Lo que nos dice Foucault es que en la historia del pensamiento humano

siempre se ha buscado tener una línea que guíe toda la cadena de descubrimientos.
Es decir, que dentro de la historia exista una línea continua sin diversificaciones. Sin
embargo, tanto la literatura, como la filosofía e incluso la misma ciencia nos ha
mostrado que, en realidad, no existe ninguna continuidad, sino que todo se presenta
de manera diversificada como un rizoma. En ese sentido, la historia se ha creado en
base a un discurso que a su vez ha ido cambiando de acuerdo a la época, al grupo
de personas que lo emitían, los comentaristas que ordenaban los discursos, la
ciencia a la que pertenecía y también a las personas que gobernaban el orden de la
sociedad.

Existen mecanismos de exclusión del discurso, como las prohibiciones;

palabras que no pueden decirse: la religión, la sexualidad o la política; o discursos
que no son tomados en cuenta como el de los locos frente a los de la salud mental;
o también aquellos que son tachados como no verdaderos, por ejemplo, los
discursos científicos que en su momento fueron rechazados. Por otro lado, así como
existen estos mecanismos de exclusión, también es cierto que los discursos pueden
reactualizarse de acuerdo a la sociedad y las necesidades que esta tenga.

Finalmente, la formación de un objeto dentro de una unidad discursiva se da

gracias al discurso que lo enuncia, aunque no depende tan solo de este sino que,
como anteriormente he mencionado, existen diversos mecanismos para invalidar,
prohibir o eliminar un discurso: un objeto formado por un discurso depende de los
otros discursos que lo acompañen. Es así que, por ejemplo, la idea de un criminal
acusado de ser un loco, no está supedita simplemente al ámbito médico o al legal,
sino a todo el conjunto de ideas científicas y legales que han determinado que existe
una determinada psicopatología que causa determinado problema mental y, por
tanto, lo acusa de ser un criminal con problemas mentales. En ese sentido, las
relaciones discursivas, si bien es cierto, no son internas de un discurso, sí son
aquellas que lo limitan y les dan otros objetos que les sirve de base a la hora de
enunciar su discurso y crear un objeto.