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Se denomina “Periodo de la Violencia” en Colombia a la guerra civil no declarada que dejo más de
200.000 muertos y más de 4 millones de desplazados entre los años 1946 – 1958.
Si bien la llamada Violencia en Colombia comenzó mucho antes de 1948, la muerte de Jorge Eliécer
Gaitán fue un detonante para que se generara el conflicto civil que por más de 10 años sumergió
al país a un baño de sangre sin precedentes.
Liberales y conservadores empezaron una lucha frontal en el campo colombiano que no fue nunca
declarada como guerra civil y que dejó cerca de 300 mil muertos y la migración interna de millones
de personas a las grandes ciudades del país. Los historiadores han confirmado que esta etapa
histórica del país estuvo también motivada por terratenientes que expulsaron a los campesinos de
sus tierras ante la falta de una reforma agraria efectiva en la nación.
Esta etapa marcó también el inicio de las guerrillas en el país y puso de manifiesto las más
tremendas formas de violación de los Derechos Humanos en el país. Los asesinatos de líderes
también fueron el pan de todos los días en este tiempo y se presenta de forma dramática en los
departamentos del Tolima, Antioquia, los Llanos Orientales y Magdalena Medio. Con la toma del
poder por parte del General Rojas Pinilla, se calma un poco la tensión imperante en el país, hasta
1957, cuando entre los líderes de los partidos se marca una tregua que terminaría con la ejecución
del Frente Nacional que rotó el poder entre los dos partidos.
El 13 de junio de 1953 se dio el Golpe de Estado del general Gustavo Rojas Pinilla contra el presidente ultra
conservador Laureano Gómez. Ese día se dice, el país tuvo 3 presidentes; Urdaneta, Gómez y Rojas Pinilla.
Colombia en ese entonces vivía una tempestad política a causa de la guerra bipartidista que cobró muchas
vidas. Estructuras políticas debilitadas y conspiraciones fueron algunos de los ingredientes para un Golpe más
que anunciado.
Después de los hechos del 9 de abril de 1948, los militares comenzaron un ascenso político que finalmente
llevó a Rojas Pinilla al poder. Se veía la necesidad de hacer algo por superar el período de violencia y
descomposición social en el que se encontraba el país y al mismo tiempo de buscar los mecanismos para
recuperar las instituciones del Estado y su legitimidad ante la opinión pública. La incidencia del Ejército era
bien vista por varios sectores políticos y económicos lo que abriría el camino para el Golpe de Estado.
Mientras por un lado el partido liberal transmitía pesimismo a través de Alfonso López Pumarejo y otros
miembros del partido, quienes aseguraban que, si Laureano Gómez mantenía el poder, la violencia acabaría
con Colombia, los medios de comunicación oficialistas, específicamente el periódico El Siglo, tildaban a los
liberales de “bandoleros” agudizando la polarización y el conflicto.
El Golpe de Estado fue entonces apoyado por los liberales opositores y los conservadores que no se
consideraban laureanistas y que hacían fuertes críticas a su gobierno. Rojas Pinilla llegaba al poder como la
figura política que acabaría con la violencia el apoyo político y popular necesarios. Rojas asumió el poder y
formuló un plan de obras públicas financiado principalmente por las ganancias de la bonanza cafetera, con el
que se construyó una red de hospitales con cobertura nacional, más de 30 mil nuevas viviendas, aeropuertos
y la siderúrgica de Paz del Río.
Pero los que inicialmente habían sido receptivos con el Golpe de Estado comenzaron a rebelarse contra el
Régimen, pues el gobierno también adelantó reformas sociales y tributarias, éstas últimas afectando a las
clases altas, lo que no fue bien recibido. Además, las nuevas propuestas, si bien tuvieron resultados efectivos
en los sectores populares de la gran ciudad, no los tuvieron en el campo.
Los jefes políticos comenzaron a ver cómo el acceso poder se alejaba de ellos mientras Rojas Pinilla ejercía
mayor control y mano dura. Con todo esto y el recrudecimiento de la violencia, los militares le pidieron a Rojas
que entregara el poder en 1957. Con la presión de diversos sectores se llamó a una Junta Militar presidida por
el general Gabriel París, quien convocó a elecciones en ese mismo año.
3. El Frente Nacional
Con el plebiscito de 1957 y con la firma de los acuerdos de Sitges y Benidorm, los partidos Liberal y Conservador se
comprometieron a turnarse en el poder con el llamado Frente Nacional. Cada partido llegaría a la presidencia por un
período de 4 años.
Un acuerdo que se extendió por 16 años. El acuerdo comenzó a aplicarse en 1958 con la elección de Alberto Lleras
Camargo y terminó el 7 de agosto de 1974 cuando terminó el mandato del conservador Misael Pastrana Borrero.
Los colombianos fueron los responsables de decidir si la propuesta de Alberto Lleras Camargo y Laureano
Gómez Castro se hacía efectiva y así permitir la modificación de la Constitución para darle vida al ‘Frente Civil’
que luego se llamaría ‘Frente Nacional’. La fecha del 1 de diciembre de 1957 es histórica por este hecho, pero
también por inaugurar el voto femenino y establecer la carrera administrativa para funcionarios públicos.
La favorabilidad del plebiscito fue de 95.2% y la Junta Militar gobernó hasta el 7 de agosto de 1958. Con el
Frente Nacional la vida política del país vivió una especie de renacimiento, tratando de curar las fuertes
divisiones dentro de ambos partidos. La idea era lograr un modelo de consenso alejado de la polarización y
radicalismos reinantes hasta el momento.
Sin embargo, no se tuvo buena aceptación de la oposición y lo que pudo ser la oportunidad para el desarrollo
político del país se convirtió en la eliminación sistemática de los sistemas que no estaban bajo la misma línea
de pensamiento político de los frentistas. Es así como aparecen en la escena nacional varios movimientos,
algunos de ellos los cuales pasaron de la lucha política a la lucha política de las armas como las dos
organizaciones guerrilleras: El Ejército de Liberación Nacional - ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia - FARC, entre otros.
El Frente Nacional intentó reflejar sintonía entre los partidos políticos tradicionales, pero no lo hizo de forma
auténtica, lo que dejó claro que faltaban aspectos por perfeccionar y que no se podía ocultar las diferencias
evidentes entre liberales y conservadores. Aunque el Frente Nacional logró en primera instancia frenar la
violencia bipartidista que azotó al país, tuvo graves consecuencias como la descomposición social, represión,
corrupción y el deterioro de la imagen del poder político ante la opinión pública.
Presidentes de la República durante el Frente Nacional Alberto Lleras Camargo: 1958-1962 (Partido Liberal)
Alberto Lleras Camargo: 1962-1966 (Partido Conservador) Guillermo León Valencia: 1966-1970 (Partido
Liberal) Misael Pastrana: 1970-1974 (Partido Conservador)
Al terminar el mandato de Misael Pastrana, los candidatos a la presidencia de la República fueron Álvaro
Gómez Hurtado por el Partido Conservador, María Eugenia Rojas de la ANAPO, Hernando Echeverri por la
Unión Nacional de Oposición y Alfonso López Michelsen por el partido Liberal, quien sería el ganador por un
amplio número de votos.