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Lectura y Escritura Académica

Lectura y Escritura Académica

Juan José Moran Cortes

Martha Guerrero de Borrero.

Universidad Mariana

Facultad de Ingeniería

Programa de Ingeniería Ambiental

San Juan de Pasto

2020

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Lectura y Escritura Académica

Lectura y Escritura Académica

Juan José Moran Cortes

Martha Guerrero de Borrero

Trabajo Académico

Presentado a la Docente:

Ruth Stella Zarama Benavides

Universidad Mariana

Facultad de Ingeniería

Programa de Ingeniería Ambiental

San Juan de Pasto

2020

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Lectura y Escritura Académica

Contenido

Pág.

Introducción

1. Lectura y Escritura Académica………………………………………………………......10

1.1. Lectura Académica……………………………………………………………………...10

1.1.1 Estrategias Didácticas para el Abordaje de la Lectura en la Universidad……11


1.1.1.1 Estrategias de la Lectura………………………………………………………….11
1.1.1.1 Clases de Estrategias………………………………………………………………11

1.2. Escritura Académica……………………………………………………………………


11

1.2.1 Objetivos de los Textos Académicos………………………………………………13


1.2.1.1 Estrategias de la Escritura………………………………………………………...13
1.2.1.1.1 Proceso de la Escritura Académica……………………………………………...13

2. Formas de Lectura………………………………………………………………………...14

2.1 Lectura Silenciosa………………………………………………………………………..14

2.1.1 Necesidad de la
Lectura…………………………………………………………….14

2.1.1.1 Tipos de
sexismo…………………………………………………………………...17

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Lectura y Escritura Académica

Índice de Tablas

Pág.

Tabla 1. MOLEC: porcentaje de la población alfabeta de 18 años y más……………………...12

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Lectura y Escritura Académica

Índice de Cuadros

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Lectura y Escritura Académica

Índice de Figuras

Pág.
Figura 1. Población de 10 y más años por condición de alfabetismo, 1900-2010………………..11

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Índice de Gráficas

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Lectura y Escritura Académica

Índice de Apéndices

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Lectura y Escritura Académica

Introducción

Más allá del nivel educativo analizado, el acceso y manejo del código escrito ha sido objeto de
numerosas investigaciones desde diferentes disciplinas. Globalmente, puede decirse que se
aprecia un desplazamiento desde las posturas más tradicionales, que centraban en el aprendizaje
de la gramática su estrategia principal, hacia las perspectivas con más peso en la actualidad,
fuertemente ancladas en la psicología cognitiva, que conciben ese aprendizaje a partir de las
especificidades del denominado “proceso de composición”. En estos modelos, la composición se
presenta como “un proceso complejo, formado por distintos subprocesos intelectuales y no como
un acto simple y espontáneo de aplicación del código escrito” (Cassany, 2014: 161). Dentro de
estos subprocesos se incluye el recurso a distintas fuentes y a la propia memoria como
actividades que el escritor debe manejar, de modo que la lectura permanece siempre como
elemento “fundante“, constitutivo, de una buena escritura. Son abundantes los estudios de los
últimos años que abordan este tema focalizando en los primeros tramos de las trayectorias de
estudiantes de nivel superior. Se concibe a la lectura y la escritura como saberes que no se
aprenden de una vez y para siempre sino como procesos que suceden en distintos momentos de la
formación. En este sentido, la “alfabetización académica” se define inicialmente como el
conjunto de nociones y estrategias necesarias para incorporarse a la cultura escrita en la
educación superior, y que implica conocimientos ligados a cada disciplina que sólo se aprenden
en la universidad (Carlino, 2005a). Sin embargo, la dinámica de este campo de investigaciones ha
abierto su desarrollo hacia indagaciones teórico-conceptuales y trabajos de corte más
observacional y etnográfico, llevando a la misma autora que propusiera esta definición a una
revisión de la misma donde el énfasis se coloca en la práctica docente y el marco institucional:
“Sugiero denominar ´alfabetización académica´ al proceso de enseñanza que puede (o no)
ponerse en marcha para favorecer el acceso de los estudiantes a las diferentes culturas escritas de
las disciplinas” (Carlino, 2013: 370). En todo caso, a partir de estas conceptualizaciones se
despliega un campo de indagaciones con una dinámica propia. En el contexto local, estos trabajos
se enmarcan en general en una preocupación por las condiciones y características en que se
produce el crecimiento de la matrícula universitaria (Hall, 2014; Mateo y Vitale, 2014). Pero es

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interesante observar que se trata de dos líneas de indagación que aunque se superponen, no son
idénticas: junto a las condiciones en las que se llevan a cabo los procesos de enseñanza y
aprendizaje de la lectura y escritura académicas (aumento de la matrícula, formación recibida en
el nivel medio de los estudiantes que ingresan a la universidad), se produjeron modificaciones en
las maneras de entender qué es leer y escribir en la educación superior, cómo se enseña, y cuáles
son las responsabilidades docentes e institucionales en este proceso. En este contexto, se destacan
en comparación lo escasos que son los materiales referidos a los estudiantes del nivel de
posgrado. Existen numerosos textos y manuales dirigidos a los estudiantes que tienen que escribir
su tesis y sus primeros artículos científicos (Becker, 2011; Klein, 2007), pero encontramos pocas
investigaciones sobre cómo estas habilidades se aprenden, y cómo se enseñan, y están en general
referidas específicamente a la instancia de escritura de la tesis (Carlino, 2005b). Podría
observarse en este sentido que lo que caracterizaba hace algo más de diez años a la bibliografía
sobre lectura y escritura en el inicio del nivel superior, tener por destinatarios básicamente a los
estudiantes (Carlino, 2013), hoy puede decirse del nivel de posgrado. Esto es interesante, porque
muestra que aunque según los estudios realizados en el nivel universitario a los estudiantes les
resulta difícil al principio posicionarse como escritores -y no es extraño, porque no es lo que son
ni es lo que se les pide en un primer momento-, se asume que en un posgrado esta cuestión está
saldada, y no habría nada que enseñar. Sin embargo, aunque una conciencia retórica (1) que ya se
pide en las carreras de grado resulta indispensable en estudios de posgrado, lo que muestran las
recientes investigaciones sobre este nivel es, una vez más, que estas habilidades no pueden darse
por adquiridas. A partir de estos elementos, en este informe propongo recorrer y analizar las
particularidades que asume esta problemática en Diseño I, una materia ubicada en el primer
cuatrimestre de cursada de la Maestría en Gestión del Diseño. Los interrogantes que guían este
proyecto se refieren principalmente a cómo los estudiantes perciben la lectura y la escritura en
este primer momento de su posgrado, las dificultades que enfrentan, y cómo los docentes
podemos hacer lugar en nuestras asignaturas a estrategias que potencien los procesos de
enseñanza y aprendizaje referidos a estos saberes, y no quedarnos en enfoques “remediales”
sobre estas cuestiones.

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1. Lectura y Escritura Académica

1.1. Lectura Académica

Es una forma de aprendizaje didáctico la pretende que el lector adquiera conocimientos


académicos mientras realiza su lectura.

La lectura en general en todos los niveles académicos es necesaria para el optimo


aprovechamiento de los alumnos, así como para el mejoramiento de su desempeño intelectual y
cognitivo de la vida misma. El propósito de la lectura esta estrechamente conectado con la
motivación para leer de la persona.

Está se basa en desarrollar habilidades para descubrir el valor del conocimiento, expresado a
través de la composición de textos académicos en atención a la diversidad de pensamientos de los
lectores.

Frases y elogios semejantes que resaltan la importancia que tiene la lectura desde el punto de
vista individual y social se emiten una y otra vez. Pero recordemos que, hasta hace poco tiempo,
saber leer y escribir era un privilegio de unos cuantos; no fue sino hasta que se expandieron los
sistemas educativos -durante el trascurso del siglo pasado- que se logró disminuir el iletrismo
entre la población. En México, en 1900, aproximadamente ocho de cada 10 personas no sabían
leer y escribir; a mitad del siglo pasado eran cuatro, y hacia finales de la primera década del
presente siglo, la cifra se redujo a uno de cada 10. Hazaña importante si se considera que en el
mismo lapso el tamaño de la población se incrementó casi ocho veces (Grafica 1).

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Figura 1. Población de 10 y más años por condición de alfabetismo, 1900-2010 

Fuente: (UNESCO,2015)

1.1.1 Estrategias Didácticas para el Abordaje de la Lectura en la Universidad. La lectura


debería ser presentada como un universo de posibilidades de formación, como un incentivo del
espíritu critico y reflexivo de los estudiantes. Sin embargo, muchas veces se ve relegada a
instancias de evaluación y comprobación de saberes. ¿Cabe entonces preguntar que herramientas
tiene en sus manos tiene el docente para significar a la lectura?

1.1.1.1 Estrategias de la Lectura. La lectura no es una actividad netamente receptiva, si no


que por el contrario se requiere realizar análisis de cada una de sus partes.

1.1.1.1.1 Clases de Estrategias. Entre las diferentes estrategias a aplicar en la lectura, la


principal es la lectura en voz alta…

1.2. Escritura Académica

La escritura académica es un trabajo completo que genera investigación, donde creamos


conocimientos a través de otros por medio de las lecturas críticas que realizamos. La escritura

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Lectura y Escritura Académica

académica tiene unas potencias epistémico (Conocimiento exacto) que contempla el dominio de
lo escrito de manera de usar el lenguaje para pensar, transformar y desarrollar el conocimiento.

Escribir se refiere a un pensamiento manifestado en un texto dirigido a un grupo de lectores


con la intención de proyectar una reflexión y de allí nace el interés de transformar el proceso de
conocimiento por medio de la lectura académica.

Las encuestas del MOLEC aplicadas en 20015 y 2016, por tomar un ejemplo, muestran de
manera consistente que el libro sigue siendo el medio de lectura más frecuente, seguido por
periódicos y revistas; aunque aproximadamente 40 por ciento de la población de 18 y más ya
señala que la Internet y los medios digitales constituyen sus medios preferidos de lectura.

En las diversas aplicaciones del MOLEC, también se observa que entre 15.8 y 21.3 por ciento de
la población alfabeta reporta no leer ninguno de los materiales considerados en la encuesta, lo
que resulta poco satisfactorio, al igual que el dato sobre el tiempo promedio que la población
dedica a la lectura, que es de entre 38 y 40 minutos por sesión (Tabla1).

Tabla 1.  MOLEC: porcentaje de la población alfabeta de 18 años y más

Aplicación Población No Tipo de material leído


alfabeta lectores
de 18 años de Libros Revistas Periódicos Historietas Páginas Tiempo
y mas materiales (%) (%) (%) (%) de promedio
MOLEC Internet, por
Foros o sesión
Blogs (horas:
(%) minutos)

Feb-15 35,035,096 15.8 50.2 42.7 49.4 6.6 37.0 00:40


May-15 34,980,399 17.5 48.5 42.5 48.8 4.8 37.9 00:39
Ago-15 35,222,125 18.2 47.3 44.0 47.5 4.8 37.1 00:38
Feb-16 35,082,191 19.2 45.9 41.5 46.6 4.7 36.6 00:38
May-16 35,013,172 20.7 47.0 39.1 42.0 4.3 37.7 00:38
Ago-16 35,304,277 21.3 48.6 39.2 42.6 3.3 39.1 00:40

Fuente: (INEGI,2015)

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1.2.1 Objetivos de los Textos Académicos Los textos académicos pueden tener objetivos
diferentes, pueden presentar características particulares, así como pueden necesitar extensiones
diferentes para exponer y desarrollar las ideas que se quieren transmitir. Es en vista de esto que
existen diferentes tipos de textos académicos y cada uno cumple funciones también distintas. Se
consideran textos académicos a los siguientes documentos:

el resumen, informe, reseña, ensayo, monografía, tesis y el libro.

1.2.1.1 Estrategias de la Escritura. La escritura contiene ciertas estrategias para la mejora de


la escritura académica y esta se basa principalmente en:

planear y/o organizar, redactar y releer.

1.2.1.1.1 Proceso de la Escritura Académica. Esta trae una investigación previa sobre dicho
tema a realizar, por siguiente haremos la fijación del asunto que abarca el delimitar el tema,
identificar nuestro publico y reflexionar y redactar apuntes sobre ideas que tenemos
anteriormente sobre el tema a estudiar.

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2. Formas de Lectura

2.1 Lectura Silenciosa

La lectura silenciosa es la que hacemos sin expresar de viva voz lo leído, este es el tipo de lectura
mas frecuente que se utiliza para poder generar cada ves mas conocimientos partiendo de la
lectura. Gutiérrez, A (2009) afirma: “La lectura silenciosa y su fomento se consideran una
herramienta básica para el ejercicio del derecho a la educación y a la cultura en el marco de la
sociedad y aprendizaje global” (p.43).

La lectura silenciosa es un instrumento efectivo de auto educación y un medio de


enriquecimiento de experiencias. Cuando leemos con la intención de enterarnos del contenido de
un escrito en forma personal, empleamos la lectura silenciosa, esta demás nos permite
concentrarnos en las ideas contenidas, en los escritos que estamos haciendo lectura.

Esta lectura silenciosa hace parte de las más fundamentales clases y/o tipos de lectura;
“Entendemos a la práctica de la lectura como una práctica social que da origen a interacciones e
intercambios sociales y que se ubica necesariamente en la diacronía de las condiciones sociales
del lector” (Gutiérrez A, 2009, p.41).

2.1.1 Necesidad de lectura. La lectura es necesaria para poder relacionarse adecuadamente en


la sociedad, a través de ella se genera la personalidad y se es menos manipulable.

Proceso interactivo de comunicación en el que se establece una relación entre el texto y el lector, quien
al procesarlo como lenguaje e interiorizarlo, construye su propio significado. En este ámbito, la lectura se
constituye en un proceso constructivo al reconocerse que el significado no es una propiedad del texto, sino
que el lector lo construye mediante un proceso de transacción flexible en el que conforme va leyendo, le
va otorgando sentido particular al texto según sus conocimientos y experiencias en un determinado
contexto. (Gutiérrez, A y Monte, R, 2009, p.48)

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La lectura es una herramienta fundamental del desarrollo de la personalidad, pero también lo


es de socialización como elemento esencial para convivir en democracia y desenvolverse en la
sociedad de la información.

Basándose en la investigación a profundidad en un artículo que se hace énfasis sobre la


escritura académica podemos deducir qué; Los resultados de este estudio indican que, en general,
la tendencia hacia la investigación en escritura académica, incluida la escritura académica, ha
estado más orientada hacia la estrategia (De Certeau, 1996, pág. 32). A través del Reglamento y
Disciplina de las Prácticas de Escritura como, en la identificación y análisis de las tácticas y
prácticas propias del trabajo académico de escritura de estudiantes y profesores. Son pocos los
trabajos que arrojan luz sobre las prácticas y analizan las representaciones sociales con el fin de
observar qué sucede en el terreno que conduce a la estrategia y cuáles son las relaciones y
discontinuidades que se establecen entre ellas.

(Alamargot y Chanquoy, 2001; Dansac y Alamargot, 1999; Flower y Hayes, 1981, Flower,
Schriver, Carey, Haas y Hayes, 1989) señalan a su vez, que el uso variado, frecuente y flexible de
tales objetivos ayuda a los escritores hábiles a producir textos académicos de mayor calidad.
Señala que los escritores hábiles, a diferencia de los menos hábiles, tienden a establecer una
mayor cantidad y variedad de objetivos de contenido (a nivel global y/local), de audiencia y de
proceso durante la composición de textos académicos complejos y son más flexibles para
ajustarlos de manera estratégica a una situación comunicativa.

Schriver (citado por Flower et al, 1989) señala que “son esencialmente las instrucciones que
las personas se dan a sí mismas acerca de cómo realizar el proceso de escritura, por ejemplo,
empezaré por la introducción…volveré después a esto”. En otras palabras, los objetivos pueden
ser conceptualizados como los criterios o parámetros auto establecidos o establecidos
externamente por otras personas (ej. profesor), que permiten a los escritores representarse la tarea
de composición, en términos del contenido, audiencia, características del texto y los procesos
necesarios para intentar producir un texto ajustado a una determinada situación comunicativa.

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Hayes y Flower (1980) afirman que:

La mayoría de los autores coinciden en señalar la década de los ochenta y la formulación de como el

despegue del estudio de los procesos de composición de la escritura desde el punto de vista cognitivo
y,

de forma relacionada, de las primeras explicaciones relativas al control metacognitivo – regulación- de

estos procesos (p.46).

Desde el modelo inicialmente formulado por dichos autores, la composición de un texto es entendida

como un problema a resolver a través de complejas actividades cognitivas de planificación,

textualización y revisión que el escritor necesita controlar (regular) de manera recursiva y coordinada

mediante un proceso de monitoreo (Hayes y Flower, 1980, p.59).

A pesar de estos avances, varios autores, tanto desde posiciones cognitivas (Olive y Piolat, 2003;

Rijllarsdam y van den Bergh, 2006) como psicoeducativas (Castelló, 2007-b; Iñesta, 2009), han
señalado

que estos resultados no son concluyentes, si tenemos en cuenta las limitaciones metodológicas que

caracterizan los estudios cognitivos, principalmente la naturaleza experimental y poco auténtica de las

tareas de escritura y el análisis atemporal de los procesos de regulación tanto de los procesos de

planificación como de revisión. Por el contrario, dichos autores, han señalado en repetidas ocasiones
que

para obtener una mejor comprensión de los escritos.

“No obstante, normalmente estos objetivos iníciales son muy abstractos e insuficientes para afrontar

la composición de textos complejos, por tanto, es necesario que los escritores generen un segundo

procedimiento denominado: red de objetivos de trabajo (network of working goals)” (Flower et al.,

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1989, Rijllarsdam y van den Bergh et al., 2006).

(Flower et al., 1989, Rijllarsdam y van den Bergh et al., 2006). La creación de familias de objetivos

puede ser considerada como un esquema léxico en forma de redes de asociaciones vinculadas a
palabras

que organizan un conjunto relacionado de objetivos superiores y subobjetivos descendientes. Mediante

estos esquemas, los escritores pueden ajustar los objetivos de manera flexible e integrada sin perder las

conexiones entre los mismos.

RAE (2017) afirma:

En ocasiones se producen posiciones críticas hacia la lengua a propósito de temas lingüísticos


sensibles.

Emanan normalmente de colectivos sociales, cobran actualidad y presencia en medios de comunicación

y redes, a la par que generan incertidumbre y división de posiciones entre los hablantes. Es normal que

en situaciones de este tipo tanto los colectivos como las instituciones vuelvan su mirada hacia la RAE y

soliciten una opinión autorizada.

2.1.1.1 Tipos de lenguaje de sexismo. Se entiende por sexismo cualquier discriminación efectuada

sobre personas por razones de sexo (o, como se expresa en la actualidad, por motivos de género). El

sexismo es un componente cultural de larga continuidad histórica que tiene como principio la
supremacía

del varón sobre la mujer en todos los espacios de la vida. De ahí que tenga manifestaciones en distintos

ámbitos (RAE, 2017).

Anónimo (2005) afirma:

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Lectura y Escritura Académica

El Diccionario tiene el deber de incluirlas porque pertenecen al uso de la lengua. Pero tiene asimismo
la

obligación de acotar los registros y los valores de uso con que se emplean. El Diccionario de la RAE

acogió desde 1925 la locución sexo débil con distintas definiciones.

El Diccionario tiene el deber de incluirlas porque pertenecen al uso de la lengua. Pero tiene asimismo
la

obligación de acotar los registros y los valores de uso con que se emplean. El Diccionario de la RAE

acogió desde 1925 la locución sexo débil con distintas definiciones (Anónimo, 2005).

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Lectura y Escritura Académica

Referencias Bibliográficas

Libro:

Herrera Cáceres, C. y Rosillo Peña, M. (2019). Confort y eficiencia energética en el diseño de

edificaciones. Universidad del Valle

Libro con editor:

Wilber, K. (Ed.). (1997). El paradigma holográfico. Barcelona, España: Editorial Kairós

Libro Online:

Carey, L., Flower, L., Hayes, J.R., Schriver, K.A. y Haas, C. (1989). Differences in writers'
initial

task representations. Recuperado el 7 de febrero de 2010, del sitio web del National Writing

Project: http://www.nwp.org/cs/public/print/nwpr/621

Capítulo de Libro:

Molina, V. (2008). “…es que los estudiantes son leen ni escriben”: El reto de la lectura y
escritura

en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali. En H. Mondragón (Ed), Leer, comprender,

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Lectura y Escritura Académica

debatir, escribir. Escritura de artículos científicos por profesores universitarios (pp.53-62).


Cali,

Valle del Cauca: Sello Editorial Javeriano.

Revista Articulo Impreso:

Wilford, J. N. (1969, July 21). Men walk on moon. Astronauts land on plain; collect rocks, plant

flag. Revista New York Times, p.p. A1-A3.

Revista Articulo Online:

Gale, A. (2015, August 7). Perils of Family Roil Asian Group.  Revista The Wall Street
Journal. p.

1. Retrieved from https://blendle.com/i/the-wall-street-journal/perils-of-family-roil-asian-

group/bnl-wallstreetjournal-20150807-1_3

Periódico impreso con Autor:

Schwartz, J. (1993, 30 de septiembre). La obesidad afecta el estatus económico y social. The

Washington Post, pp. A1-A4.

Periódico impreso sin Autor:

La escritura en los tiempos modernos (2013, 25 de noviembre). Washington Post, p. 7.

Periódico Online:

Brody, J. E. (2007, December 11). Mental reserves keep brain agile. The New York Times.
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Recuperado de http://www.nytimes.com

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