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Energías Renovables II

M.C. Luis A. Salazar


Sesión 7
Producción a partir de biomasa

Si bien el hidrógeno es el elemento más abundante, con


diferencia, del universo, es tan ligero que la gravedad de la
Tierra no es suficiente para retenerlo y escapa al espacio.

Pero como solo existen trazas de él en la atmósfera la


mayor parte del hidrógeno que se emplea como
combustible hoy día procede de los combustibles fósiles,
con los que se emplean procesos como el reformado
catalítico del petróleo.
Una opción mucho más ecológica y sostenible de obtener
hidrógeno es extraerlo termoquímicamente de la biomasa,
usando altas temperaturas y catalizadores muy caros.

Aunque existen alternativas como la fermentación, la


electrolisis y la conversión fotoelectroquímica, estos métodos
no pueden con las moléculas que forman la mayor parte en
peso de la biomasa, la lignina y la celulosa presentes en
hierbas y maderas, con lo que la eficiencia se evapora.
Producción a partir de biomasa celulósica

El hidrógeno puede obtenerse a partir de una fuente


renovable como es la biomasa celulósica. La celulosa
puede convertirse en H2 mediante varios procesos
termoquímicos tales como combustión, licuefacción, pirólisis
y gasificación. El material lignocelulósico se oxida
parcialmente a temperaturas superiores a 1.000 ºK, se
produce una fracción gaseosa junto a un residuo carbonoso
que se reduce posteriormente para formar posteriormente
H2, CO, CO2 y CH4.
El gas de síntesis obtenido a partir de la gasificación puede
utilizarse como combustible directo, como fuente de H2 o
como materia prima química para preparar gasolinas o
diésel mediante el proceso Fischer-Tropsch.
El empleo de vapor de agua en la alimentación permite
incrementar la producción de hidrógeno reduciendo la
producción de alquitranes y CO.

La gasificación de la biomasa en presencia de O2 genera


una corriente gaseosa rica en hidrógeno que se reforma
con vapor de agua a la salida del gasificador con el objetivo
de producir hidrógeno adicional.
La obtención de hidrógeno por gasificación de biomasa se
presenta como una opción interesante, ya que tiene la
ventaja sobre el procedimiento clásico (reformado de
metano con vapor de agua) de emplear un residuo y no
materia prima química. Por lo tanto, se consigue realizar la
doble tarea de eliminarlo y a la vez, valorizarlo. La
gasificación de residuos vegetales, no obstante, presenta
una serie de desafíos.
Retos de la gasificación de biomasa
Por un lado, desarrollar catalizadores que maximicen la
producción de hidrógeno a las elevadas temperaturas de
trabajo con la mayor vida útil posible.
Por otra parte, conseguir el máximo agotamiento posible
de CO en la corriente de hidrógeno obtenida
considerando su futura aplicación como combustible en
una pila.

El motivo radica en el envenenamiento de los electrodos


(basados en Pt, Pd o Ni habitualmente) por el CO y que
imposibilita su funcionamiento. No obstante, a pesar de
estas dificultades, la gasificación de residuos vegetales
para obtener hidrógeno presenta un futuro esperanzador.
La gasificación, dada la severidad del tratamiento, está
particularmente indicada para el tratamiento de residuos vegetales
difícilmente aprovechables por otras vías.

¿Cuáles son los inconvenientes de este proceso?

• El inconveniente principal de la gasificación de biomasa es la


formación de alquitrán. Los residuos pesados polimerizan y
forman estructuras más complejas que no resultan apropiadas
para producción de hidrógeno mediante reformado con vapor.
• Otro problema inherente de la gasificación de biomasa es la
formación de ceniza, que puede producir acumulación de
sólido, taponamiento y desactivación.
¿Cómo solucionar los problemas?

La formación de alquitrán puede minimizarse mediante


diseño apropiado del gasificador, incorporación de aditivos
catalíticos y también mediante el control de las variables de
operación. Los catalizadores reducen el contenido de
alquitrán pero son particularmente efectivos para mejorar la
calidad y conversión de la fracción gaseosa producida.

Estos problemas se han reducido mediante extracción y


fraccionamiento.
Bibliografía recomendada
1. Suárez Alcántara, Karina. (2008). Un poco de todo sobre el
Hidrógeno. México. Academia Mexicana de Ciencias.
2. Fernández, A. y Cano, U. (2014). El hidrógeno: el cambio a una
economía sustentable. Revista de divulgación científico-
tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos.
3. González Velasco, J. (2009). Energías Renovables. Barcelona,
España: Reverté.
4. Camps M., Marcos F., (2008) “Los biocombustibles” colección
energías renovables 2ª ed. Ciencias y técnicas. Barcelona esp.

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