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Con participación de los fieles devotos, huamanguinas vestidas con su impecable traje típico,

encabezado por los "humas" y mayordomos, se dio inicio a la festividad religiosa del barrio de
Quinuapata.

"Soy devoto de nuestro señor, en caso de mi madre que tuvo tres hijos varones y quería una hija,
entonces mi madre le rogó con fe al Señor de Quinuapata que le concediera una hija y en su sueño
le reveló que tendría una niña y consecuentemente la última es la única mujer, es por eso que mi
hermana lleva el nombre Carol Milagros, por ese milagro concedido", indicó Harlee Guerrero,
mayordomo del Señor de Quinuapata.

Por otro lado, se cuenta que hace mucho tiempo en la planicie que hoy conocemos como
Quinuapata donde los lugareños sembraban quinua y por ahí había un anciano todo harapiento
quien se sentaba todo los días en un batan al pie de un molle contemplando la ciudad.

Un día del año de 1855, la imagen de Jesús crucificado apareció milagrosamente atado al molle
que daba sombra al batan donde se sentaba aquel anciano, de quien no se supo más. Después del
suceso dieron parte al sacerdote Alvarado, quien después de escuchar hizo trasladar a la iglesia
Santa Teresa procesionalmente en compañía de una multitud, instalaron en uno de los altares y lo
adornaron con flores, para comenzar el día siguiente con una novena.

Sin embargo, el público que había venido a participar del rito; se dio con la sorpresa de que el
señor Jesucristo crucificado había desaparecido, de ahí alguien dio la noticia de que se hallaba en
el mismo lugar en el que antes lo habían encontrado.

De ahí en una o dos oportunidades se intentó sacar la imagen del señor en procesión, pero se
desató vientos y lluvias, por lo que actualmente solo sale el santísimo sacramento, mas no la
imagen del mismo Señor de Quinuapata.

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