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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

LOJA
MEDICINA

OTORRINOLARINGOLOGÍA
TAREA AUTÓNOMO
TEMA: Trauma nasal y facial, Reducción
de Fractura Nasal Aguda
NOMBRE:
Leidy Salome Cuenca Celi
CURSO:
Octavo ‘’C’’
FECHA DE ENTREGA:
Sábado, 11 de septiembre de 2021
PERIODO:
ABRIL -SEPTIEMBRE
GENERALIDADES DE LOS TRAUMATISMOS FACIALES
El traumatismo facial es una entidad patológica de gran importancia por su incidencia,
complejidad, secuelas funcionales y estéticas, y porque en los casos graves supone una
amenaza vital para el paciente.

CUIDADOS Y VALORACIÓN DE URGENCIA DEL PACIENTE CON


TRAUMATISMO FACIAL
 Control de vías aéreas superiores: Son las primeras medidas a tomar ante un
traumatizado facial grave. Son varias. En efecto, las primeras medidas deben ir encaminadas
a evitar la obstrucción de la vía respiratoria por la caída de la base de la lengua sobre la
laringe.
 Control de la hemorragia: Mediante la compresión o ligadura, en función del tipo de
herida.
 Valoración: De síntomas y signos y de las estructuras faciales, heridas, sensibilidad,
motilidad articular, crepitaciones óseas, deformidades.etc.
 Transporte: Generalmente, es materia que compete a quienes ejercen en medicina de
urgencias, más que al especialista.
DIAGNÓSTICO DE LAS FRACTURAS FACIALES
Además de la exploración clínica, será indispensable el estudio radiológico para la
valoración del paciente.
TRAUMATISMOS NASALES
Por la posición central y situación prominente de la pirámide nasal dentro del contexto facial,
los traumatismos nasales son los más frecuentes de la cara.
 Hematoma del tabique: Se entiende por tal la acumulación subpericóndrica de un
contenido hemático (entre cartílago septal y pericondrio)
Etiopatogenia: Suelen ser debidos a traumatismos directos sobre la pirámide nasal, que
producen una rotura de los vasos septales subpericóndricos. Se produce una hemorragia, y la
sangre se acumula por debajo del pericondrio, despegándolo y formando un hematoma, que
puede ser unilateral o bilateral.
Sintomatología y diagnóstico: Tras un traumatismo nasal, además del dolor, aparece
obstrucción nasal unilateral o bilateral, acompañada con frecuencia de epistaxis, si hay una
herida asociada en la mucosa nasal. Con el paso de las horas, puede haber cefalea. El
diagnóstico se debe realizar mediante:
1. Visión directa, elevando la punta nasal.
2. Rinoscopia anterior y endoscopia nasal
3. Radiografía simple.
Tratamiento: Se debe realizar un drenaje del hematoma mediante incisión y evacuación de
los coágulos. Posteriormente, se realiza un taponamiento nasal suave para evitar nueva
acumulación del hematoma, y se prescriben antibióticos de amplio espectro para evitar la
sobreinfección y la formación de abscesos. Se suministran analgésicos.
 Fracturas nasales: Es la afectación son los huesos propios y/o el tabique nasal en su
porción ósea o cartilaginosa.
Etiopatogenia : Son las fracturas faciales más frecuentes.
1. Los traumatismos frontales producen fracturas de huesos propios y/o del tabique, con
hundimiento.
2. Los traumatismos laterales producen desplazamientos laterales por fracturas y
desplazamiento de los huesos propios y/o, a veces, septales.
Clasificación:
1. Fracturas no desplazadas con línea de fractura milimétrica.
a) Fracturas unilaterales por impactos leves en plano lateral.
b) Fracturas bilaterales por impactos frontales u oblicuos leves.
2. Fracturas con desplazamiento.
a) Fracturas del esqueleto óseo.
b) Fracturas del septum nasal cartilaginoso/óseo.
c) Fracturas septopiramidales.
Sintomatología, exploración y diagnóstico: hay dolor y epistaxis unilateral o bilateral que
tiende a ser autolimitada en la mayoría de ocasiones y de intensidad variable.
 En la exploración se aprecia una deformidad nasal en forma de hundimiento o
desplazamiento lateral con edema de los tegumentos que borran los relieves nasales, y
hematoma subcutáneo que puede aparecer incluso sin lesión ósea.
 A la palpación es esencial comprobar mediante manipulación. Si no hay crepitación, la
fractura puede ser milimétrica.
 Mediante rinoscopia anterior y endoscopia se completa con el estudio mediante pruebas de
imagen con radiografías en proyección de Waters, Caldwell y lateral de cráneo.
Diagnóstico diferencial: debe realizarse con el hematoma del tabique, y con fracturas
asociadas sinusofaciales.
Tratamiento: cuando la valoración clínica y radiológica indica desplazamiento de la
fractura, se debe practicar una reducción quirúrgica de la misma en las horas siguientes al
diagnóstico. A veces, se recibe a un paciente cuya fractura no se diagnosticó ni trató
debidamente en su momento. Transcurridos hasta 7 días, es posible practicar la reducción de
la misma sin necesitar una rinoplastia, que implica refracturar de nuevo los huesos nasales.
FRACTURAS SINUSOFACIALES. TERCIO MEDIO FACIAL
Son traumatismos graves que requieren tratamiento muy especializado y, generalmente,
multidisciplinario.
Concepto: son fracturas provocadas por grandes traumatismos de alta energía sobre la cara y
que afectan gravemente el macizo facial. Producen tres tipos de fracturas que se denominan
fracturas de Le Fort. Son las siguientes:
1. Le Fort I. Fractura del proceso alveolar (plataforma) maxilar superior.
2. Le Fort II (fractura piramidal). La fractura se produce por la sutura maxilomalar, los
huesos nasales y la pared interna de la órbita.
3. Le Fort III (disyunción craneofacial completa). La fractura se produce por la sutura
frontomalar, frontomaxilar y nasomaxilar.

Etiopatogenia: los accidentes de tráfico son la causa más frecuente y, en menor medida, los
laborales. Con frecuencia se asocian con traumatismo craneoencefálico y otras fracturas.
Sintomatología y diagnóstico: Si el paciente se encuentra en shock postraumático, se deben
valorar y atender prioritariamente las funciones vitales, se valorarán otros síntomas, como: la
intensidad del dolor local y la inflamación, epistaxis, signos oculares y el grado de afectación
visual, posible tipo de fractura por la asimetría facial: debida a alargamiento y aplanamiento
de la cara en función del tipo de Le Fort (cara de plato).
Diagnóstico: se establece por la sintomatología y las exploraciones clínicas y estudios
mediante imagen con radiología convencional o TC, que es el método de elección en estas
lesiones tan graves.
Diagnóstico diferencial: siempre se debe considerar la posibilidad de cuerpos extraños
impactados, a veces muy profundamente.
Tratamiento: maniobras de reanimación y mantenimiento de la vía aérea son prioritarias si el
paciente se encuentra en estado de shock. La intubación o traqueotomía, si existe
compromiso de las vías aéreas superiores, se debe practicar una reducción manual mediante
tracción manual del macizo facial o con fórceps Walshamn o de Rowe-Killey.
OTRAS FRACTURAS FACIALES
Hay otras fracturas faciales que es necesario destacar, por su relativa frecuencia, de igual
forma que no se deben olvidar las heridas faciales y otras lesiones de partes blandas.
Fracturas orbitarias
Las fracturas puras del suelo orbitario o del techo del seno maxilar, asociadas con fractura
malar. Suelen producirse por traumatismo directo sobre el globo ocular. Clínicamente, se
manifiestan con edema palpebral, hematoma, enoftalmos y diplopía por atrapamiento de la
musculatura extrínseca ocular y por hundimiento del globo ocular en el seno maxilar. El
diagnóstico se realizará por la exploración clínica y mediante imagen radiológica en
proyección nasomento placa (Waters). El tratamiento consiste en la reducción del contenido
orbitario herniado en el seno maxilar y reconstrucción del suelo orbitario con una lámina
ósea o cartilaginosa tomada del tabique nasal.
Fracturas del malar
Si no hay desplazamiento, suelen pasar inadvertidas si no se exploran meticulosamente.
Clínicamente, presentarán dolor, hematoma, hemorragia subconjuntival y hundimiento del
malar. Se aprecia un escalón del borde orbitario en el foco de fractura, con anestesia del labio
superior. Puede haber enoftalmos, diplopía y disminución de la mirada vertical por
atrapamiento de los músculos recto inferior y oblicuo menor en las fracturas asociadas del
suelo orbitario. El diagnóstico se completa con estudios radiológicos con proyecciones de
Waters y Hirtz, aunque la mejor exploración radiológica es la TC en sus diferentes
incidencias. El tratamiento consiste en la reducción abierta o cerrada y fijación mediante
osteosíntesis con miniplacas.
Bibliografía :

Basterra Alegria, J. (2009). Tratado de otorrinolaringología y patología


cervicofacial. Elsevier Masson.

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