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Este capítulo está pensado para exponer las teorías que se cohesionarán en función de
crear un método para el objeto de estudio que desea explorar las estrategias emocionales
a través de los elementos estéticos y recursos audiovisuales en los fashion film a través de
la mirada de los mundos posibles.
Empero es necesario explicar previamente que los productos en donde se
explorará el objeto de estudio se enmarcan en un contexto propio: la estética industrial,
de manera que acudo a George Patrix y Denis Huisman, para abordarlo, así como a
Guillerme Erner y Joanne Entwistle que proporcionan una mirada especifica desde la
moda.
Tras este panorama, se abordará la teoría de Nelson Goodman, en Maneras de
hacer mundos (1978, ed. 1990), de modo que conozcamos, qué son y cómo es que los
mundos posibles se construyen, para entonces conocer las propuestas de David Bordwell
y Kristin Thompson, en su obra El arte cinematográfico (1979, ed. 1993), y de
Annemarie Meier, en El cortometraje: el arte de narrar, emocionar y significar (2013),
ya que los mundos posibles que se analizarán son videos cortos que contienen elementos
del lenguaje y estética cinematográfica.
Esto se traduce en que el objeto de estudio se observará bajo miradas
complementarias, pues los mundos posibles nos ayudan a responder la pregunta teórica y
las preguntas temáticas, sobre qué emociones, qué ideas, conceptos, y estereotipos
femeninos y masculinos son utilizados en los fashion films para expresarse, pero la teoría
cinematográfica y del cortometraje nos ayuda a saber el cómo se muestran bajo el
lenguaje y la estética audiovisual.
1
Fue un actor, diseñador e ingeniero consultor en diseñador industrial, vicepresidente del
instituto de Estética Industrial y Delegado General de la Asociación Francesa de Coloristas-
Consejeros. Tiene tres obras, Belleza o fealdad? Hacía una estética industrial (1967), Diseño y
medio ambiente (1973) y Estética Industrial (1971)
2
Fundador del Festival de Cannes, maestro de Conferencias en la Escuela de Altos Estudios
Comerciales y Director de la Escuela Francesa de los Agregados de Prensa, quien se ha
caracterizado por llevar una carrera en donde converge los estudios y enseñanza de filosofía y su
visión como empresario, su obra comprende más de diecisiete libros, la mayoría en coautoría,
relacionados a la filosofía, su enseñanza y comprensión.
por siglos fue desplazada del pensamiento estético, se retomó a inicios del siglo XX para
explicar los elementos estéticos en aquello que es útil.
Así, tras la revolución industrial y la inserción del capitalismo; las sociedades
industrializadas van en pos del comercio mayoritario, ofreciendo productos útiles y
fácilmente reproducibles. La estética en los productos ofertados es algo que no importa,
al menos en Estados Unidos, hasta la crisis económica de 1929, momento en que los
grandes industriales tienen que recurrir al embellecimiento para poder atraer a más
consumidores ya no por la utilidad y beneficios de los productos, sino porque aportaban
desde su publicidad y su producto un plus estético.
Por su parte, en Alemania, el Bauhaus promueve una estética completamente
utilitaria en la arquitectura, así como un impulso industrial desde la ingeniería
extraordinariamente estudiada y estructurada. Por otro lado, Francia cuenta con la
exquisitez, producto de los gustos de la Belle Époque, de este modo el francés Raymond
Lœwy asentado en Nueva York, impulso la estética industrial tras la crisis de 1929, al
hacer notar a los industriales la fealdad de sus productos pese a su condición de utilidad,
y cómo su embellecimiento no solo atrae consumidores, sino que forma parte de un
proceso creativo y artístico.
Así, Huisman y Patrix por medio de la paráfrasis a los autores que siguen, definen
a la estética industrial del siguiente modo: “Es el producto de lo mejor que la humanidad
ha realizado: el idealismo alemán, la economía política anglosajona… y (si no el
‘socialismo´, por lo menos) la desenvoltura francesa”. (Huisman y Patrix, 1971, p. 27).
Esta corriente y práctica estética, tomó pronto a algunos adeptos desde la
academia, así como desde el comercio y la ingeniería; para 1951 la revista Art présent se
convertiría en Esthétique Industrialle y para 1952 los esfuerzos del diseñador Jacques
Viénot se convirtieron en el Instituto de Estética Industrial. Tras su muerte en 1959, su
doctrina quedó como carta magna de la estética industrial, la cual definía con las
siguientes palabras:
Así, cuando hablamos de moda, nos estamos refiriendo simultáneamente a una serie de
organizaciones interconectadas y con puntos de coincidencia implicadas en la producción
y promoción del vestido, así como en las acciones de las personas al actuar sobre sus
cuerpos cuando se «visten». (Entwistle, 2002: 6)
Entwistle, toma en cuenta que dentro del contexto social y global, los cuerpos se visten
con un propósito, en cierto modo, la vestimenta se convierte en una extensión del cuerpo
y por tanto del yo que se mueve y actúa en una sociedad, “Los cuerpos humanos son
cuerpos vestidos, el mundo social es un mundo de cuerpos vestidos”. ( Entwistle, 2002:
11)
Al respecto, Guillaume Erner (2005), menciona que el atuendo ha servido para
generar una sociedad paradójica entre lo homogéneo y lo heterogéneo, retomando el
capítulo histórico de la Edad Media en donde “la civilización cristiana” imponía una
vestimenta homogénea para diferenciar a cristianos de judíos y musulmanes que a su vez
se homogeneizaban por otras características, situación arraigada hasta nuestros días en
donde los cuerpos de las “minorías” han tendido a distinguirse por medio de la
vestimenta de las verdaderas minorías dominantes.
(…) la génesis del individuo moderno empieza en esta época. La sociedad tradicional le
dota, al nacer, de una identidad, de una profesión e incluso de un vestido. Con la
modernidad, la religión cada vez pesa menos sobre los individuos, que se vuelven libres
en cuanto a sus elecciones y dueños de su existencia. (Erner, 2005:185)
Como menciona el autor, con base en esta libertad de elección, la nueva paradoja aparece
en occidente, al ser la industria de la moda quien ha fijado la mirada en las minorías para
volverlas deseos de consumo, tal como ha sucedido con las vestimentas que identificaban
a grupos minoritarios como los raperos, y otras subculturas urbanas, “En efecto, mientras
Dicho de otro modo, la moda se materializa en la vida cotidiana. Esta situación del
cuerpo en el centro del análisis de la moda-vestir nos permite examinar prácticas y
estrategias desde el micronivel de la experiencia individual del vestir, hasta el macronivel
de la industria de la moda, las estrategias corporativas y el marketing, que han de tener
presente el cuerpo cuando diseñan, hacen publicidad y venden la moda. (Entwistle, 2002:
9)
Con base en lo anterior, se invita a pensar en el cuerpo y la moda como hilos que se
entretejen en el telar social, donde la industria y la publicidad se vuelven dispositivos que
apoyan la labor del cruce de los hilos, haciendo que la trama, o sea la forma interna que
va tomando el trozo de tela, quede perfectamente enlazado. Con esto se desea explicar
que la vestimenta en relación al cuerpo si bien es una decisión individual que proyecta
decisiones del yo, es el contexto social y la colectividad quienes toman la primera
decisión en torno al qué y cómo se debe vestir el cuerpo, como menciona Erner.
A modo de resumen de lo anterior y para centrar estas bases en el fashion film, si
bien existen decisiones individuales sobre cómo vestir el cuerpo, la moda está
involucrada en una industria que se refuerza de lo que vemos en múltiples medios y
pantallas, desde las revistas y las redes sociales, hasta la publicidad creativa.
Poniendo en horizontal estos párrafos previos, hay que pensar cómo los elementos
de la estética industrial conforman el fashion film, esto se da en la técnica del audiovisual,
el comercio de la moda al que se desea llegar a través de estos productos y el consumo
cultural de los videos y por supuesto la industria de la moda y el audiovisual que se unen
como industria cultural a través de las nuevas agencias especializadas en fashion film y
todos los procesos creativos y artísticos que implican la concepción de un producto de
este tipo, de modo que se intuye que el fashion film contiene desde la moda y desde lo
audiovisual, lo que Étienne Souriau señaló “un arte implicado en la industria”, que se
puede observar desde esta “ciencia de la belleza en el ámbito de la producción industrial”
por la que Jacques Viénot abogó.
Procesos ar s cos y
crea vos que hacen uso de
la tecnología para Esté ca Industrial Fashion Film
presentar artefactos y
objetos.
5
Tomo en cuenta que Bajtín parte de una postura filosófica para la teoría literaria, teniendo en su
genealogía fundamental a Immanuel Kant, mismo a quien sigue Goodman, para la formulación de
este libro que al escribirse y publicarse en plena Guerra Fría, pongo en duda los posibles
requerimientos que le haya puesto la Universidad de Stanford, -universidad republicana-.
Si partimos de aquí, Goodman propone que veamos un mundo ya sea en su
totalidad –el mundo del arte- o en una de sus partes –el mundo de la danza-, en específico
podríamos observar en ese mundo, el mundo de El lago de los cisnes (1875), en donde
veremos los tipos y funciones de sus símbolos y su sistema simbólico. En nuestro análisis
quizás descubramos que la manera en que fue construido contiene intertextos de otras
obras musicales y de otros movimientos de ballet (mundos que le precedieron) y
conoceremos los símbolos y el sistema simbólico con el que se construyó. Lo menciono
de la manera más burda y menos erudita, solo para ejemplificar.
Para poder adentrarnos a un análisis de este tipo, y aunque el autor menciona que
no necesariamente debe ser sistémico, su propuesta es observar: a) composición y
descomposición, b) ponderación, c) ordenación, d) supresión y complementación, e)
deformaciones. Como él mismo menciona éstos solo sugieren posibilidades para el
abordaje de la manera de hacer mundos, y lo expresa de la siguiente manera:
Lo único que he querido hacer aquí ha sido sugerir algunos de los diversos procesos que
empleamos de manera habitual, y si bien es cierto que cabría proceder a una
sistematización más precisa, también lo es que ninguna podrá ser nunca definitiva, pues,
como ya dijimos, no sólo no existe un único mundo sino que, tampoco existe un único
mundo de mundos. (Goodman [1978] 1990: 37)
Lo cierto es que la teoría se puede complementar, en este caso, al utilizar estos elementos
aunados a la teoría cinematográfica de manera se pueda concentrar un método para
conocer los mundos posibles y las estrategias emocionales en los fashion films.
Así también, antes de mostrar lo que cada término implica, se debe mencionar que
de la totalidad del texto se acude solo a las primeras dos partes: 1) Palabras, trabajos,
mundos y 2) Sobre el estilo, ya que las siguientes abordan ejemplos de la cita o intertexto
desde la lingüística, un debate sobre cuándo existe arte puro, la percepción desde la
física, y la fabricación de hechos desde la lógica, recordemos que Goodman tiene
especial interés en el arte más no se limita a él, sino que la creación de mundos también
se encuentra en la ciencia y la vida cotidiana, y si bien podría ampliar la perspectiva, son
estas dos primeras partes las que funcionan en este momento para la observación del
objeto de estudio.
Palabras, trabajos y mundos
Goodman menciona que podemos concebir palabras sin un mundo, pero no podemos
concebir un mundo carente de palabras o de otros símbolos, así pues los siguientes
conceptos muestran las posibilidades por las cuales podemos acceder a conocer los
símbolos y sistemas simbólicos de un mundo.
La diferencia entre decir o representar, por una parte, y mostrar o ejemplificar por otra, se
hace incluso más evidente en los casos de la pintura abstracta, de la música o de la danza, las
cuales son manifestaciones que, aunque no tengan un tema, ejemplifican o expresan no
obstante, forma y sentimiento. Así la ejemplificación y la expresión no son funciones
simbólicas referenciales menores, no son tampoco instrumentos de segundo orden en la
construcción de mundos, y ello aunque apunten en dirección opuesta a la que indica la
denotación, es decir, aunque conduzcan desde el símbolo hasta uno de sus rasgos literales o
metafóricos, en vez de hacia algo a lo que ese símbolo se aplica. (Goodman [1978] 1990: 31)
Es decir, una vez que sabemos el género y lo que vamos a ponderar, se clasifica
dicotómicamente, la descripción y la muestra se dan de forma explícita, por ejemplo un
rostro es un rostro –denotativo-. Sin embargo el rostro puede representar o ejemplificar
tristeza o alegría, según el orden de sus partes –connotativo-.
(…) somos nosotros quienes las construimos y ponemos en el mundo. Los procesos de
ordenación son parte de la construcción de mundos, al que igual que lo son la
composición, descomposición y ponderación de las totalidades y los géneros. (Goodman
[1978] 1990: 33)
Sobre el estilo
Para Goodman la manera en que se construye un mundo a través del estilo es importante,
pues también ahí recaen los símbolos y sistemas simbólicos de las obras. Para comenzar a
entender lo que es el estilo, parte de un compendio de visiones para armar una propuesta,
a partir de la siguiente objeción:
Parase obvio que si el tema o el contenido es aquello que se dice, el estilo será el cómo se
diga. Pero tal vez pueda no ser tan obvio que esta definición está plagada de problemas,
pues por ejemplo, la arquitectura y la pintura no representativa, al igual que sucede con
amplios sectores de la música, carecen de temática y no cabría plantear la cuestión de su
estilo interrogándonos cómo esas disciplinas dicen lo que dicen, dado que no dicen
literalmente nada, sino que, por el contrario, hacen otras cosas diferentes y también
significan de manera diversa. (Goodman [1978] 1990: 45)
Para Goodman el discernimiento del estilo es un aspecto integral de la comprensión de
las obras de arte y de los mundos que ellas representan. Así, a partir de esta premisa, se
presentan estas cinco maneras de manifestación del estilo:
2) Estilo y sentimiento: “Las emociones, los sentimientos y esas otras propiedades que se
expresan al decir algo, son parte de la manera de ese decir: lo que se expresa es un
aspecto de cómo se dice lo que se dice y, al igual que acontece en la música y en la
pintura abstracta, puede ser un aspecto del estilo aun cuando nada se diga”. (Goodman
[1978] 1990: 54). O sea, el estilo también se encuentra en las percepciones y evocaciones
de lo que se expresa por más abstracto que parezca aquello que lo emite.
4) Estilo y firma: “Aunque el estilo sea metafóricamente una firma, una firma en sentido
literal no es un rasgo de estilo (…) el estilo tiene que ver exclusivamente con el
funcionamiento simbólico de una obra en tanto tal. (…) el estilo no es exclusivamente
una cuestión del cómo, en tanto distinto de qué, ni depende de posibles alternativas que
sean sinónimas, ni de la elección consciente entre varias posibilidades, sino que sólo
comprende aspectos relativos al cómo y al qué simboliza una obra, aunque no los
comprenda todos” (Goodman [1978] 1990: 60).
De este modo el estilo consiste, en aquellos rasgos del funcionamiento simbólico
de una obra que son característicos de un autor, un periodo, un lugar, o una escuela, y
éstos serán relativos a los símbolos y cómo se expresan. Por ejemplo para observar el
estilo Marc Chagall y el sistema de símbolos que expresa, no es necesario adscribirlo a
una escuela –pues no pertenece a alguna- más si se puede observar su estilo a partir de
toda su obra (autoría) observar sus características estilísticas respecto al periodo (primera
mitad del siglo XX) y lugar (nacido en Bielorrusia, residente en Francia), de este modo
podemos observar que su pintura categorizada como “perspectiva poética” -en donde
caben todos aquellos que no caben en otra categoría por no pertenecer a una vanguardia
del siglo XX- comprende un estilo propio o una firma que se nutre del fauvismo, el
cubismo, el surrealismo y el simbolismo.
narrativo:
Interactúa con
Sistema formal Sistema es lís co
Siguiendo a los
Narra vo No narra vo
autores un Categórico Uso y significado de la
técnica
sistema
Retórico
Puesta en escena
formal Abstracto
Asocia vo
Fotogra a narrativo
Montaje
es aquel al Sonido
cual
estamos más
habituados ya que
permanecemos desde la infancia en un mundo de historias estructuradas, con personajes y
acciones que llevan a alguna resolución, en general es un principio básico desde la
historia oral, la literatura, y por tanto es lo que buscamos de manera genérica en las
ficciones.
Los filmes narrativos presentan siempre un argumento por donde se desarrollará
la historia, en ellos existe un detonante que provoca la secuencia de hechos en un tiempo
y espacio congruentes. Es decir, visto de una manera más formalista la narración tiene un
argumento que nos cuenta algo en un tiempo de relato –la secuencia en que se nos
presentan los hechos en la narración- y un tiempo de la historia –el modo cronológico en
que sucedieron- existe un dispositivo que detona las acciones y reacciones de los
personajes que nos llevan a un clímax y posteriormente a un resolución.
Se nos puede narrar de una manera omnisciente por medio de la cámara objetiva,
una cámara que mira como testigo a los personajes, o una cámara subjetiva que sugiere
que lo que vemos es aquello que el personaje observa. Esta formula que deviene de otras
disciplinas como la literatura y el teatro, en el cine tomó autonomía consolidando
categorías de historias en géneros, una formula que le funcionó bastante bien al cine
clásico de la industria en Hollywood y que con el pasar del tiempo pasaría a formar
híbridos en el cine moderno y posmoderno.
Lo no narrativo: Como mencionan los autores, además de los filmes narrativos existen
otras formas fílmicas importantes como los anuncios publicitarios, los filmes
experimentales y educativos. Para poder adentrarnos en su forma, los distinguen en
cuatro categorías a partir de su construcción fílmica.
Categóricas: filmes que dividen un tema en partes o categorías.
Retórica: se presenta un argumento y se presentan pruebas que lo apoyen.
Abstracta: se organiza para atraer la atención del público desde sus cualidades
visuales y sonoras.
Asociativa: se conforma de la yuxtaposición de imágenes que se conectan de
forma libre, para sugerir emociones y conceptos de las atmosferas y temas a
tratar.
Es importante señalar que los filmes no se realizan de manera purista bajo estas
categorías, incluso desde la modernidad podemos encontrar elementos de estas categorías
en formas narrativas, así también los productos no narrativos pueden contener por estilo
elementos de otras categorías, sin embargo es la finalidad, o el modo de organización que
se destaque, el que le otorgará su sistema formal.
Es decir, pensemos en un documental que desee mostrarnos los procesos del
diseño de modas, su premisa puede ser “un atuendo pasa por varias fases antes de llegar a
la pasarela”, en el proceso encontraremos elementos retóricos que apoyen y desarrollen la
idea de las distintas fases; conceptualización del diseñador, modelado sobre maniquí,
confección, pruebas, pasarela, cada área se divide, y sobresale la forma categórica.
Del mismo modo, pensemos en el documental Earthlings (2005) su premisa es
que los terrícolas somos todos los seres vivos que habitan el planeta y que el ser humano
hace uso de poder sobre los demás seres vivos, en específico de los animales, como
mascotas, como alimento, para usos en la industria del vestido, para diversión, deporte, y
para experimentación. La división del filme es categórica, sin embargo cada una de estas
partes funciona para afirmar el argumento principal; no hay una consciencia sobre nuestra
condición de terrícolas y nuestra convivencia con otros seres, por tanto se convierte en
una película retórica.
Por su parte los filmes abstractos, son de un corte más experimental y artístico, de
un estilo mucho más libre, el ejemplo que utilizan Bordwell y Thompson es Ballet
mécanique (1924) que congrega a varios artistas de las vanguardias de inicios del siglo
XX, sin embargo voy a acudir a las obras de la artista tapatía Sharon Toribio, que en sus
productos audiovisuales como Juego de Niñas (2006) y Tiempos del Sueño (2010) donde
experimenta sin guión, con historias que nos transmiten ideas sin la necesidad de una
estructura narrativa convencional, con un montaje experimental, en donde se incluyen
sonidos dentro y fuera de la diégesis, que llevan al espectador tanto a una experiencia
cinematográfica como sensorial por medio de la imagen y el sonido.
Por último, están los filmes asociativos, en este caso recurro al filme Baraka
(1992) que si bien es un producto de corte poético, nos muestra la evolución de la
humanidad a través de segmentos yuxtapuestos entre paisajes calmos, prácticas sociales y
la vida urbana e industrializada.
Esta manera de observar la forma del cine, ha sentado las bases para poder
comprender cómo toma estructura lo que se desea relatar en lo audiovisual, en un inicio,
estas categorías me otorgaron la oportunidad de conocer qué fashion films eran
compatibles con lo narrativo y cuáles con lo no narrativo, por lo que se convirtieron en
categorías para agrupar el corpus a analizar, incluyendo otra categoría llamada híbrida en
donde se localizaban videos que mezclaban ambas estructuras.
Posteriormente, al retomar la definición del fashion film, éstas no funcionaron
más, puesto que todos eran videos híbridos, por lo que las tuve que con base en la teoría
se generaron nuevas categorías de agrupación, mismas que se verán en el capitulo
metodológico.
El Sistema Estilístico
Por otro lado, como mencionan Bordwell y Thompson, para poder comprender cualquier
tipo de arte necesitamos familiarizarnos con el medio que utiliza para mostrarse. De este
modo, para adentrarnos al medio fílmico hay que conocer sus técnicas, ya que estas
interactúan directamente con sus formas, así, los autores mencionan lo siguiente al
respecto al estilo:
(…) el estilo cinematográfico interactúa con el sistema formal. A menudo, las técnicas
cinematográficas apoyan y realzan la forma narrativa o no narrativa. En una película
narrativa, el estilo puede funcionar para desarrollar la cadena causa-efecto o mantener el
flujo de información de la narración. Sin embargo el estilo cinematográfico también
puede llegar a estar desvinculado de la forma narrativa o no narrativa, atrayendo nuestra
atención por sí mismo. Algunos usos de la técnica cinematográfica pueden llamar la
atención sobre los patrones estilísticos. (Bordwell y Thompson [1979]1993:144)
En relación a la cita anterior, por un lado tenemos una relación entre la forma y el estilo
donde ambas se complementan y se vuelven una unidad, sin embargo la propia técnica
puede resaltar con autonomía fuera de aquello que se nos cuenta. Haciendo una analogía
con la pintura, el estilo destacable por si mismo equivaldría a la técnica y método con que
se pinta y que cuenta con un valor propio más allá del contenido de la imagen, los trazos
de Van Gogh contienen un valor, pese a que lo que veamos sean unos girasoles o un
cerezo. El cine dentro de este sistema se contiene en la puesta en escena, la fotografía, el
montaje y el sonido.
Puesta en escena: Conlleva aquello que el director controla sobre lo que vemos en
la imagen fílmica, tal como los decorados o dirección de arte, la iluminación que
compete también a la fotografía, el vestuario y la actuación de los personajes, es
decir las escenificaciones de los hechos tanto para la cámara y lo que vemos en
pantalla, que la hacen realista, onírica, experimental etc.
Fotografía: Generalmente en movimiento, es la que regula la forma en que se
registra la luz, por lo que conlleva la gama de tonalidades, la velocidad, la
perspectiva, el encuadre, por tanto los planos y sus movimientos. Los planos son
las medidas de lo que vemos, un plano panorámico comprende una imagen amplia
que nos permite ver un contexto espacial, el americano no deja observar a un
personaje de las rodillas hacía arriba de modo que podemos ver sus movimientos
desde sus brazos hasta los rasgos de su rostro, un plano de busto nos presenta de
cerca un personaje, un primer plano nos lleva a reconocer rostros u objetos, y un
plano detalle nos adentra las singularidades de lo que se muestra. Los
movimientos se basan en un tild in y tild out, una cámara fija de abajo hacia arriba
y de arriba hacia abajo respectivamente un dolly nos lleva de la cámara fija de
izquierda a derecha, o de derecha a izquierda y un travelling nos lleva con la
cámara de manera libre en movimientos de izquierda a derecha y viceversa, así
como un seguimiento en cámara en mano, incluso en una grúa de modo más libre.
Por otro lado, los ángulos en donde se coloque la cámara son importantes, el
frontal refiere a una mirada directa hacia los objetos o personajes, una picada se
coloca la cámara aproximadamente a 45º mirando hacia abajo, una contrapicada
sigue la misma lógica de arriba hacia abajo, en un ángulo cenital la cámara se
coloca de modo directo de arriba hacia abajo –como se vería un mapa- y una
contra cenital de abajo hacia arriba –como se vería el cielo si uno se posiciona
sobre el piso-, a ras de piso, mostraría de modo frontal lo que se ve desde los pies.
Montaje: Es la coordinación de planos, y en donde recae gran parte estilística del
filme, es decir, es un proceso técnico, en donde se ordena de modo coherente ya
sea de modo narrativo o no narrativo, la fotografía con una secuencia coordinada,
en donde entran otras técnicas como los fundidos a negros, blancos o
yuxtaposición de planos.
Sonido: De acuerdo con los autores es el sonido el más difícil de estudiar dado
que estamos condicionados a subordinarlo a lo que vemos tanto en pantalla como
en la realidad, a diferencia de los dispositivos previos el sonido es el único que no
se puede congelar para analizarlo, y sin embargo nos ayuda a percibir de otras
maneras la realidad, el sonido se registra en dos dimensiones, de modo
intradiegético, es decir aquellos que se generan dentro de la misma narración
como diálogos y los sonidos que emiten los objetos de aquello que vemos en
pantalla, y los sonidos extradiegéticos, o banda sonora, es decir, la música que se
monta sobre la imagen y que pertenece a la misma narración, no dentro de ella
sino como un dispositivo que nos provoca emoción, hace énfasis en acciones, y
envuelve la atmosfera de lo que vemos.
Hasta aquí, estas partes de la teoría fílmica serán las que proporcionen las herramientas
para observar la forma y técnicas del audiovisual que ayudan a observar cómo se cuentan
los mundos posibles de los fashion films, áreas que se utilizan en el cortometraje, sin
embargo, la totalidad de la teoría de Bordwell y Thompson nos llevaría a conocer cómo
funciona en el largometraje, por lo que recurro a la propuesta de tácticas de Annemarie
Meier que se aplica a los textos audiovisuales breves.
Así pues, en el entendido de que los cortometrajes se construyen desde la técnica
con un sistema formal y uno estilístico, éstos se expresan de maneras plurales ya que
engloban la ficción, el documental, el videoarte, el videoclip, la animación y los spots
publicitarios, empero, su brevedad abre la oportunidad a distintas maneras de expresarse
que serían difíciles de sostener en más de una hora de audiovisual.
Es decir, el cortometraje es una especie de punto central del que se desprenden
puentes para dialogar con estructuras semejantes al cuento literario, en el cortos de
ficción que se centran en el acontecimiento, al ensayo libre y académico, en su forma
documental, dialoga con el marketing a través del storytelling, el spot y el videoclip, así
como dialoga con otras manifestaciones artísticas, expresándose de múltiples maneras a
través del videoarte, las vanguardias, etc.
De modo que definir y categorizar el cortometraje se ha convertido para varios
autores en un reto, puesto que, no se le puede categorizar por géneros (drama, comedia,
aventuras, etc.,) como sucede con el largometraje puesto que su propia autonomía y
pluralidad de finalidades implican otras maneras de pensarlos, pues generalmente en un
texto breve la forma y el contenido suelen fundirse.
Así la autora propone observar el cortometraje por medio de tácticas, que como
menciona, son flexibles a la hibridación y dialogar con la aparición de nuevas formas de
ordenación.
Las estrategias de reducción, la economía de medios y la orientación hacia un desenlace
sorpresivo y significativo, forman parte de la especial manera de narrar del cortometraje
en el que se donde se funde la forma con el contenido. Por lo tanto llamaré “tácticas”
discursivas a las características, o más bien herramientas, que abonan a las estrategias.
(Meier, 2013: 29)
Tácticas:
Exploración del tiempo y el espacio
Importa más mostrar que narrar. Al cortometraje a menudo le basta … un plano
secuencia, algunos pocos planos o un movimiento de cámara para mostrar lo básico y
formular un comentario, una opinión o una crítica de manera contundente (…) La libertad
del corto de moverse por distintos espacios y tiempos lo convierte en un gran explorador
del tiempo/espacio imaginario, soñado, sufrido, fantaseado o deseado… Como
especificidad discursiva también hay que considerar la liberta con la que el cortometraje
se instala en espacios imaginarios y fantásticos, en sueños, pesadillas y deseos. El gran
número de cortos que logran con la falta de lógica típica del surrealismo lo prueban:
mientras que el espectador de un largometraje exige verosimilitud, el corto se puede
permitir jugar con el tiempo/espacio con mucha más libertad. (Meier, 2013:30 y 31).
Es decir, fuera de lo que se nos cuenta, el cómo se cuenta es una táctica que da
valor al cortometraje y sostiene la base de aquello que se muestra. Alejados de lo onírico,
Meier ponía de ejemplo en una de sus clases un cortometraje en donde la cámara giraba
en torno a un equipo de producción, un elemento del equipo mencionaba que estaban
grabando un corto que duraba n cantidad de minutos, con cada giro de la cámara que
captaba la acción y volvía a la misma persona, ésta repetía el dialogo restando el tiempo.
Si se piensa esta idea desde la lógica del largometraje, sería difícil permanecer
una hora y treinta minutos dentro de la espiral del tiempo/espacio, sin embargo en el
cortometraje la brevedad nos permite explorar que el mismo corto expresa una idea en
poco tiempo y que las acciones son variadas.
Imagen y sonido como discurso en diálogo
Existen cortos que juegan con las herramientas del cine mudo, cortos sin sonido o sin
diálogo, cortos cuya imagen narra una historia diferente que el sonido, cortos cuyo sonido
es absolutamente necesario para entender la historia y el significado, y otros donde el
sonido fluye con rituales de comunicación convencionales, mientas la imagen muestra o
sugiere lo no dicho. (Meier, 2013: 31) … una de las características del cortometraje es
justamente que lo que se muestra es más que lo que se dialoga. Por otro lado, a menudo
la banda sonora revela información que la imagen no muestra… tanto en el corto como
en el largometraje la música juega, desde luego un papel sumamente importante. La
diegética, la música “de fondo” y los efectos musicales ponen acentos, tonos, redondean
y enriquecen ciertos momentos del cortometraje. Y no olvidemos la función de la música
como “unificadora” de aquello que, en el discurso visual de un filme aparecería como una
secuencia de planos que no se integran el discurso audiovisual. (Meier, 2013: 32)
Quizá esta es la táctica que tiene mayor relación con el largometraje, sin embargo
pensemos en un spot de automóviles que utiliza música con tonos que nos recuerdan a
algún género musical que nos llevan a la alegría, pese a que la imagen del coche
despampanante ya nos habla de sus atributos, la música termina de englobar la idea que
se desea transmitir; un auto deportivo hermoso con el que lo pasaras muy bien.
Perspectiva femenina
A partir de la década de los sesenta y los setenta del siglo pasado y de la inserción de
mujeres tanto en la dirección y detrás de la cámara como en la investigación del lenguaje
audiovisual, hemos observado la forma como se ha enriquecido el cine gracias a esta
perspectiva femenina, es decir, cómo se plasma en un filme la experiencia de vida de
mujeres, se trate de un largo o de un cortometraje. (Meier, 2013: 36) O sea, se distinguen
tanto por tema, personajes y espacios, como por el trabajo de cámara a través del arte y el
diseño sonoro.
Es decir, aunque pudiese sonar extremista resaltar una táctica como perspectiva
femenina, lo cierto es que el arte y el cine habían sido áreas monopolizadas por los
hombres, y si recordamos el texto de Laura Mulvey, el cine desde esta perspectiva suele
jugar con roles marcados, convirtiendo en pasivas y objeto de deseo a las mujeres. De
modo que cuando ellas se posicionan detrás del lente o cuentan con una participación
activa en el desarrollo creativo cinematográfico, emergen otras maneras de mirar y
mostrar el mundo.
Estas particularidades son relevantes en relación al contenido y los mundos posibles que
se construyen en el fashion film, puesto que nos permiten trazar un atajo en el análisis de
los resultados, para dar respuesta a las preguntas temáticas, sobre las emociones, las
ideas, conceptos culturales, así como sobre los estereotipos femeninos y masculinos.
Finalmente, con el fin de explicar cómo es que estas tres visiones se unen, Annemarie
menciona lo siguiente:
El “cortometraje” sirve para un extenso campo y una gran gama de contenidos, formas y
funciones del cine cuya cantidad y diversidad crece día a día. Es un campo imposible de
asir si intentamos medir sus fronteras, y tratar de forzarlo a través de constantes temáticas
y formales propios de los géneros del largometraje, donde, por cierto, también han dado
lugar a una creciente hibridación. Lo que nos facilita el acercamiento al cortometraje, es,
sin duda, su necesidad de reducción; es decir, su premisa de narrar y construir significado
en poco tiempo y con pocos recursos. Si estudiamos no solo el qué sino el cómo un corto
es capaz de atrapar nuestra atención y transmitirnos un mensaje, (…) incluso podemos
admirarlo de mejor manera” (Meier, 2013: 43)
La autora resalta que este formato permite mayor libertad e incluso anarquía en sus
maneras de expresarse, puesto que, comparte con el largometraje el lenguaje
cinematográfico, sin embargo, es un discurso autónomo, “con gran diversidad de
expresión, posibilidades narrativas y estéticas (…) capacidad de conectar de manera casi
inmediata con el espectador, despertar su empatía, atrapar su interés a través del suspenso
y propiciar la reflexión y la búsqueda de significado” (Meier, 2013: 28) Siendo esta
premisa la que nos ayuda a unir la teoría de Goodman y el sistema formal y estilístico
presentado por Bordwell y Thompson en los videos a analizar.
Si volvemos al esquema 3 de este capítulo, a manera de resumen podemos decir
que la estética industrial nos ayudó a colocar los fashion films ya no sólo como resultado
de un devenir social y económico como se apreció en el primer capítulo, sino como
productos que contienen de manera unida lo industrial y lo artístico.
Pareciera complejo tener que usar dos teorías y una propuesta de tácticas para
observar las estrategias emocionales a través de elementos estéticos y recursos
audiovisuales, sin embargo, al tratarse de un objeto transdisciplinar es necesario saber
qué se nos cuenta o qué contenido muestra, de modo que a partir de los mundos posibles
podemos llegar a conocer qué elementos están ahí, así también, las técnicas y tácticas nos
llevan a conocer cómo los recursos están ordenados de manera que aunados al contenido
nos revelen las estrategias emocionales.