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PARCIAL: FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA: MÓDULO 1 Y 2.

TEXTO 1: ARANA: EL CONCEPTO DE LA PSICOLOGÍA.

Para adentrarnos en el concepto de qué es la psicología, primero tenemos que tener claro
los dos usos de este término: el uso vulgar y el uso académico.

USO VULGAR: Muchas personas afirman que el trabajo del psicólogo se reduce a realizar
test de conducta o de comportamiento, con el fin de encontrar algún trastorno de los
mismos. También hay quienes opinan que la labor del psicólogo se centra únicamente en
tratar a los “locos”, a aquellos que padecen enfermedades mentales. Si bien esta visión es
en parte correcta, está sesgada y demuestra parcialmente qué es la psicología. También
contiene en sí el prevenir estas enfermedades, el mantener la salud mental de las
personas sanas. A lo que comúnmente se refiere el uso vulgar de dicho término es a la
psicología aplicada: aquellos que utilizan los conocimientos adquiridos para ejercer la
profesión. También es común encontrar el problema de diferenciación entre psicología y
psiquiatría: muy pocos sabrían decir cuálI es la diferencia entre ambos. Esto ocurre por
varios motivos, pero principalmente porque las técnicas y aproximaciones de ambas son
coincidentes. Además, comparten el objeto de estudio, provocando que se solapen las
funciones de una con la de la otra. Al uso vulgar de la psicología y a esta carencia de
diferenciación entre psicología y psiquiatría se le puede adjudicar una causa: los artículos
de revista, las emisoras de radio (con material científico poco comprobable) y los masivos
medios de comunicación han tenido consecuencias ambivalentes. ¿Qué quiere decir esto?
Ha tenido consecuencias positivas porque se da a conocer lo que la psicología puede
ofrecerles a las personas, pero, por otro lado, ha tenido consecuencias negativas:
promueve el uso vulgar y la banalización de este término. Cualquier persona siente
que entiende qué es la psicología y cree poder dar enunciados psicológicos como algo
rutinario. Por otro lado, el hecho de que el uso vulgar sea tan común provoca que queden
en segundo plano aquellos que se dedican a la investigación dentro del campo de la
psicología, se resalta la psicología aplicada y queda por fuera la psicología básica.

USO ACADÉMICO: El hecho de que la psicología aplicada sea tan enfatizada por el uso
vulgar provoca que la psicología aplicada quede en segundo plano. Sin embargo, esta
división es meramente artificial (Prieto), puesto que en la vida real no hay nada que divida
a la psicología básica de la psicología aplicada. Para que la segunda nombrada sea
considerada de carácter científico debe basarse en los conceptos que la psicología básica
haya considerado científicos. ¿Qué sucede cuando se desarrolla al margen de la misma?
No se puede comprobar su eficacia. Los conocimientos de la psicología básica son los que
le permite a la psicología aplicada (a través de métodos y técnicas efectivas) tratar los
problemas de la psique humana y resolverlos en su proceso. Se deben desarrollar técnicas
efectivas y abandonar aquellas que no lo son. Una persona puede desarrollar “ambas
psicologías”, siempre y cuando lo haga a través de un método y con una técnica
determinada para probar su carácter científico. No obstante, esta división no se reduce a
esta dualidad básica-aplicada; si no que dentro de la psicología aplicada se solía dividir en
tres grandes psicologías hasta hace muy poco tiempo: clínica, deportiva, y de las
organizaciones. Pero la incidencia de la psicología en otros ámbitos tales como el jurídico,
adicciones, entre otros, permitió que esta división fuese cada vez más invisible.

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CONCEPTO DE LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA: Existe una aproximación sistemática a la
psicología (a través de métodos) y una aproximación asistemática, o al menos no tan
sistemática, que corresponde al hombre de la calle y al uso vulgar del término. Esta
consiste en el conocimiento popular que proviene de las personas y sus comportamientos
(costumbres o hábitos). Dichos conocimientos están próximos a la intuición, por lo que son
poco consistentes e incompletos, pueden presentar errores o contradicciones. Esto debido
a que tiene una proveniencia muy diversa, tanto de las opiniones, como de la intuición,
como de la experiencia propia. Sin embargo, estos conocimientos sirven para conocer a la
conducta humana y adaptar nuestro comportamiento para encontrar respuestas óptimas a
distintas situaciones. Por el contrario, la aproximación sistemática plantea llegar a
conocimientos completos y consistentes, teniendo dos formas de hacerlo: Cuando se basa
en conceptos totalmente racionales, estamos hablando de filosofía. Cuando lo hace a
través de la experimentación y la contrastación con otros conceptos, hablamos de la
ciencia. Para Richardson (1988) el conocimiento científico de la psicología está
desorganizado. Existe una gran problemática entorno al objeto de estudio de la psicología
y, por lo tanto, con respecto a su concepto. Como ciencia rompe la subjetividad, ya que
usa técnicas como la experimentación, la contrastación y la observación. Pero si la
descripción de los distintos comportamientos y procesos mentales es importante (es decir,
el cómo), se pretende también conocer las causas (es decir, el por qué). Una vez que
conozcamos estas causas podemos predecir el comportamiento y de esta forma intervenir
para mejorar la calidad de vida del individuo y de la sociedad en general. En el caso de la
definición de la psicología nos encontramos entre dos fuegos: Por una parte, esta
definición debe cumplir con las exigencias y restricciones (epistemológicas y de método)
que tiene al tener carácter científico; y, por otro lado, la complejidad que presenta al tener
un objeto de estudio tan singular y diverso como lo es la psique humana. Otra posibilidad
es no tener una definición para la psicología, pero de aquí deriva un problema y es el límite
de lo que se debe estudiar y de lo que no. Algunos autores frente a esta problemática han
decidido definirla como “lo que hacen los psicólogos”, pero este concepto es una respuesta
circular: los campos en los que se desarrolla la psicología son muy variados como para
definirlo de esta forma. La dificultad de dar una definición global de la psicología como
ciencia deriva de tener que elegir las muchas definiciones que se han dado. La psicología
ha sido la ciencia de la conciencia, de la vida mental, de la conducta, del comportamiento,
pero ha vuelto a convertirse en la ciencia de los procesos mentales. El problema es que
sin marco teórico es imposible (existe en todas las ciencias, básicas o aplicadas) por lo
que cada científico trabaja con una definición de psicología más o menos explícita. Luego
de pasar por todas las distintas definiciones, volvió a ser la ciencia de la conciencia y del
pensamiento, sin rechazar la metodología del trabajo conductista. En la actualidad, sería
legítimo que alguien definiera a la psicología como ciencia de la conducta, siempre y
cuando especifique que por conducta entiende a la actividad abierta u observable (como
los comportamientos, hábitos) y la conducta cerrada o inobservable (emociones,
pensamientos, razonamientos). Fernández Trespalacios afirma que en la práctica no es
tan visible el problema, puesto que como habíamos dicho cada uno elije la aproximación
que prefiera. Pero, la gravedad del asunto proviene de que al no tener una definición que
aclare qué y cómo se debe estudiar, sea aceptar cualquier concepto y definición, donde el
desarrollo es desordenado y llegue un momento que no se sepa qué es lo que se está
estudiando.

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Para Fernández Trespalacios, la psicología es el conjunto de conocimientos básicos sobre la psique humana, que, aplicados mediante unas
técnicas adecuadas, permiten resolver mucho de los problemas que los seres humanos encontramos en la realización de nuestra conducta.
Para saber que es la psicología, primero tenemos que saber que es la psicología básica, de manera que, aunque no todas las ramas de la
psicología son científicas, el estudio de los procesos psíquicos del hombre, y de las leyes que gobiernan dichos procesos, es lo que
constituye el fundamento de la psicología científica.
LA DIVERSIDAD CONCEPTUAL DEL CONCEPTO DE LA PSICOLOGÍA: Hay una gran
problemática con respecto a delimitar el concepto de qué es la psicología, porque si hay
algo que la caracteriza es su diversidad (tanto conceptual como metodológica), que
procede de los diferentes enfoques teóricos/epistemológicos, así como de la gran variedad
en la que desarrolla su labor el psicólogo. Siendo así una diversidad inter e intradisciplinar.
Esta diversidad conceptual podemos verla ya desde sus principios vinculados a la filosofía,
tanto así, que podemos mencionarla como el inicio de la diversidad. Para algunos autores
la psicología presenta una gran diversidad de métodos, sistemas, paradigmas, teorías y
disciplinas que se mantienen en torno a su objeto y a su método (Marx), o que al ser un
estudio multidisciplinar tendría muchos objetos y una gran variedad de supuestos
epistemológicos, por lo cual sería empobrecedora querer unirlos y homogeneizarlos
(Kendler). Para otros por el contrario debería ser una disciplina única, homogénea, tal
como lo es la física o la biología. La identidad de la psicología resulta de la complejidad
dialéctica entre su diversidad y su pretensión de ser algo unido (Mayo y Pérez). Para
intentar solucionar estos problemas se han seguido tres posibles vías: La primera ha sido
acudir a la historia de la psicología para averiguar que es a través de lo que ha sido en la
historia (temas de interés, logros, fracasos, etc.). La segunda es sistemática, consiste en
acudir a la lógica, a la filosofía, epistemología, a la teoría de la ciencia, para
fundamentarlas sobre estos pilares, partir de una reflexión previa. En este sentido, la
estructura epistemológica de la psicología se ha buscado más en los contextos de
justificación que en los de descubrimiento. Por último, la tercera vía, la pragmática, que
considera únicamente lo que hacen los psicólogos, pretendiendo limitar el concepto a partir
del análisis de qué hacen los psicólogos. Sin embargo, como ya habíamos nombrado, esta
última vía no era eficaz, puesto que el desarrollo de los psicólogos era muy diverso (y la
relación entre ellos muy remota) como para limitar su definición a ello. La ocupación de la
psicología es muy ramificada. Esta diversidad junto a la falta de integración de métodos,
técnicas y procedimientos ha contribuido a la difusión de una imagen de crisis y desunión
con respecto a la psicología. Por lo tanto, como respuesta acerca de qué es la psicología
no existe ni ha existido desde sus comienzos como ciencia una respuesta única y certera;
lo habitual siempre ha sido la discrepancia. Para algunos lo básico es la conducta
observable, para otros, la conciencia, la inconsciencia, etc. Se puede considerar que su
objeto de estudio es la actividad del sistema psicológico, pero sucede que dicha actividad
se plasma a través de actividades o comportamientos particulares, pudiendo convertirse
en el objeto de estudio de una teoría. De aquí surgen los dominios de conocimiento de la
psicología, las teorías explicativas de los distintos dominios están a niveles diferentes,
desde las más específicas a las más globales. Los psicólogos están interesados en tres
tipos de fenómenos: Las actividades objetivamente observables, las actividades mentales
o procesos conscientes, y los procesos neurofisiológicos (Holzkamp, Kendler). Esta
multiplicidad de objetos de estudio demuestra la desunión presente en la psicología, por lo
que presenta la imagen de una ciencia que es plural y compleja. La pluralidad de objetos
incide sobre su definición misma, la relevancia como ciencia, la adecuación de sus
métodos, y la validez de los conocimientos que proporciona. Es difícil hablar de la
existencia de un paradigma aceptado sin reservas, que unifique y asigne a la psicología el
carácter de ciencia normal del que hablaba Kuhn; un indicador del carácter de madurez en
el desarrollo de la ciencia es la adquisición de

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dicho paradigma. La fragmentación afecta a problemas más específicos como lo es la
conceptualización y la explicación de los distintos procesos. El sistema de Wundt —primer
intento deliberado de construir una psicología científica— contiene ya, a juicio de Yela
(1989), las tensiones internas que van a provocar y ahondar la fragmentación.
Por su objeto, la psicología era, según la concepción de Wundt, predominantemente una
ciencia cultural que trataba de la experiencia inmediata. Por su método era, a la vez, una
ciencia natural, es decir, una ciencia experimental de las observaciones (introspectivas)
sobre fenómenos como la sensación, la percepción y los afectos elementales, y una
ciencia cultural que estudiaba los fenómenos y procesos superiores mediante el examen
de los productos culturales de los pueblos. La distinción entre dos tipos de ciencia fue
importante en Alemania a mitad del siglo XIX. Wissenchaft (ciencia) era generalmente
considerada como un disciplinado método de investigación para revelar el conocimiento
válido. El término Geisteswissenschaften se tomó para representar el concepto de John
Stuart Mill de las ciencias morales (también llamadas ciencias sociales), y para
distinguirlas de las ciencias Naturwissenschaften (ciencias naturales). Actualmente se
hace una distinción similar entre las ciencias naturales y las ciencias humanas. Esta
distinción se ha mantenido a lo largo de la historia de la psicología comenzando con Wundt
y manteniéndose hasta la actualidad. Surgieron entonces alternativas opuestas: frente al
estudio exclusivo de los contenidos de la conciencia se consideró la función; frente a la
introspección y el mentalismo los intentos de objetividad científica por parte del
conductismo y la reflexología; frente al carácter atomista la teoría Gestalt; frente al carácter
explicativo de la psicología como ciencia natural, su carácter comprensivo como ciencia
humanista. Una de las principales características de la psicología contemporánea es su
tendencia a la fragmentación, con el surgimiento de nuevas especialidades, que al crearse
se creen en posesión de la verdad (exclusivismo), y si bien individualmente han contribuido
a la psicología la “lucha por el trono” existente entre ellas no ha beneficiado en nada a la
psicología. Tradicionalmente, una ciencia se define por medio de su objeto y su método. Si
existe unidad de método y objeto, tendrá unidad interna. En psicología, actualmente o
incluso en sus inicios como disciplina independiente, ha existido y existe una falta de
consenso acerca del referente de la disciplina. El tema del objeto de la psicología no
puede tratarse en abstracto, separadamente. La construcción del objeto y el conocimiento
acerca del mismo no son factores separados, el método y el objeto no son fijos e
inmutables, si no que están en un constante cambio y se afectan el uno al otro. La
construcción del objeto implica de un método para estudiarlo, por lo que el primero se verá
afectado por el segundo; el método se adapta hasta que permitiera conocer y representar
al objeto. En cualquier ciencia el problema del objeto es relevante, porque delimita el
aspecto de realidad sobre el que la ciencia proveerá conocimientos, incidiendo a la vez en
la forma de buscar dichos conocimientos, y en la validez de los mismos. Los dos pilares
sobre los que se asienta una ciencia son el objeto y el método. La psicología se
caracteriza por la diversidad metodológica y de objetos. En relación al objeto, pocos
autores se han detenido a hablar del mismo. La importancia de una clarificación del objeto
y método de la psicología que permita considerar la unidad de la misma se ha acentuado
en las últimas décadas. Han existido intentos continuos de resolver la crisis, pero no
enfocado en construir una unidad sino en un enfoque alternativo que eliminara a los
rivales. Se ha contribuido en navegar más en la diversidad, intentando estudiar las fuentes
de las que proviene la misma. Epistemológicamente, Buxton señala tres fases en la
historia de la psicología: 1) Un largo pasado, dominado por la confrontación entre
empirismo y racionalismo; 2) la era de los puntos de vista, en la que se produce la
confrontación de las distintas escuelas (estructuralismo, conductismo, psicoanálisis, etc.) y

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Las incertidumbres acerca del objeto de estudio afectan al modo en el que se enseña la ciencia, pero difícilmente influye en la corriente
principal de investigación. Toda visión del objeto es probable que afecte la naturaleza de los problemas que ha de atacarse y la modalidad
de las investigaciones. Si la psicología se define como el estudio de la conciencia, todo lo demás se dejará de lado y se favorecerá la
introspección por encima del resto de los métodos. Pero si se la define como el estudio de la conducta, solo se estudian los movimientos
observables y el resto será ignorado.
3) el momento actual, caracterizado por la complejidad y la diversidad de intereses
(diversidad de métodos, objetos, procesos).

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LOS INTENTOS DE SISTEMATIZACIÓN EN PSICOLOGÍA : Desde la visión de Kuhn, y considerando
el status de ciencia paradigmática, los paradigmas se han ido sucediendo a lo largo del
tiempo: estructuralista, conductista, y cognitivo. Otros, sin embargo, consideran que está
en un estado pre-paradigmático: paradigmático (Watson, 1967; Warren, 1971; McKenzie,
1977; Finkelman, 1978; Farrel, 1978). Para otros, la psicología sería multiparadigmática.
La psicología contemporánea se caracteriza por la amplitud y diversidad de intereses,
actividades y objetivos. Los psicólogos están lejos de llegar a un acuerdo sobre los
problemas que pueden y deben estudiar, el enfoque de estudio, las teorías explicativas de
los resultados, la metodología a utilizar, etc.

EMPIRISMO VS RACIONALISMO: Hay muchas causas que han llevado a la psicología


como una ciencia diversa; además de las influencias socio-culturales de las distintas
épocas, también es un factor su juventud como ciencia, las especiales características de
su objeto de estudio y, sobre todo, el dualismo básico proveniente de la filosofía. Otra de
las razones que explican la situación es la singularidad y complejidad del objeto. Es mucho
más complejo que el de otras ciencias, porque pretende abarcar la experiencia
(conciencia) y la actividad, lo inobservable y lo observable. Sus pretensiones e intereses
son también muy amplios, provocando que un mínimo fenómeno pueda ser observado
desde múltiples perspectivas teóricas y metodológicas. Posiblemente la singularidad de la
psique humana rechace un análisis que sea unilateral y requiera recurrir a la interacción
con otras ciencias como la sociología, la filosofía, la biología, entre otras. Yela (1986-1989)
nos explica que la principal razón de este conflicto radica en el dualismo con el que la
psicología ha convivido desde siempre, desde sus inicios con la filosofía. Se trata de un
dualismo que es inherente a los datos con los que trabaja, o, dicho de otra manera, a la
forma de entender como se debe abordar. Este dualismo se expresa en distintas
antinomias como puede ser espíritu y materia, cuerpo y cerebro, etc. De alguna manera
siempre ha estado presente esta dualidad esencial. Mientras un grupo de psicólogos ve su
campo de en términos de valores científicos y acepta los conceptos de objetividad,
elementalismo y leyes nomotéticas, otro grupo de psicólogos lo ve en términos
humanísticos, aceptando los conceptos de intuición, holismo y leyes idiográficas. Solo hay
un aspecto en el que la totalidad de psicólogos parece coincidir: todos son deterministas,
aunque en diferente grado. Existen, por tanto, dos culturas; lograr una armonía entre ellas
no parece tarea fácil. Royce (1967) colocó a la psicología en el cruce entre las ciencias y
las humanidades. El científico “maximiza los modos racionales y empíricos de conocer y
minimiza la simbolización metafórica y la intuición”

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TABLA 1. CARACTERÍSTICAS DE LA PSICOLOGÍA COMO DISCIPLINA HUMANÍSTICA O COMO
CIENCIA EXPERIMENTAL (STAATS, 1987). EL CISMA HUMANÍSTICO Y COMPORTAMENTAL
EXPERIMENTAL.

Entre los intentos por resolver la dispersión


basándose en las dicotomías, parece
destacar el de Coan (1968), que realizó una
investigación factorial sobre tendencias
teóricas en la psicología. Obtuvo de esa
manera seis factores fundamentales en
cuanto a las dimensiones teóricas,
subjetivismo-objetivismo; holismo-
elementalismo; orientación transindividual-
individual; orientación dinámica-estática; y
por último endogenismo-exogenismo. No
hay que olvidar tampoco la dicotomía entre
la psicología experimental y la correlacional,
y suele ser bastante frecuente mencionar la
dicotomía existente entre los paradigmas
más relevantes de la psicología científica: el
conductista y el cognitivo. Existe una
poderosa tendencia a reducir la confusa variedad de psicologías a solo dos psicologías.
Pero en lugar de encontrar al final de proceso únicamente dos psicologías, encontramos
una larga e indefinida serie de dos psicologías. La paradoja está en que, por un lado, se
reduce a dos psicologías y por el otro se multiplica toda la serie de criterios por dos
alternativas.

EVOLUCIÓN DEL OBJETO DE LA PSICOLOGÍA: Se ha pasado de estudiar el alma, a estudiar la


mente (conciencia), la conducta, los procesos mentales, y, en los últimos tiempos, se
reclama el estudio de la mente humana. Sin embargo, la síntesis histórica global está sin
hacer. Existen estudios sobre este tema, Carpintero (1976) considera que hay tres etapas
en las que se habrían considerado tres objetos de estudio diferentes: el alma (desde el
siglo IV a.C hasta el XVII); la mente o conciencia (desde Descartes hasta la llegada del
conductismo) y la conducta a partir de entonces. A lo largo de la evolución de la psicología
como disciplina independiente han sido varios los objetos de estudio considerados, de ahí
a que en las múltiples definiciones de la psicología se haya considerado como ciencia de
la conciencia, de la conducta, de las funciones mentales, y, últimamente, como ciencia de
la actividad.

BASES PARA LA POSIBLE UNIDAD DE LA PSICOLOGÍA: Si se habla del problema de la unidad


de la psicología es porque dicha unidad no existe, pero hay un acuerdo en la posibilidad de
lograrla. Sobre todo, es difícil encontrar en la diversidad y en la complejidad. La diversidad
es conceptual y metodológica y se remonta a sus inicios como ciencia. El hecho de que
esta diversidad sea lo que caracteriza a la psicología, ha favorecido la aparición de
escuelas o paradigmas, que casi siempre tienen pretensiones reduccionistas, queriendo
ser los únicos que poseen la verdad psicológica. La psicología predominante desde inicios
del siglo, la mayoritariamente aceptada, es la científico-natural. A primera vista esto hace
pensar que con seguir el método y centrarse en el objeto de la psicología, se estaría
dentro de la “psicología oficial”; pero no es tan sencillo, tampoco hay unidad dentro de esta
psicología. Pinillos (1962) y Pribram (1981) etiquetan de confusa a la psicología científico-

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positiva desde sus inicios. Sin embargo, la unificación es posible, Yela cree en la
posibilidad de desarrollar una ciencia psicológica unificada, surgida de lo inevitable y con
una gran diversidad de enfoques, técnicas, perspectivas, dominios, etc. Para él, hay algo
de utópico en creer en una psicología unificada, ya que solo cuando exista un acuerdo
entre el objeto de estudio y al método se podrá empezar a pensar en la unidad. Un posible
objeto: la conducta como acción física significativa; un posible método sería la
comprobación empírica y experimental de la conducta observable. Se trataría de la unidad
en la diversidad. La visión de Mayor y Pérez sobre la posibilidad de unir a la psicología es
más pesimista que la de Yela, hasta el punto de hablar de la presencia de caótico aspecto.
Para ambos este aspecto se ha intentado solucionar: a) por medio del reduccionismo, b)
por medio de la simplificación de la diversidad y c) integrando la psicología en una teoría o
sistema general de la ciencia. Se ha pretendido reducir la psicología a otras ciencias.
Todas las dicotomías psicológicas han dado origen o han surgido de actitudes
reduccionistas de este tipo. Otra tendencia muy habitual ha sido la de recurrir a la biología
(en concreto a la fisiología) para explicar los fenómenos psíquicos. Así para autores como
Bergmann o Feigl, todo lo que puede definirse en términos de conducta puede reducirse, a
la vez, con base en sus principios neurofisiológicos subyacentes. Hoy, la psicología no
acepta su reduccionismo a la fisiología, si bien nadie duda de la relación entre ambas. Otro
reduccionismo es el de considerarla ciencia social. Las tendencias hacia la diversidad son
consecuencia de la progresiva especialización y la imposibilidad de adoptar un único
método. La tendencia hacia la unidad son fruto de la presión por no dejar nada interesante
afuera del objeto de estudio y por justificar la etiqueta de “psicológicas” que acompañan a
varias disciplinas. Estas tendencias coexisten, se enfrentan y tratan de armonizarse. Así se
tiende a distinguir y a integrar la psicología científica con la humanista, la experimental con
la clínica, la general con la diferencial. En la psicología, hablamos de una unidad que
respeta y reconoce la diversidad, buscando en ella, lo común. Aceptemos la realidad en
psicología, viéndolo como un valor añadido con respecto a otras disciplinas, tomándolo
como beneficio con respecto a otras ciencias.

SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURO DE LA PSICOLOGÍA : Yela etiqueta la situación actual de la


psicología con tres adjetivos: pletórica, frustrante, y desunida. La psicología hoy está en
día llena de cosas positivas, en continua y rápida expansión. Cuando se investiga, en parte
lo que se gana es precisión, asepsia, y control; se pierde en amplitud y trascendencia de
los resultados obtenidos; los resultados más estricta y rigurosamente obtenidos son los
que corresponden a los asuntos más simples y a la inversa, cuanto más importantes son
los problemas más difíciles es de estudiar con rigor y precisión para dar con buenos
resultados. Podríamos concluir que la psicología se encuentra en pleno apogeo, pero dada
la desunión existente, este crecimiento se produce de forma desorganizada. Para Yela el
futuro de la psicología está ligado a la aceptación del dualismo teórico que se repite
constantemente en la historia de la psicología: comportamiento público-experiencia
privada.

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TEXTO 2: ¿QUÉ ES LA PSICOLOGÍA? GEORGE CANGUILHEM.

Al decir que la eficacia del psicólogo es discutible, no se quiere decir que sea ilusoria; sino
que simplemente se intenta explicar que esta eficacia está mal fundada. No hay pruebas
de que se deba a la aplicación correcta de una ciencia, el estatuto de la psicología no está
determinado de tal manera para ser considerado algo más y mejor que un empirismo
compuesto que está codificado para los fines de la enseñanza. A partir de muchos trabajos
es que se tiene la impresión de que se mezcla una filosofía sin rigor (porque es ecléctica
bajo el pretexto de la objetividad), una ética sin exigencia (porque asocia experiencias
etológicas en sí misma sin críticas) y una medicina sin control (porque de las tres clases de
enfermedades más ininteligibles y menos curables, las enfermedades de la piel, las
enfermedades de los nervios y las enfermedades mentales, el estudio y el tratamiento de
las dos últimas ha proporcionado desde siempre a la Psicología observaciones e
hipótesis).Por otro lado, el objeto de la ciencia ya no es solamente el campo específico de
los problemas, de los obstáculos a resolver, es también la intención y el alcance del sujeto
de la ciencia, es el proyecto específico el que constituye como tal una conciencia teórica. A
la pregunta ¿Qué es la psicología? Se la puede responder recurriendo a su campo, a
pesar de su multiplicidad de proyectos metodológicos. Daniel Lagache (1947) afirma que la
unidad de la psicología es buscada en su definición posible como teoría general de la
conducta, síntesis de la psicología experimental, de la psicología clínica, del psicoanálisis,
de la psicología social y de la etnología. Sin embargo, esto parece ser la coexistencia
pacífica entre distintos profesionales más que una esencia lógica. El profesor busca un
acuerdo entre dos tendencias: la naturalista (psicología experimental) y la humanista
(psicología clínica). Parece ser que la segunda tiene un mayor peso, explicando así la
ausencia de la psicología animal en esta exposición de las partes del litigio. La misma está
incluida en la psicología experimental, que en gran medida es una psicología de los
animales; pero lo está como material sobre el cual aplicar el método. En efecto, una
psicología solo puede llamarse experimental en razón de su método y no en razón del
objeto. Mientras que, por el contrario, es más por el objeto que por el método que es
denominada una psicología como clínica. La psicología para definirse no puede prejuzgar
sobre aquello a lo que debe juzgar. Es inevitable que, al proponerse a ella misma como
teoría general de la conducta, haga propia cierta idea del hombre. Entonces es necesario
permitir que la filosofía le pregunte a la psicología de donde extrajo dicha idea, existiendo
la posibilidad de que sea extraída de una filosofía. Para el autor, en pro de responder
¿Qué es la psicología? Se debe esbozar una historia acerca de la misma, pero
considerada únicamente en las relaciones que mantuvo con la historia de la filosofía y de
las ciencias, necesariamente teleológica, puesto que también trata el origen de las
diversas disciplinas, métodos, etc.

LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA NATURAL: Mientras que psicología etimológicamente significa


‘ciencia del alma’, se puede notar que no existe una psicología que sea independiente
(tanto en las ideas como en los hechos) de los sistemas filosóficos de la antigüedad,
donde la “psyche”, el alma es considerada un ser natural. Los estudios relativos al alma se
encuentran repartidos entre la metafísica, la lógica y la física. El alma es un objeto natural
de estudio, una forma dentro de la jerarquía de las formas, aún cuando su función esencial
es el conocimiento de las formas. La ciencia del alma es una provincia de la fisiología, en
su sentido original y universal de teoría de la naturaleza. A esta antigua concepción se
remonta un aspecto de la psicología moderna: la psicofisiología (considerada durante
mucho tiempo como psiconeurología) y la psicopatología como disciplina médica. Es
necesario recordar que, antes de las dos revoluciones que permitieron el desarrollo de la
fisiología moderna – Harvey y Lavoisier – una revolución no de menor importancia fue la
de Galeano, cuando estableció clínica y experimentalmente que es el cerebro y no el

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corazón, el órgano de la sensación y el movimiento, la sede del alma. Crea una filiación
ininterrumpida de descubrimientos, neumatología empírica durante siglos. En síntesis,
como psicofisiología y psicopatología, la psicología actual se remonta siempre al siglo II.

LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA DE LA SUBJETIVIDAD: La declinación de la física aristotélica, en


el siglo XVII, marca el fin de la psicología como para física, como ciencia de un objeto
natural, y, correlativamente, el nacimiento de la psicología como ciencia de la subjetividad.
Los verdaderos responsables del advenimiento de la psicología moderna, como ciencia del
sujeto pensante, son los físicos mecanicistas del siglo XVIII. La psicología se constituye
entonces como un intento de disculpa del espíritu. Su proyecto es de una ciencia que,
frente a la física, por qué el espíritu está por naturaleza obligado a engañar desde sus
inicios a la razón respecto a la realidad. La psicología se vuelve física del sentido externo
para dar cuenta de los contrasentidos de los que la física mecanicista culpa al ejercicio de
los sentidos en la función del conocimiento.

A. LA FÍSICA DEL SENTIDO EXTERNO: La psicología, ciencia de la subjetividad, comienza


como psicofísica por dos razones. En primer lugar, porque no puede ser menos
que una física para ser considerada seriamente por los físicos. En segundo lugar,
porque ella debe buscar en la estructura del cuerpo humano, la razón de la
existencia de los residuos irreales de la experiencia humana. Sin embargo, esto no
significa un retorno a una concepción antigua de la ciencia del alma (rama de la
física). La nueva física es un cálculo, la psicología tiende a imitarla. Tratará de
determinar constantes cuantitativas de la sensación y las relaciones entre esas
constantes. Aquí las figuras más importantes serán Descartes y Malebranche. El
primero propone la reducción de las diferencias cualitativas entre los datos
sensoriales a una diferencia de figuras geométricas. Se trata aquí los datos
sensoriales como correspondientes a las informaciones de un cuerpo por otros
cuerpos. Lo que es informado por los sentidos externos es un sentido interno, “la
fantasía que no es otra cosa que un cuerpo real y figurado”. Descartes, si bien no
es el inventor del término y del concepto de reflejo, afirmó la constancia de la
relación entre la excitación y la reacción, se ve que una psicología entendida como
física matemática del sentido externo, comienza con él para culminar con Fechner.
Esta variedad de la psicología es extendida con Wundt a las dimensiones de una
psicología experimental, sostenida en sus trabajos por la esperanza de hacer
aparecer en las leyes de los “hechos de conciencia” un determinismo analítico que
le otorgue su validez universal.
B. LA CIENCIA DEL SENTIDO INTERNO: La ciencia de la subjetividad no se reduce a la
elaboración de una física de sentido externo. Se presenta como la ciencia del
sentido interno. Del siglo XVIII data el termino de psicología, que tiene el sentido
de ciencia del Yo (Wolff). Toda la historia de esta psicología puede escribirse como
una historia de contrasentidos, de los que las meditaciones de Descartes fueron la
ocasión. La psicología se depende más de la sabiduría que de la ciencia, y que es
“propio de la naturaleza de los hechos psicológicos el manifestarse en aforismos
más bien que en teoremas”. se ha desconocido la enseñanza de Descartes al
constituir contra él a la vez una psicología empírica como historia natural del Yo
-de Locke a Ribot, a través de Condillac, los ideólogos franceses y los utilitaristas
ingleses- y al constituir según él (eso es lo que se creía) una psicología racional
fundada en la intuición de un Yo sustancial. Los primeros principios metafísicos de
la ciencia de la naturaleza (1786) cuestionan a la psicología el alcance de una
ciencia, ya sea a imagen de las matemáticas o de la física. No hay psicología
matemática posible, en el sentido de que existe una física matemática. Tampoco
hay una psicología experimental en el sentido en que la misma química se
constituye por el uso del análisis y de la síntesis. No podemos, ni sobre nosotros
mismos ni sobre otros entregarnos a experiencias, la observación interna altera a
su objeto. Querer sorprenderse a sí mismo en la observación de sí conduciría a la
alienación. Por lo tanto, la psicología no puede ser más que descriptiva. Su

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verdadero lugar está en la antropología, como propedéutica para una teoría de la
habilidad y de la prudencia, coronada por una teoría de la sabiduría.
C. LA CIENCIA DEL SENTIDO ÍNTIMO: Si se llama psicología clásica a aquella que se
pretende refutar, es preciso señalar que en psicología hay siempre clásicos para
alguien. En el aislamiento de su escritorio Maine de Biran descubre que el análisis
psicológico no consiste en simplificar sino en complicar, que el hecho psíquico

11
D. primitivo no es un elemento sino ya es una relación, y que es vivida con esfuerzo.
Da paso a dos conclusiones inesperadas para un hombre cuyas funciones son de
autoridad: la conciencia requiere del conflicto de un poder y de una resistencia, el
hombre no es (como pensaba De Bonald) una inteligencia secundada por órganos
sino una organización viviente secundada por una inteligencia. Al alma le es
necesario estar encarnada y por lo tanto no hay psicología sin biología. Pinel y
Esquirol fueron dos de los fundadores de la escuela francesa de psiquiatría. Pinel
apoyaba la idea de que los alienados son enfermos como los otros, ni poseídos ni
criminales, debían ser atendidos separadamente de los otros y separadamente
según el caso, dentro de los servicios hospitalarios especializados. Fundó la
medicina mental como disciplina independiente a partir del aislamiento terapéutico
de los alienados. Podemos ver como la psicopatología comenzaba positivamente
con Galeano, y culmina con Freud, cuando en 1896 crea el término psicoanálisis.
La psicopatología no se ha desarrollado sin guardar relación con las otras
disciplinas psicológicas. La psicopatología es a la vez juez y parte en el debate
ininterrumpido, del cual la metafísica ha legado la dirección a la psicología, sin
renunciar a decir allí sus palabras con respecto a lo físico y lo psíquico. Esta
relación ha sido denominada como somato-psíquica antes de ser considerada
como psicosomática. Si se piensa que lo psíquico puede ser inconsciente, la
psicología no se reduce a la ciencia de la conciencia. Lo que se oculta no es
únicamente íntimo, sino también lo abisal. La psicología ya no es solo la ciencia de
la intimidad, sino la ciencia de las profundidades del alma.

LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA DE LAS REACCIONES Y EL COMPORTAMIENTO : Al proponer


definir al hombre como organización viviente secundada por una inteligencia, Maine de
Biran anticipaba el terreno sobre el cual iba a constituirse una nueva psicología en el siglo
XIX; al mismo tiempo que le asignaba sus límites, ya que en su antropología situaba la
vida humana entre la vida animal y la espiritual. El siglo XIX ve constituirse – junto con la
psicología como patología nerviosa y mental, como física del sentido externo, como ciencia
del sentido interno y del sentido íntimo – una biología de la conducta humana. Hay varias
razones para este acontecimiento. Las primeras son razones científicas, la constitución de
la biología como una teoría general de las relaciones entre los organismos y los medios, y
que marca el fin de la creencia en la existencia de un reino humano separado. Luego,
razones técnicas y económicas; el desarrollo de un régimen industrial que orienta la
atención hacia el carácter industrioso de la especie humana, que marca el fin de la
creencia en la dignidad del pensamiento especulativo. Finalmente, razones políticas que
se resumen en el fin de la creencia en los valores de privilegio social y en la difusión del
igualitarismo: la conscripción y la instrucción pública se convierten en asunto del Estado, la
reivindicación de la igualdad ante los cargos militares y las funciones civiles es el
fundamento real de un fenómeno propio de las sociedades modernas: la práctica
generalizada del peritaje en sentido amplio, como determinación de la competencia y
descubrimiento de la simulación. Lo que caracteriza a esta psicología de los
comportamientos, es su incapacidad constitucional para captar y exhibir con claridad su
proyecto instaurador. Si entre los proyectos instauradores de algunos tipos de psicología
anteriores, algunos podían ser considerados como contrasentidos filosóficos, aquí, al ser
rechazada toda relación con una teoría filosófica se plantea la pregunta de dónde puede
extraer su sentido una determinada investigación psicológica. Al aceptar convertirse,
según la biología, en una ciencia objetiva de las aptitudes, de las reacciones y del
comportamiento, esta psicología y sus psicólogos olvidan situar su comportamiento
específico en relación a las circunstancias históricas y a los medios sociales en los cuales
son llevados a proponer sus métodos o técnicas, y a hacer aceptar sus servicios. La idea
de utilidad, como principio de la psicología, estaba vinculado a la toma de conciencia
filosófica de la naturaleza humana como poder de artificio, más que nada a la definición del
hombre como fabricante de instrumentos. Pero el principio de la psicología biológica del

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abisal: hondo
conscripción: servicio que se presta al Estado siendo soldado durante un período de tiempo.
peritaje: informe en el  que  un experto contesta a una o más preguntas o da su opinión profesional sobre cuestiones planteadas por el juez.
comportamiento no parece ser extraído de una toma de conciencia filosófica explícita, sin
duda porque solo puede ser empleado para cualquier uso con la condición de permanecer
informulado. Este principio es la definición del hombre mismo como instrumento. Al
utilitarismo, que implica la idea de la utilidad para el hombre, la idea del mismo como juez
de la utilidad, le ha sucedido al instrumentalismo, que implica la idea de utilidad del
hombre, la idea del hombre como medio para la utilidad. La inteligencia no es más la que
ordena a los órganos y se sirve de ellos, sino la que sirve a los órganos. El hombre ha sido
estudiado en principio como instrumento del instrumento científico antes de serlo como
instrumento de todo instrumento. La naturaleza del hombre es la de ser un instrumentado,
su vocación es la de ser ubicado en su lugar, en su tarea. En los otros tipos de psicología,
el alma o el sujeto, forma natural o conciencia de interioridad, es el principio que se da
para justificar con validez una cierta idea del hombre en relación con la verdad de las
cosas. Es preciso reconocer que para que pueda ser discutida una idea del instrumento,
es necesario que toda otra idea no sea colocada el rango de instrumento, y que, para
poder atribuir algún valor al instrumento, es necesario que todo valor no sea el del
instrumento, cuyo valor subordinado consiste en dárselo a otro. Se debe reconocer que el
psicólogo contemporáneo es, con frecuencia, un practicante profesional cuya “ciencia” está
totalmente inspirada en la búsqueda de “leyes” de adaptación a un medio socio-técnico y
no a un medio natural. De manera que el comportamiento del psicólogo del
comportamiento humano, encierra casi obligatoriamente una convicción de superioridad. El
problema es que una ciencia, o una técnica científica, no contienen en sí mismas ninguna
idea que les confiera su sentido. La psicología de la reacción y del comportamiento, en los
siglos XIX y XX, creyó independizarse al separarse de la filosofía (de la especulación que
busca una idea del hombre mirando más allá de los datos biológicos y sociológicos). Pero
esta psicología no puede evitar la recurrencia de sus resultados sobre el comportamiento
de aquellos que los obtienen. Y la pregunta ¿Qué es la psicología? En la medida que se le
prohíbe a la filosofía responderla, se convierte en ¿A dónde quieren llegar los psicólogos al
hacer lo que hacen? En Kant y Maine de Biran la psicología se sitúa en una antropología,
es decir, a pesar de la ambigüedad de este término, en una filosofía. En Kant, la teoría
general de la aptitud humana permanece en relación con una teoría de la sabiduría. La
psicología instrumentalista se presenta como una teoría general de la aptitud, fuera de
toda referencia a la sabiduría. Si no podemos definir esta psicología en una filosofía, no
tenemos el poder de prohibir a llamarse psicólogo y llamar psicología a lo que él hace.
Pero tampoco nadie puede prohibir a la filosofía continuar interrogándose sobre el estatuto
mal definido de la psicología, mal definido tanto del lado de las ciencias, como del lado
técnico. La filosofía se conduce, al hacer esto, con su ingenuidad constitutiva, tan poco
semejante a la simpleza que no excluye un cinismo circunstancial, y que la conduce a
volverse, del lado originario de los no especialistas.

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TEXTO 3: PSICOLOGÍA DE LA CONDUCTA, BLEGER.

CAPÍTULO I.

ENFOQUE DE LA PSICOLOGÍA: Como habíamos visto anteriormente, es muy difícil dar una
definición exacta de qué es la psicología, tanto como lo es delimitar el objeto de estudio de
cada ciencia. En un intento de resolver la estrechez con respecto a las definiciones, se ha
dicho de la sociología que ella es la que hacen los sociólogos. Si trasplantemos esta idea a
la psicología, no aporta nada; porque además de instruir una tautología (repetir lo mismo
con diferentes palabras sin aportar información nueva), la psicología no tiene aún ganado
tan plenamente un terreno. En la psicología, la teoría y la especulación filosófica
precedieron a la práctica y aún en gran medida, ahora, la remplazan; como dice Boring, la
psicología vino primero, los psicólogos más tarde. La psicología llega muy tarde a
estructurarse como campo científico. Como todas las ciencias, se separa muy
gradualmente de la filosofía, aunque conserva con ella muy estrechos lazos. El término
psicología data del siglo XVI, pero aún en el siglo XVIII era muy raro su empleo, fue que
después de ser adoptado por Kant se difundió. Comte no la incluyó de manera especial en
su clasificación de ciencias, siendo que aún en la actualidad debe enfrentar desconfianzas
y resistencias; tanto la idealización como el desprecio representan trabas importantes para
su desarrollo. El conocimiento científico aumenta nuestro poder real sobre las cosas, pero
disminuye nuestra fantasía y omnipotencia. Freud señaló que son 3 los descubrimientos
que más han dañado a nuestro narcisismo: el del que el planeta no es el centro del
universo (no ocupa ningún privilegio), el de que no somos los reyes de la creación, sino
productos de la evolución de las especies animales, y, en tercer y último lugar, el de que
no somos seres íntegramente racionales, sino que gran parte de nuestra conducta es
desconocida, en sus motivaciones, por nosotros mismos. Las ciencias del hombre se
llegan tarde y aún se encuentran en período formativo. Las ciencias naturales también han
tenido que vencer fuertes resistencias, similares a las que hoy en día encontramos en la
psicología y la sociología. Sin embargo, esta resistencia se vuelve mayor en cuanto más
cerca se encuentra del ser humano. Observamos que la física o la química, por ejemplo,
vencieron antes las resistencias que la biología, y esta, antes que la anatomía y la
fisiología. Esta resistencia actúa en algunos momentos de manera fuerte e independiente.
El desarrollo de la ciencia se encuentra estrechamente ligado con el desarrollo de la
sociedad humana y a la necesidad de supervivencia de la especie. Hasta ahora, todo
progreso científico a propulsado los factores de cambio social que entran en lucha con
aquellas fuerzas sociales que tienden a la preservación de una configuración social ya
dada. De tal forma que, los avances y retrocesos científicos y filosóficos se hallan ligados a
complejos procesos históricos de intereses de clases en conflicto.

LA PSICOLOGÍA Y SU OBJETO DE ESTUDIO: Ateniéndonos al hombre, podemos decir que la


psicología estudia a los seres humanos, pero que con esto no queda configurado ni
delimitado con precisión su campo de trabajo, porque muchas otras ciencias se enfocan en
el hombre y lo enfocan como objeto de estudio (historia, antropología, etc.). La psicología
comparte el objeto de estudio con otras ciencias, la identidad y la delimitación de cada una
de ellas solo puede hacerse de dos caminos; la primera es considerar que cada una de
ellas toman una parte del objeto y lo estudian, o en segundo lugar que cada una de ellas
enfoca de una manera privativa y exclusiva el mismo fenómeno, que corresponde a una
clase o grupo de las cualidades del objeto. El autor cree que el primero ha privado en la
historia de la psicología. Entre las disciplinas científicas, podemos reconocer un grupo que
se caracteriza por un objeto propio de estudio que le pertenece en su totalidad: los seres
vivos corresponden a la biología, los astros a la astronomía, etc. Las delimitaciones son
válidas solo en cierta medida, porque los fenómenos en la realidad se superponen,
continúan y suceden. Con respecto a la psicología, podemos decir que estudia a los seres

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humanos, pero desde un enfoque particular, que responde a la necesidad de atender
determinado plano de su organización como seres vivos. La psicología comparte su
objeto de estudio con otras ciencias. Los intentos de hallar un objeto específico y
privativo para cada ciencia tienen que ver con los supuestos metafísicos de estudiar
entidades o sustancias, y estas falacias han conducido históricamente a la psicología a
definir como objeto de estudio al alma, la conciencia, la mente o el psiquismo, olvidando
que son entidades abstractas con las cuales se reemplazan los fenómenos concretos. Por
lo tanto, con este tipo de definición el objeto no queda delimitado, si no que desemboca en
una complicada mitología. No hay tal cosa como alma, mente, o conciencia; hay si
fenómenos psicológicos o mentales, pero el atributo no debe ser transformado ni en sujeto
ni en sustancia. La psicología estudia o debe estudias seres humanos concretos. Si la
psicología estudia al hombre, siempre se halla en ella una implícita una determinada
concepción del mismo. Inclusive dentro de la psicología que se define como el estudio de
la mente o alma, se halla incluido una concepción del hombre que este tiene de sí mismo
en un determinado momento histórico; estos supuestos no son meras especulaciones que
surgen por sí mismas de una actitud totalmente contemplativa, sino que se hallan siempre
vinculados a las características sociales, culturales, de cada época. Cada organización
histórico-cultural tiene un tipo de imagen de sí misma.

EL MITO DEL HOMBRE NATURAL: Se postula en este tipo de concepción, la existencia de un


estado o esencia originario del ser humano, que se ha corrompido por la influencia de la
civilización, en lucha con lo socialmente adquirido, que constituye lo artificial, el estado
natural del hombre es sustentado como lo genuino o ideal. De aquí se ha inferido en
algunas oportunidades que el camino correcto es el de la “vuelta a la naturaleza”, el
retorno al estado originario, natural, desechando o apartando todo lo culturalmente
adquirido y condicionado en el ser humano. Se hace presente en esta hipótesis el carácter
religioso de la misma, aunque ha sido sustentado por autores que no son religiosos. En
este tipo de postulación se implica que el hombre natural es bueno, y tiene cualidades que
se pierden o perturban por influencia de la organización social; de tal manera que se llegó
a construir una imagen de este tipo ideal de ser humano, o a suponerlo existente en
culturas de organización primitiva. En la teoría del hombre natural, según lo establece
correctamente Bidney, dos cosas diferentes: por un lado la suposición de un estado natural
prehistórico originario, del cual ha emergido el hombre actual, y, en segundo lugar, un
estado universal presente, por el cual el hombre en todos los lugares y en todos los
tiempos es el mismo: no se trata, en este último caso, de una condición genética pretérita,
sino una condición universal del ser humano que subsiste como tal debajo de las
modificaciones culturales, que son meramente superficiales. Sabemos que en la actualidad
no existe tal “hombre natural” y que esta teoría es la prolongación, en el campo científico,
de una fantasía de carácter religioso, que supone al hombre engendrado en forma “pura”
por las manos de Dios, para luego sufrir una decadencia en el pecado y la culpa. Tampoco
se postula como aislada, forma parte de toda una concepción que considera al mundo total
como invariable y fijo, postulando también una justicia natural, un derecho natural, entre
otros; por lo que, en otros términos, es parte de una ideología. Sabemos que el hombre es
un producto histórico, transforma la naturaleza y en ese proceso crea la cultura y
transforma su propia naturaleza; la naturaleza humana.

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En este aspecto, sostuvieron posiciones similares autores tan diversos como Rousseau, Klages y Lessing; en el siglo diecisiete Hobbes, Spinoza y Locke postulaban un

"estado natural" anterior a la civilización, y ello implicaba considerar a esta última como artificial y convencional. Para Rousseau, las artes y las ciencias han

producido una decadencia del ser primitivo, esencialmente bueno, que así se ha corrompido por la influencia cultural, apartándose de su relación directa y sana con

la naturaleza y de su bondad originaria; la cultura es algo artificioso, y por ser antinatural provoca la decadencia del ser humano. Más modernamente, Klages

sostuvo una oposición entre alma y espíritu; la primera se halla en relación directa e inmediata con la naturaleza, mientras que el espíritu es la esfera racional, la

fuerza lógica que destruye progresivamente a la primera. Lessing desarrolló también un "naturalismo" como la fuente auténtica de la vida, distorsionada por la

acción de los hombres.


EL HOMBRE AISLADO: Se supone que el ser humano es originario y primitivamente un ser
aislado, no social, que asimila con esfuerzo y gradualmente la necesidad de relacionarse
con otros individuos; de esta manera un problema que se planteaba a la psicología era el
de investigar como los seres humanos entran en contacto los unos con los otros. Para ello
se emitió la hipótesis de un instinto gregario o de una energía especial, la libido. Esta
abstracción está estrechamente ligada con la anterior, la del hombre natural. Ambas pasan
por alto el hecho de que el hombre solo es tal en función de ser social y que, incluso, el
alto grado de individualidad del cual es reflejo este postulado, es también un producto
social. Aún este hombre aislado, que toma en cuenta con frecuencia la psicología, es
también un producto social, y que esta teoría (llamados por algunos como la teoría de los
Robinson Crusoe) no tienen ningún fundamento que sea válido. Es uno de los errores
conceptuales y metodológicos más serios en el campo de la psicología, por derivación de
un error filosófico. Consiste en estudiar al ser humano como determinado, aislado de las
situaciones reales, históricas y presentes que transcurre en su vida, y en las que se forma
su personalidad y se establecen relaciones de todo tipo. De esto resulta que cuanto más
abstracto es el hombre que se estudia, más idénticas resultan todas sus características y
más fijas, eternas e inmutables las categorías que se elaboran. La abstracción conduce
tanto a la concepción del hombre aislado como a la del hombre natural, descartando las
variantes sociales y culturales como agregados no sustanciales del ser humano, que se
superponen e incluso subvierten una primitiva naturaleza. Esto ha conducido a
generalizaciones y conclusiones erróneas y a una mitología de entidades psicológicas.
Pero, además, como lo expresa Foucault “tratándose de los hombres, la abstracción no es
solo un error intelectual”, porque trasciende como ideología no solo al campo científico,
sino también al campo político y social. Por el contrario, la psicología moderna tiende a
considerar todos los fenómenos psicológicos como derivados de determinadas relaciones
e interacciones concretas del humano, como ser social, con las situaciones reales de su
vida. Este es el aspecto que incorpora a la psicología en las escuelas de los últimos 50/60
años, y este es el déficit más serio de la psicología tradicional. En esta se estudia al
hombre en general, la percepción y la memoria, por ejemplo, como entidades en sí y no a
este hombre que percibe y que recuerda, a esto que es percibido y acordado, en esta
estructura social y económica, en este momento y en esta situación.

INDIVIDUO-SOCIEDAD: Es una falsa antinomia, que supone que el individuo está limitado,
distorsionado o coaccionado por la organización social. Se relaciona muy estrechamente
con la concepción del hombre aislado, en cuanto supone que, para lograr los beneficios de
la vida social, los seres humanos hemos tenido y tenemos que sacrificar la satisfacción de
tendencias individuales, que son incompatibles con las normas sociales y la organización
cultural en general. Se trata así de “salvar” a la sociedad en su organización presente,
considerando malo y animal al hombre, atribuyéndole al último todos los desajustes de
nuestra organización. Es lo contrario del mito del hombre natural, en el cual el hombre es
bueno y la sociedad es mala; por ello en algún período, esta tesis fue sustentada como
una crítica social y una tendencia renovadora y progresista. Si tomamos el caso de la
delincuencia, la guerra o la prostitución, el esquema planteado por esta antinomia
individuo-sociedad las postula como resultantes de impulsos instintivos, primitivos o
animales, que aún subsisten en todos los individuos y que, en un momento dado,
sobrepasan las barreras del control y la represión cultural. El problema reside, realmente,
en que la misma sociedad que reprime y prohíbe la delincuencia y la prostitución y rechaza
las guerras tiene contradictoriamente en su seno - los elementos causales de las mismas,
en forma de componentes sociales irracionales, no dominados. Hay una permanente y
estrecha relación entre individuo y sociedad y solo se puede comprender el uno por el otro;
como seres humanos dependemos en alto grado de la naturaleza, de nuestros semejantes
y de la organización social para satisfacer necesidades.

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INNATO-ADQUIRIDO: Es una antinomia en la que se ha centrado por mucho tiempo la
investigación y polémica, y que está muy relacionada con otras antinomias, como la de
naturaleza-sociedad, herencia-aprendizaje, etc. Todas estas contradicciones están
acuñadas en el formalismo y en la falta de comprensión del proceso dialéctico, pero a su
vez esto no ocurre como proceso intelectual o ideológico, sino que además se sustenta en
la lucha entre el “fijismo” y las corrientes sociales progresistas; todas las posiciones y
fuerzas por mantener el concepto de una naturaleza y sociedad fija e inmutable, hecha ya
de una vez para siempre, se adhirieron a las teorías que postulaban lo innato, mientras
que todas aquellas fuerzas que propulsaban el mejoramiento y el progreso de la
organización social pusieron el énfasis sobre el aprendizaje, lo adquirido, el cambio y el
desarrollo.

EL SER HUMANO: El ser humano puede ser caracterizado por lo siguiente:

a) Su condición de pertenecer a una naturaleza muy peculiar: la humana. A partir del


Renacimiento es cuando el hombre comprende que forma parte de la naturaleza,
pero mucho más tardíamente acepta que forma parte, además, de una naturaleza
distinta y muy particular; su condición de ser social hace que paulatinamente se
estructure una síntesis integrada de naturaleza y sociedad
b) Su condición de ser concreto, esto es, que pertenece a determinada cultura, a
determinada clase social, grupo étnico, religioso, y que esta pertenencia no es
casual o aleatoria, sino que integra su ser y su personalidad. Que no se debe
estudiar la conciencia o la atención in abstracto, sino la conducta concreta de tal
individuo o de tal grupo en tales condiciones concretas y en un momento dado.
c) Su condición de ser social, sólo por lo cual es un ser humano, que sólo llega a ser
tal por la incorporación y organización de experiencias con los demás individuos; el
conjunto de las relaciones sociales es lo que define al ser humano en su
personalidad.
d) Su condición de ser histórico, tanto en el sentido individual como social, es el
producto de un desarrollo en el cual emergen nuevas potencialidades, que no se
dan de una vez para siempre en forma fija e inmutable. El medio ambiente del ser
humano es un ambiente social, del que provienen los estímulos fundamentales
para la organización de sus cualidades psicológicas.
e) Porque no puede conocerse la condición del ser humano por pura reflexión; el
conocimiento que se alcanza está, a su vez, socialmente condicionado.
f) Porque el hombre es el único de los seres vivos que puede pensarse a sí mismo
como objeto, utilizar el pensamiento, concebir símbolos universales, crear un
lenguaje, prever y planificar su acción, utilizar instrumentos y técnicas que
modifican su propia naturaleza. Aun formando parte de la naturaleza, puede en
cierta medida ser independiente de ella. Todo esto está en estrecha relación con
su posibilidad de producir sus medios de subsistencia.
g) Que la producción de esos medios de subsistencia crea la matriz fundamental de
todas las relaciones humanas.

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CAPÍTULO II.

LA CONDUCTA DEL SER HUMANO: En el estudio del ser humano se aplicó el término de
conducta a todas las manifestaciones exteriores, tratando así de que la investigación
psicológica se convirtiera también sistemáticamente en una tarea objetiva, y, por lo tanto,
la psicología en una ciencia de la naturaleza. El término conducta, aplicado a las
manifestaciones del individuo, tiene siempre la connotación de estar dejando de lado lo
más central o principal del ser humano: los fenómenos propiamente psíquicos o mentales.
Estos últimos serían realmente los fenómenos más importantes, dado que originan la
conducta; y si estudiamos únicamente esta última, no nos estamos ocupando del
fenómeno central. Etimológicamente la palabra conducta es latina y significa conducida o
guiada; es decir, que todas las manifestaciones comprendidas en el término de conducta
son acciones conducidas o guiadas por algo que está fuera de las mismas: por la mente.
El estudio de la conducta, considerada así, asienta sobre un dualismo o una dicotomía
cuerpo mente, sobre la tradición del más puro idealismo, en el que la mente tiene
existencia de suyo y es el punto de origen de todas las manifestaciones corporales; según
esta perspectiva, el cuerpo es solamente un instrumento o un vehículo del que se vale la
mente (alma) para manifestarse. En la historia del concepto de conducta en psicología,
tiene importancia el artículo de Watson publicado en 1913, que inicia la corriente o escuela
llamada Conductismo o Behaviorismo, en el que sostiene que la psicología científica debe
estudiar sólo las manifestaciones externas (motoras, glandulares y verbales); aquellas que
pueden ser sometidas a observación y registro riguroso, tanto como a verificación.
Posiblemente entre los más importantes, en lo que respecta a la conducta como objeto de
la psicología, haya que contar los estudios de P. Janet y los de H. Piéron. Este último
formuló desde 1908, una psicología del comportamiento, y P. Janet hizo importantes
aportes al tema de la psicología de la conducta, en la que incluía la conciencia,
considerada como una conducta particular, como una complicación del acto, que se
agrega a las acciones elementales. El mismo autor estudió la evolución de la conducta,
describiendo una jerarquía de operaciones, compuesta de cuatro grupos: conducta animal,
intelectual elemental, media y superior. Watson incluyó en la conducta todos los
fenómenos visibles, objetivamente comprobables o factibles de ser sometidos a registro y
verificación y que son siempre respuestas o reacciones del organismo a los estímulos que
sobre él actúan. Intentó asentar la psicología sobre el modelo de las ciencias naturales,
con una base experimental, y por ello presentó una oposición a dos postulados
fundamentales de la psicología clásica: a la introspección como método científico, y a la
conciencia como objeto de la psicología. Koffka incluye una división tripartita de la
conducta, que presenta como muy semejante a la de McDougal; denomina procesos a la
suma de movimientos observables, distinguiéndola del comportamiento y de las vivencias.
El comportamiento incluye los procesos que denomina efectivos o reales y para los que se
emplean conceptos funcionales, mientras que para los fenómenos o vivencias se utilizan
conceptos descriptivos. Las vivencias o fenómenos están constituidos por los
pensamientos u opiniones que cada sujeto puede expresar. La conducta externa y la
conducta interna están "no sólo acopladas por fuerza y accidentalmente, sino
emparentadas por esencia y unidas objetivamente". Jaspers es otro de los autores que
intentó unificar los fenómenos que estudia la psicología, ordenándolos en cuatro grupos,
según el grado de perceptibilidad de los mismos; el primero es el de los fenómenos
vivenciados; el segundo, el de las funciones o rendimientos objetivos (memoria,
inteligencia, trabajo); el tercero, el de las manifestaciones corporales recurrentes, y el
cuarto, el de las objetividades significativas (expresiones, acciones, obras). Lagache ha
dedicado mucha atención a este tema y define la conducta como la totalidad de las
reacciones del organismo en la situación total. Reconoce en ella: 1) la conducta exterior,
manifiesta; 2) la experiencia consciente, tal como ella es accesible en el relato, incluyendo
las modificaciones somáticas subjetivas; 3) modificaciones somáticas objetivas, tal como
ellas son accesibles a la investigación fisiológica; 4) los productos de la conducta; escritos,
dibujos, etc. El empleo de Bleger, sin embargo, será distinto. Está fuera de los límites de la
escuela conductista o de alguna de sus variantes, aunque por otra parte resume y recoge
las consecuencias, para la psicología, de la revuelta watsoniana, tanto como las de la
Gestalt y el psicoanálisis. Incluimos así bajo el término conducta, todas las

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manifestaciones del ser humano, cualesquiera sean sus características de presentación,
ampliando de esta manera el concepto a sectores mucho más vastos que los que
caracterizan al conductismo. Como punto de partida, las definiciones que da Lagache
sobre conducta, como "el conjunto de respuestas significativas por las cuales un ser vivo
en situación integra las tensiones que amenazan la unidad y el equilibrio del organismo"; o
como "el conjunto de operaciones (fisiológicas, motrices, verbales, mentales) por las
cuales un organismo en situación reduce las tensiones que lo motivan y realiza sus
posibilidades".

LA CONDUCTA COMO FENÓMENO CENTRAL EN LA PSICOLOGÍA : Aquí el estudio de la conducta


se hace en función de la personalidad y del contexto social (que es inseparable), del cual
el ser humano es siempre integrante. Mowrer y Kluckhohñ enumeran cuatro proposiciones
"mínimas esenciales" de una teoría dinámica de la personalidad, a saber:
1. La conducta es funcional. Por funcional se entiende que toda conducta tiene una
finalidad: la de resolver tensiones.
2. La conducta implica siempre conflicto o ambivalencia.
3. La conducta sólo puede ser comprendida en función del campo o contexto en el que
ella ocurre.
4. Todo organismo vivo tiende a preservar un estado de máxima integración o
consistencia interna.
Coinciden en estos cuatro puntos el psicoanálisis, la antropología social y la psicología del
learning. Los aportes con que se cuenta la psicología contemporánea son copiosos y
contradictorios. Sean cuales fueron los fundamentos teóricos y los “modelos” de
pensamiento empleados, todas las corrientes y todos los campos psicológicos han estado
estudiando consciente o inconscientemente la conducta.

UNIDAD Y PLURALIDAD FENOMÉNICA DE LA CONDUCTA: Desde antiguo se reconocen en el ser


humano dos tipos distintos de fenómenos, a los que pueden reducirse todas sus
manifestaciones. Uno es concreto, aparece en el cuerpo y en actuaciones sobre el mundo
externo. Consideramos una conducta concreta corporal cuando se trata, por ejemplo, del
enrojecimiento o palidez de la cara, mientras que calificamos de conducta concreta en el
mundo externo a, por ejemplo, concurrir a un sitio, conducir un automóvil, aunque para ello
se necesite lógicamente de las modificaciones corporales. Otro tipo de conducta incluye
todas aquellas manifestaciones que no se dan como acciones materiales y concretas sino
de manera simbólica; estas últimas son los fenómenos reconocidos como mentales. Estos
son los fenómenos de conducta de los que siempre se ha partido en el estudio psicológico.
Las diferencias doctrinarias derivan todas, no de la psicología misma, sino de aplicar a la
psicología doctrinas científicas e ideologías que toman selectiva y preferentemente sólo
algunos de estos fenómenos y los relacionan de una manera dada. Por ejemplo, existen
fenómenos que llamamos mentales; de ellos se deriva el concepto abstracto de "mente",
que pasa muy pronto a tener independencia y vida propia, de tal manera que el fenómeno
concreto está contenido o resulta de un hipotético funcionamiento de una abstracción.
Para nosotros hay fenómenos mentales, pero no hay una "mente"; hay fenómenos y
valores espirituales, pero ello no implica que haya un espíritu. En esta forma, los dos tipos
de fenómenos (concretos y simbólicos) dieron lugar a un dualismo sustancial. Para el
autor, la pluralidad fenoménica tiene su unidad en el fenómeno de la conducta misma, en
el funcionamiento altamente perfeccionado del sistema nervioso central, y en el ser
humano considerado siempre como persona en cada una de sus manifestaciones,
vinculado en su condición humana al medio social. Mowrer y Kluckhohn refieren que los
psicólogos se hallan polarizados fundamentalmente en dos grupos: los mecanicistas y los
finalistas (teleologistas); para los primeros los estímulos producen movimientos y centran
estudio en esta relación, mientras que los finalistas están interesados por estudio de la
relación entre los movimientos del cuerpo y los efectos. Tener en cuenta que la
estimulación no es independiente del sujeto y de su conducta, y que tanto los procesos
simbólicos como los movimientos y los efectos, son todos conductas, según lo ha
formulado E. Pichón Riviére; forma parte además de nuestras tesis principales él no
reconocer la existencia psicológica de un medio impersonal, tanto como el hecho de que

19
los movimientos y los efectos son conductas entre las que hay diferencias muy
significativas que tocan al concepto básico de conducta.

COEXISTENCIA Y PREPONDERANCIA DE LAS ÁREAS DE CONDUCTA: La conducta siempre


implica manifestaciones coexistentes en las tres áreas; es una manifestación unitaria del
ser total y no puede, por lo tanto, aparecer ningún fenómeno en ninguna de las tres áreas
sin que implique necesariamente a las otras dos; por lo tanto, las tres áreas son siempre
coexistentes. El pensar o imaginar, por ejemplo, (conductas en el área de la mente) no
pueden darse sin la coexistencia de manifestaciones en el cuerpo y en el mundo externo y
también a la inversa.

CIENCIAS DE LA CONDUCTA: Constituye un error suponer que a cada área de conducta


corresponda una ciencia particular, a saber: la psicología para el área de la mente, la
biología para la conducta en el área del cuerpo y la sociología para las manifestaciones en
el área del mundo externo. Este criterio tan erróneo ya no puede ser en la actualidad
seriamente sustentado por nadie. Estas tres ciencias se pueden y deben aplicar a todas
las manifestaciones del ser humano, sea cual fuere el área de predominio o de
manifestación, de la misma manera que un mismo objeto puede ser estudiado tanto por la
física como por la química; no hay, por lo tanto, en el ser humano sucesos que deban ser
estudiados exclusivamente por una o que sean del dominio exclusivo de un solo campo
científico. Toda manifestación del ser humano se da siempre en el nivel psicológico, y es
por lo tanto factible de ser estudiada por la psicología, tanto si se trata de una
manifestación mental como corporal (movimiento, gesto, tic, etcétera) o en el mundo
externo. De la misma manera, en cualquier área la conducta implica siempre la
participación indefectible del cuerpo y del mundo externo. Una conducta en el área de la
mente, por ejemplo, el pensar, debe ser estudiada tanto por la psicología como por la
biología y la sociología: hay una psicología del pensamiento, una biología y una sociología
del pensamiento. Una conducta en el área del cuerpo también debe ser estudiada por las
tres ciencias. En síntesis, cada área de la conducta no se corresponde con una distinta
entidad sustancial y que tampoco Cada área es privativa de una ciencia en particular.
Todas las conductas son objeto de todas las ciencias. la psicología no es solamente la
ciencia de los fenómenos mentales, la psicología abarca el estudio de todas las
manifestaciones del ser humano y éstas se dan siempre, en realidad, en el nivel
psicológico de integración. La psicología no excluye ninguna otra ciencia, sino que las
implica necesariamente. Sin psicología no hay un conocimiento total del ser humano.
Tampoco lo hay con la psicología sola.

ÁREAS DE LA CONDUCTA Y LAS “PARTES DEL ALMA”: Platón distinguió tres partes del alma, y
en esta forma designó, en realidad, tres tipos de fenómenos psíquicos: la parte
concupiscente, la irascible y la racional, cada una de las cuales tenía un lugar propio en el
cuerpo: el vientre, el corazón y la cabeza, respectivamente. Al respecto, ya Demócrito
había creído que el pensamiento asienta en la cabeza, la ira en el corazón y los apetitos
en el hígado. Aristóteles reconoce también tres partes en el alma: vegetativa, sensitiva e
intelectiva; la primera es común a todos los seres vivos, la segunda a toda la serie animal y
la tercera es peculiar y privativa del hombre. Esta división de Aristóteles es la que se sigue
en toda la Edad Media, y su influencia perdura aún en nuestros días. Kant, basado en
Tetens y Mendelssohn, dividió las actividades psíquicas en: conocimiento, sentimiento y
voluntad, y esta división predomina aún en la actualidad: intelecto, afecto y voluntad. Si se
examina con cierto detenimiento, veremos que cada una de esas partes del alma, del
psiquismo, no significan otra cosa que las distintas áreas de la conducta. Y no puede ser
de otra manera, porque todas estas divisiones han partido siempre de la conducta real y
concreta, de la experiencia del ser humano y de su quehacer social. La afirmación de que
se hallan presentes siempre las tres áreas en toda manifestación de conducta,
corresponde al hecho de que no se pueden dar fenómenos afectivos sin los intelectuales y
volitivos, y viceversa. El idealismo no se diferencia del materialismo por el empleo de un
lenguaje distinto, sino que se trata en un caso de conocer los objetos y los seres humanos

20
tal cual se presentan en la realidad, mientras que en otro caso se trata en parte de conocer
y en parte de seguir desconociendo los hechos y objetos reales.

PREDOMINIO SUCESIVO DE LAS ÁREAS DE LA CONDUCTA: La conducta es una unidad que


tiene una triple manifestación fenoménica, en cuanto se da al mismo tiempo en las tres
áreas, que son así siempre coexistentes, aunque con un predominio relativo en alguna de
ellas, lo que nos permite calificar la conducta como mental, corporal o en el mundo
externo. Pero este predominio es relativo, en el sentido de que puede alternar o sucederse
con el predominio en otra de las áreas. Se puede, por ejemplo, reaccionar con ansiedad
frente a una situación dada (área de la mente); posteriormente, en otro momento, puede
ceder totalmente esta manifestación y aparecer en su lugar palpitaciones (área del
cuerpo), o bien ser ambas reemplazadas por una conducta inestable en una actividad
(área del mundo externo). Esta alternancia puede hacerse en todas las direcciones y tener
siempre el mismo significado, es decir, ser una misma reacción (ansiedad) a una situación
dada. Pero en esa alternancia o sucesión de las áreas puede haber una progresiva
modificación del sentido de la conducta: a las manifestaciones en el área uno, puede
suceder una conducta en el área tres, que modifica la situación y a su vez modifica,
ulteriormente, la conducta en el área uno. La alternancia del predominio puede significar
un proceso estereotipado, como en el caso de que el significado de la conducta sea
siempre el mismo, o bien puede ser un proceso dialéctico, como en el caso del pensar.

PREDOMINIO ESTABLE DE UN ÁREA DE LA CONDUCTA: Por otra parte, el predominio de una de


las áreas puede ser permanente, en el sentido de que las otras dos están muy poco
desarrolladas o no se emplean como áreas de expresión de la conducta. Sobre esta base
se puede estructurar o construir una verdadera tipología que, por otra parte, coincide con
tipologías o clasificaciones de la personalidad, ya desarrolladas por otros autores. Las
personas clasificadas como esquizoides tienen un predominio estable del área de la
mente, en la que se manifiesta toda su conducta en forma preponderante, con escasa o
nula intervención de reacciones o manifestaciones corporales, tanto como de actividad o
actuación en el mundo externo. Tal vez sería mejor decir que los que presentan esta
modalidad de expresión de la conducta han sido clasificados como esquizoides,
introvertidos. En contraposición a éstos se hallan los "hombres de acción", en quienes todo
transcurre en el área tres, con intervención escasa o nula de las manifestaciones mentales
y corporales. Un tercer tipo está constituido por aquellos en quienes predomina el área
corporal: tienen palpitaciones si tienen miedo, apetito si están contentos, constipación si
están frustrados, acidez estomacal si se enojan, etcétera. Constituyen el grupo reconocido
como el de las personalidades infantiles.

COINCIDENCIA Y CONTRADICCIÓN DE LAS ÁREAS DE LA CONDUCTA: Otro tipo de coincidencia


se da cuando las manifestaciones de las tres áreas coexisten en forma relativamente
equivalente y de tal manera que todas tienen el mismo sentido o constituyen una misma
reacción a una situación dada. Es el caso en que se dan al mismo tiempo los tres tipos de
reacción del ejemplo antes anotado. Un fenómeno de gran importancia es el de la
contradicción entre las manifestaciones de las distintas áreas de la conducta. Esta
contradicción puede ser sucesiva o coexistente y en ambos casos puede ser en la misma
o en diferentes áreas. La contradicción sucesiva se refiere a que conductas polares, por
ejemplo, aceptación-rechazo, pueden aparecer sucesivamente como manifestaciones en
la misma o en diferentes áreas (sentir el rechazo y después actuar aceptando). La
contradicción coexistente en la misma unidad de la conducta en un mismo momento, es un
que rompe con los cuadros del formalismo lógico y en el cual una cosa puede ser y no al
mismo tiempo. Esto sólo se puede comprender con la introducción del pensamiento
dialéctico, que reconoce como real la contradicción en la unidad. La contradicción en
distintas áreas ocurre, en un mismo momento, tanto en condiciones normales como
patológicas, cuando por ejemplo se desea concurrir a una entrevista y al mismo tiempo se
llega después de la hora fijada, cuando se desea ser cordial y al mismo tiempo se está
tenso, cuando se actúa afectuosamente y al mismo tiempo se está con el cuerpo tenso.
Estas contradicciones entre las manifestaciones en las distintas áreas de la conducta, que

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se presentan en forma simultánea, corresponden al fenómeno más general de disociación
de la conducta o división esquizoide, cuyo grado o magnitud puede ser muy variable.

TEXTO 4: INTRODUCCIÓN A LAS TEORÍAS PSICOLÓGICAS, CARRO.

El análisis de la historia de la cultura nos muestra que, para que un determinado problema
sea tomado como “preocupación científica” genere polémicas, investigaciones,
publicaciones, es necesario que responda a una necesidad social. El lector crítico asume
una relación de diálogo con el autor. Esa relación dialógica se da entre sujetos sobre
operan distintos condicionamientos históricos, culturales, sociales e ideológicos. Un texto
admite diversas “lecturas” según las condiciones e intereses de quién la realiza. Un
ejemplo de esto son las múltiples lecturas de ciertas obras clásicas; la biblia, los clásicos
del marxismo, etc. La ingenuidad o criticidad de una lectura no depende del texto sino de
la actitud metodológica de quién la realiza. Hay una actitud frecuente que distorsiona el
sentido de lectura crítico-reflexiva, es decir, la actitud omnipotente. Que más que producir
interrogantes y habilitar búsquedas, tiene un efecto de invalidación del texto. La forma en
la que una persona aborda el acto de leer está relacionada con su actitud frente al mundo
y a los acontecimientos de su entorno.

PRESENTACIÓN DE LA DISCIPLINA: La psicología se presenta como un campo diversificado y


confuso, en él coexisten varias “corrientes”, “escuelas”, teorías y propuestas que, a veces,
se contradicen entre sí. Cada una de ellas autoproclama su cientificidad y su eficacia
práctica, al tiempo que cuestiona y hasta niega el valor de las otras. La psicología actual
no presenta una teoría entendida como cuerpo coherente y sistemático de conocimientos
sobre un cierto sector de lo real que constituye su “objeto de estudio”. Ni siquiera existe
acuerdo sobre cual es su objeto de estudio. Esta característica contradictoria con las
concepciones más generalizadas acerca de lo que es una ciencia es común a todas las
llamadas ciencias sociales. La psicología del siglo XX se caracteriza por la disolución de
ese modelo de ciencia unificada y coherente. Existen diversas propuestas teóricas y
técnicas que, si bien tienen cierta proximidad en cuanto a los problemas reales que
abordan y la demanda social a la que responden, se caracterizan por definir de manera
sustancialmente distinta su objeto de estudio, optar por diferentes metodologías, emplear
diferentes lenguajes y proponer modelos diferentes para la comprensión de lo que,
genérica y provisoriamente podemos llamar psiquismo humano. En esa diversidad de
propuestas, podemos tomar como una línea divisoria a: por un lado, la tendencia
experimentalista con influencia de las ciencias naturales, que da lugar a las “psicologías
objetivas” o autodenominadas científicas. Por otra parte, la postura humanista que
reivindica las particularidades del psiquismo humano como objeto de estudio, tendencia de
las “psicologías comprensivas”, se debe manejar este dato como una pluralidad de la
realidad. No podemos hablar de psicología ni de teoría psicológica, sino de diversas
psicologías y sus respectivos cuerpos teóricos. En ellos coexisten “núcleos de cientificidad”
con reduccionismos y contaminaciones ideológicas. Encierran diferentes concepciones del
hombre, de la ciencia, de la salud y de la enfermedad. La psicología nos enfrenta así a la
primera frustración. Esa disciplina donde pensamos encontrar explicación “científica” a los
misterios del sentir, del pensar, actuar de las personas, y especialmente a nuestras
propias incógnitas personales, no existe. Su cientificidad es discutida y prácticamente nada
de lo que ella sostiene puede presentarse como certeza. Algunas de las “soluciones” a
estos problemas (entre comillas porque en realidad no solucionan el problema) son el
eclecticismo, que intentan construir una unidad ficticia tomando aspectos parciales de las
teorías e ignorando sus aspectos contradictorios; el escepticismo, que niega la posibilidad
de llegar a un conocimiento válido; o la afiliación prematura y radical a una postura, antes
de valorar sus contenidos. El autor considera que introducirse en la problemática teórica
de la psicología implica transitar por dicha diversidad. Poder formarse, pensar, y producir
inmerso en ese conjunto de propuestas contradictorias. Asumir la contradicción y la

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incertidumbre como elementos propios de la disciplina y transformarlos en materia prima
para la producción de conocimiento.

LA FORMACIÓN DE PSICÓLOGOS Y EL CAMPO DE LA SALUD: La formación de los profesionales


de la salud se desarrolla en un contexto sociocultural impregnado por modelos
neoliberales, basados en el mercado como único mecanismo social regulador y productor
de crecientes niveles de exclusión. Se orienta hacia un modelo de salud que cuestiona la
tendencia individual restrictiva dominante; que implica superar esquemas de explicación
mecanicistas y biologicistas, considerando la perspectiva de la propia comunidad, sus
saberes y su participación en las decisiones. Las concepciones sobre la salud han variado
a través de los tiempos, influidas por los contextos sociopolíticos de cada período. Se
suele hablar del modelo biologicista asentado en la ausencia de enfermedad, o del modelo
biopsicosocial como resultante de una suma de factores causales que favorecen o no el
estado de equilibrio. También se menciona el modelo histórico social que considera la
noción del proceso. La manera en la que concibamos la salud tiene una decidida influencia
en las elecciones que hagamos en torno a la investigación en el área de la salud, al menos
en cuanto a los problemas que decidamos investigar, los métodos que elijamos y los
criterios de rigor que nos guiarán. Los diferentes conceptos de salud, constituyen
conjuntos de ideas, conocimientos y prácticas, aceptados por la comunidad científica y
validados por las sociedades.

EJES QUE ATRAVIESAN AL CAMPO DE LO PSICOLÓGICO.

LA CUESTIÓN HUMANA: Cuando se piensa en el tema del hombre, debemos reconocer que
lo problemático no son las soluciones o las diferentes posturas presentes en cada
disciplina, sino que lo problemático es el problema mismo. Las autoras (Carro, Patricia) se
basan en la filosofía para reflexionar acerca del tema de la realidad humana. Al principio
las alusiones son apenas incidentales e indirectas, después el interés va en aumento hasta
constituirse en el único tema de meditación filosófica. Gran parte de la historia del tema del
hombre en la cultura occidental es más bien la historia del descubrimiento del hombre
como objeto de conocimiento. La meditación filosófica nació primero de la extrañeza frente
a las cosas, a lo exterior del hombre. Al comienzo del período helénico el gran tema de la
filosofía es la naturaleza. Sin embargo, no fue sino hasta el siglo V con los sofistas que
esta preocupación se hizo explícita, aunque el primer texto sobre el hombre le corresponda
a Platón. Sócrates contribuyó con el acicateo (estímulo positivo) de la moral y Platón se
preguntó por la verdad y el conocimiento. Al final del período antiguo la realidad humana
era definitivamente una de estas cosas: física, ética, moral o lógica. El cristianismo da un
giro esencial al tema del hombre incorporando una nueva dimensión: la interioridad. Con
San Agustín el conocimiento del hombre se convierte en una reflexión, en una mirada
interna, en una introspección, diferente al movimiento hacia afuera que implicaba la actitud
de contemplación de los griegos. El alma ocupa el centro de atención del pensamiento
medieval. El interés en los escritos de Santo Tomás no radica en que diga algo novedoso,
ya que recoge las ideas de Platón o Aristóteles, sino que brinda una concepción
organizada del hombre sustentada en este momento histórico. Define la escisión en
relación a Dios y la traslada de un nivel óntico a una realidad escindida, que tiene dos
niveles de ser, modo de ser carnal o espiritual. En la Edad Moderna, Descartes renueva el
planteamiento cristiano, aunque desde un supuesto diferente, ya no se pregunta sobre el
como puede ser sino como se puede conocer. Escisión del hombre: división del
hombre (cuerpo-mente) en dos realidades separadas.

EL CAMINO DE LA CIENCIA. EL PROBLEMA DE LOS PARADIGMAS: La división en “ciencias del


hombre” y “ciencias de la naturaleza” no es más que una nueva versión de la escisión
original planteada por el pensamiento filosófico helénico. Sin embargo, esta cuestión no es
tan fácil de dividir. Los aportes del positivismo en el campo de lo psicológico fueron
muchos. El desarrollo de los test psicológicos inició el camino de la psicología aplicada, el
behaviorismo watsoniano, y el neoconductismo de postguerra aseguraron a la psicología

23
un lugar destacado en el mundo científico. El compartir un paradigma hace que los
científicos estén sujetos a las mismas reglas, pero no por eso quieren aceptar rápidamente
los nuevos hechos y teorías, sino que, citando a Plank, nunca la verdad científica se
presenta de una manera que convenza a sus oponentes.

EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN: Pensar en el descubrimiento como un acto único y simple,


es un error. Representa un proceso que involucra el reconocimiento de que algo existe,
como de qué es. El proceso de investigación organizado por los científicos pertenece al
conjunto de su actividad intelectual. No puede eliminarse totalmente el cuerpo de
resonancia de toda producción científica, es decir, la propia biografía del sujeto la
formación adquirida que actúa con experiencia previa y que guía finalmente el diseño de
las teorías. Existen, por un lado, leyes de naturaleza y por el otro, normas sociales. Unos
rigen los fenómenos de la naturaleza y los otros los comportamientos humanos. Los
positivistas suponen que este tipo de fenómenos son autónomos entre sí. Según esta
postura, el conocimiento válido es aquel procurado solo por las ciencias experimentales y
deben excluirse del ámbito científico las cuestiones prácticas de la vida diaria. Como dice
Bruner, preguntarse por la realidad humana es complejo. La crisis de la sociedad feudal, el
auge de la burguesía y el derrumbe de la Iglesia. Todo el peso y el poder de esta
institución adquirido en la Edad Media comienza a tambalearse. Ahora las ciencias logran
prestigio, la filosofía comienza a perderlo. Cambia la concepción de la sociedad. Se
instaura una nueva moral que insiste en que la razón es fundamental. Las cosas existen
fuera del hombre, se observan las modificaciones externas que son las únicas existentes,
carácter explicativo de las ciencias. El avance tecnológico, el desarrollo de la informática y
los observadores han creado una nueva realidad: la virtual. Esta nueva realidad produce
un impacto en los modos de manejo y utilización de la imagen, en nuestra capacidad para
representar al mundo.

MÉTODO Y OBJETO: La realidad es tan compleja que para abordarla se necesita


fragmentarla ¿pero con qué criterios? Se aíslan relaciones de a acuerdo a un modelo de
pensamiento, desde una concepción preestablecida en el investigador. La concepción de
objeto plantea un esbozo de respuestas a sus preguntas, establece sus prioridades en
función de su evaluación de la realidad. ¿Qué es el método? se haya en el saber vulgar,
pero solo en el científico y filosófico es que alcanza su madurez. El método científico y
filosófico procura establecer procedimientos que deben seguirse, el orden,
experimentación, experiencia y razonamiento, en la esfera del objeto al que se aplica. El
método es un programa, un camino, cuya meta es la obtención de saber, estudia la forma
particular del pensamiento. La investigación del método es asunto de la filosofía y lleva
implícitas indagaciones de carácter gnoseológico y metafísico. Se dice que el filósofo es
quien nada de todo y el científico el que sabe todo de nada. Para cumplir con la premisa
de conocimiento es necesario la existencia de una triple adecuación entre el objeto a
conocer, el método a emplear y el acto de conocimiento realizado, una coherencia
epistemológica a niveles ónticos, metodológicos, y gnoseológicos. La psicología científica
nace del dualismo cartesiano, pero en vez de adaptar el método al objeto de estudio, la
investigación psicológica los sometió a los prejuicios y pre conceptos físicos y
matemáticos.

OBJETIVIDAD VS SUBJETIVIDAD: Descartes afirma que todo problema se debe fragmentar en


tantos elementos simples como sea posible. Este ha sido el paradigma conceptual de la
ciencia desde su fundación. Se trata de resolver y reducir los fenómenos complejos a
partes o a procesos elementales para luego reunirlos a finde hacer “objetivo” el fenómeno.
Descartes separo lo que puede ser científicamente investigado y lo que no, esto se
convirtió en un obstáculo epistemológico. El método de las ciencias naturales y no
representa un ideal, sino una resignación. La ciencia no es un conjunto de verdades
reveladas, de una vez y para siempre, la ciencia se construye, tanto su conocimiento como

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sus métodos son cambiantes, procesos que son lejos de ser unidireccionales y lineales. La
importancia del problema objetividad vs subjetividad radica en que constituye el
fundamento silencioso de la práctica. La oposición doctrinal entre el racionalismo idealista
(Platón, Descartes) y realismo empírico (Hume) surge de esta oposición sujeto-objeto. La
cuestión es saber si la metodología de la psicología puede aplicar a su objeto de estudio el
mismo tipo de método y criterio de validez que en otras ciencias. Carro concuerda con
Bleger acerca de la sistematización científica dada sobre el modelo de las ciencias
naturales, es muy difícil de sistematizar.

TEXTO 5: PERSPECTIVAS PSICOLÓGICAS EN SALUD, CARRO.

LA SÍNTESIS NEWTONIANA: Cómo conocemos y qué conocemos ha sido materia de estudio


de muchas disciplinas. Más tardíamente el hombre comenzó a preguntarse también por
quién conoce y para qué conoce; aún hoy persiste una cierta mística del científico y el
proceso de investigación, dividiéndose las aguas entre los cualitativos y los cuantitativos;
las ciencias exactas y las sociales, la experiencia, la idea y el concepto. y el concepto. El
modelo mecanicista de Newton, es la síntesis genial de un largo proceso histórico, de
trabajos como los de Kepler y Galileo, cuyo gran aporte fue la actitud reflexiva, es decir,
pensar sobre la experiencia, aplicar la abstracción a la observación directa, convertir el
dato en conocimiento; aporte no menor si pensamos que en esta época la escolástica
eclesiástica era el canon “científico”. La naturaleza, para Descartes, funciona como un todo
organizado perfectamente, mecánicamente por leyes naturales inmutables creadas por
Dios que era la referencia última de lo material y lo racional. Fue Isaac Newton quien le dio
expresión matemática y llevó estas ideas de la “ideación especulativa” a la
experimentación. Tan perfecto fue el pensamiento de Newton que también se aplicó su
concepción a las ciencias sociales. El filósofo y psicólogo, John Locke, británico, aplicó las
teorías de Newton a las ciencias sociales y concibió a la sociedad como formada por
unidades indivisas que se organizaban de determinada manera y cada organización tenía
sus leyes. El atomismo, el asociacionismo, el reduccionismo, el mecanicismo también se
convirtieron en el sostén epistemológico de las ciencias humanas. Esto es importante
porque le da el fundamento científico que permite desarticular definitivamente el poder de
la iglesia sobre la organización social, pone a todos los hombres en igualdad de
condiciones; si todos los hombres nacen iguales y solo depende de sus experiencias
personales cualquiera puede ser rey, o noble o rico, el poder no está dado por Dios sino
que es una construcción personal y esto viene a cerrar este proceso de crítica a la
concepción de hombre y al control social que la iglesia estaba ejerciendo. A partir de
Newton el conocimiento tiene un correlato práctico que vale su peso en oro, y la
producción de conocimientos comienza a ser una actividad rentable. El modelo newtoniano
hace referencia a una concepción del conocimiento, a una visión del mundo, a una
concepción de ciencia, caracterizada por una visión analítica que se sustenta en los
siguientes supuestos:
• Existencia de una unidad elemental cuyo conocimiento es trasportable a la totalidad
(la suma de las partes es igual al todo).
• La totalidad por ende tiene una identidad estática, independiente del entorno (asepsia
de la ciencia, objetividad, neutralidad científica).
• Existe una relación de causa y efecto de las partes entre sí, y entre las partes y el
todo (causalidad mecánica).
Denise Najmanovich, epistemóloga argentina, propone el concepto de “Fundón
historizante”, para referirse a la mirada a través de la cual buscamos producir sentido a
partir de la cronología histórica, reconectando los datos, con su origen y su proceso de
construcción. En contraposición al reduccionismo que plantea el paradigma positivista, al
que se le denomina “de la simplicidad”, los nuevos desarrollos proponen una mirada desde
la “complejidad”, caracterizada por:
• El enfoque histórico, procesual y transformador, pero también historizante, heurístico.
• El supuesto subyacente es el de la existencia de unidades dinámicas, donde el
sentido lo da la interacción, el vínculo entre las partes.

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• La totalidad es más que la suma de sus partes, se construye como estratos que van
suprimiendo, conservando y superando las estructuras anteriores, como el lenguaje
escrito suprime, conserva y supera la lengua oral.
• No existe independencia del entorno, sino autonomía relativa. Los ciclos o estratos se
deslizan en espiral abriéndose al cerrarse y cerrándose al abrirse. La independencia
absoluta del entorno sería la muerte del sistema.
• Finalmente, no es posible preguntarse por las causas, sino que la interrogación debe
recaer en las condiciones de emergencia de los hechos.

LOS PROBLEMAS QUE DEBE ENFRENTAR EL SABER SOBRE LA SALUD PARA ASPIRAR A SER UNA
CIENCIA: ¿De qué hablamos cuando decimos Ciencias de la Salud? ¿Cuál es su objeto de
estudio? Dos enfoques se entremezclan en las preguntas, un enfoque más epistemológico
(definición de ciencia), y un enfoque más filosófico (concepto de salud), donde lo que “es”
pasa a ser evaluado con lo que “debe ser”. Hablar de Ciencias de la Salud sugiere que
existe un acuerdo acerca de la delimitación de un objeto de estudio. Un vistazo general a
las producciones teóricas del campo de la salud, puede mostrarnos algunos ejes
conceptuales que se repiten:
• Salud (normalidad)
• Enfermedad (patología)
• Curación (terapéutica)
• Preservación (prevención)
El estado de la discusión del objeto y método de las ciencias de la salud actualmente, no
es diferente al que existía en la ciencia moderna. En el mundo académico, estas
perspectivas dividen las epistemes y las enfrentan entre sí. Los científicos piensan por
"unidad de lo semejante”, mientras que lo cotidiano se expresa a través de la unidad por lo
“diverso”. Pero como el mundo académico es mundo al fin, también su esfuerzo
“purificador” de clarificar y ordenar la realidad, lejos de ser una perspectiva empobrecedora
es lo que posibilita la creación. El mayor desafío de las Ciencias de la Salud se relaciona
con la búsqueda de legitimación epistemológica de sus cuerpos conceptuales, cómo
resolver el problema de las dicotomías entre lo natural y lo cultural, entre lo real y lo
discursivo. Uno de los mayores sacudones que ha recibido el ego del “homo culturalis” ha
sido la propuesta de Sigmund Freud. El impacto que la “hipótesis del inconsciente” produjo
en la academia de la época, tiene que ver no solo por el impacto social de la teoría, sino
que rompió con la ilusión abstraccionista, el positivismo científico de la época. Pensar en
las Ciencias de la Salud es también pensar en el tema del hombre como objeto de estudio.
El análisis de este punto es crucial para el profesional de la salud en su ejercicio
profesional y para la formación de profesionales de la salud.

MODELOS DE SALUD. UNA MIRADA HISTÓRICA: A nivel científico las concepciones de salud
han evolucionado desde un modelo biológico, hacia un modelo ecológico. El modelo
biológico es aquel que hace hincapié en la ausencia de enfermedad, basado en la lógica
del agente-huésped. El modelo ecológico está definido por la OMS, como “estado de
equilibrio bio-psico-social.” Propone un abordaje más preventivo de enfoque multicausal,
incluyendo al medio ambiente como interviniente junto con el ámbito familiar y comunitario.
Los desarrollos actuales van un poco más allá, considerando la salud como un fenómeno
histórico-social, es decir multideterminado, de abordaje integral. Este modelo se apoya en
dos conceptos básicos: heterogeneidad y diversidad de la trama social, lo que hace que el
campo de trabajo del profesional de la salud incluya la consideración de la contradicción,
conflictividad e incertidumbre inherente a toda relación humana. Esta postura hace que la
concepción del estado de salud no sea fácilmente comprobable a nivel empírico.
Tradicionalmente se delimitan dos grandes enfoques que enmarcan a las ciencias de la
salud: la postura positivista, que sujeta la salud a la observación directa de la experiencia,
y los datos registrados, y el enfoque holístico que plantea un abordaje complejo de la
realidad. La salud deja de ser entonces solo estado biológico, para convertirse también en
una construcción social, colectiva. La conciencia de la salud, plantea Samaja, se basa en
la reproducción que cada sujeto hace de un modelo descriptivo de los lectores presentes

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en lo normal o patológico. Este modelo implica ordenar las acciones para operar sobre los
factores que se consideran relacionados. Las posturas positivistas plantean una
disociación entre el conocimiento y la valoración de ese conocimiento, relacionada con la
dimensión de las decisiones, las normas sociales. En la relación entre salud y enfermedad,
siguiendo a Samaja, aparece entonces una tercera dimensión: la atención, es decir la
normatización de las conductas del colectivo frente a los fenómenos que identifica como
normales o patológicos. La salud como objeto de estudio ha sufrido el mismo proceso que
la definición del hombre como objeto de estudio; fue el enfoque biologicista de salud el que
inicialmente sentó las bases del desarrollo científico en este campo. El campo de la salud,
concebido de esta manera, plantea la construcción subjetiva de los conceptos de salud y
enfermedad. Salud - Condiciones de vida - Reproducción social. Estos tres aspectos
dejan de ser solo elementos interactuantes para transformarse en conceptos que se
incluyen mutuamente en un progresivo nivel de categorización descriptiva.

EL CONCEPTO DE SALUD EN EL CONCIERTO HISTÓRICO INTERNACIONAL: Al finalizar la Segunda


Guerra Mundial, surge la OMS junto con los grandes organismos internacionales. Más allá
de la crítica a su idealismo, resultó un importantísimo avance en el sentido de considerar a
la salud no solamente como ausencia de enfermedad. En 1978 en Alma-Ata la OMS y
Unicef suscriben una declaración, firmada también por Uruguay, que define la estrategia
para alcanzar esa meta: la Atención Primaria en Salud. En su primer artículo se consagra
la salud como un derecho humano fundamental. El abordaje de los factores ambientales, y
los llamados “estilos de vida” son una de las estrategias que caracteriza esta concepción
“eco-antropológica". El documento “Estrategia global de salud para todos en el año 2000”
de la OMS identifica tres prioridades:
• Promoción de estilos de vida dirigidos hacia la salud.
• Prevención de las enfermedades prevenibles.
• Establecimiento de servicios de rehabilitación y de salud.
El campo de la salud, concebido de esta forma pone en el centro de la planificación de
acciones la construcción subjetiva de las representaciones de salud y enfermedad. Abre el
escenario académico de la salud a las ciencias sociales, a la comunidad no científica y la
cotidianidad como formas de validación del conocimiento. La salud deja de ser un estado
biológico vivido pasivamente por los sujetos, para convertirse en una construcción
colectiva, histórica y localmente determinada, un modelo descriptivo de los factores que
definen lo normal y lo patológico para una comunidad. Los enfoques eco-antropológicos
aportan un análisis de la salud como fenómeno social. Desde esta perspectiva, se integran
nuevos aspectos epistemológicos a la construcción de conocimientos en este campo:
• Consideran la estructura social como un conjunto de partes interrelacionadas y en
movimiento.
• Este movimiento es dialéctico
• Este proceso se expresa en categorías de tiempo y espacio siempre presentes.
Sin embargo, en la práctica, aparecen más las intenciones que las acciones. Pocos o
ninguno de estos aspectos se incluyen en las evaluaciones de calidad de servicios, que no
se ubican desde un análisis de la demanda. Aunque la declaración de Alma Ata hace
hincapié en la importancia de una fuerte participación y autodeterminación de la
comunidad para poner en práctica con éxito la Atención Primaria de Salud, estos
elementos esenciales han sido eliminados e ignorados la mayoría de las veces. Por otra
parte, el predominio de un modelo de atención individual, de corte asistencialista, liderado
por la medicina biologicista (modelo médico hegemónico), determina obstáculos muy
importantes a la ejecución de programas pensados desde otras lógicas que tengan en
cuenta la participación y el contexto social. Para que las intervenciones en la salud tengan
un impacto significativo y duradero, deben trascender el enfoque exclusivamente curativo
por otro más preventivo y facilitador, orientado a desmitificar y democratizar los servicios
de salud, y ayudar a las comunidades a identificar y afrontar las causas de sus problemas
de salud. Las intervenciones en salud nunca son políticamente neutrales: pueden
promover independencia o pueden fomentar dependencia y pasividad. Pueden apoyar
cualquier forma, justa o injusta, de gobernar. Los planificadores de la salud deben ser
prudentes para formular y poner en práctica intervenciones que faciliten un

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empoderamiento de las comunidades en vez de obstaculizarlo. La salud es un
componente fundamental del bienestar y de la calidad de vida de los individuos.

SALUD Y EQUIDAD: La equidad en salud supone que, idealmente, todos deben tener una
oportunidad justa para lograr plenamente su potencial en salud y, de un modo más
pragmático, que nadie debe estar desfavorecido para lograrlo. La equidad en la atención
de la salud se define del siguiente modo:
a) igual acceso a la atención disponible para igual necesidad
b) igual utilización para igual necesidad
c) igual calidad de la atención para todos.
Se entiende que la equidad mejora mediante avances en al menos uno de los tres
objetivos siguientes:
• El primero es minimizar la proporción de personas y hogares cuyas condiciones de vida
se ubican por debajo de lo que la sociedad considera aceptable.
• El segundo es promover el desarrollo de los talentos potenciales existentes en todos los
grupos de la sociedad, eliminando progresivamente los privilegios y discriminaciones
jurídicamente establecidos, así como la desigualdad de oportunidades de cualquier tipo.
• El tercero es buscar que ni el poder ni la riqueza, ni tampoco los frutos del progreso, se
concentren de tal manera que se restrinja, para las generaciones futuras y presentes, su
ámbito de libertad.
La equidad para Latinoamérica y particularmente para nuestro país es aún lejana. Por una
parte, la situación socio económica en la mayoría de los países latinoamericanos,
determina que grandes sectores de la población no alcance la satisfacción de sus
necesidades básicas. El actual estancamiento e incluso regresión de los niveles de vida y
de salud en un creciente número de países demuestra que el modelo de desarrollo
convencional, cada vez más globalizado, es en muchos sentidos contraproducente:
enriquece a los ricos y empobrece a los pobres.

28
TEXTO 6: LA FORMACIÓN EN PSICOLOGÍA, ENTRE EL SER Y EL QUEHACER PROFESIONAL,
RUSSO.
Sea cual sea nuestro rol en la sociedad, siempre estaremos manifestando una forma de
pensar la realidad, de explicarla, de comprenderla. Siempre los cambios se construyen con
otros actores sociales que ocupan lugares más o menos visibles que los nuestros. Cuando
hacemos referencia al “sentido”, es pertinente recordar algunas de las acepciones más
cercanas de esta palabra: Sentido como función fisiológica, que permite definir los sentidos
del gusto, el olfato, el tacto, la audición y la visión; sentido vinculado a la razón, al
entendimiento, la sensatez, a la forma en que comprendemos algo; sentido derivado del
sentimiento, cómo es vivido algo, cómo nos afecta; sentido en una idea de dirección,
dirigirse hacia un fin o meta. La primera como la base fisiológica inicial que permite percibir
la realidad a través de esos sentidos, luego el sentido de la razón como entendimiento,
necesaria para un comprender con otros, el tercero el sentido de lo que nos afecta, lo que
nos define, en lo cual estamos implicados desde lo ético como profesionales y, por último,
el sentido que le otorguemos a la construcción de nuestro proyecto formativo, hacia dónde
vamos.

LOS ORÍGENES DE LA PSICOLOGÍA Y SU CONSTITUCIÓN COMO CIENCIA : Sus orígenes se


remontan a la Filosofía en la Grecia Antigua. Es una disciplina joven con un pasado
remoto. El filósofo y psicólogo experimental de origen alemán, Hermann Ebbingahus
afirmaba a principios del siglo XX, que la Psicología poseía un largo pasado pero una
historia breve. Desde la Antigüedad, (siglo V A.C.), existía la preocupación por los
aspectos psicológicos; por como conocemos, por como reaccionamos ante distintas
situaciones. Se habla entonces de una disciplina de historia joven, porque será recién en
1879 que la Psicología se consolide como “ciencia”, con status reconocido como tal, como
lo eran las Ciencias Naturales en ese momento. El término “Psicología” se corresponde a
la lengua griega “Psyche” y “Logos” que se traduce como “estudio del alma”. En la época
antigua este interés por los comportamientos y los sentimientos se encuentra en la órbita
de la Filosofía. Es con Sócrates, con quien se define un momento diferente en la búsqueda
de respuestas. Su célebre frase “conócete a ti mismo”, marca un inicio por encontrar la
verdad a través del conocimiento de uno mismo, los pensadores de la Antigüedad ya
manifestaban preocupación por conocer acerca de los comportamientos y los sentimientos
humanos. En la Edad Media, donde dominaba el dogma del cristianismo, la preocupación
de las personas estaba más ligada a lo espiritual ya que dominaba la fe y el orden divino.
Las enfermedades se clasificaban en “naturales” (las del cuerpo) y las “sobrenaturales”
(del alma). Los enfermos mentales llegaron a ser considerados herejes y adoradores
paganos que permitían que los demonios entraran en su cuerpo. Es ésta la época de la
práctica de los exorcismos como forma de salvar las almas. Por otro lado, en oriente, el
mundo árabe logró verdaderos avances en la clasificación de enfermedades y
tratamientos. Fue una época en la cual las verdades no podían ser cuestionadas, se
estudiaba, pero no se investigaba pues la Iglesia quería mantener el dominio total del
saber sosteniendo la fe como verdad absoluta. Siglos más tarde con los cambios
producidos en el Renacimiento y la llamada “crisis de la Iglesia”, comenzará un nuevo
período donde la ciencia comienza a separarse de la Religión y buscará nuevas formas de
explicar el mundo. Pensadores como Copérnico y Galileo Galilei dan comienzo al período
conocido como “Revolución Científica”. El auge de la matemática y la cuantificación en la
búsqueda de verdades absolutas, dominarán el desarrollo de la ciencia. Los estudios de
Descartes en el siglo XVI, afirmarán las bases de la nueva ciencia, desarrollando un

29
método preciso para estudiar y resolver todos los problemas. El método que propuso,
llamado analítico deductivo, conducirá a la idea de que la razón es más cierta que la
materia. Otros autores influyentes de la época, como Locke que daba importancia a lo
ambiental o Hume que jerarquizaba la experiencia y las impresiones como constitutivas de
la mente, marcan un período de muchas

30
investigaciones. En este contexto histórico de la modernidad como período histórico
surgirá el Positivismo, como un sistema de ideas filosóficas basadas en la experiencia y en
el conocimiento empírico de los fenómenos naturales. Desde esta perspectiva, la
metafísica y la Teología eran considerados sistemas de conocimiento imperfectos e
inadecuados. Esto ocurría sin que la Psicología existiera como ciencia, y todas estas
inquietudes estaban formuladas por parte de los filósofos o de los biólogos. Este será el
período conocido como de la psicología experimental, o psicología del laboratorio, porque
buscaba a través de la observación y la experimentación, obtener resultados que dieran
lugar a leyes generales. Un grupo muy importante de investigadores de la época fueron
llamados los “psicofísicos”, dado que su búsqueda consistía en relacionar lo que
consideraban los aspectos psicológicos con sus manifestaciones físicas. Entre ellos se
recuerda a Weber quien habló por primera vez del “umbral diferencial mínimo de
percepción”. Es a Wilhelm Wundt (1832-1920) a quien se le reconoce como fundador de la
Psicología científica, ya que logró sistematizar y ordenar todos los estudios de esa época.
Se considera como un mojón fundamental la creación del primer laboratorio de Psicología
Experimental que data de 1875 o 1879 según los diferentes autores. Todo esto transcurría
en lo que se llamó “la cuna de origen” de la Psicología científica en Alemania. Mientras
tanto, en Estados Unidos, William James tenía un reconocido lugar como fundador de la
Psicología, escribiendo en 1890 un libro que tituló: “Principios de Psicología” considerada
una obra clásica de Psicología. La validez de la ciencia estaba centrada en la aplicación de
un método preciso, que fuese objetivo y cuyos resultados fueran expresados
cuantitativamente. Sólo se consideraba un objeto de estudio aceptado, lo que fuera pasible
de aplicársele el método científico experimental. Tanto el observador, como lo observado,
debían conservarse neutrales a influencias externas, ya sea del entorno, de la historia o de
la cultura. Se hablaba de la “neutralidad del científico”, ya que éste dejaba de lado su
ideología, sus ideas, su historia o su opinión, al realizar una observación experimental.
Otros hechos contextuales importantes que han contribuido a la delimitación de lo
psicológico, tienen que ver con los avances de la psiquiatría. Las escuelas funcionalista y
estructuralista se consideran importantes antecedentes de las corrientes psicológicas
posteriores. Sólo será posible la enseñanza y aprendizaje de la psicología, ubicándonos en
un paradigma de complejidad que permita pensar desde la diversidad de abordajes para
alcanzar la comprensión de los procesos humanos. En este sentido la tarea de enseñar y
aprender adquiere un componente de alta dificultad para quienes se inician en el estudio
de la Psicología, y más aún si parten del supuesto de que hay una sola forma de hacer
ciencia, al estilo que proponía la ciencia de la modernidad.

LA PSICOLOGÍA EN URUGUAY, MÁS DE UN SIGLO: Los principales acontecimientos que


señalan la presencia de estudios sobre psicología en Uruguay se relacionan con los
procesos de la enseñanza. Desde fines del siglo XIX se trataban temas de psicología en
los cursos de filosofía a nivel de la enseñanza secundaria y la enseñanza superior. Carlos
Vaz Ferreira fue un impulsor en la inclusión de contenidos psicológicos en los programas
curriculares de filosofía. Su libro “Psicología Elemental”, del año 1897, y la creación de un
laboratorio para investigaciones pedagógicas con el uso de técnicas de psicología
experimental marcan un particular momento, que hace visible a los pioneros que se
ocupan de los aspectos psicológicos en nuestro país. Algunas demandas que surgían
entorno a la atención de los niños en etapas escolares, llevaron a que, en 1925, en los
planes de estudio de la formación de maestros se dictaran algunos cursos de corrientes
psicológicas, tales como conductismo, psicoanálisis, psicofísica, Gestalt. En 1929 se crea
la primera asociación científica de Psicología llamada “Alfredo Binet”, integrada por Morey
Otero que tenía formación en Magisterio, y sus alumnos del curso de psicopedagogía
experimental. La preocupación por el aprendizaje escolar, llevó en la década del 30 a la

31

Recorrido histórico: A fines del siglo XIX y principios del XX, el funcionalismo de William James estudiaba las funciones mentales y el estructuralismo de Titchener

se centraba en las sensaciones y los contenidos. en Francia, Charcot y Berheim estudiaban los casos de histeria a través del método de hipnosis. En Viena los médicos

Breuer y Freud basándose en los estudios de los franceses, desarrollarán nuevas investigaciones que llegarían a postular la idea de un aparato psíquico y la

existencia de una instancia inconsciente como motor del psiquismo humano. Otras corrientes influyentes del siglo XX, serán Pávlov en Rusia con el surgimiento de la

reflexología, que será considerada uno de los antecedentes del conductismo. Hacia 1960 se recupera el interés por estudiar los procesos mentales dando lugar a la

Psicología Cognitiva, con algunos nombres destacados como Kelly, Ellis y Beck. En las últimas décadas se han desarrollado de manera influyente las corrientes

centradas en las neurociencias y la Psicología cognitivista.


fundación de un laboratorio de psicopedagogía en la enseñanza primaria y normal. La
llegada a Uruguay del profesor polaco Radecki, quien comienza a trabajar en la UDELAR
en 1933 y la fundación en 1945 de un centro de estudios privado, marcaría el primer hito
de formación profesional de psicólogos. En 1950 el centro de dicho profesor organizó el
primer congreso latinoamericano de psicología con apoyo y auspicio del gobierno. En el
mismo período, en 1948 se había creado el laboratorio de psicología clínica de psiquiatría
de la facultad de medicina de la Universidad. También de esta década son los aportes del
Dr. Pérez Pastorini, quien defendía una teoría psicoanalítica del hospital psiquiátrico,
conformando un grupo incipiente de lo que sería la posterior creación de la Asociación
Psicoanalítica del Uruguay. En el año 1952 comienza a dictarse un curso de tres años de
psicología infantil en una escuela de la facultad de medicina, siendo el primer curso que
otorgaba el título de técnico. En el año 1953 se funda la Sociedad de Psicología del
Uruguay, lo que marcó las primeras preocupaciones por delimitar los temas de psiquiatría,
psicopatología y psicoterapia. Entre sus fundadores se destacaron Clemente Estable,
Jorge Galeano Muñoz, Elida Tuana y Juan Carlos Carrasco. En el año 1956, se inicia un
curso de cuatro años en la licenciatura del Instituto de Psicología de la facultad de
humanidades y ciencias de la universidad de la república. La creación de la Asociación
Psicoanalítica del Uruguay en 1956, señala la fuerte presencia de la psicoterapia y de
quienes se adjudicaban su habilitación. En 1971 se modifica el plan de la Licenciatura de
Psicología de facultad de humanidades, pasando su currículo a ser de cinco años y
creándose posgrados y un doctorado, que en la práctica nunca llegaron a implementarse.
En 1978, todavía intervenida la Universidad de la República, se crea la Escuela
Universitaria de Psicología. Es en este mismo año (1987) se concretará la formación del
Instituto de Psicología, que funcionará a partir de 1988 con el Plan IPUR (Instituto de
Psicología del Uruguay), constituyéndose como facultad en el año 1994 y reuniendo en un
único lugar la formación que hasta el momento se desarrollaba en forma paralela, desde la
escuela de tecnología médica y la escuela universitaria de psicología. El profesor Juan
Carlos Carrasco fue un referente fundamental en este proceso de conformación de un
centro único.

LA FORMACIÓN EN PSICOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA: la Udelar alentó la


actualización en los currículos y el cambio de los planes de estudio en las carreras de
grado, lo que actualmente ha alcanzado al 90 % de los servicios universitarios. Se
diseñaron currículos más flexibles y abiertos, definiendo la necesidad de ampliar las
fronteras de los campos de conocimiento. Un aspecto innovador a destacar fue la creación
del Espacio Interdisciplinario por parte del Consejo Directivo Central en el año 2007, con el
objetivo de contribuir a la construcción de estrategias de trabajo universitario que alienten
el abordaje integral de fenómenos y problemas cuya naturaleza desborda los ámbitos
disciplinares. Los aportes de Ana María Fernández8 invitan a pensar el proceso de
formación como un “campo de problemas”, porque la formación siempre se encuentra
atravesada por múltiples condicionantes, históricas, políticas, económicas, culturales y
además por una multiplicidad de miradas que pueden hallarse entre los saberes y las
prácticas. La profesión puede ser considerada, junto al contenido disciplinar específico,
como uno de los estructurantes que definen las prácticas de enseñar y aprender. Es en
este sentido que las prácticas de enseñanza remiten a un contexto histórico y socialmente
determinado. Muchas veces los docentes son representantes de esa profesión y a su vez
están en juego las representaciones que los estudiantes tienen del ser profesional. En
estas acciones se encuentra el poder, el prestigio, los valores, las prácticas hegemónicas y
las nuevas emergentes, todo va construyendo un modelo de ser profesional que se juega
en la enseñanza y por tanto en la formación del futuro profesional. Ante la pregunta qué
profesional estamos formando, alentamos la idea de que toda teoría de la enseñanza,
necesariamente requiere una mirada compleja, multidimensional y contextualizada.
Siguiendo los aportes de Lucarelli (2016) en este sentido, compartimos que es necesario
superar los enfoques instrumentales y tecnicistas, logrando articular lo político, lo
económico, social, cultural educativo epistemológico. El vigente Plan de Estudios, propone
como primer objetivo, una formación integral que articule enseñanza, investigación y
extensión desde un abordaje interdisciplinario. La autora cree que sólo es posible pensar

32
la psicología si forma parte del diálogo interdisciplinar, ya que su accionar siempre se
acompaña del encuentro con otros ya sean profesionales o consultantes, cada uno con
opiniones y perspectivas del mundo y de sí mismo. La realidad por sí misma no es
disciplinaria ni interdisciplinaria, es el conocimiento de la realidad que exige que los
abordajes sean a la vez disciplinarios e interdisciplinarios. Tal como considera Edgar
Morin, es necesario considerar que la historia de las ciencias no es solamente la de la
constitución y proliferación de disciplinas. También es la de las rupturas de fronteras
disciplinarias, y de la superposición de una disciplina sobre otra, de la circulación de
conceptos, de la formación de disciplinas híbridas que terminan por volverse autónomas.
En la misma línea de pensamiento que Morin, Denise Najmanovich afirma que: “El
conocimiento no es nunca un proceso abstracto y mucho menos un producto. Es algo que
ocurre en el espacio “entre”: entre un sujeto y otros sujetos, entre el sujeto y sí mismo, y en
la interacción del sujeto y el mundo. Las disciplinas no existen en abstracto, sino que son
la producción de comunidades científicas. Cada sujeto construye de manera particular su
realidad, transita diferentes experiencias que no dependen sólo de él, sino del contexto en
que se halla inmerso. La complejidad no es el fin último al cual llegar sino una nueva forma
de estar, de vivir, y fundamentalmente de sentir en el mundo, donde los individuos se
encuentran en permanente interacción tanto con su medio ambiente como entre sí
mismos. Los vínculos que se construyen son parte del individuo y lo hacen como tal ser
quien es, se convierten en parte de su identidad, siempre necesitará de la mirada de otro
para confirmarse. Desde estas perspectivas, el paradigma de la complejidad ofrece una
visión para entender los procesos psicológicos, que establece una multicausalidad o
multidimensional, aporta a una comprensión integral del individuo en interacción con su
contexto. El sujeto es constructor del objeto en interacción con él y el propio sujeto se
construye en interacción con el medio ambiente; es una “red de interacciones” de las que
surgen los distintos vínculos, circunstancias que no se definen de una vez y para siempre,
sino que el mundo se presenta cambiante y transformador. La subjetividad es revalorada y
las emociones y los sentimientos son componentes fundamentales de la particularidad de
cada individuo. Otro punto importante a destacar en el perfil de egreso del plan de
estudios, tiene que ver con el desempeño de prácticas profesionales y/o académicas en
psicología, orientados por fundamentos éticos que contemplen la defensa de los derechos
humanos. Schön (1998) propone la estructuración de un espacio didáctico-curricular, una
situación pensada y dispuesta para la tarea de aprender una práctica y concretar esa
formación, que le llamará prácticum reflexivo. Este espacio es visto como un lugar donde
los docentes, ayudan a los estudiantes universitarios que se están formando en una
profesión, a ser capaces de algún tipo de reflexión en la acción, a través de un diálogo
entre ambos. Se trata de recuperar la capacidad crítica y reflexiva de los docentes y de los
estudiantes, cuestionándose e interrogándose acerca de su pensamiento y de su hacer.
La autora considera que solo desde un paradigma crítico es posible pensar e intervenir
desde las ciencias de la salud. premisas básicas para favorecer los dispositivos
pedagógico didácticos para la formación en las ciencias de la salud (Olaya, Elsi): • Formar
primero que informar: ya que el estudiante puede acceder a la información de manera
individual y autónoma con las orientaciones que se le otorguen. El aula debería fortalecer
la formación.
• La disciplina primero que la destreza: Es necesario mostrar primero los conceptos y
teorías básicas que legitiman a la disciplina y luego las herramientas, las aplicaciones
prácticas. Los métodos y técnicas se irán aprendiendo a la vez con los conceptos y
teorías.
•Aprender a aprender y a desaprender: La labor universitaria es una acción conjunta
entre docentes y estudiantes, donde el estudiante aprende a aprender a partir de los
modelos docentes, hasta lograr la autonomía en su quehacer. A la vez puede desaprender
de otras experiencias que no se aplican al campo y es necesario modificar o cambiar.
La autora destaca entre las estrategias activas, las que se orientan hacia el aprendizaje
por descubrimiento, y el aprendizaje basado en problemas. Se trata de estimular la
búsqueda de respuestas posibles, adelantando las situaciones y se orienta más al proceso
que a los resultados. Carlos Cullen, afirma que la educación siempre sostiene una
dimensión ético-política, cuya intencionalidad es enseñar y por ello puede alcanzar

33
acciones buenas y justas, pero también puede lograr lo contrario. El ser educador aporta
un lugar de poder-saber que será determinante en el vínculo y en las nuevas
construcciones significantes que se realizan a través de los procesos de enseñanza y
aprendizaje. En conclusión, será necesario que los currículos incorporen los saberes de
otras disciplinas desde el grado, ampliando las perspectivas para pensar los mismos
problemas en otros ámbitos de aplicación profesional.

34
TEXTO 7: TRANSICIÓN EDAD MEDIA-MODERNIDAD, LAS CONDICIONES SOCIOHISTÓRICAS.

Recurriremos a la ciencia histórica para tener en cuenta la periodización de los hechos


ocurridos en la Edad Media y en la Modernidad. Es una mirada histórica porque intenta
comprender y explicar los hechos, no simplemente relatarlos. ¿Por qué necesitamos de
esta mirada histórica? Porque sabemos que toda producción de conocimiento siempre
remite a una producción social e históricamente determinada. Quienes viven en las
distintas épocas, tienen determinadas preocupaciones y el desarrollo del conocimiento que
surge intenta responder a esas necesidades. También se guía a una mirada histórica de
Occidente porque nuestra cultura se basa en la influencia de las civilizaciones grecolatinas
y cristianas (derecho romano, arquitectura, democracia). La autora se centra en los hechos
que nos permiten comprender el proceso de constitución de la psicología como ciencia, y
rastrear los orígenes de la preocupación por los aspectos psicológicos del hombre;
diferenciando un período precientífico y otro científico de la historia. Llamamos
precientífico a aquel período que se corresponde con la Edad Media y la Antigüedad,
donde la psicología se hallaba unida a la filosofía. Es recién en la época moderna donde la
filosofía se separa de la ciencia, siendo este período el preparatorio para que la psicología
se proclame como ciencia. Al período científico es aquel donde se busca cumplir con las
exigencias que la época exige a toda disciplina para ser considerada como ciencia.

EDAD MEDIA, UNA MIRADA PANORÁMICA: Se hace referencia al período que abarca desde el
siglo V (caída del imperio romano) hasta el siglo XV (caído del imperio bizantino). Estas
fechas representan rupturas drásticas en la vida de las personas. Las invasiones bárbaras
(siglo III a VII) y el establecimiento de nuevos pueblos en Europa, determinó un
estancamiento en el desarrollo político y económico, manteniendo una cultura primitiva. El
comercio desaparece y el desarrollo agrícola local es predominante. Los campesinos
quedan ligados a la dependencia de las tierras y de los feudales, para quienes trabajan y
pagan altos tributos a cambio de protección y refugio en sus castillos cuando los grupos
bárbaros invadan su región. Toda la edad media se caracteriza por guerras, caballeros
armados, y la dependencia entre siervos, señores feudales y campesinos. La única
institución europea con carácter universal fue la Iglesia, aunque fragmentada, ya que había
obispos locales. Toma mayor poder eclesiástico el Papa. En el seno de la iglesia surgirán
los franciscanos que se oponen a la iglesia administradora y acumuladora de riquezas,
para promover una basada en la fe, el voto de pobreza y solidaridad. En los inicios de la
edad media se intentó conservar y sistematizar los saberes del pasado, copiando y
comentando las obras de los autores. La biblia era el libro sagrado fundamental. A partir
del siglo XI se recuperó la vida urbana y la revalorización de los aspectos culturales
pasados. Se destacará la escolástica, como un movimiento filosófico y teológico que
intentó utilizar la razón natural (filosofía y ciencia de Aristóteles) para comprender el
contenido sobrenatural de la revelación cristiana. La postura escolástica chocó con la
denominada “teoría de la doble verdad” de Averroes, que sostenía que la verdad era
accesible tanto a la teología como a la filosofía, pero que tan solo la última podía alcanzar
la verdad en su totalidad. Los escolásticos medievales se impusieron a sí mismos pensar y
escribir mediante el estudio único e intensivo de los autores clásicos, a cuya cultura y
saber le atribuían certezas inmutables. Los mismos consideraban a Aristóteles la máxima
autoridad filosófica. Uno de los grandes escolásticos fue Santo Tomás. En el ámbito
intelectual, se crearon escuelas de formación profesional hacia el siglo XIII que serán las
primeras universidades (París, Bolonia), siendo su objetivo meramente sacerdotal y no
relacionado a la filosofía o a la ciencia. Los saberes se organizaban en torno a las áreas
de: gramática, retórica y lógica, latín, geometría, aritmética y astronomía. Este saber era
limitado para los que participaban en estas escuelas y fue en realidad a través de los
artesanos, agricultores, comerciantes, en donde se percibirá el progreso tecnológico, ya
que necesitaban mejorar sus herramientas de trabajo. Los principales avances
tecnológicos fueron: Invención del reloj mecánico, sistema de los molinos – brújula,
timón – uso del vidrio para cristales de aumento – papel e imprenta – pólvora y sus
usos en la guerra. Durante el siglo XIII se sintetizaron los logros del siglo anterior. La
iglesia se convirtió en la gran institución europea. Las relaciones comerciales integraron a

35

.
Europa gracias a las actividades de los banqueros y comerciantes italianos. Las cruzadas
son un hecho relevante que, habiéndose iniciado en el siglo XI, buscaban recuperar los
lugares considerados cristianos que estaban en poder de los musulmanes. Marcando el
final de la edad media surge el renacimiento de los siglos XIV y XV, donde aparece un
interés por el pasado grecorromano, y un redescubrimiento del hombre.

Hasta aquí nos hallábamos en un momento caracterizado por:

 Una visión orgánica del mundo, espiritual y finito


 La ciencia basada en la fe.
 La búsqueda por comprender el significado de las cosas.

MIRANDO HACIA LA MODERNIDAD: Hay ejes fundamentales para explicar este período que
guardan una relación entre sí. Primero políticos, hay una crisis del sistema feudal y un
surgimiento de los estados nacionales y las monarquías absolutas. Económicos, aparece
el comercio como actividad central que va a enriquecer y hace surgir a la clase burguesa,
a los banqueros y clases adinerados. Sociales, la burguesía como clase adinerada y con
poder económico para financiar viajes y búsquedas de mercados. La nobleza pierde poder
político y la burguesía pasará a ocupar cargos del Estado. Por último, tecnológicos, se
construyen nuevas naves, se crean instrumentos de navegación más precisos, creación de
la imprenta. Es a partir de aquí que se sientan las bases de un modelo fuerte de ciencia,
que surge separándose de la religión y construyendo una visión propia de ver el mundo y
explicarlo. Es aquí donde el interés por los aspectos religiosos deberá hacerse un lugar
propio. En los siglos XIV, XV, y XVI habrá acontecimientos muy importantes que confluyen:
RENACIMIENTO, HUMANISMO: Se trató de un movimiento cultural, una forma de ser y de
actuar. Se trata de recuperar la inspiración en lo grecolatino. Se pasa del teocentrismo al
antropocentrismo, hay una búsqueda del hombre por rescatar la belleza, lo intelectual,
privilegiando el talento. Se destaca el arte que quiere resaltar lo bello, las proporciones, lo
simétrico.
EUROPEIZACIÓN DEL MUNDO: En este tiempo los avances logrados en la navegación son los
que permiten una salida a Oriente por mar. Hay un salto cualitativo en lo que respecta a la
superación de la finitud del espacio, se desafían las viejas creencias de los monstruos
marinos la idea del fin del mundo al llegar al horizonte. “Europa conoce al mundo”. Las
cruzadas y la difusión del cristianismo, la búsqueda de nuevos mercados cambiará la
concepción de Europa como centro, geográficamente hablando. Puesto que impondrá su
cultura en cada rincón descubierto.
LA REFORMA RELIGIOSA: Surge una crítica al lujo y a los abusos de poder de la Iglesia, al
poder económico y a la compra de indulgencias, obteniendo el perdón a través de la
limosna. Lutero en Alemania y Calvino en Francia serán representantes de la reforma,
representando el quiebre de la unidad religiosa. La iglesia católica realizará la
contrarreforma, como vía de recuperar su lugar. Desde este hecho, coexistirán las iglesias:
católica, luterana, calvinista y anglicana; la unidad de la iglesia en Europa desaparece.
REVOLUCIÓN CIENTÍFICA: Es el período en el que comienzan a darse una serie de
descubrimientos, que va a dar lugar a un rápido proceso de evolución en el modo de
abordar el conocimiento y en las características que definen el modelo de ciencia válido.
Hablamos de un “espíritu positivista” que domina el ambiente científico. Se reconoce al
positivismo como un sistema de ideas filosóficas basado en la experiencia y el
conocimiento empírico de los fenómenos naturales. La metafísica y la teología son
sistemas de conocimiento imperfectos. Copérnico es uno de los mayores representantes,
ya que se cuestiona la idea de la tierra como centro del universo. Desde Inglaterra, será
Bacon quién propondrá el método inductivo, hablando de una ciencia con el fin de dominar
y controlar la naturaleza. Descartes será considerado fundador de la filosofía moderna.

36
TEXTO 8: ACERCA DE LOS ASPECTOS HISTÓRICOS DE LA CONSTITUCIÓN DE LA PSICOLOGÍA.

EL PENSAMIENTO ANTIGUO (SIGLOS VI A.C – V D.C): Los historiadores de la filosofía ubican


su inicio hasta el siglo VI a.C, cuando los primeros pensadores griegos intentaron
comprender el origen del mundo y de los fenómenos naturales. Para analizar esta etapa
del pensamiento es necesario tener en cuenta el modo de producción en Grecia y Roma:
era esclavista. El trabajo de los esclavos era condición del desarrollo de la cultura. La
característica de la filosofía griega antigua consiste ante todo en la contraposición de la
meditación filosófica a la actividad laboral. Mientras los pueblos de oriente meditaban
sobre los fenómenos de la naturaleza a fin de poder lograr un conocimiento útil para
resolver sus problemas cotidianos, el pensador griego adopta una actitud especulativa
ante el mundo, buscando verdades absolutas y objetivas. El primer período de la filosofía
griega, llamado cosmológico o presocrático comienza con Tales de Mileto y se cierra con
los sofistas; el tema principal de este período es la constitución del universo, tratando de
reducir la compleja realidad a elementos simples. Tales, el primer filósofo que registra la
historia, descubre la unidad del universo en un elemento: el agua. Siglo y medio después,
Demócrito plantea que el universo está constituido por pequeñas partículas de materia en
movimiento denominadas átomos. Para él, estos átomos eran elementos constitutivos de
todo, inclusive del alma y del cuerpo. Su postura atomista aparece asociada al
materialismo y al determinismo. Heráclito postuló al fuego como elemento último de la
naturaleza, centrándose sobre todo en sus aspectos inestables. Heráclito es visto por los
modernos como el iniciador de la dialéctica y la crítica del “sentido común”, dado que su
teoría plantea trascender la evidencia percibida. Otro crítico del atomismo fue Anaxágoras,
quién sostuvo que el mundo no se explicaba por los elementos que lo constituían si no por
el orden de los mismos. Esta postura es muy importante para la psicología, ya que da pie a
una de las vertientes más importantes: Gestalt, que marca el fin de los atomismos
psicológicos. Sobre fines del período cosmológico queda colocada la piedra fundamental
de la epistemología y surge el interés por las sensaciones como datos que el hombre
recibe de la realidad. Resulta significativo ver como las posiciones que surgen en el inicio
de la filosofía (cuando el hombre intenta entender el universo), guardan paralelismo con
los caminos que 25 siglos después recorrerán los pioneros de la psicología en su intento
de comprender la mente humana. En el siglo V a.C surge Sócrates, quien consagra la
orientación antropológica de la filosofía. Nace el idealismo objetivo, la prioridad del espíritu
sobre la materia. Sócrates cree que es inútil conocer al universo, pero que dentro del
mismo hay un conocimiento al alcance del hombre: el de sí mismo. Este conocimiento es
virtud, mientras que la ignorancia conduce al mal. Con Sócrates se inicia el racionalismo
(el conocimiento humano como clave del comportamiento) y el dualismo alma-cuerpo que,
retomado por Descartes marcará todo el pensamiento moderno. Fue Platón, sin embargo,
quien precisó esta distinción entre espíritu y materia. Aristóteles, sucesor de Platón, fue
uno de los más importantes filósofos clásicos. Sus concepciones retomadas por los
pensadores cristianos en la edad media, dominaron el pensamiento occidental hasta los
siglos XVI y XVII. Aristóteles retoma el dualismo alma-cuerpo de Platón, pero modifica su
sentido. El alma y el cuerpo son para él, inseparables, y constituyen al hombre, y los
denomina materia y forma. El jerarquiza la observación de las cosas como medio para
llegar al conocimiento; a diferencia de Platón, que sostenía el poder intuitivo del alma. Esta
es la mayor diferencia entre ambos. Dominados por una actitud práctica, los pensadores
romanos no se centran en explicar el mundo, ni conocer la esencia de las cosas. Sino de
actuar y ordenar ese mundo. Hacia fines de los siglos III y IV, el mundo antiguo entra en
crisis y comienza la expansión del cristianismo. En el siglo V con la caída del imperio
romano se inicia el período medieval que durará hasta el siglo XV y cuya característica
central será la hegemonía cultural de la Iglesia y el modo de producción feudal.

EL PENSAMIENTO MEDIEVAL (SIGLOS V A XV): El período transcurrido entre dichos siglos


encierra el proceso que lleva al derrumbe de la ciencia clásica y el surgimiento de una
nueva concepción del conocimiento, que recogerá y desarrollará en el renacimiento. La
actitud general del hombre medieval era mística, inspirada en lo maravilloso. El orden

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divino regía por igual el mundo social, la naturaleza, y el espíritu científico. Las
enfermedades se clasificaban en “naturales” (las del cuerpo) y “sobrenaturales” (las del
alma). Los enfermos mentales eran considerados herejes, adoradores paganos que
voluntariamente permitían que los demonios ocuparan sus cuerpos y dirigieran sus vidas.
Esta idea de pacto con el diablo constituyó una forma de control social, cuya máxima
expresión fue la institución religiosa de “la inquisición”, instaurada en 1233. La brujería no
solo azotaba a los paganos, sino también a aquellos revolucionarios que cuestionaron a la
explicación teológica de la ciencia, así como el orden social establecido. La astrología y la
alquimia se convirtieron gradualmente en magia y, por último, en brujería, apenada con la
hoguera, apresamiento, entre otros castigos. Pero mientras Europa se debatía entre brujos
y doctores, una realidad muy diferente caracterizaba a la Edad Media en oriente, y las
regiones europeas gobernadas por los árabes, que desarrollaron una actividad científica
totalmente alejada del idealismo occidental. Sus contribuciones en el ámbito de la
psicología muestran detalladas descripciones, clasificaciones y tratamientos de las
enfermedades mentales. Averroes es considerado como el máximo representante de la
cultura árabe en el siglo XII. Sus libros fueron censurados por la iglesia del occidente, pero
no desaparecieron del todo. En Europa la iglesia se convirtió en depositaria de la cultura, y
la doctrina de Dios fue la ideología oficial de la Edad Media, difundida a través de los
clérigos, filósofos, que se preocuparon por el problema de la relación entre la fe y la razón
del hombre. San Agustín fue un representante importante de esta época, que promovía el
neoplatonismo y su doctrina planteaba la sobre determinación divina de la vida de los
hombres. Santo Tomás se apoyaba en Aristóteles. El mérito de ambos fue brindar a los
filósofos futuros una buena recopilación de las doctrinas del mundo medieval, y el rescate
de las teorías clásicas que de otro modo habrían sufrido la oscuridad por la intolerancia
eclesiástica. El dogmatismo fue la característica principal del pensamiento de este
período, la búsqueda de verdades inamovibles. La ciencia se expresaba a través de la
escolástica (interés sobre la relación entre conocimiento y fe). Fue esta actitud dogmática
que dio el nombre de oscurantismo a esta época.

EL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y MODERNO: Se producen cambios sociales en Europa,


crisis del feudalismo y ascenso de la burguesía. Esto modifica el peso de la religión en la
sociedad. Comienza a derrumbarse la autoridad de la iglesia en lo concerniente a ciencia y
filosofía. Dentro de la iglesia surge la reforma con Calvino y Martin Lutero, y la ciencia
comienza a separarse de la religión. Se busca incrementar el conocimiento que lleve al
control del hombre sobre la naturaleza. El “método” es el elemento central del proceso
de conocimiento, independientemente del objeto o campo al que se aplica. Bacon fue el
primero en plantear un método científico basado en la interpretación materialista de la
naturaleza. Descartes pone en duda todo, hasta a Dios, excepto el pensamiento “pienso,
luego existo”. Luego su proceso deductivo demuestra la existencia de Dios, pero a través
de una “verdad racionalmente establecida”. La diferencia con la escolástica medieval no
radica en los contenidos de sus creencias sino en negar su calidad de dogmas para
convertirlas en verdades racionalmente establecidas. El dualismo Material-Inmaterial
influyó negativamente en el pensamiento moderno, ya que aquello que no poseía la
sustancia inmaterial cuya característica es el pensamiento, como los animales, eran
considerados autómatas, funcionando como máquinas. En lo referente al mundo material
Descartes fue un radical mecanicista. Para el, todas las acciones del cuerpo pueden
explicarse mecánicamente. El planteo cartesiano reafirma la distinción entre espíritu y
materia que incidirá en el pensamiento moderno. 300 años después Watson se preguntó
porque no se estudiaba la conducta humana con el mismo rigor científico (el de las
ciencias naturales) con el que estudiamos la conducta animal.
Hobbes en “el leviatán” desconfía de la capacidad humana de conocer a través de la
razón. Justifica el poder absoluto del gobernante en aras de la paz social.
John Locke impulso al empirismo inglés. La mente es un “papel en blanco” decía, una
“tabula rasa” sobre la cual se imprimen las ideas a través de las sensaciones y la reflexión.
Berkeley (1710), “no hay sustancia material sino solo cualidades sensibles”. Se centró en
el estudio de la percepción visual.

38
Hume, cuestiono no solo la existencia del concepto de materia como producto de la mente
humana, sino las propias facultades mentales. Kant entendía que el mundo posee
efectivamente un orden, que debe proceder del espíritu que impone sus
leves al mundo natural. Demostró que la psicología no pertenece al terreno metafísico.
Influyó en el concepto de fenomenología, tomado posteriormente por la psicología
existencial. Leibnitz, su planteo del paralelismo psicológico abrió el camino a una
concepción materialista de la mente. Hertbart con la crítica al análisis atomista de la
mente, que él consideraba como un todo, retomado luego por la escuela de Gestalt. Uno
de sus intereses fue aplicar la psicología a la educación. Llegados al siglo XIX, la
orientación materialista impregna el campo de la psicología, tanto en su objeto de estudio
como en la forma de abordaje. El conocimiento era empírico, faltaba aun hacerse
experimental.

LA CIENTIFIZACIÓN DE LA PSICOLOGÍA: El siglo XIX se caracteriza por el lugar de la ciencia


como eslabón insustituible en los procesos productivos. El científico independiente,
constructor de sus propios instrumentos del siglo XVII, en el siguiente siglo cambia su taller
artesanal por el laboratorio, y en el siglo XIX se integra definitivamente a las universidades
y a la industria. Para la mentalidad de la época, ciencia era lo que se producía en los
laboratorios, y los procedimientos experimentales constituyeron un requisito indispensable
para que el conocimiento generado fuera valorado y aceptado socialmente. Esta postura,
denominada positivismo, pretende sustituir la teoría del conocimiento por una teoría de la
ciencia definida centralmente por su método.

39
TEXTO 9: LA ESCISIÓN ALMA CUERPO EN PERSPECTIVA HISTÓRICA.

UN PUNTO DE PARTIDA, LA ANTIGÜEDAD: Pensar en pares de opuestos es una característica


del pensamiento antiguo y sin duda una marca muy profunda en el proceso histórico de la
sociedad occidental, que determinará todos los aspectos del individuo. El término
psicosomático corresponde etimológicamente a la lengua griega y significa: “psyche” =
alma y “soma” = cuerpo, un intento de consolidar una forma de pensar y explicar al ser
humano. La Medicina ha reconocido a Hipócrates (460 a. C. - 367 a. C.), como su padre,
siendo de sumo valor sus aportes, muchos de ellos olvidados a lo largo de la historia, pero
que mantienen hoy plena vigencia. Sostenía la idea del cuerpo como unidad funcional,
siendo el alma la que tiene una función reguladora que se modifica constantemente y
forma un todo con el cuerpo. Esta unidad organizada, dirá Hipócrates, puede
desorganizarse y allí surgiría la enfermedad. Las contribuciones de este pensador serán
de gran importancia, en cuanto fue el primero, según se tiene registro, en destacar la
relevancia de la observación clínica y la anamnesis del paciente, viendo al enfermo en su
contexto general e incluyendo las causas ambientales de las enfermedades, teniendo en
cuenta el pasado, presente y futuro. La importancia del contexto nos muestra una
concepción de hombre diferente a la de los filósofos de su época, ya que lo sano y lo
enfermo se relacionan con las condiciones de vida de los sujetos, por tanto, está implícito
en ello lo que se conciba y acepte para esa época como salud o enfermedad. El autor y
filósofo G. Vesey (1970) llamará al dilema planteado por Descartes “el punto muerto
cartesiano", pues es a partir de esos planteos que muchísimos autores posteriores se
empeñen en resolver este dilema, o por lo menos intentan dar respuesta a esta dicotomía,
que aún cuesta
descentrar como problema en el ámbito de las ciencias de la salud. Partiendo de este
“punto muerto cartesiano” a mediados del siglo XVII, serán muchos los autores que buscan
las respuestas metafísicas a este problema. Destacaremos básicamente tres líneas o
enfoques sobre el tema:
a) Las respuestas metafísicas y filosóficas.
b) Las posturas de la neurofisiología y la “psicología experimental’’.
c) Los enfoques de la psiquiatría dinámica.

LAS RESPUESTAS METAFÍSICAS Y FILOSÓFICAS: Baruch Spinoza (1632-1677) negará la


existencia de la mente y el cuerpo como entidades distintas y dirá que ambas son
aspectos de la misma sustancia. Su teoría conocida como del doble aspecto sostiene
como única sustancia existente a Dios, reconociendo la mente y el cuerpo como aspectos
distintos de la existencia. Nicolás de Malebranche (1638- 1715) también desde una
postura dogmática religiosa, propone que la mente y el cuerpo no tienen capacidad causal
y Dios sería la única causa. Gottfried Leibniz (1646-1716) con una visión racionalista, dirá
que tanto el mundo físico como las capacidades mentales están compuestos de infinitas
mónadas que no se comunican entre sí, de modo que el mundo mental no se relaciona
con el mundo físico. También subordina la existencia de la mente a la existencia de Dios
ya que cree que los dos mundos están sincronizados. Vemos el común denominador de
estos pensadores en la explicación religiosa como una constante explicativa imposible de
abandonar. Desde una postura radical del empirismo, George Berkeley (1685-1753)
sostenía que la sensación era la fuente de todo conocimiento, por lo que negaba que la
materia pudiera existir en ausencia de la percepción. Por lo tanto, no existe la distinción
entre mente y cuerpo pues el cuerpo sería una percepción de la mente (inmaterialismo).
David Hume (1711-1776) también desde su posición empirista, argumenta que los
elementos básicos de la m ente son las impresiones (obtenidas de la experiencia), en tanto
las ideas son las imágenes de las impresiones. Los aportes de Hume a la Psicología, se
reconocen como importantes en lo referente a las nominadas Leyes de la Asociación:
Semejanza: La mente tiende a asociar lo parecido. Contigüidad: Dos elementos o hechos

40
que se experimentan juntos, se tienden a recordar juntos. Causa- efecto: A un fenómeno
que ocurre a continuación de otro, solemos asociarlos. Immanuel Kant, será otro filósofo
que aportó a la discusión entre empiristas y racionalistas, señalando que, si bien todo
conocimiento comienza con la experiencia, no todo procede de la experiencia y se
necesitan determinados “esquemas que son producto de la imaginación que nos permiten
comprender el mundo.
LA NEUROFISIOLOGÍA Y LA “PSICOLOGÍA EXPERIMENTAL”: Simultáneamente a las respuestas
filosóficas, comienza el desarrollo de las ciencias naturales y desde la Neurofisiología
surgen valiosas investigaciones sobre el sistema nervioso central. El problema de resolver
la dicotomía mente-cuerpo, se desplaza desde la metafísica, que no lograba dar una
respuesta acabada; hacia los estudios de la Neurofisiología, que se presenta como la que
sí puede ser “ciencia”. La psicología comienza a recorrer el camino de la biología y las
ciencias naturales, dada la necesaria condición del paradigma positivista dominante, que
exige a toda ciencia, la utilización del método científico experimental. Podemos reconocer
como antecedentes de la psicología experimental a varios neurofisiólogos que, a partir del
estudio de animales en un comienzo, se cuestionan sobre estímulos, reflejos e impulsos
nerviosos. Fue destacado Robert Whytt (1714-1766), pionero en realizar estudios
rigurosos sobre los reflejos involuntarios en el estudio de ranas, también lo fue Luigi
Galvaní (1737-1798). Los estudios de Franz Gall (1758-1828) como un pionero en el
intento de localizar espacialmente las áreas cerebrales. Si bien falló en algunos de sus
presupuestos, el aporte que destacamos para la Psicología, tiene que ver con su
afirmación de que “el cerebro es el órgano de la mente”, instalando una concepción que
otorga a la mente facultades intelectuales y emocionales. Otro grupo de autores llamados
“psicofísicos”, también han de considerarse como antecedentes en la construcción de la
llamada “Psicología experimental o científica.” Gustav Fechner (1801-1887) es
considerado un seguidor de los estudios de Weber y se propuso relacionar el mundo físico
y el de la mente, buscando una relación que fuera registrable y cuantificable. La historia de
la Psicología, ha reconocido a Wundt reconocido como el psicólogo experimental que logró
sistematizar y ordenar los estudios realizados en su época. Las investigaciones incluían,
análisis de sensaciones, estudios de atención, percepción, memoria y asociación de ideas.
Desde esta postura, la mente aparece radicalmente separada del cuerpo, ya que se
jerarquizan los órganos sensoriales que reciben estímulos, definiendo los “hechos o
contenidos de conciencia" como objeto de estudio. William James (1842-1910), quien tuvo
un reconocido lugar como fundador de la psicología. En el año 1890 escribió el libro
“Principios de Psicología”, considerada obra clásica, en la cual se muestra partidario de la
introspección y señala las propiedades de la conciencia. Su postura pragmática radical, lo
llevó a considerar a las emociones como procesos fisiológicos particulares y la existencia
de estímulos externos que afectan nuestros órganos físicos. Respecto al problema mente-
cuerpo, mantuvo dos posiciones que por momentos se contradicen. Por un lado, señala
que todo está formado por una sola materia y no hay distinción m ente-materia. En otro
momento se acerca a la posición de Berkeley (Inmaterialismo) y dice que la materia no
existe. En Estados Unidos, algunas décadas después, surge John Watson (1878-1958),
considerado el creador del Conductismo. En su crítica a la psicología clásica y al uso del
método introspectivo, se propone desarrollar una psicología objetiva y experimental que
pudiera ser considerada dentro de las ciencias naturales. Para ello se plantea como objeto
de estudio “la conducta humana”. En su obra se distinguen básicamente: el “conductismo
metodológico” que sostiene el uso del método científico experimental, y el "conductismo
metafísico”, en el cual fundamenta que la mente no existe.

LA PSIQUIATRÍA DINÁMICA Y LAS PRIMERAS CONCEPCIONES UNICISTAS: A la idea reinante


hasta la Ilustración, de los enfermos mentales como poseídos por el demonio, Phillipe
Pinel (1745-1826), intentará dar un lugar y tratamiento diferente a estos enfermos,
buscando una explicación a las causas naturales del origen de estos padecimientos. En
Alemania los estudios de Franz Antón Mesmer, proponen una nueva concepción de
enfermedad, basada en la hipótesis de un desequilibrio en el fluido energético del hombre,
que podía afectar tanto su mente como su cuerpo. El hecho de hablar de crisis para el
logro de la cura, aparece como un indicio en la historia de la psiquiatría dinámica en lo que

41
refiere a la expresión de la enfermedad. Recordemos que la neurofisiología, ciencia
aceptada en el ambiente científico, adjudicaba una causa cerebral a todos los fenómenos
mentales. El hecho de que algunos autores empiecen a proponer la hipótesis de que
podían sufrirse determinados síntomas físicos sin que hubiera una causa orgánica,
comenzaba a subvertir las ideas hasta entonces avaladas. Se reconoce a Bernheim el uso
del vocablo “psicoterapia" cuando usaba este método, palabra de uso habitual en la
terminología psicológica actual.
TEXTO 10: EL PENSAMIENTO PRECIENTÍFICO SOBRE LA SALUD Y LA ENFERMEDAD, JOSÉ
GARCÍA.

INTRODUCCIÓN: La naturaleza y sentido de la enfermedad y la salud atrajeron el interés


humano desde épocas muy tempranas en nuestro desarrollo como especie. Las nociones
que corresponden a la enfermedad, más que un reflejo de simples eventos biológicos y
físicos, son también un producto social de primer orden. La cultura y la etnicidad juegan un
papel fundamental en cualquier padecimiento, incluyendo los trastornos mentales. Los
usos culturales estructuran el modo como la gente define lo que es anormal y desviado,
así como el sentido profundo de las dolencias y cómo y cuándo es apropiado buscar
ayuda. La psicología asimiló de formas diversas y a distintos niveles las nociones de salud
y de enfermedad y es un hecho que también aquí se ha verificado una singular
transformación en el concepto. El surgimiento de la psicología de la salud en la década de
1980 (Stone, 1988), así como la expansión actual que experimentan la investigación y la
aplicación en este campo a través de un gran número de intervenciones para los
problemas que conciernen a la salud humana y su intersección con el comportamiento,
son un claro ejemplo de la última etapa que ha vivido este proceso de cambio conceptual.
Estos pensamientos se dan por admitidos y naturales, desconociendo el hecho
fundamental que son producto de una larga evolución sujeta a las influencias que impone
la variabilidad cultural. En consecuencia, los objetivos que persigue este artículo son:
a) analizar las fuentes históricas de donde proceden los conceptos de salud y enfermedad
b) estudiar la conexión entre tales nociones y la tradición filosófica de Occidente
c) discutir las formas principales que asumen estas explicaciones precientíficas respecto a
las causas y la naturaleza de las enfermedades, diferenciándolas al mismo tiempo de los
constructos actuales.

EL DUALISMO COMO MARCO FILOSÓFICO DE FONDO: La relación entre el alma y el cuerpo es


uno de los problemas más intrincados y difíciles del pensamiento humano. La expresión
dualismo en un sentido estrictamente filosófico empezó a usarse con el pensador alemán
Christian Wolff (1679-1754), quien la empleó en su obra Psychologia Rationalis, publicada
en 1734. En general, quienes pregonaron doctrinas dualistas eran todos aquéllos que
defendían la existencia de dos sustancias opuestas, la material y la espiritual, operando en
una interacción simultánea dentro del ser humano. Pero el significado del dualismo no fue
siempre absolutamente unívoco. Llegó a representar ideas diferentes para los autores que
lo utilizaron. La aceptación de cualquier variedad de dualismo en realidad hunde sus raíces
en observaciones que se encuentran más centradas en la experiencia cotidiana y resultan
menos intelectuales. Al dualismo tradicional se contrapuso el monismo o la creencia en
una sola realidad, o en su defecto la amalgama de dos sustancias diversas interviniendo
de diferentes formas sobre una dimensión única, tal como fue el caso en Aristóteles.

LA SALUD Y LA ENFERMEDAD EN UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA : En verdad, cualquiera que


fuese la relación entre el alma y el cuerpo de entre las muchas variantes posibles, podía
notarse claramente que la conjunción afectaba el interés humano en un aspecto menos
intelectual aunque mucho más práctico y acuciante: el de la influencia sobre las
enfermedades y los procesos aflictivos como el dolor físico, además de los tratamientos
curativos que pudieran aplicarse para aliviar las penurias que causan los mismos. En la
lógica inherente a la visión primitiva, el origen de las enfermedades se atribuye
directamente a la acción de entidades inmateriales que actúan sobre el cuerpo físico de
manera causa. Bennett (2007), siguiendo el punto de vista clásico de Frazer (1890), señala
que el animismo apareció en Siberia durante el período neolítico, esto es entre 4000 y

42
2000 años antes de Cristo y significó en lo básico una creencia en espíritus que no
poseían individualidad porque se hallaban confinados a aspectos específicos del ambiente
circundante. Kuper (1992) observa que el animismo es la creencia que los seres naturales
poseen su propio principio espiritual y de este modo es posible para los humanos
establecer relaciones personales de alguna clase con esas entidades, ya sea de
protección, seducción, hostilidad, alianza o intercambio de servicios. Pero donde se halla
evidencia de una profesión médica más antigua es entre los sumerios, que habitaron las
fértiles regiones regadas por los ríos Tigris y Éufrates hace unos cuatro mil años. La
creencia en la astrología fue un signo distintivo de la civilización babilónica. Su influencia
no solo se limitó a la predicción de plagas o la elaboración de horóscopos, sino también a
la prognosis de enfermedades. Creían que los disturbios mentales se debían a la magia de
brujas y demonios. El enfoque se volvió más racional con los griegos. En esa cultura tan
reverenciada surgen las primeras aproximaciones plenamente científicas hacia la salud y
la enfermedad. Aunque también prestaron atención a creencias fútiles como la adivinación,
un hábito de pensamiento que no se ha extinguido hasta nuestros días. Hipócrates (460-
377 a.C.), quien constituye un eslabón fundamental en esta cadena, logró impulsar la
medicina científica durante la época clásica con una serie de formulaciones que renovaron
y transformaron algunas de las prácticas anteriores. La medicina hipocrática produjo
esfuerzos importantes no solo para determinar el orden de causación de las
enfermedades, sino también para diferenciar entre las causas principales y las causas
precipitantes. Fue un firme adherente a la distinción radical entre la realidad mental y el
cuerpo. Creía que la enfermedad solo operaba en la materia biológica y era por completo
independiente de la mente. Pero la orientación hipocrática tuvo en Galeno (128-200), su
más distinguido sucesor. El trabajo biológico y fisiológico de Galeno predominó indisputado
desde el siglo tercero hasta por lo menos el siglo XIII, y continuó teniendo gran influencia
hasta la décimo séptima centuria. La hegemonía del cristianismo en el pensamiento
medieval hizo que procedimientos científicos de probada utilidad como la disección de
cadáveres quedaran severamente prohibidos. Como el cuerpo humano se consideraba el
templo del Espíritu Santo, entonces profanarlo, es decir diseccionarlo, era visto como un
terrible sacrilegio. De haber sido descubiertos en tales menesteres, las represalias contra
aquéllos primeros anatomistas habrían sido terribles. Por otra parte, el estamento médico
protagonizaba sus primeros duelos con el conocimiento alternativo a poco de finalizada la
Edad Media. En el siglo XVI dos médicos franceses, André du Breil y Thomas Sonnet de
Courval (1577-1627), que además eran admiradores de Galeno, establecieron una
demarcación entre los representantes de una medicina facultativa y las vertientes
paralelas, no fundamentadas en la ciencia. Aplicaron el duro calificativo de «charlatanes» a
sus adversarios. Siete años antes los médicos de Montpelier ya habían manifestado la
necesidad de eliminar a sus rivales. Esta necesidad de mantener el control sobre los
adversarios llevó a los médicos universitarios al desarrollo de una definida y contundente
retórica encaminada a distanciarse claramente de «los otros». Para ello no bastaba con
calificarlos como vagabundos, ateos, exiliados, monjes, masones y hasta madamas y
prostitutas. Un componente esencial en aquel discurso era que «los otros» buscaban la
alteración del orden natural y sobrenatural. Desde entonces, la contienda entre la medicina
científica y la otra, considerada como pseudociencia, no ha cesado de manifestarse como
un proceso permanente. Hacia finales del siglo XVIII y comienzos del XIX algunas
personas como William Tuke (1732-1822) en Inglaterra, Philippe Pinel (1745- 1826) en
Francia y Eli Todd (1762-1832) y Dorothea Dix (1802-1887) en los Estados Unidos
realizaron ingentes esfuerzos por mejorar las condiciones del trato y respeto hacia los
individuos con problemas psicológicos severos, adoptando un enfoque nuevo y más
humanitario hacia la enfermedad mental (Pomerantz, 2011). Pero no fueron los únicos.
Waller (2004) incluye al médico holandés Johann Wayer (1515-1588) -junto a Pinel-, entre
los verdaderos padres de la psiquiatría clínica. La razón es que Wayer realizó un paso muy
significativo al negar que los enfermos mentales, igual que las brujas, estuvieran poseídos
por el demonio. Pinel es recordado porque liberó de su encadenamiento a cientos de
pacientes psiquiátricos que pasaban sus días presos del terror y brutalizados en los
manicomios más grandes de París. Condujo a una clasificación fiable de los disturbios
mentales y a la forma de tratamiento que permitió la cura para algunas formas de locura.

43
Pinel y Tuke fueron llamados alienistas y filántropos (Semelaigne, 1912), ellos pregonaron
la supresión de los antiguos abusos y el derecho de los alienados a ser tratados como
enfermos, no como culpables de alguna falta. Hacia 1820 la escuela clínica francesa
comenzó a ejercer un impacto más definido, no solo en su país, sino también en Inglaterra
y los Estados Unidos. Los médicos comenzaban a defender con firmeza la idea que la
locura era un fenómeno somático.

LA ERA DE LAS CONCEPCIONES PSICOLÓGICAS: La versión historiográfica tradicional (Baldwin,


1913; Boring, 1983; Brett, 1912-1921) nos indica que la orientación experimental comenzó
con Wilhelm Wundt (1832-1920) en 1879, mediante la apertura del laboratorio que
funcionó en la Universidad de Leipzig. Aunque para el propósito identificativo de los
psicólogos esto pudiera significar un corte abrupto y definitivo con la matriz original que
proveyó la filosofía, expresado muchas veces en los términos de una emancipación
independentista, es indudable que la ruptura con las ideas filosóficas nunca fue tan
completa, drástica ni definitiva. Es comprensible que así sea, puesto que cualquier
elaboración psicológica conserva en su base unos fundamentos metateóricos que en
esencia son de índole filosófica y conforman las visiones de hombre que identifican los
cimientos intelectuales de cada perspectiva. Mediante ellas se determina si la teoría
resulta o no compatible con otros enfoques rivales. El proceso evolutivo en las
aplicaciones de la psicología al logro del bienestar humano fue gradual y sujeto a una gran
cantidad de vaivenes históricos y culturales. La psicología clínica inició su camino
institucional con no pocas deudas conceptuales hacia los criterios que definieron al
dualismo filosófico. Aunque sea muy legítimo reflexionar sobre los fundamentos filosóficos
de la psicología, estas identidades matriciales no hacen menos científicas sus
aproximaciones, aunque desde luego cada teoría particular pueda ser cuestionada desde
otros puntos de vista, como ha sido corriente a lo largo de muchas décadas con la teoría
psicoanalítica. En apariencia más pragmática y menos teórica, la psicología aplicada
manifiesta direcciones similares. Las influencias que irradian estas poderosas raíces del
pensamiento fueron igualmente importantes para la conformación de las diferentes áreas
de trabajo del psicólogo, así como en la delimitación de sectores y modalidades de
intervención. La psicología clínica fue el punto inicial desde el que partieron los demás
campos, ya sea como una ampliación o profundización de sus intereses o en una
contraposición a sus objetivos declarados. Pronto los psicólogos comprendieron las
expectativas de quienes esperaban que su ciencia produjese resultados visibles en el
plano del bienestar humano y no solo elaborados experimentos de laboratorio. Parte de su
respuesta fue el desarrollo gradual de un área centrada en los problemas que emergen del
comportamiento percibido como socialmente disfuncional y perturbado. Los primeros
psicólogos clínicos fueron profesionales cuya motivación principal era servir de ayuda a las
personas con dificultades comportamentales, lo cual les condujo a ofrecer sus servicios al
público y producir investigaciones en áreas como las diferencias individuales, el daño
cerebral y la psicopatología. 1896 es el año convencionalmente aceptado para la
introducción de la psicología clínica al dominio más general de la disciplina.

LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD, EL ÚLTIMO PELDAÑO: La influencia determinante que ejerció el


psicoanálisis en el contexto de la profesión clínica, fortaleció la utilización de ciertos
modelos conceptuales para el análisis del comportamiento anormal, en particular el
modelo médico. Este se halla centrado en la identificación de síntomas y la búsqueda y
diagnóstico de patologías como causas directas de los problemas y anormalidades del
comportamiento (Kazdin, 1983), así como el uso correspondiente de la psicoterapia verbal.
Cuando surgió este esquema de análisis resultó un producto nuevo, no un derivado directo
de la psiquiatría del siglo XVIII. Muy característica del modelo médico es la explicación
sobre los orígenes de las desviaciones que afectan la conducta en términos de
causalidades exógenas. Esta visión se contrapone a la del modelo biopsicosocial que
adopta la moderna psicología de la salud y que se apoya en la idea de que los procesos
psicológicos, biológicos y sociales se hallan integralmente involucrados en la enfermedad

44
física y en la salud, así como en el diagnóstico clínico, el tratamiento y la recuperación. La
psicología de la salud constituye el avance más reciente en el proceso de incluir
activamente a la psicología en los esfuerzos de comprensión de los procesos sanos. En
ella se combinan las contribuciones educacionales, científicas y profesionales de la
investigación psicológica con los objetivos más generales de la promoción y
mantenimiento de la salud. Algunos la definen como «un campo interdisciplinario
interesado en la aplicación del conocimiento y técnicas psicológicas a la salud, la
enfermedad y el cuidado de la vida saludable». La psicología de la salud ha comenzado a
recorrer el camino para establecerse como un área de autonomía relativa frente a campos
vecinos dentro de la psicología misma. Esta especialidad se ha desarrollado en un ámbito
conceptual donde comparte terreno con otros campos conexos cuyos enfoques y
metodologías convergen hacia posiciones algunas veces similares, como es el caso de la
psicología clínica, la psicología comunitaria y la medicina comportamental. Pero con
frecuencia las distinciones son menos claras de lo deseable. Las confusiones pueden
originarse por eventuales superposiciones en los planteamientos teóricos, los objetivos, las
estrategias de investigación e intervención. Las discusiones y análisis que conciernen a los
fundamentos teóricos y empíricos de la psicología de la salud tienen como escenario
fundamental el ámbito académico, que por un ser un espacio de formación y
especialización, resulta más restringido a los intereses del público que las suposiciones e
interpretaciones del pasado. El posmodernismo ha estado muy asociado con una creciente
utilización de la experiencia clínica y el juicio subjetivo en la adquisición del conocimiento
necesario para operar en los contextos aplicados. Y aunque estos elementos
indudablemente son importantes, nunca pueden suplantar a la investigación y sobre todo
la atención prioritaria a la evidencia. Los peligros que acarrean estas psicoterapias
marginales se orientan en tres sentidos: uno es la manipulación potencial o el fraude, que
por lo habitual desemboca en buenas ganancias económicas. Por otra parte, los
terapeutas deficientemente entrenados pueden fracasar en reconocer signos tempranos
de psicopatologías serias, que luego conducen a problemas más graves. Finalmente,
mucho daño puede causar aquellos practicantes que infunden creencias falsas sobre
memorias reprimidas de abuso sexual cuando eran niños, coacción ritual satánica o
abducciones por extraterrestres (Beyerstein, 2001). Estos modelos alternativos, que por
ser muy variados no exhiben un denominador común, tienen grandes implicancias sobre lo
que pueda pensarse respecto a la salud y la enfermedad, y especialmente sobre los
agentes que las determinan en una presunta causalidad. Y como su fundamento científico
resulta vago, escaso o inexistente, representan un serio problema. Los límites de nuestro
mundo son los mismos que impone nuestro lenguaje. Desde luego esto no equivale a decir
que la salud o la enfermedad no sean procesos físicos y naturales. Por supuesto que lo
son y su persistencia en todas las épocas y sociedades resulta una muestra directa de
ello. Lo que se afirma es que la forma de reconocerlos, de entenderlos y sobre todo de
asignar su causalidad sobre la acción de factores internos como los virus y agentes
infecciosos o externos como energías astrológicas o fuerzas espirituales negativas
responde al ambiente social y el avance cultural, entendido en este caso como progreso
educativo, científico y técnico. La psicología corre ahora con la principal responsabilidad de
clarificar los viejos problemas, señalando cursos de acción que conduzcan a una mejora
de la condición humana.

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TEXTO 11: LA MÁQUINA NEWTONIANA DEL MUNDO.
Las teorías esenciales de la visión del mundo y el sistema de valores se formularon en los
siglos XVI y XVII. Entre 1500 y 1700 se produjo un cambio radical en la mente de las
personas y su visión del mundo. Antes de 1500 en Europa se vivía en pequeñas
comunidades solidarias, y se tenía una visión orgánica del mundo. La estructura científica
de esta visión del mundo tenía 2 fuentes históricas: Aristóteles y la Biblia. Tomas de
Aquino conjugo la doctrina aristotélica de la naturaleza con la ética y teología del
cristianismo, estableciendo una estructura de pensamiento que no se cuestionó en toda la
Edad Media.
Ciencia Medieval: Se basaba en la razón y la fe. Buscaba comprender el significado e
importancia de las cosas, pero no predecirlas o controlarlas. Importancia de Dios, el alma
humana y la ética.
En los siglos XVI y XVII el universo dejo de ser considerado vivo y orgánico y se empezó a
considerar una máquina, “la maquina newtoniana del mundo” fue la metáfora dominante.
Esto se produjo por cambios en la física y astronomía, que culminaron en las teorías de
Copérnico, Galileo y Newton.
DESCRIPCIÓN MATEMÁTICA DE LA NATURALEZA Y MÉTODO ANALÍTICO DE RAZONAMIENTO.
Francis Bacon, era de Revolución Científica.
Con la teoría de Copérnico, el hombre fue despojado de la convicción de ser el centro de
la creación divina. El cambio llego cuando Galileo Galilei dio validez científica a las
hipótesis de Copérnico. Además de sus enfrentamientos con la iglesia y éxitos en la
astronomía, Galileo fue el primero en utilizar la experimentación científica junto con un
lenguaje matemático para formular leyes naturales. Por esto se le considera el padre de la
ciencia moderna. Francis Bacon fue el primero en formular una teoría clara del
procedimiento inductivo/científico (extraer una conclusión general a partir de un
experimento y luego confirmarla con otros experimentos), con el fin de que el conocimiento
permitiera controlar la naturaleza. Decía “la naturaleza debe ser acosada en sus
vagabundeos, sometida y obligada a servir, reprimida con fuerza, torturada hasta
arrancarle sus secretos”. Una ciencia antiecológica.
Mundo Orgánico → Mundo Maquina
Descartes: fundador de la filosofía moderna, brillante matemático. Rechazo conceptos
tradicionales y se propuso crear un nuevo sistema de pensamiento. Creyó crear un
sistema perfecto que resolviera todos los problemas de la ciencia más allá de dudas. Una
certeza científica absoluta. Creo la geometría analítica “toda mi física no es más que
geometría”.
Método cartesiano: Creado por René Descartes. La clave de este método se halla en la
duda radical. Se pone en duda todo aquello de lo cual sea posible dudar, hasta llegar a un
punto en el cual no cabe ninguna duda: su existencia como sujeto pensante. De ahí su
famosa frase “cogito ergo sum” pienso, por lo tanto, existo. Para Descartes la esencia de la
naturaleza humana es el pensamiento, “para llegar a un conocimiento cierto el hombre
debe guiarse por la intuición evidente y la deducción necesaria “. Descartes hacia una
separación radical entre lo que es la mente y la materia, lo cual ha ayudado, pero también
ha traído problemas al mundo moderno. Para él Dios era el origen de estos dos campos
separados, quienes siguieron en el futuro sus teorías dejaron de lado esta idea de
divinidad.

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Quedo planteada la división:

Pensamiento Materia

Sustancia pensante (res cogitans) Sustancia extensa (res extensa)

Humanidades Ciencias Naturales

Descartes al igual que Bacon creía que la ciencia debía permitir al hombre reinar sobre
plantas, animales y la naturaleza misma. La física del siglo XX nos ha mostrado que no
existe certeza científica absoluta y que todas nuestras teorías son limitadas aproximativas.
El hombre que realizo el sueño cartesiano y completo la revolución científica fue Isaac
Newton (1642 año de la muerte de Galileo).

BACON DESCARTES

Método empírico e inductivo Método racional y deductivo

NEWTON

Combina de manera justa los dos métodos.

Newton creía que tanto las partículas como la gravedad eran de origen divino, y que por
eso no estaban sujetas a un análisis más profundo “ninguna fuerza corriente puede dividir
lo que Dios unió en los albores de la creación”. Él creía que el universo era una maquina
regida por leyes inmutables creadas por Dios. Todos los fenómenos tenían una causa y un
efecto, y se podían explicar con total certeza, ya que las leyes que los rigen son
inmutables. Hasta mediados del siglo XX toda la ciencia se basó en la mecánica
newtoniana de partículas físicas, de ahí que en el comienzo a las ciencias sociales se les
llamara “física social”, que se consideraba que los humanos no estábamos exentos de
estas leyes. Locke estaba convencido de que existían leyes naturales que regían la
sociedad humana, similares a las que gobiernan el universo físico. Luego en el siglo XIX
Faraday y luego Maxwell hicieron descubrimientos que no podían ser explicados por el
modelo mecanicista de manera adecuada, fueron los primeros en ir más allá de la física
newtoniana. Es la electrodinámica. Luego los descubrimientos de estos fueron validados
por Einstein. Luego de que el electromagnetismo destronó a la mecánica newtoniana como
teoría de mayor validez sobre los fenómenos naturales, en el siglo XIX comenzó a regir la
teoría de la evolución, es decir, la idea de cambio, crecimiento y desarrollo. Lamarck fue el
primero en proponer una teoría coherente de la evolución. Unas décadas después Darwin
presentaría pruebas evidentes a favor de la teoría de la evolución. La evolución biológica
obligo a los científicos a abandonar el concepto cartesiano de máquina del mundo, la cual
surgió en su estado perfecto de las manos del creador. El universo empezó a ser
concebido como un sistema en permanente evolución. Sin embargo, mientras que la

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evolucionen la biología parece guiar a un orden y complejidad superior, este movimiento
en la Física parece llevar a un desorden creciente. Para la Biología la Evolución es orden,
para la Física es caos.
Entropía: Rudolf Casius introdujo una nueva medida de cantidad “entropía” con la que se
expresa matemáticamente la dirección evolutiva del orden al desorden. “cualquier sistema
físico aislado tomara espontáneamente el camino al desorden cada vez mayor”. Según la
física clásica, todo el universo está yendo hacia un estado de entropía máxima.
En las primeras décadas del siglo XX dos teorías, la relatividad y la cuántica terminaron
por destronar a la cartesiana y a la de Newton, y nos mostraron que el universo es algo
mucho más complejo de lo que pensábamos.

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