Está en la página 1de 2

Evaluación continua grupal N°10

Integrantes:
 Shirley Sanchez Laguna
 Joel Ordinola Zapata
 Valery Vigo Siguas

1. Diga si lo establecido en el Convenio 151 OIT es compatible con la


regulación del Decreto Legislativo 276 y el Decreto Legislativo
1057. 
Respecto al contenido del Convenio 151 OIT, hemos podido visualizar que
dentro de ello se destacan los Derechos Civiles y Políticos, en el artículo 9,
en el cual nos refiere a que los empleados públicos, en condición de
igualdad que los demás trabajadores, gozan de derechos civiles y políticos
destinado al ejercicio normal de la libertad sindical y, que las obligaciones
van a depender de su condición y sobre todo de la naturaleza de sus
funciones. Con ello, podemos argumentar que, el Convenio 151 OIT, tiene
compatibilidad con el Decreto Legislativo 276 y el Decreto Legislativo 1057
solo en el tema de la igualdad de condiciones de los trabajadores, ya que
mientras el Convenio 151 OIT respalda el goce de los derechos civiles y
políticos y, la adopción de medidas pertinentes para fomentar el desarrollo y
procedimientos de la negociación colectiva, el Decreto Legislativo 276
garantiza a los trabajadores la igualdad de condiciones enmarcada en el
principio de mérito y capacidad para que el trabajador tenga mejoría en su
labor progresiva y, el Decreto Legislativo 1057, el cual regula la contratación
administrativa de servicios de la misma manera, asegura el acceso
conforme a la igualdad de oportunidades y condiciones a la administración
pública.
El Perú ha ratificado los Convenios sobre la libertad sindical y la protección
del derecho de sindicación, número 87, sobre el derecho de sindicación y
de negociación colectiva, número 98, y sobre las relaciones de trabajo en la
administración pública, número 151, y de la revisión de estos instrumentos
internacionales se puede advertir que si bien es cierto se establece el plexo
de derechos relacionados con la libertad sindical y la negociación colectiva,
no es menos cierto que no se le suprime al Estado el derecho a fijar las
condiciones y restricciones a tales derechos; es más, el artículo 8º del
Convenio número 151 de la Organización Internacional del Trabajo referido
a las relaciones de trabajo en la administración pública pone énfasis en que
la solución de los conflictos que se planteen con motivo de la determinación
de las condiciones de empleo se deberá tratar de lograr, de manera
apropiada a las condiciones nacionales, por medio de la negociación entre
las partes o mediante procedimientos independientes e imparciales, tales
como la mediación, la conciliación y el arbitraje, establecidos de modo que
inspiren la confianza de los interesados. De ello queda evidenciado
precisamente que los derechos de libertad sindical y negociación colectiva
no son absolutos, sino que deben delimitarse a la luz de otros derechos y
normas imperativas establecidas por el Estado.
Sin embargo, al haber suscrito el Estado peruano el Convenio N°151 de la
Organización Internacional del Trabajo, que reconoce precisamente este
derecho para los trabajadores de la Administración Pública, este se
incorpora a nuestra normativa por virtud de la Cuarta Disposición Final y
Transitoria de nuestra Constitución.
El derecho a la negociación colectiva es un derecho de orden fundamental
que debe ser fomentado como un mecanismo de solución pacífica de los
conflictos laborales. Y si bien en sentido amplio puede expresarse en la
fijación de las condiciones de trabajo y empleo, en la regulación de las
relaciones entre empleadores y trabajadores, y en la regulación de las
relaciones entre empleadores o sus organizaciones y una organización o
varias organizaciones de trabajadores, o lograr todos estos fines a la vez,
no es menos cierto que no se trata de un derecho de carácter absoluto, sino
que por el contrario, se encuentra limitado, no solo por su propio contenido,
sino por su relación con otros bienes constitucionales.
Por otra parte, existen otros derechos constitucionales que deben ser
tutelados, tales como el presupuesto público, que rige a la administración
económica y financiera del Estado, y que debe responder a criterios de
eficiencia de necesidades sociales básicas y de descentralización, es decir,
debe ser asignado de manera equilibrada, equilibrio que no puede rehuir,
pues ello tendería a la desprotección de otras necesidades e intereses.
En su enfrentamiento, debe buscarse una ponderación, y en esa medida es
importante recurrir a los criterios de los órganos jurisdiccionales nacionales
y a los órganos de control de la Organización Internacional del Trabajo. Así,
como ya hemos visto, tanto el Tribunal Constitucional, la Corte Suprema de
Justicia de la República como la propia Organización Internacional del
Trabajo han sido enfáticos en señalar que el derecho de libertad sindical no
es indeterminado, sino que encuentra sus límites en la aplicación de otros
derechos. Y ese entendimiento aplicado al sector público conlleva a colegir
a que las limitaciones o restricciones presupuestales son legítimas y, por lo
tanto, deben ser observadas por quienes administran justicia.

También podría gustarte