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Tenorio Tovar, Natalia

¿Qué tan modernos somos? el amor y la relación de pareja en el México


contemporáneo
Ciencias, núm. 99, julio-septiembre, 2010, pp. 38-49
Universidad Nacional Autónoma de México
Distrito Federal, México

Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=64416133004

Ciencias
ISSN (Versión impresa): 0187-6376
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Universidad Nacional Autónoma de México
México

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Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Natalia Tenorio Tovar

La modernidad es definida como una lizamos, los pasatiempos favoritos, las se realizaba bajo la estricta vigilancia de
época que conlleva un cambio histó- amistades, etcétera. En las relaciones de los padres; otra de noviazgo formal, en
rico que altera la relación tiempo-es- pareja las consecuencias de la moder- la que ya se suponía un compromiso de
pacio y que lleva a las personas a ac- nidad son muy claras. Baste mencio- matrimonio, y el matrimonio. En la ac-
tuar en forma diferente en el ámbito nar, por ejemplo, la diversificación de tualidad, existe además una etapa en la
de lo social, lo económico y lo políti- los tipos de unión entre las que pode- cual las personas pueden “probar” en-
co; pero también implica una configu- mos escoger para formalizar una rela- tre diferentes opciones; mientras que
ración de la personalidad individual, ción: unión libre, sociedad de convi- mi abuela tuvo un esposo del que nun-
como lo expone Antony Giddens, que vencia, matrimonio civil o religioso (o ca fue novia y con el que pasó toda su
se supone desligada de los lazos tradi- ambos), vivir separados pero ser una vida, mis sobrinas adolescentes tienen
cionales, en donde hay una definición pareja formal, o ser una pareja infor- frees, han tenido un par de relaciones
particular del yo, una visión y uso del mal y salir además con otras personas. no formales, uno que otro novio formal
cuerpo y posibilidades concretas de En épocas anteriores, las relaciones de y para nada piensan en el matrimonio.
elección, en donde el individuo pue- pareja estaban marcadas por tres eta- La modernidad es en este sentido una
de aparentemente escoger sobre los pas: una de coquetería y galanteo que época en la que se borran los límites
diversos aspectos que componen su establecidos y se dibujan otros. Para
vida personal. Es por eso que los cam- percatarnos de lo mucho que han cam-
bios en las relaciones de pareja se biado las cosas, en nuestra ciudad por
identifican comúnmente con la mo- lo menos, basta con pensar que el ras-
dernidad. go más “normal” de la pareja ha desa-
Desde esta perspectiva, las formas parecido: ahora está formada también
de vida moderna trastocaron todas las por dos hombres o dos mujeres. Perte-
formas tradicionales del orden social y necemos al grupo de ciudades cosmo-
alteraron las características de la vida politas que reconocen legalmente las
cotidiana; en la modernidad vivimos a uniones homosexuales.
un ritmo más acelerado, hacemos múl- En la modernidad, y más claramen-
tiples actividades, no nos identificamos te en lo que Giddens llama modernidad
plenamente con un grupo, una clase o tardía o segunda modernidad (referi-
una actividad. Además, se supone te- da a un periodo en que las característi-
nemos una amplia gama de cuestiones cas y consecuencias de la modernidad
que podemos elegir, desde el estilo de se radicalizan), las personas se encuen-
la ropa que usamos, el trabajo que rea- tran inmersas en circunstancias par-

¿Qué tan modernos somos?


el amor y la relación de pareja
en el México contemporáneo
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El amor confluente puede existir
realmente sólo en las sociedades don-
de cada persona tiene la posibilidad de
elegir lo que quiere ser y qué quiere
hacer; no supone una vida sexual orto-
doxa, no es exclusivamente monóga-
mo ni se identifica sólo con las parejas
heterosexuales.
Un amigo que acaba de contraer
matrimonio me comentó hace algunos
meses: ”la verdad no sé si Marce es la
persona que voy a amar toda mi vida,
eso es mucho tiempo y pueden pasar
muchas cosas. Pero la amo ahora y
creo que vale la pena intentarlo”. Si és-
te es el panorama general, podríamos
pensar que en la medida que cada uno
puede hacer lo que le venga en gana,
¿qué posibilidades de funcionar tiene
una relación amorosa?, ¿se han vuelto
las relaciones algo desechable?, ¿es ver-
dad que cada uno puede elegir sólo lo
que le gusta?, ¿efectivamente vivimos
en una sociedad en donde las parejas
son más equitativas? En suma, ¿qué tan
modernos somos en cuanto a nuestras
relaciones de pareja?
Para responder esta última pregun-
ta se pusieron a prueba las hipótesis
sobre la modernidad de Giddens. Pa-
ticulares que les permiten preguntarse ja de ser útil o de proveer bienestar para ra esto entrevisté nueve parejas, cada
sobre su identidad y construirla desli- una de las partes, ésta termina. Las re- una correspondiente a un tipo por su
gada de los procesos rituales tradiciona- laciones puras, referidas específica- edad y escolaridad. Siguiendo la teoría,
les (crecer, casarse, tener hijos, mante- mente al ámbito amoroso y de las re- se propuso que la edad corresponde-
ner a la esposa, cuidar del hogar), según laciones de pareja, se llaman de amor ría al cambio supuesto, mientras que
sus vivencias e intereses. confluente. Este tipo de amor es un la escolaridad sería indicador del ca-
Para caracterizar este tipo de rela- amor contingente, activo, y no se con- pital cultural y económico —categorías
ciones, eminentemente modernas y sidera “para siempre” ni único. Ade- creadas por el sociólogo francés Pierre
desligadas de la ritualidad tradicional, más, supone que la mujer y el hombre Bourdieu.
Giddens utiliza el concepto de “rela- se encuentran en igualdad de condi- Para medir el capital cultural de
ción pura”. Las relaciones puras son ciones en la relación, ambos deben cui- los entrevistados se utilizó primera-
cualquier tipo de relación (de pareja, darla y hacerla crecer en lo emocional; mente el grado de escolaridad, pero
de trabajo, entre amigos o vecinos) que el amor se desarrollará y se mantendrá también otros indicadores como si te-
se establece porque las personas así siempre y cuando ambas partes lo de- nían libros, cuadros, música o juegos
lo quieren y que permanece mientras seen. Incluye además la realización del de mesa en la casa de los padres, las ac-
ambas partes obtienen una satisfac- placer sexual recíproco y el desarrollo tividades que hacían además de las es-
ción. Es decir, en cuanto la relación de- de las habilidades sexuales. colares, sus preferencias en cuanto a
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lecturas, música, películas, programas
de televisión, espectáculos preferidos
(teatro, cine, conciertos, museos, expo-
siciones, ferias, circo, etcétera), pasa-
tiempos, deportes, actividades realiza-
das en el trabajo, paseos y viajes, religión
y partido político.
El capital económico se midió con
el ingreso mensual y las propiedades
materiales de cada entrevistado: auto-
móvil, casa o departamento, si son pro-
pios o rentados, si alguna vez habían
tenido un crédito para vivienda o no,
zona en donde viven, viajes realizados
durante la infancia y los efectuados en
pareja, lugares preferentes de consumo
de mercancías como ropa o artículos
personales, capacidad económica para
costear cierto tipo de consumo cultu-
ral, lugar de trabajo y puesto, educación
en escuelas públicas o privadas, y prác-
ticas en la familia como tipo de alimen-
tación, si comen fuera y en qué tipo de
lugares, los pasatiempos que practican
y en dónde, etcétera. Así, se entrevis-
taron parejas de tres generaciones dis-
tintas y con niveles de escolaridad va-
riables que fueron clasificadas como
baja, media y alta.
La escolaridad se consideró baja
cuando el entrevistado tenía desde el Un nuevo tipo de pareja intención es explicar la afectividad (es-
primer grado de primaria hasta la se- pecíficamente en las relaciones de pa-
cundaria terminada, media de haber Con base en lo anterior se planteó lo reja) desde la sociología, en tanto que
cursado algún semestre de preparato- que he llamado un “nuevo tipo de pa- ésta va cambiando según épocas histó-
ria hasta una carrera técnica termina- reja”, que tiene que ver con la moder- ricas, condiciones sociales, económi-
da, y alta con licenciatura, maestría o nidad y la segunda modernidad, y que cas y culturales, como se puede apre-
doctorado. La edad estuvo clasificada en la ciudad de México presenta ras- ciar en las diferencias entre parejas
en tres generaciones: los nacidos en la gos particulares, ya que se observa una “tradicionales” y las del “nuevo tipo”.
década de los treintas o cuarentas, que reestructuración de las relaciones amo- Las parejas llamadas tradicionales
actualmente tienen entre 60 y 79 años, rosas que se refleja en una multiplici- son las que en la entrevista declararon
se consideraron edad alta; los de las dé- dad creciente de situaciones de pare- que: a) la pareja debe durar aunque
cadas de los cincuentas y sesentas, con ja. Para desarrollar esta propuesta se las personas no estén del todo satisfe-
una edad entre 40 y 59 años, de edad analizaron las definiciones de amor, chas con lo que obtienen de ésta; b) la
media; y aquellos entre 1970 y 1990, confianza, fidelidad, etcétera, de varias satisfacción emocional en la pareja no
con una edad entre 19 y 39 años, como parejas, y en qué confluyen o difieren es un punto esencial; c) cada uno tiene
edad baja (ver cuadro en la siguiente de la propuesta de Giddens en cuanto un papel específico, bien delimitado y
página). al paradigma de relación moderna. La estricto en la pareja y éste depende pri-
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meramente del género; d) los roles o
papeles en la pareja son adquiridos por
tradición cultural o familiar; e) los fac-
tores institucionales como la religión,
el matrimonio y los hijos se conside-
ran muy importantes; f) los familiares
y amigos tienen gran peso en la forma-
ción y perdurabilidad de las parejas; la
sexualidad es accesoria a la unión, pues
no se considera la satisfacción como
primordial y de hecho no son temas
muy discutidos en la pareja.
Estas parejas corresponden a las
tres de edad alta, sin importar sus ca-
pitales económicos y culturales, y a las “para siempre desde un inicio”; g) el pa- las parejas tradicionales, pero en otros
de edad baja que tienen capital cultu- pel que desempeña cada uno en la re- temas, como el de la sexualidad y la
ral y económico bajo. lación puede ser negociado y flexible; distribución de tareas y el gasto en el
Las parejas que denominamos co- h) las tareas no se distribuyen sólo por hogar, sus opiniones se acercan más al
mo de un nuevo tipo son aquellas que género; i) la unión es independiente nuevo tipo de pareja.
expresaron en la entrevista que: a) la de las instituciones como la familia, los Podemos decir que los resultados
satisfacción personal es muy impor- hijos, el matrimonio. de esta investigación confirman la exis-
tante para que perdure la pareja; b) la Estas parejas son sólo dos parejas tencia de un nuevo tipo de pareja que
satisfacción sexual tiene un papel cen- de las nueve entrevistadas, y corres- corresponde a la segunda modernidad
tral; c) existe la idea de que debe ha- ponden a parejas de edad media y baja y que se desarrolla en un contexto so-
ber equidad en la pareja, al menos en que tienen capital económico y cul- cial y cultural diferente al tradicional,
el discurso; d) el componente afecti- tural alto (ambas parejas tienen estu- y por lo tanto implica una serie de cam-
vo es muy importante; e) es menos dios de posgrado e ingresos superiores bios tanto en las disposiciones indivi-
importante estar casado por la iglesia a 40 000 pesos mensuales por pareja). duales como en lo colectivo. Algunas
o por el civil, es más importante tener Las demás parejas se encuentran de las características de este nuevo ti-
un vínculo emocional fuerte con la pa- en un estado de transición, es decir, en po de relaciones amorosas es que tra-
reja; f) la relación no se concibe como algunos aspectos se identifican con tan de ser más equitativas, el espacio
para el desarrollo personal es necesa-
rio, están ancladas en la voluntad de
CAPITAL CAPITAL
PAREJA ESCOLARIDAD CULTURAL ECONÓMICO TIPO DE PAREJA los miembros, deben aportar un alto
Edad alta grado de satisfacción emocional y el
Gabriel, Yolanda baja bajo bajo tradicional componente biográfico de las personas
Gustavo, Elena media alto alto tradicional
es parte constituyente de la relación.
Francisco, Ana alta alto alto tradicional
Veamos.
Edad Media
Alfonso, Gloria baja bajo alto en transición
Biografía propia, confianza y fidelidad
Diego, Inés media alto alto en transición
Mauricio, Claudia alta alto alto nuevo tipo
Una parte fundamental en la explica-
Edad baja ción de Giddens sobre las relaciones
Iván, Mayra baja bajo bajo tradicional
en la segunda modernidad tiene que
Arturo, Lidia media bajo bajo tradicional
Ricardo, Mariana alta alto alto nuevo tipo
ver con el componente biográfico. El
individuo siente la necesidad y la obli-
CUADRO 1. Parejas entrevistadas.
gación de crear su propia identidad,
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misma que se refiere al yo entendido tualización, las reglas y los límites que por un lado la capacidad de la pareja
reflexivamente por la persona en fun- regirán la relación, la duración, las de- para tener relaciones alternas (si se die-
ción de su biografía. De esta manera, finiciones de fidelidad e infidelidad y se la oportunidad) pero sin dejar que
identidad, reflexividad y biografía se las necesidades de cada uno. éstas afecten la vida de pareja, logran-
entrelazan para explicar que las prác- Mediante el trabajo de campo pu- do que dichas relaciones paralelas
ticas del individuo se continúan mien- de constatar que hay parejas para las sean sólo “deslices” pasajeros, pero te-
tras funcionan para el individuo. En la cuáles las cuestiones de la fidelidad niendo claro que terminarán. La mo-
segunda modernidad, los individuos, o la confianza no están definidas se- lestia de la entrevistada en este caso
desligados de la ritualidad colectiva, gún la tradición. Es así, por ejemplo, proviene no del “engaño” de su pare-
son los creadores de su destino a falta que Mariana llegó a un acuerdo con Ri- ja con otra mujer, sino de que dicha
de los cánones tradicionales que antes cardo (ver cuadro 1) sobre lo que con- relación se volvió algo importante en
indicaban lo que se debía hacer. sideran que es la fidelidad: “yo creo su vida y no se lo comunicó.
Aplicado a las relaciones de pare- que lo mío sí fue un desliz, porque fue La confianza a la que se refieren
ja, se supone que éstas se establecen y muy pasajero, o sea fue mucho más los nuevos tipos de parejas es aque-
perduran en tanto brindan satisfacción breve […] o sea no tuvo tantas conse- lla que deposita uno en el otro, y de la
a las partes y que la pareja sea compa- cuencias y ya pasó como una experien- cual depende la relación misma, que
tible con el plan de vida del individuo. cia que quedó ahí, y que en ningún es construida día a día y tiene que ser
Además, hay que señalar que en las momento se prolongó a tal grado de po- refrendada en momentos claves de la
relaciones de pareja no se busca cual- ner en duda la relación que yo tenía. relación. La confianza está referida a
quier tipo de satisfacción, sino la emo- Acá me parece que sí llegó a un punto la certidumbre del afecto que uno tie-
cional. Esto es importante porque im- de infidelidad en la medida en que este ne por su pareja y la pareja tiene por
plica un cambio en la manera de sentir, encuentro y esta relación que tuvo él uno, a los acuerdos de fidelidad y ex-
en la afectividad tanto individual como sí lo puso en duda con respecto a la re- clusividad, al conocimiento de la per-
colectiva, y en la construcción de un lación que tenía conmigo y en algún sonalidad del otro. La confianza, así co-
tipo de intimidad en la pareja que es momento estuvo ahí como dudando y mo la fidelidad, el amor, la relación
históricamente nuevo. no fue claro conmigo, sino hasta des- misma, está construida a partir de la
El peso del componente biográfico pués que todo salió a la luz; entonces reflexión individual en estrecha rela-
se hace notar durante las entrevistas; me di cuenta de que él no estaba del to- ción con la capacidad de realizar y ana-
la identidad personal es construida y do conmigo y que estaba dudando qué lizar la biografía o la crónica particu-
negociada al interior de la pareja, así hacer de su vida. Eso me parece que sí lar. Por el contrario, para las parejas
como lo son las cuestiones importan- es infidelidad en la medida en que tras- tradicionales la confianza no es algo
tes que construyen la relación misma, tocó y puso en duda nuestra relación, cuestionado y la relación dura porque
como el tipo de unión y el nivel de ri- sí”. La fidelidad en este sentido sería están unidos, casados y tienen hijos.
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Elección y decisión individual respetuosas hacia las formas estable- tisfactoria, y pueden elegir tener un
cidas y aun en las ocasiones en las que alto grado de intimidad debido a que
Giddens señala que para explicar ca- hubieran podido elegir otras opciones, pueden pagar una casa que no compar-
balmente el amor en la modernidad no consideraron que fueran tales. Por ten con otros parientes. Mientras que
es necesario tomar en cuenta la posi- ejemplo, Lidia y Mayra (cuadro 1) con- Yolanda, Elena, Ana, Lidia y Mayra no
bilidad de elección de los sujetos entre trajeron matrimonio cuando supie- pueden elegir dejar a su pareja aunque
múltiples posibilidades. Para él, cada ron que estaban embarazadas; Lidia las cosas vayan mal, mudarse de la ca-
persona no sólo puede elegir el estilo aceptó casarse inmediatamente e hizo sa familiar u otras cuestiones porque
de vida que le convenga, sino que debe todo lo que pudo para ocultar su em- no cuentan con los medios para man-
hacerlo. En la modernidad la elección barazo antes de la boda; Mayra decía tenerse. Todas ellas consideran, ade-
se hace sin la ayuda de los caminos que no quería casarse pero sus fami- más, que el matrimonio por lo civil y
impuestos por la tradición, lo que sig- liares terminaron por convencerla. Nin- por la Iglesia les brinda seguridad y es-
nifica que el individuo está situado guna de las dos consideró como una tabilidad y las compensa de una situa-
frente a una amplia gama de opcio- verdadera opción continuar estudian- ción precaria.
nes, pero no cuenta con gran ayuda en do, abortar, vivir en unión libre o ser Todas estas discusiones tienen
cuanto a qué opción se habrá de esco- madre soltera. Tampoco es probable una cara institucional y otra personal.
ger. El individuo está solo y las conse- que sus familias las hubiesen apoya- Una pareja puede decidir, por ejem-
cuencias de sus acciones y elecciones do en estas decisiones. La mayoría de plo, cuándo y cuántos hijos tener, pero
serán sólo responsabilidad suya. las parejas entrevistadas siguen con- la problemática institucional se revela
Al respecto, podemos decir que las siderando como los más viables, segu- en cuanto a la falta de guarderías, ho-
parejas entrevistadas que se apegan ros o posibles, los caminos tradiciona- rarios flexibles de trabajo o la poca se-
más cercanamente a esta propuesta les de hacer las cosas en cuanto a las guridad social con que cuenta la pareja,
son las que corresponden al nuevo ti- relaciones de pareja se refiere. especialmente la mujer, para atender
po de pareja. Para las parejas que se en- Según lo encontrado durante la in- a sus hijos y su carrera profesional.
cuentran en el proceso de transición vestigación, las parejas que tienen más Nos enfrentamos a un panorama
entre la pareja tradicional y el nuevo posibilidades de elegir son aquellas que complejo; por un lado, se supone que
tipo de pareja, algunas formas rituali- cuentan con los medios económicos la pareja está en condiciones de tomar
zadas por la tradición resultan valiosas para sustentar dichas decisiones, así sus propias decisiones, de construir su
(como el matrimonio religioso), mien- como con cierto nivel de escolaridad. futuro, de vivir plenamente según sus
tras que en otros aspectos de sus vidas Mariana y Claudia, por ejemplo, pue- motivaciones individuales. Pero cuan-
prefieren hacer uso de su capacidad den decidir vivir en unión libre, decla- do cada uno tiene la posibilidad y el de-
de elección e ir por otros caminos. Las ran poder dejar a sus parejas en caso seo de tomar sus propias decisiones,
parejas tradicionales se mostraron muy de que la relación no les resultase sa- de construir una pareja que no esté
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privado para el desarrollo personal, que
si bien es deseable que se comente al
respecto con la pareja, éste constitu-
ye un espacio de satisfacción propia, y
que forma parte de la satisfacción emo-
cional asociada a la pareja. Por ejem-
plo, Claudia señaló que espera que su
pareja sea “independiente emocional-
mente, que yo no sea su mamá sino
que realmente seamos lo más parejos
posible”; mientras que su pareja dijo
que el amor es “el enorme respeto ha-
cia la persona ¿no? Es ante todo el res-
peto de la persona en términos de su
fundamentada en la visión tradicio- des profesionales de prestigio en las expresión intelectual, física, profesio-
nal de relación, en la que cada uno pue- cuales se recalca el papel equitativo del nal, sentimental, etcétera […] una pare-
da desarrollar sus intereses y cumplir hombre y la mujer en el hogar, y que ja ideal sería esencialmente cómplice,
sus expectativas, ¿cuál es la posibili- éste sea valorado y bien remunerado. compartiendo visiones, intereses, emo-
dad de que dicha pareja perdure?, ¿de ciones, pero que fuera absolutamente
qué depende que dicha pareja marche Satisfacción emocional e intimidad independiente […] es reconocer en la
bien? otra persona su capacidad de ser, su de-
Es necesario que establezcan un Como se mencionó anteriormente, la recho de ser y que en ese sentido te
tipo de comunicación que les permi- relación de pareja tiende a volverse involucre y seas capaz de respetarla;
ta discutir y argumentar sus sueños, una relación que se mantiene en tan- que siendo ella como sea la respetas y
necesidades e intereses, que tengan el to que brinda satisfacción emocional. además te retroalimenta emocional-
apoyo de su pareja para lograrlos, que Las parejas catalogadas como no tradi- mente”.
estén dispuestos a ceder algunos pun- cionales opinan que la relación amo- El amor de la pareja existe mien-
tos, que puedan dejar de lado cosas o rosa debe de ser equilibrada y recípro- tras cada uno tenga la voluntad de per-
actividades por el bien de la relación y ca, que la unión puede romperse en la manecer en compañía del otro, para lo
que tengan los medios económicos pa- medida que alguna de las partes no se cual es importante cultivar el afecto,
ra realizar todo esto. Las parejas anali- sienta satisfecha; reflexionan sobre los respetar a la persona, compartir inquie-
zadas que se encuentran en posibilida- vínculos que mantienen unida a la pa- tudes e intereses y construir una rela-
des de tomar dichos acuerdos son las reja y su fortaleza, suponen que la re- ción recíproca. El amor es en este senti-
que he llamado el nuevo tipo de pare- lación está fundamentada en un acuer- do asociado con la intimidad, la privacía
ja. Para dichas parejas es muy signifi- do y que se deben recompensar los y el desarrollo de la vida personal.
cativo que ambos puedan contar con esfuerzos realizados por la pareja, y Sin embargo, no todas las parejas
tiempo dedicado a la pareja y tengan que existe cierta disposición a mante- encuentran deseable este alto grado de
un espacio para desarrollar sus activi- ner la relación por decisión más que intimidad y de privacía. Para Inés y
dades profesionales, y que sientan que por “inercia”. Todas estas característi- Mayra, por ejemplo, la familia extensa
la relación es equitativa y recíproca. cas son señaladas por Giddens como es parte activa de la relación de pareja.
Para que esto sea posible es necesario fundamentales para una relación pura. Inés y Diego han compartido la mayo-
que puedan pagar a una persona que La satisfacción emocional se rela- ría de sus años de pareja con la madre
haga el aseo de la casa y la comida, cla- ciona con la intimidad, la privacía y el de ella, que se mudó a su casa al falle-
ses de arte, actividades deportivas o desarrollo personal; las parejas no tra- cer su esposo. Ambos dijeron sentirse
una nana para los hijos, y por lo tanto dicionales señalaron que, independien- cómodos en casa; además, la suegra
no les tienen que dedicar tanto tiem- temente de la vida de pareja, es impor- participa de las tareas del hogar, ayu-
po en casa; o que desarrollen activida- tante que cada uno conserve un espacio dó a la crianza de los hijos y acompa-
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el papel central que juega la sexualidad
en la relación amorosa. El placer se-
xual recíproco y el desarrollo de las ha-
bilidades sexuales se considera indis-
pensable para mantener una relación
saludable, armónica y plena. De mane-
ra contraria, para las parejas de edad
alta la sexualidad no forma parte de las
cuestiones esenciales de una buena re-
lación, mientras que para las parejas de
edad media y baja, en diferentes gra-
dos según su nivel de escolaridad, re-
sulta muy importante.
Según los datos obtenidos, las pare-
jas tradicionales tenderían más a te-
ner cuerpos altamente estructurados,
con poca posibilidad de reflexionar y
elegir los regímenes corporales, inclui-
da la sexualidad, mientras que las pa-
rejas en transición o catalogadas como
nuevo tipo de pareja tenderían hacia
la alta reflexividad en el diseño y con-
cepción del propio cuerpo, así como de
la sexualidad de pareja. Esta distinción
ñaba a Inés cuando Diego tenía que no pasan mucho tiempo en compañía es útil para explicar, por ejemplo, el que
pasar muchas horas en el trabajo. La de ellos y no dependen económica- unas parejas se casen y tengan hijos
familia estaba conformada, hasta hace mente de ellos en ningún grado. porque la reproducción es el fin del ma-
pocos años, cuando los hijos mayores Esto va en el sentido de lo que se- trimonio y de la vida en general, y que
se casaron, por Inés y Diego, tres hi- ñala Norbert Elias, a saber que el proce- otras decidan qué tipo de unión desean,
jos y la madre de Inés, todos acomoda- so de civilización en Occidente implicó si tiene hijos o no, cuándo y cuántos, y
dos en dos recámaras. necesariamente la creciente indivi- qué prácticas sexuales las satisfacen
Aunque la pareja siempre ha te- duación de los sujetos, la separación de más, entre otras cosas.
nido su propia recámara, es fácil ima- espacios dentro de la casa y el distan- La sexualidad se configura en el nue-
ginar que el nivel de intimidad y de ciamiento entre las personas entre otros vo tipo de pareja como un espacio de
privacía en una casa habitada por tan- factores; así como de la afirmación de intimidad en donde se construye la
tas personas no es muy alto; sobre to- Giddens y Beck, quienes señalan co- confianza, la intimidad, el conocimien-
do en los años en que alguno de los hi- mo parte del proceso de la modernidad to del otro, y parte fundamental de los
jos era pequeño y dormía con ellos o tardía la creciente individualización temas negociados por las parejas. Por
cuando la madre de Inés enfermó y le y reflexividad, la toma de decisiones de otro lado, las parejas de edad alta con-
dejaron una recámara para ella sola. manera individual y la creación de un sideran que las relaciones sexuales son
Sólo tres de las nueve parejas entre- espacio de intimidad, tanto personal importantes en la pareja en tanto sir-
vistadas tienen una vida cotidiana to- como de la pareja. ven para la procreación de los hijos,
talmente independiente de su familia pero no mencionaron que la satisfac-
política, entendiendo esto como que La centralidad de la satisfacción sexual ción de la pareja fuera esencial para la
no viven cerca de ellos o en la misma perdurabilidad de la pareja. Las relacio-
casa, no les piden su opinión al tomar Una de las características más notorias nes sexuales son parte de los deberes
decisiones importantes para la pareja, del nuevo tipo de pareja observado es de la pareja y su regularidad depende
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en gran medida de lo que el hombre las parejas tradicionales, el aporte de la reja que depende en gran medida de la
desee. mujer a la economía doméstica no le posibilidad de sus miembros de cons-
da el derecho a tomar decisiones, mien- truir una relación basada en el afecto
La redefinición de los roles tras que en las otras parejas, sí. Pode- mutuo, la equidad, la negociación y la
mos concluir de esto que la incorpora- libertad de elección. Es necesario que
Uno de los cambios más notables en la ción de la mujer al trabajo asalariado tanto hombres como mujeres estén dis-
concepción del amor y las relaciones no le da, por sí misma, la oportunidad puestos a mantener la relación y nego-
de pareja en la segunda modernidad de establecer una relación más equita- ciar sus puntos de vista a fin de esta-
tiene que ver con que los roles y la tiva o más negociada, sino que esto de- blecer un equilibrio entre liberación y
toma de decisiones de cada uno sean pende, además, de los otros factores vinculación, el cual es responsabilidad
lo más equitativos posible. El cambio señalados, como la edad, cierto grado únicamente de la pareja.
generacional se refleja en la redefini- de escolaridad, de capital económico y Sin embargo, es importante mati-
ción de los roles femeninos y masculi- cultural. zar las aseveraciones sobre las venta-
nos, de manera que las tareas que es- Si bien las necesidades de hombres jas de la modernidad y el triunfo de las
taban fuertemente identificadas con y de mujeres, los desacuerdos en la pa- relaciones equitativas. En contextos
un género (barrer, trapear, lavar la ro- reja en cuanto a las expectativas de ca- culturales como el nuestro encontra-
pa o trabajar fuera del hogar, ser el pro- da uno, las relaciones insatisfactorias mos aún una brecha entre el discurso
veedor) se vuelven menos identifica- e inequitativas, por ejemplo, no son na- y las acciones de los sujetos. Según lo
das con éste. da nuevo, la novedad está en su ges- encontrado durante la investigación,
Se observa que para las parejas de tión, en este nivel de negociación que existe una mayor apertura en lo que se
edad alta las tareas del hogar y el cui- se ha logrado. Esto es, presenciamos la dice que en lo que se hace. Hay hom-
dado de los hijos son responsabilidad construcción de un nuevo tipo de pa- bres, por ejemplo, que no consideran
de la mujer y la toma de decisiones es
una facultad del hombre. En ciertas pa-
rejas de edad media y edad baja se ob-
serva un cambio significativo en esta
repartición: las parejas tienden a com-
partir las actividades del hogar y la to-
ma de decisiones. En algunas entrevis-
tas esto se manifestó como una atención
del hombre hacia la mujer: “mi marido
me ayuda mucho en casa, sí colabora
con barrer, recoger su ropa, lavar los
platos”. Mientras que en otras se expre-
só como una responsabilidad de ambos:
“no es ni siquiera que él me ayude, por-
que eso implicaría decir que la obliga-
ción es mía. Más bien es que es de los
dos, el hijo es de los dos, la casa es de
los dos, entonces ambos hacemos”.
Es importante señalar que aun en
las parejas de edad alta y en aquellas
en que las tareas del hogar son respon-
sabilidad de la mujer y la toma de deci-
siones del hombre, los gastos para la
manutención de la casa y de los miem-
bros de la familia son compartidos. En
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que deben formar parte activa del tra- influye la creciente aceptación del di- raciones más jóvenes que se suponen
bajo doméstico pero dicen defender la vorcio, las opciones de unión alternati- insertas en la segunda modernidad y
igualdad de la mujer; otros que consi- vas al matrimonio religioso o civil (co- pertenecerían a lo que he llamado el
deran muy importante que los hom- mo la unión libre) y la posibilidad de nuevo tipo de pareja. Uno de los hallaz-
bres dediquen un tiempo regular a co- un mayor número de personas para gos más importantes de la presente in-
laborar en las labores del hogar y que solventar sus gastos por cuenta propia. vestigación consiste en constatar que
esto forma parte de la equidad en la Todos estos factores contribuyen a que la edad de las parejas no es factor su-
pareja, sin embargo sus parejas dicen sea relativamente sencillo disolver una ficiente para la llamada democratiza-
que no realizan ninguna tarea en el ho- unión; sin embargo, es cierto también ción de la pareja, sino que ésta depen-
gar o que es muy difícil lograr que lo que una vez que las parejas se estable- de además de factores estructurales
hagan. cen, se consolidan y logran un nivel de como el grado de escolaridad o el nivel
¿Cuál es el resultado de la igualdad, negociación que les permite realizar socioeconómico. En este sentido, per-
al menos en el plano discursivo, entre sus expectativas, la unión se ve fortale- tenecer a la generación de la segunda
hombres y mujeres con relación a la cida y la pareja se vuelve estable. modernidad es el factor inicial para la
conformación de relaciones amorosas construcción del nuevo tipo de pare-
en la ciudad de México en la actuali- Notas finales ja; sin embargo, las ventajas y gratifi-
dad? Es bastante positivo, por primera caciones de la construcción de una pa-
vez en la historia existe la posibilidad Como se expuso anteriormente, Gid- reja más equitativa no es una opción
de establecer una relación amorosa que dens apuesta por la distinción entre para todos.
no se fundamente en la necesidad de primera y segunda modernidad, y pro- En lo concerniente al uso de la mo-
asegurar la supervivencia, ni en el mo- pone como tema central la reflexividad dernidad y segunda modernidad co-
delo que funciona siempre y cuando en las relaciones interpersonales y la mo categorías para el análisis, existe un
el hombre se dedique al trabajo y la democratización de las mismas. Si to- debate inconcluso acerca de si es posi-
mujer a la casa. Ésta es una verdadera máramos el modelo en forma literal, ble aplicar dichos modelos a las rea-
oportunidad de establecer una relación este fenómeno (la construcción de re- lidades latinoamericanas e incluso si
basada en el afecto y que sea equitati- laciones de pareja que incorporan la pueden aplicarse a las sociedades eu-
va en muchos sentidos. satisfacción sexual, la negociación de ropeas. La presente investigación per-
Cuando la relación depende ma- las tareas y las responsabilidades, y la mite aseverar que si éstos se toman co-
yormente de la voluntad de los intere- toma de acuerdos en todos los rubros mo modelos, como guías heurísticas de
sados en mantenerse juntos, se vuelve de la relación) se presentaría en todas investigación, es posible caracterizar
en cierto sentido más frágil. Además, las parejas que pertenecen a las gene- momentos históricos y explicar cam-
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bios o transiciones sociales. Sin embar- particularidades nacionales y en cuan- gación fue muy importante la realiza-
go, deben considerarse sólo modelos, to a las especificidades de cada grupo ción del trabajo empírico ya que permi-
tipos ideales para caracterizar un antes social. tió dar cuenta de fenómenos específicos
y un después en la historia de las socie- En esta misma lógica es necesario para cada grupo social. Si se tomara la
dades, pues si se toman literalmente hacer otra precisión. Algunas de las propuesta de Giddens sobre la cons-
son demasiado rígidos y no permiten grandes teorías sociológicas, como la trucción de relaciones puras tal cual
explicar ni caracterizar fenómenos que de Anthony Giddens, son propuestas está formulada se podría suponer que
suceden en nuestras latitudes. que no hacen una distinción explícita todos los grupos sociales estarían en
Por medio de la distinción entre pri- entre grupos sociales o características condiciones de establecer dicho tipo
mera y segunda modernidad fue posi- particulares. En el caso de esta investi- de relaciones; por medio del trabajo de
ble confirmar un cambio social en las campo podemos observar cómo ésta es
generaciones más jóvenes, aunque és- una posibilidad real sólo para el grupo
te no se da de manera generalizada pa- de las parejas de las dos últimas gene-
ra todos los grupos sociales. La reflexión raciones estudiadas siempre y cuando
va en el sentido de que es necesario tengan cierto nivel educativo, cierto ca-
“adaptar” los modelos o las propues- pital cultural y un determinado capital
tas teóricas en dos ejes: en cuanto a las económico.

Adriana García y Priscila Cedillo, Tras los rastros del IMÁGENES


amor: un recuento desde las ciencias sociales; Elsa P. 38: Carlos Goulão, postales. P. 39: Gerlach & Martin
Guevara, Cuando el amor se instala en la modernidad; Gerlach Jr., 1911. P. 40: Haciéndose la difícil, Monterrey,
Natalia Tenorio Tovar
El pago de la novia de María Eugenia D’Aubeterre; Un 1904; B. Kolko, Boda, Juchitán, 1954; Leonard and
Universidad Autónoma Metropolitana,
siglo de matrimonio en México de Julieta Quilodrán; las Esther Wogatske, 1912, P. 41: Postal; Elizabeth Visere,
Azcapotzalco.
varias reflexiones de Pilar Gonzalbo Aizpuru sobre la An American Girl in Mexico, 1904; Mike Disfarmer, Mr.
vida cotidiana y las publicaciones sobre las emociones and Mrs. Marber, 1943; P. 42: sin autor identificado. P. 43:
que se realizan en la Universidad de Guadalajara. Postal; Evandro Teixeira, Casamento en Parati, Brasil.
P. 44: Grey Villet, Sin título; D. Arbus, Joven y su novia
NOTA REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS con hot dog en el parque, N. Y., 1971; Bill Ray, 1970.
En este texto se retoman algunas de las principales con- Beck-Gernsheim, 2001, El normal caos del amor. Las P: 45: Nan Golding, Terry Troye y Patrick Fox en su noche
clusiones de una investigación mucho más amplia titu- nuevas formas de relación amorosa. Paidós, Barcelona. de bodas, 1987; Eugenio Forcano, La Mirada, niños de
lada “La perdurabilidad de las relaciones amorosas en Bourdieu, Pierre, 2007, Capital cultural, escuela y es- las barracas de Montsvic, Barcelona, 1964. P. 46: David
la ciudad de México del siglo XXI”, México, 2009. pacio social, Siglo XXI, México. Burnett, Boda en Tintín, Bolivia, s. f.; B. Kolko, Banque-
En México se han hecho ya estudios acerca de este Giddens, Anthony, 1995, Modernidad e identidad del te de boda de un obrero, México, 1955; Pedro Meyer,
tema, sin embargo, mucho de lo escrito sobre el amor yo: el yo y la sociedad en la época contemporánea. Pe- Boda en Coyoacán, 1983. P. 47: D. Arbus, Una familia
se dedica a la mera descripción de situaciones sin una nínsula / Ideas, Barcelona. en su prado, N. Y., 1968; sin autor identificado, Mis dos
conexión explícita con alguna hipótesis o marco teórico. Giddens, Anthony, 2006, La transformación de la amores; Recién divorciados. P. 48: Boothby Winnie y
Entre las excepciones destacan por su claridad y per- intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en las socieda- Tom, dando vueltas, ca. 1940; Tragedia griega, 1920.
tinencia algunos estudios nacionales, como son el de des modernas, Cátedra, Teorema, Madrid. P. 49: Collage de postales.

HOW MODERN ARE WE? LOVE AND PAIR RELATIONSHIPS IN CONTEMPORARY MEXICO

Palabras clave: amor, relaciones de pareja, modernidad.

Key words: Love, Pair Relationships, Modernity.

Resumen: El texto explora el impacto de la modernidad en las relaciones amorosas. A partir de un análisis de nueve tipos de parejas, clasificadas según edad y escola-
ridad, se presenta en que medida dichas parejas se apegan o difieren del discurso de la modernidad.

Abstract: The text explores the impact of modernity on affective relationships. Based on an analysis of nine types of couples, classified by age and educational back-
ground, we discuss to what extent those couples conform to or diverge from the discourse of modernity.

Natalia Tenorio Tovar es socióloga por la FCPyS de la UNAM y Maestra en sociología por la UAM. Actualmente es tutora de la especialidad en línea “Educación Centrada
en el Aprendizaje” de la Universidad Pedagógica Nacional.

Recibido el 20 de mayo de 2010, aceptado el 24 de mayo de 2010.


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