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Los valles de Armero: suelos en rehabilitación

En 1985 la erupción del nevado del Ruiz afectó la producción agropecuaria del norte del Tolima y el sur
de Caldas. En las zonas frías y de paramos, fueron afectadas por depósitos de arenas y fragmentos
tobáceos, 67 mil hectáreas de pastos lo cual ocasionó trastornos a la nutrición animal; así mismo, los
cultivos de la zona fría que tuvieron una afectación más relevante fueron los de papa. El clima cálido no
se vio directamente afectada por los materiales del volcán, pero esta fue cubierta parcialmente por
residuos fluvio -volcánicos arrastrados por el deshielo que al desembocar en el valle ocasionaron la
destrucción del pueblo de Armero dejando como consecuencia la muerte de cerca de 25 mil pobladores.
10 meses después de la contingencia en las zonas de la cordillera se empieza a evidenciar la restauración
del suelo.
Programas generados por el Ica se llevaron a cabo con el fin de plantear propuestas de rehabilitación de
los suelos afectado en el valle de Armero, empezando investigaciones con el fin de crear alternativas para
la recuperación de praderas y cultivos, simultáneamente, se presenta la posibilidad de retomar el uso del
suelo con las plantaciones más importantes de la zona. Lo primero que se planteó fue la creación de un
invernadero con el fin de analizar que especies se podrían adaptar al lodo del lugar, de las cuales
solamente la canavalia, el arroz y el maní mostraron potencial para crecer en estas condiciones.
La canavalia fue la primera especie que probada en campo demostró favorable adaptación, gracias a la
cantidad de raíces que esta es capaz de generar; adicionalmente, la segunda especie capaz de adaptarse
fuera del invernadero fue el maní, finalmente, el arroz bajo la modalidad riego demostró tener la
capacidad de adaptarse en campo ya que esta modalidad favoreció su crecimiento fuera de los campos
químicos generados por la inundación.
La primera fase del mejoramiento de los lodos inicio en campo con la incorporación de canavalia y maní
como abonos verdes.
En 1986 y con un manejo controlado de las variables, preparación de los lodos, uso de acondicionadores
físicos y químicos, planes de fertilización acordes a los limitantes y el uso controlado del agua se pudo
plantear el uso de los lodos para el cultivo de arroz; este mismo año, en julio el programa de suelos del
Ica entrega a las familias de Armero las tecnologías para la rehabilitación agrícola de las zonas afectadas
por la avalancha, por último, en octubre esta entidad realizó en el municipio de Murillo el primer día de
campo con el fin de dar a conocer al país los resultados de investigación que condujeron a la recuperación
del área de cordillera afectada por la erupción.
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