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Universidad Mariana
Facultad de Ingeniería
2020
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Lectura y Escritura Académica
Trabajo Académico
Presentado a la Docente:
Universidad Mariana
Facultad de Ingeniería
2020
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Lectura y Escritura Académica
Contenido
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Introducción
2. Formas de Lectura………………………………………………………………………...14
2.1.1 Necesidad de la
Lectura…………………………………………………………….14
2.1.1.1 Tipos de
sexismo…………………………………………………………………...17
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Lectura y Escritura Académica
Índice de Tablas
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Lectura y Escritura Académica
Índice de Cuadros
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Lectura y Escritura Académica
Índice de Figuras
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Figura 1. Población de 10 y más años por condición de alfabetismo, 1900-2010………………..11
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Índice de Gráficas
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Lectura y Escritura Académica
Índice de Apéndices
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Lectura y Escritura Académica
Introducción
Más allá del nivel educativo analizado, el acceso y manejo del código escrito ha sido objeto de
numerosas investigaciones desde diferentes disciplinas. Globalmente, puede decirse que se
aprecia un desplazamiento desde las posturas más tradicionales, que centraban en el aprendizaje
de la gramática su estrategia principal, hacia las perspectivas con más peso en la actualidad,
fuertemente ancladas en la psicología cognitiva, que conciben ese aprendizaje a partir de las
especificidades del denominado “proceso de composición”. En estos modelos, la composición se
presenta como “un proceso complejo, formado por distintos subprocesos intelectuales y no como
un acto simple y espontáneo de aplicación del código escrito” (Cassany, 2014: 161). Dentro de
estos subprocesos se incluye el recurso a distintas fuentes y a la propia memoria como
actividades que el escritor debe manejar, de modo que la lectura permanece siempre como
elemento “fundante“, constitutivo, de una buena escritura. Son abundantes los estudios de los
últimos años que abordan este tema focalizando en los primeros tramos de las trayectorias de
estudiantes de nivel superior. Se concibe a la lectura y la escritura como saberes que no se
aprenden de una vez y para siempre sino como procesos que suceden en distintos momentos de la
formación. En este sentido, la “alfabetización académica” se define inicialmente como el
conjunto de nociones y estrategias necesarias para incorporarse a la cultura escrita en la
educación superior, y que implica conocimientos ligados a cada disciplina que sólo se aprenden
en la universidad (Carlino, 2005a). Sin embargo, la dinámica de este campo de investigaciones ha
abierto su desarrollo hacia indagaciones teórico-conceptuales y trabajos de corte más
observacional y etnográfico, llevando a la misma autora que propusiera esta definición a una
revisión de la misma donde el énfasis se coloca en la práctica docente y el marco institucional:
“Sugiero denominar ´alfabetización académica´ al proceso de enseñanza que puede (o no)
ponerse en marcha para favorecer el acceso de los estudiantes a las diferentes culturas escritas de
las disciplinas” (Carlino, 2013: 370). En todo caso, a partir de estas conceptualizaciones se
despliega un campo de indagaciones con una dinámica propia. En el contexto local, estos trabajos
se enmarcan en general en una preocupación por las condiciones y características en que se
produce el crecimiento de la matrícula universitaria (Hall, 2014; Mateo y Vitale, 2014). Pero es
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Lectura y Escritura Académica
interesante observar que se trata de dos líneas de indagación que aunque se superponen, no son
idénticas: junto a las condiciones en las que se llevan a cabo los procesos de enseñanza y
aprendizaje de la lectura y escritura académicas (aumento de la matrícula, formación recibida en
el nivel medio de los estudiantes que ingresan a la universidad), se produjeron modificaciones en
las maneras de entender qué es leer y escribir en la educación superior, cómo se enseña, y cuáles
son las responsabilidades docentes e institucionales en este proceso. En este contexto, se destacan
en comparación lo escasos que son los materiales referidos a los estudiantes del nivel de
posgrado. Existen numerosos textos y manuales dirigidos a los estudiantes que tienen que escribir
su tesis y sus primeros artículos científicos (Becker, 2011; Klein, 2007), pero encontramos pocas
investigaciones sobre cómo estas habilidades se aprenden, y cómo se enseñan, y están en general
referidas específicamente a la instancia de escritura de la tesis (Carlino, 2005b). Podría
observarse en este sentido que lo que caracterizaba hace algo más de diez años a la bibliografía
sobre lectura y escritura en el inicio del nivel superior, tener por destinatarios básicamente a los
estudiantes (Carlino, 2013), hoy puede decirse del nivel de posgrado. Esto es interesante, porque
muestra que aunque según los estudios realizados en el nivel universitario a los estudiantes les
resulta difícil al principio posicionarse como escritores -y no es extraño, porque no es lo que son
ni es lo que se les pide en un primer momento-, se asume que en un posgrado esta cuestión está
saldada, y no habría nada que enseñar. Sin embargo, aunque una conciencia retórica (1) que ya se
pide en las carreras de grado resulta indispensable en estudios de posgrado, lo que muestran las
recientes investigaciones sobre este nivel es, una vez más, que estas habilidades no pueden darse
por adquiridas. A partir de estos elementos, en este informe propongo recorrer y analizar las
particularidades que asume esta problemática en Diseño I, una materia ubicada en el primer
cuatrimestre de cursada de la Maestría en Gestión del Diseño. Los interrogantes que guían este
proyecto se refieren principalmente a cómo los estudiantes perciben la lectura y la escritura en
este primer momento de su posgrado, las dificultades que enfrentan, y cómo los docentes
podemos hacer lugar en nuestras asignaturas a estrategias que potencien los procesos de
enseñanza y aprendizaje referidos a estos saberes, y no quedarnos en enfoques “remediales”
sobre estas cuestiones.
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Está se basa en desarrollar habilidades para descubrir el valor del conocimiento, expresado a
través de la composición de textos académicos en atención a la diversidad de pensamientos de los
lectores.
Frases y elogios semejantes que resaltan la importancia que tiene la lectura desde el punto de
vista individual y social se emiten una y otra vez. Pero recordemos que, hasta hace poco tiempo,
saber leer y escribir era un privilegio de unos cuantos; no fue sino hasta que se expandieron los
sistemas educativos -durante el trascurso del siglo pasado- que se logró disminuir el iletrismo
entre la población. En México, en 1900, aproximadamente ocho de cada 10 personas no sabían
leer y escribir; a mitad del siglo pasado eran cuatro, y hacia finales de la primera década del
presente siglo, la cifra se redujo a uno de cada 10. Hazaña importante si se considera que en el
mismo lapso el tamaño de la población se incrementó casi ocho veces (Grafica 1).
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Lectura y Escritura Académica
Fuente: (UNESCO,2015)
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académica tiene unas potencias epistémico (Conocimiento exacto) que contempla el dominio de
lo escrito de manera de usar el lenguaje para pensar, transformar y desarrollar el conocimiento.
Las encuestas del MOLEC aplicadas en 20015 y 2016, por tomar un ejemplo, muestran de
manera consistente que el libro sigue siendo el medio de lectura más frecuente, seguido por
periódicos y revistas; aunque aproximadamente 40 por ciento de la población de 18 y más ya
señala que la Internet y los medios digitales constituyen sus medios preferidos de lectura.
En las diversas aplicaciones del MOLEC, también se observa que entre 15.8 y 21.3 por ciento de
la población alfabeta reporta no leer ninguno de los materiales considerados en la encuesta, lo
que resulta poco satisfactorio, al igual que el dato sobre el tiempo promedio que la población
dedica a la lectura, que es de entre 38 y 40 minutos por sesión (Tabla1).
Fuente: (INEGI,2015)
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1.2.1 Objetivos de los Textos Académicos Los textos académicos pueden tener objetivos
diferentes, pueden presentar características particulares, así como pueden necesitar extensiones
diferentes para exponer y desarrollar las ideas que se quieren transmitir. Es en vista de esto que
existen diferentes tipos de textos académicos y cada uno cumple funciones también distintas. Se
consideran textos académicos a los siguientes documentos:
1.2.1.1.1 Proceso de la Escritura Académica. Esta trae una investigación previa sobre dicho
tema a realizar, por siguiente haremos la fijación del asunto que abarca el delimitar el tema,
identificar nuestro publico y reflexionar y redactar apuntes sobre ideas que tenemos
anteriormente sobre el tema a estudiar.
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2. Formas de Lectura
La lectura silenciosa es la que hacemos sin expresar de viva voz lo leído, este es el tipo de lectura
mas frecuente que se utiliza para poder generar cada ves mas conocimientos partiendo de la
lectura. Gutiérrez, A (2009) afirma: “La lectura silenciosa y su fomento se consideran una
herramienta básica para el ejercicio del derecho a la educación y a la cultura en el marco de la
sociedad y aprendizaje global” (p.43).
Esta lectura silenciosa hace parte de las más fundamentales clases y/o tipos de lectura;
“Entendemos a la práctica de la lectura como una práctica social que da origen a interacciones e
intercambios sociales y que se ubica necesariamente en la diacronía de las condiciones sociales
del lector” (Gutiérrez A, 2009, p.41).
Proceso interactivo de comunicación en el que se establece una relación entre el texto y el lector, quien
al procesarlo como lenguaje e interiorizarlo, construye su propio significado. En este ámbito, la lectura se
constituye en un proceso constructivo al reconocerse que el significado no es una propiedad del texto, sino
que el lector lo construye mediante un proceso de transacción flexible en el que conforme va leyendo, le
va otorgando sentido particular al texto según sus conocimientos y experiencias en un determinado
contexto. (Gutiérrez, A y Monte, R, 2009, p.48)
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Lectura y Escritura Académica
(Alamargot y Chanquoy, 2001; Dansac y Alamargot, 1999; Flower y Hayes, 1981, Flower,
Schriver, Carey, Haas y Hayes, 1989) señalan a su vez, que el uso variado, frecuente y flexible de
tales objetivos ayuda a los escritores hábiles a producir textos académicos de mayor calidad.
Señala que los escritores hábiles, a diferencia de los menos hábiles, tienden a establecer una
mayor cantidad y variedad de objetivos de contenido (a nivel global y/local), de audiencia y de
proceso durante la composición de textos académicos complejos y son más flexibles para
ajustarlos de manera estratégica a una situación comunicativa.
Schriver (citado por Flower et al, 1989) señala que “son esencialmente las instrucciones que
las personas se dan a sí mismas acerca de cómo realizar el proceso de escritura, por ejemplo,
empezaré por la introducción…volveré después a esto”. En otras palabras, los objetivos pueden
ser conceptualizados como los criterios o parámetros auto establecidos o establecidos
externamente por otras personas (ej. profesor), que permiten a los escritores representarse la tarea
de composición, en términos del contenido, audiencia, características del texto y los procesos
necesarios para intentar producir un texto ajustado a una determinada situación comunicativa.
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Lectura y Escritura Académica
La mayoría de los autores coinciden en señalar la década de los ochenta y la formulación de como el
despegue del estudio de los procesos de composición de la escritura desde el punto de vista cognitivo
y,
Desde el modelo inicialmente formulado por dichos autores, la composición de un texto es entendida
textualización y revisión que el escritor necesita controlar (regular) de manera recursiva y coordinada
A pesar de estos avances, varios autores, tanto desde posiciones cognitivas (Olive y Piolat, 2003;
Rijllarsdam y van den Bergh, 2006) como psicoeducativas (Castelló, 2007-b; Iñesta, 2009), han
señalado
que estos resultados no son concluyentes, si tenemos en cuenta las limitaciones metodológicas que
caracterizan los estudios cognitivos, principalmente la naturaleza experimental y poco auténtica de las
tareas de escritura y el análisis atemporal de los procesos de regulación tanto de los procesos de
planificación como de revisión. Por el contrario, dichos autores, han señalado en repetidas ocasiones
que
“No obstante, normalmente estos objetivos iníciales son muy abstractos e insuficientes para afrontar
la composición de textos complejos, por tanto, es necesario que los escritores generen un segundo
procedimiento denominado: red de objetivos de trabajo (network of working goals)” (Flower et al.,
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(Flower et al., 1989, Rijllarsdam y van den Bergh et al., 2006). La creación de familias de objetivos
puede ser considerada como un esquema léxico en forma de redes de asociaciones vinculadas a
palabras
estos esquemas, los escritores pueden ajustar los objetivos de manera flexible e integrada sin perder las
y redes, a la par que generan incertidumbre y división de posiciones entre los hablantes. Es normal que
en situaciones de este tipo tanto los colectivos como las instituciones vuelvan su mirada hacia la RAE y
2.1.1.1 Tipos de lenguaje de sexismo. Se entiende por sexismo cualquier discriminación efectuada
sobre personas por razones de sexo (o, como se expresa en la actualidad, por motivos de género). El
sexismo es un componente cultural de larga continuidad histórica que tiene como principio la
supremacía
del varón sobre la mujer en todos los espacios de la vida. De ahí que tenga manifestaciones en distintos
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El Diccionario tiene el deber de incluirlas porque pertenecen al uso de la lengua. Pero tiene asimismo
la
obligación de acotar los registros y los valores de uso con que se emplean. El Diccionario de la RAE
El Diccionario tiene el deber de incluirlas porque pertenecen al uso de la lengua. Pero tiene asimismo
la
obligación de acotar los registros y los valores de uso con que se emplean. El Diccionario de la RAE
acogió desde 1925 la locución sexo débil con distintas definiciones (Anónimo, 2005).
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Referencias Bibliográficas
Libro:
Libro Online:
Carey, L., Flower, L., Hayes, J.R., Schriver, K.A. y Haas, C. (1989). Differences in writers'
initial
task representations. Recuperado el 7 de febrero de 2010, del sitio web del National Writing
Project: http://www.nwp.org/cs/public/print/nwpr/621
Capítulo de Libro:
Molina, V. (2008). “…es que los estudiantes son leen ni escriben”: El reto de la lectura y
escritura
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Wilford, J. N. (1969, July 21). Men walk on moon. Astronauts land on plain; collect rocks, plant
Gale, A. (2015, August 7). Perils of Family Roil Asian Group. Revista The Wall Street
Journal. p.
group/bnl-wallstreetjournal-20150807-1_3
Periódico Online:
Brody, J. E. (2007, December 11). Mental reserves keep brain agile. The New York Times.
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Recuperado de http://www.nytimes.com
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