Está en la página 1de 2

Las 8 Preguntas

1. ¿Cuáles son las Circunstancias? ¿Qué está sucediendo, ha sucedido, o sucederá (“la
presión”)?

Las circunstancias incluyen todos los detalles de tu vida que están fuera de tu control directo, pero
que te pueden afectar: los hechos o las palabras de otras personas a tu favor o en tu contra, el
clima, un automóvil que no funciona, enfermedades, un ser querido enfermo, un aumento en los
impuestos, la cantidad de trabajo que tienes, las creencias populares en tu cultura, los prejuicios de
tus vecinos o tu jefe; en fin, todo aquello fuera de tu control a nivel global, nacional, o estatal; en tu
iglesia, en tu familia, en tu lugar de trabajo, las cosas buenas y las desagradables. Se incluyen
también las enfermedades y debilidades físicas cuando están fuera de tu control directo. Se pueden
incluir también factores del pasado y el futuro tanto como los del presente.
2. ¿Cómo estoy reaccionando mal ante estas circunstancias? ¿Cómo respondí mal? ¿Cómo
seré tentado a responder mal? (malos frutos/espinos o pecados)

Hechos, emociones, palabras, actitudes, planes que reflejan nuestra reacción a las circunstancias.
Por ejemplo: envidia, devolver mal por mal, venganza, echar la culpa a otros, escapismo, mentira,
ira, etc…
3. ¿Qué me gobierna (deseos, expectativas, temores, creencias falsas) para que reaccione
pecaminosamente? Identifica los deseos dominantes específicos y creencias falsas.

Aquí buscamos llegar a lo que motiva nuestra reacción a estas circunstancias específicas. Usamos
“el corazón” o “la raíz” para referirnos a lo que te impulsa a responder como lo haces. Incluye lo que
anhelas, las cosas por las que te preocupas, lo que esperas, exiges, quieres, temes, o aquello en
que confías. Cualquier cosa que domina tu corazón aparte de Dios es un “ídolo” del corazón. En la
Pregunta 3 intentamos discernir los ídolos o las malas raíces del corazón que producen los malos
frutos identificados en la Pregunta 2 (Ez 14:5; Lc 6:43-45; Fil 4:1-3; 2P 1:4; Stg 1:14-15.
4. ¿Qué consecuencias malas cosecho de mis malos frutos? Se crean círculos de necedad.
Tal y como Pablo lo menciona, aquello que el hombre siembra, eso cosecha. Los frutos malos, en
lugar de resolver los problemas, empeoran la situación. Nos dejan con el problema original
(circunstancia), además de las consecuencias de nuestros malos frutos. Se crea un círculo o ciclo
vicioso. En el Antiguo Testamento, el pacto que Dios hizo con el pueblo de Israel incluía sanciones
o maldiciones para la desobediencia.
5. ¿Quién es Dios? ¿Qué dice Dios que es relevante a estas circunstancias? ¿Qué recursos
provee para mí en esta situación?

La solución a nuestros problemas empieza con el Conocedor de corazones. Hay que identificar las
verdades bíblicas específicas acerca de Dios que necesitas saber en tus circunstancias específicas
de la Pregunta 1, con respecto al mal fruto que señalaste en la Pregunta 2 y las raíces que
identificaste en la Pregunta 3. Básicamente incluye detalles del amor del Padre, la obra redentora
del Hijo y el poder para cambiarte por medio del Espíritu, Sus obras, Sus propósitos, Su carácter,
Su ley, y Sus promesas.
6. ¿Qué deseos y creencias deben controlar mi corazón renovado?

Esta pregunta pide lo opuesto de la Pregunta 3. Habiendo identificado los malos deseos
dominantes y las creencias falsas de tu corazón (Pregunta 3) y lo que las Escrituras dicen acerca
de este problema (Pregunta 5), ahora debes precisar los buenos deseos y creencias que deben
dominarte en su lugar. ¿Están ausentes en tu corazón, o son más débiles que los deseos idólatras
y las creencias falsas? Pide a Dios que cambie tu corazón. La transformación del corazón es lo que
necesitamos.
7. ¿Cómo debo responder en estas circunstancias para honrar a Dios (Buenos frutos,
obediencia específica)? Hazlo ahora.
Un corazón transformado se reflejará más y más en los frutos correspondientes, las buenas obras
que fueron hechas de antemano, para que anduviéramos en ellas (Ef 2:10). Esta pregunta pide lo
contrario de la Pregunta 2. Es más fácil identificar nuestros pecados de comisión, es decir, lo que
no debemos hacer; pero necesitamos identificar las buenas obras que sí debemos hacer en la
circunstancia específica que identificamos en la Pregunta 1.
8. ¿Cuáles son las consecuencias buenas de vivir en fe y obediencia (bendiciones, Pr 31:28-
31; 2Co 9:6)? Estas crean círculos de gracia.

A diferencia del círculo vicioso de maldición, la transformación cristiana culmina en un círculo de bendición
que nos lleva a experimentar los buenos resultados de nuestros buenos frutos y nuestra confianza y
obediencia a Dios. En el Antiguo Testamento el pacto de Dios con el pueblo de Israel también incluía la
promesa de bendiciones debido a la obediencia.

También podría gustarte