Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA TRAMA
Todo lo que necesitas saber
para crear tramas eficaces
Todos los derechos reservados. Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos
por la ley, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedi-
miento, ya sea electrónico, mecánico, magnético, fotográfico, fotocopiado, grabado o
por cualquier otro sistema de almacenamiento de información, el tratamiento informá-
tico, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin autorización previa y por
escrito de los titulares del copyright.
Sinjania
www.sinjania.com
Índice
1. La trama........................................................... 11
La importancia de la trama................................................ 13
Tipos de trama....................................................................... 16
3. Planteamiento................................................ 39
Los tres objetivos del planteamiento............................. 41
¿Dónde comienza la historia?........................................... 44
Tipos de planteamiento...................................................... 46
El elemento detonador....................................................... 50
4. Desarrollo........................................................ 53
Los dos niveles de la historia............................................ 56
Obstáculos cada vez más altos......................................... 59
Puntos de giro........................................................................ 62
Dos problemas del desarrollo........................................... 64
5. El conflicto....................................................... 71
Tipos de conflictos............................................................... 74
El conflicto y el objetivo del protagonista.................... 76
Cómo presentar el conflicto.............................................. 77
Equilibrando fuerzas............................................................ 80
El clímax................................................................................... 82
6. La tensión narrativa....................................... 85
Formas de jugar con la tensión........................................ 89
Cómo trabajar la tensión según el tipo de conflicto...... 91
¿Has trabajado bien la tensión?....................................... 93
7. El desenlace.................................................... 99
Tipos de desenlace............................................................... 103
Peligro: deus ex machina................................................... 107
Las tramas secundarias....................................................... 109
¿Por qué añadir
tramas secundarias?............................................................ 111
Cómo manejar tramas secundarias................................ 112
La importancia de la trama
Antes de empezar a escribir has tenido una idea.
Ante ti ha aparecido una historia que pide ser contada. Pue-
de ser una historia de amor, de misterio, una historia real, una
historia dramática o utópica…
En tu cabeza están ya las líneas maestras: sus protagonistas,
su comienzo, su final e incluso algunas escenas clave.
Pero ¿cómo organizar todo eso y convertirlo en una historia
que atrape y conmueva al lector? ¿Cómo convertirlo en una
novela inolvidable?
Mediante la trama.
La trama es una serie de eventos organizados deliberada-
mente con el fin de revelar su significado dramático, temático
y emocional.
Analicemos despacio esta definición porque nos da algunas
claves sobre los aspectos fundamentales de cualquier narra-
ción.
Veamos cuáles son.
14 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Organizados deliberadamente
Es decir, debes pensar cómo vas a disponer esos eventos
para que causen un determinado efecto en el lector. Para que
le emocionen, le sorprendan o le enseñen algo.
Por ejemplo, la mujer que enferma de cáncer era una impor-
tante ejecutiva que, debido a su experiencia, decide cambiar
de vida.
Puedes contar la historia de un modo lineal, presentando
su ajetreada vida de ejecutiva, a continuación la enfermedad
y por último la asunción de que ha llevado una vida con unos
objetivos equivocados.
O puedes contar la historia en sentido inverso: una mujer
espiritual y entregada a los demás que recuerda cómo era su
vida antes de superar una dura enfermedad que la transformó.
Las opciones son muchas y, dependiendo de las que elijas o
descartes, tu historia causará una sensación u otra en el lector.
La trama · 15
Tipos de trama
Conocer los diferentes tipos de trama te ayudará a com-
prender con cuál de ellos se corresponde la historia que quie-
res contar, atendiendo también al tema que quieres que refleje
tu novela.
Norman Friedman, en su libro Form and meaning in fiction,
describe tres tipos de tramas: tramas de forma, tramas de per-
sonaje y tramas de pensamiento.
Tramas de forma
Las tramas de forma son aquellas donde predominan la for-
ma y la acción sobre otros aspectos de la historia.
Las tramas de forma se dividen, a su vez, en varios tipos:
La trama · 17
a. Trama de acción
Son tramas en las que prima la acción, la cual se organiza
siguiendo un patrón de conflicto-resolución que avanza hacia
un momento culminante (el clímax).
Estas novelas, por lo general, no tratan sobre ningún asunto
intelectual o moral. El suspense, la expectación y la sorpresa
son los puntos fuertes de este tipo de trama.
Como habrás adivinado, este tipo de tramas suele darse en
las novelas de género como la novela negra, los thrillers, la no-
vela de aventura y la ciencia ficción.
b. Trama melodramática
En esta trama un personaje débil, en el sentido de todavía
inmaduro o muy ingenuo, se enfrenta con alguna desgracia
contra la que deberá luchar.
Este personaje casi nunca puede superar su desgracia debi-
do precisamente a esos rasgos de su carácter que le convierten
en un ser frágil.
El personaje protagonista de este tipo de tramas está con-
vencido de antemano de la inutilidad de cualquier esfuerzo
humano, lo que le condiciona a la hora de enfrentarse a su
conflicto. Como no podrá superar las circunstancias adversas,
se verá confirmado su sentimiento de futilidad de las ilusiones
humanas.
c. Trama trágica
En esta trama el personaje sí tiene la fuerza de voluntad y la
fortaleza necesarias para enfrentarse a las circunstancias adver-
sas que plantea el conflicto.
18 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
d. Trama punitiva
Es aquella en la que el protagonista es un antihéroe. Los
rasgos de su carácter son negativos o bien su objetivo es cen-
surable.
Sin embargo, el protagonista tiene la fuerza de voluntad y
la pericia necesarias para salirse con la suya, lo que le hace en
cierta medida atractivo.
El lector seguirá los avatares de este tipo de personaje con
interés, pero con cierta repugnancia moral al no poder estar de
acuerdo con sus propósitos.
Por lo general, el protagonista acaba por ser castigado.
e. Trama sentimental
Esta trama suele partir de una situación poco favorable para
el protagonista. Sin embargo, a lo largo de la historia esa situa-
ción va mejorando hasta dejar al personaje en una situación
francamente mejor que la que tenía al principio.
Pero la mejoría del personaje es más bien fruto de una serie
de afortunadas casualidades: rara vez tiene que ver con el es-
fuerzo directo del protagonista por superar su situación.
El personaje, en estas tramas, suele ser un dechado de virtu-
des cuya bondad justifica su buena suerte.
La trama · 19
f. Trama apologética
Este tipo de trama es semejante en su planteamiento a la
trama sentimental: un personaje cuya fortuna mejora notable-
mente partiendo de una precaria situación inicial.
En esta novela, sin embargo, el personaje sí debe realizar un
esfuerzo para cambiar su suerte y alcanzar la fortuna. En ese
proceso el protagonista cambiará y aprenderá a ser una perso-
na mejor.
En resumen, en la trama apologética el personaje recibe un
premio, pero solo después de haber aprendido alguna lección.
Tramas de personaje
Las tramas de personaje son aquellas que se caracterizan
por la evolución de los personajes y la forma en que estos re-
suelven los conflictos a que se enfrentan.
Veamos sus varias subdivisiones.
a. Trama de madurez
En estas tramas tenemos a un personaje inmaduro (puede
ser a causa de su edad o bien por falta de experiencias) que
debe enfrentarse a un conflicto.
En ocasiones el problema del protagonista no es tanto una
cuestión de inmadurez como de tener una creencia equivoca-
da, muchas veces fruto de una experiencia mal interpretada.
El conflicto al que deberá enfrentarse, por lo general en
forma de circunstancias adversas, le obligará a madurar y a mo-
dificar su creencia errónea.
20 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
b. Trama de reforma
La trama de reforma es muy similar a la trama punitiva que
vimos más arriba.
En este caso, sin embargo, no se trata de un personaje ne-
gativo que trata de conseguir un objetivo censurable. Por el
contrario se trata de un personaje positivo que, con buenas
intenciones, se aleja del camino que sabe que es correcto y
apropiado.
Después de sufrir algunos sinsabores, este personaje aca-
bará por comprender su error y retomar el buen camino. Así,
mientras en la trama punitiva el personaje acaba siendo casti-
gado, en esta el personaje acaba siendo reformado.
c. Trama de la prueba
El protagonista de esta trama es un personaje fuerte y re-
suelto que resulta desde el principio atractivo para el lector.
Este protagonista deberá enfrentarse a una prueba que
excede sus fuerzas. Esa prueba generará un conflicto interior
porque implica modificar la imagen que el personaje tiene de
sí mismo si no logra superarla.
De modo que en esta trama se da un doble conflicto: uno
externo, que es la prueba; y uno interno, relacionado con el
temor de no poder superar dicha prueba.
d. Trama de degeneración
En este tipo de trama un personaje atractivo y ambicioso
sufre una pérdida decisiva y cae en una completa desilusión.
Entonces deberá elegir entre recuperar el curso de su vida y
comenzar de nuevo o abandonar sus metas y sus ambiciones
completamente.
La trama · 21
Tramas de pensamiento
Por último, las tramas de pensamiento son aquellas tramas
propias de las novelas de corte psicológico.
También se dividen en varios tipos.
a. Trama educativa
En esta trama se produce un cambio significativo en el pen-
samiento y las creencias del personaje protagonista.
Ese cambio afectará tanto a su concepción vital como a su
actitud.
Pero dicho cambio no tiene por qué ser un cambio positivo,
para mejor. Puede también ser un cambio negativo que con-
duzca al personaje al cinismo o a la desilusión.
b. Trama de revelación
En la trama de revelación el personaje ignora una informa-
ción que es vital para superar la situación a la que debe enfren-
tarse.
Esa información puede ser sobre algo externo, como desve-
lar el misterio que le impide acercarse a la mujer que ama. Pero
también puede ser sobre algo interno, que afecta a su propio
autoconocimiento, como por ejemplo la manera de superar un
trauma de la infancia.
En ambos casos, el personaje debe descubrir la verdad an-
tes de poder tomar una decisión que le permitirá resolver su
conflicto.
c. Trama afectiva
Esta trama es semejante a la trama educativa. En ella el per-
sonaje verá alteradas sus creencias, pero no en lo referente a
22 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
d. Trama de desilusión
En esta trama el protagonista es un personaje positivo con
un claro código moral o unas fuertes convicciones.
Pero, al enfrentarse al conflicto que le planteará la historia,
el personaje verá deshacerse sus convicciones y su código mo-
ral será puesto en entredicho.
Como siempre, este cambio producirá una alteración en el
personaje, que ya no podrá seguir siendo el que era.
Las escenas
Una escena es una unidad narrativa simple en la que ocurre
algo específico.
Ese “algo” que sucede hace que la historia avance, tanto en
el tiempo como en su resolución.
Es decir, el acontecimiento que describe la escena lleva la
acción hacia delante en un sentido temporal, puesto que mien-
tras sucede el tiempo avanza.
Puede avanzar unas decenas de minutos, si la escena cuenta
por ejemplo el viaje en coche del protagonista desde su casa al
trabajo. O un día entero, si la escena describe una excursión al
campo.
32 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
El resumen
Por su parte, el resumen narra los acontecimientos en lugar
de describir acciones. Esto le resta dinamismo y, por tanto, con-
fiere cierto reposo a la narración.
Pensemos en la situación del hombre que va en coche al
trabajo. Si la presentamos como escena, deberemos centrarnos
en la acción y eso la hará más dinámica.
El arco dramático de la historia · 33
¿Rápido o lento?
Ya hemos visto cómo escenas y resúmenes te ayudarán a
jugar con el ritmo narrativo.
Lo adecuado es que una historia alterne escenas y resúme-
nes, para combinar dinamismo y calma.
Sin embargo, es importante que cuides de mantener un
equilibrio en el tono general del texto. Una novela con cons-
tantes frenazos y acelerones desconcertará al lector con su
tempo abrupto.
Se trata de conseguir un todo homogéneo, procurando que
tenga coherencia.
¿Cómo saber cuándo conviene imprimirle ritmo a la historia
y cuándo conviene frenarla?
Muy sencillo: en función de lo que estés contando.
Por lo general, los momentos de introspección, las situacio-
nes de crisis emocional, de angustia o de revelación, así como
la exposición de ideas, piden un ritmo lento.
Mientras que otras situaciones, por el contrario, piden a
gritos movimiento, velocidad, urgencia. Por ejemplo una perse-
cución, una pelea, una escena de sexo.
Como has adivinado, el ritmo se relaciona también con la
tensión (hablaremos de ella en un próximo capítulo).
36 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Tipos de planteamiento
Seguro que con frecuencia has oído que el principio de una
novela o de un relato debe ser impactante. En las primeras pá-
ginas tienes que conmocionar al lector con una peripecia que
le deje impresionado.
Pues bien, olvídate de eso.
No todas las novelas pueden ni deben comenzar con un te-
rremoto, una explosión, una muerte o un premio de la lotería.
Como hemos visto, lo importante del planteamiento es que
logre sumergir al lector en la historia y que atrape su atención
para que desee proseguir con la lectura.
Nada más y nada menos.
Por tanto, no es necesario que la trama empiece con un
planteamiento impactante, ni proporcionar un montón de in-
formación en un primer momento.
No hay nada malo en ir desarrollando la historia poco a
poco, de una manera paulatina, sin introducir en cada página
un golpe de efecto.
A continuación vamos a describirte varios tipos de plantea-
mientos. Se trata de que puedas valorar cuál es el que mejor
concuerda tanto con la historia que representa tu trama como
con el tema de la misma.
Vamos a verlos.
4. Planteamiento a través de la
introducción de un personaje
Muchas historias comienzan con la introducción de su pro-
tagonista.
Antes de cualquier otra información, el lector descubre lo
más destacado de la biografía del protagonista, lo que le per-
mite conocerlo bien y comprender mejor cómo reaccionará a
las trabas que el conflicto le reserva.
Aunque parece un planteamiento sencillo de ejecutar, es
más complejo de lo que parece.
En primer lugar, debes conseguir que la historia de tu prota-
gonista no canse al lector, presentándola de una forma amena.
También debes cuidarte de que lo que cuentas de él no
se contradiga con sus acciones o reacciones posteriores. Por
ejemplo, si aseguras que tu personaje es un hombre tranquilo
que sabe mantener la calma, será raro que cometa un acto de
violencia impremeditada.
Así comienza Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark
Twain.
6. Planteamiento a través de
“documentos no literarios”
Este es un planteamiento que reviste cierta originalidad
y consiste en presentar la historia a través de documentos no
literarios, como pueden ser cartas, recortes de prensa, informes
médicos, etc.
Este planteamiento te permite proporcionar una gran canti-
dad de información de una manera sucinta y detallada.
Además, según el tipo de documento utilizado esa infor-
mación podrá ser considerada objetiva (por ejemplo en el caso
de usar un informa policial) o sesgada por un punto de vista
personal (por ejemplo si se usa una carta o un diario).
Así comienza El asesino ciego, de Margaret Atwood.
El elemento detonador
Como hemos visto, el planteamiento presenta el estado
normal de las cosas, la situación habitual, el punto de partida.
Pero el planteamiento también debe recoger el momento
en el que todo cambia.
Planteamiento · 51
Obstáculos externos
Los obstáculos externos resultan bastante evidentes: son
aquellos que las circunstancias exteriores oponen al protago-
nista.
Pueden surgir por falta de conocimientos o experiencia (el
protagonista no sabe conducir, pero debe llevar a su vecina
herida al hospital), por limitaciones físicas (el protagonista va
en silla de ruedas), por limitaciones relacionadas con la me-
teorología (la nieve impide al protagonista llegar a tiempo al
trabajo), etc.
Desarrollo · 61
Obstáculos internos
Los obstáculos internos son aquellos provocados por la for-
ma de ser del protagonista y su manera de entender el mundo,
por su cosmovisión.
Estos obstáculos pueden estar provocados por las creencias
del personaje (por ejemplo, si debe realizar un acto contrario
a sus valores). También por sus pensamientos limitantes (por
ejemplo, cuando el protagonista cree que es una nulidad para
el baile y que jamás será capaz de bailar bien). O por rasgos psi-
cológicos del personaje (por ejemplo, si el protagonista tiene
miedo al agua y debe cruzar un río caudaloso).
Como los obstáculos internos están provocados por creen-
cias, pensamientos y rasgos del carácter propios del protago-
nista, en principio este sí puede llegar a tener control sobre
ellos.
Sin embargo, precisamente porque son atributos constitu-
tivos de la personalidad del personaje, la lucha para superarlos
suele ser más encarnizada y más interesante que la que pro-
mueven los obstáculos externos.
Puede resultar más sencillo conducir un coche sin saber ha-
cerlo que decidir realizar un acto que vaya en contra de nues-
tros principios.
62 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Obstáculos sociales
Los personajes se mueven en un medio social, y ese medio
tiene sus propias reglas. Incluso si se trata de una historia de
fantasía para la cual has creado una sociedad imaginaria com-
pletamente nueva.
Sea como sea, el protagonista se ve impulsado, en principio,
a seguir los dictados de su sociedad. Pero esos dictados pue-
den presentarse en forma de obstáculos.
Por ejemplo, si tu novela trata de una mujer que en el si-
glo XIX decide separarse de su marido, la sociedad se opondrá
con fuerza a su decisión y pondrá ante ella numerosos obstácu-
los: dificultad para encontrar un trabajo con el que mantenerse,
ostracismo, pérdida de sus hijos, etc.
Los obstáculos de orden social tiene la peculiaridad de
unir elementos tanto de los obstáculos externos como de los
internos. En el caso de los obstáculos sociales el protagonista
deberá enfrentarse no solo a obstáculos de orden práctico,
sino también a sus propias creencias sobre las reglas que han
regido su vida hasta el momento, buscando en su interior la
fuerza para romperlas (o acatarlas).
Puntos de giro
Ya hemos visto como durante el desarrollo tiene lugar la
parte principal de la acción. El conflicto se desarrolla a través
de su concreción en obstáculos de diversa índole y los aconte-
cimientos se suceden.
Desarrollo · 63
Falta de interés
Si mientras escribes, o bien en el momento de la revisión,
comprendes que tu narración ha perdido el interés, se ha vuel-
to insulsa o simplemente parece una colección de anécdotas
inconexas, tienes un problema.
Hay varias cosas que puedes hacer para imprimir interés a la
parte media de tu historia.
Revisa la motivación
Tu personaje tiene que tener una motivación clara para tra-
tar de superar el conflicto y enfrentarse a los obstáculos.
Esa motivación debe, en primer lugar, ser lógica. Tiene que
desprenderse tanto de la forma de ser del personaje como de
la propia situación.
Mientras escribes pregúntate a menudo “¿por qué sucede
esto?”. La respuesta no puede ser “porque sí” o “porque me ape-
tece incluir una escena como esta”. Las cosas deben suceder
por algo.
66 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Demasiada extensión
El segundo problema que suelen presentar los desarrollos
es que son demasiado extensos con respecto al planteamiento
y al desenlace.
De esta forma, el equilibrio entre las partes de la trama se ve
alterado y el conjunto no es armónico.
Recuerda que el desarrollo debe ocupar aproximadamente
un 50% de la extensión de la novela, dejando un 25% al plan-
teamiento y otro 25% al desenlace.
Veamos algunas formas de aligerar el desarrollo para que
sea proporcionado.
Combina personajes
Antes vimos que el desarrollo podía fallar por falta de perso-
najes, pero también puede fallar por exceso de ellos.
La solución pasa por combinar varios personajes para hacer
uno solo.
68 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Elimina subtramas
Puede ser que se te haya ido la mano con las subtramas.
Incluir algunas da interés al conjunto y te permite jugar con
ellas. Por ejemplo, puedes usarlas para suspender la acción de
la trama principal en un punto álgido, mientras desarrollas al-
gún aspecto de la secundaria, jugando así con la tensión.
Pero si incluyes demasiadas subtramas, corres el riesgo de
alargar innecesariamente la narración.
Si tu desarrollo es muy extenso, plantéate reducir o eliminar
alguna de las subtramas. En especial aquellas que menos tie-
nen que ver, o menos se relacionan, con el conflicto principal.
Elimina escenas
Otra opción para redimensionar el desarrollo es eliminar
escenas.
Revisa una a una y determina su relevancia en la acción.
Si no aportan algo, si no hacen que la historia avance o
muestran algo que el lector debe saber sobre los personajes,
son relleno.
No te dé miedo usar la tijera.
Desarrollo · 69
Tipos de conflictos
Hay tres tipos de conflictos.
2. El personaje se enfrenta a
alguna circunstancia externa
Esa circunstancia externa puede venir dada por la natu-
raleza. En este tipo de trama el protagonista se enfrenta a un
entorno natural que le resulta hostil o, al menos, desconocido:
la selva, el mar, un desierto.
También puede venir dada por la tecnología. El personaje
se enfrenta a una tecnología que no conoce o que se resiste
a adoptar. Por ejemplo, un capitán que se niega a aceptar la
irrupción del barco de vapor y quiere seguir navegando a vela.
O bien la circunstancia externa viene dada por la sociedad.
En este caso, el personaje se enfrenta a las reglas sociales. Pue-
de tratarse de las reglas de su propia sociedad, que el persona-
je desacata; o las reglas de una sociedad diferente a la que el
personaje acaba de incorporarse.
Hablamos de sociedad en general, pero puede tratarse de
un grupo de personas, como los empleados de una empresa,
los miembros de un club, etc.
3. El personaje se enfrenta
a un dilema interior
En este caso el personaje se enfrenta a sí mismo.
Puede tratar de superar un miedo, una creencia, un trauma.
Puede también tratar de alcanzar algo: un empleo, el amor, un
conocimiento.
En cualquier caso, se trate de superar algo del pasado o al-
canzar algo en el futuro, las fuerzas que se oponen al personaje
surgen de él mismo.
76 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
El conflicto y el objetivo
del protagonista
Más atrás mencionamos que todo protagonista tiene un
objetivo. Y que el conflicto se relaciona directamente con el
objetivo del protagonista.
A veces, el objetivo del protagonista es simplemente supe-
rar el conflicto y los obstáculos que este pone en su camino.
En el caso de Roberto, su objetivo es capear el temporal
mientras tiene que cuidar de sus sobrinos y recuperar la nor-
malidad de su vida lo antes posible.
Otras veces el objetivo del protagonista es conseguir alguna
cosa y el conflicto se relaciona con las pruebas que deberá su-
perar para obtenerla.
El conflicto · 77
Primer paso
Hemos dicho que el conflicto empieza a hacerse explícito
con el elemento detonador.
Sin embargo, tiene que estar presente desde la primera
página, en esos primeros momentos en que se construye el
contexto de la historia.
78 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Segundo paso
El elemento detonador aparece y el conflicto estalla
Entonces el protagonista queda de alguna manera en una
posición frágil, desventajosa o expuesta respecto tanto a su
pasado (la situación previa), como respecto al futuro (a lo que
va a ocurrir a continuación).
El protagonista tratará de superar esa situación, recuperar el
equilibrio y hacer que todo vuelva a ser como era al principio.
Su lucha suele ser por regresar a la posición de partida,
aunque paulatinamente se irá dando cuenta de que eso no es
posible.
Tercer paso
Una vez el conflicto hace irrupción, el protagonista deberá
evaluar sus posibilidades, hacer un repaso de las fuerzas con
las que cuenta para enfrentarse a esa circunstancia adversa.
El personaje, enfrentado a lo antagónico, valora su situa-
ción, sus apoyos, los motivos que le han llevado a la posición
El conflicto · 79
Cuarto paso
Paralelamente, el conflicto interno del protagonista se va
haciendo cada vez más palpable.
¿Qué desea realmente el protagonista?
Nunca debe ser algo tan obvio como lo que parecía en un pri-
mer momento.
El conflicto de Roberto va más allá de superar los días en los
que debe cuidar de sus sobrinos. Su conflicto interno radica en
empezar a plantearse si quiere seguir entregado a su trabajo
siempre, si no ha llegado tal vez el momento de bajar un poco
el ritmo en lo profesional y crear su propia familia.
Quinto paso
Se llega al punto de no retorno. El conflicto ha empujado al
personaje al límite, ha trastornado hasta tal punto sus creen-
cias o su vida (o ambas) que la situación ya no puede volver al
80 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Sexto paso
Las fuerzas negativas del conflicto van amainando y este se
disuelve.
Llega el desenlace.
Sin embargo, pueden quedar a la vista unas nuevas circuns-
tancias que atañen al personaje. Esas circunstancias auguran fu-
turos conflictos, aunque esos no se incluyan ya en la narración.
Equilibrando fuerzas
Como ves, el conflicto debe perdurar casi hasta el final de la
novela. Por eso no debe resultar banal. Debe ser algo vital para
el protagonista.
Incluso cuando se trate de algo en apariencia externo, tiene
que ser algo que esté relacionado con su yo más íntimo. Algo
que amenace cambiar sus ideas y sus valores (y que, de alguna
manera, termine por hacerlo)
Además, hemos dicho que el conflicto surge de un choque
de fuerzas: las fuerzas negativas del conflicto y las fuerzas posi-
tivas que el personaje trata de poner en juego.
El conflicto · 81
El clímax
El clímax es el punto álgido del desarrollo. El clímax, de he-
cho, es el punto álgido de toda la narración.
En él se alcanza un punto de no retorno y el protagonista
comprende que todo ha cambiado y que debe tomar una de-
cisión definitiva que termine por fin con las tensiones que ha
generado el conflicto.
Esa decisión le hace afrontar todo desde una nueva pers-
pectiva y, desde ella, emprender nuevas acciones que introdu-
cirán el desenlace.
El clímax puede presentarse de dos maneras:
•• Por la acumulación de todo lo que ha ocurrido hasta en-
tonces.
•• Por una crisis definitiva.
En el primer caso, el conflicto y el cúmulo de obstáculos que
este ha puesto ante el protagonista son suficientes para que,
llegado un determinado momento, este tome una resolución
de carácter definitivo.
En este caso no es necesaria una crisis, entendida como un
hecho extraordinario que llegue a causar una ruptura con el
devenir de los acontecimientos.
Pero sí es necesario un momento de reflexión, de recogi-
miento interno, que haga al protagonista tomar conciencia
de su situación. En esa recapitulación el personaje compren-
de y asimila el camino (tanto externo como interno) que ha
recorrido.
Lo vemos con el ejemplo de Roberto.
Ha pasado por numerosas pruebas durante los días que
ha estado al cargo de sus sobrinos en su intento de cuidarlos
El conflicto · 83
2. Aumentar la intensidad
de los puntos de giro
Ya sabes lo que son los puntos de giro: giros argumentales
que marcan un punto de inflexión y provocan un cambio en el
curso de la acción. Puedes utilizarlos para aumentar la tensión.
Se trata de hacer que cada punto de giro incremente la
tensión argumental con respecto al anterior, construyendo una
línea ascendente que culmine en el clímax.
Para hacerlo así, el primer punto de giro de la trama debe
ser el de menor intensidad, para ir aumentando esta con cada
uno de los siguientes puntos de giro.
Es una estructura sencilla pero muy efectiva.
90 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
3. Usar microtensiones
Hemos dicho que la tensión se produce cuando dos fuerzas
opuestas se enfrentan.
De ese enfrentamiento surgen tensiones obvias que, cuan-
do las fuerzas del conflicto se equilibran, quedan en reposo.
Una forma de jugar con la tensión es incluir lo que podemos
llamar microtensiones en los momentos en que las fuerzas prin-
cipales están en reposo.
Las microtensiones son pequeños contratiempos, dudas o
sentimientos encontrados a los que el personaje se enfrenta en
los momentos en los que el conflicto le da un respiro.
Añadirlos sirve para mantener atento al lector sin someterlo
de continuo a la ansiedad de la tensión principal.
El personaje se enfrenta a
un dilema interior
Las tramas basadas en un conflicto interno son muy inte-
resantes, pero también muy difíciles de escribir. Sin embargo,
dan lugar a novelas inmortales como Crimen y castigo, de Fio-
dor M. Dostoievski.
El lector asiste a la lucha que el personaje mantiene consigo
mismo y esta lucha tiene que ser lo suficientemente enconada
para generar tensión.
Se puede considerar que este tipo de conflicto es semejante
al que enfrenta a un personaje con otro. En este caso protago-
nista y antagonista son la misma persona.
Por eso puedes aplicar las mismas reglas para trabajar la
tensión. Presenta bien el motivo del conflicto interno, haz que
este sea lo bastante relevante y que no pierda fuerza a medida
que la historia avanza.
Tipos de desenlace
En resumen, el desenlace presenta al lector la superación
del conflicto.
Aunque no es exactamente así, puesto que el conflicto no
siempre es superado. O lo es, pero de una forma negativa.
Este tipo de matices dan lugar a diferentes tipos de desen-
laces.
Veamos cuáles son.
Desenlace positivo
Un desenlace positivo es aquel en que el conflicto es su-
perado. El protagonista cumple su objetivo, alcanza por fin su
meta y los obstáculos quedan atrás.
El detective resuelve el misterio. El hombre conquista a su
amada. El policía captura al asesino.
Ahora bien, puede darse el caso de que el protagonista no
consiga alcanzar su objetivo y, aun así, el desenlace sea positi-
vo.
104 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Desenlace negativo
En el desenlace negativo las fuerzas del conflicto vencen a
las fuerzas positivas que les ha opuesto el protagonista y este
termina derrotado. El protagonista no logra alcanzar su meta.
El alcohólico no supera su adicción a la bebida y recae en
ella para no volver a salir.
Como en el caso del desenlace positivo, cabe la posibilidad
de que el protagonista sí consiga lo que quiere, pero eso dé
lugar a un desenlace negativo.
Sirve un ejemplo similar: el protagonista participa en un con-
curso y desea ganar a toda costa. Eso le lleva a cometer actos re-
probables, hacer trampas o perjudicar al resto de participantes.
Con todas sus tretas el protagonista logra ganar, pero esa
victoria es un resultado negativo.
Desenlace ambiguo
El protagonista acaba en una posición incierta.
Por ejemplo, el alcohólico abandona la clínica de rehabili-
tación aparentemente curado de su adicción. Pero desde ese
El desenlace · 105
Desenlace abierto
El desenlace abierto interrumpe la acción antes de llegar a
su resolución definitiva.
El protagonista toma sus resoluciones después del clímax,
pero la historia concluye antes de que las desarrolle.
En Lo que el viento se llevó, Margaret Mitchell propone un fi-
nal abierto. Escarlata O’Hara decide concebir un plan para recu-
perar a Rhett Butler, pero la novela termina y no sabemos qué
plan es el que idea ni cómo lo pone en práctica, ni tampoco si
dará resultado.
Como habrás adivinado, un desenlace abierto es la opción
que se elige habitualmente para concluir los distintos libros de
una saga, a excepción del último, naturalmente. Este tipo de
final no solo permite proseguir la historia en un volumen pos-
terior, sino que planta en el lector el deseo de conocer cómo
continua la narración.
Pero si tu intención no es escribir una saga ten cuidado con
este tipo de desenlace. Si no lo planteas bien puede resultar
poco satisfactorio o directamente frustrante.
106 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Desenlace circular
El desenlace circular es aquel que deja al protagonista en
una situación semejante a la de inicio.
Esto sucede porque, o bien no ha conseguido superar el
conflicto y alcanzar su objetivo, o bien justo antes de terminar
la historia la situación da un giro que le enfrenta a un nuevo
conflicto.
Cien años de soledad, la reconocida obra del premio Nobel
Gabriel García Márquez, presenta un final circular que une el
desenlace de la novela con su principio.
Diferentes principios
Como acabamos de decir, lo normal es empezar a contar
la historia por su principio, pero no tiene que ser así necesa-
riamente. A veces puede interesarte comenzar tu historia por
el final, para contarla en retrospectiva. O desde la mitad, para
presentar directamente un hecho importante.
Según esto, puedes elegir entre diferentes tipos de princi-
pios.
118 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Inicio ab ovo
Ab ovo significa “desde el huevo” y, como supones, significa
que la historia se plantea desde su principio para luego desa-
rrollarse en un orden temporal lógico.
Como recordarás, al hablar del planteamiento señalamos la
importancia de contar la historia desde un momento próximo
a aquel en que el elemento desencadenante o detonador haga
aparición.
Por tanto, el “huevo” de tu historia no debería distar mucho
de ese momento, aunque su nombre sugiera que debes re-
montarte a los orígenes más remotos de la historia.
Si usas este tipo de inicio deberás prestar atención a la for-
ma en que dosificas la información (nos ocuparemos de ese
recurso en el siguiente capítulo). Porque en este caso el lector
va viendo cómo se desovilla la narración ante sus ojos desde el
principio, por lo que puede resultarle fácil inferir qué va a pasar
a continuación. De ahí que sea importante dosificar con cuida-
do la información e incluir algunos puntos de giro que alteren
el devenir de la acción.
Inicio in extremis
En el inicio in extremis la historia empieza a contarse desde
un momento muy próximo a su final. Es decir, se presentan pri-
mero los resultados de los acontecimientos que se narrarán a
continuación.
Como el lector ya sabe el desenlace, debes hacer que la his-
toria mantenga siempre el interés, porque no será el conocer
cómo acaba todo lo que impulse al lector.
Al tiempo, debes poner mucho cuidado en que toda la cau-
salidad de la historia concuerde con el final que has expuesto al
comenzar la narración. Cuando se usa este tipo de inicio a ve-
ces se tiene la tentación de escribir una historia que, por lógica,
no conduciría a ese final; pero se pretende lograr así un golpe
de efecto que sorprenda al lector. Eso constituye un error.
120 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Principales anacronías
Las anacronías son uno de los más útiles recursos del escri-
tor porque son de los más efectivos literariamente hablando.
Las anacronías se usan para romper la linealidad e intro-
ducir cambios que enriquezcan la lectura. Las dos principales
anacronías son la analepsis (o flashback) y la prolepsis.
Analepsis
La analepsis es un pasaje retrospectivo que rompe la se-
cuencia cronológica de la narración. Como queda dicho es lo
que se conoce como flashback. Con ella la historia vuelve hacia
atrás para contar hechos que sucedieron antes del punto en
que se encuentra en ese momento la narración para completar
información.
Volvamos al ejemplo de nuestro soldado. Estaba en una
trinchera bajo el fuego enemigo. Evidentemente, la historia
puede continuar desde ahí. Pero lo común es usar la analepsis
(o flashback) para permitir al lector conocer más detalles: quién
es el protagonista, cuándo se alistó, por qué lo hizo, cómo ha
llegado a esa trinchera, etc.
Estos datos pueden darse de manera lineal. Es decir, la histo-
ria comienza in media res, salta hacia atrás mediante la analep-
sis para proporcionar toda la información y llevar la narración
hasta el momento del comienzo, para luego continuar desde
ahí hacia el desenlace.
El soldado está en la trinchera. Hay un salto hacia atrás y se
nos cuenta toda su historia hasta llegar al momento en que
encontramos al soldado bajo el fuego enemigo. Y desde ahí la
Uso del tiempo · 121
Prolepsis
La prolepsis adelanta hechos que acontecerán en el futuro.
Es decir, es la narración anticipada de un acontecimiento que
ocurrirá en un punto posterior del relato.
Imaginemos a nuestro soldado: está en la trinchera y a su
lado está un compañero al que el sargento ordena ir a tender
una línea telefónica. El autor puede servirse de una prolepsis
para adelantar acontecimientos, por ejemplo: “El soldado X no
Uso del tiempo · 123
La pausa
La pausa hace que la acción del texto se detenga casi por
completo, con el fin de resaltar algún detalle concreto.
Es un elemento que suele usarse a la hora de mostrar los
pensamientos de un personaje. La acción se detiene para dar
paso a un momento de introspección donde se recogen las
reflexiones o sentimientos del personaje.
Cuando es preciso que el personaje repase y medite sobre
lo que ha acontecido o cuando toma una determinación (para
vencer un obstáculo o plantarle cara al conflicto de manera
definitiva), es apropiado usar la pausa para ralentizar la acción.
Esos momentos son sin duda decisivos para la historia y su
comprensión, por lo que conviene darles el peso necesario.
La pausa puede ser mínima (por ejemplo, el tiempo nece-
sario para expresar una opinión sobre algo que se ha dicho)
o dilatarse por espacio de muchas páginas (muchos flujos de
conciencia operan así).
La elipsis
La elipsis, por su parte, omite del discurso uno o varios mo-
mentos de la acción.
Este recurso puede ser utilizado con el único fin de “pasar
por encima” de eventos que ralentizarían la narración o que
no aportan ningún dato de interés para su desarrollo; en ese
caso, se trata de elipsis explícitas, ya que los detalles que no se
narran están a la vista del lector.
Es el caso del ejemplo de más arriba: no es necesario contar
pormenorizadamente un viaje en coche, basta con indicar que
el protagonista fue en coche a algún sitio. Porque en este caso
126 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
5. Reordena
Regresa a la lista con el esquema previo que elaboraste
en el paso uno y reordena de nuevo. De ahí la importan-
cia de que la lista se pueda editar con facilidad.
6. Repite
Repite los pasos tres, cuatro y cinco. Vuelve a reubicar las
escenas en tu original siguiendo el nuevo orden. Lee el
resultado prestando atención a la cronología, a cómo se
enlazan las escenas entre sí, si hay incongruencias tem-
porales o relaciones entre los acontecimientos que no se
comprenden bien. Toma notas.
Repite el paso anterior tantas veces como sea preciso
hasta que sientas que has dado con el orden correcto.
vez que logran que el lector quiera avanzar por la historia, con-
siguen que el final sea una consecuencia lógica de todo lo que
ha sucedido hasta el momento.
Por si a pesar de todo todavía crees que es mejor no hacer
ninguna revelación y guardarte toda la información hasta el
final, vamos a señalarte dos consecuencias (nefastas para tu
trama) de no dosificar adecuadamente la información a lo lar-
go de la misma.
El peligro de revelar
demasiada información
Hemos hablado del peligro de retener información en un
intento de que el lector no adivine hacia dónde va nuestra his-
toria. Pero en ocasiones el error que se comete es justamente
el contrario: incluir de golpe tanta información que el lector no
puede procesarla toda y alguna acaba por perderse.
Por eso al introducir aquella información que es espe-
cialmente relevante para el desarrollo de la historia, debes ase-
gurarte de hacerlo en pequeñas dosis. De lo contrario corres el
riesgo de que un dato importante, que va a tener su peso en el
devenir de la acción, se pierda entre el torrente de información
que has incluido en una página.
Veámoslo con un ejemplo. Imaginemos que queremos pre-
sentar a uno de nuestros personajes.
Exceso de documentación
Aunque no tiene que ver con la dosificación de la informa-
ción en un sentido estricto, este es el mejor lugar para hablar
de otro peligro que puede lastrar tu trama. Hablamos del exce-
so de documentación.
Si te propones escribir una buena obra, habrás realizado
el necesario proceso de documentación. Incluso si no estás
escribiendo una novela histórica o ambientada en otro país o
Dosificar la información · 145
Los capítulos
La subdivisión más común de una trama son los capítulos.
Incluso cuando en una novela no es posible distinguir sus
capítulos, porque no estén claramente delimitados o explí-
citamente numerados o titulados, toda novela se divide en
secciones distinguibles. Y esto es igualmente aplicable para los
relatos de cierta extensión.
Ahora bien, esa subdivisión de la trama en secciones o capí-
tulos no se puede hacer de forma aleatoria, sino que debe re-
forzar la cohesión de la trama al tiempo que aporta coherencia.
¿Cómo distinguir, por tanto, los capítulos?
164 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Las escenas
Ya vimos que una escena es una unidad narrativa simple en
la que ocurre algo específico.
Todas las escenas aportan algo al desarrollo de la acción y
por ello tienen un carácter dinámico, pero un capítulo no pue-
de componerse únicamente de escenas.
Como ocurre a lo largo de la trama, a lo largo del capítulo la
tensión también debe subir y bajar. Por eso habrá ciertos acon-
tecimientos que conviene desarrollar con más detenimiento,
mientras que otros de carácter más irrelevante pueden ser re-
sumidos o incluso omitidos (en capítulos anteriores hablamos
del resumen y de la elipsis).
Por tanto, se trata de decidir qué escenas debe incluir tu ca-
pítulo y cuáles pueden ser resumidas u omitidas.
Veamos algunas ideas para planificar qué escenas deben
formar parte de un capítulo.
Escenas de exposición
Este capítulo del que hablamos debería incluir escenas de
exposición.
Las escenas de exposición explican o exponen el contexto
de la historia, aquellos datos que debes procurar ofrecer al lec-
tor para que conozca el telón de fondo de la historia. Incluirían
escenas en las que se muestran pensamientos, reflexiones o
sentimientos de los personajes, así como datos de sus vidas y
contextos.
170 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Escenas de resolución
Si hubiéramos optado por que el capítulo incluyera dos
escenas de máxima carga de tensión (una bronca con su jefe
y una bronca con su mujer), deberíamos insertar un par de es-
cenas de resolución.
En las escenas de resolución el personaje resuelve uno de
los puntos del conflicto, o al menos toma la decisión de actuar
para resolverlo.
Después del enfrentamiento con su jefe nuestro protago-
nista tendrá que tomar una decisión para modificar el estado
de cosas. Evidentemente, no se va a contentar con tener dis-
cusiones a diario en casa y en la oficina. Por tanto, ¿dejará el
trabajo?, ¿tratará de hacerse imprescindible para el nuevo jefe?
La microestructura de la trama · 171
Escenas de descubrimiento
Si en lugar de la discusión con su mujer, que elevaría la car-
ga dramática del capítulo, convirtiéndolo en fundamental, op-
táramos por la escena en que llega a su casa para encontrarse
con que su mujer no está (menor carga dramática), el capítulo
podría incluir una escena de descubrimiento.
Las escenas de descubrimiento representan la revelación de
una información que hasta el momento no se conocía y que,
una vez manifiesta, modifica el curso de la acción.
En este caso el descubrimiento podría ser una pista clara
que indique a nuestro hombre que su mujer tiene un amante.
Obviamente, el tener certeza de un hecho así alterará el cur-
so de la acción. Cambiará la forma en que el protagonista trata
a su mujer, cambiará también lo que piensa de sí mismo como
marido. En resumen, la historia cambiará de curso.
Resúmenes
Nuestro capítulo incluirá también resúmenes. Recuerda que
hablamos de ellos en los primeros capítulos.
172 · La trama. Todo lo que necesitas saber para crear tramas eficaces
Escenas de ambientación
Por último, el capítulo también puede incluir escenas de
ambientación.
Las escenas de ambientación se centran en describir am-
bientes, escenarios y atmósferas para construir el espacio en el
que se desenvuelve la acción: viviendas, calles, ropas, paisajes,
etc.
Por ejemplo, en nuestro capítulo se podría usar una escena
de ambientación para describir el despacho del jefe del prota-
gonista.
Estás descripciones deben ayudar no solo a que el lector se
cree unas coordenadas mentales que le permitan representar-
se dónde y cuándo sucede la acción, sino también contribuir
a crear atmósferas y ambientes determinados que refuercen el
sentido de lo que sucede.
Si cuando nuestro protagonista entre en el despacho de-
dicamos dos o tres párrafos a describir la habitación, no solo
estaremos ayudando al lector a representarse mejor la escena,
sino que también podemos subrayar el carácter del nuevo jefe.
Por ejemplo, su mesa es enorme y su silla es una silla presi-
dencial, pero la silla para las visitas es una silla pequeña e incó-
La microestructura de la trama · 173