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UNIVERSIDAD DE LA CUENCA DEL PLATA

Facultad de psicología, Educación y Relaciones Humanas


Maestría en psicoanálisis

Clínica Psicoanalítica II

TRABAJO PRACTICO Nº 6

Docente:
Dr. Izaguirre,Guillermo

Alumna:
Gonzalez, Sabrina Tamara.

2020
INTRODUCCIÓN

En el presente escrito nos proponemos trabajar sobre un concepto que para algunos
analistas es de suma importancia tanto para su trabajo como para la formación, en
cambio para otros no lo es, hablamos de la contratransferencia. Este concepto se ha
considerado fundamental o no, dependiendo de la orientación de cada psicoanalista,
pero trabajado por muchos y asociándolo ya sea a la persona del analista
definiéndolo a grandes rasgos según Laplanche y Pontalis, 1996 “como todo aquello
que, por parte de la personalidad del analista, puede intervenir en la cura”; en
contraposición a quienes “limitan la contratransferencia a los procesos
inconscientes que la transferencia del analizado provoca en el analista”.
A lo largo de la historia del psicoanálisis hubo grandes autores de la
contratransferencia. Freud ha pasado por esta noción en algunos pocos párrafos de
su obra marcando que es el resultado de la influencia del enfermo sobre los
sentimientos inconscientes del médico, lo cual lleva a la idea de análisis del analista,
en su época el autoanálisis para eliminar esas resistencias internas, complejos, es
decir todo punto ciego que fuera posible para llevar a ejercer el psicoanálisis. Como
vemos esta idea tuvo y tiene acogida dentro del corpus teórico. Si vamos a los
textos de J. Lacan en los años cincuenta donde se ocupa de este concepto más
específicamente en “Los escritos técnicos”, “Variantes de la cura tipo” 1955, en “La
dirección de la cura” 1959, pero en el seminario “La transferencia” 1959/60 y de la
angustia 1962/63 se aboca en varias de sus clases a escritos sobre la
contratransferencia de varios analistas entre ellos...
En esta oportunidad nos centraremos cómo aborda el asunto en el capítulo XIII
“Crítica de la contratransferencia” dentro del seminario “La transferencia” que puede
caracterizarse como la más rica, explícita y clara.
DESARROLLO

Este concepto que genera polémica, fue introducido por Freud por primera vez en
1910 en “El porvenir del psicoanálisis” y luego lo retoma en 1915 en
“Puntualizaciones sobre el amor de transferencia”, donde hace hincapié en el
conocimiento acerca de la técnica que ayudará al psicoanalista a realizar su labor
terapéutica, plantea que hay ciertas cuestiones que atañen a la figura del médico, es
ahí donde da cuenta que algo se produce en la persona del médico a raíz de los
influjos del paciente ejerce sobre su sentir inconsciente, lo que él llamó
contratransferencia. Al implicar a la persona del médico, este concepto aparece
anexado a otra idea, la del análisis del analista como condición que tiene como fin
que esa respuesta emocional del médico no empañe el tratamiento, es decir que el
maestro vienés presenta la contratransferencia como una dificultad, obstáculo que
es necesario superar.
Uno de los tantos reconocimientos que se lleva Freud es el transformar las
dificultades en herramientas de trabajo para la continuidad del tratamiento. En el
caso de la transferencia hay un primer momento en que se la considera un
obstáculo para la cura porque se muda en el medio más potente de la resistencia,
después vemos como la resistencia se sirve de la transferencia para obstruir el
avance del análisis, es trabajo de la transferencia como se van levantando esas
resistencias y se va accediendo al inconsciente, es decir que trabajado esto la
transferencia en un segundo momento aparece como un instrumento de suma
utilidad. El dispositivo analítico opera y trabaja en y desde la transferencia. A tal
punto que Freud organiza el vasto campo de las perturbaciones psíquicas, en
función de lo trabajable de la transferencia; las psiconeurosis de transferencia.
En el mismo año que Freud presenta el concepto de contratransferencia en 1910,
pasa junto a Ferenczi unas vacaciones en Italia, en la cual todo indica que su colega
hungaro tuvo cierta actitud invasiva hacia Freud con demasiadas preguntas y
demandas, quería saber acerca de su vida personal. Al regreso de la misma,
Ferenczi le escribe una carta a su colega donde expresa el miedo a haberlo
importunado con sus preguntas y lamentando que no fue severo y no haberlo
reprendido para lograr reestablecer una relación acorde, a esta inquietud Freud la
responde el 6 de octubre del mismo año con las siguientes palabras:
“Es bien cierto que esto fue una debilidad de mi parte. Yo no soy el
superhombre psicoanalítico que usted se ha forjado en su imaginación ni he
superado la contratransferencia. No he podido tratarlo a usted de tal modo,
como tampoco podría hacerlo con mis tres hijos, porque los quiero
demasiado y me sentiría afligido por ellos” falta cita..

Esto refleja que el tratar como hijo a Ferenczi depende de una trama inconsciente
que le impide reprenderlo. Lo que nos remite a sus palabras en 1910 escribía:
“cada psicoanalista llega hasta donde se lo permiten sus propios complejos y
resistencias interiores, y por eso exigimos que inicie su actividad con un
autoanálisis” falta cita

y en 1915:
“es muy llamativo que el Inc de una persona puede reaccionar ante el Inc
de otra con rodeo de la conciencia”. Ídem el punto anterior
En resumen la contratransferencia freudiana nos remite al “influjo del paciente”,
“sentir inconsciente” y “dominar la contratransferencia”. A partir de esto y de la
creación de la Asociación internacional de psicoanálisis (IPA) se toma como modelo
obligatorio el análisis didáctico lo cual trajo un trajo muchos problemas a los
psicoanalistas que se querían iniciar en su práctica y al movimiento psicoanalistas
que el mismo Lacan los ha padecido.
A raíz de esto el propio lacan en el capítulo XIII “Crítica de la contratransferencia”
seminario 8 realiza un fuerte ataque al concepto utilizado por los freudianos y post
freudianos. Dicho texto comienza Lacan diciendo:
“otros teóricos, distintos a nosotros, por las evidencias de su praxis,
manifiestan en suma la misma topología que yo estoy tratando de fundar
ante ustedes, en la medida en que ésta hace posible la transferencia” (p.
209), completar cita

haciendo referencia a los miembros de la IPA y los psicoanalistas de la corriente


kleiniana, y, particularmente va a tomar un artículo de Paula Heimann y Roger
Money Kirley. Estos psicoanalistas, que aparentemente podríamos decir que siguen
el modelo de pares opositores que encontramos en Freud, si tomamos el
razonamiento que al hablar de transferencia se refieren a la parte del analizado y al
centrarse del lado del analista estos la llaman contratransferencia. Con lo que Lacan
ya difiere ahí, diciendo que va a hablar de lo mismo, la transferencia del lado del
analista pero con la diferencia que no utiliza el término contratransferencia.
Los psicoanalistas adherentes a la IPA manifiestan que se trata de todo lo
inconsciente del analista, que no fue analizado, por eso proponen el análisis
didáctico, ya que aquello no fue trabajado por lo tanto es considerado nocivo para
analizar a un paciente, lo que lleva a que realice intervenciones erradas,
inoportunas, fallidas, por lo que es necesario que el análisis didáctico sea llevado a
fondo previamente en el analista. A este planteamiento se le confronta otro que trata
de la comunicación de inconscientes, el maestro francés marca que esto caería en
una antinomia que por un lado se pide un analista aquel que llevó su análisis
didáctico lejos por lo que en su inconsciente no queda nada puesto que todo lo que
podría entorpecer en el análisis ya a sido trabajado, al mismo tiempo que tenga una
reserva de su inconsciente para poder lograr esa comunicación de inconscientes,
como una especie de inconsciente reserva. A esto Lacan responde de la siguiente
manera:
“la noción de contratransferencia siempre ha estado presente en análisis” (p.
210) además que “Debe admitirse que en nadie se da una elucidación
exhaustiva del inconsciente, por lejos que se lleve un análisis” (p. 210). ----

Con esto vemos que Lacan no desestima estos efectos, que es válido que el
analista experimente amor u odio, que por más conocimiento de su inconsciente el
analista no queda libre de sus pasiones. Tampoco hay que dejar de lado que:

“toda experiencia del inconsciente se lleva a cabo en primer lugar como


inconsciente del Otro. Fue en primer lugar en sus enfermos donde Freud se
encontró con el inconsciente. Y para cada uno de nosotros, la idea de que un
aparato semejante pueda existir se abre en primer lugar como inconsciente
del Otro, aunque esté elidido” (p. 212). ------------
Dicho esto, cualquier descubrimiento del inconsciente propio se presenta como una
traducción de otro inconsciente, lo interesante de este tema es que Lacan advierte a
los teóricos de la contratransferencia que un analista por más lejos que haya llevado
su análisis, que haya hecho esa traducción de su inconsciente desde el inconsciente
del Otro pueda continuarse en el plano de ese otro que también es su paciente. ¿??
Por otra parte los teóricos de la contratransferencia (vamos a seguir utilizando esta
denominación hecha por Lacan), siguen el modelo de la apatía estoica, que es
equivalente a la abstinencia absoluta de Freud, de permanecer insensible ante el
odio o amor, ya mencionamos anteriormente que esto es imposible que por más
análisis del analista, este último no está libre de sus pasiones, Lacan agrega:
“cuanto más analizado esté el analista, más posible será que esté
francamente enamorado, o francamente en estado de aversión, o de
repulsión, bajo las modalidades más elementales de la relación de los
cuerpos entre ellos, respecto a su partenaire” (p. 214).------------

BIBLIOGRAFIA
Freud, S. 1910/. Las perspectivas futuras de la terapia psicoanalítica. Obras
completas, Amorrortu Editores.

“Lo inconsciente” 1915

Laplanche y Pontalis. Diccionario de Psicoanálisis. Labor Editorial


Lacan J.

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