Un escenario interno es aquel que busca y conoce en esencia las principales necesidades de la

organización como tal y con ello prevé plantear estrategias ante la posición actual frente a la
competencia, de modo que se determinen factores estratégicos en su entorno a base de un
análisis institucional como son el de conocer las fortalezas que caracterizan a su equipo de trabajo
y combatir con las debilidades. Su impacto repercute en el desempeño laboral ya que se exigirá
para obtener competitividad. Y como no mencionar que se debe crear la capacidad de resistencia
en el caso de que la estrategia que se desea implementar no funcione.

Un escenario externo es aquel que supone situaciones en base a las amenazas que están contra la
organización y a su vez las oportunidades que a esta se presente. Es así que se analizan varios
ámbitos como son los políticos, sociales, culturales, tecnológicos y ambientales entre otros para
conocer de sus dinamismos y que la organización se adapte a ellos creando así un impacto positivo
para su crecimiento empresarial ya que amplia su mercado al implementar sistemas de
información, comunicación y mas aun si se impone un desarrollo tecnológico ya que con ello
genera una alta oferta en el mercado y obtendrá rentabilidad.