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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

SECCIÓN: 2000

NUMERO DE CUENTA: 20141030080

CATEDRATICO/A: JORGE ALBERTO BURGOS CORDOVA

CLASE: DERECHO PROCESAL PENAL

NOMBRE: JOSE LUIS ALVAREZ

TAREA: RESUMEN DEL CAPITULO I DEL MANUAL DE DERECHO


PROCESAL PENAL HONDUREÑO
BASES CONSTITUCIONALES DEL DERECHO PROCESAL PENAL HONDUREÑO

El poder legislativo, establece la conducta que se considera delito, la pena que corresponde, sanciona las leyes
de amnistía, etc. (código penal y leyes especiales) y las leyes de procedimiento: código procesal penal, ley
orgánica del poder judicial del ministerio público, de policía, etc.; el poder ejecutivo, mediante decretos
reglamentarios de las leyes, o mediante los órganos con funciones de policía, de fuerza de seguridad (policía
investigativa DGIC- preventiva, etc.), tributaria, organismos de inteligencia (unidades de inteligencia del
estado o de las fuerzas de seguridad), de ejecución penal (como la dirección general de servicios especiales
preventivos), etc.

Los derechos constitucionales, administrativos y civiles operan aunque no se presenten situaciones de


conflicto, entendidas como negativas para actuar conforme a las reglas, desconociéndolas. El derecho penal
sólo opera cuando ocurre una situación de conflicto. En aquellos puede presentarse una situación de conflicto:
en éste debe presentarse, ya que el conflicto es el presupuesto de la operatividad, por cuanto las reglas
presuponen el incumplimiento de la norma compone el Corpus de otros derechos (carácter sancionador).

Política criminal

Alberto Binder explica que la política criminal es un sector de las políticas desarrolladas en una sociedad,
predominantemente desde el estado. Ella se refiere al uso y que hará el estado, ese estado, del poder penal, Es
decir de la fuerza o coerción estatal en su expresión más radical. La política criminal es, en síntesis, el
conjunto de decisiones, instrumentos y reglas, que orientan el ejercicio de la violencia estatal (coerción penal)
hacia determinados objetivos. Paradójicamente, la ciencia penal ha mantenido una relación lejana, en el mejor
de los casos de proximidad tangencial, con el poder penal, particularmente en el caso de la dogmática penal.
En el modelo autoritario los principios de libertad e igualdad se subordinan al principio de autoridad; por lo
tanto, el alcance de la política criminal prácticamente no tener límites. Una política criminal que no establece
sus propios límites es autoritaria. En el modelo liberal de política criminal se postulan límites absolutos para
su ejercicio priorizando la idea de libertad sobre la de autoridad e igualdad. Esta autolimitación se basa en los
principios de legalidad y certidumbre, es decir, en la idea de que el ejercicio de la política criminal debe ser
racional y limitado. Además de la autolimitación qué efectúa la ley estatal, se fijan ciertos límites sustanciales,
también infranqueables, tales como el derecho a la diferencia, es decir, el derecho de las personas a ser
distintas, a no aceptar los valores de la sociedad en que viven.

El sistema penal como medios de control social

La expresión sistema penal suele utilizarse para aludir a las diversas manifestaciones jurídicas estatales
vinculadas a la imposición de penas y medidas de seguridad, integradas por el derecho constitucional, el
derecho penal, el derecho procesal penal y las leyes penitenciarias, de tal forma que pueden ser consideradas
como subsistemas del Sistema de administración de justicia. El sistema penal constituye uno de los medios de
control social existentes en las sociedades actuales. La familia, la escuela, la profesión, los grupos sociales,
son también medios de control social, pero posee un carácter informal que los distingue del medio de control
jurídico altamente formalizado, tal El caso de este sistema (derecho penal, derecho procesal penal, derecho
constitucional, leyes penitenciarias, etc.) Esta primera exploración del derecho procesal penal y su ubicación
en el contexto jurídico y social, permite aclarar que el derecho procesal penal es una disciplina cuyo objeto de
estudio es preponderadamente normativo (de carácter deóntico, o mundo del deber ser), en tanto que el
procedimiento penal tiene como objetivo de estudio, la actividad o tarea que se realiza en la praxis judicial (de
carácter óntico, mundo del ser).
Pena y estado

Sostiene Santiago Mir Puig que la pena es un instrumento qué puede utilizarse con fines diversos.
Actualmente se considera monopolio del estado, por lo que su función depende de los cometidos que se le
atribuyen al mismo. En el estado con base teocrática, la pena se justifica como exigencia de justicia, análoga
al castigo divino. En el estado absoluto, erigido en sí mismo, la pena es el instrumento tendenciosamente
ilimitado del sometido de los súbditos: fue la época del terror penal, como consecuencias de atribuir a la pena
la función de prevención general sin límites. El estado liberal clásico, preocupado por someter el poder al
derecho da lugar al Estado de derecho, el cual busca antes la limitación jurídica de la potestad punitiva,
basada, en buena parte, en principios abstractos e ideales de igualdad ante la ley, tras el cual se mantenía la
concepción ideal del hombre como hombre razón. El estado social y democrático de derecho es que se busca
la certeza o seguridad jurídica mediante un sistema penal mínimo, de que algún inocente pueda ser castigado.
Mínimo es que ninguno senté se ha castigado (aún) a Costa de la incertidumbre de que también algún
culpable puede resultar impune.

El programa constitucional de enjuiciamiento penal

La forma republicana de gobierno emerge en occidente (Grecia Roma Francia y Estados Unidos) con diversos
matices, representativos de sus respectivos pueblos (democráticos) en un momento histórico dado, uno o más
ciudadanos o sus representantes.

El juicio y la justicia

En la democracia republicana la ciudadanía se sirve del juicio como un medio de administrar coactivamente el
derecho y como la indispensable autolimitación del estado en su función represiva, para garantía de las
personas, sean acusadores o acusados, víctimas o victimarios, actores o damnificados civiles; peticionando
por sí mismo, por su representante legal, privado (abogados litigantes) o por medios fiscales (ministerio
público defensa pública), ante el tribunal competente. La objetividad es el argumento constitucional
subyacente para privilegiar el sistema formal de enjuiciamiento, por tanto, verificable externamente en su
adecuación o no a las reglas constitucionales.

Utopías y tendencias

El sistema de poder difícilmente resistir a la tentación de reciclaje formas de autoritarismo acomodadas a los
nuevos requerimientos: la administración del sistema penal, la política criminal como primer resorte de
actuación estatal y privada, anomia social, presencia unitiva estatal dirigida a los sectores sociales excluidos
del sistema productivo ilícito, restricción a las garantías constitucionales, etc.

1) Ordenamiento jurídico penal y el de DPP

Organización judicial

En el régimen institucional hondureño, las declaraciones, derechos y garantías proclamados por la


Constitución no pueden ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio (CR, 15, 64), sólo en casos de
extrema gravedad podrán restringirse (CR; 205, INC. 23). Está prohibido a congreso nacional conceder al
poder ejecutivo facultades extraordinarias, la suma del poder público, son misiones y supremacías que
conduzcan a la suspensión o retaceo de la actuación de la justicia, ya que ello implicaría la delegación de
funciones, lo que está prohibido (CR, 206). Al presidente de la república le está absolutamente prohibido
ejercer funciones judiciales, (CR, 4); no puede arrogarse el conocimiento de causas pendientes ni restablecer
las fenecidas (CR, 186).
Principios relativos al procedimiento

En el modelo liberal (Estado de derecho que pone en el centro de su axiología la libertad individual)
sobresalientes sean la propiedad privada, la inviolabilidad de la defensa en juicio y el principio de reserva
(CR, 103, 82 y 70). La inviolabilidad de la defensa en juicio (CR, 82; CADH, 8; CPP, 14, 15) es la principal
autolimitación del estado, constituida política y jurídicamente mediante norma funcional, que leído desde las
personas físicas que preexisten y constituyen un estado, representa la garantía o reserva que opera como un
vallado para El poder del estado, que no puede ser cenar los derechos que la Constitución otorga a los
habitantes de la República democrática y federal.

2) Defensa en juicio

Sin exageración, se puede sostener que la inviolabilidad de la defensa en juicio es la garantía procesal más
genérica e intensa de la constitución (CR, 82). Constituyen el epicentro axiológico del garantismo
constitucional para la administración de justicia del Estado social y democrático de derecho. Está
directamente vinculada y a apuntalada por los principios de juicio previo y juez natural. El artículo 82 de la
Constitución de la república declara enfáticamente que es inviolable la defensa en juicio. Se refiere a la
defensa de la persona y de los derechos, comprendiendo no sólo el procedimiento penal, sino también el
extrapenal (civil, laboral, administrativo), aunque existen mayores exigencias para el procedimiento penal que
para los demás, en razón de la mayor importancia política del proceso penal, que actúa como un derecho
sancionador de un segundo nivel.

Derecho de intervención en juicio

Se trata de la posibilidad sin restricciones de comparecer ante el tribunal, por parte de cualquier habitante de
la nación o persona jurídica, para hacer valer sus derechos como pretendiente activo o pasivo, directamente o
por representación legítima: actor y demandado. El derecho de defensa en juicio (poder de excepción) impone
que haya de quién o de qué defenderse (poner sección) ante un tercero imparcial (poder de jurisdicción). En lo
que se refiere al pretendiente pasivo (ver si quieren juicio), será constitucionalmente inválida toda actuación
de carácter definitivo practicada sin que se haya dado la posibilidad de intervenir planteando su antítesis
defensiva, lo que en el proceso penal se traduce en la declaración del imputado (defensa material) y en la
plena intervención durante el juicio (prohibición del juicio en ausencia rebeldía).

Garantía de ausencia ante el tribunal

Manifestación de la inviolabilidad de la defensa en juicio es el derecho a que se vean las condiciones para ser
oído, cómo presupuesto de toda privación de un derecho constitucionalmente reconocido (condena); nadie
puede ser condenado sin ser oído. El derecho a ser oído tiene como contrapartida la prohibición de imponer
una declaración en contra de sí mismo: nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo (CR, 88, CADH,
8.2 inciso g); por otra parte, presupone rodear la actividad de una serie de exigencias que la posibiliten
plenamente.

Intimación necesaria y conocimientos de la imputación

Informar al imputado sobre los hechos en investigación, las evidencias conectadas y la voluntad requirente del
actor penal, que presenta el núcleo de la intimación. Este acto de formación estatal (generalmente cumplidos
por el fiscal) ese presupuesto para que una persona ejercite su derecho de defensa frente al acto requirente,
qué en materia procesal penal se conoce como imputación.
Audiencia

Explica Maier que el derecho a ser oído alcanza su expresión real en la audiencia del imputado ante el
tribunal. Se pretende que el imputado, al concederle el tribunal la palabra, se encuentre en condiciones
óptimas para rechazar la imputación que se le dirige o, incluso admitiendo la, puede incorporar otras
circunstancias que era neutralicen aminoren, según la ley penal. La audiencia del imputado no sólo se debe
procurar en relación a la sentencia final, sino también, según dijimos, en orden a las decisiones interlocutorias
que se conforman la situación del imputado durante el procedimiento (medidas de coerción procesal).

Prueba de las cuestiones planteadas

Tras ser escuchado sobre la negación o afirmación de los hechos en qué se basa la pretensión que cada uno de
las partes quiere hacer prevalecer en el proceso, como consecuencia de estos derechos de alegar, todas las
partes deben tener también la posibilidad de acreditar los extremos fácticos que el tribunal habrá de asumir en
el juicio para la aplicación del derecho mediante jueces técnicos, esto es, la fijación de los hechos que el
tribunal estima acreditados por las partes en el debate (CPP, 338). Todo ello se manifiesta en el principio de
contradicción o contradictorio, si en definitiva significa la garantía formal para la obtención de un fallo
legítimamente pronunciado: posibilidad de contestar las afirmaciones de la contraparte; control la producción
de las pruebas.

Control de la prueba que valorará el tribunal de la sentencia

Este debate se cumple con la presencia ininterrumpida de todos los sujetos procesales (inmediación), incluso
del imputado y de su defensor, y en él se incorporan los únicos qué elementos de prueba idóneos para fundar
la sentencia, forma de proceder que asegura el control probatorio por parte de todas las personas interesadas
en la decisión; el concurre el acusador y el acusado también su defensor con las mismas facultades, factor
principal de la equiparación de posibilidades respecto del fallo.

Producción de prueba de descargo

las alineaciones contra examinación de la prueba producida durante el debate representa la forma que tienen
las partes para incidir en la representación del conflicto social, para presentarlo como caso penal ante el
tribunal y, en consecuencia, constituye la posibilidad de influenciar en la solución (resolución) jurídica a la
que se arribe mediante una decisión jurisdiccional.

Valoración fáctica y jurídica

Al finalizar el debate, la discusión final entre los intervinientes incluye no sólo la valoración de la prueba,
sino también el significado jurídico de comportamiento que eventualmente se considere verificado e, incluso,
la individualización de la pena. Con ello, el defensor y el propio imputado tiene una oportunidad de
influenciar en todos los aspectos que abarca el fallo reconstrucción del hecho, valoración jurídica y pena, y
dar respuesta a los argumentos y afirmaciones, qué sobre la base de lo percibido durante el debate, concluye
el acusador (contradicción).

Asistencia técnica

Con ellos se entiende a favorecer la correcta expedición de las afirmaciones, producción de la prueba, es que
no sé cuál es el desarrollo de las cuestiones, ineficaz control para asegurar el debido proceso; de no ser así,
letrados indicará el vestido del curso legal, arbitrando los medios legales de subsanación del defecto
eventualmente planteado. En lo relativo a la defensa material y defensa técnica, no se extraen las mismas
consecuencias de la cláusula que impide obligar a otro a declarar contra sí mismo (CR, 88) para todo
procedimiento, ya que sólo rige en toda su extensión para el procedimiento penal.

Igualdad de posiciones

El principio de igualdad, en cuanto derivado de la defensa en juicio, se traduce en el equilibrio con respecto a
las oportunidades que deben tener las partes para hacer valer sus derechos y garantías. De actuación que le
son negadas a la otra, especialmente en lo que respecta a la alegación, la prueba y las impugnaciones en
general.

3) Debido proceso legal

Los principios del procedimiento penales que se vienen analizando, traduce en valores que aparecen como
superiores en Rango a la misma potestad del estado, aun cuando la práctica judicial, la actividad de
magistrados, legisladores y funcionarios de las más altas esferas del poder estatal, se presenten como una
aparente paradoja, en la de, Carlos Santiago Nino, la Constitución es tal vez la ficción más monumental de la
cultura occidental la cual no es escasa en ficciones. Según el programa de enjuiciamiento constitucional, el
procedimiento previo y posterior al juicio debe ser imparcial y acusatorio, y el juicio necesariamente oral,
público, controversial, con debate y sentencia que tengan el juicio lógico, extremos conceptuales del juicio
previo. Este cúmulo de garantías procesales derivadas de la constitución (CR, 82 y 94) son integrativas del
debido proceso. Esta garantía en debido proceso legal incluye un sinnúmero de manifestaciones establecidas
principalmente en él CPP, que planifica un procedimiento penal con epicentro en la etapa del juicio.

3) Juicio previo

Enfoque político

la realización directa del derecho penal, en el sentido de la imposición de una pena inmediata, ya que el
artículo (84 y 94) de la Constitución de la república establece que nadie puede ser penado sin juicio previo en
el que se ha vencido (nulla poena sine iuditio), interponiendo así entre el hecho y la pena o plazo que es
ocupado por el proceso lo cual te da la posibilidad de castigar durante el juicio, lo que sí debe producirse en
de inmediato es la investigación estatal ante la posible comisión de un delito.

Enfoque dialéctico

La voz juicio no tiene aquí una significación objetiva o material idéntica a proceso ni a procedimiento; allí su
valor lógico e intelectual volitivo, Irene emanar de quien esté facultado legalmente para integrar el juicio
lógico y emitirlo. La forma en que se emite la conclusión punitiva es mediante una resolución jurisdiccional:
la sentencia.

Enfoque procesal

Al igual que en el artículo 103 (respecto a la propiedad), la Constitución de la República impone mediante el
artículo 95, otra garantía al principio constitucional de legitimidad material (nulla poena sine lege), por la cual
se somete a los tribunales a la obediencia de la ley procesal para aplicar la ley sustantiva, y no hay criterio
antojadizo de los individuos que ejercen actos de gobierno en nombre de la ley. En el ejercicio discrecional de
la jurisdicción, la pretensión de negar la actuación de la ley debe regir el caso, es arbitraria y prohibida por
principio constitucional.

5) Estado de inocencia
Se trata de un verdadero estado de inocencia, de todos los habitantes de la nación constitucionalmente
garantizado. Cuándo existe una imputación contra alguien, esto es desde el primer momento de la persecución
penal dirigida en su contra (CPP, 101); pero está quiere vida en el proceso, ya que el imputado se mantendrá,
para el Estado de derecho, inocente durante toda la tramitación del proceso penal, estado de nacencia jurídica
que sólo desaparecerá sentencia firme que lo declara culpable.

Trato de (no culpable) inocente

La ley fundamental impide que se trate como culpable a la persona a quien se le atribuye un hecho punible,
cualquiera que sea el grado de verosimilitud de la imputación, hasta tanto el estado, por intermedio de los
órganos jurisdiccionales establecidos para exteriorizar la jurisdiccionalidad en esta materia, no pronuncia la
sentencia penal firme que declarar su culpabilidad y la someta a una pena (coerción material).

In dubio pro reo

Para el derecho procesal penal, Su contenido es claro: la sentencia condenatoria, y por ende la aplicación de
una pena, sólo puede estar fundada en la certeza del tribunal que falla acerca de la existencia de un hecho
punible atribuido al acusado. Precisamente, la falta de certeza facultad la imposibilidad del estado de destruir
la situación de inocencia, construida por la constitución, que ampara al acusado, razón por la cual la falta
conduce a la absolución. Cualquier otra disposición del tribunal respecto a la verdad, la duda o aún la
probabilidad, impiden la condena y desemboca en la absolución.

6) Juez natural

Lo que realmente se prohíbe son los jueces ex post facto, cualquiera que sea la cuestión y la persona sometida
a juzgamiento. Esta prohibición rige para todos los procesos y durante toda su tramitación. Es una garantía
resultante de la exigencia de que para cada causa y para cada perseguido judicialmente sólo de haber un
tribunal, con competencia determinada de antemano, objetiva e imparcialmente.

7) Non bis un ídem

Esta garantía responde a limitar el poder de persecución y de juzgamiento, auto limitándose al estado y
prohibiéndole a legislador y demás poderes estatales la persecución penal múltiple y, consecuentemente, que
exista juzgamiento plural.

En principio ha sido redactado diversas formas de tal manera que se confunde hecho con delito, o con el
cambio de calificación legal, etc.; La fórmula correcta debe impedir la múltiple persecución penal, simultánea
o sucesiva, ahora mismo hecho.

Identidad personal

El principio sólo protege a la persona individual que ha sido o está siendo perseguido penalmente por quién
está facultado para hacerlo. Se trata de una garantía individual, por lo tanto sólo ampara a la persona que,
perseguido penalmente, allá o no recaído sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, vuelve a ser
perseguida en otro procedimiento penal que tiene como objeto la imputación del mismo hecho. El principio
rige en igualmente y no posee efecto extensivo.

Identidad objetiva

Para que la regla funcione y produzca el efecto impeditivo característico, la imputación tiene que ser idéntica,
o sea cuando tenga por objeto el mismo comportamiento atribuido a la misma persona (identidad de objeto-
eadem res). Se trata de la identidad fáctica, con prescindencia de la calificación legal atribuida.
Límites para la aplicación del principio

Tradicionalmente este aspecto se desarrolló como identidad de causa. Trata de delinear ciertos límites
racionales al funcionamiento del principio, en el sentido de permitir la múltiple persecución penal de una
misma persona por un mismo hecho cuando la primera persecución o una de ellas, no haya podido arribar a
una decisión de mérito, o no haya podido examinar la imputación, objeto de ambos procesos desde todos los
puntos de vista jurídico penales que merece, debido al obstáculo jurídicos.

Doble riesgo, doble conforme y bis in idem

El enfoque diferencial se denomina doble conforme, o sea el derecho que el imputado tiene de recurrir el fallo
ante un juez o tribunal superior al que sentenció, de modo que la pena se aplica sólo cuando exista doble
conformidad jurisdiccional sobre lo sentenciado. Como derecho es disponible por el imputado, o mejor dicho,
si no recurre se agrega la conformidad a la sentencia dictada por el tribunal, existen dos siempre una doble
conformidad.

8) Otras garantías constitucionales

Libertad ambulatoria frente a la persecución estatal

la garantía de la libertad de tránsito o ambulatoria está contenida en el artículo 92 de la Constitución de la


república y artículo siete de la CADH, de modo tal que frente a la persecución estatal toda persona está
expresamente protegida como mínimo de recaudos procesales.

Inviolabilidad del domicilio

Protege el derecho de reserva de los privativos del individuo en su último desenvolvimiento personal: ámbito
habitacional e integridad de expresión y comunicación; o sea en la vida íntima del hogar en toda su extensión
vital.

Abolición de las torturas

Declara abolida para siempre toda clase de tormenta y tortugas. Esta cláusula tiene un alcance muy amplio y
la sal histórica. protege la reserva moral del individuo como sujeto incoercible, en cuanto éstas absolutamente
prohibir utilizar cualquier medio o tipo de procedimientos que tiene a extraer del fuero íntimo de las personas:
informaciones, secretos, manifestaciones o declaraciones en contra de su voluntad.

9) limitación temporal del proceso penal

El CPP y no reglamento bajo diversas fórmulas para el proceso del general, sus etapas y fases, y algunas
medidas en particular como las medidas cautelares, por ejemplo la prisión preventiva.

10) Integración de garantías penales y procesales

El marco conceptual sistema de garantías, examinadas en su conjunto, tanta procesal como penal, expuestas
individualmente, relacionadas de manera conjunta y caracterizada por la interdependencia y la indivisibilidad
de las mismas. Esto hace que la potencia de conjunto sea mayor que la sumatoria individual de sus elementos.
Para el garantismo, lo que hace ético aún estado de derecho, aun cuando penaliza a seres humanos, es que se
auto limita hasta el punto de afirmar que no hay pena ni crimen sin defensa del criminal.

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