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Historia del derecho

El fenómeno conocido como vulgarización del derecho romano es un término apodado


por Heinrich Brunner para reflejar el proceso que sostuvo la tradición jurídica romana
clásica al relacionarse con las culturas indígenas aledañas a la extensa urbe. Este
proceso de vulgarización surge como consecuencia de un periodo, en el cual, el imperio
romano logra abarcar extensos territorios aledaños al imperio para luego y mediante las
guerras Púnicas abarcar territorios externos a la península itálica sometiéndolos a su
estilo general de vida, dicho proceso se conoce como romanización. Este sometimiento
impuesto por parte de la urbe hacia los terrenos fronterizos y las provincias -entendidas
estas como territorios extra itálicos dominados por Roma que requerían de agentes
colegiados denominados pretores para su óptima administración-, dio origen a un nuevo
proceso cultural, en donde acontecieron profundos cambios en las bases estructurales
del Imperio. Este ensayo explicara el rol que tuvo el derecho comenzando por su
aplicación en el ámbito funcional y organizacional de la sociedad romana, para luego
analizar el impacto que causo el proceso de romanización en la tradición jurídica
romana.

Para comprender el contexto evolutivo de la tradición jurídica romana, es necesario


explicar de forma breve el escenario previo al proceso de vulgarización, o sea el
derecho romano en su expresión clásica. El derecho romano tiene su origen en las
civitas o sea en las ciudades imperiales romanas, para los ciudadanos cives, siendo estos
últimos cualquier ciudadano perteneciente a Roma. Su condición de ciudadano varía
notablemente al escenario actual, el carácter aterritorial de los ciudadanos hizo que el
derecho romano no fuera estatal, pues el civitas conserva sus privilegios estando en
cualquier área territorial. La versión jurídica clásica difiere de su sucesoria en variados
ámbitos, en donde se puede encontrar como parámetro la forma y resolución de
conflictos. En la expresión clásica se emplea la resolución de conflictos jurídicos
mediante consultorías efectuadas por el emblema de la tradición jurídica clásica, me
refiero al jurisprudente. Este personaje docto en el ámbito judicial erradicaba todos los
elementos extrajurídicos y circunstanciales para la resolución de conflictos,
encontrándose en él la expresión más pura del derecho en aquel período.
El inicio de la vulgarización romana del derecho supone “la desintegración de los
modelos jurídicos clásicos y su sustitución por criterios populares de índole ingenua y
simplistas1”. Por consiguiente al introducirse criterios acientíficos y no técnicos, en la
descripción, sentido y alcance de las figuras jurídicas se puede inferir el declive de la
evolución jurídica romana. La concepción vulgar se caracterizo por su espontaneidad, o
sea un derecho basado en la costumbre que aparte de abarcar el área de aplicación
cotidiana, repercutió en el ámbito privado mediante los cargos de asesores, peritos o
maestros -todos estos carentes de la capacitación técnica de los antiguos jurisprudentes-
que eran los encargados de generar las nuevas leyes en la cancillería imperial relegando
a las antiguas redactadas por la jurisprudencia pasada. Por ende se puede inferir que este
proceso de vulgarización comienza con el desaparecimiento de la figura jurídica más
importantes en la antigua Roma como lo eran los jurisprudentes -gozaban de saber
social pero carecían de poder social-. La extinción del jurisprudente surge como
consecuencia del poder político que asume en su totalidad la realización y el control del
derecho en el Imperio. Es así que la tradición jurídica romana comienza a tomar un
rumbo diferente caracterizado por la tendencia a la simplicidad y la confusión
conceptual, que se veía reflejada en la no clara distinción entre instituciones o
situaciones que para el criterio clásico son diversas, ejemplo de esto era confundir el
concepto de propiedad con posesión. La deficiente tipicidad nominal de las figuras
jurídicas, apareciendo bajo el mismo rotulo nominal figuras jurídicas diversas, reflejo de
aquello es el término dominio con el de servidumbre. La cabida de criterios
extrajurídicos para solucionar problemas jurídicos, “se trata de la intromisión de
motivos ya de índole retórica, moral, afectiva […], para dilucidar cuestiones de derecho.
Esto se traduce en que con cierta habitualidad los problemas jurídicos son resueltos de
acuerdo a una equidad amorfa, constituida por ideas afectivas y emocionales, no
aprehensibles ni racional ni jurídicamente 2”. Se encuentra también el carácter
epitomador y compilador en sus fuentes de conocimiento, caracterizado por los
resúmenes y abreviaciones de textos de mayor amplitud y complejidad develando
rasgos concretos de su pobreza y decadencia técnica científica en la materia.

A pesar de lo negativo que a grandes rasgos parece este proceso de carácter jurídico,
cabe señalar que esta transición permitió ser el eslabón que permite explicar la

1
Merello, Italo, Historia del Derecho, pp.54.
2
Merello, Italo, Historia del Derecho, pp.62.
continuidad jurídica romana entre el tardo imperio romano y la temprana época
medieval. Por lo que el derecho romano vulgar viene a ser la proyección jurídica
romana en el continente europeo hasta el surgimiento de los glosadores.

Retomando la idea del proceso de vulgarización jurídico, explicare a continuación las


acciones y sucesos realizados por diversos personajes que repercutieron en la
estructuración misma del derecho y organización territorial. En relación al derecho
como tal en las provincias aparece de forma primera Vespusiano, comenzando un
proceso de homogenización jurídica, dada en el año 74 d.c. quien concedió el ius
minus a todos los habitantes de la provincia de Hispania. Posterior a esta medida que
pretendía homologar jurídicamente a las ciudades de tipo indígenas, surge en el año 212
d.c. por Antonio Pio Caracalla el edicto de caracalla, el cual plantea que todos los
habitantes libres del imperio se les conceda la ciudadanía romana, poniendo fin así a la
diferenciación entre los peregrinos -habitantes de ciudades indígenas- y los ciudadanos
romanos. Aunque este último edicto o Constitutio Antoniana no genero completamente
las consecuencias deseadas, ya que no se logro la absoluta conversión de la vida
indígena al estilo romano, porque a prima facie era extremadamente complejo extinguir
los hábitos, costumbres, en fin el estilo de vida propio del provinciano, por lo que la
medida de Antonio Pio Caracalla abrió paso a un doble juego del tira y afloja entre lo
romano y lo indígena, produciéndose la conjunción entre la tradición jurídica clásica y
la indígena resultándose de estas la vulgarización del derecho romano.
Este resultado genero modificaciones dentro de las que destacan, el cambio del agere
per formules por el de cognición oficial, en este nuevo sistema procesal aflora la
costumbre como nueva solución de conflictos, “el reconocimiento de la costumbre
como fuente del derecho no solo significo la aceptación de los usos de la propia
localidad sino que fue un elemento que influyo en la propia vulgarización del derecho
romano3”, lo que produjo una curva negativa en la evolución jurídica desde el punto de
vista de creación y libertad por parte del jurista.

A modo de conclusión, se puede destacar el origen de la ciencia jurídica la cual


proviene de Roma, la cual era utilizada para distinguir al ciudadano mediante el término
de civitas. Luego cabe destacar a personajes que tuvieron un rol fundamental dentro de
este proceso como A.P. Caracalla, el cual concede la ciudadanía a todos los hombres
3
Merello, Italo, Historia del Derecho, pp.50.
libres -lógicamente con un fin segundario como era la obtención de tributo y poder
militar-. Con lo que acarreo una interrogante compleja de resolver como lo era incluir e
integrar al estilo de vida propio del romano a los peregrinos, los cuales no se dejaron
influenciar fácilmente, manteniendo sus costumbres propias del provinciano y en donde
su tradición jurídica no quedo ajena. Lo que generó gradualmente la mezcla entre ambas
culturas, produciendo así lo que conocemos como la vulgarización, y poniéndole fin a
una época de abundantes conocimientos y desarrollo en el ámbito jurídica, dando paso a
un nuevo período, el cual no debe ser mirado de una forma tan crítica, sino como un
proceso comparativo de épocas con diferentes escenarios en donde la tradición jurídica
se vio inversa en un proceso generado por diversos motivos dentro de los cuales destaca
para mi gusto el más relevantes, me refiero al cambio direccional del derecho influido
por la figura del jurisprudente, el emperador y el proceso y la formulación de las leyes.
Bibliografía

Cuaderno de apuntes, Historia del Derecho, Sección 2, 2011.

Diccionario de la Real Academia Española, XXII edición.

Merello, Italo, Historia del Derecho, pp. 11-164, 1983.

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