UNIVERSIDAD PEGAGOGICA NACIONAL

TELLER DE HISTORIA I

La Historia y sus brechas en la sociedad

Durante años han sido muchas las definiciones que se le ha dado al precepto de historia,
respecto a la comprensión que cada individuo posee sobre ella, algunos dicen que la
historia solo se encarga de estudiar acontecimientos pasados, otros que solo estudia un
determinado momento en la sociedad, en lo que historiadores profesionales se han
encontrado en constante desacuerdo, ya que, para ellos la historia aun siendo una de las
ciencias más antiguas, es el más importante para estudiar, conocer y comprender los
acontecimientos que se han presentado en la sociedad durante su pasado, presente y futuro.
Sin embargo, el desinterés por enseñarla de manera práctica y con efectos significativos ha
llevado a la sociedad a desestabilizar estos nexos de enseñanza. Por otra parte su concepto y
el desinterés por enseñarla no son los únicos problemas que se desprende de ella, también
han surgido problemas respecto a quienes discuten por su propiedad.

En primer lugar hay que romper con la visión o ideal de que la historia solo se encarga de
estudiar una temporalidad, en este caso el pasado o las cosas lejanas a nuestro presente, ya
que sus constantes y nuevas intervenciones investigativas han planteado que la historia no
solo estudia el pasado, sino también los acontecimientos del presente y el futuro y por ende,
los movimientos que las sociedades hacen en estos; y el nexo entre estas temporalidades.
Cuestionar este idea conlleva reivindicar la importancia del saber historio, porque el estudio
de la historia o el conocimiento de esta sobre los eventos temporales es un objetivo
principal para entender que muchos o todos los problemas del presente son solo
proyecciones del pasado y que se han ido desarrollando a lo largo del tiempo (problemas
sociales, ambientales, enfermedades, evoluciones, etc.).

Otra coyuntura o problema que surge de la historiografía es el caso de su enseñanza,

puesto que no se enseña bien historia, ya que, en los últimos años no se ha estado
enseñando historia y si se hace solo son discursos hegemónicos y de carácter conservador.
Por un lado los medio de comunicación, ostentados por las elites de poder, se han
encargado de enseñar historia común y conservadora; euro-centrista y con mucha
desinformación sobre lo relevante. Por otro lado, las pocas universidades y colegios que
aun contemplan la enseñanza de historia en sus currículos, tienden hacer un divorcio entre
la historia que se investiga y la que se enseña, puesto que no tiene en cuenta los nuevos
avances investigativos que se generan, por tanto, lo poco que se enseña no amplía el
conocimiento histórico de sus estudiantes, quienes en esta situación, no se percatan de la
realidad en la que se encuentra y no desarrollan la capacidad de pensar críticamente,
hundiéndolos así, en la ignorancia y analfabetismo histórico. Quizás una de las
justificaciones por la que la historia no se enseña correctamente es por esconder los
acontecimientos de violencia y desigualdad que se han vivido durante la existencia humana
en los Estados establecidos.

Otra discusión u otro problema de la historiografía, es su constante reclamo por parte de

sociedades determinadas, que por el hecho de sentirse identificadas, se han considerado
como propietarios de ella. Sin embargo, aunque historiadores o personas con énfasis en
esas ciencias, tengan la capacidad de investigar e interpretar y poner en práctica sus
conocimientos historiográficos, no pueden reclamarla como su propiedad; un determinado
grupo social o pueblo no puede hacerse propietario de la historia por el hecho de sentirse
identificados con ella o por tener un pasado en común; tampoco puede pertenecer a un
determinado territorio por el hecho de ser los únicos con capacidad de interpretarla. De
acuerdo a lo anterior, podemos decir entonces, que la historia no es propiedad privada y que
de cierta manera, la historia es de carácter universal y todos somos dueños de ella (grupos
sociales, pueblos, historiadores, ciudades, etc.), ya que, todos aportamos colectivamente por
su reconstrucción, caracterización y nuevos aportes.