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nORiA DEIL DEUTO Y DERECHO PENAIL

ECONÓMICO-EMPRESARIAIL ",
SILVA S:\NCI-IEZ, JesL:'Js-¡Vlaría
CaLee/rático e/e Derecho Penal.
Universilat POf1lpeu Fabra.

SUMARIO:
1. INTRODUCCiÓN: LO TEÓRICO Y LO EXPERIMENTAL EN LA TEORíA
DEL DELITO
1. Cambios de paradigmas o modelos teóricos
2. Experimentación Y refutación de teorías
11. ¡POR QUÉ LOS CASOS DEL DERECHO PENAL ECONÓMICO TENSIO-
NAN ESPECIALMENTE A LA TEORíA DEL DELITO!
1. Porque suelen ser casos de Derecho penal de la empresa, esto e5, re-
feridos a un grupo organizJdo de personas
2. Por su naturaleza de Derecho económico-patrimonial
111. EL ESTADO DE LA TEORíA DEL DELITO ANTE EL ABORDAIE DE LOS
CASOS DE DERECHO PENAL ECONÓMICO. CONSIDERACIONES GE-
NERALES
IV. LAS INSTITUCIONES DE LA TEORíA DEL DELITO ANTE LOS CASOS
DE DERECHO PENAL ECONÓMICO
1. Procesos de CJlllbio
1.1. La causalidacl

'< 1) Ll red,lCción del PI"1}s,-'IlII:' trilkljo SI:' e11lnarC<l en la ,-'iccución del proyecto Nuc\'us
fenóml2l105 regul.llorius y respollSJhllicl;HI pen;:!! de la empresa}), íinClnciilclo por vll\'linistL'l'in
de Ciencia e lnllovilcil'JIl {l.O(JlJ-2U 1J. in\'L'~ligtlrlor principtll: jeslls-I'v\arí,l Silva S,íllchl'z\
El riesgo permilido
1.1. L.JS conductas neutras de intervención
lA. El cuncepto y el conlenido del dolo
1.5. Errores sobre leyes c\trapenzdes
I .!J. La generalizJción del modelo distintivo-Ilormativo de inter-
vención en el del ilo
)
El impulso del Derecho penal de lél empresél
1. INTRODUCCIÓN: LO TEÓRICO Y LO EXPERIMENTAL EN LA TEORíA
2.1. El desarrollo de la doctrina de las posiciones ele garélntía
DEL DELITO
2.2. La conformJción de diversas clases de delitos especiales
:2 3. ¡Regreso J la accesoriedJd objetiva? 1. Cambios de paradigmas o modelos teóricos
J. Retos pendientes
J.1. Inlroducción 1. El motor esenciéll de lél evolución del sistemél de lél teoríél del delilo a lo
J.2. La aparente disminución de illlportanci;:¡ del principio de au-
largo de la hisloria ha sido, por un lado, la propia evolución cullural de 1,1 su-
lorresponsélbilidéld en el Derecho ele !él empresél ciedad o, en todo caso, la influencia en sus penalistas Jcaclémicos de nUl'VOS
sistemas generales de pensJmiento ~. No se ha tratado, pues! -en gel1crL11- de
BALANCE
una suelte de evolución JutopoiéticJ del sistema específico del Derecho pellel!.
Ni tampoco -en general- de la tensión dialéctica provocada por casos cle{i-
cientemente resueltos. Cun ello, nu se pretende ignorar que, por ejemplo, 1.1
conslalélción de problemas como los del imposible tralamiento de la culpa in-
consciente o de lél comisión por omisión en el Illarco del sistema causdlisld-n,l-
turalista desempeñó Jlglm papel en su temprana superación, Télmpoco, qUt' 1,15
cuestiones relativas al desvalor de la intención o a la limitación de la rell'vancia
del error ele prohibición incidieron en el élbandono del sistema neokJntiélno del
delito. Muchu menos, que la conformación de propuestas clogmáticéls como la
de las categorías de lél «responsélbilidael por el hecho", lél de léls «caUSélS de ex-
clusión elel injusto penah () la de IJS {(caU5élS supra lega les de justificación u c/e
exculpación») tienE' que ver con la insatisfactoria resolución de casos situados
en la fronterél enlre lél élntiiuridicidad y 1,1 culpabilidad. Pero sí pretende subra-
yarse que la evolución de la si5tem,ítica del delito y de sus categoríJs se 11,1 de-
bido sustancialmente a olras rdzones de índole mJS generéd.

2. Si se parte de que la evolución del sistema ha venido respondiendo his!<)-


ricélll1ente a dichas razones profundas, cabría descélrlar que la crt'cienll' inter-
vención del Derecho penal en la actividad económica y la consuliclaci()n dc' un

'': I Oro lú '111 , / J/I.' /1/'( {('u/un:; (fr'r /~('( '{¡/S{l{lIhNlphil' /i¡¡ (Id.' SIr.II/('c/Jl, I),Hlt'Il·I),l( It '11 . ..'()( 1I

f.O LA LEY 11
Sih,,] ScillLhl\Z, jC'SLIS-I\'\':lI"I',l Teoría del delito v f)('r(,c~lnpena¡ económico-empresarial

l'spedl-¡c() de CebOS ele Derl'chu penal cconúllliol-L'lllpresarizd puedan J. La tensión derivada del se explica, sobre todo, porque la clogmJticJ
G1SO

un pelPel de Illotor de 1.1 t_'volución del siSll'Il1J en dicho senticlo. de la teoría de! delito no ha pretendido sólo levantar un edilicio teórico cohe-
rente, exento de contradicciones en el pl~lno abstracto. Por el conlr,lrio, ha teni-
2.1 Experimentación y refutación de teorías do siempre en cuenta el caso concrelo y su demanda de resolución. En este
sentido, no ha querido sustraerse J la lensión consuslanciallllenle existente en-
1. Ltl (Ul~sli(íll camhia si, en IUí}lr cll' u'ntrdr nuestra atención en el sistema en su tre el pensamiento sistelllático y el pensamiento tópico. Ello entr<:1I1a natural-
J, y l'n las categorías que le dotan dl' drlllonía y coherencicl general, exami- mente riesgos, que se hacen muy patentes en determinados Jmbitos de la dog-
1,15 inslituciones elogmJticas en particular. En este punto sí se ddvicrle, por el mática. Así, por ejemplo, en el proceso ('n cuya virtud un determinado concep-
Ull,l importante tensión derivada del CdSO (u de un determinado grupu de to del sistema va descomponiéndose en subconceptns de inferior nivel de
de 1.1 "generalización empíriczl) de sus elementos), como h¡l puesto ele rclic- abstracción con el fin de encontrlnsc con los grupos de caSClS que resultan ele
lil!il11,lllll'n!r:' Riggi :'. L,lS concre!;)s ins¡-ituciones clogm~itíG1S se hZlll visto someti- diversas generalizaciones empíricas. Surge Jquí la duela Jcerca de cULíntos ni-
C'n Cfl'cto, .1 las cxigL'llcids de aprehensión de detl'rmillddus G1SOS que Ulla cnn- veles de abstracción decreciente to!era un sisll~ma sin dejar de perder IJ refe-
preexistente de la currespondiente inslituciún no aharcaba. Así, con vistas rencia sistcmJtica y caer en el cJ5uismu. O, en otrJS pJ!abrJs, cuándo pasamos
aprehcnsión, han sidu sometidas a re(ormulacinnes. Es cierlo por lo dcmJs a hallarnos ante- lIn sistemJ que sólo lo es en el p!~lno nominal, tra{Jlldosc IT\al-
un,l VC'Z rdormulaclas l'll un sentido detcrmin,lClo, las instituciones concretas
mente ele una acumulación -más o !l1enos- ordenJda de soluciones de casos
illll)lils,lClo camhios generales l'll el sistema.
concretos.
l.. [Jo!"tanto, rl~sLllta rJzonJbll' ,¡(¡rmar que los CJSOS del Derecho penal l'CO-
4. Con todo, la cuestión que, ele !l1odo general, planteJ la tensión del caso es
no cuestionJn el sislemcl clclutll de 1.1 teoría elel elelito ele ClUlO alemán.
que se siente IJ necesidad de modificar la conliguración teórica ele IJ institu-
puede hallarse, expuesto el otras tensiones derivaelas funcbmcntallllenlc de
ción para que ésta sea capJZ de ,ll)l"l~hender y cbr una solución (se sobreentien-
¡. En particular, elel sistellla del Derecho internacional penal n
de: justa I{" a dicho caso. Dehe reconocerse que esa apreciación de IJ necesidad
tr,lClicit'lIl jurídica clngloJmericJlla, con su fucrte implicJcilJIl biunívoca
de mocliricar la configurJción teórica de una institución dugm¡ítica lan pronto
ivo-proc:es;ll. En camhio, sí puede sostellerse que en la actualidad las
C0l110 ésta IropiezJ con un ohstJculo no tendría por qué ser incontestable. En
concrC'las de la teoría del delito se hallan some!irbs, ante todo, a
cierto modo, adolece de la pretensión de asimilación de las doctrinas dogmáti-
c1criv,lCla ele los usos elel Derecho pen,,1 econólllico. Oc ahí que h,,-
cas con las teorías de las ciencias experimentales. COIllO es SJbido, éstas proce-
I('nielo senlielo la elJhorJción ele obras ele Parte Gener,,1 elel Derecho pen,,1
den según el método inductivo, mediante la ubtención de resultados experi-
'~H1ó1l1icn Cjue c()ntiencn una teoría del delito que da cuenta ele los problemJs
mentales que van dandu lugar a generJlizaciones empíricas y, después, a teo-
r5slJ pxperiment,l cn ese cÍmhito y de las soluciones que se proponen a ellos
rías con vzllor (provisional) generJI tJnto explicativo como precJictivo. Dada una
prctensionl's ele gcner"lI i zación ,·i'.
excepción (un cisne negro), la teoría se ve refutada ((alsaclJ, suele decirse) y es
preciso sustituirla por otra. En cienciJs experimentJles, {dJ excepción refutJ la
regla.').
I\I:,U, ¡n{{'J/)/I'/,)¡"J{ín \ /('1 /_Jl-'lId/, tin en¡(Jqw' If('<;({(' fd ¡/oC/nll,) rle!¡i,wi/{' ¡f(' f('\', ll,lrcL'lnn,l, 1010,
5. Sin embargo, las doctrinJs dogmáticas no tendrían por qué pretender
d(lJull' ~L' dl1dli/d 1.1 i¡ll{'I\C'IH-i{Úll'll dt'lil{l~ l'spl'(-idlc'~ Ipcigs. lit) \ S~.I. 1.1 dllIIHí,lllll'di.lI,¡ Ip,igs. II!)
\' '-.~.I, Id (IIIJlisil'ul pm IHllisión Ip,ígs. 1_1 l \' 55.1. 1.1 pmv{)c,¡ciúll di' ~ilu,1Cinn('s juslificanles Ipjg~. emular esa consecuencia del modelo de las ciencias experilllcntJles. Pues su
1!l_1 \ ~~. I \' ¡,¡ ,11 I i{) Ii!)( '1",1 in l ,IUS;¡ {p,ígs. ]. 1 1 l' ~S.l.
,., Fllc'Ill.lli('Ij(' un,l il,l~Cl-'lld{'nci,llll,is gC'fl{'l"cll: ár. SII-H ':1\1,\<',. lCI(lh,l¡i~ic'rung ,lis I\\d,llll()rp-
[¡IN' {ldl'l' ,,\pllk,¡f\'lhL' d!'s 1\('1 hl~{, l'n !llli,:III',," \\1111\1\""< rHl'sg.l, {(I'ehl ulIi!I'n/iIi!, AI\SP-
¡)¡'ilwll ') l. Sll)!1g,lrl. .!{)(),I, p.-igs. 1\1 \' ~~, ¡bl lusl<l signitic,l ;¡qui digo Ill¿¡~ que' <<l_'nl1l'l'l'nlt"> IJ -'SL'gUI',l" l' ('sic L':»ln:>rllll, l,j {leo 1,1 (1fC'Il'nsi{'1I1
1',lr,Hligm,illl.lIlH'llll'. ,\\-\1,:11-.1/-111'1\': PII.:!:' !J('W¡)){) {¡¡'/LII ('l(JII¡im;cu \' di' l.) ¡'lllprc'_'J<!. /'.11"/1' de jllslicia de lilS torlllul;lCinnes dngm,ític,b, (,'11 pt qllt' nu L'~ posihle l!lllr,ll' ,1qUí. cOllslilu\'t'
1;I'JlI'I.!/. .!:' ('{I., Vdll'mid, .!()();-; C;\I:I-I\ l \\11:1), ¡)(,/{'du) ¡)('!).!! {'(-¡¡/Híll¡j{{J_ ¡'.JI'tI\ C;¡'JH'/,¡/. uno de tos r,lsglls Ill;ís C,H<lclcrísticns de Id DOglll,ilic" COIllO 101'111,1 de cnnocill1il'1110. renm()-
¡-11!1l0!. '('d_, tilnd, ~()(): {illlil:'ll[o (] cnnsll'ucc¡ún det DC'l"ecllll.

CÜ LA LEY (9 LA LEY lo
Teoría del delito y Derecho penal económiCO-l' Jllprl'sdri,lI
ilv~l Sclnchez, !c's(ls-Mc1rí,]

J_JIl(urmación no responde al método propio de éstas' Dicho con clJridad: el ClOIl de las soluciones ha sido una ~previa o silllultánea- rl'L'laburdci(')/l (k:
,ihorcbje dogmático ele las instituciones podría admitir excepciones, En las las categorías. Dicha reelaboración las ha hecho mJS abiertas, lo qlll' h,1 I('nid"
qiencias del espíritu puede decirse, con el lenguaje ordinario, que ,d,] cxcep- lugar por lel víJ de su norlllativizJción.
(jión cnn(¡rma IJ regIJ». En realidad, precisamente en 1.1 teoría del delito nos
<lonsta la existencia de rloclrinJs, sohre todo previJs J la sistemJtica moderna, 11. ¡POR QUÉ LOS CASOS DEL DERECHO PENAL ECONÓMICO TENSIO-
[)¡ue caHicahan sus soluciones como «cxlrJurdinarias» en el sentido estricta- NAN ESPECIALMENTE A LA TEORÍA DEl DELITO?
l)lente etimológicn iI, y han podido denominarse «modelos de la excepción)), Y
(jlue, por In demás, no comprometían el valor de IJ regla o criterio ordinJrio,
1. Porque suelen ser casos de Derecho penal de la empresa l1ll , esto es, referi-
dos a un grupo organizado de personas
II (). Sin emhLlrgo, la sistemática de IJ teoríJ del delito se hJ movido entre dos
Irolos. t\ veces, mostrándosE' como Jparentemente inmune J 1.1 tensión del caso El paradigma de la teoría clJsica del delito ha sido el delito dolosll de ,1(-
(ilo que hJ sido uilic~ldn dando lugar .1 IJ expresión peyorativa que alude J unJ ción. Es decir, el cOJllporlJJlliento individual de una persollJ (u, COIllO ll1<h i 1110,
,!dogmJticJ sin cunsecuenci<lS»), mer~l ars gratia arlis), En otras ocasiones, de una limitada pluralidad coyuntural de personas) CJue con dolo directo de pri-
Jhri6ndose expresarnente zd vértigo del caso I~JstJ el extremo de afirmar que no mer grado (intención) ejecllta de modo directo (mediante causación físicu-n.1Iu-
I[Juede (':\i~tir un,] solución rlugmátiGlIllcnte correclJ que no sea adecuada (se ra[ inmediJta) e incluso de propia mallo UIl delito de resultado L'.
(f'nticncle: ,1! CJSO) ell términos político-criminales ,'no Esta (iltimJ opción sc hJ
Si se parte de este Illudelo, IJ concurrencia de vJrios sujetos L'1l el IllcHUJ dl'
¡lelo il~lpun¡encl~) en lils Ldtimd.s dé.c,aclJs de forma. inconte~table. ~J:ro lo ha he-
una estructura orgJnizada produce algunas distorsiolles, Entre ellas:
{¡:hu Sin renU!lClar Ll !a generallzJcloll de IJS solUCiones y sin aclnlltlr tampoco 1..1
(¡':,¡stellCiJ de excepción alguna a la postulJclJ regla generJ! 'Iíl'. (il La disociJci(Jn entre «(Jcción y responsJbilidac!ll, En la estructura jercÍrquicl (:1
I ejecutor directo es nnrmJ!mente un subordinado de último nivel, que se' C'IlCUelltr,l
1 7 .. Expresaclu de otro mod,o: ni s~ I~J dis~Jclto la dogll~.JticJ -entendida co- muchas veces en situación de error n coacción 0, en todo caso, en un ('st,lCjO ck'
Il llO slslt'n1a-- el1 el pensamiento tOpICO; ni se hJn contorlllJdo, dentro de- la falta de autonolllíJ decisoria. La pretensión de atrihuir responsahilicLlcl .l sujetus SI-
qlogm.Jticd, espacios de excepción, Ahora bien, presupuesto de UIlJ generaliza-
! - - tuados en la cLII)Lda obliga el construir nuevas cJtegorías.
(ji) LJ escisión ~fragll1entac¡ón~ de los elementos del tipo, En contextos de di-
visión funcional del trabajo, tanto hnrizontJI corno vertical, la ejecuci6n material, [a
1,1 ¡eoli,. del dc'llt() lic'!lC' ~u (lligc'l1 l'll Id l',lsuíSli(,l I1lm,d de 1,1 (¡¡()Sl)lí,} pr,icticd gril'gd, en posesión de la ¡nformJción relevante, IJ capacicbd ele decisión y las condiciones
l il'rl()~ Jt'~p{jn'>d de 1m illrisld~ I"IJIll,1I1OS. l'I1 1.1 1\11rístiL,1, en 1,1 Escol,blic" lincluicl.1 de (Ol"lll.l
subjetivas de autoría pueden hallarse en sujetos distintos dentro del grupo nrganiz,l-
11l1l".. (('ll'\-,1I11(' Id 1-:.1 ol,iSllt ,1 L¡n.li.l (''''pall()I.l1 \' PIl t'¡ ill~n"lur"li~rnn protl'st"nll' de los siglm
\\111 \ \VIII. I.(J (llH' la ha «)f1(IUl-ilh) hish'Jrildl1lcnlC d ,1Cl'ptoH cnllllollur,llirl;¡r! 1,1 L''\istelll'Í,' llv
do. Ello puede dar lugJr, no sólo por razones probJtoriJs, sino tJrnhién E'slrictamcll-
i dS()S ("(lIllptl'jm () pl'"llit'lltt's dl' ~{)!tJCi(')Il, sin qUl' ellt) l ompn.lmetlPra el \',ltor ICU,lSi-l gene" te técnico-jurídicds, ,] la ya conocida figura de la ,drresponsabilicbd organizada),
I I"dl tle I,l~ dOl lrl!l,h.
¡_jl:1 '.1 11). l. /I)]{JUI,U-liíll \ ()l'l1'd)() l)i'n.I1. 1" lt'on~1 dl' Id /I11jJlILH úin, ,'oJ,l\'drl",l,
r.,>IIH{¡()'> .,iJhll'
Oii) la aparición de efectos deriv~ldos de las clinámicJs de grupo: déficits (ognili-
'1'" .!()()"1: )1",1111/-( )~II/. In¡¡lUI.W/ii!¡ \ 1('()rI~¡ ¡J(,/ deJill), !lUl'1l0S r\in~s/l\-'\()nll'vidl'{), ..!nOB.
vos-valorativos (que la behavior,.ll eco/7nmics CJlili(<1 de sesgos cognitivosl () \'nlili-
1", ("t"r. Sil \ \ S \".0 111/ \{Jln\ll)),¡¡ ¡(in ,I1 f.)i-'Il'chu (Jl'Il,¡1 i-(JII/I'I1l/JO!"cÍ/J!'il, 2." ed" Buenos ,.\in'~,
,\\nl1tl'\'ldl'O . ..!()IO. p,igs. 11') \' ss. 1=,·\¡1f(nirn,H:,)u.JO {}irl-'iIO 1Ji'lld! c'ulllempOl","Í!1('(J -tl-,ld
H.lrlH)'"l ,\Ivl's! Tel"r,l rll' (lliwir.I--, Sjn Pauln, 2() 11, p,igs. 121l \' ~,>.I.
I
JII)I 1)(, tllllih modo", Illl pw,¡Jn l.'xt·luir 1.1 pusibilidad IIl' que 1'1 Derecho jll'Il,,1 l-'l"()IlIJlllÍL"l) lil'lld,l 1111 B,isicn, SI 111 '"'.1 \1 \""" [llltl'I"Il('/¡n)('n';/Jlmilu/il.iI UIl¡/ Str,¡út't"h/, I<iíln, 1\):;-').
d (-1 1Il¡"1 1I 111,11 V' «I!11I) un IJVf('(-llIl pt'n"l "dc' sl')1,und" \,L'lllCi(1.1(1,,· )11\" S·,:-,( 111/, L¡ ('\p'¡fl'iúi¡¡
In ()r. si1llit,H ¡-jll',I, Pll' str,lI;l'l'hlfi( Ii(' \ 'I'r,ll1tll'()I/fich!':(-'i/ ID/) I.ln/l'flH'hn¡l'n \ lJiJ JI1¡{lIldll, ,11, '11'
del I )1'Jl'dl¡J 1)I\n.1/, \ .. ' 1'(1., BlIl'n()~ r\ires!¡\\l)llt('vidC'(), ..!()Il, p,igs. liJ_) \. ss ...!()ll \' ss, 1;;;0:\ {\. l"ehh'erlu!tc'l) /11 1,¡)!l1 ,1,11\ i'n I eh/( 'IUI\ il'!)lIn.!-il'Il, IIlS!Jl'SLJI1c!i'I"i.' Ill'i ( ;!il_,>,,/ ('>I{,( '11. l-I.\dl'I1·1 ¡,Id( '1\

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S:IO ¡',lulo, .!.01 1, pcÍgs. 1-:7 \' ~~., ..!..!-: \' ss,!. Por tn dl.'lll,is, (".lbe 1('1ll'1" prl.'st'nll's 1,IS rC'lk'\i()n('~
lit, 1{1¡¡,llf, ,I)('r i')b)fl(Hlli~d1t' Litl'rbl'grifi. Zuglekh ('in l:kilrilg zu Di(tcrl'!lzicrllllg, Di\'l'r~ili­
Ilwdiu ,lmhie'lltL'; ,¡1l(j(,1 Vil rt'I,Il·¡(')1l cOIlI'1 ,imbitu h,lIlClli(), l-h)',I(,¡~li!j,'f( \.JI ,\\\l.',I', Ilh'<-; ','1.'"
I /il'IUI1~ lJIlII111\'i--,illfl,lli-;ii'l"tJllg dl'r Slr,ún'l'hhdIJglll,llik), 11.'1:- l..!(}();-¡, l1c1gS . ..!hO \' ~~ ..
11II1t'rll-' \ ·('r.ln/jl ()f IUIl.!.!_'>{( h;!i"( '11. He'riclltt, ,Ilh lh-'I Bd)\kc'll\\'clt, Fr,lIlldllrl ,l. \ 1.. ~(llll

(CJ LA LEY (i) LA LEY ,,-


110
1
Silvtl SjnLlll'L IC'SL'IS-I\\drltl TeuríLl rlL'l delilo y Dl'rech() pellal C'C()Il(-HlllC!J-{,fllpn'~clri,lI

lus sujetos in!l'grc1llIl":i del grup(). Tales cOllsILltJciolles l'lllpíricLls 1


1
qUl' ,Üec!,m ,¡ ción sub¡eliv.l (t'tTOres subre elelllentos normativus, dificultad l'n 1,1 dL'llflli!,¡-
con Ill,llicl's, !latid una l'xclusi()fl () ,llelluclción de la imputJción suhjc- ( ción entre error de lipo v error de prohibiciónL
clnlosd ,1';( como ,1 Ull,l L'\clusi("1I1 () ,1Il'fllhlCi()1l de la culpabilidad ele tales sujl'- (ji) Por otro lado, porque ILl aclividad econc"Hllicu-palrimoniL11 Sl' halltl 1.'11 vi
núcleo de nuestru sistema SOcicll, Los hechus delictivos surgen, l'nloncl'S, 1.'11 l'1
Una ,lplictlción silllple riel modelo cLisien el sitUJciOIll'S de estas GlrJcll'rlsli- contexto de actuaciones profesionales, frecuenlelllente esterentip,lrllls I,lll('llli·
pudrid impedir una l"uncl.1lllcnlJci<Ín razollable de la respollsJbilic!,]cl. mas) y mJsivJs, Los fines persegllidos rE'sullélll !!n general J.(k~cuJdns ,11 sistl'lllt\
social. Son los medios, los efectos secundarios o los délilos culalC'rcl!t.'s los flw'
POi su naturaleza de Derecho económiCORpatrimonial resultJn inéldecuados. Aclellljs, de modo no inusual, IJS rl'IJciolles illtC'flw!"so-
n.1les tienen UI1 trasfondo de incertidumbre. El dolo evenlual cldquicrc un I'c'IH'1
modelo cLísico eJe dl'lilo se cnncibi6 (y Sl' ha idu sUllletiendu a prueba) determinante en la impLll.1ción ele respol1sabilidad.
l-,lsns de homicidio, El homicidio, por su parll', constituye el malum in Se' (iiil En tercer lugJr, por la especial cunfiguración de los bicnes jurídicos ,\I'c'(--
¡co, delinic'Ilc!{)se en un lipn CefTJc!o qUl.' J su vez con(urllla UIl dcli- tados, que en muchos CJSOS son supraindivicluales, institucionJles, EII() dt'll.'rllli-
puro ele resultado ele lesión dL' Ull bien jurídico individudl. Así IJS COSJS, P,l- nél una cil'rl-a disolución del resultadu de !L'sión (en IJ idl'tl mas difusa de 1.lt'C'C-
Lltu() que el DL'r!;'chn penell econólllico I-u de uJIls¡Í!uir un relo pJrJ dicho tación)!) y, en consonJllciJ, unJ pérrlieb de impur!Jncia de la rl'1.1ci('1Il cll' impu-
,tI"ll). tación objetivJ en sentido estricto: es decir, aquéll<l que surge' C'ntre' (.'1
comportamiento dcsJprnh,lclu y l'l resultadu de lesj(:Jtl,
li¡ Por Ull lado, por el cJr¿íclC'r pL1trilllonial-ecnnólllicn de IJ:; rc'l,lcinnC's que
i!uyl'1l su ohjelo de prolección, En generJl, en esle LllllbilO Ins delitos -si
refierell ,1 hic:nl's jurídicus individuales- nu son pums de resultJdo, sino ele 111. EL ESTADO DE LA TEORÍA DEL DELITO ANTE EL ABORDAJE DE LOS
,dius c!c'terminJd()s lel pJrJdigmJ es la l'SI,lIa). Pero ademcÍs, al,llJorclar Jmp- CASOS DE DERECHO PENAL ECONÓMICO. CONSIDERACIONES GE-
15 <lSIJeclns dl' la ,"lCtividad C'mpresarial. l,1 Derechu pl'IlJI se introduce en cun- NERALES
de grllll densidad regulJlurid C'xlrJpen,ll 11. Surgen delitos que se consti-
1, La teoría elel cielito que' hJ ele abord.lr los rdos ele! Derecho 1)('11,11 l'(()I1(')-
com() /J/,,]/,) (/ufa /Jruhfhfta, Así se gencra una Jccesorieelacl, 1ll,1s (uerte o
mico no es y,l una leoría naluralisla. Ltl evolución de IJ leoríJ del ck'lito t'n I()~
débil, frentl' ,11 Derechu pLlblicu o priv,lelo, que se mJnifieslJ en la confor-
últimos cUJrenla aiios se mueve, (-:'11 e(ccto, entrl' opcionC's norlllJlivistas (k: di-
ele tipus abiertus ilL'yL:~s penales en blJnco, elementos normJtivos ele
verso signu. El modelo cl.:ísico dc,1 delito dolosu dl' acci()Il, llsl'nLldo S()hrl' lel . .
¡Llríelie!), el1 especial elemel1tos ele valuraciól1 glDb.11 elel hecho). Ello
nociones tcnc!cncialmenle cmpíriclls de clusJlidad, dominio l' inll'nci("JJl, se' h,l-
pl'culiaridacles IJnlo en relJcilJn con la imputacióll objetiva l·, (riesgo
11.1 superodll.
ido, ejercicio legítimu ele un derecho 1", comu ,1 propósito de la impul,l-
2. Se ho sel'cllcldn que ell'clradiglll.1 del Derecho pel10l elel prLcsellle l' riel Iu-
turo es el cielito de omisión imprudente 1-, Pur mi parte, lo exprl'Sarí,l en I('rmi-
"1)1¡1"l' I,I~ IOIlS('ClIL'IIU,lS gC'lwl-,il{'~ dl\ c'~1.1 ~illl,KI('JIl, Slll\l.\~',,,, Vl'r,llllw()rlul1.L;sIUlVl.'islIllg, nos silllilJres pero algo mJs incisivos: ,1 mi juicio, el p,lr,lcligm,l riel dt'lilo !I('I
{;{'LIIII('Il~I{'tJ('IUIIg lIlld \'I'rll'ilullg<"g('("(.!chligl.:l'jL Z¡('lkoll(l¡kll' lll.'i dt'f .-\k!pssmil'l:il d{'~ Slr,l"
presente y del fulurn es Ida est,ÚJ io 1,1 ,-lcllllinislrJción desle,l!\ U1I111'lirl,1'i por
11"('1 hh gl ·gl'l1i"d H'I- dl1dvn'll ¡~('( hhgl'hie[PIl ), t'll (JI~' '",SIII \1 \ '.:'i s' I L\III Ji S111.',\\1 11: 111 ¡¡-Irsi;. 1, (;1"

/('1 {¡I/g/d,j(. 11.1111;¡url ,1.,\\ .. 11)1) L p,ígs. lO') l· S~.


\\I'lln. 1111111"111.1 d('1 c(¡mp(lll'¡lllic'lllll jllrillin¡"IIL'I1,dlll(-'llll' d('~,l[lr()h,l(tll. (:11", 111' 1111H!O gC'IK'r,d

1"1'1<1 'i,'.' lil/ 11I1[lUI.ICIIJII (lhll'liv,1 1'1l1'll)e¡"(.!ChIJ 1)(,11,11 I'C()Jl!·uniuJ \' ('Illprl'~dri,ll .. /nUI"i'I
!','n.¡{ ~ ~1l()'¡1
1.1 ,11I,dl~I~, di' 1,1 (ll('~li{·JI1 dI' ·,i t·II'II'I-li¡ ji) legilil1lo « ) l'llllll1plilllivl1lo dI' UIl
dI' lItl dC'l('cho '17, l;[ '.11111,. (1)1' 1.1 \.UIIH'I-,l( jl')1l dl' 1111 dl'll" h().( 1.1 11111·,(( I"jl·)n dI' un deh!'r (un ., ,111111111 dt' p.ll.l
(II,IH'I-I lIJlI',litU\I'11 (,lU~.lS 11(' jlhlilicdCi¡·lIl. (¡l!t' IH) l'\.1 IUVI'11 1,1Iipicii!,1{1 [l1'n,]1 lit' 1,] C!)I1(IUcLI, digllltl" ('11 1'1 I)I'r('dHJ Pl'Il,II(, olr,ld. Sil\,1 S,ínrlwll, 1'11 1'.'·1111111 :'1 (.1".11" (,'1\11'.
11111,1:> hil'll dc'bc'¡-LII1I.lJlldlH Ir ,1 ('·,cluir'I.l iIllPUI,l( l('Ulllpit,l ()llj('livd p(l{" 1;\11.1 de' ¡-¡-(',K-il'ln d¡' FI~·\"f.l\ 1,li:\I~1 \ I11 1)11-:111111 1'1 '. \1 111 1 \ l.".I\ 11:'.11) 11) P, 1\11'1\ F \IW 1, LJ III<,()'¡I'IIJ{¡/I' ,¡(U,JI '!JI .:0·1
[11l I il",L',1 I Illlldil ,1I11!'1111-' dl's-rp¡-oh,lIlo'. ['"\u'd{' de' I.I~ fllhil)llidddc'~ dl'l'~I(·It',\IIl. /)1'/1'1 h() /ll'I1.11. Cr,1I1.1d,], .~()O(l. p,ig"_ -IHI) 1 ~<.;.

le) LA LEY (~) LA LEY \r¡


1;,
SjlV,l SJnchez, jesLlS-IY\Jría Teorl.1 elel eleli.!!LY Derecho E~!lal.~~~~:)nólllico-elllpresariJI
i
I

y dolo eventual en el contextu de negocios de riesgo)) li\'. fv":ís .111,] de instituciones dogmálicas ~II; Junque muestre una GlpacidJ.d innegJble para ello.
éstos puedan ser modelos delictivos paradigmáticos de la actual crisis fi- Por otro lado, conviene recordar que la tcndencia a la exlensión del alcance de
internacional, IJ prdensión de la alusión a este esquemJ delictivo re- las instituciones clásicas de la teoría del delil0 no es, en sí, unJ novedad. Como
,Jlgo más trascendente. Con ello se quiere subrayar la creciente relevJncia demueslra un estudio hislórico, por superiicial CIue ésle sea, la dogmática de la
la teoría del delitu de 105 elementos de iniracción del deber. Este dato liene teoría del delito ha tralJc!o siempre (il de reconstruir permanentemente sus insti-
dohle repercusión. En el pll"lllo objetivo, la correlativJ menor imporlancia tuciones para. permitir que éstJS abJrquen nuevos casos que se van consideran-
1.1s conexiones ,<físicas)\ de la conducla del sujeto con el objeto de la acción: do merecedores y necesiLados de pena; y (ii) de hacer dichJ reconstrucción
idad, dominio empírico. En el plano subjetivo, una significa tendencia J compatible con la redacción de los textos legales, mediante un constan le es-
rcl..ltiviZ..lción de los e5t~ldos mentales del sujeto. fuerzo de interpretJción teleológica. Así pues, la cuestión no es la expansión u
no de una cJelerminada institución, sino IJ razonabilidad o no de dicha expan-
:·L Debe significarse, con lodo, que esa situación de IJ teoría elel cielito la ha- sión. O, lo que es lo mismo, que la normativización no comporte una desnatu-
C'speciJlmente apta para afrontar nuevos fenómenos. En particular, par,] ha- ralización que hagJ de la institución en cucslión algo irreconocible.
(rente;¡ aquéllos en los que están clUsenles la inmediat·ez espacio-temporal
la visibilidad de los casos clásicos. Las teorías normativas muestran, en efecto, IV. LAS INSTITUCIONES DE LA TEORíA DH DEUTO ANTE LOS CASOS DE
l'speci;lI cJpacidi.lcl de rendimiento J. la hora de construir ({equivJlentes
DERECHO PENAL ECONÓMICO
JI de 1í.1S estructuras clásicas, ampliando el alcance ele las categorías

Por las razones indicadas, los casos de Derecho penal económico-empresa-


rial no hallan U!las instituciones dc la temía elel delilo refraclarias al cambio.
Sin embargo, dehe tenerse presente el riesgo de incurrir en un hipernor-
Por el contrario, en general encuentrJ.n instituciones en trance de revisión. Así,
que redunde Cll Illero formalislllo J la horJ ele aLribuir responsabili-
tales casos no hJ.n hecho sino intensificar ese proceso de revisión. Por ello, en
El problellla es, podría decirse, el de la "expansión de la teoría del deli-
general, su resolución no esta provocando frJ.cturJs relevantes en el seno ele las
t·, Sin C'lllhJrgn, ,11 respecto dehe indicarse, por un l,ldo, que el norlllativis-
instituciones del sistemJ. Como se subrayaba !llás Jrriba, sí eS necesariu, con
no produce necesariamente una extensión elel alcJnce de IJS categorías l-:'
lodo, tener presente el riesgo de una desnaturalización de éstas. A !llero título
de ejemplo: sería preciso valorar si una normativizJción del dolo que lo acabJ-
ra redefiniendo como (dnfrJcción de un deber<·~'1 especialmente intenso de co-
nocer)) compona o no unJ definitiva desnalurJlización de aquél.
III (·Ir·. RI )'·1'.,\1·, "Cln!Jalc Fin,ltlzkr iSL' - QUl.'lll'1l 1ll(···»).!,IIChl.'r Straibdrkl'ilsrisikelll>, e11 S( IIU,,'! /l.1:\~,.'
¡H,.,>g.l, /JII' SI',;u'l1rH'/",'"IIi<-,n (J(/I'/" g/n!J.l!u/"g,lIl[sir'rlc' 1,:rilllll1,lIiUI~.
-;(Jgr'¡¡'llll¡ll' /[I),II)"·/,,i,,('

Flt.rlin, 20!(), p,ígs. 41 \. ss.; S( tU ~~I.\\,\~Ii'. dJie <¡()gen,lIlnlt' Finan1.krisl' - Sv<;tl~n1Vers,lg('n oclvl 1. Procesos de cambio
glllb,l\ org.1nisil'rte Krimin,dil;-¡t(,j. ('11 El \\I~.\\() 11-II·Sg.l, Die .,>()geoalllllc> f-illdll¿kris/, - SVSU'n1I't'I·
l.rgt'll nl!t'! g/()h.l! org,lIli'iH'l"It' !\nmll1,lfr¡:it:. Ikrlin. 201(), p,igs. -:-1 r ss .. En su dí,l St' Illl' qUl.'- 7. 1. La causJlidad
t!t) gr,lhildu un Urnlt.'nt,lli() de 111.'1·Il,udn Feijn(J en el sentido dI.' que l;lS c(}l1sider·<lCionl's qul.'
c'l) 1m dll()S ()clwllta se eú'cluah,lIl a propósito del delito con!,.,l el medio .Jlllhil'nte, ahora tie-
IWfl IUg¿ll· llJll 1"('sjJl'c[r) ,1 la nilllinalirtlt! fin,lIlcier,l. Así. es s,lbid() que Schlinl.'m'lIlll viene
·1. Ya hace algullJs décadas que el concepto de causalidad, como vínculo
~IJsl{'nil'nrll) ¡¡lit' ¡·,I delito t'Cnll'Jgicn Cll11Slituvp un «roho ,1 I;\s gc'neraclones 1L11UI".JS.', Resulta entre conduclJ y resu![ado que expresa unJ relacióll de necesidad con arreglo a
~igllil"ic,lti\.(J qUL' el vÍt:l.'prilllcI· ministro bl"itcinico, el li!wr,ll Nick Clcgg, sviial,)I",l ,¡j inicio de la
pcrr ('IKit·m pnlítiG\ de' la ,\ctu,ll nisis fin,lJlCic',-;¡ que ',~I',.í,1 un ro!m genl.'r,lrio!1a! no reducir 1.'1
¡ft;li!'!l, 11'11 el rlidl"io EL ,\1UNIJO, 12 de jllllin de lOIO, peíg. 341.
'), (Jut' nlllstillliri,1 \'1 dill1t.'n~;itÍll dng11liític.l -por cierJ(), pendientc' de estudie¡r de [orl\1,1 (Jrrlcna-
(\,1- de' Ll 1'\P,lIlSil·lI1 gl.'llC'r,,1 dé' 1.1 Icori;¡ del [k,lito. S()hn! 1.1 kndencid ,) b (:'xlensilln dt.' t,]~
¡-,¡tl'gIJl"í,h t!1)gm,'ític.Js LU1l1U ¡'Ollsccul'lll"id de los C;ISOS dl' Dl'rccllll !wll¿d l'conúlllicn, ctr. 1,20) Corno pum' {k: relievc,.l mero titulo ejemplu, la ¡]{)clrin,l (lL' 1,1s ,,1rJrmas nculras eh: ifllt'I"\CIl~
,\\1 ¡ ¡ 11 ',\ !1.JI:I .. ZUf I\.l'ichwl'ilt> inllividuelle'1" slri¡jI"1.'I~hllic\¡c,. VC'l"dlltwortullg i1l1 Unt¡'l"!ll'h1l1cll tÚI ción:>.
¡:¡'hh-t'rh.lltr'l1 \·O!l ulltl'JSklltL'IlI\\itellh'itCn1O\. liS 11."WI !¡, p,ígs. l ..!.! 11., ¡~:l. 121) rvlcj(J1": de un,¡ (){J!h'gell!J('il.

~) LA LEY © LA LEY et I
Silva 5clnchez, ]csCls~tvlaríL1 Teuría del cldilo y Derechu penJI ccolltJrllico-cmpres(lrial

de {'xperiencia cienlí(ica, liende a revisJrse C.'. Pues bien, IJ,élrece clJro cial en Derecho penJI, acosturnbrdclos como estalllos J l'stahlecer vinculacio-
1,1 irrupción progresivJ del Derecho penJI ('11 el Jmhilo económic()~cmpre­ nes conducla-rcsll!IJdo que permi!en (llllcbr 1~1 rcsponsJbi!iclJd en sectores en
h,l ido ,lcL'nluando esa revisión. En el mundo de IJ empresa se plantean los que, desde luego, no puede hJhl~lrSc de CJLlsJliclllcl en el sentido determinis-
frecuel1cia problel11as de causalidad, clacla la cOl11plejidad de las relaciol1es ta del término (J modu de l'jemplo: E'1l la inducción, en la Jutoría mediata, en
posibles (aclores causales y sus eventuales consecuencias lesivas. Las no IJ estafa, ctc.),_'I,. El punto ele p,Jr!iclJ del camhio de l'nlnque es la convicción de
siluaciunes de dud,l que se suscilJn enlre los perilos-científicus a que Iz¡ lllisión elel juez no es la de explicJr)' prcck'cir ~propiJ ele los cicntíficus--
del enjuili~lllliento de casus de especial complejidad abren entonces sino la dc cumunicJr rdaciones de sentido-'-
,lmplio espaciu de aplicación de IJ regla procesal de IJ lihre vzlloración de
prueba por parte del juez. Así, éste, pese a todas las dudas de lus cienlílicos¡ 1.2. El riesgo jJermitido
(i) mostrL1rse u_JIlvcncido de que en algllll lugar suhyace oculta la causa-
o IJien (ii) reaccionar a la situación ele duda de la ciencia aplicando el l. LJ ligura del ril:'sgo permitido se encuentra Jsimislllo sometida a imporlan-
) jurídico in c1uhio pro (C'I) y negando consiguientcmenle la causldidad tes revisiunes'-'II'. Ést;-¡s gUJrd~ln relación con la ubicuidacl del fenómeno del ries-
La primer,] npciún, sin emIJ~Hgo, requiere una (undamentJción nlalerial. Esla go en las precisélllll-:'llte denominadas i(sociedJdes elel riesgu)) y, por tanlo, con
venir ebcla desde dos perspectivas. I'or una parte, se planteJ IJ suslilución su tránsilo de la margill,llidarJ J 1.1 centr¿llidad del sistem~l .":'. I\x Ull lado, se
1,1 relación de Ill' ccsidc1d pur una relación dc probabilidad '2-\. Por olro lado, tr~lta ele establecer con claridJd lu(íl es el alcL11Ke de la vigencia ele la ins!itu-
prupOIll' qUl--' 1,1 propic1 ick'd ele CJUSJlielJd pJse a entenderse en términos pro- ción del riesgo permitido, delill1itJnclolo de otras próximas como el riesgo per-
u sociales !;. Alg() qUl', por lo dem¿Ís, !'lmpoco resulla una novecbd esen- mitido condicionarlo n el principio de precaución. Pur el 011'0, de determin~lr su
relación con el Derecho Cldminislrativu propio de los SE'ctores regulJelos. En
ambos CJSUS, la incidellcia de los casos elel Derecho penal ccunómicu-cmprl'-
sJrial es determinante.
l_!t-, 1.1 Ih'~lTipCÍl:lII crilica (le' k, (;1",111111, ,Dil' FeSl5lellung (le'!" 1\,l!.I~dlit;il im Slrdt'prozef~',
{,ri/\ i 1)1);-, p,igs, 2 I 1 \' ~;s., 2 \-1, 1. iLlI1d() ,1 V, JI r, ,V'i/I. 1\)!)h, p,ig. 1(Ji. IO/l, 1'11 pi ~elltid() dr.' :z. LJS frontcrJs que delimilan el riesgu permitido de otras instituciones próxi-
qtJt', ¡¡,ljO UIl ropdje proces,d, I() que lil~nl' IUg,l!" es 1I11 cdl1lbiu el1 vi UJllCl.~pl() dt' cdllsalid,H!.
1'11 ('Iqut' 1;1 pl.1l1sibilidMI sll~liluyt';¡ 1.1 llL'u'sidtlfl. E~ dc,t'i¡', qLll: sC' pn~scindL' de un,l ley gene-
mas distan de t'slJ!" c1arJs. Asi', del riesgo permitido debe distinguirsE' el riesg()
Ld!'n 1.1 qUé' ~uhSLll11ir 1.] CdUS,llid,lrl individu,l!. COI1 lodll, IlIJ flW P,ln:Cl' ,ld¡llisihlc' qUl' ~l' 5l'- cstructurJI () sist6mico :11; estC' CII!imo en realidad 110 puede ser prohihido (por
¡'hd!' qll(', l (Jll L'lIo, los dl'litos dI' Il"-,illn Sl' CIl1Wil'l"l!!11 C'11 delilus de pelignl.
('11', \,,1 !--JI 1\ 1-1,:, ,', Di{' lr,lditlollcll(' Slr,,!rcchtsd()grnalik "m 111'Llt'1l Hcr,luslnrderllllgen: Prnhll'l111'
dl'1 SI¡-dlÚ_'I-hllinll'll p¡'orluklh,ütung", (;... \ 1!jL)(), jJ,ig:,. I()O \' SS., 1()1'j.
1\'lil'"U, <"~I,llisliscll!' I\,Hhdlil:il" ill1 Stl-,llrl'chl? .. l'l1 rl'_~IS(-hrlII (Ur /':OfC!l1 '\'//\'.1/,11\',1. B,ldl.'n-
¡-¡,ldl'l1, 1<J')'í, p,ig~. -l/U \' ~<'., 1-1')\)1" C,I ¡(¡!ji), p.igs, ¡(¡q \' ~~,
(261 jlc'~c' el que no S1-',l illll~lI,d (ji, h,lhlM <1(, C1U"dlid,HI p.,íqui( el, P,lI"L'CI' CIMll qUi' .1qlli SI' Ir,II,llh'
,\\11\' lIM,lllll'I1I(' 1'11 1.1 STS d\' 21 dc' ,1hril di' l(jq.~ IC,]',() cll'¡ ,w('itp dl' !."f)!¡,ll, Fn 11)(ln (",150, l'~ mntivo1Ci('lIl.
/171 En eslo1 lílll~,l de 1,1 t'\i<;II:'I1Ci,l dt, difc'l"enll':' ,Cc'\vissheilssl,ll1llo1l"ds" l\l')III'-., rl',H~('n
illlporl,lI1It' ~ubra\"lr que 1'11 clb Sl' pl"nl(',l ('j jlrnhll'lll,l de' 1,1 r,lIIS.1liddd !lo como UIl Cllllhiu
V,1 ('/m'l

!lvl (OIlCC'pll) ~LJ~I,1I1tiVI), ..;i'HI ("()ml) Ulld (Ul'~li(')I1 »1\)('(,,,,11. Hit! h,} de d('hc'rs(~ ~in dud" ,1 qul' str,lll-iy!ltlicfH'f) I'/IH!uf'¡/¡,1{tul1g, FI-,lIlkturt. ¡ ()WJ. p,ígs. ()!) y ss.
(,1 dI.' cdus.llid,HI I'S un cOlln'plo dl' lll'clHI, \' por lo ¡,mio no ,lCu'siblc' ,1 ¡,1 C-,lS,lci¡:JI1, mic'IlI¡-¿IS 121\) CfL p,\I~)'nl"S C\',1 \<.'1 )1', El I'i('\~() fll'¡mitic/n l'll 01'1'1'('/)1-' rll-'Ildf, Madrid, 1')1).1.
que' pi TriblJll,ll SUI)¡(~l1ln si plH-'de ('nlr,1!" Pilla l,lZOIl<ilJilirbd de 1,1 v,dm,It"Í(ín di' 1.1 Pllll.'b,l l2LJ) elr. 1,1 uhr;¡ c:,cIKi.-d de PVIl"i\I"lI! SI¡,lIi('ch¡ unel P',isif,n, ¿11I1i'I'I'uc'{¡un,!.if'll ,'"111' r:ri,'I' \IJIl _\lr,l-
L'lL't-IU,HLI 111)1" (,1 Tribul],]! dI' in"I,IIll-i.l, 1,1 id(',l qUt' ,K,lh.l dl.ogiL'nd() vi TS l'S qUl' los (:'sl.ind,l- lipcht uud r:rimin,¡!¡lIJlitif.: il1 ih'f l~i,;i/.:()g('sd!sch1Ii, ¡:¡-,lIlUurt d.tV\., ll)lJJ. Desdc' el pUlltll de
I,_'~ ti!' ('('rll~Z,l r!l' ).-h Cil'llci,lS Ilillur,llC's \' del I){-:recho pen.ll, l:UV,l misil'JlI ni"! cs e\plic,lr \' 1m '. vi~ld rtc, 1,1 ICUlid de Id jLl~liLid !ll' 1~;I\\'b Y 111('llldu eI!'1 ,\'clo dc' b if4l1or,Jllt-id' kl',PI¡il',II:,
Ih'Lir, sinl) dllihuil' I't'SPOI1'i,lhilid,ld, IlU(~(h-'11 ~t'I-I)l'r¡'l'ClJIllI'lltl' ¡Iistinlns, C(r. las pIISicinl1f-_'S e'1l- Ü!dUÍJ/{'S Ri~if,:(J /1/1(1 SI JI',t.:I:-,ll'iwi(/¡ i,i4keil, (;,·1 1(j!")-!, p,igs. 11)7 y ss,
11I'I1I,HL1~ 1'11 (,1 ,\!1;ilisi~ ¡j(, I'~t(' L,1St) l'11 IJ-\I\ILlI', LV,1 \<II"j!~1 )IWlt;¡ TI 1\\11:'.1 ,.,IS, U C1S0 ¡/¡, 1,1 ¡ lO) 51[[1,\ Ciu-',Ii/i,¡ l' !7lur!erlliLl_ L.1!J/OII:'.!i()IW ¡!l'lf'inll()O'lltl' l' 1.1 /LIte/d d('!I(' l'il/il11<-', 1:' C'¡I., I\\i-
,nl.',1. fl"'PU¡h,¡hilll!,U! flt>Il,¡/ ¡JI)! /Jnh/lld¡¡, ,¡¡luth'f,II/lh ,) ¡!I'¡('I-¡UIJ\()'. \!,lll'l1l i,l, ¡(jl)'): C;I\I I,mo, 20(H, pcig. 112, ,!ludiendo ,1 loS '.I1lI'L-,1I1is!llo~ dI.' UI1 siSh!I1l,1 CCllIl(')lllic() qul' SI' dl'S,lHIJ-
111" \; (JI"IHII, Ilogl1l,iti(,] IH'I1,11 ,11r-'lll,¡n,l: UIl,\ {"IJ()sil:i¡'lIl" ('11 FI
,1..1 Illl1i,,¡(')Il ill\pnlpi,l l'll 1.1 llan lihrelllL'lllv" ,l los qul' cOlllrihu\,(' l()do t'1111lllldIJ dt' !Ol'1n'-l I1ldym () mCllo!'. Ddw suhr.l-
\11',11,1.11),,11")',/.lt'fJ,¡!I", ,\LHlrid, ¡qllq, Ihíg~, 2')7 \' ~~" 12') \' ';~.; El ,1\h,,\ll, ;Ll~ l:',-:igC'llCi;IS varSL" 1 1111 tildo, quc' Id 1'\.pre"il·1I1 ,)'il'"g() 5is[¡~'l11iCIl" ('S ,1I1lhigu,1. Pur lIll 1,ldn, designa \'1 SlI-
d()gI11,ilil-,1S IUIHL111K'lltdk's 11,ISI,I ,1I1m,1 \'igt:llll'5 dI.' un,l P,Ht(' gellC'r,ll S(JII idrilK\lS p<lr,¡ S,llist,¡· pUL'stn el1 quc' l'S 1'1 sisll'l11,l en su conjunto t'1 que gl:'IICr,l vi I'ÍL'Sgll: por otro 1.1(111. dl'sign,1 1-,1
1 ('1" 1.1 dl.llI.ll "illldl"i¡'1I1 dI' Ll (lilllil1dlirbd. dI' Id I11I,dicil'lIl dt' L11H'1l,1 V dl,1 ~i~Il.'Ill,l di:' ~,lIlcill­ supuestll C'11 qUI-'I.I inll'rvI-'llCil·1I1 dl'l (l('rl'c!to pt-'n.11 ~l' Clllldi('inlli!.I qUI' 1'11'Íl:'sgo trd~cil'lld,1 lo
Ih,,,1 Inl'( l' I q<JlI, p,igs. :;1 \'~;';
iIHlividu,¡[ \' ,¡!t:;If1II';) 1,1~ {lJllflicilllH'S dI' lll,llltl'l1imif'lllt¡ <Iel sisll'll1,l t'11 ~1I nJlljllnlll. Ell ('S\('

(O LA LEY (~) LA LEY ~IJ


Teorla del delito y Derecho penal económico-empresarial
SilV,-l S,:ínchc'7., JesLls-María

saprobado~ es, pucs, la dccisión social central ,(1,. Ello pone de relieve, pUl' lo
tampucu podría ser permitidu), sino sólo gestionado. Asimismo, debe dis-
demás, hasta qué punlo todos 105 tipos delictivos Iy no sólo aquéllos en los cl,í-
elel riesgo permitido el fenómeno de la acumulación de riesgos separa-
sicamente se eletectJbll Id presencia de elementos normativos) son cOllsustan-
insignificantes. Pero en particular conviene tener presentes las diferen-
cialmente normativos. t\hora bien, la determinación del riesgo permitido no es
existentes entre el riesgo permilido J/ el riesgo permitido condicionado. Esle
precisamente íacil, como resulta posihle advertir en los CJltimos tiempos J pro-
imu e's aquel mecanismo de permisión de riesgos especiales, en cuya virtud
pósito de supuestos vinculados con Id crisis financiera '':-!'.
l'Xl:lusión de responsabilidad se pretende concliciuncH a una posterior actUJ-
prudenle de! sujeto que obra en riesgo permitidu. Expresado de otro mo- 4. En el caso de los lipos cun(¡gurddos como leyes Denales en blanco, parece
aquella institución en la que la permisión inicial de la conducta es cOlllpali- claro que la permisión Jdministrativd':J! de un riesgo conlleva un espacio de ati-
con la responsahiliebd en comisicin por omisión del sujetu por los resultJ- picidad penal por riesgo permitido. Pues, en electo¡ en tales casos se cede la
lesivos sobrevenidos (injerencia en virtud de actuar precedente no resolución del conflicto inherenle a la tipicielael a la Administración, en lugar ele
¡jurídico). I)ues bien, parece evidente que en el Derecho pen.1l de la clllpre- efectuar IJ ponderación el legislador () el juez penal.
pueden converger, junto d riesgos permitidos en sentido estricto, situaciones
·tenecientes a una cualquiera de estas instituciones Iimílrofes. Como lambien 5. En los tipos que no licnen esl;} configurJci6n de leyes penales en blJnco,
es que el principio de precJución, cuya incidencia sobre el Derecho penJI es cierto asimismo que, hallándonos en sectores de Jc\'ividad regulados por el
esL:í pendiente de vJloración, hJ de tener en el Jmhito empresJriJI uno Derecho ac!minislrJLivo, IJ determinación de 1(1 exislenciJ de un riesgo nu per-
principales ámbitos cle aplicJción 11. En tocio este sector se clJ, segura- mitido pasJ, en buena mcdiela, por la cnnslalJción de la infracción ele una dis-
LJ Ilecesidad de introducir IlUytX claridad y de efectuar ulteriores distin- posición general (legal () rcglamentz¡rid) o inclusu de actos JclministrJliv()s. Sin
embargo, aun en estos sectores deberfa rechazarse el eslJblecirnienlo de un¿l
relación biunívoca entre la inlr<-lCción de clisposiciones adminislrativJs y la aíir-
Ya Jnll'S se ilJ suhr;lyaeln que en las snciedJdcs del riesgo el fenómeno mación ele 1.1 existencia de un riesgo penalmenle relevJnte<ll>l. Cabe, por un la-
nJI no ('s el riesgo, sino precisamente la JusenciJ ele riesgo. LJ determina- cio, que se infrinjan aquellas disposiciones y no pueda JíirmJrsc la existenciJ
rle cUlíl es el riesgo permitido·I.'1 -por oposición al riesgo lfpicalllenle de- de tal riesgo jurfdico-penal :-,; viceversa, cabe que no se infrinja dispusicirSn Jd-

(33) Y nu Id clL' si ha\' 1_lL'ligro () I1U; {) 1,1 t!(! t.U¡íI110 1JL'ligl'o h,I')'_
l'iltilllll ~l'lltid(), \_¡"I. I'-\I~illh ( \\1,\:-,11:'. ,.I\iesgu y P()!ítiLil crimin,l!: Id sL'leni('lIl dL' bielles iurí-
(34) Cfr. Su liXJllI 1,:, ,.jJ,b vrl,whtl.' Risik() im B;lI'lkgescll;ilt cllll Ik'ispic! clL'I' Pflichtwi(lrigl,cit \,(JIl
dil lJ-pc'llcllnlL'lltL' prr¡tl'giblcs d tr,l\'c"s tll'l cOIlCL'plu ¡](' ril.'~go ~ist{'mico',), l'n D\ A(,I!,\/[)u,..\Ii~­
A8S-111\'l'stili(Ult'll im V(Jdf'ld dt.'I' Fin,lllzkrlsl'" 1'11 KI-.\II'I-¡Ll'l)rH~~I<,;¡Vlllf: {Hrsg.l. ()/,(JI')(JI)lIt'
'.1 I.~/L \1:' 1,\ :\\\.\1)( J/HIIlIILl-:Ll 11l/I~H .\',1 ,;~ Il'tlS.I, Ld )l\~Ulid,Hl en {,¡ _ i(¡¡-ie'c!cld (/el I¡~'-\~O. Un e/c-
versus I\echl im '-Inmznldrk/<:, 11er!illil-l!lstnn, 2()j 1, p.ígs. _')l) y 55.; ¡'VIl;IIII-"J, "Rechl!¡dlL' CrC'll-
hll(' ,llm'l/n, I'¡,lrcelona, 2()O,1, págs. q I )' ss.
Len dcr Uplimi{~rlJng-d;¡s gl'sdlschatl~rccht¡ich c'rl.luhte RisiLu " ell k¡ ,\\1'1 ¡ti 'llIlhS! 'iN( JI 1;
, \jl Subn' Id~ [¡,_lSL'S I¡¡()s¡'¡ticd~ dl.' cst,l idea, dI'. CI~I? LiS Illel/as J-ldSdd,JS ch·1 IJ.lS,i{/u, Irj¡~lllh/.Jd.
(Hrsg.l, O!..:()IlUlnic' \'I'r,U5 /\("I'hl im l'illdIlXtn,lf!..:lr, pcÍgs. Wí y ss,
!1·-;!,UIlS.lhi/itl,H/, hi:,/uri.l, n,lr(eluna, 2{)().), p~ígs. 112-1 JJ, cilando el ¡--¡,ms IUIl,lS: El podl.'r cl(1~
LIS) Debe dislinguirse entre Ius CdSUS dI-' permisitín positiva IpCl'lllisi¡:1I1 ¡'1.It'rtl.'l pur parl!:-' dl' 1,1 nor-
quil'idll por 1,1 hOlllbrf:' CUnll'lllpUrJIlf:'n detl'nninJ que estemos uhlig,ldos ,1 1)[:,115,11' ,1(erCJ ele
ma administr,ltiv,l y los di" 1ll1.'1',1 "I1U prohibición;' Ipermisión dl>!lill pm dich,l norm;ltiva. Eslo
Lb UII1~eCUC'IKi,lS rClllutds dC' nuesll'a~ ,lLci()IlC'S, :\hOl"J hien, h~iI)ir!d cuenta de 1,1 dilicullLlcl
{¡Itimm pUl.'dCIl, ndtul'alllll'lltt', cnnrlul ir ,1 tilla slllucit'J!l divl'rsd.
P,ll.1 (Jll'>I.'guil' vsa rcprl'SL'Il(,lCi(ín (Ir:.' IU5 IAectos I'elllulos, h.ly quC' d,H prinrid,HI .1 I()s prunós-
(36) Sobre clll), I(l'llL!I'II, ,-Die Verlc'tzlIng gcsetzlíchl.'l' SOlltll'n1llr1111-,n 1I1lf1 ihl'e Ber!I-'lIll1llg ((11 dic'
liuJ~ IIl,dll" ~(JI)rv I(h hucllos.
Pl'S(' ,1 <¡Ul' ,>t' pretl:'lllk' electu;¡r vi ¡uie io de peligru -1,ll11hil'll l,1 de I"Ícsgo pvrlllitido-.-, dcsdv Bestilllllltlllg del' SlJl'g(,lltspflichlvcrll'lzung', en restschrill IÚI' 11. 0110, I\i-iln, 20()~< p,lgs. \: ~
UI1;¡ P(-'I-~pvcliv.l plIl-dlm'nll' I.'X ,1111(', lo ri(-'rl() l'S qUf.' Sl.' Vl' inlc'\'it,¡hll:'llwl1te c(JndicitlncHlo pe)) y ss.
I() que' (il1,1I1]\t-'l1lt' h'-lY,1 suu'dido t'\ posl. hIt' (PIlC'H1lL'IlU de') dl'Il(llllill.H!O hinds(u,/¡l hi,l~ dvl n 7) Api'ncll!f!l11cllte ell (Jll'n scnl ido, 1' . \),:11 JI s c: \~ T\::;! L'" "Limites d(' 1,1 I'i!sp()ns~lhil id,HI PCIl,,1 indiví-
IU;ég,li[¡JI' ~(' 11,111,1 sulicil'I1ll'l1'll.'llk' .1I1,1Ii;,ldo ('11 Id ~uci()lugí.l \' en 1,1 filusoÚ.lll1or.l1, pero t,ll11- dUdll.'ll SUPLH!Stos dl: cOmerL'iilliz.1Ci(:1I1 dc pro¡[ucJ{Js dell\ctuilsns: <,lgun"s nbSl'I"V<lCiiJl1t:'~ ,H"C'I'-
hit;11 \'11 !1C'j'('L'h() IWlldl. el!'. pOI' ejelllplo, L¡ 11,\\\'-,:" S()/i¡¡/oglt, dl':i Risi/,m. Berlín/Nt'\\' Yurk, Gl del "caso dI.' \;1 (,01",1"" P(J<!CI !w/i('idl _I_l, 1!Jl}·I, p,íg'>. ,12 1 Y SS., -12'): '.-Sl' t'n/iende (jUl.', 1'11
principio, quien clImple' con las disposicÍllIll's administrativols l'1l l'slos ,ímhitos ¡de c()l1dut'l,lS
JIJIJI, p,ig. 21; 1\1.'llIil>, lur J-'rohlc'11l.1lik dvr n,lChtrjglichcll L'\ ,lllle-BvurIL'illlllg im Slrdlrcchl
peligros"sl h;¡ de quedar !¿lI11hil}n exento de Iml,l n_'spuns"hilidad iurídic", incluso ,1UIHllIL'.
(Iml ill tlc'l ,\\tJ)-;II', 1.'11 ]L't,iI';/¡\-\I.IIU:-DIIT¡/NTI, \\.-\'<>1 il-lrsg.I, I-.!t.'cht UI)(I ,\hlr,JI, I.LHk'n~L\,lllcn,
COIll!1 COIlSI-'CUl'I1Ci,l {le Ll ClJildUt-td, SI.' ,K,illl' P(J!-llnHlucir lIll I'csull,HItI (liwaliustI"
l' JI) 1,p;igs_ \,1 1 \' S~,; l'lell 1\\'11./ .'lILIlÍ! 'eh! lJllill\I\t!,u, p,íg. 107',

(f) LA LEY © LA LEY 4:;


-1
:1
I
Sil"LI S,ínchez, )l'sús-!V\arl,l I¡.~·
-:(: Teoría del delito y Derecho pena! económico-empresari<ll
1"li:
,11PUllcl
n .v, sin elllhJruo, h
deb(l a(irmJrsc la exislcnci¡¡ de un riespo
h
I'u- Ir,.}:.·r conjunto de reglas (técnicJs) de relerencia. Ahora bien, el «eslJdo de la [écnic<l
dE.'SJprnl.1acJu parll el Derech{) pendl. 1;;' o de la ciencia» en un determinado sector de Jctividad es definido por ICl co-
I munidad técnicJ o científicJ respectiva. La remisión desde el Derecho adminis-
ji'
1.,1 primera de las dus afirmJciunes dnteriores se debe al principio pnlíticlJ-
trativo a esla instancill supone, pues, dt' modo explícito, ICl existenciCl de espd-
I de sulJsidiarieebd eJe! Derecho pellal. Según éste, I1U cualquier illfrac- cios de autorregulación en los sectores de que se trJte d '!'. En (("!les casos, In m~ls
ele regulaciones ('xtrapena/es c/l' concJuclJ, sino sólo eJe aquéllJs que rt~v¡s­
que puede hacer el Derecho adlllinistrJtivu es regulJr la autorrcgulJci(Sn, ('s de-
Ill,ly()r c'lltirlad ~! se hallell IllJ5 illllledialcllllC'nle vincular!.1s J lél protección
cir, fijar los procedimientos a través ele los cuales se ¡ija "el estaelo ele la técni-
[)ic'll jurídico indi\.!idu,ll eJe que se (rllle puede ciar lugar J IJ afirmJción de
ca)1 y el modo en que dehe expresJrse. La aUlorrcgulación no est¿í en este, co-
I"iesgn pC:IlJllllenll: desaprohado. L~l segunda, l'll CJl1lhio, lielle qUE' Vl:'r con
mo en generJI el1 ningún sector, exenta de ricsgos: a IJ pérdida del cllrácter pú-
prohlolllcl específico de I¿l regulación acJll1¡llislr~lI"ivJ en Jll1hilos cJr"1cleriza-
blico de la regulación cabe allJde su posible uLiliz<lción espuria C0l110 medio
pUl' su gr<ln cOlllplejidad y sujetos <1 un Gllllhio permam-'nle. En ((lIes seclo-
de eliminación de competencia, ele. En efecto, el establecimiento de rcgl,Js téc-
n() ('S posihle' deSc,_lfla!" que' la regulación adminislrativa ot"rezcJ l~lgUIlJS!
nicas muy exigentes puede constituir el medio ;¡ través de! que IJS lllultinJcio-
l l'S, Il() pruhíh,.l de'll'rmin,lrbs conduclcls c(}nsicler~ldas pdigrusL1s y;l ell el
nales eliminen del rnel"CJdo <1 peCjuerlas empres<ls, inCJpclCeS de una inversión
I1lcn[() de que 5(' dic(,lr;.l 1,1 110r1l1J. Al igual que lJll1pUCU cabe Ck.'SGHI;-¡r que
tan elevJ(1J como requieren IJS reglas fijadas por el lohh)'" secloriJI correspon-
l·c'(erid,l rc'gul¡lci('lIl h,]~';l querlJdo ()hsolela <lnle I~l evulución de 1,1 cienci,l y
diente.
Id [(lClliCl y, p()r lo mism(), 110 prohíha cnnduc:t<ls quC', sin emhJrgo, resullen
1.3. Las conductas neutras ele inten'c'nci()n
l. En I"L'SU1ll('1l, t'S cil:_'rlo que, l'll sectures regulados, IL1 OhSL~I"VJcklll ele que Sl'
infringido unJ dispnsici6n administrativa puede ser Ull hUl'll indicio de la ·1. Una de Ia.s doclrinas que en los Cdtimos tiempos más hJ conmovido la
iSlt'nci,l de un ri('s.~() pen,llmcnle desaprohado; del mismo modo qUt' cahe teoríJ de las forlllas de intervención en el dclito hJ sido sin duda, la ele las
I~l ()h':.C'lvación de qUl' no se ha infringido disposición algunJ pUl'eb c()nsi- ((conduct,Js neulras). Resulta, a este respecto, sobradamente conocida IJ decisi-
un indicio eJe IJ inexislencia de un riesgo penalmente relt'vJnte. Sin va contribucióll de Jaknhs--III'que, sinléticamente, pone de relieve que si no exis-
Il{l puede c'xcluirsL' In conlrario l.'!. te infracción de un dcber especial, !J lllerJ cJusJción o fJvorecilllientu activo
de la producción de un resultJdo no puede conducir J su imputJcirJn al agente,
C()1l Iodo, C()llvil'lll' [('ner prL'sente de modo adicional que con frecuencia aunque éste obre con pleno conocimiento del alcance de su conducta. Sin em-
ntllTll,-lS cldministr':llívJS omitcn pronunciarse sobre un determinado aspecto bargo, a mi juicio, precisamente esta figura es lllodélicJ pJra poner clt, relieve
nlvido riel legislador, sin ir m,ís lejos) 'JI, sub!"t, todo, quecL:1Il obsoletas fren- cómo un;) institución en trance de revisión recibe un impulso decisivo J partir
al r!c'sdrrolJo de lel ciencia y de.' 1..1 técnica. Ello resulta especialmente pJtl'nle de su consideración J la luz de los casos del Derecho penal econóll1icu-L~mprc-
1,1 pl-'rspeClivd del Derecho penal económico-empresarial. IJ or este moti-
Il{) s{)n POC()S I{)s L~lS()S l'n qUL' la nnrm,ltivJ adminisll\ltiva renuncia a csta-
un crileri() regulalivu Jutónomo, limitlÍndose.1 remilir al estado ele la léc-
EII() tielle' 1,1 vl'ntaj<l de 1,1 lll¿l~'{)r precisión y perlll<lncnte acluJlización del
U'J) Cfr. M(J:<I \'.I!~ h¡,-,\:-,llI/, ';b (l()sihlt, c()nfiglll·ar Lllipicid.ld det dl-,Iiln ('culógic() ,III-'\\"{·'~ dc'
lds ¡Ul"Ill.l~ de clLllnnt'gut,-lCkl(l~", I Jid/in I.a /.(-'\ . .-f I B (2()IOJ. pjgs. I y ~~.
(-10) EIl:'i(~lllpl() qlU! h,\ hc'cho \·('rll'I·I·í()s de' linlcl h,l sido (,1 conncic!u Ulll\(J "lclSO dl'lldll"l.Hl'I·()' lO
r¡\ (''-1(' ·;('\111(11) Il() il'llgl) ill(-{1l1U'llivI111-' t'l1 ,¡n'))!.\!" Id Imlpuc'Sld, .\lgt1 IlLis )JI"!'{_iS,l, ¡le' ){lllIll 11. "Il1f-'serCJ') 1I 111()/O·. SL'gLÍIl los lh()~ lingliistir.-!)S dv I()s divL'rs{)~ lC'rrilmius dc' ¡lelbld hi~p,lIh11.
/ ',1 ()I/u. p,igs. 11\;-- )1\1\, ~('gül1 I,} t 11011 1.1 illlr,H.ción dc' nmmas k'gdl('s {'XlI·,lpC'll,¡j¡,S t'~pt'(I,l- Pur I{ldas Slb ul)!",1s Idcrid.ls ,111Cllltl (1t':i(le ¡lJIU. et!". j\Ll>li'. Le] im{ll/t.lcil¡n ohj('llv,1 [-'11 ,-)¡>/(,-
1(,<, ((Jldl{'\,l. pm l"r'gL\ c;l-'I\t'L11, 1.1 dpn'ci,lCi(Jll de 1,1 ill¡"rdC¡-¡'·lIl de! d(!hl'r de clIid,HII) pl'noll; ('1) cllO flL'Il,J1 «I",lel. C1IlL"i() 1\\c'li,íl, M,1dl-id. I qlJl), lu,>_"II/¡ y p.ígs. 1.\ 1 Y ~~. CII". l'l1 1<1 ¡[odrilld L'",-
I ,llllbl(l. (') nlIllplill1il'l1lll ¡J(l dich,);, Ilmlll,lS ~l-ll() svri,l un illC!ici() dl' Id !"(',di/dCi(Jll dv lIl) ('UI11- pal-mla, t~nlrL' (¡lros, 1-11."·';( (1 el )liIJlI~I), !JIlÚU', ,1 Id {Jdrliclp.lci¡ill (ft'{ir 11,,1: I.,L<, <lCc-jUll!'_" I¡¡'/I/f,¡-
floll.ll11il'nlu )K\l\dlllll'lllt.' cllid,){ln~(). Ello Se' Ir;Hluciri,l (-'1\ und di~lrihllCi(·lIl di\'C'hd ¡[l' 1.1 c"dlgd (es), /" COO{J(-'fdc/ún ('111'/ (Idilll, CI,llliHI,l, lO()I: L.\0-11\ C( )Iil )'dl/,\, 1_.1 (()¡))f-llin·({¡¡d {{('Ii( til'.! I'n
.1(, ,lIglll1ll'nl.H"i,')n ('11 UIHl \ oliO c',l~O. Id .-wl/u·rI,lI{ 1,1/JUr.¡{ '( ,¡Ii¡{jdlld·· C;ldllddd. "~()()2.

-! (i;) LA LEY (O LA LEY 47


Silva S,ínchez, Jl'SLJs~I\\aría Tc'orla del delito v Derech() penal econl:Jmico-¡'Jllpn-'S,HiLJI

shriaL en los que la división funcional del tr.Jbajo y la cOllsiderJcit)n de que 1.4. El u.lnce/JIiJ v 1'1 conlenie/o e/el e/olo
, tndos pueden ser gclr~lntes de todo}) resultan elementos decisivos,
,Ino
1. Hace ya aJglín tiempu que lel cuncepción cognitivo-vnlili\\l cid d(JI!) h.l
i 2, 1\'li visión pL/{::de ser naturalmente discutible, Pero tiendo pensar que el el
ido siendo reC'mplazada, en la doctrina mJs Jvanzada, por LJllcl cuncl'IKi(in
(;~ct()r que determinó la Jceptllción I1lJsivJ ~con todos 105 matices subjetivistas
cognitivista -11". Ahora bien, la concepción cognoscitiva del dolo pl'rmill' tocl,]VI',l
q!ue se quicrcl- de 1,1 doctrina de IJS conductas neutras de intervención no fue~
distinciones ulteriores, Así, cabe mantener una concepción cognitívo-psicol()gi-
n!H1 los supuestos JCJcJ¡imicns de panJderos, taxistas (] camareros, sino, proba- ca. Según éSla, el dolo es un da lo psicológico, un eSlJdo lllenlJI. 1)('1'1> I'rllli¡','-
h¡emenle, el Jnjlisis elel caso elel IJresclner-BJnk. Eslo es: un CJSU en el que,
ran las concepciones cognitivo-normativas. Para éstas, el enunciadu que' ,l1·irnl,l
Jl}ucho llntes de que existierJn deberes especiales de control de IJS entidades
la existenci,l de dolo no tiene Id naturaleza descriptiva de un hallazgo llll'lll,ll,
fib¿1IlcierJs con respecto a las operaciones de sus clientes -11, una entidad bJn-
sino ulla nJlurJlezJ JelscriPlivJ. El elolo seríJ, pues, objclo ele un juicio de illl-
c{!ria alelllana procedió a ejecutar la orden de su cliente de translerir (ondas al
IJLltación, cUyJ bJse son determinados datos de experienciJ, estos sí din--'c!,l-
e:itranjero, II un (pscudcHparJíso fiscal le, Fue entonces cuando I-fassemer pudo
mente constJtJbles .J"".
e1tirmar que' \\l,1 que no hace otra lOSJ que su trabajo profesional, no realiza
ningllll tipo penal, clun cu,lndo su conducta lesione un bien jurídico-pellal u, en 2. Pues bien, la propia asociación del dolo él la existencia de un eSI,l(lo !1lc'n-
nii, terminología: el {in de protección de !J conminaci(¡n penal no ,1harc~1 con- tal de conocimiento ha entrado en crisis, Precisamente, en lus lJltimtJs til:'mpos
eI~Jctas lll--'ulr,lk>s, aun cuane/o el tc~nor literal )1 el sentido e/e las pal~lbras de la se ha sostenido la imputación de dolo en casos en los que, silllult,íneamenlc', Sl'
Ill!¡rIllJ propiamente IJS Jbarqupn 1;'1)0 admitía la imposibilidad de constalJr un estado mental de luntlcilllil'nlo, Ello
I
se ha manifestado de modo especial ~,-lUnque no llnico- en L1S doclrin,ls r!t'
I
:l, Natur;lllllente, sigue hJhiendo lodavíJ mucho que discutir JI respecto, so-
la ignorancia deliberZldJo Éstas hJn tenido un especial desarrollo L'n lel cullurel
h!l(' tocio respecto ,1 los casos ('n que el agenl-e obra con dolo directo'l-I'o Y no es
juríclico-pcllJl anglosJjollJ IlVil/ful iJline/nessl y se disculell desde han' ,tlgLII1
sciguro que ,lCahe aceptándose p,lra los ((delitos de sangre») ,-1" lo que sí Vd adllli-
tiempo en EspJJla IH. SU base es que c<lbe la imputación dolosa llun siend(] im-
¡i¡fne/ose:: t'I1 el ,ílllhito cconcJlllicn cmpresariJl, Pero el ejemplo permite Jdvertir
posible constatZlr un estado Jllenta! de conocimiento de la sitLuci()!l (.'11 el suje o
u/mu la nurnl,ltivización ele una institllción permite su aperlurJ a casos nnve-
to, siempre y cuando pueda imputJrsele que dehería haberla conocido \' qUL', si
d(~sus Icomo los riel O¡::,recho penal ccollómicn-PlllpresariJll y u:)llln d su vez la
no la conoció, lúe porque provocó el desconociJlliento por acción () por omi-
r('~()lucióJl ele éstos (,lvorece el proceso eJe generalizacióll eJe unJ determinadJ
sión '.1')', No hJce falta subrayar la importancia de esta concepción l'n e'! ,ílllhit()
c!I!cIriI1J.
del Derecho pen,ll Ccollc)Jllico-empres;'!rizll, en el que la mayur parle de' l(js de~

I
111, FIl (,lll1dl( o d{· 1.1 ll'glsldci(")Il ('(Jll1rd (,1 hl.lIlqlll.'() di' c.1pil,dC'~ 1) (-(lll!I'.lel (1 ,lUde l'i~Cdl.
(-I6j Ya F¡,hl-II, \ 'Oh,lI/ IInd f,;isiku, ¡((iln, 1<)1-\ 1. Fund,HllenL11 ¡~\I,l 1', 1 \l1111~. (/ (/ofl) \ 'u flll/i'I),1 ,'11
¡cl, (-(1 I-I\~',I\III:, PI-l)(\'~~¡UIll-'1f1' ,0\d;](!lUllL !-l,1I1kl'l1t\'piscllL'~ Vl'rh,lllt'lllll1d 1~('ihil¡'L' .-:LH SI{'lIl.'r-
ef pron'so [1('1),1/, U.lrcclon,¡, 1'l'PI.
hinll'11il.'hllng' l'll I \/I';/r,] 1()t)_), p,igs. -11 \' ss. i!)dl"ll-' 1.-'! \' H 1 \' ss. IP,1I"Il' -':.-'¡. C(r. t.1I11bi6n 147\ Y,l V'III-., IV,¡hr!J¡'1I (11)11 II1d/I'li('//I'" ¡(I,di/IIIJ 'ilr,III'{f)/I,r;, lúlIlSJ.lIl':':, ¡<)Il(), p,it.; .21)
1\ \,'-.. 11
0
P¡"Iit"hlwidrigkL'il lInd B('ihilic'lInIH-hl -DC'r IJIl-'sdrwr-Il.lllk-F,lf1 lllH! ,1llrlr"n' Hc'i'>pi('o De r1lK!Vll (ulld,lll)l'lll,lll~\¡,I'I~ I \-'\111",1_,1 I.lil1()l,lIwi,1 1/t'!ihl~r,l(/d (-'1) ¡J('n'c{¡o ¡)I'II,¡I. I{,I(( l'I'lll.l
I If'-'.l'flll'i_'lId I')');-.p,íg~.-¡I \'~'>
I-Im
21107.
·1 :1 111"11111,:, \I'¡.,II,I l'lQ:¡, p.ig. -IrJ.
¡oPJ) Así, ,1UIHjlH' 1'11 un (jlll/ror .-lid/llrI, 1.1 sr) -:¡;-,2()()lJ. de -.: de ((,1m!!'!) d(' -'(JI)') ,¡Iudl' ,¡ qu!' I¡h
,o¡011 1'.1 1 j I',~I \111,:, \ \ '1,11',1 1 <J'J.J. p,íg, )\I~"
1\'-; \' SS.; I{( ·\'V,IS ¡si l:\r.'ihitt('~, 1.'1"1 rl-'s/sc!Jri/l úir I(oiehi I'f'quisilll" p.lrol .Ipn't-i,¡r UIl Lhll ¡{(' igllllr,lIlci,1 dL,libl·r,lIl.I ~\.'rI,lf1: ,11 un,) I,dl.l di' (('pll'~l'l1l.l
\//ld/,I\\',I,Il,1(!l'll-Il,H!('I1, JlJl)"i, 'i()1 l' ss. ~; 1 L
¡-il·JlI ~UI-it il'lllL' 'nu ,lhsulul,l' qUl' se' II'.Iduu.' t'll lIll,l '>IJSIJl'ch,) dl' ilit'ilud; h, Ull,l d('\ l"l(lll d¡,
.\\i illlpll",i(-1I1 l'~ IjU(" por 1.1/'OIH'S ,1I,ivic.b, vn IIJ'; dl'liJos qut' ,)(l'l I,ln ,1 LI vid,l {) !.l ",llud 1,1

r'l C.llls,ilid<lfllliwct.l () illllWdi,ILl g()¡,l dl' 1I11 \-,¡(nr 11(lml,1¡¡\-(J-~()ci,11 qUl' r!l' IllI)flll'll((1 (-OllviCIW
s('glllr li'lli¡'!l1111 1111'<;1'111('.
¡)(~rnldJlt'1 el' 1'11 1.1 ignor,lIl( i.1; \' 1 I un,l dl'lel'lllin<lr!.1 !lloliv,lCil'lIl 'l'l pr()pli~il()
tI¡; l.'l!ul, En 1.1
rI(' I)('IWII< 1.11'1'
pr.idiLI, nlll Judl), p.1rt'Cl' que ti <ignor,lIlLi,llk'lil¡vrdd,l' (lllhlllu\(' 1111,1 l,nflJ,1
de c'ludil- (,1 l'sllH'I'/11 dI' 1110liVdCil'JI1 dl' 1.1 pruvbd di' imli( i()~ dl'1 ¡{¡dIJ

_p)1 (\) LA LEY ID LA LEY


I -ICJ
Silva SéÍnchez, jcsus-María TC'oríJ del delito y Derecho p('n,JI,~conólllico-elllpresJria¡

I
¡ilos nCJ dc!lllilcn 1,] realización [ipica imprudente ·,1' I de muelo que la negación descripciones típicas con respecto ~l IJS regulJciones del Derecho plJblicn u pri-
I
rilé la existencia ele elolo conlleva la exclusión ele 1,1 responsJI)ilidaellx'n,J1. vado. Esta circunstancia, que reduneb en reclaccinnes típicils con estructurJS de'
II 3. /\1101".1 hiell,
de modu mJS u menOS simultáneo, pero referido en particulzH
leyes penales cn hlanc(), dl'llll'ntus normi:ltivos de contenido jurídico y elemen-
tos de valorJción global del hecho, tiene divcrsils repercusiolles. Algunas de
J Ilas Jltudciones en el ámbito de organizaciones econc1micJs, las ciencias del
ellas no interesan aquí, pups tic:nC'n que ver sustanciJlmente con problefllils ck'
C{-lIllpOr[¿¡l11icll[U han puesto insistentemente de relieve IJ existencia de sesgos
legalidad y, en particular, de tJ;.;alividad j:, En cambio, sí intL'resan IL1S que tie-
c{)gnilivus (o distorsiones cognitivas) el1 los inlegrJlltes de aquéllas. Dichos 5('5-
nell que ver con la imputación objetiva)' el error.
g{-¡$ cognitivos (cognilive biases insicle business orgJnizLltJonS), derivados de la
ililerJcción CI1 el seno de las organiz,Jciolles ,1, harían perder JI Jgcnll' !J indc- 2. En particul.:lr en cU':lIlto al crror, se advierte aquí de nuevu cóm() un deba-
l1i~llden.ci~~ cognitiva has[.~ incurrir en estc~d~s ment.ales de sobrc-co!lfi~nz.J o 50- te pree;.;istente a la entrada en juego ele los CJSOS de Derecho penJI económico
bte-upt!nl!SIllO (rwt'rconflclL'/lcL', OVE'IDplrrI7lSm) e mcluso en una Jutcntlca Ct'- se ve retroalimcntaelo por estos. En efecto, IJ cuestión decisiva aquí es lil de si
g~lerJ cugnitiva (cugniliv(' hlincl/k'ss) con respecto a eventuales resuJtJdos lesi- el error sobre leyes jlcnelles en hlanco (} 1'Ieflll'nl.os de valoración global del he-
VII}s. L;l cuestión es, C'ntonu.:'s, si en estus CJSOS, en que el estado IllcntJI de cho debe tr;:lt;:lrse COIllO error de tipo u COIllO error de prohibición. Pues hiell,
clhsconocimiento n, al menos, de conocimientu distorsionado del agente nn pJ- conocida es lel difusión de doctrinas que tTt:l!Jhall al error de rlcnx:hn extrapenJJ
!"det:' de cntrZl(I.:-l imputahle a éste, debería m,Jntl:onerse la imputJción a \'ítulo de de modo JnJlogn al error de hecho, poniendo así JI sujeto al resguardo de la
rI~)lo, sin matiz,Jción ,Jlguna, sobre la hase de un genérico {(deher de conocer)). eficacia de la IllcíximJ erru/" iuris l7ocel. Pero lalllbién que éstas fueron supera-
C[")!110 se advierte, pues, parece que el Derecho penal económico-empresarial das en el período posterior a la II euerra Iv\undial, en el CJue -1"JOr la influencia
pitrccl' IbmJ.do J. constituir un espacio espc'ciallllente relevJnle [JJrJ. el debJ.te de VVelzel- el error sobre le)'l's pc'nales en hL:mco y elelllentos del deber jurí-
,1~·l'rcJ. del JlcJnce de dolo típico. dico pasó J recibir el IrJI~llllientu del t'ITur ele prohihicÍ(51l. Ello significabJ que
~en caso eJe error vellcihle- el sujeto de tales errores resultabJ punible inclu-
1,-
'.,.1. Lr(nres sohre h:')"i('S e.\/ra/Je'nah.'s·- so con respecto J ilr¡uellos delilos en los que la modalidad de realización im-
I prudente erJ atípica; m.:ls clllll, que dicho error vencihle recibíJ l'miGll11E'nte una
Como Ye1 se h,J indiGldo mj~ a.rriba, una de.l,Js caracII.!rística.s méÍs signifi-
I .1. atenuación facultativJ dt, la pena.
C.~tIVJ.S del Derecho penal econo!lllco-empresanal l'S la accesonedad c/c sus
3. Con posterioridad, se lueron difundiendo doclrinas distintivas. En el mar-
co de éstas, 1,] cJli(icación como error de tipo o como error de prohibición de-
pendía de CJue el objeto del error lucran los presupuestos ele hecho ele la lesión
I~c",ulld Ildll1.lliv.l. VII L'~tL' ~l'l1lidl), L1 Il'mlt'llci,l 11.'¡..;isl.1liVd d lipifie,l!" delilos l'UIIl(llllil ()~ il11- de la normJ extrJpenL11 de complcmento de la ley en hlJnco (o de 1,] realiza-
jll"ud('IlIt,~. El] ~u di,], ('lhlclnqllL'() imprudente; Ill,ís rc.'cicnICIll('IlIL'. (,1 ("(J!lII',lhando ill1prudcll-
"1, 1\'. LI lipit"iu\.iúll de dl'lílu5 de jll'ligm {'n eslc' ,ílllhilo C()llstiluye' I,lmhién UIl,] ¡"orilla dl' l,ludir

J
: 1) I
1.1 {'.\igL'll( i,] dI' UI] dulo dc' I('si(')n.
(', 111 \'" "1 Ilidn'l I(!l()\\," dnd "1 W;15 ()Ill)' Doing ,\\y ¡uh': Hd5 CorpO!"dll' C;()VL'I"Il,1IlCl' Cm..'l'-
IH.'¡\ Uul 01 COIlII'(JI( f\ C.1S Sludv o¡" Emnn's Intmmc1lioll Mvopid» !t"JUlrlcl! o( !3USIIl(':>,'i flhi!."', 153) Por pjl'lllplu, 1,1:> l"('I.lli\'d~ ;¡ si 1.1 dl'lillicilJn ir-'gOlIV.\ILlpl:n,,1 dI' UIl d{~It'rlllilldd(ll,k'l1ll'Il!() nnr-
-10 '..!OO..!I. p.ig-;. ~:-1 y ss. 1"',11",1 (,1 CilSO dl" 1m ,ll)f)g,ldos, L\,',CI\'IHII:I, ,\Vlwre V\ft.'I"V Ih(> !.;l\\,- Illdliv()!u ilKluSll 1.1 inh.'rpl"I-,l,lCit'Jll de su ,1Icilllll' I}(Jr 1),11'!(' (le' L¡ cI()C!rill.1 v iurisprudl'llci" 5\'('-
\'l'rsl r\ Fkh,wim,ll Inquir)' 11110 !.,lw\'er~ "I((!spollsihililv tCJl' elil'llls" Fr,lud,. \'anch'lhi!1 1.,111' tori,,11 dP!Jl' r('sull,,!" vil1ud,1I1!l' (1 110 jld!",1 su dplic!r il\n jurírlico"pl'l1,d. L., h'1l5i('lil ('1111"(' {'I pt'll-
f.'.C'\ 1('\\ -lh t Ilj()j), p,ígs. 7.') V ss.; en particulclr par,l el ilbogtlClo inlVI"Il<J de 1,1 l'lllprl's.I, !. \~,CI s,lrnil.'llhl l'Orln"liSld tlc'lldel1ci,lllllL'n!l' c!{ u,'~uriul y e'l pl:'11~d!1IiC'IlI(J ¡,.íclico II('nd('lll'iallll(~llll'
,II( II~I, . CI.'II illl.; Iloo! COllllorl,1hll': IIl-houSl' Ll\V\"t'rs, lnlcrpl'isc I~isk ,1I1d 1Il(' Fin,mei,ll Crisis·, ;lUlól10lllUI no h,j ,lh.1lld01Udo ,11 Dl'I"Ccl!n 1K'1l¡¡j CUJll(~lIll¡C(l dl'~dc' sus init:ins. ell·. ("\11( ';. o¡¡,
('11 ('<'ill.!.idn\l-!l IJII~im'.'iS, LnJIl()f)JlCS ,¡¡U! f{egll!dIiJIY /_.111' Rl',>('.Iu·/l Papl'l' N(). ¡ 1,2:- illtlp:/I ';1"li"-("/)I' !J{'lr,lC/IIUJI,!i.';II'l'i.,¡·': ('in !i('IÚ,lg .'·UI" "'\us!C'gl1ng im S/raJiH !JI, [){!rlin, I '!Il-l. Snhn' 1.1

I ,-;"IIl.("()IllJ,lh"lrdcl= I (H2J(JIll.
FUlldOlnwlll,ll, F \1:1 j( H 'I~I el 1.\11 /, /)('!il1lil.lcirin ('1111(' 1'1 J( 11" (!I' lipi J \ (/(' I JI( I{)f/¡ii-¡(jll. LI'> ¡¡'¡¡¡i.li! J/JI"
nílicd ,d Pl'!ls,lI11il'lltu ,civtlisl;I'" 1.(1111, Tj¡'r Eillllufl d(;'s IJlil)';l'diclwll !{c'c·hIS ~11I1' tldS Slr;¡-
Ircch!·) ('11 FI'Slg,)/J(' ¡tir /(\". Fr,lIlk, Tlihin,L\l:'11, I(UO, pcÍg'" )J y ~~.: U"l '<~, Uil' !3{'lieiung t!1'1

l
5W
I
¡¡Ur!JU/i\",b: UII C,N, probh'lJ),i¡ic() ¡'vLldrid, ..!()()!).

{(l LA LEY
Slrdlú'("/JI.I \"(")1)) dvi/iSlh( 111'11 {.)¡.\nld·'n, !lerlin, ¡lj.lH. I\\,ís rl'Ci('1111'11l1'ntl" L( III!~~',I", 'Die \,Vi('-
derkl.'hr d('1
r{',,>!sc!¡¡i¡i túr

© LA LEY
"l:ll.'lH_'illllg dl.':> Slr,!I!"t'chts \'0111 7ivilistisdWJ] D('11kt'll" -L'inL' W,lnlllllg"
r. Hi. 11.ln,Ie!', Hvdin, 1<)q'J, p,igs. ·IB: v ss.
1'11

SI
S,ínchl'z, jL'SI.'ls-J\\arla
I Teuría del delito y Derechu penal e~qnórll¡cq-~mpresarial

1
1
¡t:it)1l del c!elllentos de valuración global) (J bien la inlfacción mislllJ ele tJI nor- J.6. La generalización de! modelo clistinlivu-norrnativo ele intervención ell el
1I
hl.l ('xtrapellJI (ILl realización misma del elemento de valoración global!. Es cielito
i hl<ís, un sector doctrinall'1l ascenso ha tenido el CL!linear tocios estos errores cu-
~ I11U errores ele tipo en la rnedida en que determinaran un desconocillliento por 1. Como es sabidu, la teoría de la intervención en el delito hiJ experimcnlJ-
I:;
IJar/l' de) sujeto del significado social c/e su conducta. Algo que en G1SOS de do una evolución diferenciada en el ámhito de los delitos c/olosos activos, en el
fna/a qUid /Jfnhibita resulta amplialllente razollable, aparte de que pueela venir ámbito de 105 delitos dolosos ol11isi\'os y, en (¡n, en el Jmbito de los delitos im-
¡i-CSpaldaduclc!iviclllcJ
I
ures de
por la propiJ literalidad de los lipos en presencia. En electo, en 5('(-
fuertemente intervenidos por el Derecho, la relación de una
prudentes (tanto activos como omisivosl.

2. En el ámbito de los delitos dolosos activos, la evolución doctrinal condujo


LonducLJ con el Derecho es determinante de IJ medida de su rclev'::1Ilcia sociJJ.
I a la conlor1l1iJción de un concepto restrictivo de autor, cuaJjtativJmente diferen-
I, ~L El correspondiente enriquecimiento del ¡lmbito del error de tipo a costa ciado de IJS (orillas de participación, consideradas como extensiones de la pu-
fiel L'rTor de prohibición ('s, por lo demás, consistente con el proceso de normJ- nibiliclad. No obstante, ese esLJCJo de cosas, cristalizado en 1<-15 versiones más
!ivizJción de la ti"iciclad "bjdiva. En eleclo, el uhjeto del dolo viene clac/u l)(Jr rcstrictivas de la teoría ohjetivo-tormal '';1, pasó a ponerse en cuestión tras la
jos elementos e/el tipo objetivo. Éslos, por su parte, han experimentado un pro- consagración de la teoría de! dominio del hecho como doctrina dominante. Ya
i:C'so de normativización evidente a través de las doctrinas del comportamientu desde dentro c/e la doctrina del dOlllinio del hecho -COIllO expresión ele una
Jlcs,lj1robae/o y de la imputación objetiva. Atendido lo anterior, pJrecería con- creciente normaLivización de é5ta~, ya desde fuera de ella, se han ido subra-
1enrenle que el contenido del dolo experimentara el mismo proceso de norma- yando los elelllentos de infracción de deber COIllO integrantes c/e IJ realización
l.. ..
l¡rvrzacron. del tipo doloso. La ic/ea es que, sin infracción c/el eleber, cabe la posibilidad de
I que la concurrencia ele causalidad, dolo y dominio del hecho sea insuficiente
i .s. Sin emh¿¡rgu, este proceso parece dis(uncinnJI en un contexto de tipos en
para fundamentar la responsabilidad del sujeto1c,(,¡. Que, produciéndose una in-
II0s que IJ moclJlidacl imprudente de comisión resulta cxcluieb. Algo que es fracción de un deber, cabe responsJbilidad, aun sin causalidad, ni dominio "-'.
rnluy común, como se 11.1 indicado, en el lJerecho penal económico-empresa-
y que, dada una relevante in(racción del deber, la lejanía con respecto a la
,li,cJ!. Talllbién se ha indicac/u que los tipus c/el Derecho penal econólllico-elll-
consulllación c/el hecho IJuede no obstar a la calificación de la conducta del
11Jr(:_'s~Hi,:¡J se estructuran muy frecuentemente como tipos fuertemente normativi-
autor como de coautoría. La creciente expansión de la coautoría, a costa de la
;fados, en particular como leyes en blanco o tipos con elementos de valoración
cooperación necesaria, por la (ase preparatoria del cielito es una mani(estación
410bal elel hecho. ASI las cosas, si fueran c,llificados como errores c/e tipo, la
de ello. Sea COIllO (uere, lo cierto es que en el ámbito de 105 elelitus dolosos aC-
rl1ayor parle de los errores vencibles en Illateria penal económica darían lugar a
tivos se está produciendo un,] evolución hacia la menor diferenciación de las
11] impunidad de la cunductJ. En 1,1 Jurisprudencia yen cierta doctrina el proce-
formas de intervención, esto es, en realidad, hacia su di(erenciación cuantitativa,
,:\0 ha sido, entonces, el inverso: la expansión ele! error de prohibición, a (in ele
Jancionar -de forlllcl (ltenu,lCla~-· los l'rT01"(5 vencihles de los sujetos. Lo que
rt~'sulta compatible con el cardctcr punitivistJ que suelc::~ JcumpJrlar el trJta-
¡11ielltn jurisprudencil~l de los casos de Derec!~n p:n¿ll ecnnómic,o. En tndo ca-
'lJ, ]JJrece claro que cste h,] de ser uno de los clmbrtos de clebz!le luturo.
Cl--i) Sobro Ju que siglll', fUlld,unenr,li, 1(\1Jl1!~ PL,\.'-.A~, La participación t'/lel elclitn: /ulH/cllll{:'n/o y
I(miles, l\,'l,HlridlB,lITClulhl, 2003, <l~i r_ umu tud,l J,l ohra pusredor dc' c'src' autor. lJ 11 i 111.1 111l'llte,
r\nhlc~, ['¡,ln,lO;, "L(),; dos llivc'k's del ~;iSr(,lll,l de inlervl:'I1CiÜll c'n I!t dc'lito', IIlC)¡t'lI)C'lld/..!
(201~L
i t:;51 Pe¡ra Id eLle¡!. L"lJll1o l'S <;;¡hido, ,1lJlnrí,l es rCelliZdCi¡·lll dI.' [mios n, UllllO 111 111 illl(), II'.-lIiz.Ki('ll1 de
¡lJS t'Il'1l1l'1l105 dl'scrill)~ l'l"l 1,1 figura de dt\lil0.
,1IgUIlO dl'
1.16\ Comu sustil'l1l' la doL"lrilla de' lelS cnl1ducl.¡S neutras de intL'l'\'l'IKión
i 157) Siemprv <jw' IHJS encol1tn'1ll0S .-Inle un dcl¡tlJ L'~lwl i,¡f dt' rlt'I){-,¡-.

cJ, (0 LA LEY © LA LEY 53


I
Silva S,ínchl'z, ]t.'súS-¡\,\;:¡ríd Tc'orla del delito y Derecho penzd económico-empresariJ!

i l. I=n Ins delitus imprudentes y de omisión III cvolución hLl sido la contr,lria, autoría mecJiJta por dominio de Jparatos organizados de poder ha optado por
:1u tC'lllpr,ln\l florlll,ltivizJcit1n -que se IllJni(cstt:} cn la conformación dc 1,1 in- otra vía altcrllJliva hll',
fl',ll"Ci(lJl (h~'1 deber de cuidad() y de la infrZlcción del deber ele garante como 2. En mi opinión, si hay una inst¡tucil~lIl a cu)'u desarrollo el Derecho pClla!
(junceptos categurizlies hlÍsicos- conducía a un tratamiento unitario de tudos económico cst¡l prestando un impLllsu decisivo, éSI,l es III doclrinJ de las posi-
q):; casos, Sin (:_lmbJrgo, esa nOrrllJlivización uni{nrmiz,ldorJ --que hd dado lu- ciones de garante 1.1, Ello, por un liJdu, por la consolidación de la doclrina de
Htlr a Ins que conocelllos COIllO conceptu unitario cle aulor en los cielitos illlpru- las posiciones de gJrJntía de hJse institucional en el lÍmbi!o de 1,1 criminJlicbd
'lerllt~S y CUlllll c().n::pto indilt'renciJcln d~ olllÍ!enlc CI1,~:;1 ál11l:it(~ :Ip los,rlelitos en la empresa (F3etriehsk/'inlinaIiUitJ, como puede Jdver-I-~~'5e de modo significJti-
IllprojJlos eJe nJllISIOIl hll dado P;:lS0 J Inlentos de dllerenCiL1CIUIl, ASI, ell Ja vo tanlo en la administración desle~ll como en las estafas intraempresariales, Es
c'iscusiún contemporlÍnc,l una de 1(15 pusiciones doctrinales Jlllís relevantes es la más, porque no cabe descartar que nos hallemos (;'n el camino hacía la confor-
r UL' S(}stiellL' Id elifercnciJción ele auturí,l y parlicipz¡ción L'n lus delitus impru-
mación cultural dt, vínculos instituclollJles entre lJ empresa (y sus adminislra-
(l~ntcs ,!I, y L'll los delitos de (}Illisión. l-\unqul' .1 continuación se CdJIT'n espacius
dores), por un !;Jdo, y otros terceros (competidores, proveedores, clientl's,
I ard Ins m,lticc1s y Lllteriures dilcrl'nciJciunes el1 su C1S0. acreedores, sociedad en SLl cunjunto, EstJdo). Ideas en hoga como la de respon-
-L Ello n:sult;¡ espl--'cizllmentl' apto para el Jborcbje de los casos de rJerccho sabilidad social corporativJ, (J la de gobernanzJ, parecen Jpuntar en este senti-
1 C'cnn6Illic(H:~rnpres(Hi¿¡l. En 6sl05, C'n l'(ecln, dJcb 1,1 diversic!,lCl de jlosi- do que, de confirmarse, delwrí;¡ ser objeto ele la correspondiente construcción
integradas en IJS cumplejas cslruclurJS empresariales, se hacll preciso dogmática.
de' esqul'Ill¿¡S diferenciados de ¡r¿¡tClmiento que gucen de mayor respzll- 3, Sin embargo, pUl' otro lado -'-y suhre todo-, el impulso del Derecho pe-
dnglll¿íticn quc el que es propio de IJ IUc!Jvía incipiente cluctrina doglll~1tica nal econ6mico se advierte en el jmhito de la criminalidad de C'mpresa (Unle/,-
1.1 individualización de la pend. Por otro IJdo -y est() vJle de modo signifi-
nehmen5kriminalit~il) y cunsiguientemente de IJS posiciones de garJntla de base
p~lril los delitos dolosos llclivns- parece c!,lrll que la dtribución de IJ
organizativa, Aquí Sl--' ha advertido la necl'sic!Jd de unJ teoría IllJS distintiv,l ele
de Julor no deherí;:¡ circunscribirse L1 Id proxilllicbd {orm;:¡1 (o espa-
las posiciones de garlinte. Ello, no sólo mediante la anles menciunadll diferen-
tPITIr"If\!'-ll) (Jln Jd producción del resulLldn,
ciación de autoría y participación, sino IJlllbién mediante específicJs difcrcn-

El impulso del Derecho penal de la empresa

1. U des,.1rr()l/o (le /d c!()clriru e/(-' las posiciones de garanl¡'d

!, Una posihilidad ell' illlpulso el Id doctrina de la dutoría II partir de los casos 5unternehlllC'Il'), ('11 r(-'sl,t'lIJ-ili (01' \/. F.Jt-'I-', Stuttgarl, 2010, t_dgs. \-17 y ss" 1')·1 \' ~s.; J\II;III~
IJc'rech() Iwncll l--'C()n(llllicu-elllpresJricJl hahría sido IJ extcnsión de la Juto- OOllr, liS .l {JO 11 J, p,ig.12-L subrilydnr!o la lenr!el1cia de b ¡urisprudenci,l ale(llana ,1 ,1UJgt'r-
llledi;l!d I_H}r "dominio de ()rgZllliz~lCi(lI1:') de los Zllxuatus estatales () p,uaesta- IJ., frente ;1 I.t posición de Id dncirina IlhWulitilrid, p,'rlidaritl dc no aplicar t,lt Ctll1Cl'pltJ ,1 I,l~
Cl1lpn'sils. En Espaila. 11l.lliz,Ht'lIl1ellle distinto B,\c!l;.\l\JI'U, C()JI)pli.llln-' )' [)¡>rC'd]() (11-'IUI, N,l-
iy dl' 1.1 crilllinalidild ()rganizada) al Jlllhito estricltlllwnle clllpresJrial. Sin
Vinra, 1{11 1, pcigs. :\ 7' \- ss., .')2.
l, (--,sU p()sibilidad --pese J la cxistenci,l de una disclIsilln 10davI,1 ,lhicr- !(0) Sl'gLIIl Rn\lt" Slr¡¡lic'c/lI ,.IT, 11, ¡\\üllchell, 20iU, j 25 11 t~dll. ]-\()-\J7 ('"isk UIl,lllt'C{'sid,ld dl'
h,l sid() u}n r,17('1Il I11l1)'{)ri!1lI'iJIllC'n!l' rC'chl1ZJda ,'1,. El pl'OjJi() Cl'l"ldur de 1.1 haCl~r f(-'spolls,lhII'S ,1 tilulo dl-' dutnn:s ,1 tus dllos directivos de tdS 1'Illprl'S,lS pm IriS h('\~hm dv
sus empicados, que h;m mdl'llddu, favorecido () IlU impedido ele form;l contl',lrid d dcher. COll
illclept\ndl~ncia de si su in{(~IVl'lll ir'Jn es ,lctiv,l u (Jlllisiv.J, ello debe d,u IUg,ll' ,1 un,\ "T;-itL'r~­
eha!! 1-;1',1It P!tkhlC'llstellullg' ----ilutorí,l por jlosici(')I) d1' deher-. Se tl',11;16il de lIl1tl I1lJt:V.l cl.15c'
dl' tlUloria 1l1ecli,llil ClIVO lúnd;¡mcnto sc¡-Í;] ta [lusicilin de gilr,-lIltl' det l'l1lprcs.1rill, quc' lo h,lrí,l
( 11-, c,\,., 11; ,¡ \/ \I~' l. Inl{'IH'1I1 ¡¡ill !/(\Iidi\ d ,'illJ/l/"W{I'II( ¡.l, CI-,lrhHld, ~(ln-l.
.lulor ~('güll 1.1S I-l'gl.\~ dI.' los detillls di' inJ-\dCci1'lIl de \111 dl'!ll'I-.
(-11' 1('IH'lll('Il1CI1I(' so!-J(C' 1.1 diSU1Si('111 \' 1.1 t)(I~I('i{-lllllld\'(lIil,lI-id. ¡-jll'YI'II, lm h,\gl' d1'r lIlil-
li¡J) (Ir. ')Id los tr.lbdjos C<111lenldos l'l1 1" uln,l; A\lIll'~.\, d-lr~g.J, ¡mlividud/(' \'l'l,lI1l\\'IJlI(fIl,~ ¡¡lid
1\,lIldl('\\ r;it('I,{ 1\,\(1 k\dl't r\U;,lllll/lIllg hiC'I,I\(-hi'>chl'¡- ()rg,Hlis,lli{lIl~~trllkllln_'11 1)1'1 \Vil-t~l-hd¡'l-
B('IC'iligungs\'C'rhci/tnisscc'[x'i Slr'¡{[dl('1) in hij¡ok!-,l/is('/¡ef) Ur,!.!,wis,¡IiIJl]l-'!l (/('~ Slc¡dl!"''i, i!i'j' \ \'j¡¡,I'-
¡-h.¡(r IIlld (/¡'I (;I"il'fl,duli, Sinz!winL 2(){)().

f(¡ LA LEY © LA LEY 55


?ilva Sjnchez, jesL1S-lv1JríJ Teoría ele! elelilo y econó¡~].!.~o-em presa ri al

adicionales de los contenidos del deber y de las consecuencias de su fianza y el principio de descon{ianzaihC". Ello conlleva, respectivamente, la indi-
LJ incipiente discusión sobre las caracterlstiG1S de la posición de ga- vidualización de relaciones en !JS que se niegJ !a existencia de [oda posición
del compliance oHicer (si es que ésta existe) constituye un buen ejemplo de garantía; otras en las que existe una posición de garanlía limitada a la neu-
este impulso. Pero ya antes existía una discusión ~que apenas ha progresa- tralización de la propiJ aportación previa o a la evitación del resultado lesivo
sobre la posición de garantía del abogado (tanto interno como e:-:terno) de producido en la esfera de organización de otro, una vez ak:Jnzado un determi-
(~flllll·{''',l ".' .. Pues hien, sin entrar en demasiados detalles, que superan IJS posi-
nado estJdo de conocimiento Ihl1l sobre la acluJción ilícita de este L¡Jtimo Ih~;; y
de este texto, debe indicarse que la doctrina se encuentra yJ ante el otras en las que existe UIlJ posición de garantía de vigilancia en sentido estricto
16B1 , lo que implica un deher previo de adquirir CDne ::::rnientn sobre eventuales
di{err!nciJr IJ posición de gJrante de la empresa, la del empresario dos
la de los Jdminislradores, la de los directivos sec[oriales ... y sohre lodo conductas ilícitas de terceros, t:'st·ahlccienclo a tal erecto los SiStCIllJ5 de control
correspondien les.

se h,lllan olrccidJS J IJ discusión prupueslJS como IJ de J\I\on[aner 5. Existe, por lu demcÍs, un sinnLlmero de situaciones prohlemáticas Jdicio-
que distingue entre el proceso de ;(asignación de ámhitos de CU!ll- nales: a mero título ele ejemplo. la ¡igura del delegado sin medios; la elel suhm-
» (prupio de la relación entre Jdlllinistradores y directivos); el de ((dele-
cHnado dominante en virtud del control de los (lujos ele información; la del de-
de compelencias o (unciones en sentido estrictw) (entre los nivc!es de la legado de vigilancia. Etcétera. Todo un conjunto de cuestiones que requieren
y el de la de!egJción o, mejor, ((enCJrgo de la ejecución de una {un- un desarrollo teórico.
Ji (IllJS propio de la relación entre directivos y emplcarlos sin aulunomí¡¡

1.1 . Por mi parte, intento establecer, dentro de la empresa, los ámbitos


1.1. La conlórmación ele diversas clases cit.' delitos espcciales
vigencia del principio de sep':lración estricta de esferas, el principio de cun-
1. BuenJ parte de los cielitos económicos son delitos especiales. Se trata, por
lo demás, de delitos especiales cuyo intraneus es la persona jurídica empresa-
rio; sólo en ésta concurren, t'n efecto, las coneliciones subjetivas ele Jutoría. Así
las cosas, la doctrinJ y la jurisprudenciJ ~prill1erolh'il- )' los legisladores
(·!lIlI.Hllr)';, di..' 11lIll]ll'llt(), COI] 10"1 pnsicilln 1]l.:'g,ltivd dI:' la SlS J7120(}h, dl' .2::; dI: L'llCfn, i..'11
( lIdlllu ,11 ,¡bogadu internu de IJ empresa. Un;l posición incipic'nlcmcnte dislint,¡, lúrll1ulJda
,¡dC'I11:í" UJll (,\LÍL"tCI· gC'ller,1L c¡h¡o ,¡dI/en ir probablemente en la STS 11(J.\12010, de 2..J de fe-
hn'm dL' 2() ¡ l. Dl'hi..' ILlm¿lrse 1,1 ,1tención sobre ulla doctrin,} .1nglos,ljon,l en .117.01 que tiende ((5) Lo que requiere Ulhl lúnd,ll1le(ltación que C01l1Il1"llllll'lt: en oClsiolWS los IlI"r)pins IlI!lfLlIllL'nt()~
d rlL'<"H!(JIl,lr l.l idl!tl de que lus ahogados son ,<gatekt:epersH. Y no s(:)lu e~o. Ld tesis central es filosóficns de Ids Jl'LlCiol1l's interpersnnales.
quro L,j ,,!Jug,H.lu/.lSl'<,nr tiC'llC' unos dt,lwn.'s que V,ltl l11ucho 1l1,i:; ,1115 de Ins qUl' tendri,l el abo- 166) Eslarlu de UHll){"illlienlo que' pLH:'de varidr en tunciún de 1.15 sitLldciunC's: por ejl'lllphl, c'n I.¡c'r-
g,HJo litigalllt•. A Illc'rn título ele ejclllplu: FI\I·II/R(N'I, "Is There' ,1 Rule lO!" L.1\Vy(~rS in Preven- tos CdSUS puede 11.15[,11· para la respons,lbilid,1(:1 el eUIHKilllienlo correspundiente ,1 la illlpru-
líng Futul"e' Enrolls?', Villano va {. {\(·v. ,lB 1.10m), págs. 1097 \' 55.; !(¡'\I, ,'The Han,llit)' ni clenci;l () ,1[ dolo l'velllual. En cambio, en el casu de las ,·nHl{!uc!,lS neutras··) incluso la tl'sis
Fr.lud: l~e-siltltlling lhe Inside Coullse[ <15 llatekecpl!l·" fordh"m U-!.. 7~ il0nSl. ¡ltígs. ~83 )' subjelivista, que nic'g,l que ,1qUI se trale de 1;1 vigencia dvl principi() d[~ scparación eslricttl de
~~.; SI·' {\\"-\I~I ,:. ,. TI1(' ¡~()h' ni I.dwvcrs in lhe Globtll f-=inancial Crisis,., Austr.llial1 JOUI"IJ,l{ ()( Co/"· osfer;¡s i.1l1SeIKi;¡ de pusicif"ill deo garanll,l ,1Iguntl), L'xige el cO!lucimipnto propio del dolu di-
!lU!",¡I(' I..J\\ 2·1 12() I (JI, p,igs. I \. ss., b l· ss.: TI1(' 1,1\.\'\el" should Irv In persuade tlw clit'nt to rectn dn que Sigllificl: t:sldhlece una pusición de garantf,j deo alcance 1ll1lV limitado, pues ad-
!.iJll1ph· with 11ll' IclIV ,1Ild. ii unsucn:sslul. uitinhllcly may have to resign», dej,ínrlo5e ahierla Id Illitc que el sujcto se dl11p;lI"e C'1l j;¡ cunfian¡,l inclus() con dol() c'ventudl respeclo ,11 hech() Il'~i·
('lIl'sli(·)!] dt' ~i incluso f'1 ;J!Hlgado lC:'nrlría que hacer IllcÍS, por ejclllplo. 'noisílv wílhdrawing<> vo realizado por pI tel"l:vrnl.
!¡v Ilhlking ~()1lll' publit.· ,lnnl"lunct'nwnl oi lhe clicllt's aclinns" En general sobre' la posición (67) Conviene l"!!ilerClr aqll¡ qUl' l'n c'stos (,1S05 IlU se 11·,lt,1 de que el cunncillli(;'ntn gc'ncl·c elehvl
ill~litucíl.lllcll del abog,ldIJ, el!". \N. HIL·\IIIf.Y \NINDU, Lnv\'I'rs ,¡mI ¡'¡C/('!itj' lo !.cm·, Princeltlll, Jlguno, sino que el deber ha de preexislir icnrrcspnndicmlo 110r111J.IJllL'nte ¡¡ rel,Kiones inlcr-
21) I (l n,1S de grupns bien dC'lilllit,ldnsJ. l.u que sí es cil'rtn es que el conocimientu puedp ¡wrl11itir
11 1:11. un inlenll) de r1.'coJlslrucción (on re(ereneias t:'n 511\··\ S·ir··.1·!H?, Dc,lwrt:'5 (le' ~'igil'lIll.id \' conformar el hecho infrJClOr del deher como Ill'cho con sentido. En otrn~ términU5, 1,1 inlr,lC-
(()IJ){Jft"nn' L~lllp(e5arial Ullalluscritu ('n Im~ns;¡); ¿¡lgLlrl dpUlltl' clnterior ell 511\,\ S.\"QH7., dJc- citÍll del clebel· rl'quÍl'I(! L,I C0111lci1l1icntn ,1 los efectos de la impUlaci¡'Jl1.
1111J) Lo que proh,lblellwl1tl' impliGl distinguir entre meros dvlJl'res de ,lseguramic'111o )' debl'ri..'~; que'
hL'n~s dl.' los miemhros de Ull Consejo dr:' Administración", {/lDrd (1('11,1/2 110111 IEdiItJri,l!¡.
¡\\{)··.'I \~,~I·I·: Fil"'~\-"JI)I!, Cesticin ('ll1pre.'>.1rial \' ,1Irihucidn c!(' n";pnr1sd/¡i/i({,¡({ {)I'/),lf, lJ,lI"cL,IJ)I1,), tienen por ohjeto, ddel1lií~, Id vigil,lnci,l de "quelln qUl.'. evvntualnwnte, rleh,l Sl'r ,1seguradu.
lii9) A tr,lVés de lInCl dplic,lCi(·lll ll1,ís del "pens,ll11ie!llo í,ícliul)·
_~I!tll\. p,ir.;. 11:-. p,igs. '.J!¡ \' 0;';.

(~lLA LEY ,) !
(0 LA LEY
Silv,l S,ínch(!z, jesúS-I\'\Llrl,J f"l'orl,.1 elel dclito \' Derl'cho pella! t'cOn(·lIllico-lJIllJ.H"CC"lri,11

-m,ís urde, en t11gllll0S p,llses . han tratado ele elaburar cI.íllslIlas ele transr'c- sin embargo, sigut'n sic'nelo ,,,de j11 lSicicJll '-, delerlllinLlrla caracterizar J c'slo,", (·(l··
l·enei,l dc' 1,1 condición de inlr,meus el sujetos (administradores, representantes) mo delitos especi,lles cn sentido ampliu. Es decir, CUIllO delitos t.'1l los qut' 1.1
que, en principio, serían f:'.\lrclfwi con respecto J la correspondiente (igura ele restricción legal dcl Circulo de clutores ,1 un cle1erminac!o grupo dc' C,Ujl.'!flS (lhl'-
cielito. L~l evnluci(ín dugllleítica de estas cl.íusulJS resulta impensahle sin el im- e/ece a que se ellticndl' que éstos sun los que, de entrad,l, se l'nCUl.'lllr,ltl c'n UIl,l
pulso d(.' Ins casos del Derecho penal económico, que estcln ohligando a un posición idónea pdra lesiolldl" el bien jurídico, al gnZJr de ulla IllclV()r \. lH'rm,l-
c'fjuilihrio entre LIS pcrspc'clivJs m~1s (jctiCL1S y las mLís tormalistas -l. nente Jccesibili(bd ,"1 (!sIC, Ello permitiría al legisladur aislL1I" cll'lt'rtllincld,lS pll<-;i-
ciones de dominio social típico (situJciones socidles () círculos de vid,ll, Pt'f(l
2. Sin embargo, lo que ahor,l se trala de subrayar es, ante lodo, la contrihu- no moditicaríLl L'I líluln de illlputJcicln: la organización (k~ 1,1 propi,l l's(c'r,l de
cl(Jn ele los supuestos elc:' hecho del Derecho penal económico ,1 la ditl'rC'nci~l­ libertad. Precisdlllcnl(' por <:'50, deherí,l ,ldmitirse la imj1utal.'il'lIl riel dc'li!o ¡] Illu-
dl' elelitos especiales. En rC,1lidael, 1,1 b,lse para esa di(erenciación venía lo de Jutor a sujetos que, aunque ajenos de enlr,lc!J ,1 eS<.l posicic'JIl, ll ucli ('r<1!l
ya por lel fUllclalllt'ntaci{'lIl de IJS clcíusulas de actuar ell lugar de ulro subre acceder a ell,l, controljndola. En particular, en los C1SOS de delit(}s ('sl)('ci,ll(".,
nnci()n elel dominio SOCi<.ll» eJel inicial extrafH.-'US transformado en inlranC'us de posición deherí,l t1dmilirsc' la posil)i!idad cle ,lutorí,l !l1edi,lt,l dl' lItl 1'\11",/"
virtud de clquéllas. [)ues, en electo, a partir de PS,l idea podía imaginarse que neus, que instrumc'nlelli7.Jr,l el errur del inlrclfleus.
l'xlrL1f7f'US tuviera duminio social tlpico por vías distintas ':1 las que, conte1l1-
específicamente en aquc/las cI.íusulas, perm¡¡l~ln su transformación 50- 4. A cli(crencia de lu anterior, los delitos espt'ci,lles de infr,HJ.i(·)!l dt' un <ll'-
Ihreve'llicla c'n inlraneus; es decir, Glbía concebir la paradójica existencia dc dc- ber (delitos cspc~ciJIr..'s de deber u delitos especiales en sentido l'slriclol 110 :,{'-
itos l'SPl.:'Ci,lles t·lhiertos l'n gene!"ell Ll la aulorla de eslranC'i. Pl'tTJ, al mismo ticm- rían sólo legalmentc' distintos de los delitos comunes, sino también doglll,ític,l-
J, se ,ldvl'rtía lel exis!enciJ de delitos especiales con respecto a los que ningllll mente distintos. Su c.:sc'ncill rJelic&íJ c'n la infracción de un delJl~r de' Il.JIU!",llc'ltl
'xlr,l/l1'us, por mucho (dominio socia!») que poseyl.'r;l sobre /J. rez!lizJción típi- institucional, al que súlo podría acceder luego un tercero ell virtud cit.' un 1ll('C,l-
podrí,l devenir intraneus nislllo jurídico l'specit"ico ele lransferencia ele !a posición de (k'be!" ¡por c'jl'tllpl(),
la represenlJción, !a I"elclción orgJniCll ele Jdminislración, c.:tel. Es!!l signil·il.l
L Creo qUl' el primer pJSO en esta líne,] -1, vino dado por III distinción entre que en !os cielitos esp(lCi,llcs ele infracci('m ele un deher, el l-'\lre1fl('U"; IlO puc'r!('
itus espcciales ele dominicj» y {·:deJitos cspc.:ciJles consistentes en Id infrac- ser nunca ~lutor IllL~di,.,!o, pues, por Illucho dOlllinio que ostente sohre' e'! illlr,l-
dc' un dC'hL'r~) -.1. Y un;l importJntc progresión en ella representcJ la rd()r- neus, ello no h.uj delextrant.'us un «intrllctor)) del deber del inlr,lI/C'lh, :-,illll "'(·l-
de la clilerenci¿lCión en los términos eJe «(delitos de posición)' y «deli- lo un «provocado!")) de la inlrJcci{ln dt.,1 deber por parte de dicho intr,meu.'i.
c'specialcs de cldlCri), con la consiguiente pro(undizJción en sus consecuen-
dogm,íticelS -¡. La Jcept,lCi6n de una categoría de delitos espc.:ciJJes quC', 5. Por mi p,lrll.::, he tralado de ,11ladir d lo Jnterior la consic!c'l"dcilln de que
probablemente no es ubligado cntender los delitos especiales t'n los t('rmillos
alternativos resellados. Precisalllcnle II propósito del delito de delrauc!,lCi(ln tri-
.\Ivili,ml(' L1C, d('!1()1l1in,HJ.l'o <d,illSllld~ dt' ,1tILl,H ('11 lugdr de (jl!"o'·
butaria, he creído ,ldverlir la existcncia de delitos que, clclem..ís de la infracción
1, (·11" STS ü{)(l!':OIO. dé'':") dl' j(llli(). de un deber, exigen, de uno u olro moriD, un elelllento de dOlllinio II org,llli¿l-
.:' (.¡"r. Sil \ \ S '.'.( 111 l. < CI11l1l'nI,H·i() ,11 ,Irl. JI '. ('Il e. )111 J IJlI I{I hlf I [Jiu. C¡¡f))('IJ/,ll"iu) ,/1 Cljd(u,() ción lrasccndc.:nll.' ,11,1 pura vincuLlci(ln institucinn,ll del sujeto .", En tudo CclStl.
f!('!l.I!' 1()I1lIJ Ifl. \L1{lrid. IIJIJ!). )lcÍg~. l(lt) \. ',~., \/\ ¡ fl()l,l 2:-. UJll .lfl1pli.ls rl,Ú'I"(,/Ki,l~.l 1.1 Ollld lo anterior ponl' cit., relie\'l' 1<.1 ell'cisivcl contrihuci6n ele lus (,IS0S rle! IJl'n'Chu
Itlll¡],11111'11Ld dI' CI,\' 1\ ,\-I \1,'1: ., rt ,1("11/,11" I'n /ugdf ¡ti' ollu 1'11 f)¡.'/('d)() /)(:'/"1<1/, !Uflln 1. ¿lr,\L;()Z.l.
1(lil'l. \ 11. 1~,1I",lg()I'¡, II¡Hh. penal económicu d 1..1 evuluci(lll de' Id d()ctrina de los delitos l'spl'cit,ll's que 11,1
:' .\ 1,llluI' ~lIl}\.¡u' la in(lul'/tci,¡ lh: Id dilen:1ll idlil·JIl, Illll.' IIt'lH:'lnu~ ,.\ JaL()b~. t'nlr!.' ,rcsp{))ls,lhi. de afronlar tucbVI,l IlLlIllC'rOSllS rl'los ell (:'stc.: Jlllbilo específic() .
lilLHI 11IJl·III";,\lli¿,H."i¡·JI1' \" n'~llIJlls,lhilill,¡d in~tilllcilllhll J
J, c;,!:, 1\ (~\\I':'), /.1 W.'{)UIl\,¡hifil/dl.l pe/ul ¡/('/ ,l<IrIlIIll".<,lid¡JU{ (!e /wchu 1/1' 1,1 ('/!/P/"('.''¡. ni/I'lft),
(J¡, IlIlfilll.lI·¡illJ. B,l!"t'l'llJll,l. I!)qq.lhíg'i. I (l·! \. S~.; El \1i'.\1I1. ,Ll di~lll ... i('Jn ¡[ogl11,iliLd l'1111Jl110
,11 1!lllddI1H'1l111 dllgm,ítillJ det delud!" 1'1l1ug,]I" dt, IJlro", l~f)l)(' 'J ¡':(j()':I. p,ig~. I() ¡ \. ~s.
1':1 )lill·, 1'1 \'. \" / ,1 f',¡r//I"lf1.1I'il in l'll 1'1 rldi/o, ¡"igo;. ':-lO l· ~S.; El \\I',.\I( J, (;,¡rdnll'", \' nj¡1l/1fin',. / ,1 () I Sil \ \ S \ ..• 111 i r! 11111 '\ 1) 1 ''¡ ('(].I/lU I {¡ ,1 (11 'I/I( ) 1/'(·,1/1 'Il /. '/),111,1, 1).11 {{'lllIld . ..'00". p.\\;~ -,,<

lilll'I\I'/lIIIIII/ilJI ,)IJII'I<JIJ \ 1'/llu·, I{('fi/u' 1'''1'1'1·;,111'1. ILlrcl'l()I]d, 21]()(J. 1, 1 \ ~"., -( I \ ',~.

¡0 LA LEY ")q
(!~) LA LEY
Silva S,inchez, JesLls-tvlarlJ If
U.'.'
1) Teoría del deli(o y Derecho penal eCClfl()mico-emprcsarial
l'
I _J. ¡kegreso el la accesoriec/ad objelivcl( k"!i~', los intranei obr,lfOn t::on JlgunJ suerte de conocimiento mínImo. Se trJta, en
11'
¡,-', parle, de una oscura IllJnifes(Jción indirecta eJe lo que antes se eJenominó .:;e;.;-
l. Es sobradamente conocido que la doctrina de la accesoriedad media () li- V pansión del error de prohibición". En puridad clogl11Jtica, sin el11hargu, ha)' pu-
mit;:lc/a de la pJrticipación se impuso en el rnarco del sislemJ ncokantiano del \;, eas dudas acerca de que los inlranei en cuestión obrJron en un error de tipo;
delilo. En él, Jccesoriedad media signilicabJ accesorieebd J IJ Jlllijuridiciclad además, probablemente vencible, 10 que no obslabél él IJ exclusión eJel injusto
objelivel: baslabJ con el hecho objehvamentc Jntijurídico del autor (sin que és- típico en su caso, dado que los lipos que venían cn consideración no admiten
le obrara culpablemente, expresión que comprendía el dolo y la imprudencia) la forma cOlllisivd imprudente.
para lundalllentar la responsabilidad dellJartícipe.
6. Así pues, los casos mencionadus planteiln vo/eni nCJ/f'IlS el prohlema de si
~.
La posterior imposición de la sistemátiGl finalista cambió las cosas, al in- acaso procede revisar lil concepción domin;-lllte del principio eJe accesoriedacl
legrar el dolo y la imprudencia en el éÍmbito de la antijuridicidad len virtud de limitada dc /,] participación. Una conCepCifJ!l que, ciertamente, no es la históri-
la doclrillJ del injuslo personal!. Así, la alirlllación elel principio ele accesorie- ca. Aparte, no ca he excluir, desde luego, que en ellos se manifiesten tJlllhién
ciad limitada 1',,5<5 a signilicar que el autor debía realizar un hecho ohjetiva y algunos eJe 105 problemas dcrivLldos de la diferenciación entre clases de delitos
subjetivamente antijurídico, para que respondiera penalmente el parlícipe. especiales. Pero en ciertos casos se (rata, en prilller lugar, claramente de delitos
3. En los cielitos comunes \~-. ello generabJ problemas relalivamente supera- especiJles de deber; y, en segundo lugar, de supuestos eJe error de lipo (error
bles. Pues en los casos de déficits subjetivos del autor ~en particulJr, si éstos sobre la arbitrariedad de la decisión prevaricadora, por ejemplu). Así que pare-
hubierJn sido provocJdos por otro illterviniente- podí,l ["esu!tJr relativamente ce que la doctrina no puede eludir la necesidad de discutir la cuestión del pro-
fJctible la ,ltribucic)n de responsabilidad J este último a título de coautor o au- blema de la accesoriedlld. De lluevo, unil aportJción de lus casos de Derecho
tor lllediJto. Sin eml)¿¡rgo, en los delilos especiales (muy en particular, en los eJe penal económico a la discusión general de la teoríJ del cielito.
in{rJcción de un dc'ber) el problema resultaba d priori insuperahle. Pues la con-
curre!lCi~l L'n Ull supuesto de hecho de un intrant_'lIs sin dolo y de un exlraneus 3. Retos pendientes
doloso p~lrl'cía conllevar UIlJ irresponsJbilidad general.
3. ,. Intruducción
-L La JurisprudenciJ espJllola hJ a{ronlJdo este problema en una serie de re-
soluciones que, desde luego, no resultan todo lo claras que sería deseable. Pero ·1. Resultarí,] pretenciosa la mera enumeración de los relus adicionales que
In cierto es que en cllJS se sanciona JI pilrtícipe exlraneU5 en un eJelito especial los casos del Derecho penal económico-empresariJl pueden plJntear a las insti-
pese' II que el clutor inlraneus obró sin dolo. Así, para el CJSO de un delito de tuciones de la teoría riel delito. Ello signiíicaría, de ent¡-ada, que se han identiíi-
ell'fr"ud,lCión trihutaria, la STS )39/ 20D3, de 3D de abril; para el caso de delitos cado todos los existentes y que, ademas, se dispone de las do!-es proféticas par¿l
contra la ;\r!ministración Pública, la STS 222/2010, c/e 4- de marzo; en un caso augurar los futuros. Tanto lo uno como lo olro está fuera de mis posibilidades
ele fraude a las Comunidades Europeas, la STS 60!í/ 2IJ 1O, de 25 de junio_ generales; mucho mjs, ohviamente, c/C' llevarlo J cabo en el espacio elel que
dispongo en este le,lo''''' .
.s.
f\lglín ohservador podr,i apreciar que en ninguno de los ClISOS serialaeJos
se' scrialJ con claridad que al aulor inlraneus le falte el dolo natural; en algún
caso se dejJ ahierta la cuestión c/e si obró en error de tipo o en error c/e prohibi-
Cil.ln (e'll lueJo G1SO, impune, por invencibiliebel). Es 111 cÍ s, incluso en la últimJ se
lels sentencias cilddas se realizJn ímprobos esfuerzos pJra tr,llar de sustener que 17m Oc' Indos mudos, ~i qLlc~rri.l dludir ,lqui ,1 IlIl Ir-'IIl,1 que!11e' pdrvcv I1wrccc¡Jm dt· ,dglll1 chs,lI"I()-
llu. ¡'vil' l-etit'I-U <1 !;l nlL'~lí(:1I1 del cn!lsenlilllil'lllo del sujdo p,lsivII C'1l los dl:'lilos ecnnl'1Il1kos-
elllpn-'s;lridles. !~SI,l liene dinWIlSilllH's 111l1y dive¡,s;b ...\sí, puede ,lludirst', pm un I,ldo, a I(ls de-
litns snci('l<1rins \" 1.'11 cnnndn, ,1 la rC'k'V,¡flCi;l del ("()llSf'l1limk'nln de 1<1 IUllld lit' S(KiIlS ('11
rel,lCi6n (n!l dL'lílns que p;HL'Cell !t'ner un,\ signíiíccltiv;l dinlC't1Sión inslitucinn,1lislcl. Ll dilc-
Y. ~i ~\' !luíel(" Lunhi!:'ll (-'11 los d('lilos 1!~lwci,lk's lit' POSi('ÍI·lIl. rl'nci,l enlre' el ClHls('ntÍmienlll rll' lodo c,1 c,lpilal (J r!r' sl\lo 1.1 !ll{l\'O[Ú dI.' 1:'sl<.' ['['SUI!.l, pm!J,l-

19 LA LEY ~) LA LEY 61
iJi. l. Silv,l ScÍnclw!, kSl-!S-I\\aria Tl'oríLl del cielito y Derecho penall~COn(')mico-!.'lllpn"",HI,l¡

t
I1 ...:. En lodl) (,150, algo esl,í claro. En lus sistelllcls legales en que --COIllU en nerada de hecho el surgimiento del Derecho laborJI -desdl' dentro clt'l Den_'-
I Esl'clll,'- Sl' h,l illlpl"nl"du la respunsclbilidad pendl de las I)rupias personas ¡u- eha privado~ con su principio in!erpretJtivn pru operario. L;l id(1,1 ('s, t'n últi-
n-dicd:;, el reto (undamental es <:.'1 de con(urmar una leoría del delito Zldecuarld d ma instJncia, que lodo trabajador se cncontrJria en und situaciclll de tll'n'~¡cLj(1
Ic'\ rcs())uci()1l de los CclStlS ('11 que éstas se veJ.1l imputadas. Tengo para mí que 01111. Sin embargo, 1,1 traslación cll' esta iclea genéricd (que puede c[)n~id('rdrS(' ('()-

sohre t'llu es mucho Ill,ís lo que desconocem(}s que In que !lOS JVCnlurJIllOS d rrecta en términos de mer.l .lproximJción\ al Jmbito de imput.lli(-)!1 ck n'''p()Il- 1

plallll',lL En tndo Laso, Sl' hall d,lcJO ya 11l1S0S relevantes en !J 1(11(',1 de eslLl le()~ sabiliclaeJ pellL11 Cl1 un caso concr('\n resLllta esc,Js.lmcnle (undad,l.
del c!(:li[o -'1 qUL', se quiera n no, cI¿lrJIllC:'llle reviste va los rasgos del Dere-
) penal dl' ';segullcl.:l velocidad)), 3. Una hipótesis .llternativa es la de que la posición de garantí,l dell'IllIJrt'S,l-
rio puede tener que ver con IJ constJt.lc!.l existencia de sesgos cognitivos l'll I()s
, la ,l/Jdrt-'n/{' clismi17L1ci6n de ifll/Jort,lncia e/e! princ:ifJin e/e aUlnrresfJoflsahi-
trabajadores, derivados por regla general de su habituJción al riesg(). con 1,1
!irJlCl (-'11
I-'! !Jerec}-¡o eh, la ¡-.'nJ/Jres,-¡
consiguiente millusvJloración de éste. T.:des sesgos cognitivos clC'termin,lritlll
una afeclJción de la racionalidad (/)()unclec! rationalilyl que conllc'vtlrítl 1.1 l'\is-
¡. El principio (le' autorrc:'slxHls,lhilidarl constituye un criterio de lilllil-,lción [encia de un.l dislllinucit1n de la JUlorrespolls.lbiliebd; PUt'S l'Stll rl'quierl' r,lci()-
la responsabilidad de terceros por hechos que h,l org;:lIlizado (scgLIIl un,l nalidacl. La disminucicJn de la racionalidad en el trabajador, evenlualmpntl' cll'-
lstura rllLÍs cl,--ísicCl, dominado) el propio sujt!tu auturrC'spnnsable. Pues bien, bida a sesgos cognitivos y atajos heurísticos, es 1,J que deberi~l ser neutr,lliztHLl
obselvaci{)n super(ici;:d parecc' poner de: relieve que el principio de cluto- por el empresario medi<lnte las correspondientes técnicas de IUrmclCi(·Hl e inf()r-
,nl1clhili..--I.,r[ tiellc una l'(iclcia disminuicla en el Jmbitu del Derecho penal mación (también, ele intervención psicológica). La posición dl' garante clL'l l'!ll-
Ellu sucede, en ()casiunes, (1 la hura de conformar en el C'lllpre- presario surgiría entonces de la urganizacicJn de un entorno en el que' surgen
l p()sici{)lles de garantía de protección de los IrahJjaeJores (r['nte a riesgos sesgos cognitivos en los suhordinados. Y l'! deber ele ,Ktuar consislirltl <.'11 "u
resp{Jllselhll'nWllle por l:stuS. 5egLIIl la doclrin.l q]f{)bableml~lllt' dOllli- neutralización. El incumplimiento ck~ dicho deber generaría la rL'spol1S,lhilid,lll.
qUl' suscribe ('sla posicic'Hl, se Irat,] de proleger al trahajador (rente a sus 2. Un Jmhito distinto es el que se reliere;] la posición de gJrllntí,l dc' vigil.1n-
¡piels imprudcnci,ls.
cia de los Jdministr.lclores y directivos sobre SLlS subordinados CjLH' puerltlll ge-
J.. Es ducloso pLlede h~lhersl' genercldo esta posición eJe g~lranll' lIll. LJna
(.:r'1Il1{)
nerar riesgos para tcrceros. Oc nuevo se Irala aquí ele un<l extrailtl j1osici()!l de'
idad es entender que su surgimiento sucede en el tiempo el una época dl' garantía sobre SUjl'tus au!oITl'spunsables, cuya lundamentClción hLl gerlL'rt1rlll
permitirlo labural»), propia del induslri<llislllo burgués, Oc ser Jsí, 1,] dudas y discusiones desde hace tiL'mpo 11". Un posible fund.lmento es la ideLl de
,hflrc.:nlwfiwl snlializanle hJhría tomado como base la apreciación de una des-
que la empresa en sí constituye un riesgo especial. Pero precisamente lo qUl'
eSl'neial del IrahajJdor, derivaela de unJ pretendida silu,lción de: debería JclarJl'se l'S por qué la empresa (n algunJ clase de elllpresa en pLlrlicu-
intrínseca ,l 1;1 rC'IJci['JIl lahural. Esa desprotccción es la que habrí.l ge- lar) puede verse como un riesgo especial. Una posible explicación es 1,1 que tD-
ma en cnnsideracic'ln 1.1 potenci,lliel.1d criminógena ele ciertas dinJmicas de gru-
po. A ést.lS se ,lll,ldiríall ntras raZUlll'S propias de Id organizclCil:JJl l:mprl's,uial;
por un l.ldo, los va reiteradalllt:'llll' tlludidns sesgos cognitivos v ,ltdios Ill_'lJrl'c;ti-
h)I'I1H'111l'. ~P.~lllli( .III\',!. hl (111-0 (Ink'll di' IIIS,l~. S(' k1!1,1 LI CLll'sIIIJn di' ),1 loll'f,lIlI"i,1 .H/mini",
11.1111.1 1'11 1,1 {-,I~{) di' 11Í1'IH'S iul'idiCl)~ qUI'. ('11 hUl'I'),] Illpdid.l, pUl·den IHI!'Ú(lil·St' 1'11 t6rminll"
di' 111111)('10'0 di> g('stil·lI1 ,lflmillistr,¡tiv,l dc' dl'lt'nllil),ldlls sccl()rt'~;¡ SulJrt' l-'IIIJ. vdlg,¡ di' mo-
1111'1111) 1 ,JI) I,¡ 1('llli~Il)1l d C;;illllll', nls !J('/¡¡inl/ic/¡(, XU!.hWIl '!f,¡jh,¡¡I\1l \ ·1'l'h,¡{II'IL'. I'¡'¡l!' u'e 111-
¡i'I!lgl'ill/,' I ¡'¡1\\¡{!',WUIJg'. Fr,lIlkl'ull ,1.J\\. . ..!{)() 1.
El 111,i~ 1I'l"IC'nll' dl'l 'IUI' IC'llg() 1l1)licÍ,l, H',I()/FIIIIIII/CI)\II/-)w\. Ild!'U!O di' 11'IPUIl_',lhil/(!,lI!/){'- '1111 Si I() ('lllil'Il(!(IIJI('Il. ~(' 111Ul'I,(' I(HI.I\ld 1'11 ('~Ll 11·lll',l SI 111 \'I\\\~.~,. ·I)it' l,nnlHldll),illll'o' 11!'I\ tilh!
1),11 {J¡, /,)' ¡.JI '1 '¡¡/).II ¡fII ¡i liLL', .\ Iddrid . ..!() I ..!. (1()gl11tlli~(-hl'll C;I-UIH!¡"l'dgl'll (JI'I l '1l1('II1('III11t'I1~krill1ill.llit;il -- dJ11 B('ispil'i {II''- \,Ij('lh~1 hl¡j/~­
{-I!- ¡¡IJI l'II'l11plll 1 1'", 1:\1'\ S·\~.'III" '_.I/JIU/1'1 {-{(in f)I'/J,¡/ ¡f(' 1,1 "1\'..!,lIl'1d/(! (' IllglI"II' {'/) d II.¡!J.¡ Ir.1(n-,chh in l'urop:ii-;( 111'1 Jl{'r~p\'kli\('- '. ('11 r\ 11'11 11.-1. 1~lJ(f!l/{Jh¡ "."\I\\'il,¡j ~(lll-! p.IC:~ "1-
/1). ,\\,1111 id, 1')1)·1. p.ig"< 'lllh \. ~s .. P,lrlll'lldll dc' Illod() gL'Ill'I,d de lJlld 1:!Ila d(' IIJIlII(-illlil'lllo \ S~ .. ¿!JI).
di' l'nllll1l.HI qUi' 1I11lll'dirl'! hdhl,]f di' !In'! dult'nliC;1 (.IUl!lpl!('~ld ¡'!l !I('ligl-o,' di') Ir,¡lJ,lj.HIIII ,I\~, C¡'¡. por (odu..;. ¡ 111',1 /Jil' 1!¡.lIil'C!t¡lil 111' \ 'el.III¡\\'()ulid¡/,,'II. p,ig'" 1 1(, 1 ~'o

í~) LA LEY © LA LEY () \


Iva ScÍnchez, )eSLIS-lv\aría TeurlJ del delito y DC!n:chG..I.?~~.r~_ll.!. _.~).S~.(.!.r.~(:~.r.l.lico-emprcsarial

leos ;Ii'; por otro lado, en el plJJlo volitivo, el anonimato, concepciones erradas los frenos inhibitorios o IJ representación ele' las normas experilllenten
,ide la leallad V' la solidaridad, ele""- Todo ello delerminaría 'Iue los subordina- disminución que eventualmente podría llevar hasta su desJparición II~.
klos supuestamente JutorrespollsJbles pudieran ir mostrando, pese a todo, ca~
!rencías relevantes en CLlanto a IJ percepción)' el subsiguiente contTol de ries- 6. En la conforlllación de una actitud c:rilllinógell¿l de grupu concurren vJrios
~os (otra, vez: b.ounclecJ rati()n,~lit)'l. La nellt~J!i,zJción de e~J5 Glrencias estructu- a'spectos cuyo origen es div(5su, pero que, sumados unos a otros, pueden, en
r,ll(,$ seria preCISJlllente el obJcto de la pnSIClon de garanlrrl. efecto, dar lugar a un<1 il11po"lantc disl11inución de resjJlJnsahilidacL En pril11cr
I lugar, ya se ha hecho alusión el la cxistenciJ de numerosas distorsiones cogniti-
I J. Ciertamente, todos los estudios sobre los delitos de empresa coinciden en vas: sesgos de elllulación, Jelaptacic)n, confirlllacióll pie. En segundo lugar, se
'ltribuir especial releVJnCi~l J la estructura organizalivJ que es inherente J tal da la circunstancia de quc el subordinado considera que aclúa por el bien de la
l
.'ntidad. Es!a dimensión de organización se hJ lomado incluso comu funda- empresa illlll , esto es, con unJ Illotivación altruista y no egoísta, lo que disminuye
I"enlo de la responsabilidad penal de las empresas mismas {culpabilidad por su inhibición J actuaL En tercer lugJr, sucede que el subordinado dclúa en el

¡ lelPCI() de organlzllClon) o, en lodo caso, de la Itll[JCJs!clon de cunsecuenClllS


urídico-penales II JquéllJS (orgJnizJción defectuosa C0l110 estJe/o de cosas pe-
marco de una estructura iercírr¡uica, con un responsable sU¡Jl:rior, lo que, Jun
en el caso de perlecto conocimiento dc:~ 1;1 siluacic'lIl y de Id norllla, produce unJ
ligrosu IJara los bienes jurídicos), Al analiza!' la responsabilidad individual de cierta dejJció1l de respo1lsJhiliebd: se produce una desviación de la respo1lsabi-
sus 1I1lcgrJnles, IJ actuaclon en el mJrco de una organlzacl0n se conSidera mu- lidad moral ((haciJ Jrriba», COIllO puse) de relieve el experimento 1\'~ilgram'II"'. En
1:h<1S veces corno un elemento agravatorio, reílejo de un mayor contenido ele cuarto lugar, la actuación en el minco de un colectivo da lugar a que el sistema
~njusto, ya sea por el correspondiente incremento del riesgo para el hien jurídi- de normas del Derecho penal (o del sis[emJ social, más en general} entre en
¡['O, ya por la especial virtualidad de negación del Derecho que ello enlraf1a. colisión con olros sistelllas de normJS propios del grupo, In que provoca que el
I sujeto se forme un código -sintético- propio. Y, a la vez, la necesidad de
I -l. AhorJ hien, COtllO se hJ Jdverlic/o, 1.1 JCIUllCión en el ámbito de cstructu-
adaptación al medio, la soliebridiJd con éste () incluso la rutina que deriva de la
11,:15 nrgllnizadJs de etllprcsJ tJlllhién J(ecla a IJ Jutorresponsabiliebd de los
fungibilidacl de la propi~l posicióll, l.::ontrihuycn a la referida disminución del
;}gentes, dane/o lugar a la génesis de posiciones de gafall!ÍJ c/e terceros (ya sean
sentido de responsahiliclJd. No en úll.imo lugar, elche Jludirse a otros aspectos:
<lle protección, y,1 c/c vigilancia. Si esto es así, la re(eridiJ afectación de IJ auto-
la distancia -en el tiempo y en el espacio- que e;..;i5le entre IJ actuación del
nrcsponsabilic/Cld cleheríJ contempLJrse asimismo como un factor de disminu-
1, (e I IJ pena"'" .. sujeto y IJ afectación de una víctillla determinada ,'111,.
t!lun
I
7. Sea C0l110 (uere, lo cierto es que:' la actuación en el grupo se ve sOllletida J
I 5. i\-1utalis mutanc/is, sucec/e Jc¡uí algo próximo a lo que se aprecia en el árn-
importantes mecanismos de neutralización del significado de la conductJ delic-
1¡l ito de 1;1 tllacrocriminaliebd 111(,': se r!J una pluralidad de elelllentos que deter-
tiva 1<)11, Cu<'Í1 sea IJ medidJ de 1,] JI<::'nuacirln de penJ que ello puede generar es
rlinan que la representación de 1,] realidJct el sentido de responsabilidJcL así
una cuestión abiertiJ. En todo CJSO, I(J anterior pretende poner de relieve que el

1,
"p.,1 C·tr. PPI··.llt 1, ,TI'dching E/hies, I-Ielll"istics, ,1IHI Bias!:'s" !OUfn.¡f uf ¡';U ..,illL'S.1 !."thie.., 11), 20U.1,
pdgS. "J) \ ~~., 1·1111 Ull;lelH icl(jp6dk;1 ¡JP5uipci¡·)ll de tilles ~1.)5gIlS. ,Isí COIllO 5uhr,w<lndn lp,igs,
{)( v ~';.i 1.1 gl',ln di(icullad dv su ncutr,dixacióll.
(87) Or. tJ descripción di..' I~¡ Ji e( i 1, Im/ll,ulu!.'!/¡, 11,u"lunp, in el (Jf.:'Ullli:'lnr:'hnH.'Il, 1:l,lderl-FLlr!el1. ) <¡(JI),
(~.!tC'gl ·)I"i l.' d I )]('l1te, ya S¡ i IL 'r·:i ,\L\'.. ~I, I ln/eme/¡IIlC/H/d imin,l/ilcit, p,igs. .!.! -.!.l CUIl I"l..'sp!:'cto d 1,1
,1" págs.2J v ss.
I
,W,I
''''imil1l.,ll!.' VI.'rhands¿¡Uitüd(!" p,igs. JO y SS., r¡h y ss. (3m Unl('rn(~/lIJI(.'1J5k,.in!Í1L1fi"11, IJ;ig. J.
)IJhr!.' 11) qU¡' sigue, SII'.',,\ Sv,nH/, ,,1..1 .\cIU,H"il'lIl ('n un,] empr('<;,l (1)11"\11 ,111'I1U.\lltL' del rlelitl)'.
(B9) Dicho cxpt'rill1cnln, 11['vado ,1 Cil!JO (_'11 1'17·[ pUl" l'[ psiclil(Jg() Sldnk'v 1\\i1gr;¡m, dl' 1;1 Univl.:.'l'li-
I 11I/)/{'II'e,u!.! (1()01.J) IEditnri,ll).
fiJe! de YJle, puso dc' n,lil'vc quv ('1113":" de las ]JeI'SIJIldS, cuando Sl' enCUI.:.'ntr,11l1!11 un COl1tL",-
,¡Jhl htudi,ld;l L'11 Illlíltipll.'s trah,ljns pur )..\¡,11:, ·Cr·dan!-:(!11 Itlf l(ril1lillologir' knllcldi\,er Vl'rlm'" to dL' nbl.'dienci,l, til.'l1dL'n ,1 h,ll"l'r f() que SI.' les IJnIL'lhl. pUL',> ~l' gell('l";'¡ Ufl desplcl/"mil.'rltu dt,
,I dlell l\fschrl':'rim Il)HO, p,-ígs, I'lB v ss.; Indil'lI!ue{ft' ZUlI'dlllung t,ollddll't'1J \i("hdU'I).', 1;1 rcspolls;J!Jilidad h;wi,l dqlj{;1 qu¡.' imparte' I"s órdC'l1(s.
h,1I11 .. iurl. 11)1\1; "VC'I·SUC]¡ lihf'r Iv\,¡kl'lJkrimin,llil,'it" SI V 1<¡gEl, p,ig',. I~.!. v <;~,,: ,\'¡,¡/,wkrirnin.l/i- (cJO) HWII, /.Ji!.' )lr.lIÍ"{'(~hl/idJ(' \'·C'LJIlI11'UrllidJ/;('it, p,lg .. I'J.
L'j¡. "¡¡kli,'!) /ur I;,.inlillll!()gil' !:()!/e/dll·{'r CI'11·d/l, Fr,lI1lállrl. 11)/111. i!) ¡I Sohre lales I1ll.'caniSll1os, t;llllhit;n. H¡ I~·~I, nil·' slr;¡¡iechlfich,' \ /1'I''¡Il/II'()Illichld '¡l. ,hie!I'Ill.

('I!t (1) LA LEY © LA LEY


hS
Sllnc:hez, Je5lI5~/\'1arí,1

isis duclrinal elel papel eld principio ele aulorresponsabilielael ell el Derecho
económico-empresarial dis!a de haber concluido.

BALANCE

Lo clnterinr pretende hJher lllos!rJdo que, efectivamente, los casos del Dere-
pel1,ll económico-empresarial ofrecen retos a la teorra del delito. Que, dsi-
IJS insli!uciones de cslJ teoría experimentan tensiones JI trJtJr de a(ron-
Pero, en fin, que IJ dogl1lLÍLicJ de! delito dispone de instrurnentos para
las soluciones de los CJSOS en un contexto teórico consislenle.
LOS liPOS DE DElllO EN EL DERECHO PENAL
!ECONÓMICO'
1<INUII;\USEl~, Urs
CateeJrcílico ele Derecho Penal y Procesal Pellal.
Universidad eJe /JOI1I1_
SUMARIO:
1. PLANTEAMIENTO DEL PROI3LEMf\
11. CULPABILIDAD JURíDICO PENALMENTE RELEVANTE
111. LOS BIENES PROTEGIDOS
IV. LA FORMA DE PROTECCiÓN
V. LA CULPABILIDAD DE LA PUESTA EN PEUG¡¿O ABSTRACTO

11) TrJdllCcil-lIl del ,11t'Ill,in pllr Od,lndo 1-llIllllwrlo d('!.l \leg,l Ivl.lrlilli~

(f) LA LEY

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