efectos de salvar, la verdadera comprensión de esta categoría en el mundo indígena, se hace
menester indicar que el suma qamaña, es una 'filosofía de existencia', de los pueblos ancestrales
asentados en el gran Tawantinsuyo, que hace referencia no sólo a la vida biológica del ser natural,
sino también a la vida espiritual, económica, social, cultural, etc., en sus diferentes dimensiones,
sean estos recreacionales, afectivos, telúricos, placenteros, biológicos, psicológicos, familiares, etc.
Se debe puntualizar que no sólo se refiere al ser humano, sino también se incluye en esta filosofía de
vida, a los animales, vegetales, cerros, agua, etc. Las naciones y pueblos indígena originarios
campesinas, desarrollaron el suma qamaña, como una filosofía de convivencia colectiva, pacífica. En
este marco, el vivir bien, es complejo por la amplitud en su contenido; consecuentemente, a los fines
de esta Sentencia, abarcaremos solamente la aplicabilidad del vivir bien en la actividad laboral.

(…)

Cuando la parte patronal, no paga sueldos, primas, aguinaldos, bono u otros beneficios destinados al
trabajador, atenta no solamente contra el derecho a la remuneración, sino también, contra la vida
biológica del trabajador; al privar de alimentos a los progenitores, también priva de alimentos al
niño, niña o adolescente, quienes no pueden valerse por sí mismos, siendo dependiente de la
alimentación que los progenitores les proveerán, en el caso del bebe depende directamente de la
madre, quien por vía de lactancia transfiere nutrientes a su niño o alimenta utilizando mamadera
cuyo contenido debe ser leche y otros alimentos que deben ser proporcionados por la parte patronal
por mandato de la ley; al privarse del derecho al trabajo y estabilidad laboral, se atenta contra la
vida del menor y todo el núcleo familiar, vulnerándose un valor supremo como es el vivir bien o
suma qamaña”.
III.4. Análisis del caso concreto

Revisados los antecedentes y pruebas que cursan en obrados, se constata que la accionante fue
contratada como consultora en línea y no así como servidora pública de planta, desde el 9 de marzo
de 2011, hasta el 31 de diciembre de 2011, en calidad de Responsable Social dependiente de la
Dirección del Municipio y Saneamiento Básico del Gobierno Autónomo Municipal de Villa Gualberto
Villarroel (Cuchumuela), Quinta Sección de la provincia Punata del departamento de Cochabamba,
sin que la autoridad demandada, hubiera cumplido con su obligación de cancelar la remuneración
por el trabajado desarrollado en los meses de marzo a diciembre; no obstante, que la accionante
solicitó de manera reiterada la cancelación de sus salarios devengados, como consta de las notas
enviadas los meses de octubre y noviembre; omisión que se constituye en un acto que vulnera su
derecho a un salario justo o remuneración.

Ahora bien, la autoridad demandada, reconoce que existe la obligación pendiente, al sostener en la
nota de 18 de octubre de 2012, remitida a la accionante, que: “…en ningún momento se le ha
denegado la cancelación de sus honorarios por servicios a este Gobierno Municipal…”, por los meses
de marzo a diciembre de 2011; nota en la cual, se señala que la única condición para su cancelación
es que haga efectivos sus aportes a la AFP, y que, además, no le corresponde el pago de aguinaldo ni
vacaciones, porque se encuentra en calidad de consultora en línea.

Conforme se observa, el demandado reconoce la existencia de la obligación pendiente a favor de la


accionante (por los meses de marzo a diciembre de 2011); empero, condiciona el pago al
cumplimiento de la presentación de los formularios de aportes a la AFP; sin embargo, bajo ninguna
circunstancia la omisión en la que incurrió la accionante puede justificar la falta del pago oportuno
por el trabajo efectivamente realizado, pues el demandado pudo haber previsto esta situación,
deduciendo los aportes, inclusive, de los salarios devengados.

Efectivamente, conforme se ha desarrollado en los Fundamentos Jurídicos III.2 y III.3 de la presente


Sentencia Constitucional Plurinacional, la protección de todas y todos los trabajadores está
contemplada en el art. 46.I de la CPE, cuando señala que nadie puede realizar actividades sin recibir
una justa remuneración o un salario justo, prohibiéndose de forma expresa el trabajo forzoso u otro
modo análogo de explotación que obligue a una persona a trabajar sin justa remuneración, y en el
presente caso, al omitirse el pago adeudado por más de diez meses, efectivamente lesiona los
derechos de la accionante, que se vio privada de una remuneración justa por su trabajo y tuvo que
realizar gastos adicionales para lograr su cumplimiento a través de la justicia constitucional, por lo
que amerita el pago de las costas, así como los daños y perjuicios a favor de la accionante.

Finalmente, se aclara que, no corresponde ordenar el pago de aguinaldo ni vacaciones; pues, en


virtud a la documentación cursante en obrados y lo informado por la autoridad demandada, la
accionante fue contratada como consultora en línea.

Por lo expresado precedentemente, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones y


alcances de la acción de amparo constitucional, por lo que el Juez de garantías al haber declarado
procedente la acción, aunque en uso de terminología errada, ha efectuado una adecuada compulsa
de los antecedentes procesales y dado correcta aplicación a esta acción tutelar.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud a la autoridad que le confieren


la Constitución Política del Estado Plurinacional y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional, resuelve:
1º CONFIRMAR, la Resolución de 13 de noviembre de 2012, cursante de fs. 45 vta. a 47,
pronunciada por el Juez Primero de Partido Mixto, Liquidador y de Sentencia Penal de Punata del
departamento de Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela.

2º Disponer la calificación de daños y perjuicios, de conformidad al art. 39.I del CPCo.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

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