Civil III

Prof. Pedro Ortiz

LOS CAUSAHABIENTES A TÍTULO PARTICULAR O

SINGULARES

Son aquellas personas que han adquirido

uno o varios derechos determinados.
También pueden definirse como las
personas que ha adquiridon un derecho
determinado, ya fuere por un acto entre
vivos o por una sucesión.

El causahabiente a título particular,

apunta Josserand, adquiere la cosa como
se encontraba en el patrimonio de su
causante; es decir, en la posición
jurídica que se le hubiere asignado por
un contrato celebrado con anterioridad.
En ese orden de ideas, debemos
significar que el causahabiente singular
también obtiene la ventaja que pudiere

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tener el bien que se le transmite. De lo

que se desprende:

1) Que el contrato del cual se trate

fuere anterior a la adquisición.
2) Que los derechos que de él
resulten, estén relacionados con el
bien que se adquiere ulteriormente.

En definitiva, el causahabiente, a
título particular, se beneficiará o se
perjudicará de los contratos que haya
celebrado su causante, según sea la
posición en que se le coloque.

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LOS VERDADEROS TERCEROS O PENITUS-

EXTRANEI

Los terceros penitus extranei, es decir,

los verdaderos terceros que no son
causahabientes de ningunas de las
partes, no pueden caer o sufrir bajo los
efectos de un contrato, a ellos es que
se aplica plenamente el principio de la
relatividad de los contratos. Sin
embargo, y de manera excepcional, pueden
convertirse en acreedores por medio de
un contrato al que han sido ajenos y en
razón de esto debemos señalar que los
mismos no pueden quedar convertidos en
deudores en contra de su voluntad.

EXCEPCIONES

La ley y la jurisprudencia francesa han

admitido excepciones formales a las

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reglas, en esos casos los terceros son

contemplados por contratar, ya que han
sido formalizados por personas con las
cuales no han contratado y que no son
sus causahabientes.

Las excepciones más admitidas son:

a) La persona que se encuentra en

posesión de los bienes de otros puede
proceder a la ejecución de los actos
de administración que unieran al
propietario, art. 1673 del Código
civil.

b) Los contratos concluidos por un

heredero aparente son oponibles al
verdadero heredero por el adquiriente
de buena fe.

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c) En virtud del art. 1240 del Código

civil, el pago hecho de buena fe al
poseedor del crédito, es decir al
acreedor aparente, surte efecto con
relación al verdadero acreedor.

d) Debido a la influencia de
tendencias sociales, la ley ha
admitido expresamente que la voluntad
de los contratantes puede tener por
finalidad crear derechos u
obligaciones en provecho o a cargo de
un tercero. En tal sentido se
incluyen la promesa por otro, la
estipulación a favor de tercero y los
contratos colectivos.