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ORACIÓN DEL PEREGRINO

A ti Madre, Negrita de la Cordillera, el Piedemonte y la Sabana,


te saludamos con gran afecto,
después de haber recorrido nuestros caminos para llegar hasta tu Santuario,
con el deseo de poder experimentar la compasión y la bondad de tu mirada.

Venimos a poner en tu corazón lo que hay en el nuestro,


porque te reconocemos como Reina, Señora y Madre
que compartes nuestros sufrimientos y nuestras alegrías.

Para nosotros es un gran honor tenerte como Madre:


Madre que abrazas a tu Hijo Jesucristo y en Él nos abrazas a nosotros.
Madre verdadera, con el rostro marcado por el sufrimiento y la violencia.
Madre que sufres, porque guardas realmente en tu corazón
los problemas de nuestra vida.
Madre cercana, que no nos pierdes nunca de vista.
Madre tierna, que nos llevas siempre de la mano en el camino de cada día.
Madre, que no dejas que nos sintamos huérfanos, solos o abandonados.

Porque sentimos que nos amas,


con confianza te imploramos que podamos sanar nuestras heridas
y superar las adversidades que se presentan en nuestra existencia.
También hoy ponemos entre tus manos, y en las de tu Hijo Jesucristo,
estas necesidades… (hacer las peticiones).
Ayúdanos a defender, amar, servir y celebrar la vida,
para construir un mundo más justo, fraterno y solidario,
un mundo reconciliado y en paz,
que responda al querer y a la voluntad de Dios.

Gloria al Padre… Dios te salve María… 3x

Negrita de la Cordillera, el Piedemonte y la Sabana, ruega por nosotros.


ORACIÓN DE LOS PEREGRINOS

A ti Madre, Negrita de la Cordillera, el Piedemonte y la Sabana,


te saludamos con gran afecto, después de haber recorrido
nuestros caminos para llegar hasta tu Santuario, con el deseo
de poder experimentar la compasión y la bondad de tu mirada.

Venimos a poner en tu corazón lo que hay en el nuestro,


porque te reconocemos como Reina, Señora y Madre que
compartes nuestros sufrimientos y nuestras alegrías.

Para nosotros es un gran honor tenerte como Madre: Madre


que abrazas a tu Hijo Jesucristo y en Él nos abrazas a
nosotros. Madre verdadera, con el rostro marcado por el
sufrimiento y la violencia. Madre que sufres, porque guardas
realmente en tu corazón los problemas de nuestra vida. Madre
cercana, que no nos pierdes nunca de vista. Madre tierna, que
nos llevas siempre de la mano en el camino de cada día.
Madre, que no dejas que nos sintamos huérfanos, solos o
abandonados.

Porque sentimos que nos amas, con confianza te imploramos


que podamos sanar nuestras heridas y superar las
adversidades que se presentan en nuestra existencia.
También hoy ponemos entre tus manos, y en las de tu Hijo
Jesucristo, estas necesidades… (hacer las peticiones).
Ayúdanos a defender, amar, servir y celebrar la vida, para
construir un mundo más justo, fraterno y solidario, un mundo
reconciliado y en paz, que responda al querer y a la voluntad
de Dios.

Gloria al Padre… Dios te salve María… 3x

Negrita de la Cordillera, el Piedemonte y la Sabana, ruega por


nosotros.

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