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El Retorno de Henoch O La Masonería Primigenia.

Albanashar Al- Wali


Diseño del Tarot por Paul Foster Case
«Hubo un tiempo cuando todo el Arte de Construir era llamada
un "Misterio", y estaba bajo la dirección de los Sacerdotes de
Thoth-Nebo-Hermes-Mercurio. La Construcción es parte de la
Ciencia Hermética, supervivenciasde cuya idea están
preservadas en los Rituales de la Masonería. Hermes fue el
Gran Mago y transformador. Fue, sin embargo, únicamente el
Mensajero de una Divinidad más alta que él mismo; fue
meramente eltransmisor, no el originador, el "canal" más bien
que la Fuente. Por eso se le llamó "el Mensajero de los
dioses"».
INTRODUCCIÓN

«Todo reino dividido es desolado; y toda ciudad o casa dividida


contra sí misma, no permanecerá»(1)

La razón de ser de este libro es difundir la Luz Masónica y


reunir lo disperso. Porque todo propósito masónico es
constructivo. Aspiramos construir, no destruir; explicar y
armonizar; no sólo señalar imperfecciones, sino pregonar las
Verdades Tradicionales y alejar la desorientación y la
desconfianza. No destruir ni siquiera el error, porque nuestros
Maestros Pasados nos enseñaron y nos demostraron que nada
se destruye, todo se transforma.
Para ello, el Masón, como obrero de la inteligencia
constructiva universal, recurre a la Regla, que es la imagen
misma de la exactitud y también de la Verdad.
Al oponer «la Verdad al error», estamos actuando con
Sabiduría, que es la primera Luz de nuestra Orden, junto
con la Fuerza y la Belleza. De ese modo estamos reconociendo
que existe una sola realidad que es el Bien, y que lo que se
llama el Mal, es producto de la ignorancia. Vencer la
ignorancia por el Conocimiento dela Verdad, es vencer el Mal.
«Ciertos Masones consideran y enfocan la Masonería»,
precisa Aurifer, «en un marco banal que demuestra la
insuficiente preparación y documentación que poseen sobre
los fines y medios verdaderos de la Orden. Paraun Masón
prisionero del error, toda discriminación se eclipsa y oscurece
hasta llegar a perder el sentido de lo verídico y de lo
auténtico. Un Masón así extraviado no está más en capacidad
de percibir aquello que le es realmente útil en el dominio
Iniciático. Para él los viejos Símbolos devienen letra muerta,
cuando no los invierte a sabiendas. Y una vez que dicho Masón
ha llegado tan lejos en el descenso hacia las tinieblas
espirituales, difícilmente se puede imaginar una vuelta a subir
de nuevo por sus propios medios».
El autor se coloca en la línea de la Masonería Tradicional,
cuyos fines son la espiritualización de los individuos y de la
sociedad en lo inmediato, y en su significación más
profunda, la Reintegración del Ser en su estado Primordial.
Respetamos otras formas de Masonería «moderna» porque el
espíritu masónico es amplio y abierto a toda actitud de
tolerancia y de esfuerzo conciliatorio y fraternal. Con ello,
queremos dejar bien entendido que no es nuestro propósito
descender al plano de la polémica y la controversia, cosa
absolutamente estéril y fuera de lugar en el dominio de las
ideas Masónicas, pero en cambio, pregonamos y defendemos la
función espiritual de la Masonería; espiritualidad que está más
allá de las sectas y de las religiones.
Nuestros puntos de vista son puramente Doctrinales; por lo
cual, estamos muy lejos de cualquier intento de controversia.
Mucho menos con quienes han perdido por completo los
puntos de vista y la actitud Doctrinal propios de todo espíritu
Tradicional y cuyas tendencias son, por el contrario, la
negación y la total desvinculación con esos principios
esenciales.
Así pues, nuestra posición es exclusivamente la del
dominio de los Principios y de la Tradición. Por ello, este libro,
cuya contextura pudiera aparecer a primera vista como de
contenido o urdimbre diverso, está en verdad, unido por la
fuerte trama de una sola verdad fundamental: el robusto «hilo»
de la Tradición IniciáticaOccidental.
Afirmamos que la Masonería Tradicional no es un simple
grupo creado por decisión simplemente «humana», razón por
la cual, sus objetivos buscan algo más que los «fines definidos»
e inmediatos que muchos desorientados y desorientadores
tratan vanamente de imponerle. Afirmamos igualmente que la
Masonería no es un Club, ni un partido político, ni un
sindicato. Tampoco es una Religión, ni Ocultismo, ni
Misticismo, ni Espiritismo; es pura y simplemente una Escuela
Iniciática Regia o Real; es decir, lo que en tiempos Antiguos se
conocía como una «Escuela de Misterios Menores».
Nada de lo que aparece escrito en este libro es invento ni
creación del autor. Todo lo que había que inventar y crear ya lo
hicieron ad-initio (BRSHT, Apxn), los creadores-fundadores
de la Masonería Primigenia. Por ello, nunca mejor que en el
presente caso tienen más vigencia y justificación las palabras
del Eclesiastés (1,9) «Nada hay nuevo bajo el sol». Lo único
que tiene importancia es la idea que ha de transmitirse y no
quien la transmite.
Este libro es simplemente una obra de compilación o
recopilación. Es un intento de «recoger los restos del cuerpo
de Osiris esparcidos por el suelo». Y esos restos no son
propiedad de ningún individuo en lo particular, son la
Heredad de los Iniciados de todos los tiempos.
Sin embargo, para adelantarnos a las «opiniones alegres» y
no pocas veces prejuiciadas de algunos «eruditos»,
orientalistas, críticos, folkloristas y demás «autoridades» que
casi sistemáticamente tratan de etiquetar, encasillar y definir a
su manera las ideas y opiniones ajenas, deseamos aclarar que
dicha compilación no es obra de sincretismo ni eclecticismo;
no es una mezcla de elementos disímiles de tradiciones
diversas, sino que por el contrario, se trata de un esfuerzo de
síntesis de elementos Doctrinales similares y coherentes, que
provienen de un Conocimiento Tradicional común, que es la
Vía Iniciática de Occidente, con un principio unificante de
orden profundo.
El tema central de su contenido es como un «hilo de
Ariadna» ofrecido al Teseo de nuestros tiempos, a fin de que,
guiándose por entre el Laberinto de las innumerables formas
bajo las cuales está escondida la Gran Tradición Única, pueda
buscar la «Palabra Perdida» que hace salir la Luz de las
Tinieblas y restablecer el Orden (Ordo ab chao, lux e tenebris).
Es un sincero y ardoroso esfuerzo por intentar que lo
disperso retorne a la unidad. Un retorno a las Fuentes
Primigenias, con miras a la reorientación y restauración de la
Tradición Iniciática de Occidente, conservando con ardiente
celo y responsabilidad lo que de buena fuente hemos recibido y
prometido mantener, cuidar y transmitir. Y por otra parte,
tratar de evitar y detener la «dispersión» causada por la
usurpación que ha venido degenerando la prístina enseñanza,
pues es evidente que la decadencia que ha sufrido la Masone-
ría moderna, ha preparado el camino franco a la perversión,
cuyos efectos altamente nocivos se advierten claramente en
muchos Ritos y Obediencias; en los cuales, la inversión total
del espíritu de la genuina Tradición Masónica, los está
convirtiendo, consciente o inconscientemente, por su
degradación progresiva, en instrumentos de la contra-
iniciación. «El que no recoge, derrama» (2)

Para señalar como ejemplo solamente una de las diversas


tendencias profanas y profanadoras que tienen,
desafortunadamente, una predominancia cuantitativa en la
Masonería Ordinaria de nuestro tiempo, citaremos el tipo de
individuo que presume de «científico», el «cartesiano sin ton ni
son», con su irreductible «orgullo intelectual» (Oh, Hybris...),
no tolera otras ideas que no sea las propias; no se deja instruir
(masónicamente, desde luego), a menos de que se acepten sus
propios dogmas y sus puntos de vista excluyentes y de-
formantes. Vive en un enceguecimiento voluntario que sólo
demuestra un gran temor a la Verdad. Negarse a conocer es
ignorancia, ya que no es falta de conocimiento. Ese tipo de
masón es como un pez que pretende vivir fuera del agua... Es
evidente que tiene la pretensión de ser un Masón, ya que de
otro modo no se explicaría por qué pidióla Iniciación
Masónica. Pero una vez dentro de ella, prescinde
arrogantemente de esta Tradición y se esfuerza por
reemplazarla por lo que el cree, y por lo que más conviene a
sus intereses personales.
Ese tipo de Masón, cuando tiene que enfrentarse al Mutus
Líber del Simbolismo y el Esoterismo Masónico, a los métodos
Iniciáticos, experimenta un constreñimiento insoportable, el
cual no logra aliviar sino con el rechazo, con el desdén o con la
actitud de la zorra: «Las uvas están verdes...» Generalmente
acostumbra a catalogar y etiquetar con adjetivos no siempre
muy fraternales, la posición y la actitud de quienes sí
entienden, observan y respetan la genuina Tradición Masónica.
Cómo no puede ascender hasta la altura de los hermanos
ejemplares, trata de rebajarlos hasta su propia estatura.
«Un ojo enfermo no puede sostener su mirada en la luz»;
un profano, es decir, un ser no calificado para recibir la
iniciación es repelido por la luz de la verdad...
Un intelecto sin espiritualidad es solamente una falsa y
prestada luz. El ojo está hecho para la luz y la inteligencia está
hecha para la verdad. Si ella la recibe y la expresa, cumple su
función, y eso es todo. Pero si está en lo negro y en el error, es
que se ciega a sí misma o se deja deslumbrar por falsas luces.
«Tú buscas la verdad, dices. ¿Cómo? ¿Acumulando
nociones, calculando, combinando, esgrimiendo argumentos
complicados? Levanta la cabeza y abre el ojo a la evidencia de
la Luz». (3)
Así como la habilidad de ver estaba innata en los seres
vivientes antes de que el órgano que conocemos como el ojo
hubiera sido desarrollado, analógicamente, la habilidad para
comprender el infinito existe antes de que el organismo que
permite a esa habilidad funcionar, existiera. La Doctrina
Cabalística nos dice que: «Lo inmanifestado concentra dentro
de sí mismo un punto o centro». La Tradición nos enseña que
mediante el Conocimiento Directo (Gnosis), el hombre puede
encontrar el camino de regreso hacia su propio Centro Intimo.
Pero para ello es imprescindible estar movido por una
receptividad espiritual de fuerza irresistible, una sed de
absoluto y un Corazón ardiente.
Decía Kong-Tzeu: «No puedo hacer comprender a quien se
esfuerza por no comprender. Si le he develado la esquina de
una cuestión y no ha visto las otras tres, renuncio a
enseñarle».
A pesar de que en la inmensa mayoría de los seres
humanos existe un comprensible deseo de claridad, que no es
sino el resultado de la formación exclusivamente racionalista
que le ha sido impuesta desde su infancia, además de lo que en
muchos es también pereza intelectual, cuando se trata de
esoterismo, y muy especialmente, cuando el asunto a tratar se
relaciona con el proceso anímico, no es posible expresarse con
frases y términos que no se conforman a la realidad de las
cosas anímicas que son procesos vivenciales, y que por lo
tanto, jamás pueden ser comprendidos por la reducción
simplista de la claridad, pues transmitir o comunicar a otros
algo de la experiencia íntima es una tarea prácticamente
imposible. Experientia docet (la experiencia enseña). Decía
Myers: «¿Cómo puedo yo decir, y cómo puedes tú recibirlo?
¿Cómo, salvo que tú pases por lo que yo he pasado?».
Alian Watts, en su libro Nature, man and woman, señala a
este respecto: «Nuestra dificultad no es que hemos
desarrollado la atención consciente sino que hemos perdido el
más amplio estilo de percepción que debería ser su fondo; la
percepción que nos permitiría saber lo que la naturaleza es
desde dentro. Tal vez alguna insinuación de esta pérdida de
percepción sostiene nuestra perenne nostalgia por la «vida
natural», y el mito de una Edad de Oro de la cual hemos caído.
Cuando los seres humanos adquirieron los poderes de
atención consciente y pensamiento racional, quedaron tan
fascinados con estas nuevas herramientas que olvidaron todo
lo demás, como gallinas hipnotizadas con sus picos sobre la
línea de tiza. Nuestra sensitividad total llegó a identificarse
con estas funciones parciales, de manera que perdimos la
habilidad de sentir la naturaleza desde adentro; aún más, a
sentir la unidad inconsútil de nosotros mismos y el mundo.
Nuestra filosofía de acción cae en las alternativas de
voluntarismo y determinismo, libertad y destino, porque no
tenemos sentido de la integridad del interminable vínculo y de
la identidad de sus acciones y las nuestras.
Un cabalista de nuestro tiempo dijo: «La diferencia entre
los hombres se reduce a la presencia o a la ausencia de una
experiencia espiritual».
Y el Buddha dijo: «No creas nada por la sola afirmación de
los doctores y de los Sacerdotes. Pero aquello que hayas
verificado personalmente y experimentado, y al fin reconocido
por verdadero, guárdalo y hazlo tu Doctrina».
El principal objetivo de este libro es un intento de reunir
los fragmentos de la Gran Sabiduría, esa Antigua Sabiduría
que está regresando al mundo, como signo inequívoco del
«Retorno de Henoch» anunciado por los Adeptos... El tiempo
ha llegado cuando el mundo necesita de la Antigua
Sabiduría como nunca antes...
Finalmente, aclaramos a quienes pudieran considerar que
las repeticiones son muy notorias a lo largo de todo el libro,
que es parte del Método Iniciático utilizar deliberadamente un
gran número de repeticiones, con el propósito intencional de
estimular la evocación mental de las imágenes contenidas en
la idea, sugeridas por las palabras y energizadas por la
reiteración. La Imaginación no es meramente una fantasía,
sino un órgano para la percepción de las cosas reales...
Al publicar la primera edición de este libro, nuestro más
ferviente anhelo es que por medio de sus páginas pueda
ofrecer un Camino a los sinceros buscadores de la Verdad
Masónica de nuestra generación, y que su contenido pueda
ayudar a muchos masones a obtener más Luz por medio del
maravilloso Simbolismo Masónico, especialmente a los pocos
de las generaciones jóvenes de hoy, que obedecen al íntimo
llamado de la vocación Iniciática.
Notas:

(1) Mateo 12, 25.

(2) Mateo 12,30.

(3)Lanza del Vasto.

Albanashar AL-WALY
ÉL ARCANO II: LA GRAN SACERDOTISA
Diseño del Tarot por el Q:. H:. Paul Foster Case

«El Espíritu de los misterios»


«La madre de sabiduría»
«Maia, madre de Hermes»
ADVERTENCIA A LOS LECTORES
«Diez me leerán, uno me comprenderá; diez mil no comprenderán».

Considero que todo autor tiene el derecho de aclarar para quién


escribe. Cuando se trata de «comunicar» temas o asuntos esotéricos,
la dificultad surge debido a que los procesos que los originan, son de
índole «vivencial» y no tienen carácter verbal. Obviamente, cuando
tales asuntos tienen que ser expuestos en su «lenguaje» propio, éste
resulta «oscuro» e incomprensible para el no iniciado. En cambio, la
«comunicación» es perfectamente posible con quienes, por entender
dicho lenguaje, son capaces de interpretar las resultantes verbales,
por natural afinidad e identificación.
Por ello, debo aclarar a los amables lectores, que este libro ha
sido escrito especialmente para los Masones de todos los Ritos y
Obediencias; para los «Hijos de la Viuda» que conocen el «Lenguaje
de los Misterios» y que «saben pesar con la balanza», por cuanto los
temas que en él se tratan, son específicamente de orden Iniciático.
No se intenta «vulgarizar» este tipo de ideas para ponerlas al
alcance de los «profanos», pues ello significaría falsearlas: Omne
promiscuum sordescit (todo lo que es vulgarizado se degrada).
Tampoco se pretende «develar secretos» que pertenecen a la natural
«reserva» de toda Organización Iniciática; secretos que por lo
demás, y debido a su propia naturaleza, son imposibles de comunicar
(Aporrheta). Se trata simplemente de una «conversación en familia»,
sobre temas y asuntos específicamente relacionados con la Iniciación
Masónica. Por lo tanto, quienes lean este libro, deben poseer un
conocimiento, aunque sea elemental, de las Enseñanzas
fundamentales del Esoterismo Masónico.
También va dirigido a muchas personas que, sin haber recibido la
Iniciación Ritualístico-Simbólica de la Masonería, «saben leer con el
Ojo del Corazón», porque para comprender las Enseñanzas de los
Misterios es necesario, además del deseo de comprender, la
«facultad de captación intuitiva» de los significados encubiertos en
las palabras y en los Símbolos. Pues, si bien es cierto que todo
hombre que viene a este mundo lleva potencialmente en su corazón
el «sello» de la Revelación Primordial, o el Pacto de Alianza conferido
a la Raza Adámica, son en verdad muy pocos los que están
conscientes de ello.
Esa Revelación es Ciencia innata que es necesario RE-cordar,
RE-vivir y llevar a su perfección mediante el proceso iniciático que
conduce al verdadero Conocimiento: la Gnosis (Al-marifa)…
«Siempre he creído -dice George Russell- que eso que es in-
mortal en nosotros, guarda la memoria de esa Sabiduría Total»; o
como lo expresa Keats en una de sus cartas; «hay en el hombre una
Sabiduría Ancestral, y que nos es posible, si lo deseamos, saciar
nuestra sed de ese vino celeste. Esta memoria del espíritu es la base
real de la Imaginación, y cuando ella nos habla, nos sentimos
verdaderamente inspirados, porque una criatura más poderosa que
nosotros habla a través de nosotros...» (1)
Ocurre con mucha frecuencia que algunos profanos, letrados o
no, atacan con lenguaje mordaz o pretenden someter al trillado re-
curso del escarnio y del ridículo a todo cuanto se refiere el
Esoterismo. Para ellos, se trataría simple y llanamente de «cosas
absurdas y disparatadas», para sólo utilizar sus expresiones menos
peyorativas. Sin embargo, su actitud es perfectamente comprensible,
pues carecen del conocimiento imprescindible y no se les puede
exigir que tengan ideas claras acerca de algo que ignoran. Su actitud
sólo prueba la incapacidad que tienen para comprender y por lo
tanto opinar, pero no desvirtúan en absoluto la importancia del
esoterismo como el MÉTODO INICIÁTICO por excelencia que rebasa
el nivel de una filosofía y de una exposición puramente racional, para
alcanzar una verdad diferente que satisface, no solo a la razón, sino
también al Alma y al Espíritu, ya que el HOMBRE es un ser
TERNARIO como lo es el universo, que comprende: un MUNDO
MATERIAL, un MUNDO PSÍQUICO y un MUNDO ESPIRITUAL.
El hombre común suele llamar «locura» aquello que no entiende.
Decía Tertuliano: «No califiques de locura aquello de lo que has
probado no saber nada» (2). De Lao-Tse es la frase: «Si los hombres
sin sabiduría oyen hablar del Tao, ríen. No sería el Tao si ellos no rie-
ran».
Este libro utiliza el Lenguaje de los Misterios, Lenguaje Simbó-
lico, Arcano o Esotérico. La Sabiduría a la que nos referimos en él, es
«La Sabiduría de Dios en Misterio, la cual predestinó Dios antes de
los siglos para nuestra gloria» (3). «La que el Señor poseía en el
principio de su camino, ya de antiguo, antes de sus obras. La que fue
engendrada antes de los abismos y de la tierra. Cuando el Señor
formaba los Cielos; cuando señalaba por Compás la sobrefaz del
abismo; cuando afirmaba los Cielos de Arriba y las fuentes del
Abismo; cuando establecía los Fundamentos de la Tierra,
ordenándolo todo...» (4).
Así pues, el contenido de este libro está esencialmente dirigido a
esa Luz de lo Real que Dios ha proyectado como un rayo de Su
propia Luz Divina en lo más íntimo del Corazón del hombre; Luz que
eleva el Alma y permite que la percepción de la Verdad surja de ella
como brota el agua de la fuente... Es por lo tanto al hombre de la VÍA
INICIÁTICA(Tao-Jen), y al HOMBRE VERDADERO (Tchen-Jen),
poseedor del Ojo de la Certeza, a quienes va dedicado este libro de
todo corazón.
El autor

Leflambeau de la visión, pp. 69-70, Cahiers du Sud,


(1)
París, 1931.
(2) Apología.

(3) I Corintios 2, 7.
(4) Proverbios 8, 22-24, 27.

Publicado por Henoch en 8:43 1 comentario:


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miércoles, 2 de octubre de 2013

Rosa Roja
Rosa roja,
Cae el roció sobre ti y no te inmutas
como cae el espíritu de mi amor sobre tu alma.
Sin embargo te espero, sigo esperando,
trato de verte a través de la niebla, como se ven otras flores.
Pero tú…
Tú eres única, rosa roja, sola, quieta, entre todas las otras.
Mientras el rocío te moja,
permaneces fiel a ti misma, a tu color, a tu forma.
Todavía no te has abierto.
Yo te miro y espero, sigo esperando.
Cuando te abras a mí y al cielo,
me acercaré y trataré por todos los medios
de llevarme para siempre tu perfume
para entender tu silencio y tu manera de estar ante el rocío.
Me acercaré, tomaré tu perfume y me iré despacio, para siempre…
y seré el primero y el único.

P.N.
Publicado por Henoch en 11:52 No hay comentarios:
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" CULTIVO UNA ROSA BLANCA"

J.M.

Publicado por Henoch en 11:47 No hay comentarios:


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EL HERMETISMO EN LA MASONERÍA

Hay todo un mundo de Enseñanzas en el Simbolismo


Masónico, y específicamente en el Rito Escocés Antiguo y
Aceptado. Sin embargo, las verdades capitales contenidas en él,
son prácticamente ignoradas, sub-estimadas o desapercibidas
por la gran mayoría de sus miembros, no sólo los de la
Masonería Azul, sino, lo que es aún más lamentable, en
aquellos Grados Capitulares que concreta y específicamente
constituyen de hecho Grados de específico contenido
HERMÉTICO, como son, por ejemplo, el Grado 18, el º26 y el
º28. Ahora bien, ¿qué ocurrió con el contenido TRADICIONAL
de sus Leyendas y Rituales? ¿Qué “mano” intervino para
“substituir” todo un profundo Simbolismo HERMÉTICO por
ideas y conceptos cuasi-religiosos, “patrioteriles” y de
“moralina”? Afortunadamente, ignorantes al fin, los
desconocidos “interpoladores”, “traductores a su manera” e
intereses con fines definidos, no pudieron intervenir en algo
que deja intacto el sentido trascendente del verdadero
Simbolismo de tales Grados, como son sus Escudos Heráldicos,
que “hablan sin palabras” para quienes “saben leer…”

Tanto el Ritual de Iniciación (Grado AprMas), como


en los subsiguientes de los otros dos grados Azules, están
basados en el hecho indiscutible de que la INICIACIÓN y la RE-
GENERACIÓN constituyen términos sinónimos, tal como lo
enseñaron las Antiguas Escuelas Iniciáticas de Misterios de
Egipto, Caldea, Persia, India, etc.

Toda verdadera y REAL Iniciación es un proceso


interno que el Rito pone en acción de manera SIMBÓLICA. Sin
embargo, el Iniciado REAL es aquel que coloca todas las
acciones de su cuerpo bajo el dominio de la Voluntad
consciente. No se trata de “destruir” nada, ni siquiera lo
“indigno e inútil” en cada uno, sino detransmutarlo en algo
superior que nos ayuda al logro de la transformación y
transfiguración del Hombre Viejo en el Hombre Nuevo. Eso es
lo que el Masón quiere dar a entender cuando habla de “la
Construcción del Templo no hecho con las manos”.

La ALQUIMIA ESPIRITUAL que corresponde a la puesta


en práctica de la Ciencia Hermética, está sintetizada en las
siete letras de la palabra VITRIOL que resume el
proceso que vivimos simbólicamente en forma de psico-drama y
drama sagrado, durante el desarrollo de la Iniciación
SIMBÓLICA, que nos está indicando, como igualmente lo hace
el Ritual de Apertura y Cierre del Trabajo de Logia, el
ESFUERZO y la ASCÉSIS que debe proseguir con la puesta en
práctica del aspecto OPERATIVO de la Iniciación Masónica. Es
así como el AprMas deberá proseguir con la
“contemplación” de la Estrella Refulgente y posteriormente
efectuar el “pasaje” de La Escuadra al Compás, “conocer la
ACACIA” y lograr su verdadera EXALTACIÓN ANÍMICA…Tal es
el proceso gradual (por grados), y ascendente hasta alcanzar el
MAGISTERIOS del ARTE REAL.

Partiendo del hombre no-regenerado (el Profano), el


proceso Alquímico del Arte Real tiene lugar en “el Crisol” de
nuestro propio cuerpo físico. Mediante el Fuego del deseo,
reforzado por la Imaginación Creadora y la voluntad
conscientemente dirigida, el Iniciado se convierte en el
“Operador Alquimista” que dirige su propia Obra Interior, que
como ya hemos visto, comienza con la Putrefacción, seguida de
la Catársis o Purificación, prosigue con la Rectificación y
culmina con la Destilación que es la que permite el proceso
lento de la “separación” de “espíritu” de lo que no es…Tal como
el Vino es extraído de la Uva; es decir, una auténtica
TRANSMUTACIÓN de un estado inferior a otro superior…

El proceso Alquímico esquematizado simbólicamente


por los Tres Grados de la Masonería Azul “rectificados”
y ratificados en los Grados Capitulares del Escocismo,
especialmente en los tres Grados anteriormente mencionados
(º18, º26 y º28), cuyos respectivos Emblemas Heráldicos
aparecen de la Dedicatoria de esta Balaustrada. Sin embargo,
cuando leemos los actuales Rituales de esos Grados, como casi
todos los del Escotismo actual, nos damos cuenta de las
incongruencias que salta a la vista, entre el Simbolismo que a
pesar de lo poco que aún queda en ellos de original, y las
“interpretaciones” sui-generis que de ellos han hecho quienes
los “intervinieron” con miras totalmente diferentes y con
propósitos totalmente ajenos a la Genuina Tradición
INICIÁTICA. Sólo resta en algunos de ellos la parvedad de una
conocimiento venido a menos, cuasi-profano e intrascendente.

Muchas cosas que antes eran esenciales, han sido


abandonadas; otras han sido modificados con fines definidos, o
porque sencillamente, al “arreglista”, “traductor” o copista “no
le pareció” que debía reproducirlo sino eliminarlo. Quienes lo
duden, léanse el escrito titulado “INSTRUCCIÓN Y
REGLAMENTOS GENERALES DEL ORDEN
FRANCMASÓNICO”, impreso por el Editor George Corser,
Caracas, 1.840, una de cuyas copias se puede encontrar en la
Biblioteca Nacional, aquí en Caracas.

En cambio, muchas cosas que son totalmente


irrelevantes han sido agregadas, hasta el punto, que hoy sólo
restan muy pocas cosas originales que realmente puedan ser
calificadas de INICIÁTICAS, mientras que las sustituciones
efectuadas desde hace ya más de un siglo, permanecen
incólumes, incluyendo los errores, “latinazos” y demás
evidencias de la “ignorancia que se ignora”.
Tal parece como si se hubiese organizado una verdadera
campaña para eliminar todo lo Iniciático y lo realmente
Tradicional para reemplazarlo por asuntos de orden
típicamente PROFANOS, como la “manía de lo moral”, el
“patriotismo”, el sentimentalismo y otras cosas tan pueriles que
uno se pregunta cómo es posible que en una Orden tan Sabia y
tan seria como Tesoro de Sabiduría, pueda colocar el nivel de
sus Enseñanzas a la “altura” de cualquier organización profana,
sociedad religiosa o instituciones como el Rotary, el Club de
Leones, los Boy-Scouts o alguno “Sociedad de Beneficencia”.
¿Es que acaso hace falta recibir la INICIACIÓN para practicar
las obras, promover las ideas y propósitos de tales
organizaciones como las citadas? Sin embargo, resulta
realmente fastidiosa la repetitiva “machacante” insistencia en
tales propósitos. Es sorprendente hasta qué punto puede llegar
en la deformación y el desconocimiento de la Verdadera
Tradición Masónica y de cómo puede re-emplazarse lo
realmente MEDULAR y de verdadera trascendencia por
banalidades tan pueriles.

Por otra parte, ¿qué tiene que ver la INCIACIÓN con el


aprendizaje y la enseñanza de disciplinas y ciencias
PROFANAS? Para eso están las Escuelas, los Colegios, Liceos y
Universidades, tanto públicos como privados, y donde
REALMENTE se aprenden todas las disciplinas del
conocimiento A FONDO, no en forma tan elemental,
fraccionada y anacrónica como algunos, quizás hasta con muy
buenas intenciones, intentan implantar…

La posible RE-ESTRUCTURACIÓN de las Rituales del


Escocismo sólo puede intentarse observando con profundidad y
detenimiento los Escudos Heráldicos y su Simbolismo, pero
teniendo especial cuidado en advertir ciertos y determinados
errores que consciente o inconscientemente cometieron quizás
las pintores que los dibujaron o de quienes les dieron las
instrucciones. Esto exige, como es obvio, que esa tarea
importantísima de RE-CONSTRUCCIÓN sea encomendada, no a
“come-libros” ni a supuestos conocedores de tales asuntos, sino
a quienes realmente tienen un conocimiento profundo y
TRADICIONAL del Simbolismo Masónico y de la Heráldica,
desde el punto de vista HERMÉTICO.

PENSAMIENTO SIMBÓLICO Y RACIONALISMO


Todo conflicto o antagonismo es el fruto de posiciones
ideológicas exageradas, extremistas y fanáticas. Por eso vemos
que toda tensión dialéctica surge por la toma de posición
unilateral. El Iniciado no puede ser un ideólogo extremista. Las
Dos Columnas y el Mosaico de la Logia nos están señalando,
como la posición “en escuadra” de nuestros pies, que debemos
“conciliar el binario” y convertir los aparentes contrarios en
complementarios. El mismo doble rostro de JANUS es un vivo
ejemplo de complementaridad. Puesta que la Vía Iniciática
toma al hombre natural para transmutarlo en Hombre Integral,
no se limita a un solo y único modo de Conocimiento, sino que
capacita al individuo para que haga uso cabal de todas sus
capacidades materiales, anímicas y espirituales…Por eso, sin
dejar de reconocer la importancia de LA RAZÓN en el diario
trajinar del hombre común y corriente, no le impone límites a
sus capacidades cognoscitivas y deja abierto “el compás” a la
Intuición Intelectual como otro modo de Conocimiento no-
aprehendido que es LA GNÓSIS; ella nos ayuda a llenar de Luz
las oquedades de la ignorancia y a extender los límites del
Conocimiento. La verdadera LIBERACIÓN del Hombre
comienza con el acto volitivo y consciente de eliminar todo tipo
de obstáculos que limiten o castren su integral capacidad de
percepción.

Debemos referirnos ahora a la mentalidad de cierto


HHque pretenden imponer como un dogma al método
racional como el único medio de acceder al conocimiento y de
regular nuestra conducta. Si por una parte es cierto que la
razón es el medio más eficaz para alcanzar la verdad objetiva,
por la otra, debe quedar bien claro que ello sólo es posible
cuando se trata del dominio externo y profano que corresponde
a la Ciencia y a la Técnica. Sin embargo, al limitarse por sí
mismo, dejan totalmente fuera o de lado un dominio de
extraordinaria importancia. Por ejemplo, la razón es
totalmente inepta para interpretar y comprender la
totalidad del Ser en su realidad viviente, pues sólo tiene acceso
a un fragmento limitado de esa totalidad. En cambio, el
Simbolismo es el instrumento que permite al pensamiento
incursionar en las dimensiones más profundas y de mayor
significado, razón por la cual, constituye el método por
excelencia para el conocimiento de todo cuanto pertenece a lo
supra-racional, los conceptos y valores de la realidad que están
más allá del aspecto puramente objetivo del mundo limitado
que nos rodea.
La actitud del Masón es este sentido, está señalado
precisamente por el simbolismo, al enseñarnos que la MARCHA
“en escuadra”, es decir, con NORMA: el pie izquierdo
representa la INTUICIÓN y el pie derecho representa la
RAZÓN; lo cual nos indica que al “inicio” de la aventura
humana en la búsqueda del conocimiento, debe observar
ponderación y equilibrio. Tan es ello cierto, que cuando ya ha
adquirido cierta capacidad razonadora y trata de utilizarla con
carácter de exclusividad, como lo indica el “paso” extra del
Compañero Masón, tiene que “rectificar” sus pasos antes de
poder “pasar de la Escuadra al Compás”, abandonar el trazado
del Cuadrado y “medir la tierra”, por lo cual su simbolismo está
ligado al concepto de “materia”, por oposición al Compás que
evoca al Espíritu. De este modo, la Masonería nos enseña que el
Conocimiento es “gradual” y, que cada nueva etapa del mismo
exige la aplicación de un diferente “modo de Conocimiento”. En
todo caso, y como nos lo indican las Dos Columnas y el
Pavimento Mosaico, el Masón no debe ser dogmático, ni
extremista: siempre debe imponerse la actitud equilibrada, que
es la que evita los conflictos y los antagonismos estériles. El
Iniciado, parado entre las Dos Columnas, representa la
capacidad o habilidad de CONCILIAR el Par de Opuestos y de
resolver las aparentes antinomias.

Las categorías y expresiones basadas únicamente en la


razón, son inservibles para comprender los procesos
relacionados con las “vivencias” del proceso Iniciático;
vivencias inefables que no pueden ser sometidas a un limitante
y castrador análisis puramente racional. Afirmar, por ejemplo
que la Masonería tiene por BASO o FUNDAMENTO a “La
Razón”, y que al mismo tiempo es la “Institución por excelencia
de la MORAL”, no sólo es un desacierto, sino un grave error
conceptual, pues permite al Iniciado reemplazar la Moral, que
es un convenio entre los componentes profanos del mundo, que
es relativo e individual, mientras que el Iniciado no actúa por
“conveniencias” sino por CONVICCIONES, y su ámbito se
proyecta más allá de lo puramente individual, hacia lo
Universal. Precisamente fue nuestro IlHPASCAL, filósofo,
físico y matemático francés, quien afirmó: “La verdadera moral
se burla de la moral. La Masonería es otra cosa que una
escuela moral…” Volvemos a preguntarnos: ¿es que acaso para
practicar la moral se requiere estar Iniciado?

Todas estas contradicciones e incoherencias son el fruto


de la deformación y desviación que ha sufrido la Masonería
especulativa desde el mismo instante de su “nacimiento”, aquel
24 de Junio de 1.717. Se impone por lo tanto, una verdadera
RECTIFICACIÓN, en el más puro y exacto sentido Alquímico de
esta palabra. Es absolutamente necesario, diríamos
IMPERATIVO, volver a ESTABLECER EL ORDEN en el Caos
reinante, a fin de que la Verdadera LUZ MASÓNICA salga
triunfante una vez más de las Tinieblas que la envuelven. Esa es
la MISIÓN de todo genuino Maestro Masón: “Reunir lo
disperso y difundir la Verdadera LUZ MASÓNICA”.

Ningún Masón responsable, y que por lo tanto está


consciente de su condición de CABALLERO DEL ARTE REAL,
puede “escurrir el bulto” o “encogerse de hombros” ante la
gran responsabilidad de asumir una actitud digna de su
privilegio de ser un componente humano de esa ÉLITE
ESPIRITUAL. Hay que revisar a fondotodos los Rituales del
Escocismo y RE-establecer su original contenido INICIÁTICO,
purgarlos de los disparates y errores de todo cuento ha sido
interpolado, todo lo cual, además de anacrónico ya se aproxima
grandemente al cretinismo. Quienes aspiren a interpretar
acertadamente el Conocimiento Iniciático y su Esoterismo,
deben imprescindiblemente olvidarse de los sistemas y
referencias copiados del orden profano. Deberán cambiar de
mentalidad: pensar como MASONES, no como profanos. Deben
poseer gran capacidad de penetración en los contenidos
subyacentes de nuestros Mitos y Símbolos, Leyendas, etc. a fin
de poder abrirse camino seguro y firme, justo y perfecto, a
través de la urdimbre de la Enseñanza Simbólica Tradicional de
los Misterios Iniciáticos, de todo lo cual sólo queda la
expresión, casi totalmente desconocida en su fondo de lo que
en nuestro Rituales denominamos “Nuestros Augustos
Misterios…” Ya lo señala el Libro en PROVERBIOS, 14:6:
“Busca el escarnecedor la Sabiduría y no halla: más la
Sabiduría al hombre entendido es fácil”.

El maravilloso MÉTODO de Enseñanza Masónico, que


es el mismo que emplean todas las Escuelas Iniciáticas de
Misterios, es el único método que permite, sin el riego de
dogmatizar, expresar lo inexpresable. El símbolo no “expresa”
ni “explica”, ya que sólo sirve de “soporte” para quien es capas
de elevarse al Conocimiento de las Verdades Trascendentales.
El Simbolismo actúa sobra la espiritualidad del hombre, por eso
exige todas las cualidades que nacen de la Meditación, que es
la que pone en la “disposición de espíritu” indispensable para
poder alcanzar la sensibilidad del pensar profundo; verdadera
escala de ascensión espiritual que conduce a la liberación del
pensamiento más alto y más extenso. Quienes alcanzan ese
LOGRO, pertenecen de hecho y de derecho a la REALEZA DEL
ESPÍRITU, pues, como bien lo señalaron nuestros Antiguos
Maestros Hábiles, “Sin Oro no es posible hacer Oro”.

El proceso característico de la Alquimia Espiritual, que


constituye su ARCANO Hermético, nos devela el estado de
consciencia energía-luz o “Cuerpo de Gloria” que permite el
acceso al Centro de la Consciencia del Hombre REAL y
Verdadero, que actualiza la naturaleza original, pura e
indestructible de la Consciencia Solar. Es el Misterio del RE-
nacimiento del Espíritu (símbolo de azufre), del alma (símbolo
del mercurio) y del cuerpo () del Adepto. Es en fin, el ESTADO
del Hombre Real y Verdadero, RE-integrado al Estado
Primordial en sus primeras Propiedades, Virtudes y Potencias
Espirituales y Divinas. Tal es la GRAN OBRA que el Masón
Operativo se esfuerza en REALIZAR a plenitud. Obra de
Construcción por excelencia: “la Construcción del Templo no
hecho con las manos”, que “es construido sin el auxilio de los
útiles compuestos de metales…”, vale decir, sin el recurso a
ninguna operación material; el Templo Invisible, del cual, el
Rey Salomón es entre nosotros el Símbolo Tradicional por
excelencia.

QQHHSólo es mediante la Realización Plena de las Tres


Etapas del Arte Real, que podemos alcanzar la verdadera
EXALTACIÓN que nos permite afirmar con conocimiento de
causa, que “LA ACACIA nos es conocida”.

(Albanashar Al-Wâli)
La naturaleza del VASO es la Raíz y el Principio de todo
Magisterio…del ARTE REAL

El “Vaso Hermético” es el “lugar” en el que se operan las


Maravillas Alquímicas; él contiene el secreto de la
metamorfosis. La Tapa que lo cierra por lo alto, indica una
receptividad a las Influencias Celestes. El Vaso Hermético se
mete la en Materia de la Obra para que se “coccione”, se
“digiera” y se perfeccione; es el receptáculo de todas las
“Tinturas”…
A quienes “saben leer sin necesidad de letras” un
Símbolo vale más que mil volúmenes escritos…
La Gran Obra Alquímica representada bajo el aspecto de
la Piedra (Vía Seca). A este figura se le da el nombre de
“La Montaña de los Adeptos”, “El Templo de Los Sabios”
o “La Casa del Recogimiento”. Es obra de un dibujante
alemán que ilustró con su arte el libro “DIE CABALA,
SPIEGEL DER KUNST UND NATUR, EN ALCHIMIA”, por
Stephan Michelsapcher, 1.654
La Gran Obra Alquímica representada bajo el aspecto
simbólico de las Aguas (Vía Húmeda).

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