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Septiembre 3, 1908

Jesús es luz, y la luz es verdad.


Encontrándome en mi habitual estado el bendito
Jesús se hacía ver todo luz, y ha dicho estas
simples palabras:
“Yo soy luz, ¿pero de qué está formada esta luz,
cuál es el fondo de ella? ¡La verdad! Así que
soy luz porque soy verdad, por eso el alma
para ser luz y para tener luz en todas sus
acciones, éstas deben salir de la verdad.
Donde hay artificio, engaño, doblez, no puede
haber luz, sino tinieblas.”
Y como relámpago ha desaparecido.
Libro de Cielo. Septiembre 3, 1908 Volumen 8
“Hágase tu Voluntad En La Tierra Como En El
Cielo.”

“Hija mía, por cuantas verdades te he manifestado


sobre mi Divina Voluntad, tantas luces se han
desprendido de nuestro seno divino y se han fijado
en ti, pero sin separarse del centro de tu Creador,
porque la luz es inseparable de Dios, se comunica,
se fija en la criatura pero no pierde jamás su
centro de donde ha salido. Cómo es bello ver a la
criatura fijada por todas estas luces que tienen
virtud de hacer resurgir en la criatura a Aquél que
la ha creado, y tantas veces por cuantas verdades le
vienen manifestadas.” Noviembre 4, 1928 Vol.
25

La verdadera Luz es la verdad; la verdad conocida,


abrazada, amada y puesta en práctica por el alma
es la verdadera Luz que la transforma en la misma
Luz y la hace poner dentro y fuera nuevos y
continuos partos de Luz. Y esta verdad forma la
verdadera Vida de Dios en el alma, porque Dios es
Verdad, y el alma está atada a la Verdad, es más, la
posee. Dios es Luz y ella está unida a la Luz y se
alimenta de Luz y de Verdad.”
Marzo 1, 1925 Vol. 17
Hija mía, Yo soy Luz eterna, y todo lo que sale de
Mí es luz, así que no es solamente mi latido el que
hace salir luz, sino cada pensamiento mío, respiro,
palabra, paso, cada gota de mi sangre, es luz que
se desprende de Mí, y que difundiéndose en medio
de todas las criaturas, se sustituye como vida de
cada una de ellas, queriendo la correspondencia de
sus pequeñas luces, porque también ellas son luz,
pues también ellas han salido de dentro de mi
misma Luz, pero el pecado convierte en tinieblas el
obrar de la criatura.” Septiembre 28, 1921 Vol. 13

3Envíame tu luz y tu verdad; que ellas me guíen


y me conduzcan a tu santo monte, a tus
tabernáculos.
Salmo 43, 3

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