La ley 1480 o Estatuto del Consumidor es la Norma en la que se “consagran los derechos de
los consumidores y los mecanismos a través de los cuales se hacen efectivos dichos
derechos”, el mismo entró en vigencia el 12 de abril de 2012; su expedición y entrada en
vigencia es un paso del Gobierno Nacional de hacer parte de la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). De esta manera Colombia sería el país líder
en Latinoamérica en el reconocimiento y protección de los Derechos de los Consumidores.
La regulación anterior que había antes de la creación del estatuto en el año 2011, era un
Decreto; el 3436/1982, es decir, que en primer momento debemos anotar que tuvo que pasar
aproximadamente veintinueve años para establecer, por decirlo de alguna manera, una
normatividad efectiva que regulara el desequilibrio existente en la relación comercial. Este
decreto creó en primera medida el Consejo Nacional de Protección al consumidor, que era el
encargado de asesorar al Gobierno Nacional en todo lo relacionado a la acción administrativa
de protección y defensa de los consumidores (según el artículo 1); y ese Consejo tenía algunas
funciones tales como (artículo 2 del mismo decreto)
Con la llegada del estatuto se estableció de manera formal un conjunto de derechos y normas
con contenido obligatorio, que surgirán de una relación de consumo, es decir, entre
consumidor y proveedor, como consecuencia a la actividad mercantil que desempeñarán.
Realmente la intención era proteger los intereses del consumidor, pero había un punto
importante que debía sobresalir ante ese proteccionismo y es la autonomía privada que va
muy de la mano con el principio de la igualdad entre las partes, pero con seguridad en este
caso las partes nunca estarán en igualdad de condiciones por lo cual siempre debe haber un
trato diverso entre ellos.
ARTÍCULO 1o. PRINCIPIOS GENERALES. Esta ley tiene como objetivos proteger,
promover y garantizar la efectividad y el libre ejercicio de los derechos de los consumidores,
así como amparar el respeto a su dignidad y a sus intereses económicos, en especial, lo
referente a:
2. El acceso de los consumidores a una información adecuada, de acuerdo con los términos
de esta ley, que les permita hacer elecciones bien fundadas.
Entre los que más han tenido efectividad en el mundo del comercio han sido; protección a la
publicidad engañosa, garantía total frente las promociones y ofertas, y la sanción de
absolución efectiva de cláusulas abusivas, pero siguen habiendo vacíos frente a algunos
temas como “la responsabilidad por productos defectuosos o la reversión de pago, proyección
de las facultades sancionatorias y jurisdiccionales de la Superintendencia de Industria y
Comercio, tanto para usuarios como para productores y proveedores”
Como ejemplo a lo anterior, tenemos que la SIC sancionó a una empresa que lanzó productos
naturales llamada ‘NATURAL VITAMINS’ en la cual después de varias denuncias al precio
del producto, se encontró que la marca exponía su precio de venta en la página web sin incluir
IVA, por lo cual la Superintendencia de Industria y Comercio encontró este actuar como una
publicidad engañosa, sancionándolo a una multa de quinientos cincuenta y un millones
quinientos sesenta y tres mil doscientos pesos ($ 551.563.200.oo) equivalentes a ochocientos
salarios mínimos legales mensuales (800 s.m.l.m.v), lo que conllevó a la disolución y
liquidación de la marca, quedando por fuera del mercado a causa de su infracción.
Como otro aspecto importante se tiene los casos de promociones y ofertas, donde los
vendedores al establecer estas promociones rebajan las condiciones de calidad o las
oportunidades de cambio, cuando la ley, y específicamente el estatuto han determinado que
estos productos deben contar con la misma protección y garantías de cualquier otro producto
y deben tener claro las condiciones de tiempo, modo, lugar y cualquier otro requisito para
acceder a la promoción y oferta.
Este punto en especial, es desconocido por la mayoría de los consumidores y más aun de los
vendedores, pues es común ver de forma publicitaria productos de promoción, pero ‘sin
oportunidad de cambio’, lo que es una total contradicción al estatuto.
Como otro ejemplo, tenemos la cláusula abusiva, donde el estatuto de forma imperativa
sencillamente lo ha anulado, es decir la ley es muy clara en establecer que ‘los contratos
realizados en la relación comercial, no se puede avizorar ningún tipo de cláusula abusiva’.
Tal fue el caso de una empresa de turismo y viajes (Operadora de Turismo Holiday
Experiences S.A.S) donde como clausulas establecían la no devolución del dinero en caso de
retracto del viaje por temas de salud, bonos promocionales sin establecer todas las
condiciones, lo que llevó a una multa interpuesta por la SIC.
Pero, ahora bien, ¿Cómo acceder a su efectividad para evocar dicha protección? Podremos
afirmar que la garantía es la columna vertebral del estatuto. Inicialmente la persona debe
decidir si instaurar una denuncia o demanda, la diferencia está en que si radica una denuncia
su objetivo será proteger el interés general, ya que en ella la pretensión será que la SIC
investigue para que se realice la respectiva multa en caso de existir condiciones contrarias a
la ley, en cambio, con la demanda, se busca la reparación o cambio del bien objeto de queja,
es decir que su beneficio es exclusivo al afectado.
Es menester mencionar en este punto, que temas comerciales también se pueden hacer
efectivos mediante acciones de grupo o populares, donde sujetos con iguales condiciones en
una misma situación deseen hacer efectivo un derecho, esta se interpone a través de ligas del
consumidor.
La acción de protección al consumidor es un proceso contencioso por infracción al estatuto,
cuya infracción puede ser directa o indirecta, el desarrollo del proceso se rige por principios
como el de ‘celeridad y eficacia’, con audiencias que desde un inicio desarrollaron el
mecanismo de audiencias virtuales, los términos procesales son breves, y no se tiene
posibilidad alguna de dilatación del proceso. Una vez exista sentencia, el superintendente
sustentará su fallo en equidad, podrá aplicar como lo mencionamos anteriormente multas, y
en caso de incumplimiento ordenar cierre del establecimiento de comercio.
Como último ejemplo para respaldar lo argumentado, vemos como la SIC en su página web
tiene abierto al conocimiento de todos, cuantos procesos de protección al consumidor
adelanta anualmente, y como cifra ejemplar tenemos que en solo sanciones de protección al
consumidor realizadas en el año 2020 se tiene un total de más de 400 procesos adelantados
de multas, ordenamientos de cierres de establecimientos y demás sanciones que se pueden
establecer en protección al consumidor. (Protección al Consumidor, 2020|).
Para responder la pregunta que cuestionaba la eficacia, se podría aseverar que este estatuto
es el arma más eficaz y completa que ampara a los consumidores en los últimos tiempos, su
simplicidad a la hora de determinar las sanciones, accesibilidad a la comprensión de cualquier
persona y sobre todo la transparencia de los procesos, ha hecho que el estatuto sea una
herramienta que equilibre en parte la balanza desigual que existe entre productores-
comercializadores y el comprador.
Pico-Zúñiga, Fernando Andrés, El alcance de los principios generales del Estatuto del
Consumidor colombiano, 134 Vniversitas, 291-326 (2017).
http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.vj134.apge
https://www.sic.gov.co/sites/default/files/files/Nuestra_Entidad/Publicaciones/Proteccion_a
l_Consumidor_en_Colombia_julio27_2017(1).pdf
https://accounter.co/boletines/abc-del-estatuto-del-
consumidor.html#:~:text=El%20Estatuto%20de%20Protecci%C3%B3n%20al,12%20de%2
0abril%20de%202012.