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TEORIAS CLASICAS

 MERCANTILISTA
El objetivo del mercantilismo es que el Estado al ser un órgano de poder, intervenga en la
economía aplicando diferentes métodos, como pasaba por ejemplo con las monarquías
absolutas, es algo así como un protector y decide las reglas con que se debían convivir en
la economía, con el objetivo de crecer más y más.
También hay que señalar la parte proteccionista que encontramos en el Estado, reduciendo las
importaciones, para elevar las ventas en el interior, además de acumular como hemos dicho
antes metales preciosos, oro, etc de fronteras para dentro. En el hecho de reducir las
importaciones, supone tener todo lo necesario, como por ejemplo productos que se importaban a
otros países.

El mercantilismo considera que la prosperidad de una nación o estado depende del capital que
pueda tener, y que el volumen global de comercio mundial es inalterable. El capital, que está
representado por los metales preciosos que el estado tiene en su poder, se incrementa sobre todo
mediante una balanza comercial positiva con otras naciones (o, lo que es lo mismo, que las
exportaciones sean superiores a las importaciones).

Los mercantilistas consideraban que la ganancia se crea en la esfera de la circulación y que la


riqueza de las naciones se cifra en el dinero. De ahí que la política mercantilista tendiera a atraer
al país la mayor cantidad posible de oro y plata.

El mercantilismo tuvo gran éxito al estimular el crecimiento de la industria, pero también


provocó fuertes reacciones en contra de sus postulados. La utilización de las colonias como
proveedoras de recursos y su exclusión de los circuitos comerciales dieron lugar, entre otras
razones, a acontecimientos como la guerra de la independencia estadounidense, porque los
colonos pretendían obtener con libertad su propio bienestar económico. Su eje era encontrar la
política económica capaz de permitirle al Estado ser más rico y más poderoso.
Los mercantilistas fueron los que dieron origen al proteccionismo económico y a la intervención
del Estado en la economía.

Los principales postulados del mercantilismo son los siguientes:

 Intervención del Estado. El Estado debe regular la economía nacional en beneficio del
país.

 El origen de la riqueza se encuentra en la posesión de metales preciosos (oro y plata).


De esto se derivan dos consecuencias:

 El origen de la riqueza se ubica en la circulación de mercancías y no en la producción


de las mismas.
 Un país, para ser rico, debe tener más ingresos que egresos en relación con su comercio
externo
http://uapas1.bunam.unam.mx/sociales/postulados_mercantilismo/
 CLASICA
La economía clásica es una escuela de pensamiento económico que se basa en la idea de que el
libre mercado es la forma natural del funcionamiento de la economía y que esta produce
progreso y prosperidad.
La economía clásica reorientó el pensamiento económico alejándose del enfoque que se basaba
en las preferencias de los gobernantes o las clases sociales. Los clásicos enfatizaron los
beneficios del libre comercio y desarrollaron un análisis organizado del valor de los bienes y
servicios como reflejo de su costo de producción.
Los economistas clásicos se oponían a la intervención del gobierno en el mercado a través de
controles de precios, cuotas, regulaciones o cualquier otro mecanismo que alterara su normal
funcionamiento.
Los postulados básicos de la economía clásica son los siguientes

 El libre mercado dará como resultado una asignación óptima de los recursos.
 El gobierno no debe intervenir en el funcionamiento del mercado. De hacerlo sólo
generará ineficiencia y obstaculizará alcanzar el equilibrio de mercado.
 Los precios se ajustan de manera natural al alza o a la baja (incluyendo los salarios)
para que los mercados logren su equilibrio.
 El mercado del trabajo se encuentra en pleno empleo. Si se observa desempleo este será
de carácter friccional o voluntario.
 La producción total está determinada por el pleno empleo de los recursos. De esta
forma, la oferta está dada y los cambios en la demanda sólo generan cambios de
precios.
 La política monetaria es ineficaz.
 La política fiscal es ineficaz.
 El valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo que se utiliza en
producirlo.

 MARXISMO
Llamamos marxismo al conjunto de ideas políticas, económicas y filosóficas que nacen con la
obra de Karl Marx, pero que van unidas al activismo obrero y que posteriormente han sido
desarrolladas por muchos autores. El marxismo es la doctrina o cuerpo ideoógico que corona
con genial coherencia las tres fuentes ideológicas más avanzadas de la Europa del s.XIX: el
socialismo francés (Saint-Simon, Fourier, Proudhon), la filosofía clásica alemana (Feuerbach,
Hegel) y la economía política inglesa (David Ricardo, Adam Smith).

 KEYNESIANA
Uno de los principales postulados es que la inversión pública es fundamental para reactivar la
demanda y por ende el crecimiento. La inversión pública es aún más importante cuando la
reducción en las tasas de interés fracasa en reactivar la demanda privada.
“El segundo gran legado de Keynes es la noción de que los gobiernos pueden y deben prevenir
las depresiones económicas. La aceptación generalizada de este punto de vista se puede ver en
la diferencia entre la fuerte respuesta en la forma de políticas al colapso ocurrido durante el
período 2008-2009 y la reacción pasiva que se dio ante la Gran Depresión de 1929-1932”

Ante los altísimos niveles de desempleo registrados en Estados Unidos y en buena parte de las
potencias europeas, Keynes propuso aumentar el gasto público para que, a su vez, aumentara el
empleo y se consiguiera un punto de equilibrio
– El alto desempleo es ocasionado por una demanda agregada insuficiente para la producción
nacional.
– Una demanda agregada insuficiente, es el resultado de un exceso de ahorro por parte de las
empresas que se muestran demasiado reticentes a endeudarse para financiar la inversión en
nuevos bienes de capital.
– Los hogares perceptores de rentas altas también tienden a un excesivo ahorro cuando reciben
un alto interés en la compra de bonos y como fruto de una “arbitraria y excesiva desigualdad en
la distribución de los ingresos” La baja inversión está causada por unas expectativas de bajos
beneficios, altos tipos de interés o ambos combinados, lo que desincentiva la inversión en
empresas y en nuevos bienes de capital.
– Los bajos niveles de demanda agregada por parte del sector privado (familias y empresas)
pueden ser compensados por altos niveles de gasto del gobierno (política fiscal de estímulo).
Los bajos tipos de interés también pueden alentar a una mayor inversión.
– Keynes  argumenta que el tipo de interés debe ser visto como el precio de la liquidez (o el
precio de mantener la abundancia financiera en forma de dinero en oposición a activos de menor
liquidez como por ejemplo los bonos) .Llamó a esto la teoría de la preferencia por la
liquidez de dinero y los intereses.
–  El nivel del tipo de interés es explicado y determinado por la interacción entre la oferta y
demanda de dinero, oferta que es controlada por el banco central a través de su política
monetaria mientras que la demanda viene determinada por el volumen de transacciones y
el nivel de precios de esas transacciones, además de por las expectativas de los titulares de la
riqueza financiera sobre el futuro precio de mercado de los bonos.
– Otra propuesta teórica avanzada por Keynes fue que si el gasto gubernamental, la inversión
privada o ambos se incrementan en un determinado nivel, el gasto total (demanda agregada) y la
producción actual se incrementarían en un nivel superior. Llamó a este fenómeno el “efecto
multiplicador”.

Hipótesis subyacentes de la Teoría Keynesiana

Inflexibilidad de salarios: El mercado por sí solo no es autorregulable al menos con la rapidez


necesaria, el hecho de que por un tiempo considerable no siempre los mercados están
correctamente equilibrados se da por la existencia de rigideces en los precios, especialmente si
hablamos de salarios nominales en el mercado laboral. La teoría clásica falla al esperar que el
mismo exceso de oferta en el mercado laboral, léase desempleo, sea el propulsor de una baja en
el salario que logre eliminar tal desequilibrio; pues, siguiendo a Keynes, los clásicos no están
considerando la existencia y actuación de las asociaciones obreras y la legislación de
protección social que son parte integrante de la escena económico-política 1.
Teoría de la demanda efectiva: Para la teoría keynesiana, el empleo total depende de la
demanda total y el paro es el resultado de una falta de demanda total. La demanda efectiva se
manifiesta en el gasto de la renta, si aumenta la renta de una comunidad también aumentará su
consumo, pero éste menos que aquella. Por lo tanto, para que haya una demanda suficiente para
mantener el nivel de empleo, se debe verificar un nivel de inversión equivalente a la diferencia
entre la renta y el consumo. Por ello podemos decir que la inflexibilidad de salarios no es el
único factor que desencadena el desempleo, aún cuando exista competencia perfecta en los
mercados y todos los precios milagrosamente se ajustaran instantáneamente, las decisiones de
los inversores influirán sobre la demanda efectiva y por último en el nivel de empleo.

Por otro lado, no sólo el desempleo, también la inflación depende del volumen de demanda
efectiva; cuando la demanda es deficiente se produce el desempleo y cuando la demanda es
excesiva se produce la inflación. Keynes acepta la conclusión tradicional de que los aumentos
de la cantidad de dinero llevarán a aumentos en el nivel de precios, pero difiere en el proceso
causal. El impacto inicial del aumento en la cantidad de dinero disminuye los tipos de interés, lo
que aumenta la demanda efectiva por inversión, asociada a un aumento de la renta, del empleo y
de la producción. Es a causa del incremento en el costo de la mano de obra que los precios
también comienzan a subir.

El interés como premio por no atesorar dinero: En la teoría keynesiana, el dinero desempeña
las funciones de ser unidad de cambio, medida de cuenta y reserva de valor. Considerando esta
última función, los que poseen más renta de la que consumen tienen como alternativas atesorar
dinero, prestarlo a una determinada tasa de interés o invertir en una actividad que brinde cierto
beneficio. Si las personas deciden acumular riqueza en forma estéril, debe haber un por qué al
tomar esta decisión. Para Keynes cada individuo posee una preferencia por la liquidez que
combinada con la cantidad de dinero determina la tasa real de interés en un momento dado. Es
decir, la gente atesora dinero porque existe incertidumbre acerca de la evolución de las variables
económicas y con ello “los poseedores de dinero tienen un tipo de seguridad del que no gozan
los poseedores de otras especies de riqueza.”2

Consideraciones del ciclo económico: La demanda agregada privada se compone de consumo


privado e inversión privada, esta última es la fuente principal de impulsos que desencadenan
fluctuaciones económicas; las decisiones de inversión dependen a su vez de las expectativas
sobre la rentabilidad futura, las cuales tienden a ser inestables. Los cambios en el optimismo o
pesimismo de los inversores Keynes los denominó “animals spirits” y los señaló como los
causantes de desplazamientos en la demanda agregada y, a través de ella, en el producto
agregado y en los niveles de desempleo.

Como los mercados no son autorregulables, se hace necesaria la aplicación por parte de las
autoridades económicas de políticas fiscales y/o monetarias para contrarrestar el ciclo, esto es
medidas expansivas en el presupuesto público y en la oferta monetaria durante los períodos de
estancamiento del producto. Pues si existe desempleo, esto es por una demanda efectiva
deficiente, ésta a su vez se da por un nivel bajo de inversión; ante ello caben dos acciones por
parte del gobierno: una es la política fiscal a través de la expansión en inversión pública que
suplante a la privada y otra es la política monetaria a través de la variación en la cantidad de
dinero que modifique la tasa de interés 3 y haga atractivas nuevas inversiones por parte de los
privados.

 NEOCLASICA
La economía neoclásica es una escuela de pensamiento económico que se basa en la idea de que
el valor de los bienes es una función de la utilidad o satisfacción que le asignan los
consumidores.
La consideración tanto de la oferta como la demanda en la determinación de los precios.
Otorgan gran importancia al papel del dinero en asuntos económicos.
Extendieron el análisis económico a otras situaciones consideradas tanto por los clásicos como
los marginalistas, es decir, examinaron no solo situaciones de monopolio, duopolio y
competencia perfecta, sino también situaciones de competencia imperfecta.
El economista neoclásico por excelencia es Alfred Marshall, quien es considerado el fundador
de una de las grandes aproximaciones de la escuela (ver Equilibrio parcial). Otra de las grandes
figuras es Léon Walras, fundador de otra de las grandes aproximaciones (ver Teoría del
equilibrio general).- Otros neoclásicos de gran importancia incluyen Knut Wicksell e Irving
Fisher (ver Monetarismo); Arthur Pigou y Vilfredo Pareto (ver Economía del bienestar) etc.
Postulados básicos de la economía neoclásica
Los neoclásicos centraron su análisis en la elección entre varias alternativas, los cambios
marginales como objeto de cálculo y el equilibrio general.
Con respecto al comportamiento de las personas y empresas, la escuela neoclásica se basa en
tres supuestos básicos:

 Ambos son racionales.


 Las personas buscan maximizar su utilidad o satisfacción cuando consumen bienes o
servicios. Las empresas buscan maximizar sus utilidades cuando venden bienes o
servicios.
 Personas y empresas actúan de manera independiente basándose en información
completa y relevante.
Asimismo, existen varias diferencias en su análisis con respecto a los clásicos en lo que se
refiere a la teoría del valor, la formación de los precios y la distribución de la renta. A
continuación explicamos estos aspectos:
Teoría del valor: los economistas clásicos consideraron que el valor de los bienes y servicios se
determinaba por el coste de los factores. Los neoclásicos en cambio, señalaban que el valor se
determinaba por la utilidad que reportaba a los consumidores y su escasez relativa. De esta
forma, a mayor utilidad, los consumidores estarían dispuestos a pagar más. Por otra parte,
mientras más escaso sea un bien, mayor valor tendrá,
Formación de los precios y distribución de la renta: con anterioridad a los economistas
neoclásicos se solía considerar que los ingresos de los factores de producción estaban
determinados por un proceso histórico. Los neoclásicos renegaron de este análisis y
consideraron que la oferta y demanda de factores determinaba sus precios. De esta forma, el
equilibrio en el mercado de factores determina la renta y su distribución entre los agentes
económicos dueños de los factores de producción.

 ESTRUTUTRALISTA
El elemento analítico que marca las propuestas de CEPAL en los últimos cinco años es colocar
a la igualdad en el centro de las formulaciones sobre la agenda de desarrollo. En este aporte al
debate, la igualdad es vista como resultante de una aguda heterogeneidad productiva y social en
el marco de una frágil capacidad tributaria y, por tanto, escaso impacto para reducir la
distribución del ingreso. Desde su perspectiva esta problemática se manifiesta en, y por tanto,
debe abordarse desde muy diferentes ámbitos, entre ellos la estructura productiva, sus distintos
sectores, actividades y ramas, los tipos y tamaños de empresas y los mercados laborales. Todas
estas heterogeneidades y dualidades cobran expresión concreta en el ámbito social y del empleo.
La CEPAL avanza en un diagnóstico sobre la necesidad de cambio estructural que se acompaña
de propuestas y políticas específicas. En ellas la premisa básica se deriva de la experiencia
histórica que todo proceso de transformación productiva aporta hacia un desarrollo integral,
pues no es resultante de casualidades o del juego irrestricto de las fuerzas del mercado. Por el
contrario, su logro y permanencia de largo plazo requiere acción y políticas del Estado
orientadas a modificar -por incentivos, regulaciones y presión directa a través de compras e
inversiones- la asignación de recursos y factores en el tiempo, entre diferentes ramas de
actividad, regiones y mercados. Al respecto, y como reveló la reciente crisis financiera
internacional, la supervisión y regulación de ciertos mercados es indispensable.
La intervención del Estado en la economía, según la CEPAL, es tanto más necesaria cuanto
menor es el nivel de desarrollo y mayor la participación del sector primario en su producción,
empleo y comercio. Llamamiento especial hace la Comisión a recordar que para que la política
pública efectivamente induzca o impulse una transformación productiva para un desarrollo con
igualdad debe haber una coordinación estrecha entre el Estado y los actores políticos y
económicos relevantes que incluye a los representantes del sector privado y de los trabajadores
en cierta concordancia con una propuesta de desarrollo de largo plazo, sustentada por el Estado.
Esta coordinación es la que puede hacer viable lograr un escalamiento en las cadenas de valor,
el cambio en la dinámica laboral hacia la progresiva generación de más empleos de calidad, con
alta productividad y contenido tecnológico, así como remuneraciones reales al alza. Como
señala la Comisión, asegurar la viabilidad operativa de dicha agenda presupone contar con una
Hacienda pública robusta. Es decir, presupone una reforma o pacto fiscal para remover
limitaciones de recursos y las restricciones institucionales que traicionan o debilitan el alcance
de dicha planificación concertada.
La búsqueda de consensos políticos efectivos, que reconozcan y rebasen las diferencias
ideológicas y las divergencias en torno a concepciones alternativas del pensamiento económico,
requiere un persistente diálogo, concertación y negociación entre los actores políticos y
económicos principales. Ello lleva tiempo y exige perseverar, con una justa mezcla de
flexibilidad y firmeza, en un esfuerzo de concertación política de largo aliento para construir
una visión común y compartida de país. Dicho esfuerzo se traba en la medida en que no se
cuente con una institucionalidad que dé garantías a la eficiencia, eficacia de la gestión pública y
reduzca el riesgo de captura de diferentes instancias y políticas económicas.
La propuesta por un desarrollo, en que la igualdad tiene prelación central, cobró su expresión
más elaborada en el documento presentado en el Período de Sesiones celebrado en Brasil en
2010, titulado: La hora de la igualdad. Brechas por cerrar, caminos por abrir. Su formulación se
profundizo dos años después en la propuesta de Cambio estructural para la igualdad, dada a
conocer en agosto de 2012. Premisa fundamental de esta propuesta es que la desigualdad, en sí
misma, es un freno al crecimiento económico y a la transformación productiva y pone en riesgo
la sustentabilidad y estabilidad social. Estipula que la igualdad, además de ser un compromiso
ético, constituye la palanca fundamental para que la región tenga un alto y sostenido
crecimiento de la actividad productiva y el empleo, con sostenibilidad social y ambiental.
En su visión la desigualdad no se circunscribe a las brechas de ingreso y propiedades de activos.
Abarca también las brechas -interna y externas- en inversión, capacidad de fiscalidad y las de
productividad. Para abatirlas la política debe impulsar la convergencia productiva y territorial en
cuanto al acceso oportuno, de calidad y sin trabas a satisfacto-res esenciales de educación,
empleo y seguridad o protección social. Dicha agenda es relevante en la medida en que se
cuente con un Estado financieramente fuerte, con respaldo político y con firme compromiso en
pro de una agenda de desarrollo.
En ocasión del trigésimo cuarto período de sesiones celebrado en El Salvador, la CEPAL dio a
conocer su propuesta Cambio estructural para la igualdad: Una visión integrada del desarrollo,
en el que da una vuelta de tuerca adicional tanto a la Hora de la Igualdad como a la contribución
pionera del casillero vacío hecha por Fajnzylber al profundizar en la relación entre empleo y
productividad. En efecto el texto parte de destacar que en las economías de América Latina y el
Caribe no hay una sola cuya evolución de largo plazo combine una evolución virtuosa de
elevado crecimiento del empleo y de la productividad. En efecto, en los períodos de expansión
sostenida de la actividad económica que han tenido dichos países en general la productividad se
rezaga y dista de crecer pari passu con la ocupación. El acotado, y a veces nulo, avance de largo
plazo se expresa en un rezago persistente del nivel promedio de la productividad de América
Latina frente al de Estados Unidos. Tal falencia, a su vez, dificulta o bloquea el alza de las
remuneraciones reales. Estas condiciones enraizadas en la estructura productiva, aunadas a la
debilidad y regresividad de buena parte de los impuestos y gastos del sector público, impiden
superar la pobreza y la desigualdad.
La palanca del crecimiento de la economía y del cambio en el peso específico de las distintas
ramas de actividad es la formación de capital, tanto en su volumen como su orientación. La
intensidad de renovación y ampliación de la maquinaria y el equipo, de la construcción de
plantas productivas en las diferentes actividades modifica paulatina, pero profundamente, el
tejido, la malla productiva y la capacidad de crecimiento potencial de largo plazo de la
economía. En la medida en que la inversión se dirija a actividades cuyos procesos de
producción, en el amplio sentido del concepto- se caracterizan por una mayor intensidad de
conocimientos e innovación la economía tenderá a beneficiarse de rendimientos crecientes. En
la medida en que ocurra lo contrario, como por ejemplo cuando la inversión se focaliza en
sectores de minería y extracción de recursos naturales, será más difícil innovar y reducir las
brechas medias de productividad con las de regiones desarrolladas. Ahora bien, la orientación
de la inversión privada es en mayor medida una respuesta del mercado a percepciones y
expectativas en cuanto a la existencia de diferencias sustanciales en rentabilidad y riesgo. Pero
dichas diferencias en rentabilidad esperada no provienen mera y espontáneamente del sistema
de precios y la interacción de las fuerzas del mercado, si bien son muy relevantes. Igualmente se
ven afectadas por acciones directas del Estado, por ejemplo a través de políticas industriales,
compras gubernamentales y la ejecución de grandes proyectos de inversiones paraestatales.
La inversión pública cumple un papel clave en la orientación e intensidad del cambio
estructural. Y con ello en el potencial de expansión económica de largo plazo. Sus efectos de
derrama y su competencia generan inversiones adicionales del sector privado que pueden
complementarle e impulsar el dinamismo tecnológico y la futura demanda. Dada su importancia
como motor del cambio, es recomendable que la inversión pública este lo más aislada o
protegida posible durante las distintas fase del ciclo económico. A la vez, debe estar ligada de
manera cercana con los objetivos de la política industrial para sostener una trayectoria de
crecimiento de largo plazo.
Dado el papel central de la inversión en el proceso de transformación productiva, y como
CEPAL insiste, las políticas macroeconómicas (fiscal, monetaria y cambiaria) deben fijarse en
preservar la estabilidad tanto de la inflación y las variables financieras nominales como de la
actividad económica, el empleo y la inversión. Su horizonte de política debe contemplar el
objetivo de atemperar las fluctuaciones cíclicas de corto plazo ante impactos de choques
externos y de estimular, como sea necesario, el dinamismo de la inversión y la producción. La
doble responsabilidad que, como propone la CEPAL, debe tener la política macro en cuanto a
procurar la estabilidad real y la nominal de la economía se traduce, en la práctica, en un
monitoreo más cuidadoso de las implicaciones o trade offs del uso de los instrumentos clave de
las diferentes políticas. Por ejemplo, y de manera especial, en el manejo del tipo de cambio, las
autoridades monetarias deben reconocer y vigilar su impacto en la inflación doméstica, en la
competitividad relativa de precios y en la orientación de la inversión; todo ello afecta la
estructura productiva en el mediano y largo plazos.
Continuando con su tradición estructuralista, la CEPAL empuja por una estrategia integral que
combine la aplicación de políticas industriales con las de corte macroeconómico, las del
mercado de trabajo y del ámbito social. Su propuesta tiene como fin modificar la estructura
productiva de manera que ganen presencia las actividades cuyos procesos, son, por una parte,
relativamente más intensivos en conocimiento, y por otra, enfrentan mercados cuya demanda
-interna y externa- es particularmente dinámica. Un rasgo adicional, no menor, de las
actividades que se busca impulsar con estas políticas es que su expansión tenga un apoyo
balanceado tanto en la generación de empleos dignos como en una pauta robusta de evolución
de la productividad. Este círculo virtuoso de expansión económica, junto con políticas fiscales y
sociales orientadas a universalizar la protección social son los pilares del desarrollo. Desde esta
óptica es justamente la transformación de la estructura productiva -y no meramente la política
social- la que garantiza una mejora conspicua y persistente de las condiciones de pobreza y de
desigualdad.
En contraste con el dictum de la visión convencional de la macroeconomía, la CEPAL advierte
que su propuesta en sus fundamentos teóricos tiene relevancia para toda economía, pero su
aplicación práctica debe adecuarse a las condiciones institucionales especiales del país, tiempo y
lugar. Por el contrario, reconoce que la legitimidad y relevancia de la propuesta de cambio
estructural reside en identificar con respeto las condiciones históricas y marcos institucionales
específicos de cada tiempo y lugar.
En esta visión integrada del desarrollo, la igualdad se va logrando en una dinámica virtuosa de
crecimiento económico y aumento sostenido de la productividad, basada en los siguientes cinco
ejes. En primer lugar, la política macroeconómica y la política industrial deben articularse en
torno a una agenda de desarrollo con metas claras de corto y de largo plazos. En segundo, se
insiste en que el desarrollo de largo plazo requiere aplicar políticas industriales activas. Hay
consenso hoy en día que dichas políticas son las que hicieron posible a algunas economías
recortar significativamente sus brechas en tecnología, productividad y competitividad con los
niveles de economías en la frontera tecnológica
En tercero, se sostiene que la política industrial moderna se sitúa en un momento histórico
marcado por la tercera o cuarta revolución industrial y que comprende el desarrollo de, inter
alia, nuevas tecnologías de comunicación e información, la biotecnología y la nanotecnología.
El siguiente elemento que enfatiza la Comisión es el tema de sostenibilidad ambiental. Resalta
que esta debe integrarse como tema prioritario de la agenda del desarrollo, vinculada
estrechamente con la problemática de la inversión por un cambio estructural con igualdad.
Repite con frecuencia que poner en marcha una agenda de desarrollo así descrita obliga a contar
con pactos sociales en que el Estado tiene, en lo social y lo económico el desafío de asumir un
rol más activo y decidido en políticas de vocación universalista. Cabe cerrar este texto con la
expresión con que la Secretaria Ejecutiva actual de la CEPAL sintetiza el mensaje de la
Comisión:

En síntesis, el eje central que se propone tiene el cambio estructural como camino, las políticas
públicas como instrumento y la igualdad como valor subyacente y horizonte hacia el cual se
orienta dicho cambio.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-952X2012000300004

TEORIAS ALTERNATIVAS
TEORIAS DEL DESARROLLO
Las teorías del desarrollo aparecen como una especialidad de la ciencia económica durante el
periodo inmediato que prosiguió a la segunda guerra mundial, Momento también en el que
numerosos países colonizados en Asia y África inician movimientos de liberalización nacional y
en el que otros países soberanos de América Latina reclaman impulsar el desarrollo autónomo.
Se trata también del momento de constitución de un nuevo sujeto político conocido como el
Tercer Mundo. Desde su inicio, las teorías del desarrollo delimitaron como campo de
conocimiento el estudio de las transformaciones de las estructuras económicas de las sociedades
en el mediano y largo plazos, así como de las restricciones específicas que bloquean dichos
cambios estructurales en las sociedades tradicionales, denominadas también: países
subdesarrollados, dependientes, periféricos o emergentes, entre otras acepciones.
Las teorías del desarrollo implican, por lo mismo, una tensión entre la teoría y la historia, y su
evolución conceptual se vincula estrechamente con el acontecer económico, social y cultural de
las naciones, como lo observamos a través de la evolución histórica de la construcción del
paradigma del desarrollo. Algunos de quienes pueden ser considerados sus fundadores son:
Arthur Lewis, Whitman Rostow y Raúl Prebisch.
Desde el enfoque neoclásico, el desarrollo supone transformar la sociedad de un estado
tradicional caracterizado por el estancamiento y la subsistencia, a una sociedad dinámica
capitalista centrada en el sector emprendedor. La emergencia de una clase de empresarios
capitalistas es el elemento clave de esta evolución. En esta línea, fueron propuestos dos
modelos: el dual y el lineal. Ambos retoman los principios de la economía neoclásica del
análisis en materia de precios y asignación de los recursos.
ARTHUR LEWIS Y LA SOCIEDAD DUAL
La economía dual de Arthur Lewis en su trabajo “Desarrollo económico con oferta ilimitada de
mano de obra” plantea la coexistencia de dos sectores: el sector moderno capitalista vinculado a
la industria, y el sector precapitalista tradicional asociado a la agricultura. La sociedad
tradicional es considerada como una sociedad heterogénea donde los dos sectores funcionan con
reglas y hacia objetivos diferentes. En esta perspectiva, el objeto de estudio es el proceso de
transformación estructural que hace evolucionar la economía en su conjunto hacia el sector
moderno. El desarrollo se convierte en el proceso de eliminación de la economía dual por la
expansión de la economía capitalista
Whitman Rostow y las etapas del desarrollo
Por su parte, la economía lineal de Rostow en su libro Las etapas del crecimiento económico,
sostiene que los países con menos desarrollo se encuentran en una situación de retraso
transitorio, inevitable dentro del proceso histórico de cada sociedad. Según Rostow existen
cinco etapas comunes en los países con menos desarrollo:
• Sociedad tradicional (agricultura de subsistencia)
• Creación de las condiciones previas al arranque
• Despegue (cuando la tasa de inversión supere la tasa de población)
• Camino a la madurez (que dura sesenta años)
• Etapa del consumo de masas.
Si bien la propuesta de Rostow tuvo una amplia aceptación entre los economistas neoclásicos
porque en los hechos rendía tributo a los postulados de la teoría del comercio internacional, los
trabajos de la sociología, la antropología y la historia desmentían esa visión idílica evolucionista
que describía el autor.
EL ENFOQUE LATINOAMERICANO Y EL SURGIMIENTO DE LA ECONOMÍA
ESTRUCTURALISTA.
La teoría de la CEPA L de Raúl Prebisch y el paradigma keynesiano
La teoría de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) surge frente a la
preocupación intelectual y política de encontrar un rumbo al desarrollo económico y social de
América Latina. Raúl Prebisch es quien inaugura la vida de dicha Comisión en su primera
sesión celebrada en La Habana en mayo de 1948 con su trascendente trabajo titulado: “El
desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas”
La teoría de la CEPAL tiene implicaciones estratégicas muy claras, toda vez que para
contrarrestar el intercambio desigual es necesario aumentar la productividad e impulsar una
adecuada legislación social que fortalezca las instituciones sindicales y eleve progresivamente el
nivel del salario real. Esto permitiría crear las condiciones estructurales (productividad) y
sociales (legislación e instituciones), para corregir el desequilibrio de ingresos entre el centro y
la periferia. Para ello se propusieron las siguientes estrategias:
• Industrialización por sustitución de importaciones en una primera fase y posteriormente
complementarla con la política de “extraversión” y el desarrollo de las exportaciones
• Función del Estado como una idea-fuerza del desarrollo
• Promoción de la clase empresarial
• Política de estímulo al ahorro interno y la inversión.

 DESARROLLO HUMANO
En el proceso teórico por avanzar hacia una visión integral del desarrollo que incluya, además
de la dimensión económica, la dimensión social, política y cultural, surge a principios de los
años noventa una nueva forma de medir el desarrollo que superó las mediciones tradicionales
centradas en el Producto Interno Bruto (PIB) per capita, que es una medida de la riqueza
producida en promedio por habitante. Este indicador, de carácter estrictamente económico, tiene
además la limitación de ser sólo un promedio estadístico que oculta las desigualdades sociales.
La propuesta alternativa fue resultado de una convocatoria que las Naciones Unidas, a través del
PNUD, hizo a especialistas a finales de la década de los ochenta para elaborar una visión
distinta para medir el desarrollo. En los hechos, esta visión superó la visión economicista
centrada en el tener (dinero y mercancías) por una visión holística centrada en el ser (bienestar y
capacidades de los seres humanos)
La teoría del desarrollo humano, que surge en la década de los noventa, tiene sus raíces en la
preocupación que despiertan las críticas al enfoque economicista de los estudios del desarrollo y
en la búsqueda por integrar en el análisis los aspectos sociales de la población. Con ello se
buscaba avanzar en la complejidad del análisis y rescatar aspectos esenciales como la equidad,
la justicia y la libertad que habían quedado excluidos en dichos estudios. Este enfoque crítico
tuvo como antecedentes los trabajos de la teoría de la CEPAL en América Latina desde la
década de los cuarenta que coloca en el centro del análisis la condición del subdesarrollo y los
fundamentos del crecimiento para las diferentes naciones, sentando las bases de la teoría
económica estructuralista. Posteriormente, la teoría de la dependencia en la década de los
sesenta, desde una posición política radical, incorpora en su análisis la dimensión sociológica a
través del análisis de la lucha de clases y los sistemas de dominación. En la década siguiente, los
ochenta, surge en Europa la teoría de la regulación francesa, con un enfoque holístico, otorga un
lugar importante al papel de las instituciones en el desarrollo. Paralelamente, otras inquietudes
desgajadas de la preocupación por el medio ambiente, concretan propuestas aglutinadas en
organizaciones supranacionales, como lo fue la creación del Club de Roma en 1968 y el
enfoque del ecodesarrollo presentado en 1973 por el director ejecutivo del Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente,  abonaron nuevas perspectivas que superaron
definitivamente el enfoque economicista tradicional y brindan tributo a una nueva perspectiva
del desarrollo.
En este amplio marco conceptual reorientado hacia lo social y lo ambiental, surge una nueva
visión del mundo que definitivamente desplaza la atención puesta en el crecimiento y la
productividad –como centro del quehacer en la sociedad– hacia la noción del desarrollo, sus
destinatarios y el medio ambiente. Ocupan un lugar fundamental las aportaciones que en
materia económica y social había propuesto Amartya Sen, 2 quien fue invitado por el Programa
de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), junto con un grupo destacado de
economistas entre los que se encontraban Mahbub Ul–Haq, Paul Streeten, Meghnad Desai,
Gustav Ranis y Keith Griffin, para elaborar una nueva propuesta de medición del desarrollo de
las Naciones. El resultado final de los trabajos concluyó en una significativa aportación: el
Índice de Desarrollo Humano (IDH), cuya publicación desde el año 1990 pretendía generar una
tendencia internacional que evaluara el nivel medio alcanzado por cada país a partir de tres
aspectos esenciales, la salud, la educación y el ingreso.
El pensamiento de Amartya Sen sentó las bases de la teoría del desarrollo humano y propuso
una concepción distinta para medir y abordar el desarrollo. El enfoque superó la visión
economicista centrada en el tener (dinero y mercancías), por una visión holística centrada en el
ser y hacer del ser humano (bienestar y capacidades) en el cual la participación de las
instituciones juega un papel determinante en el desarrollo 

En la concepción teórica propuesta por Sen se define al desarrollo "como un proceso de


expansión de las libertades reales de las que disfrutan los individuos", donde "la libertad real
(...) está representada por la capacidad de la persona para conseguir varias combinaciones
alternativas de funcionamientos" (Sen, 1992: 81) que permite [a la persona], en los entornos
sociales, económicos, culturales, políticos y medioambientales que se encuentre, realizar cosas
valiosas para ellos y sus familias (Sen, 2000).

Por lo tanto, el desarrollo no debe medirse con otro indicador que no sea el aumento de las
libertades de los individuos, entendida como la construcción de entornos en los cuales se
exprese la libertad individual de poder desplegar las capacidades y las más preciadas
aspiraciones de los seres humanos. En este sentido, Amartya Sen (1992: 81) señala que la
justicia debe valorarse por las libertades reales que gozan los seres humanos para poder elegir su
destino en función de sus propios valores personales y de ninguna manera por los bienes
materiales o recursos que puedan disponer. De esta manera, toda teoría de la justicia que tenga
como postulado la búsqueda de la equidad debe partir de un tratamiento directo y profundo de
las libertades reales que tengan las personas para elegir su propio estilo de vida y buscarlo de
manera consecuente, aun cuando sus valores sean diferentes, dadas las enormes posibilidades de
que cada individuo, en las modernas sociedades, pueda tener objetivos divergentes del resto de
los individuos que componen la sociedad, siendo esos objetivos valorados todos en condiciones
de igualdad sin establecer jerarquías

 DESARROLLO SUSTENTABLE
En la década de los noventa surge otra propuesta de análisis para enfrentar los retos del
desarrollo, aunque desde una perspectiva holística y multidisciplinaria distinta, que conocemos
como desarrollo sustentable, durable o sostenible El concepto de desarrollo sustentable hunde
sus raíces en la crítica al desarrollo económico en general, ante los altos niveles de degradación
del medio ambiente. Así, desde finales de la década de los cuarenta aparecen movimientos de la
sociedad civil y la academia, que cuestionaban el modelo de industrialización y de desarrollo y,
sobre todo, los efectos contaminantes en la atmósfera, el agua y los suelos, y sus impactos en la
integridad de los ecosistemas y en la biodiversidad. De esta manera, se señalaba que la
organización socioproductiva impulsada por los países en el primer mundo genera un círculo
vicioso de crecimiento y degradación donde el tipo de crecimiento económico vigente conduce
a la sobreexplotación y degradación de los recursos naturales y del ambiente en general. Es
decir, el modelo de desarrollo que ha caracterizado a la civilización contemporánea identifica el
progreso con el crecimiento material, el consumo y el confort, suponiendo que este crecimiento
puede ser ilimitado. Es decir, nuestra cultura contemporánea y el modelo de desarrollo que ésta
impulsa, han provocado una crisis ecológica que se manifiesta en el deterioro global de las
condiciones naturales que hacen posible la vida en el planeta y ponen en riesgo el futuro de la
especie humana. Esta crítica, que en sus orígenes surgió desde la sociedad civil y la reflexión
científica, llegó progresivamente al ámbito de las instituciones (Carson 1962; Goldsmith, 1974;
Schumacher, 1973; Meadows, Meadows, Rander y Behrens, 1993). En 1972 con la Conferencia
de Estocolmo auspiciada por la Naciones Unidas, se reconoce que el desarrollo eco11 Los
factores ambientales fueron incorporados a partir de 2001, básicamente mediante indicadores
relacionados con la producción de desechos per cápita. De las teorías del desarrollo al desarrollo
sustentable TEORÍA 56 TRAYECTORIAS AÑO IX, NÚM. 25 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE
2007 nómico requiere de una dimensión ambiental. Estas tesis comenzaron a difundirse cuando
se crea el Club de Roma (1972), que cuestionó la tesis central de las teorías del desarrollo sobre
las posibilidades ilimitadas de crecimiento en los países desarrollado, y que los países
subdesarrollados deberían alcanzar los niveles de consumo de las sociedades del Primer Mundo.
En la declaración de Cocoyoc (1974) y en el reporte Dag Hammarskjöld12 (1975) se analizaba
el carácter insostenible del crecimiento de la población, del consumo de recursos naturales no
renovables y del aumento creciente de la contaminación. Según sus pronósticos la amenaza de
catástrofe ambiental era evidente. Una década después, en 1987, la Comisión Mundial del
Medio Ambiente y del Desarrollo de las Naciones Unidas presenta el llamado Informe
Brundtland, el cual recoge nuevas críticas elaboradas en el seno de los movimientos sociales y
en las propuestas teóricas de la comunidad científica y académica. Este Informe concretamente
propone impulsar el desarrollo sustentable como un camino para corregir la crisis ecológica
global y los problemas de equidad, y fue definido como aquel “desarrollo que permite satisfacer
la necesidades de la presente generación, sin comprometer la capacidad de las generaciones
futuras para satisfacer las suyas”.
HACIA LA CONSTRUCCIÓN CONCEPTUAL DEL DESARROLLO SUSTENTABLE
De tal suerte, el concepto de desarrollo sustentable surge como una propuesta que integra tres
dimensiones: la económica, la ecológica y la social, y constituye el resultado de un intenso
esfuerzo por construir una visión integral sobre los problemas más acuciosos del cómo pensar el
desarrollo, recuperando las aportaciones desde la aparición de la teoría de desarrollo como una
especialidad de la economía hasta la etapa actual, de construcción holística y multidisciplinaria,
del desarrollo sustentable. El desarrollo sustentable representa la interconexión orgánica de tres
campos de conocimiento, interconexión que no se encuentra lo suficientemente estudiada como
para definir con precisión las relaciones que se dan entre ellos. Por lo tanto, es importante
considerar que deberán construirse nuevas instituciones y regulaciones que de manera
transversal aborden el problema de la sustentabilidad
Frente a ello el desarrollo sustentable propone tres ejes analíticos:

 Un desarrollo que tome en cuenta la satisfacción de las necesidades de las generaciones


presentes
 Un desarrollo respetuoso del medio ambiente
 Un desarrollo que no sacrifique los derechos de las generaciones futuras
De tal suerte que el desarrollo sustentable nos remite a uno de los viejos problemas planteados
por las teorías del desarrollo concerniente a la necesidad de la intervención tanto del Estado
como de la sociedad y sus organizaciones. Es decir, un Estado promotor y una sociedad
comprometida, ambos con la sustentabilidad. En este sentido falta por profundizar sus ejes
fundamentales, dentro de los cuales podemos destacar:

 Impulsar el crecimiento y la distribución del ingreso teniendo como centro la


movilización de la sociedad con iniciativas, proyectos, acciones y actitudes orientadas
al cuidado de la vida en la Tierra.
 Crear nuevas instituciones y regulaciones que garanticen los derechos colectivos y que
coloquen al medio ambiente de manera transversal en la regulación de la sociedad.
 Impulsar un sistema productivo basado en tecnologías que no degraden el ambiente
biofísico, ni generen el agotamiento de los recursos naturales.
 Impulsar un comercio internacional que no sea antagónico con el desarrollo
sustentable[ CITATION Est07 \l 3082 ]

 DESARROLLO LOCAL/ENDOGENO/TERRITORIAL

Paralelamente, desde los inicios de los años ochenta aparece la teoría del «desarrollo
endógeno». Esta interpretación surge de la confluencia de dos líneas de investigación:
una, que nace como consecuencia del intento de encontrar una noción de desarrollo que
permitiera actuar para lograr el desarrollo de localidades y territorios retrasados
(Friedmann y Douglas, 1978; Stöhr, 1981); y otra, que aparece como consecuencia del
análisis de los procesos de desarrollo industrial endógeno en localidades y regiones del
sur de Europa (Becattini, 1979; Brusco, 1982; Fua, 1983; Garofoli, 1983; Vázquez
Barquero, 1983). Esta interpretación se fortalece con el «descubrimiento» de formas
mas flexibles en la organización territorial de la producción (Piore y Sabel, 1984; Scott,
1988), la incorporación de las redes de empresas y de las redes de actores en el análisis
económico de los territorios (Johannisson, 1995; Hakansson y Johanson, 1993), la
comprensión de que la innovación obedece a un proceso evolutivo (Dosi, 1988; Maillat,
1995), y el reconocimiento de que los componentes socioculturales e institucionales
tienen un valor estratégico en los procesos de desarrollo (Fua, 1983; North, 1981 y
1986). La teoría del desarrollo endógeno analiza los mecanismos de la acumulación de
capital y las fuerzas que están detrás de lo que Nelson (1999) denomina «las fuentes
inmediatas del crecimiento». El crecimiento económico es un proceso caracterizado por
la incertidumbre y el azar y condicionado por el cambio de las condiciones de mercado
y por las decisiones de inversión de los actores, por lo que debería entenderse como un
proceso evolutivo. Las empresas toman sus decisiones de inversión teniendo en cuenta
sus capacidades y los recursos específicos del territorio en el que están localizadas, por
lo que el análisis del crecimiento se enriquece ampliándolo desde la perspectiva
territorial.
La teoría del desarrollo endógeno y los modelos de crecimiento endógeno aceptan que
existen diferentes sendas de crecimiento de las economías en función de los recursos
disponibles y de la capacidad de ahorro e inversión, que los rendimientos de los factores
pueden ser crecientes, que el progreso tecnológico es endógeno en los procesos de
crecimiento y que existe un espacio para las políticas de desarrollo industrial y regional.
Sin embargo, la teoría del desarrollo endógeno se diferencia de los modelos de
crecimiento endógeno en que integra el crecimiento de la producción en la organización
social e institucional del territorio, en que adopta una visión territorial y no funcional de
los procesos de crecimiento y cambio estructural, en que entiende que los mecanismos y
las fuerzas del desarrollo actúan sinérgicamente y condicionan la dinámica económica.
Tiene, por lo tanto, una visión más compleja del proceso de acumulación de capital, lo
que le lleva a plantearse las políticas de desarrollo económico desde el territorio, y darle
a la sociedad civil un papel protagonista en la definición y ejecución del futuro de la
economía. Existen diversos enfoques del desarrollo endógeno. Las visiones populistas
del desarrollo, como el desarrollo autocentrado o el desarrollo participativo, surgen
como reacción a la insatisfacción que generó el agotamiento del modelo de desarrollo
desde fuera, que era la interpretación dominante en los años sesenta y setenta. La visión
del desarrollo humano, por su parte, ha tenido una presencia creciente desde principio
de los años noventa gracias al apoyo recibido de las agencias internacionales. Las
nuevas formas de cooperación internacional han estimulado la ejecución de programas
dirigidos a la erradicación de la pobreza y a la promoción empresarial mediante
iniciativas de desarrollo que utilizan las capacidades de la población.
EL DESARROLLO AUTOCENTRADO DE LAS LOCALIDADES Y
TERRITORIOS
Frecuentemente se asocia el desarrollo endógeno con la capacidad de una comunidad
local para utilizar el potencial de desarrollo existente en el territorio y dar respuesta a
los desafíos que se le plantean en un momento histórico determinado, claramente en la
actualidad debido a los importantes cambios que el proceso de globalización está
produciendo en la división espacial del trabajo. Esta visión implica una valoración
positiva, frecuentemente optimista, del papel que juega el potencial de desarrollo
existente en todo tipo de territorios, que permitiría a las comunidades locales dar la
respuesta productiva adecuada y satisfacer las necesidades de la población
Desarrollo autónomo del territorio

Esta interpretación del desarrollo es una visión territorial que se apoya en la idea de que
cada comunidad local se ha ido formando, históricamente, en función de las relaciones
y vínculos de intereses de sus grupos sociales, de la construcción de una identidad y de
una cultura propia que la diferencia de las otras comunidades (Massey, 1984). El
territorio puede entenderse, por lo tanto, como el entramado de intereses de todo tipo de
una comunidad territorial, lo que permite percibirlo como un agente de desarrollo,
siempre que sea posible mantener y desarrollar la integridad y los intereses territoriales
en los procesos de crecimiento y cambio estructural. Esta es una concepción que explica
la realidad en todo tipo de territorios, como reconocen Scott (1988) al señalar la
importancia de la cultura y de la identidad local en los procesos de desarrollo de las
áreas metropolitanas más dinámicas, y Saraceno (2000) al analizar el proceso actual de
transformación y diversificación productiva de las áreas rurales. Por lo tanto, en un
momento concreto, una comunidad territorial, por iniciativa propia, puede encontrar
nuevas ideas y proyectos que le permitan utilizar sus recursos y encontrar soluciones a
sus necesidades y problemas. Los actores locales, a través de sus iniciativas y
decisiones de inversión y de la participación en la formulación y gestión de las políticas,
contribuyen al desarrollo y la dinámica productiva de una localidad, un país o un
territorio (Friedmann y Weaber, 1979). Las estrategias de «desarrollo desde abajo», que
permiten movilizar y canalizar los recursos y las capacidades existentes en el territorio,
conducen al progreso económico, cuando los actores locales interactúan entre sí, se
organizan y realizan sus iniciativas de forma consistente y coordinada (Stöhr, 1981).
Esta interpretación ha recibido el apoyo de aquellos que argumentan que el desarrollo
no es importado sino que se produce gracias al trabajo y al esfuerzo económico y social
de las comunidades locales. Para erradicar la pobreza y crear empleo la estrategia mas
eficaz sería instaurar un modelo de desarrollo autónomo que movilizase el potencial de
desarrollo existente en el territorio e impulsara la producción de las pequeñas
explotaciones agrarias, las pequeñas y medianas empresas y la industria artesanal, que
detuviera el proceso de urbanización masiva y que comprometiera la participación de la
población en el proceso de desarrollo.
En resumen, la visión populista del desarrollo endógeno sostiene que, en la actualidad,
lo importante del desarrollo es su carácter autónomo, el autodesarrollo, basado en la
utilización de los recursos propios y que, por lo tanto, se podría producir en cualquier
localidad o territorio, ya que todos los territorios disponen de un potencial de desarrollo.
La cuestión residiría en utilizar los recursos locales en proyectos diseñados y
gestionados por los propios ciudadanos y las organizaciones locales, de tal manera que
sus habitantes controlaran el proceso a través de las iniciativas de desarrollo local. Se
trata de una interpretación, más bien, optimista de los procesos de desarrollo, que
considera que las necesidades de la población estarían bien cubiertas y el éxito de las
iniciativas locales garantizado cuando la población define, asume y controla los
proyectos por muy limitados que sean los recursos de que dispone y las inversiones que
se realizan. Además, valora la utilidad de los recursos de todo tipo existentes en un
territorio, y considera que lo importante son los factores y las capacidades del territorio,
que constituyen el patrimonio sobre el que basar la generación de renta y la satisfacción
de las necesidades. Considera, también, que la acción ciudadana es la base de las
políticas de desarrollo, por lo que las acciones públicas más eficientes serían las que se
diseñan y se gestionan de abajo, y además concede un valor democrático a la política de
desarrollo y a las decisiones de los ciudadanos para satisfacer sus necesidades.
[ CITATION Ant20 \l 3082 ]

TEORÍAS DEL DESARROLLO ENDÓGENO (Planque, 1983; Biehl, 1986; Vázquez


Barquero, 1988 y 1993…) l Tienen como base un enfoque territorial. l Interpretan el
desarrollo como resultado de la influencia conjunta de factores económicos (capital
financiero y productivo, infraestructuras…) y extraeconómicos (cultura y sistema de
valores, relaciones sociales…), junto a herencias históricas y papel de las instituciones
que presentan un determinado carácter en cada territorio. l Suponen una revalorización
de las condiciones territoriales y han despertado una atención creciente en las políticas y
estrategias de desarrollo local o desde abajo, contribuyendo a generar cierta confusión
conceptual (desarrollo rural, desarrollo local, desarrollo endógeno). l Han dado lugar a
toda una serie de planteamientos basados en algunos de los múltiples aspectos y
factores que, según esta interpretación, condicionan el desarrollo (distritos industriales,
sistemas productivos locales, medios innovadores..
RENOVACIÓN DEL CONCEPTO Y DE LAS POLÍTICAS DE DESARROLLO
1. CONCEPCIÓN DEL DESARROLLO: - Del crecimiento económico al enfoque integrado
del desarrollo territorial
2. OBJETIVOS DEL DESARROLLO: - Diversificación de actividades competitivas -
Generación de empleo suficiente y de calidad - Protección ambiental - Puesta en valor del
patrimonio - Mejora de la calidad de vida
3. ESTRATEGIAS DE DESARROLLO: - De la asistencia a la promoción de iniciativas - Del
territorio soporte al territorio como recurso específico - Del centralismo a la descentralización
política y la nueva gobernanza - Del papel pasivo de los ciudadanos a su implicación activa en
los procesos de desarrollo
4.- ATENCIÓN CRECIENTE: -A la innovación territorial -A la creación de redes - Al uso
racional de los recursos[ CITATION Jua19 \l 3082 ]

 GLOBALIZACION

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