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INVESTIGACIÓN
Título
Nombres y Apellidos Código de estudiantes
Alvarado Ramirez Luciana Brigitte 77659
Céspedes Ayala Ivaly Jamyleth 77406
Fernández Montalvo Yollby 76605
Gaspar Lázaro David Jenrry 73227
Leon Cisneros Jeremi Jeferson 79356
Autor/es Pillco Huaman Jhon José 72467
Puente Candiotti Myelin Lucero 74114
Quijano Mallqui Max Brayan 77682
Romaní Llactahuaman María Antonieta 78296
Sossa Susaño Youmar Valkyria 71522
Sotelo Salas Sara Beat 73160
Villar Ruiz Milagros 69756
Fecha 31/08/2021
1
Carrera Medicina
Asignatura Embriología
Grupo G
Docente Marianela Calderón Alegre
Periodo Académico 2021 - II
Subsede Cochabamba
Copyright © (AGREGAR AÑO) por (NOMBRES). Todos los derechos reservados.
RESUMEN:
Palabras clave:
Índice
2
1.2 DESARROLLO EMBRIOLÓ GICO:............................................................................................... 5
2. Genética.............................................................................................................................................. 14
2.1 Anomalías citogenéticas........................................................................................................... 14
2.2 Anomalías genéticas................................................................................................................... 15
2.3. Mecanismos de variabilidad fenotípica............................................................................. 16
2.4. Modelos experimentales en el estudio de SDG...............................................................17
3. DEFECTOS CARDIACOS............................................................................................................... 19
3.1. Alteraciones inmunitarias....................................................................................................... 27
3.2 Hipoplasia tímica y deficiencia inmune di George.........................................................27
4.1 HIPOPARATIROIDISMO............................................................................................................ 35
Prevención del hipoparatiroidismo.................................................................................. 37
La importancia de no dejar pasar por alto las molestias..................................38
4.3 ANOMALÍAS DE CRECIMIENTO............................................................................................. 38
4.4 MALFORMACIONES CRANEOFACIALES............................................................................39
4.5 DESARROLLO PSICOMOTOR Y APRENDIZAJE................................................................39
4.6 MALFORMACIONES RENALES Y GENITALES..................................................................42
4.7 PATOLOGÍAS ORL Y OFTÁ LMICA.......................................................................................... 43
4.8 TRASTORNOS PSIQUIÁ TRICOS.............................................................................................. 53
Genética y manifestaciones psiquiá tricas........................................................................53
4.9 TRASTORNOS FUNCIONALES PEDIÁ TRICOS...................................................................55
Conclusiones......................................................................................................................................... 57
Bibliografía............................................................................................................................................ 58
3
Introducción
4
1.2 DESARROLLO EMBRIOLÓ GICO:
El Síndrome DiGeorge es una enfermedad de inmunodeficiencia primaria causada
por el desarrollo anormal de ciertas células y tejidos del cuello durante el
crecimiento y diferenciació n del feto. Los tejidos que dependen de un solo grupo
de células embrió nicas para su desarrollo fetal normal son llamados “campos”.
Aunque los tejidos y ó rganos que al final se desarrollan de un “campo” pueden
parecer no estar relacionados en un niñ o totalmente formado, si está n
relacionados ya que se han desarrollado de los mismos tejidos embrió nicos o
fetales. La mayoría de los pacientes con el Síndrome DiGeorge tienen una pequeñ a
supresió n en una parte específica del cromosoma nú mero 22 en la posició n
22q11.2. Por lo tanto, otro nombre para este síndrome es el de síndrome de
supresió n 22q11.2.
5
1.El mesodermo en los humanos se desarrolla a partir del ectodermo el día 15 de
la gestació n y es así como a partir del mesodermo se desarrolla el sistema
cardiovascular.
6
2. Comenzar el desarrollo morfoló gico del ventrículo izquierdo y derecho
(horizonte XIII).
3. Inicio de la circulació n.
7
4. Se logra ya la separació n de las vá lvulas mitral y tricú spide (horizonte XVII, 34-
36 días).
8. El ostium primum está cerrado por el tejido de los cojines endocá rdicos del
canal AV, con lo que se separan las aurículas.
10. Desde los días 30 a 36, la vá lvula pulmonar se mueve desde la parte posterior y
a la izquierda de la vá lvula aó rtica en desarrollo (30-32 días, horizonte XV) a una
posició n al lado y a la izquierda de la vá lvula aó rtica (días 32-33, horizonte, XVIa),
después se ubica Al final de la quinta semana, está n presentes los arcos aó rtico 3, 4
y 6, el conducto arterioso y la aorta dorsal está n intactas; sin embargo las células
de la cresta neural siguen contribuyendo al desarrollo del infundíbulo, las grandes
arterias y sus ramas algo anterior y a la izquierda de la vá lvula aó rtica (días 33-34,
horizonte XVIb) para finalmente situarse en su posició n normal anterior y a la
izquierda de la vá lvula aó rtica (días 34-36, horizonte XVII). Así como en la quinta
semana, con la circulació n primitiva ú nica, que es suficiente para que respiren los
peces, se convierte en la circulació n definitiva y doble en paralelo, la que
caracteriza también a la de los mamíferos. Aunque la separació n cardiovascular
está casi concluida aú n es patente el foramen interventricular
8
faríngeos, y la regió n facial, siendo fundamentales para la formació n de dichas
estructuras.
Los arcos faríngeos se originan durante la 4ª-5ª semana del desarrollo, y está n
formados, por un nú cleo de tejido mesenquimatoso y CCN, y recubiertos por un
epitelio endodérmico en la parte interna y otro ectodérmico en la externa. Estos
arcos, se encuentran separados por unas hendiduras faríngeas (formadas por
evaginaciones del epitelio ectodérmico) y por las bolsas faríngeas (originadas de
las evaginaciones del epitelio endodérmico), que dan lugar a una serie de ó rganos
importantes.
· 4ª bolsa faríngea: a partir de ella se forma la glá ndula paratiroidea superior. Esta
pierde el contacto con el epitelio endodérmico de la pared faríngea, y se une a la
superficie dorsal del tiroides, migrando en sentido caudal . La parte ventral de la
cuarta bolsa origina el cuerpo ú ltimo-branquial, que se une posteriormente al
tiroides . Esta estructura origina las células parafoliculares o células C de la
9
glá ndula tiroidea, encargadas de la secreció n de calcitonina (hormona que
participa en la regulació n de calcio sérico). Como en el caso anterior, puede
deducirse que en el SDG, se producirá n diferentes grados de hipocalcemia, debido
al hipoparatiroidismo como consecuencia de un anormal desarrollo de la cuarta
bolsa faríngea.11,12 Como se ha dicho, las células de la cresta neural también son
imprescindibles para la formació n de la mayor parte de la regió n crá neo-facial, de
manera que la alteració n en la migració n de dichas células, provoca
malformaciones craneofaciales graves, como ocurre en el SDG, donde observamos
alteraciones en la formació n labio-palatina (fisura palatina, incompetencia
velofaringea, etc.), ademá s de otras alteraciones faciales (nariz alargada con raíz
prominente, orejas de implantació n baja con ló bulos hipoplá sicos, fisuras
palpebrales estrechas, telecantos, retrognatia.
EXPERIMENTACIÓN:
10
la cabeza y el cuello (hueso, dientes, parénquima y estroma de timo, paratiroides y
tiroides)5. No obstante, mientras se realizaba la ablació n de una porció n de la CN
para el estudio de la inervació n parasimpá tica del corazó n, se obtuvieron
embriones sin septació n aó rtico-pulmonar, lo cual condujo a postular la existencia
de una porció n de la CN cuyas células tenían como destino final el tracto de salida
del corazó n, y se denominó a esta porció n “cresta neural cardiaca” (CNC)
La porció n conal proximal de los cojines endocá rdicos, que al protruir da origen a
la masa de las valvas semilunares, se forma a partir de células endocá rdicas locales
que, inducidas por el miocardio conal, sufren una transformació n epitelio-
mesenquimá tica. Mientras esta masa va protruyendo, van sufriendo un
remodelamiento, para dar origen a las vá lvulas semilunares (3 cú spides). Se han
encontrado CCN en los á pices de las cú spides de vá lvulas en estadios temprano de
su desarrollo en el rató n y el pollo, pero no en las vá lvulas maduras del rató n, por
lo cual se plantea que las células de la CNC son reemplazadas por células
mesenquimá ticas (que antes eran endocá rdicas) En el rató n, las células de la CNC
tienen un papel en el establecimiento de la arquitectura valvular adecuada,
posibilitando el remodelamiento valvular tardío y la apoptosis mesenquimá tica
11
La porció n conal distal de los cojines, que al protruir ayuda a formar la parte
proximal del septo aó rtico-pulmonar, se forma a partir de las células
mesenquimá ticas provenientes de los arcos faríngeos y por las células de la CNC
(sobre todo en los ratones).
La porció n troncal de los cojines endocá rdicos, que es la má s distal, tiene forma de
U invertida; ayuda a formar la parte distal del septo aó rtico pulmonar en un
sentido de distal a proximal, ya que sus prolongaciones protruyen de distal a
proximal; y se forma a partir de células de la CNC
Se ha observado que no todas las células de la CNC llegan hasta el tracto de salida
del corazó n, sino que algunas se quedan en la regió n de los arcos aó rticos, ya que si
bien no son necesarias para la formació n de estos arcos, sí lo son para su
remodelació n; otras se quedan a ese nivel para formar el mú sculo liso de las
arterias de los arcos, y otras contribuyen a la formació n del tracto de entrada del
corazó n (cerca al sistema conducente). Se sabe que las CCN proveen la totalidad de
la inervació n parasimpá tica cardiaca, y que son los miocardiocitos los que se
especializan para formar el sistema conducente cardiaco. Hay discusió n sobre si
algunas de las CCN ayudan a conformar el sistema conducente cardiaco, pues
aunque se han encontrado CCN en el tracto de entrada cerca del sistema
conducente en los embriones del pollo y del rató n, se han encontrado células
negativas para Mesp-1 en el sistema His-Purkinje; y se han encontrado CCN en el
sistema conducente central. Así que algunos consideran que no hay evidencia
suficiente. En lo que sí hay acuerdo es en que las CCN tienen un papel en el
desarrollo adecuado del sistema conducente, pues en los pollos con ablació n de la
CNC se produce un retardo en la maduració n de la funció n del sistema conducente;
12
y la deleció n de Hf1b en la CCN produce una disfunció n del receptor de
neurotropina trKC y consecuentemente una disfunció n de la conducció n atrial y
atrioventricular. De acuerdo a los hallazgos de todos estos estudios en modelos
animales, los defectos relacionados con la CNC podrían clasificarse en dos grandes
grupos: el de los causados por ausencia de la contribució n estructural directa de
las células de la CNC, y el de los causados por alteració n de la señ alizació n y/o
interacció n tisular secundaria a la ausencia de las células de la CNC
Existe una població n celular que contribuye a la formació n del tracto de entrada y
del tracto de salida cardiacos, ubicada en la faringe caudal ventral justo detrá s de
la unió n del tracto de salida a la faringe, a la cual se le ha denominado “segundo
campo cardiaco”. La disfunció n de estas células se asocia a defectos de mal
alineamiento ventrículo-arterial. En embriones con ablació n de la CNC, se observó
que los tractos de salida no septados tenían también dextroposició n, y que había
una proliferació n celular aumentada en el campo cardiaco secundario, lo cual llevó
a plantear que la proliferació n adecuada de estas células permite un alargamiento
del tracto de salida y secundariamente un correcto alineamiento VA. Ademá s, para
el desarrollo normal del campo cardiaco secundario se necesita la presencia de
células de la CNC, pues estas ejercen una regulació n de la actividad secretora en la
faringe, modulando la expresió n de FGF8 y por tanto la acció n sobre su receptor, y
esto a su vez permite mayor diferenciació n y supervivencia celular. El manejo de
modelos con deficiencia de la CCN con un bloqueador del receptor FGFR1, SU5402,
Ac anti-FGF8 lleva a un rescate del plegamiento, alineamiento del tracto de salida y
la funció n miocá rdica; pero no del tronco arterioso. Es decir, persiste la anomalía
producida por la falta estructural de la CCN y se rescata la señ alizació n.
Se sabe que la regió n cromosó mica 22q11 está flanqueada por secuencias de ADN
repetitivo, las cuales pueden llevar a entrecruzamiento no alélico durante la
meiosis (espermatogénesis u ovogénesis), y por tanto, a microdeleciones. La
13
deleció n má s comú n se encuentra en el 85% de los pacientes con SD22q11.2, tiene
un tamañ o de 3 millones de pares de bases y comprende aproximadamente 40
genes entre los cuales se encuentran el TBX1 (aparentemente el má s
correlacionado con el fenotipo), el HIRA y el UFD1L
2. Genética
14
progenitor son portadores de la misma en sus células somá ticas, y, evidentemente,
no son enfermos. Por otra parte, en el 10-15% restante de los casos, la deleció n se
hereda de uno de los dos progenitores, que a su vez la presentan en sus células
somá ticas, independientemente de las manifestaciones fenotípicas que presentan.
En conclusió n, se trata de un trastorno, que sigue un modelo de herencia
autosó mico dominante, pero caracterizado por la alta tasa de mutaciones de novo
y la expresividad variable.
Los cromosomas y los genes de una persona se evalú an analizando una muestra de
sangre. Durante el embarazo, se pueden usar células obtenidas por amniocentesis
o biopsia de vellosidades corió nicas para detectar ciertas anomalías cromosó micas
o genéticas en el feto. Si el feto tiene una anomalía, se pueden realizar má s pruebas
15
para detectar defectos congénitos específicos. Má s recientemente se ha
desarrollado una prueba de cribado prenatal en la que se analiza una muestra de
sangre de una mujer embarazada para determinar si el feto sufre ciertos
trastornos genéticos. Esta prueba se basa en el hecho de que la sangre de la madre
contiene una cantidad muy pequeñ a de ADN del feto. Esta prueba se denomina
cribado prenatal no invasivo (NIPS, por sus siglas en inglés) o aná lisis de ADN fetal
sin células. Las pruebas de cribado prenatal no invasivo se pueden utilizar para
detectar un riesgo aumentado de trisomía del par 21síndrome de Down, trisomía
del par 13 o trisomía del par 18.
Prevenció n
16
Uno de los mecanismos de variabilidad que parece tener má s peso son los
llamados genes modificadores como:
17
Por otra parte, los ratones homocigotos TBX1-/- muestran una amplia gama de
anomalías del desarrollo, que abarcan casi la totalidad de las características del
SDG, incluyendo hipoplasia del timo y paratiroides, anomalías del tracto de salida
cardíaco, estructuras faciales anormales, malformaciones vertebrales y paladar
hendido:
Este estudio tiene como objetivo describir e ilustrar una metodología de aná lisis
para estudios de desarrollo infantil. En este estudio, el desarrollo infantil se ha
18
medido a través de encuestas que tienen en cuenta 6 hitos motores y 8 hitos de
lenguaje. La metodología propuesta consiste en tres elementos fundamentales: un
Índice de Desarrollo Infantil (IDI) que permite caracterizar y comparar
poblaciones, un aná lisis preliminar para definir un modelo adecuado y minimizar
el efecto de confusió n y un aná lisis final para investigar la relació n entre el
desarrollo infantil y los factores que influyen en él.
3. DEFECTOS CARDIACOS
Cómo determinar en el estudio ecográfico la posición del corazón fetal
19
Recordemos que, hasta el momento de la gastrulació n, el embrió n es
bilateralmente simétrico y al comenzar esta, se ponen una serie de mecanismos en
marcha que provocan la incurvació n del tubo cardíaco hacia la derecha; seguida de
una incurvació n asimétrica del tubo digestivo, lo que hace posible la asimetría
también de hígado, bazo y la lobulació n de los pulmones.
· DATVP,
· VCSI persistente,
· TGV,
· Ventrículo ú nico,
· Estenosis pulmonar,
20
· Continuidad de la vena á cigos en la VCI.
21
Defectos en la septación cardíaca
Defectos del tabique interauricular: Las variantes anató micas má s frecuentes que
se reconocen como causantes de este defecto son las debidas a una reabsorció n
excesiva del tejido que rodea el foramen secundum o un crecimiento hipoplá sico
del septum secundum, aunque también puede ser provocada por la falta de unió n
entre el borde libre del septum primum y los cojinetes endocá rdicos. Existen
muchas variantes de este defecto; que puede ir desde una aurícula ú nica, defecto
este grave y generalmente asociado a otras malformaciones, hasta la presencia de
canal auriculoventricular.
Los genes que participan en la formació n del tabique interauricular son numerosos
(Nkx2-5, GATA4 y Tbx5). Los defectos septales auriculares se asociancon
frecuencia con alteraciones del cromosoma 21. La relació n entre la Trisomía 21 y
los defectos septales entre aurículas y ventrículos es comú n, ademá s de una
relació n estrecha con la presencia de canal auriculoventricular. Es por esta razó n,
que al diagnosticar un defecto septal, el ecografista debe buscar ademá s otros
hallazgos que puedan ayudar al diagnó stico del síndrome de Down: pliegue nucal
aumentado, hipoplasia del hueso nasal, ecogenicidad intestinal aumentada, signos
de atresia duodenal, clinodactilia, orejas pequeñ as, entre otros.
22
Los defectos de septació n ventricular representan el defecto cardíaco má s
frecuente en los niñ os, casi 70 % afecta a la porció n membranosa del tabique
interventricular. Muchas de las mutaciones causantes de defecto en el tabique
interauricular, pueden ser causa ademá s de alteraciones en la formació n del
tabique interventricular.
23
contribuir a la formació n de la porció n membranosa del tabique interventricular.
Este defecto se acompañ a de defectos en él; por lo que se puede encontrar en
cualquiera de los síndromes genéticos mencionados en los defectos de septació n.A
24
Entre los síndromes genéticos que pueden relacionarse con estas alteraciones, se
encuentra el ya mencionado síndrome de Noonan, frecuentemente acompañ ado de
estenosis pulmonar. Los síndromes de William y Marfá n, se asocian a estenosis
valvular aó rtica. En este ú ltimo, síndrome con patró n de herencia autosó mico
dominante; donde se cree que puede existir mutaciones en el gen de la fibrilina
FBN1, pueden hallarse prenatalmente: catarata, paladar hendido, escoliosis y
hemivértebras.
25
Este síndrome se caracteriza ademá s por la presencia de atresia biliar, sospechada
siempre ante la ausencia de la vesícula durante varios estudios ecográ ficos.Otra de
las asociaciones descritas en relació n con esta malformació n es el Síndrome de
Costello. Las referencias bibliográ ficas actuales lo describen dentro de los
síndromes neuro-cardio-facio-cutá neos, caracterizados por presentar rasgos
dismó rficos muy semejantes, cariotipo normal y base etiopatogénica e incluso
molecular comú n, determinada por hiperactivació n de la vía de transducció n Ras-
MAPK, resultado de una mutació n en el protooncogen HARS. Este síndrome se
asocia a defectos en los tabiques interauriculares e interventriculares, estenosis
pulmonar y tetralogía de Fallot, entre otras.
En un examen ecográ fico prenatal del corazó n fetal, también podemos diagnosticar
defectos en la formació n del arco aó rtico; para lo cual resulta de gran utilidad
realizar la vista ecocardiográ fica de los tres vasos. Entre las malformaciones má s
frecuentes se encuentra la coartació n de la aorta, con sus dos variantes preductal y
posductal. La embriogénesis de la cuá l no se encuentra muy bien descrita, pero sí
su asociació n a síndromes genéticos como la Trisomía 21, el Síndrome de DiGeorge
y el Turner.Al realizar la vista ecocardiográ fica de cuatro cá maras encontraremos
un aumento de las cavidades derechas y en los tres vasos observaremos una
arteria aorta de pequeñ o calibre, si realizamos una bú squeda del arco aó rtico
podremos observar un istmo hipoplá sico que encuentra presente en el 80 por
ciento de las coartaciones. Al realizar la vista ecocardiográ fica del eje largo de la
aorta y utilizar estudio Doppler, se podrá identificar el segmento hipoplá sico.La
presencia de tumores intracardiacos son masas casi siempre mú ltiples que pueden
comprometer el endocardio, miocardio y epicardio. Los que má s frecuentemente
se reportan son del tipo Rabdomiomas, aunque también existe incidencia
reportada de fibromas y teratomas. Constituyen una alteració n de fá cil diagnó stico
26
al realizar la vista ecocardiográ fica de cuatro cá maras. También puede encontrarse
asociada a enfermedad congénita, en este caso, esclerosis tuberosa. El patró n de
herencia de esta afecció n es autosó mico dominante, aunque dos terceras partes de
los casos son mutaciones nuevas en familias no comprometidas. En el diagnó stico
de esta afecció n suele ser el defecto cardíaco, el primer signo que hace sospechar.
Se informa que entre 40 y 68% de los fetos con Rabdomiomas cardíacos pueden
presentar esta enfermedad.
27
tímica pudieran solaparse, la determinació n del índice de masa corporal ayudaría a
descartar la posibilidad de MPE en los niñ os con sospecha clínica de
inmunodeficiencia por disminució n del tamañ o del timo. En el anuario estadístico
de salud de Cuba no se recogen datos de incidencia/ prevalencia de hipoplasia
tímica. En el Instituto de Hematología e Inmunología, centro rector de la
Inmunología clínica en Cuba, en un añ o calendario (Octubre 2015/Octubre 2016),
en las consultas de inmunología pediá tricas se atendieron un total de 3 283
pacientes. De ellos 105 casos fueron diagnosticados con la entidad, dentro de los
cuales, el mayor nú mero presentaban hipoplasia tímica no asociada a
inmunodeficiencia celular ni a MPE.
28
DiGeorge muestran la misma implicació n de ó rganos. Un ó rgano dado puede no
estar involucrado, o estar involucrado de una manera tan ligera que el ó rgano
aparenta ser normal. Los parientes con el Síndrome DiGeorge pueden tener uno o
todos los siguientes: Apariencia Facial - Los niñ os afectados pueden tener un
arqueo hacia arriba de la boca, una barba subdesarrollada, los ojos un tanto
inclinados hacia abajo, posició n baja de las orejas y porciones defectuosas de las
partes superiores de los ló bulos de las orejas. Estas características faciales varían
en gran medida de un niñ o a otro y pueden no ser muy prominentes en muchos
niñ os afectados. Anormalidades de la glá ndula paratirodea - Los niñ os afectados
pueden presentar glá ndulas paratiroideas subdesarrolladas (hipoparatiroidismo).
Las paratiroides son pequeñ as glá ndulas que se encuentran en el cuello cerca de la
glá ndula tiroides (de ahí el nombre “paratiroides”). Funcionan para controlar el
metabolismo normal y los niveles de calcio sanguíneo. Los niñ os con el Síndrome
DiGeorge pueden tener problemas en mantener los niveles normales de calcio, y
esto puede provocar que sufran ataques (convulsiones). En algunos casos, la
anormalidad paratiroidea es relativamente ligera o no se presenta. El defecto
paratiroideo puede volverse menos severo con el tiempo. Defectos del corazó n -
Los niñ os afectados pueden tener una variedad de defectos de corazó n (o
cardiacos). Estas anormalidades involucran principalmente a la aorta y a la parte
del corazó n de la que se desarrolla la aorta. De la misma manera que con otros
ó rganos afectados en el Síndrome DiGeorge, los defectos del corazó n varían de
niñ o a niñ o. En algunos niñ os, los defectos del corazó n pueden ser muy ligeros o no
existir. Anormalidades de la glá ndula timo - Los infantes y niñ os afectados pueden
tener anormalidades en el timo. La glá ndula timo se encuentra normalmente en la
parte superior del frente del tó rax. Sin embargo, el timo comienza su desarrollo en
la parte superior del cuello durante los primeros tres meses de desarrollo en el
ú tero. Al ir madurando y creciendo el timo, este cae al tó rax a su lugar final debajo
del hueso del pecho y encima del corazó n. El timo controla el desarrollo y
maduració n de un tipo de linfocitos, los linfocitos T (la “T” es por “Timo”). Los
linfocitos T son esenciales para resistir a ciertas infecciones por virus y hongos.
Los linfocitos T ayudan también a los linfocitos B a desarrollarse en células
plasmá ticas y producen inmunoglobulinas o anticuerpos (véase capítulo del
Sistema Inmune Normal). Los pacientes con el Síndrome DiGeorge pueden
29
presentar defectos en las funciones de sus linfocitos T, y como resultado, tienen
una mayor susceptibilidad a infecciones por virus, hongos y bacterias. De la misma
forma que en otros defectos en el Síndrome DiGeorge, los defectos de los linfocitos
T varían de paciente a paciente. Por otra parte, las deficiencias pequeñ as o ligeras
pueden desaparecer con el tiempo. Características clínicas varias - ademá s de las
características ya mencionadas, los pacientes con el Síndrome DiGeorge pueden en
ocasiones tener una variedad de otras anormalidades del desarrollo incluyendo
paladar hendido, funció n impedida del paladar, aparició n tardía del habla y
dificultad para comer y deglutir. Ademá s, algunos pacientes presentan problemas
de aprendizaje e hiperactividad.
Aplasia/Hipoplasia tímica y deficiencia inmune
En casos excepcionales (≤1%), se produce una aplasia tímica, por lo que la deficiencia
inmune es importante y se revela poco después del nacimiento. Esta es una
inmunodeficiencia combinada grave, que se manifiesta fundamentalmente por el gran
número de infecciones, a menudo mortales, que sufren estos pacientes, y por lo tanto
una emergencia diagnóstica y terapéutica absoluta.
Es má s comú n sin embargo, que se trate de una hipoplasia tímica, o bien que el
timo no haya migrado a su lugar apropiado en la cavidad torá cica. Esto conduce a
una inmunodeficiencia leve-moderada, que se presenta principalmente como una
mayor vulnerabilidad a las infecciones, principalmente del tracto respiratorio
superior y del oído.
Descripción general
30
El síndrome de Digeorge, que también se conoce como «síndrome de deleció n del
cromosoma 22q11.2», un término má s amplio y preciso, es un trastorno causado
por la falta de una pequeñ a parte del cromosoma 22. Esta deleció n provoca el
desarrollo insuficiente de varios sistemas del cuerpo.
Esta enfermedad rara afecta a uno de cada 4000 recién nacidos .Provocada por la
pérdida de una regió n del cromosoma 22 que afecta a unos 30 genes ,la gravedad y
la afecciones de esta patología varía mucho de una persona a otra.
síntomas
31
posible que otros no sean evidentes hasta má s adelante en la lactancia o la infancia
temprana.
32
● En el nacimiento. Si cuando el bebé nace le detectan ciertas enfermedades
(un defecto cardíaco grave, hendidura del paladar o una combinació n de
otros factores típicos del síndrome de deleció n del cromosoma 22q11.2), es
probable que le realicen pruebas de diagnó stico antes de que abandone el
hospital.
● En consultas de control del niño sano. Tu médico de cabecera o pediatra
puede sospechar de este trastorno por una combinació n de enfermedades o
trastornos que se manifiestan con el tiempo. El médico puede notar otros
problemas durante las consultas regulares de control del niñ o sano o los
chequeos anuales de tu hijo.
Causas
Todos tenemos dos copias del cromosoma 22, una heredada de cada progenitor. Si
una persona tiene síndrome de Digeorge (síndrome de deleció n del cromosoma
22q11.2), a una copia del cromosoma 22 le falta un segmento que consta,
aproximadamente, de 30 a 40 genes. Muchos de estos genes aú n no se han
identificado claramente ni se comprenden. La regió n del cromosoma 22 que se
elimina en el síndrome de Digeorge se denomina «22q11.2».
Complicaciones
33
alteraciones durante el desarrollo fetal. Los problemas frecuentes que se producen
a causa del síndrome de deleció n del cromosoma 22q11.2 comprenden:
34
un rostro relativamente largo, la punta de la nariz agrandada (bulbosa) o un
surco corto o aplanado en el labio superior.
● Problemas de aprendizaje, de comportamiento y de salud mental. La
deleció n del cromosoma 22q11.2 puede causar problemas en el desarrollo y
la actividad del cerebro, lo que provoca problemas de aprendizaje, sociales,
del desarrollo o de conducta. Los retrasos en el desarrollo del habla y las
dificultades de aprendizaje en niñ os pequeñ os son frecuentes. Algunos
niñ os presentan trastorno por déficit de atenció n con hiperactividad
(TDAH) o trastorno del espectro autista. El riesgo de padecer depresió n,
trastornos de ansiedad y otros trastornos mentales aumenta a una edad
má s avanzada.
● Trastornos autoinmunitarios. Las personas que, en la infancia, tuvieron
una funció n inmunitaria deficiente, debido a un timo pequeñ o o a la falta de
esta glá ndula, también pueden presentar un mayor riesgo de tener
trastornos autoinmunitarios, como la artritis reumatoide o la enfermedad
de Graves.
● Otros problemas. Hay una gran cantidad de afecciones que pueden
relacionarse con el síndrome de deleció n del cromosoma 22q11.2, como
deterioro auditivo, visió n deficiente, problemas respiratorios, funció n renal
deficiente y estatura relativamente baja en comparació n con la de la familia.
Prevención
4.1 HIPOPARATIROIDISMO
El síndrome de DiGeorge es una enfermedad en la cual el hipoparatiroidismo se
presenta a causa de la ausencia total de las glá ndulas paratiroides al nacer. Esta
35
enfermedad incluye otros problemas de salud ademá s de hipoparatiroidismo.
Suele diagnosticarse en la infancia.
Como consecuencia, los niveles de calcio disminuyen mientras que los de fó sforo
aumentan muy por encima de lo normal. Aunque el hipoparatiroidismo puede
aparecer como una patología aislada, en ocasiones, suele estar asociada a otro tipo
de enfermedades.
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● Ademá s de estas causas, existen otras en las que pueden intervenir
diferentes síndromes (síndrome de DiGeorge, síndrome HDR, etc.) o
trastornos (mitocondriales o de gen desconocido).
● No nos podemos olvidar, en ningú n caso, de aquellas circunstancias en los
que el hipoparatiroidismo aparece debido a casos aislados (como
mutaciones en PTH o CasR, entre otras).
Complicaciones
Ahora que ya hemos visto qué puede provocar un diagnó stico con
hipoparatiroidismo, es el momento de que abordemos las complicaciones que
pueden presentarse.
Entre ellas podemos empezar con aquellas que podemos considerar como menos
graves. Por ejemplo, la presencia de piel muy seca que llega a formar escamas,
calambres musculares y hormigueo en las extremidades.
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patología. Sin embargo, se pueden poner en prá ctica algunas medidas que nos
pueden ayudar a abordar este problema antes de que vaya a má s.
Por ejemplo, si tenemos una cirugía programada para la tiroides o el cuello y justo
tras esta empezamos a notar hormigueo en las extremidades o algunos de los
síntomas má s leves que hemos descrito anteriormente, es necesario poner esto en
conocimiento del médico. De esta manera, podremos iniciar un tratamiento rá pido
que evite que el hipoparatiroidismo progrese y nos termine afectando de forma
má s grave.
Actuar rá pido ayudará a que nos puedan realizar un diagnó stico precoz adecuado
que determine si tenemos o no hipoparatiroidismo.
Hay que tener en cuenta que una vez la enfermedad empieza a afectar los ojos
(provocá ndose cataratas o haciendo que se empiecen a formar depó sitos de calcio
en tejidos como el cerebro -lo que causa convulsiones o desvanecimientos-), es
muy difícil de revertir.
De ahí la necesidad de centrarnos en la prevenció n y en el diagnó stico precoz.
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hormona de crecimiento (GHD) no se ha descrito conjuntamente con esta
diagnosis. Se estudió 4 pacientes con una microdeleció n 22q11.2 con estatura
corta, se encontró anormalidades de crecimiento, hormona-insulina-como eje del
factor de crecimiento I.
Los niñ os con microdeleció n 22q11.2 parecen estar en un mayor riesgo para las
anormalidades pituitarias. Por lo tanto, esos niñ os con microdeleció n 22q11.2 y la
estatura corta o el crecimiento pobre deben ser evaluados para reemplazo
hormonal, como terapia de hormona de crecimiento de reemplazo puede mejorar
su velocidad de crecimiento y predicció n de altura final.
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primeros añ os. Estos déficits se hacen má s evidentes en edades escolares
avanzadas. La mayoría de los pacientes con delecció n 22q11 tienen un nivel
intelectual dentro del rango normal (CI entre 70-84). El 55% de ellos tienen un CI>
71, alrededor del 33% tienen discapacidad intelectual leve (CI 55-69) y menos del
10% tienen un retraso moderado a severo. La mayoría de los niñ os con SDG
pueden llevar a cabo un desarrollo escolar dentro de la normalidad, aunque a un
ritmo má s lento o con apoyos adicionales.
LACTANCIA Y PRIMERA INFANCIA (0 – 6 AÑOS)
Durante este periodo los niñ os con SD.22Q11.2 muestran un patró n típico de
retraso en las á reas motora, lingü ística y cognitiva. En la mayoría de ellos se da un
cierto retraso motor (retraso en la adquisició n de los hitos del desarrollo). Ya
desde el periodo neonatal pueden presentar dificultades en la adquisició n de
fuerza y coordinació n motora necesarias para realizar los movimientos bá sicos. La
mayoría de estos niñ os son capaces de adquirir la ambulació n independiente entre
los 18-24 meses. . Este retraso en el desarrollo motor se atribuye
fundamentalmente a la hipotonía, que está presente entre el 54- 85% de los niñ os
con este síndrome. Se recomienda, por tanto, el tratamiento psicomotor
(estimulació n temprana) desde las primeras edades.
Las dificultades en la alimentació n es otra constante en muchos de los lactantes
con SD22Q11. Pueden presentar problemas de succió n y deglució n, coordinació n
oromotora y regurgitació n nasal. Estos problemas se deben a diferentes factores
como la hipotonía, problemas de coordinació n e insuficiencia velofaríngea (IVF).
En el caso de que sean realmente graves, se recomienda la valoració n y el
seguimiento por un foniatra o logopeda experimentado en este terreno. Ademá s,
puede requerir un plan de tratamiento que asegure el aporte alimenticio, que en
los casos má s acusados incluirá alimentació n con sonda nasogá strica.
El retraso del desarrollo del lenguaje es uno de los aspectos o manifestaciones má s
frecuentes y comunes en niñ os con SD22Q11. Habitualmente, hasta los dos añ os no
dicen sus primeras palabras, o incluso má s tarde; la mayoría de ellos presentan
problemas en la articulació n del lenguaje, como pueden ser un tono de voz alto, o
bien una voz ronca, y errores compensatorios de la articulació n del lenguaje. Este
retraso del habla se debe igualmente a mú ltiples factores, como la IVF y el retraso
en el desarrollo psicomotor. Es, por tanto, importante estimular el desarrollo del
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lenguaje desde una edad temprana, como aspecto clave para fomentar y favorecer
el desarrollo, la comunicació n con los demá s y el aprendizaje en general. Por
nuestra experiencia, el uso de gestos espontá neos y el lenguaje de signos en
combinació n con el lenguaje oral. Una IVF estructural o funcional grave, con una
marcada voz nasal, puede requerir una correcció n quirú rgica (faringoplastia).
Actualmente existe cierto debate acerca de la edad ó ptima para realizar este
procedimiento.
Es habitual que en el periodo comprendido entre la lactancia y la edad preescolar
se manifieste un cierto grado de discapacidad intelectual que puede variar desde
un grado leve (cociente intelectual -CI-, entre 70 y 84) hasta un grado má s
significativo (CI inferior a 70), que se puede dar en el 80% de los niñ os en este
rango de edad. Solo un 20% consigue un nivel de desarrollo medio (CI superior a
85). . En el periodo preescolar, en torno a una tercera parte de estos niñ os son
diagnosticados con discapacidad intelectual leve (CI en un rango de 54 a 70), otra
tercera parte en un rango de inteligencia límite o borderline (CI en un rango de 71
a 84), y la tercera parte restante en un rango normal (CI en un rango de 85 a 105).
Este retraso en diferentes aspectos del desarrollo motor, lingü ístico y cognitivo
repercute en otros aspectos del desarrollo, como en las habilidades de juego y de
interacció n social.
EDAD ESCOLAR (6 - 12 AÑOS) Y ADOLESCENCIA (12 – 18 AÑOS)
En la edad escolar la mayoría de estos niñ os presentan problemas de aprendizaje,
especialmente en las á reas de la comprensió n de la lectura, de las matemá ticas y en
la resolució n de problemas. En el aspecto cognitivo y de comportamiento en el
SD22Q11, se incluyen como puntos fuertes el cociente intelectual verbal, la
comprensió n verbal, la percepció n verbal y auditiva, la memoria, el aprendizaje
mediante la memoria verbal repetitiva (memorizar repitiendo muchas veces de
forma verbal lo que se quiere aprender), la atenció n dirigida a un solo punto, el
reconocimiento de la escritura, la afectividad y la facilidad para imitar lo que
observan a su alrededor. Como puntos débiles, destacan el procesamiento no
verbal, las habilidades visomotoras, las habilidades de organizació n visoespacial, la
resolució n de problemas, el aprendizaje y la comprensió n de material nuevo y
complejo, el funcionamiento ejecutivo y los problemas de atenció n, la comprensió n
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de la lectura y las matemá ticas, las escasas habilidades sociales y el manejo de las
emociones.
HABILIDADES ACADÉMICAS
Estudios en personas sin SD22Q11 muestran que los niñ os con problemas de
aprendizaje de las matemá ticas también presentan limitaciones en el
reconocimiento visoespacial. Las dificultades en el aprendizaje de las matemá ticas
en niñ os con el síndrome podrían, por tanto, estar asociadas con sus problemas o
limitaciones de las habilidades visoespaciales. Debido a sus dificultades para
establecer relaciones visoespaciales (secuencias de nú meros, elementos, etc.) y
para la organizació n, es importante explicarles las cosas mediante instrucciones
verbales, de forma repetida, a la vez que se les muestra material estructurado que
ellos puedan sentir, ver y manejar sobre el tema explicado.
HABILIDADES NEUROCOGNITIVAS
La mayoría de los niñ os con SD22Q11 tienen mermadas sus habilidades
visoespaciales y de organizació n visual, a la vez que pueden presentar problemas
de atenció n y de la memoria de trabajo (memoria a corto plazo u operativa). Se han
descrito también trastornos de déficit de atenció n e hiperactividad en algunos
niñ os con SD22Q11.
Con frecuencia estos niñ os pueden presentar otros factores añ adidos que
interfieren en el proceso del aprendizaje: Impulsividad (actuar sin considerar las
consecuencias de su acció n, o elegir la primera solució n que se les ocurre),
distractibilidad (tendencia a fijarse en detalles menores y pasar por alto los
detalles importantes), perseverancia excesiva (repetició n de una actitud o
comportamiento debido a la incapacidad de cambiar su respuesta motora o verbal,
o cambiar de tema o actividad), e hiperactividad (actividad motora excesiva).
HABILIDADES SOCIALES
Un aspecto importante en la evolució n social y emocional de los niñ os y
adolescentes con SD22Q11 es que presentan un alto riesgo de desarrollar
trastornos sociales, emocionales, y del cará cter o del humor. Resulta evidente que
las personas con SD22Q11 muestran problemas de internalizació n, tales como una
actitud de retraimiento, depresió n, ansiedad y tendencia a desarrollar
comportamientos obsesivos y/o compulsivos. La dependencia que estos niñ os y
adolescentes muestran de otras personas les hace vulnerables y a menudo
inseguros ante situaciones sociales nuevas.
La participació n en grupos juveniles, grupos de actividades deportivas o grupos de
las redes sociales puede ayudarles a mejorar sus habilidades sociales. Es
importante que previamente mejoren su comprensió n no verbal, cuando
experimenten esta deficiencia de forma explícita.
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Tract) son el resultado de una alteració n en el desarrollo embrioló gico del aparato
urinario.
Las anomalías del parénquima renal incluyen la agenesia renal, la hipoplasia renal
y la displasia renal. La agenesia renal se define como la ausencia de riñ ó n y uréter.
La hipoplasia y la displasia renal son términos histopatoló gicos. La hipoplasia se
define como la disminució n en el nú mero de nefronas, a menudo só lo un 20-30%
del nú mero normal, asociada a hipertrofia glomerular y tubular, y alteraciones en
la membrana basal y la cá psula de Bowman. Se habla de displasia renal ante la
presencia en el parénquima renal de elementos displá sicos tales como la fibrosis
intersticial, la presencia de tú bulos primitivos (en ocasiones con dilataciones
quísticas) o la presencia de tejido no renal. Habitualmente la hipoplasia y la
displasia renal van asociadas. En la prá ctica clínica hablamos de hipodisplasia
renal ante un paciente con unos riñ ones pequeñ os, mal diferenciados o
hiperecogénicos, de origen congénito. La hipodisplasia renal puede estar asociada
a otras CAKUT. La forma má s grave de displasia renal es la displasia renal
multiquística que consiste en la sustitució n del parénquima renal funcionante por
quistes no comunicantes de distinto tamañ o.
Las anomalías del tracto urinario superior e inferior incluyen el doble sistema
excretor, la estenosis de la unió n pieloureteral, el megauréter estenó tico por
estenosis de la unió n ureterovesical, el reflujo vesicoureteral, el uréter ectó pico, el
ureterocele, la extrofia vesical y las vá lvulas de uretra posterior.
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problemas de aprendizaje, trastorno por déficit de atenció n con o sin
hiperactividad (tda-h) y
Discapacidad intelectual
PROBLEMAS DE LOCUCIÓN
Una disfunció n del velo del paladar, posiblemente agravada por las anomalías
anató micas (paladar hendido, velo del paladar corto, ú vula corta y bífida)
conllevan frecuentemente dificultades de locució n: problemas en la articulació n
del lenguaje (dificultades fonoló gicas) y/o rinolalia (voz hipernasal) que requieren
una reeducació n logopédica y, en ocasiones, una intervenció n quirú rgica específica
(faringoplastia). La rinolalia puede hacer el habla ininteligible, con el consiguiente
riesgo de sufrimiento psicoló gico y de aislamiento.
DEFICIENCIAS AUDITIVAS
Los problemas auditivos (otitis recurrente, anomalías del oído externo, medio,
interno, etc.) pueden dar lugar a sordera de transmisió n, con una gravedad de leve
a media y má s raramente a una sordera de percepció n. En los casos má s graves, la
colocació n de un audífono permite compensar la deficiencia auditiva, aunque en
niñ os y adolescentes puede tener repercusiones psicoló gicas
DIFICULTADES DE MOTRICIDAD
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Los problemas motores pueden provocar torpeza en la ejecució n de los
movimientos. Una hipotonía puede dar lugar a un ligero retraso del desarrollo y
lentitud.
PROBLEMAS PSICOPATOLÓGICOS
PROBLEMAS METABÓLICOS
PROFESIONALES SANITARIOS
- Logopeda
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- Fisioterapeuta
Desde los primeros añ os de vida, las sesiones de fisioterapia pueden ser necesarias
para incrementar la tonicidad muscular del tronco (hipotonía axial): estas sesiones
contribuyen a adquirir má s rá pidamente el control de la cabeza, la posició n de
sentado, el paso de la posició n de sentado a tumbado, la marcha, etc. y permiten
aliviar los dolores musculoesqueléticos (pies, rodillas, espalda, etc.) En caso de
escoliosis, el manejo de forma regular por un fisioterapeuta es indispensable.
Aquellos niñ os pequeñ os que padecen infecciones ORL recurrentes podrían
requerir sesiones de fisioterapia respiratoria. Tanto el especialista del centro de
referencia como el médico de atenció n primaria, el ortopeda, el reumató logo, e
incluso el especialista en medicina funcional, pueden orientar al afectado acerca de
otros profesionales sanitarios de referencia
- Psicomotricista
-Ortoptista
- Dietista
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Este profesional sanitario puede complementar a un médico nutricionista para
ayudar a los niñ os, tras una intervenció n, a restablecer la alimentació n oral. Del
mismo modo, puede asistir a los niñ os con trastornos alimentarios (TCA), y
susceptibles de tener sobrepeso.
Debido a que el desarrollo del ojo a menudo refleja el desarrollo de los ó rganos y
tejidos del cuerpo (considerado como un todo), numerosos defectos somá ticos
congénitos se reflejan en el ojo, por lo que un examen ocular cuidadoso, realizado
poco después del nacimiento, puede sugerir la necesidad de practicar
procedimientos ulteriores de investigació n (la respuesta subjetiva se limita a
seguir una luz que se mueve).
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La ausencia de antecedentes familiares positivos no es prueba de que el defecto no
se localiza en el plasma germinal.
Pueden producirse otros defectos congénitos por impedimento del desarrollo del
embrió n; por ejemplo, los mú ltiples defectos que acompañ an a una infecció n de
rubéola de la madre durante los 3 primeros meses del embarazo. En este caso, el
niñ o puede padecer cualquiera o todas las siguientes alteraciones: cataratas,
cardiopatías, sorderas, microcefalia, microftalmia y deficiencia mental. Los
defectos oculares son frecuentes en pará lisis cerebral.
Anoftalmia
Ciclopía
La ciclopía es una rara fusió n a nivel de la línea media de las estructuras oculares
en desarrollo, que se acompañ an de defectos generalizados del cerebro anterior y
del crá neo; por lo general no es compatible con la vida, ya que se transmite con un
gen recesivo letal.
Colobomas Palpebrales
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Una hendidura unilateral del pá rpado superior constituye el tipo má s comú n de
coloboma palpebral.
Microftalmia
Con mucha frecuencia también se presentan anomalías somá ticas agregadas, por
ejemplo, polidactilia, sindactilia, pie zambo, riñ ó n poliquístico, hígado poliquístico,
paladar hendido y meningoencefalocele. La microftalmia casi siempre se
determina en forma genética con má s frecuencia con cará cter recesivo pero en
ocasiones puede ser dominante.
Defectos corneales
La Megalocórnea
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Es una có rnea agrandada con funció n normal la cual suele transmitirse con
cará cter recesivo ligado al sexo. Debe ser diferenciada del glaucoma infantil. Por lo
general no se acompañ a de otros defectos.
El coloboma del iris es inicio del cierre incompleto de la hendidura ocular fetal y
suele situarse hacia abajo y hacia la línea media (nasal) y también puede asociarse
al coloboma del cristalino, de la coroides y del nervio ó ptico.
La aniridia (ausencia del iris) es una anomalía rara, que a menudo acompañ a al
glaucoma secundario, y se hereda con cará cter autosó mico dominante.
El color del iris se determina por la herencia. Las anomalías por el color incluyen al
ALBINISMO, que es la ausencia de pigmentació n normal de las estructuras oculares
y con frecuencia se acompañ an de mala agudeza visual y nistagmo, y la
HETEROCROMÍA, que es una diferencia de color en los 2 ojos, la cual puede ser un
defecto primario del desarrollo sin pérdida funcional o puede ser secundaria a un
proceso inflamatorio.
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Anomalías del Cristalino
Las anomalías del cristalino que se observan con má s frecuencia son las cataratas,
aunque puede haber desarrollo anormal del mismo formando colobomas o
subluxació n, como se ve en el Síndrome de Marfan.
Coroides y Retina
Albinismo
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error significativo de refracció n, nistagmo y fotofobia intensa. Las pestañ as y las
cejas son blancas, la conjuntiva hiperémica, los iris son grises o rojos, y la pupila
tiene aspecto rojo. El tratamiento consiste en mejorar la fotofobia mediante
anteojos ahumados o con lentes de contacto opacos con una zona central clara de
2-3 mm de diá metro.
Síndrome de Marfán
6. Paladar gó tico
Por lo general, los cristalinos se luxan y se afecta la agudeza visual debido a que el
paciente no ve a través del cristalino.
Osteogénesis Imperfecta
Esta rara afecció n se caracteriza por fragilidad excesiva de los huesos y laxitud de
los ligamentos, con fracturas frecuentes y luxaciones, defectos dentarios, sordera y
escleras azules. El color azul es má s oscuro en las porciones anteriores de las
escleró ticas por encima de los cuerpos ciliares. Se cree que se deba a que la
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escleró tica se encuentra demasiado delgada, y permanece inalterada durante la
vida.
53
intelectual verbal disminuido serían predictores de la aparició n de un trastorno
psicó tico 12, 13. Estos mismos factores se correlacionaron positivamente con la
gravedad de los síntomas positivos en la psicosis
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Existe, ademá s, un fenó meno de epistasis entre estos 2 genes mencionados, en que
la deficiencia de PRODH induce un aumento en la expresió n de COMT en la corteza
prefrontal. Este mecanismo de compensació n estaría disminuido en pacientes con
SD, alterando la regulació n de los niveles de dopamina y exponiéndose a un mayor
riesgo de síntomas psicó ticos3.
El gen TBX1, factor activador de la transcripció n miembro de la familia de genes T-
Box, tiene un rol esencial en la organogénesis y ha sido ampliamente vinculado a
las demá s manifestaciones del síndrome, pero no se ha logrado relacionar con
psicosis ni otro síntoma psiquiá trico20.
Para finalizar, cabe destacar que recientemente se publicó un estudio que señ ala la
duplicació n del segmento 22q11.2 como un factor protector de esquizofrenia 23.
Esto sería una prueba má s de que los genes contenidos en esa zona tienen una
directa relació n con los síntomas psicó ticos.
Aspectos conductuales, psicoló gicos y psiquiá tricos.
Las personas que padecen síndrome de DiGeorge pueden presentar o desarrollar
diferentes alteraciones del comportamiento. Se señ ala una incidencia de trastornos
psiquiá tricos por debajo del 20% en esta població n.
Los trastornos conductuales se manifiestan a medida que el niñ o crece haciéndose
má s evidentes al ingreso escolar, en la pubertad y durante la adolescencia.
Es necesario que tanto el equipo de salud como los padres estén informados para
así poder detectar la presencia de cambios en el comportamiento o el desarrollo de
diferentes trastornos para poder así intervenir y tratarlos correctamente.
Dentro de los trastornos psiquiá tricos má s comunes se encuentran:
Déficit de Atenció n con o sin Hiperactividad.
Trastorno Generalizado del Desarrollo.
Trastornos Depresivos (trastorno distímico, bipolar, esquizofrenia, trastorno de
ansiedad generalizada).
En este síndrome genético la COMT (catecol o metiltransferasa) juega un rol
importante en la degradació n de la dopamina y norepinefrina, se sabe que estos
neurotransmisores participan en la manifestació n de la conducta y la cognició n
jugando un rol importante en el desarrollo de síntomas psiquiá tricos.
55
4.9 TRASTORNOS FUNCIONALES PEDIÁ TRICOS
El conocimiento de la anomalía de DiGeorge (Tabla I), descrita inicialmente como
síndrome en pacientes con hipoparatiroidismo congénito en los que se demostró
hipoplasia de timo en la autopsia(8), llevó a una explosió n de los conocimientos en
inmunidad celular que eclipsaron cualquier otro problema relacionado con esta
anomalía. El reconocimiento progresivo de una heterogeneidad etioló gica (Tabla
II), en la producció n de un idéntico fenotipo, sugirió que se trataba de un defecto
de un “campo o zona de desarrollo”, posiblemente en las células de la cresta neural
cefá lica. La microdeleció n submicroscó pica intersticial en 22q11.21- 11.23 se
encontró por primera vez en pacientes con anomalía de DiGeorge y actualmente
con técnica de FISH (hibridació n con fluorescencia in situ) se ha demostrado que
está presente en un 80-95% de ellos. Por lo tanto, aunque la anomalía de DiGeorge
tiene una etiología muy heterogénea se subdivide en 2 grandes grupos de
pacientes:
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Conclusiones
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Bibliografía
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