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“Estos vientos de crisis que han soplado con tanta fuerza en los últimos tres años
nos están trayendo una serie de cambios (…). Pasará, eso sí, algún tiempo para
poder llevar a la práctica esos nuevos planteamientos que empiezan a surgir con
fuerza (…).
Uno de estos nuevos planteamientos que impulsarán el crecimiento económico en
nuestro país, tiene que ver con la necesidad de incrementar la competitividad de
nuestras empresas. Este incremento de la competitividad tendrá dos ejes
fundamentales. Por un lado, la mejora de la capacitación y la cualificación de
nuestros trabajadores, pero, desde la base, es decir, desde los primeros años de
formación académica. Y, por otro lado, la recompensa del trabajo bien hecho, de la
consecución de los objetivos establecidos, frente a la realización de un trabajo
mediocre o un mero “presencialismo”. Por supuesto, estas afirmaciones admiten un
sinfín de matices. Pero a grandes rasgos, formación y rendimiento, serán dos piezas
estratégicas para cimentar el crecimiento de un país hipotecado por la cultura del
ladrillo.
En cuanto al primero de los puntos clave, la formación, si nos centramos
únicamente en el ámbito empresarial, podemos decir, sin temor a equivocarnos,
que se ha avanzado mucho en los últimos años. Las organizaciones cada vez más,
han apostado por complementar las aptitudes de sus empleados con formaciones
específicas, para conseguir su perfecta alineación con el puesto que ocupan. Es
decir, por potenciar sus mejores cualidades y favorecer el desarrollo de otras
nuevas que les permitan, no sólo desarrollar su trabajo con eficiencia, sino planificar
su carrera profesional, optando a puestos de mayor relevancia. (…)
El segundo de los motores del cambio tiene que ver con el rendimiento. O quizá,
mejor dicho, con la productividad de nuestras empresas. Ambos conceptos van
estrechamente ligados. A mejor rendimiento, más productividad y, por ende, la
suma de ambos conceptos implicará, necesariamente, mayor nivel de
competitividad. Si bien esta ecuación define el escenario ideal, quedan aún por
desvelar algunas incógnitas relacionadas con la forma de ligar rendimiento o
salarios con productividad. ¿Resulta esto eficiente? ¿Es el paso lógico que deben dar
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nuestras organizaciones para ser competitivas? ¿Esta vinculación del salario con la
productividad es un premio o un castigo? Muchas preguntas están suspendidas en
un ambiente (…).
(…) desde un punto de vista lo más objetivo posible, ligar salario a productividad es
el sistema de retribución más justo que existe, por el momento, porque se
recompensan los méritos, el desempeño, y el esfuerzo. De modo que, los mejores
talentos, además de brillar y recibir el reconocimiento que merecen dentro de la
organización, verán aumentar su nivel retributivo. Eso, en los tiempos que corren,
resulta más que interesante. Por su parte, aquellos empleados que sólo quieran
mantener el statu quo de su día a día, no sólo percibirán un salario inferior sino que
verán peligrar su puesto de trabajo.
Lógicamente el primer paso tiene que ser, sin lugar a dudas, la definición efectiva
de un modelo de dirección por objetivos, vinculándolos con un valor económico. En
esta misma línea, los responsables de Recursos Humanos de las organizaciones
deberán afinar para definir y calcular con la mayor equidad posible, los índices de
desempeño global en los que deberán tenerse en cuenta, no sólo los objetivos, sino
también las competencias y el rendimiento. O sea, el cómo y el qué.
Cuestiones
▪ ¿Por qué ligar “salario” con “productividad” puede ser interesante
para impulsar el crecimiento económico del país?
Por la necesidad de incrementar la competitividad de nuestras empresas.
▪ ¿Cómo se podría hacer?
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Mejorando la capacitación y la cualificación de nuestros trabajadores y por
otro lado, la recompensa del trabajo bien hecho, de la consecución de los
objetivos establecidos.
▪ ¿Qué beneficios se obtendrían?
Cuando nos dicen que nos van a evaluar es inevitable que la primera reacción sea
negativa, de incertidumbre y desconcierto ante lo que puede suponer. Sin embargo,
hay que aprender a ver estos métodos como un factor de mejora personal y
profesional. El primer paso para mirarlos con otros ojos es saber en qué consisten y
para qué se emplean.
Métodos hay muchos, pero entre los más empleados siguen estando el
Feedback 360 y el Assessment Center. Si bien, hay que puntualizar que el
objetivo de estos ha cambiado con la crisis. Según Antonio Pamos, director de
Actual Grupo, "las empresas han variado su uso. Ahora más que utilizarlos en los
procesos de selección de nuevos empleados se usan para identificar y desarrollar el
potencial con el que ya cuenta la compañía".
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Feedback 360
Por sus características y su menor coste esta herramienta está ganando terreno
frente a otros métodos. El Feedback 360 es un instrumento con el que se recaba
información sobre una persona en concreto. Es decir, es una herramienta que
recopila de forma anónima una amplia gama de opiniones que tienen sobre
algún trabajador, tanto el jefe como los compañeros, los subordinados, los
clientes internos y externos o los proveedores. Mediante este instrumento se
valoran conductas, habilidades y competencias de los empleados a través de
preguntas, afirmaciones, comentarios y sugerencias, con el objetivo de determinar
las áreas en que necesita desarrollarse.
Según todos los expertos, uno de los aspectos más importantes es que la
persona evaluada con este método cuenta con una información más
objetiva sobre sí misma, de manera que puede modificar ciertas actitudes y
conductas. Por tanto, para sacar el máximo provecho, es esencial acudir a él con
una actitud de humildad y valentía.
Antonio Pamos destaca que "para que los resultados sean positivos es fundamental
la implicación de la dirección. c "Cuando se dice que se va a hacer un programa de
evaluación el fantasma del despido siempre aparece. Para evitar un estrés
innecesario, hay que informar a todos los empleados de qué se va a hacer y qué se
quiere conseguir con esos resultados".
Assessment Center
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La metodología que se utiliza en un Assessment Center mezcla varias técnicas de
evaluación, como cuestionarios de personalidad, ejercicios de gestión, role plays,
dinámicas de grupo, business game, entrevistas personales. Mediante estas
pruebas se consigue una radiografía de las competencias, conductas y
aptitudes de los participantes que permiten evaluar destrezas como la
planificación, las habilidades directivas o la capacidad de negociación de
los candidatos.
Según los expertos este sistema reúne unas ventajas muy importantes respecto a
otras técnicas de evaluación, ya que tiene una sencilla aplicación y una alta
fiabilidad y validez, porque se logran mejores predicciones sobre el comportamiento
de los sujetos. Sin embargo, como señala Pamos, "el coste de esta metodología es
más elevado, puesto que por dos evaluados se precisa un observador. Por tanto, las
empresas que se decantan ahora por esta herramienta reducen el número de
asistentes realizando previamente un cuidado proceso de selección".
Cuestiones
Este método aporta una valoración del profesional, en la que además de puntuar
características relacionadas con las competencias directivas -capacidad para
gestionar equipos, visión estratégica o compromiso-, se plantean otras preguntas
más abiertas en las que cada evaluador puede reflejar su propia opinión del
directivo evaluado.
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Es una técnica que se utiliza para valorar recursos y potenciales. Se usa
principalmente en procesos de selección, promoción interna, evaluación,
identificación de necesidades de formación, planes de carrera y desarrollo.
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Documento 3: Cezanne Performance: la gestión
global del desempeño
Esta solución permite generar objetivos “en cascada” para ayudar a empleados y
responsables a ponerse de acuerdo y trabajar en la consecución de un objetivo
común para la compañía. Se trata además, de una herramienta flexible cuya
configuración permite definir el flujo de actividades y la información necesaria en
cada momento. El sistema se puede utilizar para dar soporte a las evaluaciones
anuales del desempeño dentro de un proceso continuo de evaluación del
rendimiento con revisiones periódicas. Esta flexibilidad es crítica porque permite
configurar modelos propios de evaluación por competencias y descentralizar las
tareas más administrativas (vacaciones, actualización de datos personales, solicitud
de anticipos, etc.) enviándolas hacia el portal del empleado. (…)
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Por otra parte, dentro del apartado de gestión por competencias, la última versión
de la herramienta también incluye una novedad. Se refiere a la posibilidad de
ofrecer resultados parciales ya sea por competencias genéricas, transversales o
técnicas. (…)
Cuestiones
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