Está en la página 1de 7

LICENCIATURA EN HISTORIA A DISTANCIA

HISTORIA PREHISPÁNICA

MAESTRO FRANCISCO MONTOYA MAR

BREVE ENSAYO
GRAFFITI Y SU DESARROLLO EN MÉXICO

ALEXIS ANTONIO CRUCES MARTÍNEZ

1ER. SEMESTRE

Septiembre 29 del 2018


GRAFFITI Y SU DESARROLLO EN MÉXICO

Al hablar de graffiti tenemos que empezar por definirlo o al menos tratar de hacerlo,

para después acercarnos a comprender este movimiento que ha venido tomando

cada vez una mayor fuerza a lo largo de todo el globo y después irnos al caso más

específico de nuestro país, México.

El término graffiti en el modo estricto del diccionario de la RAE nos dice que es una

firma, texto o composición pictórica realizados generalmente sin autorización en

lugares públicos, sobre una pared u otra superficie resistente.

Sin embargo el graffiti es demasiado amplio y tumultuoso para encerrarlo en una

definición académica, se escribe de 3 formas ya sea con doble “f” o con doble “t” o

simplemente grafiti. Esto refleja sin lugar a dudas su carácter subversivo y de

romper las reglas ya que en esta práctica del todo urbana no existen las reglas

ortográficas.

Así pues podemos decir que el graffiti es un movimiento urbano surgido en la

década de los 60´s los adolescentes en la ciudad de Nueva York empezaron a

escribir sus nombres en las paredes de sus barrios, aunque en realidad utilizaban

pseudónimos, creándose así una identidad propia en la calle.

Quizás el ejemplo más significativo y a la vez el más conocido por todos sea el

de Taki 183, un chico de origen griego que a la edad de 17 años comenzó a poner

su apodo.
Su verdadero nombre era Demetrius (de ahí el diminutivo “Taki”) y 183 era la calle

donde vivía (poner el nombre de la calle fue un elemento usado por muchos más

escritores). Taki trabajaba como mensajero y viajaba constantemente en el metro

de un lado a otro de la ciudad. En el trayecto estampaba su firma en todos los lados,

dentro y fuera del vagón, poco después cientos de jóvenes empezaron a imitarle.

La evolución y crecimiento de parte del graffiti se dio a pasos agigantados, así es

que de pronto esta práctica clandestina ya se hallaba en otras latitudes fuera de los

Estados Unidos de Norteamérica.

Con la cercanía de ese país y el constante flujo migratorio era inevitable que el

graffiti llegara a México, y lo hizo por medio de una de sus ciudades fronterizas y

que colinda con el estado con mayor número de mexicanos fuera del territorio,

hablamos de California y la ciudad fronteriza es Tijuana.

Se empieza por un graffiti con una estética muy parecida al chicano y a las pintas

realizadas por pandillas al saberse realizado por jóvenes que eran deportados y se

hallaban varados en la frontera.

Al ser la ciudad por donde entra el graffiti a territorio mexicano, es de esperarse que

en estos días mantenga una de las agrupaciones de grafiteros más longeva llamada

HEM, Hecho en México, de la cual se ha logrado destacar internacionalmente uno

de sus integrantes Alfredo “Libre” Gutiérrez con proyectos que se remiten

directamente al inicio de graffiti en México ya que tratan acerca de los migrantes ,

haciéndolo desde la plástica tradicional como retratos hasta instalaciones donde


mediante esculturas efímeras trata de orientar con mapas las estaciones de tren

para facilitarles su camino hacia el norte.

También podemos señalar a Tijuana como uno de los bastiones de esta práctica ya

que tiene en ella se realiza un tipo de pinta a grandes alturas denominada “trepe”

muy similar a lo que se realiza en Brasil con el pixacao.

Pronto otras ciudades se empiezan a llenar con esta manifestación urbana y le toca

el turno a la perla de occidente, Guadalajara.

En algún momento se llegó a posicionar como la ciudad con más cantidad de graffiti

en el país. Aquí la técnica empieza a ser más depurada y se propaga a poblaciones

de la zona conurbada como Zapopan y Tlaquepaque.

De esta última surge otro referente más del graffiti mexicano, hablamos de Peque,

con un estilo muy similar a los cómics y tomando elementos de la cultura popular

como la lucha libre con su colorido y parafernalia de sus máscaras, ha logrado un

impacto en tierras tan lejanas como Australia. Nuevamente se repite la constante

de un grupo definido y longevo, pertenece al colectivo de graffiti VRS.

Un factor determinante en la propagación de esta práctica es la visibilidad y

movimiento de los trenes, al pintar vagones las ciudades por donde pasan las vías

férreas pronto comienzan mostrar indicios de expresiones prematuras en las calles

de las mismas.
La tercer ciudad en importancia es sin lugar a dudas la ahora llamada CDMX, en

donde se nota una propagación brutal, sobre todo en el contexto ilegal, donde los

jóvenes toman por asalto de noche las calles del monstruo de concreto y las hacen

suyas mediante trazos en paredes, cortinas y demás mobiliario urbano.

De ahí surgen personajes anónimos que como cruel campaña publicitaria se han

apoderado de muchos espacios en las distintas delegaciones de la urbe capitalina,

por mencionar algunos como Zombra, Siler y Tache.

Y en el ámbito legal quedarán los nombres de Smithe, Sego y Saner como los

mayores referentes en posicionamiento mundial con trabajos que han saltado las

calles y para disgusto de muchos ahora se hallan en galerías de arte tradicional.

En un país con un movimiento artístico tan fuerte y notable como lo fue el muralismo

era de esperarse que con otras herramientas surgieran los herederos de Rivera,

Siqueiros y compañía.

El crecimiento y profesionalización no habría sido posible sin eventos puntuales que

sirvieron para impulsar y difundir el graffiti en el país y también para lograr un

intercambio cultural con artistas de otras partes del mundo.

Como en el ya lejano 2009 con Just writing my name en Ciudad Neza y el ya

tradicional Meeting of Styles que viene realizándose en México desde hace ya varios

años hasta la fecha.

El graffiti en México no ha pasado desapercibido para empresarios que han

focalizado su mercado y han ofertado productos que los pioneros de este

movimiento jamás hubieran imaginado. Como marcas especializadas para su


realización con un espectro de colores muy amplio y una calidad superior a las

ofrecidas por los grandes gigantes de este ramo en el país.

Marcas como Ilegal Squad, la extinta Sabotaje o la imponente 360 Spray Paint se

han abocado a impulsar el graffiti en todo el territorio y de cierta manera seduciendo

a los consumidores involuntarios del mismo, que para fines prácticos somos todos

los transeúntes de las calles.

El graffiti despierta distintas reacciones de aceptación o rechazo inmediato (sobre

todo por quienes han visto afectado su patrimonio), el mercado del arte de a poco

lo ha ido absorbiendo, los grafiteros puristas se esfuerzan por escapar de esa

influencia, las penas en contra de esta práctica se han endurecido con la intención

de disuadir a los jóvenes con penas más severas que incluso incluyen algunos años

de cárcel, como en el estado de Puebla, lugar donde también se registra el caso de

brutalidad policiaca más conocido, el homicidio de Ricardo Cadena por parte del

subdirector de seguridad pública y vialidad en Cholula.

Con todos los pro y contra ya mencionados el graffiti es un movimiento que llegó

para quedarse, que es y seguirá siendo parte del paisaje urbano de este México

contemporáneo. Y que por lo tanto te invito a que la próxima vez que te encuentres

caminando y a tu paso salte a la vista una pinta imposible de descifrar o con una

técnica increíblemente depurada, legal o ilegal, le dediques unos minutos a

contemplarlo, ya que eres parte de la más grande galería en el mundo, la calle.


BIBLIOGRAFÍA

o Lamudi México. (2017). Graffiti y arte urbano en México. Recuperado de:

http://www.lamudi.com.mx/journal/el-graffiti-en-mexico/

o Grafiti. (2017). Diccionario de la lengua española. Recuperado de:

http://dle.rae.es/srv/fetch?id=JPvdsiL

o Gabriela Hernández. (2015, Mayo 4). Puebla: dice mando policiaco que

asesinó a grafitero “por accidente”. Proceso. Recuperado de:

https://www.proceso.com.mx/403283/puebla-dice-mando-policiaco-que-

asesino-a-grafitero-por-accidente

o Pablo Hernández Sánchez. (2008). La historia del graffiti en México. 2da

Edición. D.F, México. Instituto Mexicano de la Juventud.

También podría gustarte