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FACULTAD DE AGRONOMIA

DEPARTAMENTO ACADEMICO DE CIENCIAS AGRARIAS

“PROBLEMÁTICA DE LA EXTENSION AGRICOLA EN EL CULTIVO DE


CACAO”

ALUMNO: CONTRERAS MORENO, Julio Kevin

CURSO: EXTENSION AGRICOLA

DOCENTE: RIOS RUIZ, Rolando

CICLO: 2021-I

TINGO MARIA - PERU

2021
I. INTRODUCCION El Cacao (Theobroma cacao L.),
ubica sus frutos como el ingrediente
fundamental en la producción de Chocolates y confites entre otras producciones;
productos que por sus características nutritivas y organolépticas están entre los
más apreciados por la población mundial. Las plantaciones tienen un buen
comportamiento productivo en diversas regiones del planeta. Ubicándose
convenientemente como una variante de desarrollo económico, constituyen una
fortaleza para el incremento de la calidad de vida de la población. Según (Romero
2016), es una especie originaria de los bosques tropicales de América del Sur
cuyo centro de origen está localizado en la región comprendida entre las cuencas
de los ríos Caquetá, Putumayo y Napo: tributarios del río Amazonas.
Está difundida su explotación por varios países de tres continentes
fundamentalmente: África, Asia y América. El Ministerio de Agricultura y Riego, de
Perú (2019), expone que el cacao representa la fuente de ingreso principal de 40-
50 millones de personas a nivel mundial en zonas de producción ubicadas en
África, Asia Central y Sudamérica. África destaca en la producción, siendo Costa
de Marfil el país que casi produce el 50 % del total mundial. En Asia, Indonesia
presentan crecimientos acelerados, siendo las políticas gubernamentales las que
promueven la expansión de las áreas dedicadas a este cultivo. Como dato curioso
se presenta que el mercado del cacao, como insumo en la producción del
chocolate es un mercado oligopsónico, en donde son pocos los compradores, los
que incluso tienen mayor influencia para determinar el precio a pagar por lo que
compran.
Entre 2013 y 2017, las importaciones mundiales de cacao en grano
crecieron 6,3% promedio anual; siendo el 2019 el momento de mayor crecimiento
de este rubro al alcanzar crecimientos de 189.0%. Se reconoce que la demanda
de esta materia prima proviene de la industria. La Unión Europea (Países Bajos,
Alemania, Bélgica, Francia, España y Reino Unido) y Estados Unidos son los
principales importadores (Perú. Ministerio de Agricultura y Riego, 2019).
Comparando los precios del cacao en grano entre los años 2017 y 2018 se
nota una mejoría de este indicador en el 2018. Alcanzados picos de US$ 2 660.00
por tonelada, para luego declinar ligeramente, pero manteniéndose en niveles muy
por encima del registrado en los meses correspondientes al 2017. De ahí que, de
mantenerse el crecimiento que está experimentando la demanda de cacao en
grano, se espera que los precios mejoren y se ubiquen por encima de los
US$2,800.00/t.
Expertos señalan como causantes de un mejor precio no solo a las compras
especulativas realizadas por los Fondos de Inversión, ahora se ha comprobado el
fuerte incremento del procesamiento del cacao lo cual se ha reflejado en una
mayor demanda del producto que va a mantener e incluso eventualmente elevar
los precios, según reporta el Ministerio de Agricultura y Riego de Perú.
No obstante, Perú se encuentra incrementando paulatinamente sus áreas y
volúmenes de producción, de manera que actualmente se ubica en el 9° lugar en
importancia en el mundo, (2% de la producción mundial). Sin embargo, muestra
una tasa promedio de crecimiento de un 8,4% por año; solo superado por el
incremento de México (8,6%) y Uganda (13,3%). El promedio mundial es de 2,4%
entre los años 2000-2013 (Perú. Ministerio de Agricultura y Riego, 2019).
II. REVISION DE LITERATURA

2.1. El cacao

El cacao (Theobroma cacao) es considerada una planta originaria de


América tropical, se caracteriza por ser una planta de porte bajo, hasta 8 m. de
alto y con un marcado dimorfismo de ramas. En una planta proveniente de semilla
hay un eje vertical, con hojas, que al alcanzar de 1 a 1.5 m. de altura detiene el
crecimiento apical y emite en la parte superior de 3 a 5 ramas laterales. La
diferencia entre estacas provenientes de ramas y laterales es que al propagar las
ramas verticales generan una planta normal semejante a las que crecen de
semilla, mientras las plantas provenientes de ramas laterales forman una planta en
abanico, sin eje central.
El sistema radical depende también de la clase de propagación. En plantas
provenientes de semilla hay una raíz principal o pivotante que alcanza hasta 2 m.
de longitud y con raíces alimentadoras cerca de la superficie. En la planta de
propagación clonal no hay raíz pivotante, sino varias raíces principales,
encontrándose también las raíces alimentadoras cerca de la superficie.
La estructura y posición de las inflorescencias son los caracteres más
notables del cacao. Las inflorescencias o cojines aparecen solo en el tronco y las
ramas principales, lo cual es característico en numerosas especies tropicales. Del
gran número de flores que produce el cacao menos del 5 por ciento es fecundada
y llegan a dar fruto. Esto se debe a dos factores: primero que es muy frecuente
que la planta sea auto estéril y por lo tanto necesite de polen extraño para su
fecundación. Segundo, que los mecanismos de fecundación son poco eficientes.
El fruto, que botánicamente es una baya, por lo general contiene de veinte a
cuarenta semillas, y a veces hasta cincuenta, cada una rodeada por una pulpa que
se forma del integumento externo del óvulo. Como las mazorcas maduras no se
abren para esparcir las semillas, ni se desprenden del árbol, y como
probablemente las semillas mueren cuando la mazorca se pudre, la diseminación
natural solo puede efectuarse por medio de animales.
Tradicionalmente, los diversos tipos de cacao han sido clasificados en tres
grandes grupos: Criollos, Forasteros y Trinitarios.
Los cacaos criollos son originarios de México y Centro América se
caracterizan por tener semillas grandes, casi redondas y no aplastadas por sus
lados; el color de los granos es blanco con la periferia violeta clara. La superficie
de la mazorca tiene 10 surcos de los cuales 5 son más profundos que los 5 que
alternan con aquellos y la textura de la cáscara de la mazorca es más suave y fácil
de cortar. La calidad del producto es muy alta y tiene las mayores preferencias en
los mercados (Benito, 1992).
Los cacaos forasteros comprenden los cacaos ordinarios de Brasil y África
Occidental y al Cacao Nacional del Ecuador, se le llama también amazónicos
porque aparentemente están distribuidos en forma natural en la cuenca de ese río
y sus afluentes. Estos cacaos constituyen la mayor parte de los cacaos cultivados
en todos los países productores, e incluyen muchos subtipos. Es difícil hacer una
clasificación fija para los forasteros porque sus características aparecen
combinadas en distintas formas. Se puede señalar que los principales subtipos de
cacaos forasteros no están separados unos de otros, sino que forman una serie
gradual que empieza con el forastero angoleta parecido al criollo en algunos
aspectos y continúa con el cundeamor y el amelonado, hasta tipos casi lisos como
el calabacillo.
Los cacaos trinitarios son botánicamente un grupo complejo, y para
explicarlos hay que retroceder a su historia. Se pensaba que los españoles
introdujeron este tipo de cacao en Trinidad durante el siglo XVI y que el material
cultivado provenía de México. En el siglo XVII el cacao se cultivaba en Trinidad y
la variedad era un criollo. En 1727 ocurrió una epidemia que acabó con el cacao
de Trinidad. Unos treinta años más tarde la industria volvió a restablecerse
utilizando materiales de una variedad nueva y más resistente traída de Venezuela.
Hay poca duda de que la introducción fuera del Oriente Venezolano, y
probablemente provino de la cuenca del Orinoco. No se podría decir si se trataba
de un forastero amazónico bastante uniforme o si por el contrario era ya una
mezcla. Si acaso era uniforme, muy pronto se mezcló al ser interplantado, con los
otros materiales que como reliquias quedaban del viejo “Criollo de Trinidad”. De
cualquier modo que ocurriera, sus caracteres son los de una población híbrida y
su característica más sobresaliente es su heterogeneidad. Cuando algunos de
estos cacaos se enviaron al Occidente Venezolano unos setenta años después de
su introducción a Trinidad, no se le reconoció allí como una variedad venezolana y
por ser tan diferente al criollo que crecía en esa área se le distinguió como
forastero o trinitario (Urquhart, 1963).
2.1.1 Clima
a) Temperatura:
La planta de cacao requiere de climas cálidos y lluviosos para el
crecimiento y desarrollo. La temperatura es uno de los factores más importantes
en el desarrollo de las plantaciones de cacao pues está relacionado con el
desarrollo, floración y fructificación (MINAG, 2004). La temperatura media anual
debe estar entre los 24 y 26°C y no debe exceder los 30°C. La temperatura media
no debe ser inferior a 15°C y las oscilaciones diarias entre el día y la noche no
deben ser inferiores a 9°C (IICA, 2006). En el VRAEM la temperatura media anual
es de 26°C con picos máximos de 34°C que principalmente se dan en los meses
de Julio y Agosto, y no representa un problema pues las plantaciones crecen
además bajo sombra. Las temperaturas mínimas alcanzan los 18°C. En general
las condiciones de temperatura son óptimas para el cultivo.
b) Precipitación
Este factor es uno de los más variables a lo largo del año, además cambia
de una región a otra. (MINAG, 2004) El cacao es una planta sensible a la escasez
de agua y también al encharcamiento por lo cual suelos con buen drenaje pueden
ser adecuados. Las necesidades de agua oscilan entre los 1500 y 2500mm en las
zonas bajas más cálidas, y en las zonas altas y más frescas entre los 1200 a
1500mm (UNODC – DEVIDA, 2014) La distribución mensual de la lluvia con
adecuada frecuencia es importante pues evita un déficit en la plantación. Cuando
no hay un periodo seco prolongado, ni excesivas precipitaciones, se puede tener
cosechas permanentes durante todo el año con dos picos poco pronunciados
(Batista, 2009).
c) Humedad relativa
Está muy relacionada con la lluvia. El cacao es una planta xerófila, por
tanto, se ve afectada si se presentan periodos secos prolongados y de humedad
relativa baja. La humedad influye mucho en el desarrollo de la enfermedad de la
pudrición parda (Phytophtora palmívora), y de otras enfermedades (IICA, 2006).
La humedad relativa óptima está entre 70 y 80%, según el ICT; si la zona es
demasiado lluviosa (3500 mm/año) los suelos deben presentar un drenaje
perfecto, la humedad relativa debe ser mayor de 70% (IICA, 2006).
d) Altitud
Aunque la altitud no es un factor determinante como lo son los factores
climáticos y edafológicos, se puede afirmar que el cacao crece mejor en zonas
tropicales, en un rango óptimo entre los 250 a 900 msnm (IICA, 2006). Sin
embargo en latitudes cercanas al ecuador, las plantaciones se desarrollan en
altitudes que van desde los 1000 a 1400msnm. (MINAG, 2004).
e) Viento
Este factor determina la velocidad de evapotranspiración en la superficie del
suelo y de la planta. En las plantaciones expuestas a fuertes vientos se produce
caída prematura de hojas (Gonzales, F. 2008. Ecofisiología del cacao. En
plantaciones en donde la velocidad del viento es de 4m/seg y con poca sombra, es
frecuente observar defoliaciones fuertes, sin embargo, en regiones con
velocidades de viento de 1 a 2m/seg no se observa dicho problema. (MINAG,
2004). En zonas con problemas de vientos, es común el uso de cortavientos
alrededor de la plantación con plantas frutales o madereras.
f) Radiación solar
La cantidad de horas de luz e intensidad de la misma tienen efectos muy
importantes en el crecimiento, desarrollo, producción y calidad del cacao,
mediante acciones directas en los procesos de:
- Fotosíntesis
- Apertura de estomas
- Crecimiento o alargamiento de las células
- Época y maduración de las mazorcas
- Intensidad de la floración.
En la etapa de establecimiento del cultivo, es recomendable la siembra de
otras plantas para hacer sombra debido a que las plantaciones jóvenes de cacao
son afectadas por la acción directa de los rayos solares (IICA, 2006)
Una intensidad lumínica menor de 50% limita los rendimientos, mientras
que una intensidad lumínica ligeramente superior al 50% lo incrementa (IICA,
2006).
2.1.2 Suelo
Los suelos más apropiados son los aluviales, de textura franca, profundos
con subsuelo permeable, no recomendándose los arenosos. Este factor está
relacionado con el desarrollo del sistema radicular que llega a los 1.5 m o más si
las condiciones así lo permiten; no solo debe tener buenas condiciones físicas y
químicas en los primeros 30 cm de profundidad, también en los horizontes
inferiores (IICA, 2006).
a) Drenaje
Está relacionado con la textura del suelo, la topografía del lugar, las lluvias,
la susceptibilidad del área a sufrir inundación y su capacidad intrínseca para
mantener una adecuada retención de humedad y disponer de una apropiada
aeración. Texturas arcillosas en el subsuelo no permiten el rápido movimiento del
agua (IICA, 2006).
b) pH
El cacao puede desarrollarse sobre suelos de reacción muy ácida con pH
inferior a 5, incluso en suelos muy alcalinos de pH superior a 8. La mayoría de
suelos cacaoteros presentan sin embargo un pH comprendido entre 6 y 7, siendo
el pH óptimo próximo a 6.5. Para que el cacao se mantenga con éxito se requiere
un pH entre 5.5 – 7.5, de acidez moderada y ligeramente alcalino (MINAG, 2004).
2.1.3 Propagacion del cacao
El cultivo de cacao puede propagarse de dos maneras, en forma sexual
(semilla botánica) y en forma asexual (estacas, acodos e injertos).
2.1.3.1 Propagación sexual
A través de este método se utiliza la semilla botánica. Preferentemente las
semillas deben ser adquiridas de campos de productores oficiales. En caso de no
contar con campos de productores oficiales se puede recurrir a la selección de
plantas madre de las cuales se obtendrá la semilla (MINAG, 2004).
Como requisito, las semillas no deben haber recibido ningún tipo de
tratamiento químico preventivo, debido a que no se encuentra permitido en una
explotación orgánica. Los pasos para la obtención de la semilla son los siguientes:
a. Selección de las “plantas madre”
Dos de las principales enfermedades en una plantación de cacao son la
moniliasis (Moniliophtora roreri) y la escoba de bruja (Crinipelis perniciosa). Con el
objetivo de reducir su incidencia, se ha encontrado que la tolerancia varietal es
una vía de solución. En toda plantación de cacao se encuentran plantas con
características específicas a las que se denomina “plantas madre”, de donde se
obtienen semillas y varas yemeras (MINAG, 2004).
Estas plantas madre deben ser seleccionadas teniendo en cuenta los
siguientes criterios:
- Tolerancia a plagas y enfermedades: Un indicador es la observación en
campo de árboles con escasa incidencia de moniliasis y escoba de bruja.
- Buena producción: Cuando se realiza la evaluación, el árbol debe contar
con más de 50 frutos sanos o producir más de 100 frutos sanos por campaña. Un
rango calificativo para las “plantas madre” es el siguiente:
- Mala: Menor a 50 frutos / año
- Regular: De 51 a 100 frutos / año
- Buena: De 101 a 200 frutos / año
- Muy buena: Superior a los 200 frutos / año
- Ser representativa del tipo o clon
- Poseer una buena estructura (en desarrollo y formación).
b) Selección del fruto
Cuando la mazorca del cacao alcanza su madurez, las semillas contenidas
en su interior están fisiológicamente maduras y dispuestas a germinar, pero si el
fruto sobre pasa la madurez se desarrolla la radícula en el interior.
Se deben desechar las mazorcas pequeñas, deformadas por agentes
externos como los insectos o la presión de ramas vecinas. Se escogerán
mazorcas del tronco de las ramas primarias, pues ellas dan semillas uniformes y
más vigorosas las que deben ser manipulados con mucho cuidado evitando el
contacto con mazorcas enfermas y evitando los fuertes golpes.
c) Selección de las semillas
Una vez abierta la mazorca se debe evitar dañar a la semilla, escogiendo
los granos más vigorosos, que siempre se encuentran en la parte central de la
mazorca desechando aquellos que se encuentran en los extremos de la columna
placentaria que frecuentemente son más pequeños y adolecen de otros defectos.
d) Conservación de la semilla
Se quita la pulpa a las semillas mediante frotación con cal, arena o aserrín.
Luego se deja orear durante ocho horas aproximadamente, para posteriormente
desinfectarlas y colocándolas en capas delgadas de aserrín.
2.1.3.2. Propagación Asexual
Este tipo de propagación es por medio de partes vegetativas de la planta
seleccionada. No implica un cambio en la constitución genética de la nueva planta
ya que todas las características de la planta madre se presentan en la nueva
planta. Sin embargo, factores del clima, tipo de suelo, ataque de enfermedades
pueden modificar la apariencia de la planta, flores o de los frutos sin que se haya
dado un cambio genético.
La propagación asexual se puede realizar por medio de estacas o ramillas.
Existen varios métodos siendo el más usado el de los injertos ya que no requiere
de instalaciones costosas y permite aprovechar el material vegetativo de la “planta
madre” al máximo posible.
a) Obtención de “estacas” o “ramillas”
Las “estacas” o “ramillas” deben obtenerse de las ramas con hojas adultas
sanas, de color pardo, sin flores. Preferentemente deben colectarse en las
mañanas, debiendo ser cortado en el extremo en forma perpendicular a medio
centímetro del nudo. Las “estacas” o “ramillas” deben tener como mínimo de tres
hojas que se cortarán a 1/3 de la superficie foliar.
Cabe precisar que las “estacas” o “ramillas” se tratan con hormonas
enraizantes antes de la multiplicación.
b) Obtención de “varas yemeras”
Para la obtención de las “varas yemeras” es preferible preparar las mismas
en la propia “planta madre” cortándose la hoja hasta la mitad del pecíolo unos
ocho días antes de la operación del injerto, de modo que provoque la caída del
pecíolo en la misma rama de la planta.
Una vez extraídas las “varas yemeras”, cuyos extremos deben ser cubiertos
con cera para evitar la deshidratación, para su transporte deben ser envueltas con
papel periódico humedecido cubiertos con costales de yute.
Para la obtención de buenos resultados en el prendimiento las “varas
yemeras” deben usarse hasta las 24 horas de separadas de la “plantas madre”, ya
que el vigor de las yemas va disminuyendo a medida que pasa el tiempo.
El tipo de injerto más recomendado para el cacao es el de “parche” que
consiste en lo siguiente:
- Cuando el tallo de los plantones del patrón tengan un diámetro aprox. de 1
cm., están aptos para ser injertados.
- Debajo de la matriz de las primeras hojas del patrón un corte rectangular
del tamaño igual al que se realizará en la extracción de la yema.
- El corte tanto en el patrón como en la rama yemera son en profundidad tal
que permitan reparar la corteza sin incluir leño (madera).
- El rectángulo (corteza) que se ocupara de la vara yemera debe contener
una yema en el centro; mientras que en el rectángulo que se separa del patrón
debe hacerse preferiblemente en un lugar sin yema.
- Inmediatamente de injertada la yema, debe cubrirse el injerto con cinta
plástica, empezando a enrollarse de abajo hacia arriba.
- Después de 10 a 15 días de realizado el injerto, quitar la envoltura plástica
si se observara que la yema se encuentra verde es indicación que ha prendido el
injerto; pero si la yema se encuentra amarilla o marrón, significa que no se ha
tenido éxito en el injerto.
2.4. FACTORES QUE LIMITAN LA PRODUCCION DE CACAO
Según datos estadísticos la producción de cacao en grano se concentra en
el continente africano, teniendo a Costa de Marfil y Ghana como los dos mayores
exportadores de cacao en el mundo. Teniendo como principales importadores a
los Países Bajos y Estados unidos que concentran las mayores importaciones de
este grano.

Los últimos cambios en la economía mundial han impactado en los


mercados exportadores de materias primas. Como consecuencia muchas
actividades se han visto afectadas. La cadena productiva del cacao en el mundo
por muchos años se ha desarrollado como una actividad económica familiar o
pequeñas comunidades que depende de la demanda internacional.
Los productores de países en vías de desarrollo aún tienen déficit en la
productividad, por hectárea a consecuencia de la falta de tecnificación, en cada
uno de los encadenamientos de la cadena productiva. Los procesos utilizados, son
los heredados de generaciones, basados en conococimientos empíricos, que
difieren entre un cultivo domestico al de uno a gran escala.
El Perú es uno de los pocos Países que cuenta con una gran variedad de
cacao nativo, según datos poseemos el 60% de variedades que existen en el
mundo. Por muchos años el cacao peruano se ha ganado una buena reputación
con justicia de ser un producto con excelente calidad y de características muy
singulares tanto en aroma, sabor y textura. Sin embargo, la falta de asesoría y los
fallidos intentos por fomentar la asociatividad, mantienen a la producción de cacao
en volúmenes limitados, que por consecuencia no proponen una oferta tentativa
para exportación, salvo algunas experiencias aisladas.
Otro factor común en todas las regiones, es la división de tierras conocidas
como los minifundios a consecuencia de la fallida reforma agraria de los setenta y
noventa. Teniendo como principales regiones productoras a Cusco, San Martin,
Amazonas, Piura, Ayacucho Y Junín.
En las mencionadas regiones las cadenas productivas se han formado solo
con la necesidad de subsistencia. La producción no cuenta con parámetro de
calidad, tampoco cuenta con asesoría y monitorio técnico, por otro lado, la forma
más común de venta es a través de acopiadores y estos a su vez venden el
producto a intermediadores para finalmente llegar al consumidor final. Esto aleja a
los productores del mercado directo reduciendo su margen de utilidad;
imposibilitándolos de poder invertir en mejorar su cultivo como la calidad de vida
de sus familias.

2.4.1. Baja calidad de la dotación de los recursos naturales


a) Erosión y pérdida de fertilidad del suelo
Para la mayoría de productores, la pérdida de fertilidad del suelo es uno de
los factores que explica la baja productividad y rentabilidad. La práctica
generalizada de remover todo el material vegetal para la siembra provoca la
escasez de la materia orgánica en el suelo. La escasa cantidad de materia
orgánica en el suelo desestabiliza su estructura, disminuye su permeabilidad, así
como su capacidad de retención de agua, lo que dificulta el asentamiento de
vegetación y favorece la erosión hídrica y eólica.
Adicionalmente, la materia orgánica, junto con el pH, los óxidos de Fe y Mg
y el contenido de arcilla están relacionados con la movilidad y disponibilidad de
metales pesados en el suelo (Alloway, 2013). La alta concentración de nutrientes
puede afectar la disponibilidad de algunos elementos como ocurre en la
interacción entre P y As, donde el As disminuye con un mayor valor de P (Violante
& Pigna, 2002, citado por Arévalo et al. 2016). Con la nueva normativa de la Unión
Europea que regula el contenido máximo de cadmio en productos derivados del
cacao, el adecuado manejo de los suelos cobra mayor relevancia.
b) Irregular disponibilidad de agua
El cacao es un cultivo particularmente sensible a la falta de humedad. Para
su desarrollo normal, requiere de unos 1,500 mm de lluvia bien distribuidos a lo
largo del año. Esto implica tener que contar con una condición climática cercana a
la ideal para el desarrollo adecuado del cultivo.
Según el MINAGRI (2018), el 92.3% de los productores de cacao
mantienen sus plantas en secano. El 4.2% de productores utiliza agua de río para
sus plantaciones, 2.6% hace uso de agua de manantial o puquio, 0.3% dispone de
pozo o agua subterránea y 0.5% dispone de reservorio.
Los períodos secos cada vez más prolongados en las zonas de producción
están afectando no sólo el desarrollo de la mazorca sino también, en algunos
casos, están provodando la muerte de las plantas menos resistentes a las
sequías. Algunas plantaciones de cacao pueden requerir riego de mantenimiento o
riego suplementario durante periodos cortos de déficit hídrico. De allí el interés que
vienen mostrando algunas organizaciones de productores por adoptar tecnología
de riego cofinanciando su adopción con proyectos de inversión pública.
2.4.2. Baja productividad del cultivo por hectárea
Incrementar la productividad agrícola mejora las probabilidades de ahorro
de los agricultores, genera ventajas comparativas en los productos agrícolas de
una región geográfica, aumenta las posibilidades de crecimiento y competitividad;
y, con ello, mejora la distribución de los recursos escasos (eficiencia distributiva)
del mercado agrícola.
Aunque los niveles de productividad han mejorado gradualmente a lo largo
de los últimos años -pasando de un promedio nacional de 520 kilos por hectárea
en el año 2007 a 840 kilos por hectárea en el 2018- aún se aprecian importantes
brechas de productividad cuando se observan las cifras a nivel de las regiones.
Con respecto a la productividad registrada en el año 2018, se puede apreciar que
importantes regiones productoras como Ucayali, Huánuco, Cusco, Ayacucho,
Amazonas, Cajamarca y Piura, entre otras. muestran rendimientos inferiores al
promedio nacional. La brecha de productividad más notoria se aprecia en las
regiones del Cusco que presenta rendimientos con 364 kilos por debajo del
promedio nacional; Amazonas con 265 kilos por debajo del promedio, Huánuco
con 220 kilos por debajo del promedio y Piura con 192 kilos por debajo del
promedio nacional, entre otras regiones. (MINAG, 2019).
Asimismo, se sabe que cada tipo de cacao también presenta diferencias en
rendimientos además de otros atributos como la precocidad, tolerancia frente a
plagas y enfermedades y calidad. Todos estas son variables relevantes al
momento de decidir sobre qué cacao cultivar. Elecciones equivocadas pueden
limitar los rendimientos o significar dificultades para la comercialización. (MINAG,
2012).
Entre las principales causas que explican la baja productividad se
identificaron las siguientes:
a) Deficiente manejo técnico del cultivo
No cabe duda que los bajos niveles de productividad -bajo condiciones
normales de clima-son consecuencia de un inadecuado manejo del cultivo. Para
los proveedores de asistencia técnica esta deficiencia está relacionada, por un
lado, con el escaso conocimiento sobre el manejo técnico del cultivo que tienen
gran parte de los productores individuales que no logran acceder a servicios de
asistencia técnica y; por otro lado, por la baja adopción tecnológica por parte de
los productores que sí han logrado acceder a servicios de capacitación o
asistencia técnica.
En lo que respecta a los servicios de asistencia técnica, estadísticas
oficiales señalan que sólo el 49.2% de los productores que pertenecen a alguna
asociación, cooperativa o comité, recibió asistencia técnica en los últimos 3 años y
el restante 50.8% no recibió. La situación es más crítica entre los productores que
no pertenecen a ninguna asociación, cooperativa o comité donde solamente el
12.4% recibió asistencia técnica en los últimos 3 años (MINAGRI, 2018).
Cabe resaltar que al ser la asistencia técnica impartida con un enfoque de
oferta a ravés de proyectos ejecutados por las instituciones públicas o por la
cooperación internacional, ello no garantiza su continuidad porque dependen
directamente del financiamiento de los proyectos y concluyen junto con dicho
financiamiento. Por otro lado, esta oferta de asistencia técnica está focalizada
hacia determinada población beneficiaria y su lógica está establecida por los
objetivos de los proyectos (sustitución del cultivo de coca, reducción de pobreza,
recuperación de cultura nativa, equidad de género, etc.) que se mezcla e interfiere
con los objetivos de mercado (IICA, 2009).
Adicionalmente, la carga de productores asignados a cada técnico que
forma parte del equipo de estos proyectos se ha incrementado con el tiempo
afectando, , la calidad y efectividad con que se asiste al productor. De allí la mayor
preocupación por recurrir a metodologías de transferencia tecnológica o extensión
agraria, como las parcelas demostrativas y las pasantías que mejoren los niveles
de adopción por parte de los productores que, en su mayoría, tienen un perfil
educativo bajo y una edad promedio de 51 años, variables que están limitando la
la predisposición para el cambio y la innovación.
Otro de los factores que incide sobre la baja adopción de tecnología tiene
que ver con la ausencia del enfoque de negocio en los contenidos que son materia
de asistencia técnica. En el lenguaje del proveedor de asistencia técnica está
ausente el análisis costo/beneficio o, por ejemplo, la relación entre el índice de
mazorca y la rentabilidad de la finca. Así, para el 68.2% de productores de cacao
las buenas prácticas agrícolas figuran entre los temas más mencionados como
parte de los contenidos de la asistencia técnica; para el 26.9% de productores el
uso de abonos y fertilizantes; para un 15% indicó haber recibido asistencia técnica
en uso de plaguicidas y para el 9.7% especificó haber recibido asistencia técnica
en producción orgánica. (MINAGRI, 2018).
El fuerte sesgo de la asistencia técnica hacia los temas productivos no ha
permitido que el agricultor desarrolle una visión empresarial en la conducción de
su parcela o finca y, en parte, tampoco ha logrado despertar su interés por invertir
en insumos y labores culturales. Ocurre lo contrario cuanto se demuestra al
agricultor los beneficios que determinado paquete tecnológico logra sobre la
mejora de ingresos y rentabilidad.
El testimonio de una agricultora nos ayuda a entender mejor: Gladys quien
adoptó la técnica de poda y fertilización sincronizada en su parcela de San Martín,
explicó por qué su hermano, cuya granja de cacao está adyacente a la suya, no
está dispuesto a invertir en TAPS: “Él piensa que es demasiado costoso y no ve
por qué tendría sentido invertir en su parcela”. Las inversiones que mejoran la
productividad pueden pagarse por sí mismas pero no todos logran entenderlo
(TechnoServe, 2015).
Otro factor importante que tiene una relación directa con la baja adopción
de tecnología tiene que ver con la poca dedicación que el productor le otorga al
mantenimiento del cultivo del cacao debido a que éste no constituye su actividad
económica principal como se explica con más detalle en el acápite.
b) Elevados costos asociados al mantenimiento del cultivo
Además de las capacidades técnicas necesarias para realizar las labores
culturales que permitan alcanzar adecuados niveles de productividad, los
productores también deben contar con capacidad económica o financiera para
solventar los costos que demanda el mantenimiento del cultivo. En el caso del
cacao, los costos de los insumos y de la mano de obra son los más
representativos. Una proporción importante de productores que no aplican
insumos que son claves para el incremento de la productividad no lo hacen debido
al precio elevado de los mismos.
De acuerdo a los resultados de la ENA 2016, la proporción de productores
de cacao que señaló no haber utilizado abonos, fertilizantes ni plaguicidas por su
elevado precio alcanzó el 54.8%. Del mismo modo, en lo que respecta al jornal
agrícola, el incremento sostenido de su costo se explica por la escasez de mano
de obra rural como consecuencia de una mayor demanda proveniente de
actividades no agrícolas como las del sector servicios o construcción, así como
también por la mayor demanda generada por la expansión del cultivo de la coca
que, además, paga mejores precios por jornal. El crecimiento de las áreas cultivas
con coca es una de las amenazas de mayor preocupación para el sector
cacaotero. De acuerdo al último reporte de Monitoreo del Cultivo de la Coca
publicado por UNODC (2018), las áreas cultivadas con coca en el año 2017
llegaron a 49,900 hectáreas incrementándose en 14% respecto al año 2016.
Una causa estructural que explica los elevados costos de mantenimiento
del cultivo tiene que ver con la pequeña escala de producción que maneja el
cacaotero promedio. De acuerdo a resultados de la ENA (2016) el 65% de las
unidades agropecuarias cacaoteras tiene menos de 10 hectáreas y sólo el 12% de
ellas son grandes (tienen más de 30 hectáreas); casi la tercera parte (31%) son
menores a 3 hectáreas. Con esta escala, el manejo de la producción se torna
ineficiente al elevarse el costo unitario por kilo producido.
c) Envejecimiento de cacaotales
Aunque gran parte de las áreas cultivadas de cacao son relativamente
nuevas, también existen zonas donde la tradición cacaotera tiene larga data y el
envejecimiento de las plantas ya constituye un tema de preocupación por su
directa relación con la disminución de la productividad. Resaltan los casos de la
provincia de Quillabamba en Cusco, el VRAEM, la provincia de Satipo en Junín, el
distrito de Irazola en Ucayali.
d) Incidencia de plagas y enfermedades
La presencia de plagas y enfermedades es otro de los factores que explica
la baja productividad. En el cultivo del cacao, las principales enfermedades son la
moniliasis (Moniliophthora roreri), la escoba de bruja (ocasionada por el hongo
Crinipellis perniciosa) y la fitóftora (provocada por hongos del complejo
Phytophthora sp.). A estas enfermedades se suma la presencia de la plaga
conocida como “Mazorquero” (porque ataca principalmente al fruto del cacao o
mazorca). Estas enfermedades provocan disminuciones significativas de la
producción afectando la productividad de las hectáreas cosechadas.
Entre las principales razones que explican esta problemática se encuentran
la escasa producción y propagación de material genético mejorado junto con el
inapropiado manejo sanitario del cultivo.
Para el Ministerio de Agricultura, la falta de capacidades en el manejo del
cultivo persiste porque casi no se desarrollan capacitaciones específicas y
participativas en técnicas sostenibles de producción de cacao (con un enfoque
favorable al clima en materia de productividad, manejo de suelos y sombra,
técnicas de rehabilitación y renovación, gestión integrada de plagas y
enfermedades) (MINAG, 2012). Otro factor que explica la ausencia de prácticas
sanitarias en la finca de pequeños productores, es la relativa menor importancia
que el cultivo del cacao representa para una proporción importante de los
pequeños productores. La dedicación al cultivo del cacao no es exclusiva; el
productor tiende a diversificar su fuente de ingresos dedicándose a otras
actividades dentro o fuera de la finca. De acuerdo a resultados de la ENA 2016, el
55% de los productores cacaoteros realizan otras labores fuera de sus fincas. La
principal actividad que realizan estos productores está vinculada a la agricultura o
ganadería en fincas de terceros (54%), otro grupo trabaja en el sector comercio
(19%) y el 10% realiza actividades en el sector construcción. Además, el
testimonio de quienes participaron en los talleres descentralizados da cuenta de la
creciente demanda por mano de obra proveniente de la expansión o resiembra del
cultivo de la coca.
Adicionalmente a los factores de manejo, la genética también juega un
papel importante en la vulnerabilidad que puedan mostrar las plantaciones de
cacao frente a problemas sanitarios. Aunque las colectas de germoplasma con
fines de mejoramiento se iniciaron en el país hace varias décadas, el escaso
apoyo del Estado ha limitado que estos esfuerzos se traduzcan en una oferta
importante de material genético mejorado al alcance del productor.
Muestra de esto se refleja en las estadísticas agrarias. A nivel nacional, el
53.7% de los productores de cacao utilizan semillas propias. El 25.2% de los
cacaoteros compran semilla a otros productores. El 13% de productores usa
semilla regalada y el 12,2% usa semilla donada por instituciones. Únicamente el
11,3% compra la semilla a viveros y solamente el 3,6% la compran a semilleros
(MINAG, 2018).
Las instituciones de investigación públicas y privadas deberían continuar
con el desarrollo de nuevos clones, fomentar la transferencia de conocimiento y
apoyar los esfuerzos que realizan los grupos de agricultores para facilitar que los
clones puedan probarse en el entorno local. Los agricultores deben ser
capacitados en la administración de viveros comerciales para la diseminación de
los clones más prometedores (MINAGRI, 2019).
e) Cambio de las condiciones ambientales en las zonas de producción
En condiciones normales se sabe que el clima regula la época de floración,
brote y cosecha y en base a ello los productores de cacao programan las labores
culturales de abonamiento, injertación, poda, control sanitario, cosecha; sin
embargo, debido a la alteración de los períodos secos y de lluvia y a la aparición
más frecuente de eventos climáticos como friajes, sequías y lluvias prolongadas,
vientos fuertes, etc, el productor ve mermada su producción ante la baja resiliencia
para enfrentar esta problemática. La cacao cultura tiene el reto de aumentar la
resiliencia a los riesgos múltiples relacionados con el cambio climático y el
ambiente.
f) Ausencia de nuevas tecnologías agronómicas
Otro factor importante que incide sobre la productividad es la escasa
generación de nuevo conocimiento o de tecnologías orientadas a mejorar el
desempeño de la actividad agraria en general y la cacaotera, en particular.
A principios de la década pasada el vacío de información científica y escaso
desarrollo tecnológico en el cultivo de cacao conllevó a que la promoción de
nuevas áreas del cultivo -principalmente en las zonas afectadas por la expansión
del cultivo ilegal de la coca como San Martín, Huánuco y Ucayali- se llevara a
cabo introduciendo clones importados (principalmente el CCN51) que mostraban
más resistencia a enfermedades y mayores índices de productividad que las
variedades locales.
La escasa inversión pública en investigación y desarrollo tecnológico, así
como la débil vinculación entre la academia y el sector privado mostrada durante
varias décadas explican en gran parte el escaso desarrollo tecnológico o
innovación en la cadena productiva de cacao. Son diversos los proyectos y planes
de negocios financiados por entidades como el Fondo Nacional de Desarrollo
Científico, Tecnológico y de Innovación (FONDECYT) del Concejo Nacional de
Ciencia y Tecnología – CONCYTEC, el Programa Nacional de Innovación Agraria
(PNIA) del Instituto Nacional de Innovación Agraria-INIA, el programa Innóvate del
Ministerio de la Producción y el Programa de Compensaciones para la
Competitividad – AGROIDEAS del Ministerio de Agricultura.
Asimismo, en el marco de la política de fortalecimiento del sistema nacional
de investigación e innovación, surge el Centro de Innovación del Cacao como una
alianza estratégica entre instituciones peruanas y extranjeras de investigación,
empresas privadas y asociaciones de productores; financiada por Fondecyt del
CONCYTEC, con la finalidad de desarrollar tecnología e innovación enfocadas en
dar soluciones de frontera a necesidades concretas de la cadena de valor del
cacao. Asimismo, con el apoyo del Ministerio de la Producción, se crea el Centro
de Innovación y Tecnología Empresarial -CITE Cacao y otros Cultivos Tropicales,
organismo de carácter privado gestionado por el Instituto de Cultivos Tropicales,
localizado en la región San Martín, acreditado por el Instituto Tecnológico de la
Producción, Sus principales actividades son la Investigación e innovación; la
validación de tecnología; brindar servicios de transferencia tecnológica a través de
la asistencia técnica, capacitación, transformación de producto y desarrollo de
Mercado. Busca el desarrollo de la más alta calidad del producto, acercándolo al
industrial chocolatero para hacer sostenible esta actividad en la región.

BIBLIOGRAFIA

 MINAGRI, 2018. Análisis de la cadena productiva del cacao con


enfoque en los pequeños productores de limitado acceso al mercado
(en línea). Disponible en:
http://agroaldia.minagri.gob.pe/biblioteca/download/pdf/tematicas/ftax
onomia_plantas/f01-cultivo/2018/cadena_cacao_nov188.pdf
 MINAGRI, 2019a. Sistematizacion de los subproyectos de cacao
financiados por el INIA a traves del Programa Nacional de Innovacion
Agraria (en línea). Disponible en:
http://repositorio.minagri.gob.pe/xmlui/handle/MINAGRI/373
 TechnoServe, 2015. Building a Sustainable and Competitive Cocoa
Value Chain in Peru. A Case Study of the Economic Development
Alliance Program for San Martín, Huánuco, and Ucayali. 2010 – 2015
(en linea). Disponible en:
https://www.technoserve.org/wpcontent/uploads/2015/09/case-study-
building-a-sustainable-and-competitive-cocoavalue-chain-in-peru.pdf
 Barrientos, P. 2015. La cadena de valor del cacao en Perú y su
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18, No. 37, pp. 129-156 (en línea). Disponible en:
http://oaji.net/articles/2019/1783-1553861248.pdf.
 MINAG, 2012. Manual de manejo técnico del cacao blanco de Piura
(en línea). Disponible en:
http://infocafes.com/portal/wpcontent/uploads/2016/05/manual_cacao
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 MINAGRI, 2014. Alineamiento estratégico de la cadena de cacao y
chocolate. Informe final.

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