Tal como lo señalan Benney y Hughes (1910), la entrevista es "la herramienta de excavar"
favorita de los sociólogos.
Por cuanto la nuestra tiene un objetivo, un hilo conductor, es decir, es una búsqueda de
sentido.
Asimismo, se trata de una entrevista abierta, vale decir, es guiada por el policía que sabe
cuando hacer una pregunta u otra, con lo que va confeccionando registros, lo que nos permitirá
hacer el interrogatorio. Se trata de abrirse al diálogo en búsqueda de objetivos, conjugando realidad
y ciencia.
En esta entrevista en profundidad abierta, las preguntas que emergen son abiertas, flexibles,
temáticas y generan una capacidad de interrelación, una visión mayor y, el objetivo es recoger
información de un estadio en que no se estuvo. Ahora bien, las preguntas, son instancias
interrelacionales que permiten vincularse con el otro.
Esta entrevista (entre / vista = dos que se miran) es un método (camino); es una con-ver-
sación relativamente formal para obtener información del delito que estamos indagando
En resumen, podríamos señalar que la entrevista es un arte que tiene el Detective para cuestionar
y/o examinar a una persona con el fin de obtener la mayor y la mejor cantidad de información
respecto a un hecho determinado que investiga, persona (s) o documento (s) que busca.
TIPOS DE ENTREVISTAS
Coincidimos con el autor en el sentido que las entrevistas no deben ser estructuradas, sino
por el contrario, deben ser flexibles y dinámicas. Este es el tipo de entrevistas que nosotros los
investigadores policiales llevamos a cabo en nuestras indagaciones rutinarias, por cuanto nuestra
metodología de investigación es cualitativa, vale decir, estamos para establecer como se construyó
el delito, como ocurrió, como se cometió, etc.
Las metodologías cualitativas parten del supuesto que la realidad es una construcción social
que adquiere sentido para los sujetos que actúan en ella a partir de los significados con que éstos
las han definido.
Nuestra labor será enfrentar cara a cara a los participantes de los hechos sociales para así
poder entender las perspectivas de cada uno de ellos, respecto a este hecho social, lo que
llevaremos a efecto a través de conversaciones hasta lograr un rapport. Con la empatía, lograr
conocer a las personas y hacer que nos relaten los pormenores de cómo se llevaron a efecto las
acciones y así poder demostrar con razones la intencionalidad que tuvieron cada una de ellas en el
delito.
Esto es lo que tenemos que dilucidar y para tal efecto, el investigador policial debe saber
qué preguntas realizar, como realizarlas y en que momento.
En otras palabras, el investigador policial al llevar a cabo una investigación cualitativa, está
estableciendo que significado tiene o tuvo ese hecho para el autor y para poder diferenciar o filtrar
las acciones y determinar la intencionalidad, debe hacer uso de la observación medida y saber
discriminar sin ser discriminatorio (ser capaz de pensar al otro).
Nosotros los policías, (cita del autor),en la entrevistas, también realizamos una historia de vida o
autobiografía del indagado, donde dejamos consignados en los registros respectivos su grupo
familiar, su modus operandi y la participación en otros hechos delictivos en los que ha tenido
participación, para que así el Juez que le corresponda atenderlo en el Tribunal, tenga una visión
clara de la persona que está tratando.
El segundo tipo de entrevistas en profundidad se dirigen al aprendizaje sobre
acontecimientos y actividades que no se pueden observar directamente. En este tipo de
entrevistas nuestros interlocutores son informantes en el más verdadero sentido de la palabra.
Actúan como observadores del investigador, son sus ojos y oídos en el campo. En tanto
informantes, su rol no consiste simplemente en revelar sus propios modos de ver, sino que deben
describir lo que sucede y el modo en que otras personas lo perciben.
En nuestro caso, se trata de las entrevistas de los testigos y de los cuales el Policía debe
recoger la validez del diálogo como un método (relación dialógica), pero para que ellos nos sirvan,
deben reunir características especiales, dicho de otra forma, el testigo tiene que darle un orden a lo
observado y para ello debe tener capacidad de saber construir en términos objetivos, es decir, ser
capaz de mostrar a otro lo que está dado en el lugar de los hechos, o sea, el testigo está
interpretando, pero interpretando no porque se le ocurre así, sino porque está dándole un orden, un
sentido, está dándole una proyección.
El sitio de suceso permite que el observador tenga multiplicidad de lectura, pero va a tener
lectura en la medida en que sabe leer, en que es capaz de diferenciar, de distinguir lo que está allí,
vale decir, ser capaz de pensar la realidad.
A su vez el Detective, debe tener la capacidad de descubrir a través de este diálogo, de cómo está
constituido y cuáles son los elementos que le dieron vida o como ha logrado darse ese sitio de
suceso, como está yaciendo esa realidad. Más claro el investigador policial debe darse cuenta por
medio de las entrevistas de la epistemología del sistema observado, o sea, ser capaz dar cuenta de
cómo esta construido, como están dispuestas las cosas y, como llegaron a ese lugar (composición,
constitutividad del hecho).
Independientemente que nuestras entrevistas policiales son para recopilar datos, también
son para tener una visión general de uno o más hechos delictivos, en cuanto a las características
del sitio de suceso, perfil del o los autores, su modus operandi, lugares en que se cometieron los
delitos, como asimismo, del perfil de las víctimas. Estas entrevistas son características en hechos
punibles, donde se debe entrevistar a gran número de personas, estudiar los lugares donde
ocurrieron los crímenes, las características físicas y psicológicas de los autores, obviamente en
contra del tiempo, debido a la presión de la sociedad, para que estos hechos dejaran de ocurrir y
por supuesto se esclarecieran los que ya habían ocurrido.
Aunque los investigadores optan por uno u otro de los tipos de entrevistas en profundidad
con diferentes propósitos, las técnicas básicas son análogas en los tres tipos.
Es también importante señalar las desventajas de las entrevistas que provienen del hecho
de que los datos que se recogen en ellas son susceptibles de producir las mismas falsificaciones,
engaños, exageraciones y distorsiones que caracterizan el intercambio verbal entre cualquier tipo
de personas.
Del mismo modo, se debe considerar que dentro de las personas involucradas en la
investigación y que deben ser entrevistadas, existen algunas interesadas en la misma y harán todo
lo posible en convencer al investigador que los hechos son como ellas lo dicen o viceversa.
Según nuestro propio punto de vista, mediante las .entrevistas el investigador hábil logra por
lo general aprender de qué modo los informantes se ven asimismo y a su mundo, obteniendo a
veces una narración precisa de acontecimientos pasados. y de actividades presentes, y casi nunca
predicen con exactitud la manera en que un informante actuará en una situación nueva
En nuestro trabajo investigativo, no es fácil la ubicación se personas que puedan aportar los
datos necesarios que permitan el esclarecimiento de los hechos.
Es presumible que los investigadores quieran formular algunas preguntas generales antes
de iniciar el trabajo. Pero deben ser cuidadosos para no forzar su programa demasiado
tempranamente.
Hay diversos modos de guiar las entrevistas iniciales en este tipo de investigación: las preguntas
descriptivas, los relatos solicitados, la entrevista con cuaderno de bitácora y los documentos
personales.
Respecto a los documentos, obviamente que a los investigadores policiales también les son
de mucha utilidad en sus indagaciones, principalmente en lo inherente a los delitos económicos,
donde muchas veces examinan los documentos contables, antes de entrevistar a las personas que
deben dar cuenta de los mismos.
En otras ocasiones permiten probar fechas, cargos, responsabilidades, delitos, etc. Los
documentos en algunas investigaciones policiales, permiten hacer recordar, a los entrevistados,
detalles o hechos importantes que se requieren para la comprobación del ilícito y de la autoría de
una determinada persona.
EL SONDEO (tantear-indagar)
Durante la entrevista se debe continuar indagando para obtener clarificación hasta que se
esté seguro de lo que el informante quiere decir exactamente: reformular lo que dijo y pedir
confirmación; pedir al entrevistado. que proporcione ejemplos; señalar lo que no está claro para
nosotros. También se deben seguir sus comentarios, hasta lograr un cuadro mental claro de las
personas, lugares, experiencias y sentimientos de su vida.
La entrevista policial, al igual que la de las otras disciplinas, tiene relevancia por cuanto de ella va a
depender en gran medida el éxito o fracaso de dicha investigación. Sin embargo, sus objetivos
pueden ser muy variados, se entrevista para aclarar un crimen, para obtener información a fin de
evitar actos terroristas, para comprender a una comunidad étnica respecto de sus demandas, en
fin, la entrevista es el elemento central en la actividad policial.
Lo que va quedando cada vez más claro es que es absurdo plantear cuestionarios cerrados
sobre problemas en los que la verdadera actitud escapa a la conciencia clara del interrogado, en los
que las respuestas son, normalmente, racionalizadoras o justificadoras. Igualmente, las respuestas
preestablecidas son incapaces de captar la motivación profunda en muy numerosos terrenos. Así, a
la pregunta "¿Por qué va usted al cine?", los esquemas de respuestas tales como: para divertirme,
para aprender, para pasar la tarde, etc., son incapaces de captar la motivación profunda y la
motiva-ción verdadera.
Por otra parte, la experiencia ha demostrado que la formulación de la pregunta desempeña
siempre un papel de orientación de la respuesta. Una palabra aparentemente anodina puede
modificar las respuestas. Sabemos también que el orden de las pregun-tas y el número de
preguntas influyen sobre las respuestas.
- inhibición, que se traduce en un bloqueo puro y simple, o en una huida (respuesta lateral);
- tímidas o prudencias, que acaban en respuestas de cortesía, según el placer que se cree pueden
producir al encuestador: que se traducen en tendencia a responder sí, más que no, por la tendencia
(prudencia) a optar por la cifra del medio, cuando se propone la elección de un porcentaje;
- mecanismos de atención y de distracción (en las respuestas preestablecidas, tendencia a elegir el
primer o último punto de vista);
- múltiples tendencias a racionalizar su punto de vista, es decir, a dar una justificación, una
legitimación aparente que enmascara su verdadera naturaleza. Las racionalizaciones son
«sinceras»:
- exhibicionismos, que conllevan una intensa «sinceración» (este término de sinceridad debe,
evidentemente, repensarse), fabulaciones y comedias:
- y, naturalmente, las tendencias fundamentales a defenderse y a confeccionar personajes ante la
mirada de un curioso externo.
Entre los factores perturbadores que provienen del encuestador figura, en primer plano, su
apariencia a los ojos del entrevisado.
No basta con que parezca simpático, es necesario que demuestre esa simpatía.
Durante la entrevista policial es necesario considerar todos los agentes perturbadores que
inciden en ella. Para evitar que estos se interpongan durante su desarrollo el sujeto entrevistador
debe, en primer lugar, contar con una preparación, a lo menos básica, para salvar estas dificultades
que se presenten.
Lo que ocurre es que la entrevista provoca, por sí misma (puesto que es una intrusión que
puede aparecer como traumática o agresiva para el interesado) un gigantesco sistema de defensas.
Pero, al mismo tiempo, la entrevista responde a una gigantesca necesidad de explicarse. El
descubrimiento genial e infantil de Rogers consiste en romper el sistema de defensa del sujeto
mediante la necesidad de ese mismo sujeto de explicarse.
Un buen investigador policial debe aprender no tan sólo analizar e interpretar un sitio del
suceso, sino que además, debe saber conocer los objetos, paisajes, caminos y transformarlos en
signos, donde el detalle se convierte en un elemento crucial y revelador.
LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD
El policía cuando entrevista a una persona, cualquiera sea el propósito, lo que esta haciendo
es construir una burbuja, donde se pone énfasis a en la situación, se reconstruye el hecho y es
reconstruido a través del lenguaje, por el propio individuo. La entrevista a través del lenguaje nos
dará la intencionalidad, donde concurren una multiplicidad de elementos, donde recuperamos los
signos, es decir, los significados, o sea, los usos.
La entrevista es una interacción que debe ser dirigida por el policía investigador, que tiene
que lograr la confianza o el denominado "rapport", que viene siendo el clima, el ambiente. La
entrevista viene siendo la plataforma para el interrogatorio.
Pero hay en la entrevista otra cosa además de la información, si bien la entrevista no deja
nunca de ser informativa. Esta otra cosa es el fenómeno psicoafectivo constituido por la propia
comunicación. Este fenómeno puede perturbar la información, falsearía, deformarla (de ahí el
inagotable problema metodológico-técnico planteado por la validez o la fidelidad de la entrevista).
Por el contrario, este fenómeno puede provocar la información. Puede también provocar una
modificación: como veremos más adelante, un cierto tipo de conversación, en materia clínica, tiene
un efecto liberador, o sea, purificador y/o, incluso, en psicopatología, curativo.
El universo de la entrevista es, por tanto, mucho más rico y difícil de lo que puede parecer
en primera instancia.