Los animales de la granja de los Jones se sublevan contra sus
dueños humanos y los vencen. Pero la rebelión fracasará al surgir entre ellos rivalidades y envidias, y al aliarse algunos con los amos que derrocaron, traicionando su propia identidad y los intereses de su clase. Aunque Rebelión en la granja fue concebida como una despiadada sátira del estalinismo, el carácter abierto y universal de su mensaje hacen de este libro un extraordinario análisis de la corrupción que engendra el poder, una furibunda diatriba contra el totalitarismo de cualquier especie y un lúcido examen de los desplazamientos y manipulaciones que sufre la verdad histórica en los momentos de transformación política. De acuerdo al autor, Rebelión en la granja hace referencia a los hechos sucedidos luego de la Revolución Comunista y a la era estalinista en la Unión Soviética.
A través de los animales, conocemos más sobre la vida en
una comunidad igualitaria. Napoleón, en un momento particular de la historia , prohíbe a los animales la música que los hacía felices. Luego de ser censurados, ni los animales ni el lector conocen cuál es el motivo real para la prohibición. El libro parece ser un mensaje enérgico en contra del totalitarismo y la opresión.
Con el fin de mantener a los animales unidos en torno a la
igualdad, los cerdos le recuerdan en todo momento a sus camaradas la terrible realidad de la granja en la época del señor Jones. Curiosamente, Rebelión en la granja continúa siendo una obra extremadamente vigente dado que trata de cuestiones que no pierden validez, como el juego del poder, la censura y la manipulación de las masas
.Los animales pasaron a llamarse camaradas entre sí, y
todos los asuntos de interés colectivo eran llevados a votación en la asamblea. En una de las primeras reuniones fue discutido, por ejemplo, si las ratas eran o no amigas de los animales. Fue durante los encuentros a escondidas que se planeó una gran rebelión. Un día, el señor Jones bebió de más y olvidó dar de comer a los animales.
Los animales, ante el hambre y la injusticia, se unieron e
hicieron una gran revolución expulsando a los humanos de la hacienda. La vida en la propiedad rural transcurría bien luego de la revolución, pero cabe subrayar que, aunque todos trabajaban, Mollie y el gato evadían sus quehaceres apareciendo tan solo a la hora de las comidas. Afirmaban que, como eran los dueños del conocimiento y precursores de la revolución, era natural que asumieran el liderazgo. Un hermoso día, el señor Jones regresó a retomar la hacienda.
Armado y con más de media docena de colegas regresó a la
granja con escopeta en mano, pero los animales consiguieron expulsar al antiguo dueño de la propiedad. Lo que debo destacar del libro es una representación de la Guerra Fría. Y soy una fanática de la historia, así que el poder relacionar a los animales con los principales representantes de esta guerra, me encantó.
Pienso que esto, el autor lo logró. Algo que no debió haber
sido fácil. El último capítulo fue lejos el mejor del libro, porque… No cómo explicar todo sin decir algo importante de la historia, pero se podría decir que todos los temas que se tratan a lo largo del libro, se notan mucho más. A pesar de todas las cosas que dije, no es un libro que recomiende, a menos que alguien tenga muchas ganas de leerlo o le de curiosidad, porque no se pierde nada dándole una oportunidad; y tampoco es un libro que volvería a leer. Lo leí dos veces y creo que es suficiente (la segunda vez me gustó más que la primera).
En resúmen, Rebelión en la Granja es un libro que se me
hizo lento, pero que me gustó mucho debido a que habla sobre el poder, la ambición y otras cosas, además de ser una representación muy buena de la Guerra Fría.