Está en la página 1de 15

1Ó0-81<,661SS

7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1
',6(f2 7(Ï5,&2 '( 81$ ,19(67,*$&,Ï1 (1 &8562

-$80( 9$//9(5'Ó 9$//9(5'Ó


81,9(56,'$'529,5$ ,9,5*,/,
5HFHSFLy  MXQ\  DFFHSWDFLy  VHWHPEUH 

5 ( 6 8 0 ( 1

(67($57Ë&8/26(&(175$(1/$&21(;,Ï1(;,67(17((175(7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1
(1(/081'2&217(0325È1(235(6(17$(1'26$3$57$'26',)(5(1&,$'2681$
(6758&785$ 7(Ï5,&$ 6(/(&7,9$ 3$5$ (/ '(6$552//2 '( 81$ ,19(67,*$&,Ï1 $1752
32/Ï*,&$ (1 (67( È0%,72 (6 81 +(&+2 48( 5(/2&$/,=$&,Ï1 < /$ 5((6758&78
5$&,Ï1 '( /$ 5(/,*,Ï1 (1 /$ 62&,('$' '(/ 6,*/2 ;;, (67È1 &$'$ 9(= 0È6 (1
5(/$&,Ï1 $/ )(1Ï0(12 '(/ &,%(5(63$&,2 < /$ 5($/,'$' 9,578$//$ //$0$'$ &,
%(55(/,*,Ï1 2 /$ 5(/,*,Ï1 0(',$'$ 325 ,17(51(7 35208(9( /$ 3/85$/,'$' <
0Ó/7,3/(6 352&(626 68%-(7,926 (63,5,78$/(6 '(7(50,1$1'2 18(9$6 (;3(&7$7,9$6
,17(5$&&,21(6 < 35È&7,&$6 5(/,*,26$6 48( $'48,(5(1 81$6 &$5$&7(5Ë67,&$6 (63(
&Ë),&$6 '(1752 '( /26 (1725126 7(&12/Ï*,&26325 81 /$'2 (1 (/ &217(;72
'( /$ 5(/,*,Ï1 */2%$/,=$'$ /$ 5(' 6( &219,(57( (1 81 0(',2 $/7$0(17( ,17(1
62 < ()(&7,92 3$5$ /$ &216758&&,Ï1 '( ,'(17,'$'(6 5(/,*,26$6 325 0(',2 '(
/$ 62&,$/,=$&,Ï1 ',*,7$/ < 325 2752 /$'2 (/ (678',2 '( /$ &,%(55(/,*,Ï1 2
'(/È0%,72&,%(56$*5$'27,(1(81$)58&7Ë)(5$9,1&8/$&,Ï1&21/$',0(16,Ï1
&25325$/ (1 (63(&,$/ 5(63(&72 $/ 862 '( 7(&12/2*Ë$6 $3/,&$'$6 $/ &8(532 2
'(/ &8(532 (1 )86,Ï1 &21 /$ 0È48,1$ 6(*Ó1 (/ &21&(372 &<%25*  6($ &21
81$ ),1$/,'$' 75$6&(1'(17( 2 3$5$ (/ '(6$552//2 '( /$ &21&,(1&,$ < /$ (;
3(5,(1&,$ (63,5,78$/(6 (1 81 3/$12 75$16+80$12

3$/$%5$6 &/$9(

*/2%$/,=$&,Ï1 &,%(5(63$&,2 &,%(55(/,*,Ï1 7(&12/2*Ë$ &8(532 (63,5,78$/,'$'

1. INTRODUCCIÓN noviembre del 2014. De inicio, pues, muy reciente,


aunque con una trayectoria de interés por la temá-
Este texto expone la estructura teórica de un pro- tica que empezó el año 2001. En él está previsto es-
yecto de investigación en curso cuyo objetivo fun- tudiar cómo la religión globalizada se expone siste-
damental es analizar la expresión religiosa en el mática y crecientemente a través de Internet, y cómo
ciberespacio. El proyecto lleva por título «Religión la red puede convertirse en un medio muy propicio
y ciberespacio. La tecnología al servicio de la espi- para la información y la comunicación de discur-
ritualidad en la era digital» y su diseño se cerró en sos, significados y códigos espirituales que pueden


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

posibilitar la construcción de identidades religiosas de secularización inacabado que ha supuesto la


por medio de la socialización digital. En este ámbi- metamorfosis y la recomposición de lo sagrado
to, el proyecto focaliza tanto hacia la subjetivación en múltiples formas individuales y comunitarias
religiosa personal como hacia la formación de co- (Willaime, 1996; Beauge, 1997), así como el creci-
munidades espirituales virtuales, en ambos casos miento y la diversificación del consumo espiritual
por medio de la oferta de conocimientos y prácticas (Berger, 1999) a propósito de las diferentes alter-
desde diferentes formatos y recursos electrónicos. nativas y propuestas disponibles. Dentro del gran
Una línea de trabajo integrada dentro de este mercado religioso no han dejado de surgir y siguen
marco, aunque más específica, es analizar la ima- surgiendo nuevas religiones, algunas ceñidas a
ginación ciberreligiosa en relación a la dimensión sus esquemas doctrinales y normas comunitarias
corporal. Esto incluye considerar tanto los aspec- y otras más eclécticas o que aglutinan creencias
tos simbólicos y rituales como la disponibilidad y de forma sincrética a modo de «bricolaje espiri-
el uso de tecnologías aplicadas al cuerpo con una tual» o configurando religiosidades «a la carta»
finalidad espiritual, es decir, para estimular o ca- (Schlegel, 1995).
nalizar la conciencia y la experiencia religiosas. Todos estos procesos han encontrado un acomo-
En torno a estos procesos existe la posibilidad de do ideal en las dinámicas globalizadoras, de mane-
indagar dinámicas de virtualización del cuerpo ra que la globalización de la religión o de las for-
comprendidas como una reinvención, una multi- mas religiosas contemporáneas ya es un fenómeno
plicación, una vectorización y una heterogénesis de plenamente constatado (Berger, 2005). En efecto,
lo humano (Lévy, 1999) que pueden aplicarse más el mundo actual se caracteriza cada vez más por
concretamente, desde la fusión bio-tecnológica, a una considerable desterritorialización espiritual. La
la experiencia religiosa. religión se encuentra diseminada en todo tipo de
El texto se organiza en dos grandes aparta- variantes y combinaciones presentes a escala mun-
dos diferenciados en cuanto a contenidos, aun- dial. El considerable aumento de flujos culturales,
que compartiendo el obvio enlace de la tecnología productos, información, personas... ha permitido la
aplicada a la experiencia espiritual. Cada uno de expansión y la reformulación de los imaginarios
ellos aborda por separado las dos vertientes de la religiosos, las importaciones y exportaciones múl-
investigación antes señaladas. Cabe insistir en que tiples de bienes simbólicos y ofertas espirituales, y
el planteamiento y el objetivo en esta ocasión son ha estimulado la aparición de nuevas iglesias ét-
exclusivamente teóricos, se concentran, sin más nicas producto de la movilidad transnacional y la
pretensiones, en diseñar un estado de la cuestión. diáspora migratoria.
El análisis metodológico y propiamente empírico En relación con estos procesos de relocalización
quedan pospuestos al avance y la consolidación del y reestructuración de la religión en las sociedades
proceso de investigación. Para concluir, se plantean del siglo XXI está el fenómeno del ciberespacio y
algunas consideraciones finales de orden necesaria- la realidad virtual, que también ha afectado al
mente general y tentativo, pero que tratan de recu- mundo simbólico-religioso a diferentes niveles. Al
perar o derivar algunas de las cuestiones tratadas y respecto, David Bell (2001), definía el ciberespacio
consideradas relevantes. como una combinación de tres dimensiones: mate-
rial, simbólica y experiencial, con todo lo que cada
2. GLOBALIZACIÓN, CIBERESPACIO Y CAMBIO RELI- una de ellas incluye:
GIOSO. LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA ESPIRI-
TUALIDAD EN LA ERA DIGITAL It is machines, wires, electricity, programs, screens,
connections, and it is modes of information and com-
Desde hace ya varias décadas las dinámicas de munication: email, websites, chat rooms, MUDs. But
cambio religioso de la contemporaneidad se han it is also images and ideas: cyberspace exists on film,
in fiction, in our imaginations as much as on our
visto relacionadas, en Occidente, con un proceso
desktops or in the space between our screens. More-


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

over, and this is the important bit, we experience cy- dificación. Y que en particular, el uso generalizado
berspace in all its spectacular and mundane manifes- de Internet determina nuevas formas de configurar
tations by mediating the material and the symbolic las identidades, entre ellas, claro está, las religiosas.
(...) thinking about what cyberspace ‘is’ and what La conexión entre religión y tecnología en la era
‘means’ involves its own hipertextuality, as we min- de la información puede llegar a ser muy estrecha y
gle and merge the hardware, software and wetware
whit memories and forecast, hopes and fears, excite-
manifestarse en diferentes niveles de la experiencia
ment and disappointment. Cyberspace is, I think, y conciencia humanas. Un claro ejemplo de ello es
something to be understood as it is lived (2001: 2). el uso creciente de la red por los nuevos movimien-
tos religiosos, las nuevas religiones o las formas re-
En este contexto, la religión, como sistema cul- ligiosas emergentes (Ramos, 2004; Jungblut, 2009;
tural y con sus elementos materiales, simbólicos y 2010). En su libro La gran ruptura Francis Fuku-
de experiencia, puede ser también expresada, sen- yama (2000) ya auguraba el carácter descentrali-
tida y vivida en el ciberespacio. Un ejemplo puntual zado e instrumental de la religión en las sociedades
aunque excelente de ello es la devoción a los altares modernas de la información, obedeciendo, según él,
virtuales, analizada por Lopes (2009). En efecto, la a objetivos racionales de construcción de la comu-
llamada ciberreligión promovería la pluralidad y la nidad. En este plano, destaca claramente el auge
subjetivación, gracias a la participación interactiva cada vez mayor de la amplia y no menos difusa
(Fernández del Riesgo, 2005). El nuevo reencanta- red de movimientos de la New Age, desde la que se
miento del mundo actual –plural, mercantilizado van elaborando, de manera individual o comunita-
y competitivo– implicaría a su vez elementos de ria, modelos y experiencias socio-espirituales de lo
privacidad, subjetivismo, desinstitucionalización, más variadas (Lewis y Melton, 1992; Heelas, 1996;
pluralismo, sincretismo, etc., que adquieren una Hanegraaff, 1998; Merlo, 2007; Jungblut y Adami,
dimensión y unas características específicas den- 2009; Prat, 2012).
tro de los entornos tecnológicos. El impacto de las Es evidente, al mismo tiempo, que la transna-
nuevas Tecnologías de la Información y la Comu- cionalización religiosa se expresa cada vez más en
nicación (TIC) se convierte, en este sentido, en uno el mundo virtual como complejo espacio simbóli-
de los factores destacados del cambio social ligado co, cultural y comunicativo (Jones, 1997). Como
a la postmodernidad. lugar de transmisión de significados culturales y
En realidad, el análisis de las dinámicas de la códigos espirituales que tienen unas fuentes de
sociedad de la información ha recorrido ya un largo origen y unos destinatarios oportunamente dis-
camino desde que Manuel Castells (1996; 2001a; puestos a recibirlos. Además, esos códigos y signi-
2001b) delineara sus contornos básicos y señalara ficados, para quienes tienden a identificarse con
la necesidad de un análisis de la práctica religio- ellos, pueden llegar a ser fuente de construcción
sa en particular desde tres tipos de investigación: de la identidad personal y religiosa, así como de
la identificación y mediación de la religión en In- participación y compromiso en el plano comuni-
ternet, el estudio sistemático de las implicaciones tario. Por otra parte, la religión de Internet facili-
sociales de Internet en lo que respecta a conflic- ta a personas ya comprometidas a determinada fe
to, comunidad, identidad, etc., y estudios teóricos opciones adicionales de apoyo y camaradería co-
y empíricos sobre la relación de Internet con la munitaria, y al mismo tiempo ofrece información
emergencia de nuevas formas de conciencia. De a quienes prefieren participar de una forma más
manera similar, Alberto Melucci (1996; 2001), uno relajada o esporádica.
de los más prestigiosos investigadores de los proce- El ciberespacio, además, proporcionaría nue-
sos identitarios relacionados con los movimientos vas instancias de convergencia y cooperación a los
sociales, afirmó que, en la actualidad, la informa- diversos grupos religiosos, como lo demuestran de
ción se constituye en un recurso muy valioso, con modo especial los llamados ciber-milenarismo y
un intenso carácter simbólico y capacidad de deco- el ciber-evangelismo dentro de la órbita cristiana.


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

Sirva de ilustración el artículo breve de Rocío Ayuso cionales) ven la exposición y proyección pública a
que aparecía el 23 de mayo del 2006 en el Diario de través de la red como un medio de influencia, cre-
Tarragona con el gráfico título de «E-vangélicos«. cimiento e implantación en diferentes contextos.
En él se señalaba la realidad de los nuevos predica- Son muchas las iglesias cristianas, hindúes y de-
dores que ven en Internet, los teléfonos móviles o las nominaciones diversas que han ido creando y per-
descargas del IPod nuevos caminos para exponer y feccionando progresivamente sus páginas web con
popularizar la palabra de Dios en la era electrónica. el objeto de atender a los fieles y a la vez atraer a
Se hace también referencia a las estrategias de cap- nuevos conversos.
tación de posibles fieles en los EEUU por medio de Internet se ha convertido, en suma, en un ins-
estas tecnologías, sobre todo a través de los juegos trumento que facilita y acelera la transmisión de
electrónicos. La fantasía y la ficción toman relevan- mensajes espirituales o idearios religiosos de todo
cia con base en las creencias religiosas: tipo, desde aquellos de corte ético, humanista, eco-
lógico, etc., hasta los más disciplinarios, autorita-
El último ‘E3’, la mayor convención del entreteni- rios o incluso radicalizados. Un medio electrónico
miento electrónico, sirvió de lanzamiento del video que permite afianzar prácticas religiosas determi-
juego ‘Left Behind: Eternal Forces», una lucha con- nadas pese a la distancia física, reforzar vínculos
tra el anticristo en un modo pos-apocalíptico donde comunitarios, favorecer una mayor plasticidad de
los aliados son ángeles y [donde aparece] la lectura
compromisos o incluso, en un sentido más de re-
de parte de las Sagradas Escrituras.
pliegue, hacer emerger las llamadas «identidades
Y con el lema ‘¿Has hablado hoy con Dios?’ la firma de resistencia» y «comunas culturales» (Castells,
Faith Mobile ofrece un servicio mediante el cual, 2001a) como alternativa para construcción de iden-
con el pago de 5.99 dólares mensuales, los clientes tidad y de sentido.
pueden recibir mensajes bíblicos, salva-pantallas y Concentrados en la temática de los denominados
fotos e imágenes en sus teléfonos móviles (2006: 28). Nuevos Movimientos Religiosos, Jeffrey K. Hadden
y E. Cowan Douglas organizaron su trabajo Reli-
Buscadores de religión o de creencias espiritua- gion on the Internet (2000) para comprender la
les tienen en los diferentes dominios electrónicos naturaleza, el contenido y el alcance del fenómeno
una opción disponible o una alternativa real. De religioso en el ciberespacio. Los autores que contri-
forma similar, quienes no se reconocen o conside- buyen en dicha obra enfocan hacia el tema desde
ran como tales buscadores, accediendo a los dis- la investigación etnográfica-virtual, resaltando los
positivos y al hábito de su uso, pueden encontrarse estudios de casos concretos sobre el islamismo y el
también con la religión. Es el caso, por ejemplo, protestantismo. Acorde con los parámetros de aná-
de los sujetos que se van sumando a las nuevas co- lisis de este texto, la investigación en línea debe per-
rrientes de espiritualidad que se están generando mitir profundizar en las estrategias organizativas
en Internet derivadas de tradiciones antiguas, tales y de presentación pública de los diferentes grupos
como el tecnopaganismo o el tecnochamanismo, religiosos, en muchos casos crecientemente adap-
procesos que ya han sido estudiados en el ámbito tativas e innovadoras y dispuestas atendiendo a su
español por Susana Arroyo (2006). feligresía actual o potencial. Y junto a esto, abor-
Ciertamente, hoy en día, la gran competencia dar los procesos de construcción y reconocimiento
dentro del mercado simbólico-religioso obliga a las de identidades religiosas y la activación de víncu-
más distintas confesiones a disponer sus programas los intracomunitarios e intercomunitarios gracias
organizativos y de acción muy pragmáticamente y a las conexiones informáticas u otros medios de
contemplando la red como recurso fundamental. comunicación electrónicos.
De este modo, la gran mayoría de sistemas religio- Entre las estrategias organizativas en este nivel
sos contemporáneos (sean oficiales, tradicionales cabe destacar, por ejemplo, la preparación de pági-
o convencionales, o bien minoritarios o no conven- nas web como atención a los fieles y como fuente de


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

atracción de nuevos conversos. En algunas de ellas así como incrementar los nodos de asentamiento,
se pueden encontrar ciber-sermones tanto para cre- enlace y crecimiento en otros contextos.
yentes como para buscadores espirituales en formato Lorne Dawson y Jenna Hennebry (1999) también
de texto o audio, con traducciones doctrinales mo- examinaron y compararon la presencia de Nuevos
dernas o en el mismo lenguaje tradicional. En estos Movimientos Religiosos en la red, abordando más
casos, los servicios religiosos presenciales son susti- en particular los procesos de conversión religiosa.
tuidos por la comunicación y la práctica espiritual En dicho trabajo, Internet se sigue señalando, en
virtuales. Con plegarias de adoración y textos sagra- este sentido, como un camino importante de ac-
dos disponibles, junto a otros recursos espirituales. ceso e incorporación a muchos grupos religiosos,
En efecto, el espacio virtual se ve poblado de que presentan sus creencias y propuestas de la for-
oratorias de líderes religiosos con autoridad de voz ma más atractiva y efectiva posible para llegar a la
y acción, de confesionarios en línea, las comuni- audiencia. Dawson y Hennebry plantearon además,
dades religiosas virtuales adquieren protagonismo en relación al estudio del cambio religioso, que las
creciente, la iglesia deja de ser un lugar físico esen- discusiones teóricas sobre la naturaleza y el impac-
cial para los fieles y la palabra de Dios es llevada to del nuevo espacio público abierto por Internet,
a otros formatos para que llegue a los creyentes, si sugerían que la emergencia del amplio mundo de
no con efectividad más segura al menos con ma- la red puede cambiar de diferentes maneras las
yor rapidez. Otro ejemplo significativo, lo podemos condiciones de la nueva vida religiosa en nuestras
encontrar en los rituales mortuorios, con la posibi- sociedades. De ahí que la aparición de nuevas co-
lidad de acceder virtualmente a las lápidas de los munidades de panel electrónico o virtuales (Smith
difuntos, y contratar en línea la organización de las y Kollock (2003) y la consolidación de identidades
veladas, ofrecer lecturas, servicios musicales e in- religiosas gracias a los vínculos e interacciones que
cluso decoración floral para favorecer el ambiente. dichas comunidades generan deba ser fuente cons-
Las lápidas digitales están equipadas con una pan- tante de exploración.
talla táctil, sensor de movimiento y baterías solares. Así nos lo proponemos sobre todo para acercar-
Además la llamada «tele-tumba» permite incluir nos a los procesos de socialización digital, ya tra-
todo un tipo de información multimedia sobre el tados en España en su relación con las nuevas tec-
difunto (fotos, vida, memorias...) para que el visi- nologías de la comunicación por Valiente (2004),
tante se complazca con la visita. quien sugirió el surgimiento de una forma dife-
La red es igualmente importante si nos referi- rente de socialización con la aparición de las nue-
mos a los procesos migratorios y a la mencionada vas comunidades virtuales, su particular modo de
eclosión de nuevas iglesias étnicas. El caso evangé- funcionamiento y los grados de participación en las
lico, por ejemplo, vuelve a ser significativo en este mismas. Por su parte, Córcoles (2013), elaboró un
sentido, puesto que son muchos los fieles cristia- trabajo sobre la presencia y extensión de las iglesias
nos que se han desplazado desde Latinoamérica o católica y evangélica en Second Life, técnicamen-
desde otros lugares a Europa y España. Las comu- te un programa informático más entre otros, pero
nidades religiosas físicas y virtuales pueden llegar simbólicamente un mundo virtual ubicado en el
a ser núcleos de sociabilidad muy importantes en ciberespacio vinculado a la imaginación y creati-
la distancia que separa a dichos creyentes de sus vidad personales y en particular a la implicación y
países y sus comunidades religiosas de origen. En socialización religiosa.
general, cada vez más grupos religiosos, cristianos Dentro del mismo ámbito de la socialización
o de otras tradiciones, tratan de extender sus con- y en relación al ciberespacio, aunque sin enfocar
gregaciones más allá de las fronteras nacionales o explícitamente hacia la religión, Nuñez, Ardévol y
regionales dónde operan. La diáspora migratoria Vayreda (2004) estudiaron la construcción de iden-
puede convertirse, entonces, en un fenómeno ca- tidades virtuales a través de recursos tecnológicos
nalizador y difusor de sus mensajes espirituales, disponibles para los usuarios como los chats, los


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

foros de discusión, las páginas personales y los we- tos de lo más diversificados. Como señalan Peter
blogs y mediante las estrategias de representación y Berger y Thomas Luckmann (1997), en el mundo
simulación. Mediante la primera de estas estrategias del consumo, ya no podemos abstenernos de ele-
el sujeto crea e interpreta una identidad en relación gir; tampoco, si así lo deseamos, entre las formas
con un referente externo preexistente (offline) al y prácticas religiosas que están a nuestro alcance.
sistema de comunicación; en la segunda, en cam- Así pues, la tecnología telemática no sólo es un
bio, no es necesario apelar a un referente externo aspecto indisociable de las dinámicas de interco-
para existir e interactuar como sujeto en el ciberes- nexión derivadas de la globalización en un sentido
pacio. La conclusión es que ambas estrategias son amplio, sino que parece jugar un papel fundamen-
elementos culturales que, por medio de la interac- tal en la comprensión de las identidades colectivas y
ción, hacen posible, a la vez que condicionan, la del «ethos» comunitario (Gurak, 1997) que even-
acción social de la identidad online. Y también que tualmente pueda configurarse en torno a lo espiri-
tomar una u otra alternativa depende de cómo el tual. En este sentido, la construcción simbólica de
usuario de la red defina los contextos de interacción la comunidad (Cohen, 1985) y las «comunidades
a partir de sus objetivos de participación. imaginadas» de Anderson (2006) se ajustan per-
El enfoque resulta interesante, en especial por fectamente a las posibilidades del ciberespacio. Una
la vinculación de fondo que el análisis de la cons- construcción simbólica e imaginaria capaz de im-
trucción de la identidad establece, en términos de plicar amplias sinergias de cohesión, pero que no
presentación y representación, entre la vida y la in- permite descartar, al mismo tiempo, posibles con-
teracción cotidiana-real y la vida y la interacción en flictos intracomunitarios (disidencias, fracciones,
el dominio virtual. No menos relevante nos parece orientaciones doctrinales diferentes, cismas...) o
tomar la dimensión corporal como eje de análisis intercomunitarios, es decir, entre organizaciones
de los nuevos procesos identitarios de la moderni- o tradiciones religiosas.
dad, según el marco sociológico general que nos De acuerdo al planteamiento de Rheingold
proporcionó Giddens (2000), entre ellos, los aso- (2003) el término comunidad virtual tiene un sen-
ciados en concreto a la espiritualidad contempo- tido preciso: hace referencia a agregaciones sociales
ránea. Dicho con más precisión: estudiando cómo que emergen en la red cuando un número suficien-
el cuerpo puede resultar un vehículo privilegiado te de personas entran en una dinámica de interac-
para la expresión, la comunicación y la identidad ción durante un tiempo suficientemente largo y con
religiosa mediante su inmersión en el ciberespacio. suficiente sentimiento humano como para formar
Hay quien ha señalado, por otro lado, que la redes de relaciones personales en el ciberespacio.
tecnología de Internet puede permitir un salto ha- Sus componentes esenciales son la interacción,
cia un nuevo tipo de conciencia (Bauwens y Ros- el tiempo de interacción y el componente afectivo
si, 1999), en un proceso de «ensanchamiento de (Ramos, 2004). Las dinámicas comunicativas del
la mente humana» identificado con el sugerente chat, de los blogs y de las redes sociales constituyen
concepto de cyber-sacred que introducimos poste- plataformas de exploración muy útiles al respecto.
riormente. Aparece de este modo un nuevo habitus Existe, pues, la posibilidad real de expansión y
corporal trascendente de muchos sujetos, asociado multiplicación de los sentidos y de los significados
a una metodología práctica de base religiosa que en forma de simbologías culturales-religiosas en el
busca en «otro mundo alternado» la manera de tra- ciberespacio. Y vemos también que, efectivamente,
tar con este mundo real y empírico. Un mundo no el tiempo y la distancia se reducen cuando se trata
siempre satisfactorio para muchas personas por lo de difundir mensajes e información diversa en este
que ven en él de materialidad, superficialidad, in- plano. Como decíamos anteriormente, a través de
dividualismo... o con sus vacíos de representación; Internet se puede acceder a las creencias y prácticas
y donde las necesidades y preguntas existenciales religiosas de adscripción, adhesión o buscadas sin
persisten y las respuestas son buscadas en ámbi- necesidad de desplazarse a ninguna iglesia, con-


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

gregación, templo o comunidad y hacerlo, además, de estar integrados y f) Este transhumanismo es


de una forma relativamente rápida. La interacción necesario para nuestro desarrollo individual, so-
y la comunicación con otros fieles o personas con cial y evolutivo. Más en particular, la interpretación
intereses religiosos afines también cambian debi- transhumanista de que la condición humana puede
do a la mediación electrónica, y el componente su- ser alterada y mejorada por medio de los implan-
puestamente impersonal o frío, que esta mediación tes tecnológicos o la fusión de hombre y máquina
tecnológica parecería incluir, quizás no siempre se ha sido desarrollada en toda su complejidad por el
constate. Sin que por ello, al mismo tiempo, deban filósofo Nick Bostrom (2005).
evaluarse a la ligera los niveles de empatía y sen- Para Bauwens el avance tecnológico puede po-
sación de proximidad que la interacción en línea tenciar el desarrollo espiritual. Si bien al mismo
pueda suponer. tiempo nos muestra dos caras de la tecnología. Por
una parte, asegura que tecnología puede activar
3. TECNO-ESPIRITUALIDAD Y RECONSTITUCIONES programas religiosos para la inmortalidad, para
CORPORALES : FENOMENOLOGÍAS HACIA EL CUERPO una utopía de salvación, para transmitir ciertas
CYBORG RELIGIOSO imágenes o representaciones celestiales o terrenales,
etc. Es capaz de activar y potenciar el factor huma-
Un concepto teórico con el cual se quiere inte- no en definitiva: la vida tras la muerte a un nuevo
grar las nociones de espacio virtual (ciberespacio) cielo, el logro por profecía de una nueva tierra, una
y sagrado es el de cyber-sacred. Diferentes autores nueva era... Simbologías y utopías espirituales todas
han trabajado sobre él o alrededor del mismo, mar- ellas, por otra parte, muy vinculadas a los imagina-
cando una trayectoria de análisis que toma impulso rios New Age en general y especialmente propias, por
en los años noventa del pasado siglo. ejemplo, del gnosticismo (Jungblut, 2008; 2013).
En el ensayo de Margaret Wertheim (1999), una En estos términos, según Bauwens, la ciencia
versión adaptada del capítulo séptimo del libro The y la tecnología son un medio para lograr la tras-
Pearly Gates of Cyberspace: A History of Space cendencia, algo finalmente inherente a la condi-
from Dante to the Internet, se remarca que el ci- ción humana y de lo que hay que ser conscientes:
berespacio es un nuevo tipo de espacio espiritual. lo trascendental permanece imbricado a la psique
Un espacio nuevo e inmaterial que representa un individual y aunque no seamos religiosos, afirma,
blanco casi irresistible para los anhelos religiosos no podemos escapar de pensar sobre nuestras rela-
y espirituales de mucha gente. Siguiendo a Sten- ciones con la «totalidad» de la existencia. Aunque,
ger (1991), Wertheim lo considera un espacio di- por otro lado, plantea igualmente que la tecnología
ferente del espacio profano, del mundo físico, que puede ir en contra del factor humano a diferentes
además crea las condiciones ideales para lo que niveles (objetivamente, representa un ir «más allá»
Mircea Eliade (1981; 1992) denominó hierofanía de nuestras mentes y de nuestra condición corporal,
o «irrupción de lo sagrado». dar protagonismo a las máquinas...) y que tiene
Por su parte, el ya citado Michael Bauwens, en muchas influencias negativas sobre la calidad de
su trabajo conjunto con Vincent Rossi (1999), plan- vida personal, especialmente en términos de gene-
tea una serie de hipótesis entorno al concepto de rar estrés. Es por ello que, según Bauwens, debe ha-
cyber-sacred: a) La búsqueda tecnológica es una ber un contrapeso a la tecnología (o quizás mejor
búsqueda espiritual; b) Lo espiritual en el nivel in- dicho, a su uso intensivo) para conseguir el equili-
consciente puede causar dolor si no está dirigido por brio mental y espiritual. En este sentido, se referirá
la conciencia, c) La trascendencia tecnológica no al necesario desarrollo de algún tipo de cyber-feng
es trascendencia real; d) El desarrollo tecnológico shui estabilizante:
es capaz de estimular la conciencia espiritual; e)
El denominado «transhumanismo tecnológico» y Spiritual psycho-technologies (and body-work tech-
espiritual no deben oponerse entre sí sino que han niques) such as meditation, contemplation, relax-


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

ation, concentration, yoga and such, will become cial for those hoping to succeed in an increasingly
necessary complements to our sedentary lifestyles, frenetic environment where distractions from an al-
and the stress induced by hyper-technology. Tech- ways-buzzing phone to pressure for strong quarterly
nologies such as the Internet continuously draw our profit reports constantly impinge on decisions (Gar-
consciousness out to the external material world (or diner, 2012: 29).
rather, the ‘materialisation of our culture’ in cyber-
space format), and make it ever so difficult to look En el plano más individual, afloran los aspectos
at ourselves and our functioning, and a counterforce corporales. Por ejemplo, ser consciente de sonidos
is an absolute necessity for mental and spiritual bal- y sensaciones en los niveles de la concentración y
ance (1999: 3).
la atención antes mencionadas:
Se supone, pues, que procesos tecno-espirituales At IMD business school in Lausanne, Switzerland,
como los mencionados son una importante ayuda leadership professor Ben Bryant introduces his ex-
para la autocomprensión y la autorealización. De ecutive-education students to techniques for con-
hecho, aquello que buscan los techno-transhu- centrating on their breathing and becoming aware
mans –tal como él los denomina– mediante los of sounds and sensations, which he says can help
procesos de «trascendencia tecnológica», es lograr them center themselves at the office or in a business
objetivos como una larga vida, más tiempos perso- meeting (Gardiner, 2012: 29).
nales, lograr el control sobre sus mentes, serenidad,
capacidad de decisión, etc. Búsquedas, en la mayo- Las relaciones entre religión y tecnología, o más
ría de los casos, muy ligadas a los agitados ritmos en particular las raíces religiosas y míticas de la
de la vida contemporánea. tecnología Occidental, fueron estudiadas a fondo
Justamente el 4 d’abril del 2012, en la sección por David F. Noble (1999) desde la perspectiva de
«Personal Journal: Management« del The Wall la tradición cristiana. Para él, históricamente, tec-
Street Journal, se publicaba el artículo «Business nología moderna y fe moderna están fusionadas, y
Skills and Buddhists Mindfulness«, con el subtítu- la empresa tecnológica siempre ha sido un empe-
lo: «Aumenta el fenómeno de que algunos profe- ño esencialmente religioso. También otro estudio-
sores educadores de ejecutivos enseñan a los estu- so del ciberespacio, Erik Davis (1998), se ocupó de
diantes formas de calmar sus mentes». Formas y investigar las interrelaciones entre espiritualidad y
prácticas de contenido espiritual que tienen como tecnología en el pasado y en el presente. El libro de
propósito que dichos ejecutivos mejoren su rendi- Davis analiza las expectativas místicas y milenaris-
miento laboral-empresarial. El fin aquí es funda- tas en la historia de la tecnología, especialmente
mentalmente pragmático: buscar la felicidad para de la tecnología de la información. Pone de relie-
la toma de buenas decisiones personales y así evitar ve cómo la imaginación religiosa no sólo no des-
el control social y las sanciones por los errores co- aparece en nuestro supuesto mundo secularizado
metidos. Fomentar la concentración y la atención sino que sigue produciendo sueños utópicos, visio-
se ve como la clave para la productividad. Algunos nes apocalípticas, fantasmas digitales y obsesiones
de sus párrafos son bien elocuentes en relación con extrañas que, según Davis, impregnan el actual
la cita anterior de Bauwens: «inconsciente tecnológico». Sus argumentaciones
giran alrededor de una idea fundamental: las tec-
Business schools are beginning to embrace a prac- nologías de la comunicación son siempre, al menos
tice that has grown popular in the corporate world potencialmente, tecnologías de lo sagrado, simple-
–teaching and studying mindfulness, the originally mente porque las ideas y experiencias de lo sagrado
Budhist approach to increasing awareness of one- siempre han informado la comunicación humana.
self and one’s surroundings. In M.B.A and execu- En un trabajo posterior, Davis (1999) introduci-
tive-education courses, a handful of professors offer rá el concepto de cyborg en relación con la religión,
techniques to help students calm their minds and
cuestión central para nuestros intereses (en particu-
increase their focus. Such skills, they argue, are cru-


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

lar el cuerpo cyborg religioso). No obstante, cabe él se planteó que la máquina, en tanto creadora y
recordar, en primer lugar, que la idea postmoderna modificadora de cultura, debía entrar a formar par-
del cuerpo cyborg proviene de los planteamientos te expresamente del objeto de la antropología. Una
crítico-feministas de Donna Haraway (1995): «is a antropología que, tomando esta línea de análisis,
body that can be reimagined beyond the limitations debería ocuparse de la forma en que las tecnologías
of physical embodiment: part corporeal matter, part llegan a participar como agentes productores y re-
techno-machine» (Cregan, 2006: 5). Lo que expre- productores de diferentes aspectos de la vida social.
sa Haraway en este contexto es el rechazo del con- Sin lugar a dudas, la producción y reproducción
cepto clásico de embodiment (Csordas, 1994) y la de la religión y de los comportamientos religiosos
adopción de la idea de cyborg-body o techno-body: no pueden dejar de examinarse a la luz del desa-
rrollo tecnológico y su influencia en nuestra cultu-
The cyborg represents the postmodern experience of ra, en nuestros cuerpos y en nuestras vidas. En este
embodied abstraction whereby the materially embod- sentido, como decíamos antes, Erik Davis aplicará
ied subject is, on the one hand, romantically fused la sugerente noción de cyborg al fenómeno reli-
with technological apparatuses, and on the other gioso. En concreto al estudio de dos movimientos
hand, distanced and devalued by the reinterpreta-
religiosos contemporáneos: Fourth Way, liderado
tion of the body through bio-technological means
(Cregan, 2006: 15). por G.I. Gurdjieff, y la Iglesia de la Cienciología,
fundada por Ron Hubbard. En los dos casos, la ci-
Haraway insiste en la tecnologización de nues- bernética y el lenguaje de la computadora se ponen
tros cuerpos. Entiende que somos todos cuerpos al servicio de la experiencia espiritual y del traba-
bio-tecnológicos, cyborgs, organismos cibernéticos. jo sobre la conciencia humana. Especialmente, en
Retoma a través del trabajo empírico el sujeto em- Cienciología/Dianética tienen una clara finalidad
bodied en una forma muy abstracta: se dirige hacia terapéutica partiendo de la idea de que «la mente
un embodiment trascendental, con un punto de es una computadora» que recoge todos los datos,
apoyo importante en las posibilidades empíricas de responde racionalmente y es capaz de resolver to-
la tecnociencia. Se trata, así, de reinventar el cuerpo dos los problemas posibles.
en una forma tecnocientífica. Y dicha reinvención Resumiendo, en la mayoría de los casos donde
es el cyborg. El cuerpo cyborg es un cuerpo cen- confluyen uso tecnológico y espiritualidad se trata
trado en y sobre el sujeto que trasciende la simple al fin y al cabo de buscar la trascendencia, enten-
materialidad. Va más allá. Y lo hace a través de un dida en términos de búsqueda positiva, de supera-
singular «habitus trascendente» que nos remite a ción o para el crecimiento espiritual. Para adquirir
una profunda transformación existencial junto a y potenciar, en definitiva, el mencionado «habitus
la actividad en el mundo y el sentido práctico de trascendente» como algo renovador y transformador
Bourdieu (2008). En la utopía que plantea en The del ser humano; un habitus a la vez inseparable de
Cyborg Manifiesto, Haraway argumentará que las la corporalidad y de las técnicas corporales (Mauss,
tecnologías, y en particular las tecnologías de la 1991), y que, en el mejor de los casos, ingresará al
comunicación, son una forma de hacer y rehacer sujeto que así lo desea en «otro mundo alternado»
nuestros cuerpos, de rehacernos a nosotros mismos. que le resulte satisfactorio o colme sus expectativas.
El cyborg es un tipo de self personal, postmoderno, Sin abandonar estas directrices fenomenológi-
que puede ser deshecho y vuelto a hacer. El medio cas, la experiencia de embodiment puede ser in-
es el poder del lenguaje, del lenguaje como códi- terpretada y utilizada empíricamente de una ma-
go, que, por otro lado, es el apuntalamiento lógico nera diferente en el momento actual; justamente,
de comunicaciones, tecnologías y biotecnologías. remarcando la reconstitución del cuerpo indivi-
Dentro de nuestro ámbito disciplinar, aparecerá dual vía tecnológica y de los significados bio-tec-
el trabajo de Downey, Dumit y Williams (1995) a nológicos. En este ámbito, Marcus Leaning (1988)
propósito de la llamada «antropología cyborg». En en su estudio etnográfico sobre el chat room, ya


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

se había referido a la forma en que nos podemos Al mismo tiempo, parece que el automatismo de
reconstituir a nosotros mismos (aconteciendo así la máquina y del uso de la máquina nos aproxima
cyborgs, cyborg bodies) vía la computadora y en a la idea del «cuerpo objeto» (el cuerpo bajo con-
particular implicándonos en las líneas culturales trol), mientras que la vivencia humana y las «refor-
del chat room, o de la comunicación a través de maciones del cuerpo» (Mellor; Shilling, 1997) nos
este mecanismo electrónico. Lo que le interesa es llevan más a la idea del «cuerpo sujeto» (el cuerpo
esta cultura y la forma en la cual ella construye la actuante). Conceptos ambos bien distinguidos en el
identidad personal. En su opinión, nuestros orde- ya citado libro sobre sociología del cuerpo de Kate
nadores permiten que se constituyan los cyborg Cregan (2006). La primera parte de su trabajo se
selves en entornos virtuales: dedica al «cuerpo objeto» (the Regulated Body),
categoría que traté de operativizar en otro lugar
We create a cyborg self, a self that is not a copy of (Vallverdú, 2012) desde una perspectiva compara-
one of the selves that we may present in daily life tiva y bajo la idea del «poder sobre el cuerpo reli-
but rather computer assisted and constituted self. In gioso» (que bien podría ser ahora «el poder sobre
successfully using the Internet we become cyborgs. el cuerpo-cyborg religioso», según la versión de la
To understand what was happening in a chat room
tecnología como control social); la segunda, se cen-
I had to become a cyborg in the chat room. I had to
develop a cyborg self. The chat room provides a lo- tra en el cuerpo (abject body) como símbolo de la
cation, a culture a medium through which we can sociedad y de las relaciones sociales (the Bounded
defeat the limits of our corporeal bodies. In being Body), sobre todo a partir de las valiosas aporta-
in a chat room and learning chat room culture we ciones en el campo de la Antropología simbólica de
becoming a cyborg. We are reconstituting ourselves Mary Douglas; finalmente, una tercera parte del li-
via a computer along chat room cultural lines [...]. bro se ocupa del «cuerpo sujeto» (the Body of Di-
The cybercultural norms that allow cyborg selves to fference), centrado ya no en lo social/colectivo sino
be constituted in chat rooms is the cyberculture I was en el individuo y su experiencia vivida, de nuevo
initially seeking (1988: 3). en el sentido fenomenológico pleno de Merleau-
Ponty (1975), y que se vincularía a lo que en este
Siguiendo con el ensamblaje tecnología-cuerpo caso denominé el «poder del cuerpo religioso» (que
(y su derivación hacia la religión), trabajos poste- bien podría ser ahora «el poder del cuerpo-cyborg
riores como el de Duch y Mèlich, insisten en que religioso», según la versión de la tecnología como
«cada vez más intensamente, la ‘máquina corpo- activo potencial y transformador).
ral’ se halla sometida a las exigencias del «utilita- En este último sentido, como apuntó Lucerga
rismo tecnológico» tan característico de la Moder- (2004), quizás el mito corporal más poderoso de
nidad» (2005: 135). Por su parte, Teusner (2010), Internet es el del propio cuerpo que se sienta ante
que analiza como el cyborg ha servido como una el ordenador convertido en cyborg. Un reconoci-
metáfora para el estudio de la religion on line, do innovador en el mundo de la informática, Ray
apunta al respecto: Kurzweil, aseguraba en su libro La era de las má-
quinas espirituales (1999) que existe una marca-
Machines are no just tools at our disposal but are da tendencia a la unión del pensamiento humano
culturally produced markers by which we construct
con el mundo de la inteligencia de la máquina, de
our patterns of daily living, our relationships and
our identities. We are Cyborg because we make ma- manera que se va borrando la línea divisoria entre
chines like us in order to use them in the making of tecnología y humanidad («el alma se funde con el
ourselves. Yet while the «humanishing» of technol- chip», aparece en la contraportada; y se dedica un
ogy is evident in the development of the Cyborg sto- apartado a referencias de Internet sobre «Ordenado-
ry, there is another side to it: the «machination» of res y conciencia/espiritualidad»). Kurtzweil apunta
the human person in modern biology, epistemology igualmente que cada vez tenemos más acceso a un
and sociology (2010: 5). abanico de implantes neuronales para potenciar la


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

percepción y la interpretación visual y auditiva, la ideas y experiencias de diferente tipo, incluidas las
memoria y el razonamiento. Coinciden en este sen- de orden espiritual. Teniendo esto en cuenta, nue-
tido las investigaciones de Frank Bicoca (1997) y su vos criterios y nuevas categorías deberán hacerse
interpretación de que el desarrollo actual de las mo- emerger para dar sentido a nuevos procesos de in-
dernas tecnologías de lo virtual se caracteriza por vasión de lo sagrado o trascendente en el mundo
una progresiva «encarnación». Investigaciones, en virtual o tecnológico. Aventuramos que algunos de
conjunto, especialmente estimulantes si su noción estos criterios y de estas categorías están en conso-
de «compromiso sensorial» (que parte la inmersión nancia con una reconstitución global de lo que se
creciente de los canales sensomotores humanos en entiende por religión o por espiritualidad, y que nos
la interfaz de los ordenadores a través de un aco- llevan en muchos casos a la gestión o al alivio de
plamiento del cuerpo a los sensores y expositores tensiones personales, así como a investigaciones y
de la interfaz) encuentra acomodo empírico en el exploraciones igualmente muy íntimas sobre pre-
estudio de la búsqueda y la experiencia religiosa. guntas y respuestas existenciales o trascendentes
La complejidad del abordaje teórico y metodoló- de diferente tipo.
gico en este terreno es indudable. En cualquier caso, Podemos suponer que una cuestión central en
no deja de ser un reto evaluar y sacar conclusiones la construcción de la identidad religiosa en este
sobre si la compenetración entre el ser humano y la contexto, sea la activación de mecanismos diversos
máquina puede llegar a producir, predominante- de identificación (personal y colectiva) que pue-
mente según llegue a interpretarlo la propia expe- den sustituir a las vías «tradicionales» o físicas de
riencia de los protagonistas, algún tipo de logro o acceso a las creencias y prácticas religiosas o bien
de superación espiritual; y si es así, en qué niveles convivir con ellas. La virtualidad y la tecnología
lo hace. También contrastar, en este plano, posibles actuando, en definitiva, como factores de imagina-
procesos de reconformación del cuerpo individual y ción y de creatividad, con pocos límites y además
de los significados bio-tecnológicos con una finali- con un componente utilitario para elaborar una
dad simbólico-religiosa. Suponemos al respecto que religiosidad cada vez más personal y autónoma.
el logro y la superación espiritual como experien- De cualquier modo, hacer emerger nuevos cri-
cia pasará por desvelar un cierto ajuste biográfico terios y nuevas categorías para el análisis en este
a las nuevas condiciones de la interacción virtual terreno exige, al mismo tiempo, profundizar y afi-
y la tecnología, y también por procesos antropoló- nar en la metodología de investigación. Esto im-
gicamente muy significativos de reelaboración de plica etnografía en la red sobre grupos concretos
sentidos e identidades como derivación de la misma (se ha puesto un foco preliminar en los entornos
participación tecnológica. Esperamos, finalmente, hinduistas y protestantes) y etnografía con usua-
que el desarrollo del proyecto arroje luz sobre todos rios de tecnología electrónica pro-espiritualidad.
estos aspectos y sobre otros muchos que por supues- Los principios y los procesos empíricos de la etno-
to deberán ser detectados o revisitados. grafía virtual tal como fueron apuntados por Hine
(2004) pueden ser una buena plataforma de par-
4. CONSIDERACIONES FINALES tida, a complementar con aportaciones especiali-
zadas como las de Escobar (1994), Hakken (1999),
Sigue siendo indispensable la labor de profundi- Mayans (2002), Téllez (2002), Baulieau (2004) o
zar en paradigmas y conceptos vinculados al aná- Jungblut (2011), entre otros.
lisis del fenómeno religioso en el ciberespacio y en De acuerdo a Hine, visto Internet en sus dos di-
relación con la tecnología. Ciberespacio es tecno- mensiones, como cultura y como artefacto cultural,
logía, y la tecnología permite el acceso tanto a la cabe tener en cuenta que se conforman perspectivas
dimensión extensa y relacional de la red como el de análisis etnográfico diferenciadas, y que cada
buceo en los rincones más personales y subjetivos una requiere distintas aproximaciones metodoló-
de las personas; buscando muchas veces sentidos, gicas. Por un lado, entendido Internet como cultu-


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

ra, tenemos los usos que las personas dan a la tec- su búsqueda de sentido o en su fe espiritual y, even-
nología y el ciberespacio se convierte en un lugar tualmente, como cuerpo reformulado y proyectado
plausible para hacer trabajo de campo. De hecho, más allá de sus límites físicos compartiendo «vida»
Hakken (1999) no duda en encauzar la reflexión con la máquina y a través de la máquina para al-
sobre la etnografía aplicada al ciberespacio articu- canzar otros niveles de conciencia o trascendencia
lándola con las entidades cyborgs como portadoras al hilo de la utopía transhumana.
de «cultura». Por otro lado, contemplado Internet
como artefacto cultural o producto de la cultura, BIBLIOGRAFIA CITADA
toman importancia los contextos locales de inter-
pretación y uso de la red conformando el campo de ANDERSON, B (2006), Comunidades imagina-
estudio etnográfico. A tenor de ambas perspectivas, das. Reflexiones sobre el origen y difusión
Hine considera la etnografía de la interacción me- del nacionalismo. México: Fondo de Cultura
diada por Internet como fluida, dinámica y móvil, Económica.
donde el reto central «consiste en examinar cómo ARROYO, S. (2006), «Magia y superstición en la era
se configuran los límites y las conexiones, espe- de Internet», Culturas populares. Revista Elec-
cialmente, entre lo ‘virtual’ y lo ‘real’» (2004: 81). trónica 2 (mayo-agosto) [en línea] <http://
Esto significa enfocar hacia la controversia sobre www.culturaspopulares.org/textos2/articulos/
las relaciones entre la vida online y la «vida real» arroyo.pdf)>.
off line, correlativa, por otra parte, a la discusión AYUSO, R. (2006): «E-vangélicos«, Diario de Ta-
sobre el estatus enfrentado de las comunidades de rragona, 23 de mayo: 28.
la «vida real» y de las comunidades on line (Bell, BAWBENS, M.; ROSSI, V. (1999): «Dialogue on the
2001). La religión global no parece incompatible, Cyber-Sscred and the Relationship Between Te-
sino más bien todo lo contrario, con el sentido de chnological and Spiritual Development», Cy-
pertenencia a cierto «ethos» comunitario espiritual bersociology Magazine 7 [en línea] <www.cy-
que, además de formar parte del mundo físico, pue- bersociology.com/files/7_bauwensrossi.html>.
de ser forjado y estar disponible o ampliado en el BEAUGE, F. (1997): «Hacia una religiosidad sin
ciberespacio. Y sin excluir tampoco, aparte de las Dios», Le Monde Diplomatique 18-19.
interacciones, redes sociales y de los procesos co- BEAULIEU, A. (2004): «Mediating Ethnography:
hesivos que esto puede implicar, otros efectos con- Objectivity and the Making of Ethnographies
flictivos o disgregadores surgidos de/en los mismos of the Internet», Social Epistemology 18(2-
entornos virtuales. 3): 139-163.
De entrada, parecen intuirse unos modelos par- BELL, D. (2001), An Introduction to Cybercultu-
ticulares de presentación en la red por parte de los res. New York: Rouledge.
distintos grupos y agentes religiosos, ajustados a BERGER, P. (1999), El dosel sagrado. Para
la demanda o clientela que pueda mostrar espe- una teoría sociológica de la religión. Bar-
cial interés por el acceso espiritual vía Internet. celona: Kairós.
Modelos que serían al mismo tiempo dinámicos y BERGER, P. (2005): «Pluralismo global y religión».
fluctuantes en lo mucho que la red permite para la Estudios Públicos 98: 5-18.
exposición de doctrinas, conocimientos y prácticas. BERGER, P.; LUCKMAN, Th. (1997), Moderni-
Pensamos, en este sentido, que no solo el mensaje es dad, pluralismo y crisis de sentido. Barce-
importante sino también el ritual y el simbolismo lona: Paidós.
a él asociado. Se puede presumir que la virtualidad BIOCCA, F. (1997): «The Cyborg’s Dilema: Progres-
no haría, en este sentido, desaparecer al cuerpo sino sive Embodiment in Virtual Environments»,
que más bien lo potenciaría para la comprensión y Journal of Computer-Mediated Communica-
la experiencia religiosa mediante la integración tec- tion 3(2) [en línea] <dimitris.apeiro.gr/files/pa-
nológica. Funcionando como cuerpo autónomo en pers/Bodies/Biocca_Cyborg_Dilemma.html>.


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

BOSTROM, N. (2005): «Transhumanist values», ELIADE, M. (1992), Lo sagrado y lo profano. Bar-


Philosophy Documentation Center: 3-14 [en celona: Labor.
línea] <http://www.nickbostrom.com/ethics/ ESCOBAR, A. (1994): «Wolcome to Cyberia. Notes
values.pdf>. on the Anthropology of Cyberculture». Current
BOURDIEU, P. (2008), El sentido práctico. Ma- Anthropology 35(3): 211-231.
drid: Siglo XXI. FERNÁNDEZ DEL RIESGO, M. (2005): «La religión
CASTELLS, M. (1996), The Rise of the Network So- y sus falsos sucedáneos», Ilu. Revista de Cien-
ciety. Oxford: Blackwell. cias de las Religiones 10: 21-26.
CASTELLS, M. (2001a), La era de la información FUKUYAMA, F. (2000), La gran ruptura. Natu-
(3 vols.). Madrid: Alianza. raleza humana y reconstrucción del orden
CASTELLS, M. (2001b), La galaxia Internet. Bar- social. Barcelona: Ediciones B.
celona: Areté. GARDINER, B. (2012): «Business Skills and Budd-
COHEN, A. P. (1985), The symbolic construction hist Mindfulness», The Wall Street Journal, 4
of community. London: Rouledge. de abril: 29.
CÓRCOLES, J. E. (2013): «Estudio antropológico de GIDDENS, A. (2000), Modernidad e identidad del
las religiones. La Iglesia católica y Evangélica yo. Barcelona: Península.
en Second Life». Revista Digital Sociedad de GURAK, L. (1997), Persuasion and Privacy in
la Información 39: 1-29. Cyberspace: The Online Protests Over Lotus
CREGAN, K. (2006), The Sociology of the Body. Marketplace and the Clipper Chip. New Haven,
Mapping the Abstraction of Embodiment. CT: Yale University.
London: Sage Publications. HADDEN, J. K.; DOUGLAS, E. C. (2000) (eds.), Re-
CSORDAS, Th. J. 1994. (ed.): «Introduction: The ligion on the Internet: Research Prospects
body as representation and being-in-the-world». and Promises. Amsterdam, Londres, Nova-
Embodiment and Experience. The existential York: JAI Press.
ground of Culture and Self: 1-24. Cambrige HAKKEN, D. (1999), Cyborgs@Cyberspace? A
University Press. Ethnographer Looks at the Futur. New York:
DAVIS, E. (1998), TechGnosis: Myth, Magic, and Routledge.
Mysticism in the Age of Information. New York: HANEGRAAFF, W. J. A. (1998), New Age Religion
Harmony Books. and Western Culture: Exotericism in the Mi-
DAVIS, E. (1999): «The Spiritual Cyborg», Ciberso- rror of Secular Thougt. Nueva York: State Uni-
ciology Magazine 7 [en línea] <http://www.cy- versity of New York.
bersociology.com/files/7_erikdavis_html.html>. HARAWAY, D. J. (1995), Manifiesto para cyborgs.
DAWSON, L.; HENNEBRY, J. (1999): «New Religions Valencia: Universidad de Valencia.
and the Internet: Recrutining in New Public HEELAS, P. (1996), The New Age Movement. The
Space», Journal of Contemporary Religion Celebration of the Self and the Sacralization
14(1): 17-39. of Modernity. Oxford: Blackwell Publishers.
DOWNEY, G. L.; DUMIT, J.; WILLIAMS, S. (1995): HINE, C. (2004), Etnografía virtual. Barcelona:
«Cyborg Anthropology». Cultural Anthropolo- Editorial UOC.
gy 10(2): 265-269. JONES, S. (1997) (ed.), Virtual Culture: Identity and
DUCH, Ll.; MÈLICH, J. C. (2005), Escenarios de la Communication in Cybersociety. London: Sage.
corporalidad. Antropología de la vida coti- JUNGBLUT, A. L. (2008): «As máquinas que nos
diana 2/1. Madrid: Trotta. tornam deuses: ensaio antropológico sobre o
ELIADE, M. (1981): «Aproximaciones: estructu- gnosticismo ciberespacial», en In vitro, in vivo,
ra y morfología de lo sagrado», en Tratado in silicio: ensaios sobre a relação entre arte,
de historia de las religiones: 65-105. Madrid: ciência, tecnologia e o sagrado: 151-171. São
Cristiandad. Paulo: Attar/CNPq-Pronex.


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

JUNGBLUT, A. L. (2009): «Mercado religioso e MAYANS, J. (2002): «Nuevas tecnologías, viejas et-
a Internet no Brasil», Debates pertinentes nografías (Objeto y método de la etnografía del
para entender a sociedade contemporânea ciberespacio)». Quaderns de l’ICA 17-18: 79-97.
1: 139-154. MELUCCI, A. (1996), Challenging Codes: Collecti-
JUNGBLUT, A. L.; Adami, V. H. (2009): «Nova Era & ve Action in the information Age. Cambridge:
ciberespaço: ensaio prospectivo sobre suas afini- Cambridge University Press.
dades eletivas a partir de um estudo de caso», en MELUCCI, A. (2001): «¿Qué hay de nuevo en los
A. L. Jungblut (org.), Civitas. Revista de Ciên- nuevos movimientos sociales?», en E. Laraña
cias Sociais 9 (2): 243-262. y J. Gusfield (eds.), Los nuevos movimientos
JUNGBLUT, A. L. (2010): «O uso religioso da Inter- sociales. De la ideología a la identidad. Ma-
net no Brasil», PLURA. Revista de Estudos de drid: CIS.
Religião 1: 202-212. MELLOR, P. A.; SHILLING, C. (1997), Re-Forming
JUNGBLUT, A. L. (2011): «Ciberacontecimentos: re- the Body: Religion, community and Moder-
flexões etnográficas sobre o extraordinário no nity. London: Sage Publications.
mundo on-line», Civitas. Revista de Ciências MERLEAU PONTY, M. (1975), Fenomenología de
Sociais 11: 361-372. la percepción. Barcelona: Península.
JUNGBLUT, A. L. (2013): «Autodivinización maquí- MERLO, V. (2007), La llamada (de la) Nueva Era.
nica: ensayo sobre el gnosticismo ciberespacial Hacia una espiritualidad místico-esotérica.
de nuestros días», Anuario de Antropología So- Barcelona: Kairós.
cial y Cultural en Uruguay 11: 37-53. NOBLE, D. F. (1999), The Religion of technolo-
KING, A. (1991), Culture, globalization and the gy. The Divinity of Man and the Spirit of In-
word-system, Contemporary conditions for vention. Harmondsworth, Middlesex: Penguin
the representation of identity, New York: State Books.
University of New York at Binghamton. NUÑEZ, F.; ARDÉVOL, E.; VAYREDA, A. (2004): «La
KURTZWEIL, R. (1999), La era de las máquinas actuación de la identidad online: estrategias de
espirituales. Barcelona: Planeta. representación y simulación en el ciberespacio»,
LEANING, M. (1988): «Cyborg Selves. Examining Bilbao: Gircom/CibertArt.
identity and meaning in a chat room», Ciber- PRAT, J. (2012) (coord.), Els nous imaginaris
sociology Magazine 7 [en línea] <http://www. culturals. Espiritualitats orientals, teràpies
cybersociology.com>. naturals i sabers esotèrics. Tarragona: Publi-
LÉVY, P. (1999), ¿Qué es lo virtual? Barcelona: cacions URV.
Paidós. RAMOS LORENTE, Mª del Mar (2004): «Aproxima-
LEWIS, J. R.; MELTON, J. G. (1992) (eds.), Perspec- ción sociológica al uso de Internet de los Nue-
tives on the New Age. Albany: State University vos Movimientos Religiosos como Nuevos Movi-
of New York Press. mientos Sociales». Scripta Nova VIII, 170 (39).
LOPES, J. R. (2009): «Devoções, ciberespaço e ima- RHEINGLOD, H. (1993), The virtual community:
ginário religioso», Civitas. Revista de Ciências Homesteading on the Electric Frontier. Nueva
Sociais 9: 224-242. York: Addison-Wesley.
LUCERGA, Mª J. (2004): «Cyborgs, forenses y la axila SCHLEGEL, J.-L. (1995), Religions à la carte. Pa-
de Sanex. El cuerpo en la sociedad mediática», ris: Hachette.
Tonos Digital. Revista Electrónica de Estudios SMITH, M. A.; KOLLOCK, P. 2003. (eds.), Comu-
Filológicos, 7 [en línea] <http://www.um.es/to- nidades en el ciberespacio. Barcelona: Edi-
nosdigital/znum7/estudios/icuerpodef.htm>. torial UOC.
MAUSS, M. (1991): «Técnicas y movimientos cor- STENGER, N. (1991): «Mind is a Leaking Rain-
porales», Sociología y antropologia: 337-356. bow», en M. Benedikt (ed.), Cyberspace: First
Madrid: Tecnos. Steps, Cambridge, MA: MIT Press.


1 Ó 0      - 8 1 <    7(&12/2*Ë$<5(/,*,Ï1

TÉLLEZ, A. (2002): «Nuevas etnografías y ciberes- la comparación», Revista de Dialectología y


pacio: reformulaciones metodológicas», I Con- Tradiciones Populares 67: 209-240.
greso Online del Observatorio para la CiberSo- WERTHEIM, M. (1999): «Is cyberspace a Spiritual
ciedad [en línea] <http://www.cibersociedad. Space?» [en línea] <http://www.socio.demon.
net/congreso/comms/c10tellez.htm>. co.uk/magazine/7/lin.html>.
TEUSNER, P. E. (2010): «New Thoughts on the WILLAIME, J.-P. (1996): «Dinámica religiosa y
Status of the Religious Cyborg», Journal of modernidad», en G. Giménez (coord.), Identi-
Technology, Theology, & Religion 1(2): 1-18. dades religiosas y sociales en México. México:
VALIENTE, F. J. (2004): «Comunidades virtuales en el Instituto Francés de América Latina/Instituto de
ciberespacio», Doxa comunicación, 2: 137-150. Investigaciones Sociales/Universidad Nacional
VALLVERDÚ, J. (2012): «El poder del cuerpo y el Autónoma de México.
poder sobre el cuerpo religioso: Dos casos para



También podría gustarte