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Índice
Introducción
Prólogo
Dedicatorias
Agradecimientos
Introducción
Para cuando termines de leer este libro tendrás una fiesta en tu espíritu
porque sabrás en quién eres y cuánto vales, además tendrás la certeza del
amor del Rey hacia ti y la convicción de que Jehová cumplirá su propósito en
Ti.
No pasarás de largo por esta existencia porque Jesús HOY te mira con sus
ojos dulces, con esos mismos ojos con los que te vio desde antes de que
nacieras, con esos ojos cargados de amor y pasión por Ti, porque vio tu rostro
en la cruz y HOY te dice: Consumado Es.
Prólogo.
Escribir este libro fue una labor de muchas horas e intentos, por supuesto la
razón principal es que no somos escritores, pero nos inspira el significado de
"Consumado Es", el poder glorioso que vive tras estas palabras, y también
porque nuestro anhelo es que tus ojos se puedan abrir ante esta verdad que te
pertenece por derecho, por SU gracia. Muy bien, ¿qué significa esto?
significa que cuando creíste en tu interior que Jesús es el Hijo de Dios, que
resucitó de los muertos y que vive... eres automáticamente propietario de
todo lo bueno que Dios quiere para sus hijos. ¿Qué es eso que el Hijo de Dios
adquirió para ti cuando dijo "Consumado Es"?
Este libro nació gracias a una visión que tuvo mi padre, Jairo. En un instante
Dios Espíritu Santo le permitió ver la revelación tan profunda de aquel
Gólgota y de esa Cruz.
Esa sublime cruz que para muchos representa terror y muerte en ese momento
y en esa visión parecía contener TODA LA VIDA Y TODO EL PODER*.
Lo grandioso y tal vez extraño para muchos es que Dios le mostró a mi padre
la belleza de la cruz y el poder de cada brizna de sangre que ella absorbió, y
mientras le mostraba y él me contaba a cientos de millas de distancia, el
Espíritu Santo me lo mostró a mí también.
Fue como si Dios Espíritu Santo nos hubiese tomado de la mano a mi padre y
a mí y nos hubiese llevado físicamente al Gólgota para ver de primera mano
la Belleza de la cruz y el poderoso significado de las palabras “Consumado
Es”.
Fue esta visión la inspiración y el llamado de Dios para escribir este libro.
CAPITULO I
Un Nuevo Comienzo.
Los creyentes son los primeros que deben saber la sustancia de estas dos
palabras, porque nosotros (los creyentes) somos cercanos, y el orden de Dios
es que por el testimonio de sus cercanos, otros lejanos se hagan cercanos, es
decir, el resto de la humanidad que no conoce a Cristo. Primero la iglesia, su
pueblo, los creyentes, para que los que no creen vean la gloria de Dios sobre
su pueblo y quieran ser parte de el. Quizá dirás, Jesús hizo tantas señales
extraordinarias, milagros, liberaciones, multiplicación, resurrecciones... o tal
vez pensarás que sus enseñanzas fueron tan poderosas que, ¿por qué
referirnos solamente a estas dos palabras que sus labios pronunciaron en el
momento más gris de la historia?
Prepárate porque lo mejor para ti y para la tierra se selló con las palabras de
Jesús: "Consumado es".
¿Qué se consumó?
Lo que ocurrió realmente en los tres últimos años de nuestro Señor Jesucristo
fue un preludio de los gigantes regalos que nos iban a ser entregados. Ese
preludio de poderosos hechos estaba lleno de amor, grandes sanidades,
señales de sobreabundancia, promesas, palabras proféticas como nunca antes
se había visto y aunque todo esto estuviera pasando y el pueblo en ese
entonces estuviese disfrutando de este privilegio aún la bendición no se había
desatado completamente. Era necesaria primero la pronunciación de las dos
palabras que fueron la autorización final del regalo eterno y permanente que
contenía tu salvación como comienzo de una victoria que te seguiría todos los
días.
El dolor que sufrió Jesús fue como dinero con el cual se canceló una deuda,
fue expresado en sangre y esa sangre es la señal contundente de que TODO
fue consumado, es decir, cancelado.
Cada gota de sangre, cada lágrima derramada en su rostro, cada gota de sudor
por causa del intenso dolor, cada suspiro repleto de angustia, cada latir de su
corazón cada vez más rápido y cansado a causa de una tortura salvaje fue
parte de un precio, alto precio de una deuda que solo Él podía pagar. Pero
mas que su sufrimiento lo que realmente asombra es su amor. Muchas
personas han sufrido porque no tenían opción, pero que alguien por su propia
decisión asuma tal dolor basado en amor solo podía ser Dios y así fue en
realidad, Él era Dios. Si, Jesucristo, el que padeció en el Calvario aquella
eterna agonía, no en muchas horas, pero que parecían eternas y que fueron
parte de un pago de libertad, amor, solución, salida, vida eterna, sonrisa,
sanidad, sobreabundancia, reconciliación para así poder después decir
¡CONSUMADO ES!
Sabemos que la cruz significa morir -por causa del Evangelio- y Jesús fue
clavado en aquella cruz, fue adherido a ella de tal manera que lo traspasaron
en carne viva en sus manos y pies. Lo que hizo Dios fue tomar literalmente
nuestro lugar. Mas aún, todas las astillas que se pudieron clavar en su piel, Él
es ese sacrificio vivo y dejó allí clavada toda la maldición, pecado,
inmundicia, enfermedad, condenación y muerte de la tierra entera y la
humanidad.
La cruz por sí sola nada puede hacer, se necesitaba del cuerpo santo del Hijo
de Dios clavado en ella como sacrificio perfecto para destruir totalmente la
maldad y el dominio de Satanás. Solo Jesús, el Hijo de Dios, sin mancha y
sin pecado podía tomar ese lugar y así eliminar las tinieblas que estaban
señoreando el planeta sin opción de salvación para nadie, sin oportunidad de
tener una relación cercana con Dios.
Las Escrituras dicen que Dios ha elegido a los suyos. Hay quienes son
predestinados para salvación y quienes no lo son. ¿Es esto una injusticia de
parte de Dios? De ninguna forma! Si tu estás leyendo estas líneas es porque
Dios te ha escogido Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna. Porque no envió Dios á su Hijo al mundo, para que
condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él. El que en él
cree, no es condenado; más el que no cree, ya es condenado, porque no
creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3:16-18
Dios sabe quién aceptará a su Hijo y quién no lo hará, mas si Dios te eligió
serás salvo y tienes derecho a TODO aquello por lo cual Jesús pagó cuando
pronunció las palabras Consumado Es.
Todo lo que debes hacer es CREER y DECLARAR, porque si confiesas con
tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de
los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia; más
con la boca se confiesa para salvación.
(Romanos 10:9-10)
Si crees, háblale a Jesús en privado, dile que crees en Él, crees que es el
Hijo de Dios, crees que Dios lo resucitó como dice la Escritura, crees que
está vivo y que escucha tus palabras. Dile que lo aceptas como tu Señor y
único Salvador, y si es así, dile que de hoy en adelante lo buscarás y
obedecerás hasta que Él mismo venga por ti.
¿Cómo se propaga?
Bajo el “efecto”
Tal como la túnica de Cristo era tan bella, tal como sus mismas ropas, que
contenían su gloria y poder y eran tan solo una muestra tangible de la gloria
que estaba a punto de cubrir la tierra, como si Él mismo quisiera revestirnos
ahora de su gloria que no tiene límites. Su contenido de poder era TODO Y
PARA TODOS.
Si aquellos soldados, los que se repartieron Sus ropas hubiesen sabido que
esto no era necesario, que un “manto” MUCHO MAS GLORIOSO en las
próximas horas iba a descender, no se hubiesen esforzado tanto por echar
suertes sino por correr al borde de la cruz donde habían clavado al Maestro y
tan solo abrazar Sus pies destrozados, entonces habrían obtenido un “manto”
que nunca les hubiera sido quitado. Un “manto” que está disponible para
todos, pues nuestro Padre no le da a algunos un trozo mas grande y a otros un
poco menos, ¡no! El “manto” es intocable y eterno, porque Jesús, el Hijo de
Dios lo trajo con su propia Sangre. Es el mismo “manto” para todos.
Los soldados se quedaron con la prenda, pero Jesús quiere que tú vayas más
allá de una prenda. Jesús no solo quiere que conserves ciertas cosas que te
parecen buenas de Él, alguna frase, el título de maestro o un milagro, Él
quiere que te quedes con Él y quiere darte todas las cosas incomparablemente
valiosas que contiene el “manto”: Vida Eterna. Él quiere que tú también vivas
bajo su “efecto”.
Este “manto” es la porción –la herencia- para todo aquel que le diga SI a
Jesús, crea que es el Hijo de Dios y se arrepienta de sus pecados.
Automáticamente dicha persona queda bajo la cobertura de ese precioso
“manto” y su todo. El que invoca el nombre del Señor queda bajo este
“manto”. ¿Por qué entonces tantos creyentes mueren en fracaso, soledad,
tristeza y frustración sin haber cumplido el propósito de Dios en sus vidas,
sin ver bendición, en derrota, pobreza y tragedia? Simplemente porque no
comprendieron que aquellos ingredientes que componen el manto, TODOS
ELLOS, sin excepción, son una realidad para ellos, no eran solo algunos a los
que tenían derecho, ¡no! Dios no quiere seguir viendo gente salva y frustrada,
gente salva y de mal humor, gente salva y llena de miedo, gente salva y
quejumbrosa, con un grado de lenguaje pesimista. Este tipo de creyentes lo
único que logran es avergonzar el nombre de Cristo dando un testimonio
equivocado con su propia vida. Por eso Dios dice: ¡No más! Él quiere que
esta “revolución” se propague, que el mundo comience a vivir YA bajo el
efecto de este “manto”. Pero ¿Cómo? Si el orden que Él estableció es que
este efecto toque primero a la iglesia y a partir de ahí al resto de la humanidad
y la iglesia aún no vive bajo el efecto del “manto”.
La iglesia es la primera que debe y necesita vivir esta revolución, pero ¿cómo
afectar a otros si nosotros mismos no fuéramos afectados? ¿Con qué
respaldo, unción y poder? Por eso Pablo decía que el Evangelio no se trata de
palabras sino del Poder en acción del Espíritu Santo. El Espíritu Santo está
aquí. Y creo que desde hace ya bastante tiempo, desde aquella fiesta de
Pentecostés en Jerusalén narrada en Hechos 2. Además Él es el mismo ayer,
hoy y siempre (Hebreos 13:8), porque Él es Dios, su poder está ahí. ¿Lo has
recibido?
CAPITULO III
El Poder del Espíritu Santo es para efectuar la “Revolución”
El poder del Espíritu Santo es el que cambiará las cosas, pero Él determinó
que ese glorioso poder obrara a través del Cuerpo de Cristo, su iglesia, tú.
Jesús nos comparó a los hijos de Dios con una lámpara que irradia luz en
medio de la obscuridad, esto es poder del Espíritu Santo, que la luz de Jesús
opere de tal manera a través de la iglesia que destruya las tinieblas a su
alrededor, ¿Es esto lo que está ocurriendo? Si no es así existe una falla y no
es del Espíritu Santo que obra a través de esa luz para acabar con la
obscuridad. La falla está indudablemente en la lámpara, tú y yo. ¿Y qué
provoca esa falla?, ¿Qué es lo que la estropea?, ¿Cuál es la causa de el daño
en las “lámparas”?
El poder del Espíritu Santo es luz brillante que corta con las tinieblas, lo
único que puede hacer la obscuridad es huir, de manera que gobiernos
corruptos caigan y un equipo espiritual, temeroso de Dios sea colocado en su
lugar; que los medios de comunicación sean dirigidos por personas llenas del
Espíritu Santo, que la educación, la economía, tecnología, artes, ciencia, sean
encabezadas y administradas por hijos de Dios, trayendo bendición
sobreabundante a su generación. El poder del Espíritu Santo es para que la
iglesia de Cristo sea cabeza en todo y nada ni nadie le pueda arrebatar su
lugar porque Jesús con su propia sangre pagó por ese lugar y lo selló con las
palabras ¡Consumado Es!
El Temor
Si. Corta palabra, pero tan dañina que puede descomponer al punto de
inutilizar la mejor de las lámparas.
Cuando del temor se trata:
Hemos aprendido que las cosas sutiles pueden ser las que ocasionan las más
grandes destrucciones y tragedias, por eso no subestimes nada.
La mayoría de las personas se dan cuenta de la gravedad de su mal solo
cuando los síntomas son fuertes y muchas veces incontrolables. Esto ocurre
tanto en el cuerpo como en el alma. No es suficiente atacar los síntomas y
aliviar el dolor, es necesario ir a lo que lo origina para erradicarlo.
Algunos de los síntomas que se pueden manifestar cuando existe una raíz de
temor son la irritabilidad, perfeccionismo al punto de la tiranía, y estrés.
Estos son los síntomas de las enfermedades en el alma -en la mente- que
muchos creyentes en las hileras de la iglesia están padeciendo, aún ministros
de Dios quienes se sobre exigen al punto de la tortura. La solución no se trata
de tener una vida de oración diaria, aunque es lo primero y eso es claro, no se
trata de lo que hagas sino de lo que creas y permitas que el Espíritu de Dios
haga en ti a través de tu relación con Él.
Muchos creyentes tienen una vida de oración diaria, hasta de largas horas,
ayunan, tienen hambre de Dios, y se la manifiestan en la búsqueda de su
presencia diariamente, tratando de tener una relación con Dios, pero ¿lo dejan
obrar?
Pero hay esperanza, primero debes y necesitas creer antes de seguir leyendo,
pídele a Dios en el nombre de Jesús que coloque fe en ti, no importa si al
principio es tan pequeña como un grano de mostaza.
No vale la pena sólo llenarte de información, el propósito es que la revelación
de Dios sea para edificarte, restaurarte, liberarte y si hay alguna raíz de temor
en ti, puedas ser libre ahora de ella. La substancia llamada fe es relevante
para comprender y vivir lo que Jesús hizo en la cruz sellado con las palabras
Consumado Es.
Entra ahora en tu secreto, cuéntale a Dios tus temores, se consciente de ellos y cómo han afectado tu
vida. ¿Te das cuenta que le estás contando esto al dueño del Universo? ¿Qué es lo que te atemoriza?
¿Falta de dinero?, ¿enfermedad? Acaso no dijo Dios ¿“Yo soy Jehová tu Sanador”? (Éxodo 15:26),
acaso no dijo Dios: ¿“No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber…
porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de
todas estas cosas”?
Tu Padre tiene cosas más importantes para ti y te revestirá del Poder para
cumplirlas, Él te creó con un propósito profundo, tienes una misión, entrégate
a ella y renuncia al temor que te ata a las necesidades presentes.
Si has hecho esto tus pensamientos, tus acciones, tus prioridades van a
cambiar: ¡TU VIDA VA A CAMBIAR!
Continuar igual que antes sólo significaría que no has creído en Dios y ésta
actitud no te llevará a ningún lado excepto a tu propia destrucción:
Cuando Jesús pronunció las palabras finales Consumado es, desde aquel
momento reposó una atmósfera de victoria y triunfo sobre aquella cruz, pero
no una victoria solo para Jesús, fue una victoria que Él fue a pagar y adquirir
para ti. El que se cobije bajo esta infalible y poderosa atmósfera llevará una
vida de victoria. Victoria no significa ausencia de inconvenientes, no
significa nunca sentirse triste o con miedo, Victoria significa que tú siempre
vas a obtener el triunfo frente a todo tropiezo o adversidad, ¿sabes por que?
Porque Jesús pagó por la victoria frente a todos tus problemas, necesidades,
pecados y debilidades en tu carácter, mente y comportamiento. Y solo aquel
que repose bajo esta atmósfera que representa que todo ha sido concluido y
cancelado puede vivir, absorber y tomar la victoria absoluta que Jesús ganó
para él específicamente. Jesús en la cruz pagó por cada persona
individualmente, su sacrificio no fue un sacrificio general, fue específico. Él
sabía quien eres, tu nombre, tus pecados, tu pasado, tus desafíos, tu dolor,
tristeza y soledad y específicamente pagó por ti, para obtener tu victoria. Una
victoria plena sobre todas estas adversidades.
Si es acerca de luchar, pelearás como un guerrero que tiene sus pies sobre el
camino de la victoria y sabemos que ese camino es Jesús.
No te puedes dar el lujo de ser un creyente que lucha y pelea pero aún lo
rige el temor. Temor al fracaso, a la soledad, al rechazo o a la muerte.
Un creyente verdadero no puede estar llevando una vida así, esa sería la razón
por la cual no se propaga un impacto de avivamiento en tu entorno, Porque
entonces, ¿En dónde está la diferencia entre un hijo de Dios y un incrédulo?
Es increíble ver a veces a los impíos manejar más seguridad y convicción
acerca de sus logros y metas por cumplir que los mismos hijos de Dios, claro,
los impíos hablan con jactancia, arrogancia y mucha ignorancia, pero tú como
hijo de Dios puedes hablar de sueños, realizaciones y victoria con amor, paz,
fe y confianza en aquel que no falla, en el alfa y omega, principio y fin. Si
Jesús es todo esto, ¿no crees que haya una puerta de victoria en medio de
toda turbulencia? Imagínate ver a alguien, a un grupo, una iglesia o una
ciudad que hable y viva en victoria, pero no con un color de prepotencia sino
con el color del amor que es en Jesús, con fe, esperanza, misericordia,
fidelidad y limpieza de corazón.
Jesús en la cruz dejó para ti gracia y favor cuando pronunció las palabras
¡Consumado Es!
Tú puedes hablar y vivir en victoria porque Jesús ya pagó por este derecho
para ti: hablar en victoria es un hábito del creyente. Algunas veces las
circunstancias te golpean al punto que sientes desfallecer, en esos momentos
¿dónde están tus palabras de victoria?
Mantén tu confesión de victoria, refúgiate en Dios y Él te llevará a la victoria.
Y también,
Por tanto, teniendo un gran Pontífice, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de
Dios, retengamos nuestra profesión.
Hebreos 4:14.
Aquí encontramos ocho ingredientes que forman parte de los agentes que
protegen y también sirven como armas espirituales para el creyente, estos
son: Fe, Virtud, Conocimiento, Dominio Propio, Paciencia, Piedad, Afecto
fraternal y Amor. Aquí también explica Pedro, que si alguien estando en
Cristo no cuenta con este sistema inmunológico es muy débil y por
consiguiente está expuesto a ser arrastrado por todo tipo de mal, confusión,
engaño, depresión, miedo o temor. Porque a quien no cuenta con este
“sistema inmunológico”, la vista se le acorta, es decir, pierde la visión acerca
del propósito y regalos de Dios para su vida, incluyendo aún la redención de
sus pecados y al suceder esto está expuesto a caer repetidamente en los
mismos pensamientos y actos de los que ya había sido redimido, por lo tanto
su lámpara no da luz. Está detenido en su propósito.
Estas armas de ataque y de defensa nos han sido dadas para la guerra. Cuando
de preparar un ejército se trata, un buen comandante general debe
aprovisionar para sus tropas la mejor alimentación, la mejor dotación
personal, el mejor equipamiento y armamento de guerra. Cuánto mas Jehová
Sebaot (Jehová de los Ejércitos) nos dio en Cristo todo el equipamiento
necesario para librar nuestras batallas espirituales a nosotros por quienes vino
y dio su vida.
Jesús con su sacrificio nos dio, además de la salvación para nuestra alma
otros “beneficios”, entre ellos el equipamiento necesario para vencer.
Estas herramientas están disponibles para todo creyente y son necesarias para
no caer en manos del enemigo. A menudo las personas anhelan sólo conocer
de la palabra de Dios y en ocasiones se conforman con esto. Es necesario que
el conocimiento engendre, por la acción del Espíritu Santo, frutos reales en la
vida del creyente, por que en la hora difícil “saber” no es suficiente.
Estos frutos del Espíritu tienen un doble propósito, por un lado, son el olor de
Cristo hacia fuera, son armas de conquista y de ataque, son herramientas de
impacto en un mundo que necesita de ellos para poder vivir. De otro lado, e
igualmente importante, Dios quiere hacernos fuertes y totalmente “inmunes”
contra cualquier ataque que nos quiera hacer tropezar, en palabras de Pedro:
“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.”
2 Pedro 1:10
Nota que hay una relación recíproca entre la comunión con el Espíritu Santo
y los frutos del Espíritu Santo. Es Dios quien los produce, y al mismo tiempo,
al hacerse efectivos su efecto es comunión permanente –habitar, morar- con
Él. Así mismo, la promesa No resbalará jamás es lo que constituye nuestro
sistema inmunológico. Hay un componente de la voluntad humana: la fe.
Quien cree en Dios milita para Él, hace lo que a Él le agrada, lo busca.
Cuando Cristo confesó “Consumado Es”, nos dio pleno acceso al Padre y al
Espíritu Santo, lo tenemos por medio de creer en Él y obedecerlo.
Jesús también pago por esto en la cruz, por su sacrificio podemos contar con
lo mas grandioso, la presencia del Espíritu Santo, con Su poder, con Sus
frutos y con Su amistad, El es la fuente de los regalos que Jesús dejo para ti y
para mi.
Los frutos del Espíritu Santo son agentes protectores que actuaran en tu favor
siempre y aun más cuando más lo necesitas.
CAPITULO IV
La Batalla Decisiva
Las Escrituras hablan de una batalla entre la carne y el espíritu al interior del
hombre. Esta es la batalla decisiva:
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en
mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
me amó, y se entregó á sí mismo por mí.
Gal 2:20
Los Yugos
Existen dos tipos de creyentes: El creyente subyugado y el creyente de cuello
erguido. Un creyente subyugado es uno que tal vez lee La Palabra y aún acata
los “mandamientos” para conservar una buena conducta, esto aparentemente
es lo correcto, aún admirable, pero déjame decirte que no es suficiente,
veamos por que, y para ello echémosle un vistazo a un creyente de cuello
erguido, este creyente COME, VIVE, DUERME Y MEDITA en la Palabra.
Sin Cristo vivimos bajo yugos que hacen que arrastremos grandes cargas,
mas nuestro Señor vino para cambiar Su carga por la nuestra, (suena un poco
raro) pero tiene todo el sentido porque Su carga es fácil y ligera.
¿Quieres saber cuál es Su “carga” para nosotros? Tan solo creerle a
Él y a Su Palabra.
Un creyente de cuello erguido es una persona que tiene la sal de Cristo y por
esta causa sobresale, déjame explicarte este punto: En este mundo la gente,
sea rica, pobre, afamada, hermosa, no importa, camina cargando estos yugos,
le guste o no. Cuando un creyente con corazón de niño entiende que es libre
de estos yugos y anda con su cabeza erguida causa curiosidad entre las demás
personas, de pronto ven a alguien que es como ellos quisieran ser. ¡Esa es la
sal de Cristo!, ¡Esto es realmente marcar la diferencia!
Mientras haya un yugo sobre ti, no habrá firmeza en la palabra ya que ella
proclama bendiciones que están en las Alturas, es decir, bendiciones
enormes, y mientras un yugo esté sobre tu cuello te costará trabajo mirar
hacia arriba, que es en donde está todo lo que habla la palabra de Dios. Cosas
más grandes que nosotros, que no podrás contemplar mientras ese yugo esté
sobre ti. Tu posición natural será mirar hacia abajo porque así te “sientes
mejor”, cuando tratas de mirar hacia arriba el yugo te aprieta e incomoda al
punto de hacerte sentir dolor. Por eso bajas la cabeza.
El que está sin Cristo siempre tiene ese yugo, por eso siempre mantiene su
cabeza inclinada, por lo tanto no sabe que hay ALGO arriba, solo se guía por
lo que sus ojos pueden ver: el suelo. Mas al creyente Jesús le muestra las
gloriosas bendiciones que tienen las alturas, es decir, como cabeza y no como
cola.
Por eso ¡suelta el yugo! Y, ¿cómo? Donde está el Espíritu de Dios, allí hay
libertad, su presencia trae unción y esta pudre el yugo. Su presencia también
trae revelación de SU PALABRA, tu puedes leer la Biblia muchas veces,
pero solo la amistad con el Espíritu Santo te hará entenderla. La palabra de
Dios es el alimento espiritual enriquecido con todo tipo de vitaminas y
nutrientes óptimos para tu espíritu. ¿Ya lo probaste?
La fe viene por el oír, pero ¿oír qué? La palabra de Dios. Tu fe viene por oír
su Palabra, por eso Jesús dice: El que tiene oídos para oír, oiga. En otras
palabras: ¡Come la Palabra de Dios!, cuando la oigas o la leas, no actives solo
tus sentidos físicos como la vista y el oído, sino activa también tus sentidos
espirituales para poder digerirla y hacerla parte de ti.
POR LA FE
Muchos creyentes, aún de años, están tomando leche, como decía el apóstol
Pablo, no pueden resistir alimento sólido, porque son bebés que no pueden
dar nada, son dependientes de otros, en muchas ocasiones llorones, con
pataletas y mente estrecha, por lo tanto es imposible que sirvan a Dios y a su
prójimo, por eso el apóstol pone como ejemplo una comparación entre el
creyente que toma leche y aquel que puede comer vianda, y los que viven de
la leche son los bebés, son vulnerables, delicados, débiles y sin autonomía. Es
necesario que la iglesia se levante de ese estado de lactancia espiritual y que
este proceso en los nuevos creyentes no tarde más de lo necesario. Si el
nuevo creyente permanece en ese estado se hace vulnerable a los argumentos
diabólicos y carnales.
La etapa de la Lactancia espiritual
Todo periodo de lactancia es bueno y útil para el recién nacido, pero nunca es
una etapa larga, al contrario, es la etapa más corta en cuanto a la
alimentación. Los componentes de la leche disipan el hambre y suplen las
primeras necesidades del organismo del bebé, pero después de un corto ciclo,
la leche ya no es suficiente ni alcanza a cubrir los requerimientos del cuerpo.
Los hechos naturales son inspirados por la realidad espiritual y en esto se
incluye aún nuestro proceso de crecimiento y alimentación espiritual. Tal
como sucede en el ámbito físico, así también en el espíritu. Por ejemplo, si un
niño supera la etapa límite y sigue alimentándose solo con leche comenzará a
presentar problemas de carácter como irritabilidad y también enfermedades
como desnutrición, baja de peso, bajas defensas que lo hará vulnerable a
peligrosas enfermedades aparte de estar en un estado de debilidad. Todo esto
pasa porque está alimentándose de nutrientes que ya no son suficientes ni le
aportan lo adecuado para el buen desarrollo en su nueva etapa. Esto ocurre
muchas veces por escasez, ignorancia o negligencia. Así mismo ocurre en el
ámbito espiritual, muchos creyentes están en este estado de desnutrición y
desnivel espiritual, pero el Espíritu Santo dice hoy ¡Basta! Es tiempo de
iniciar una nueva etapa de alimentación, no seguir más en estado de
dependencia e incredulidad. No más creyentes que no pueden soportar algo
más porque piensan que es muy difícil. No más pusilánimes o creyentes de
doble ánimo, que les cuesta permanecer firmes en la palabra de Dios.
Todas estas son características de un creyente que se está alimentando solo de
leche cuando su espíritu ya esta requiriendo vianda. Los vemos llorones,
quejumbrosos, inconstantes, postrados, no pueden caminar por sí solos,
necesitan que alguien los cargue (y no hay nada mas pesado y grotesco que
cargar con un niño grande), por eso vemos a muchos creyentes sufriendo, y la
mayoría de ellos es por ser lactantes en una etapa donde ya requieren
alimento sólido.
Pero entonces ¿como te das cuenta de que se acabo un ciclo y necesitas mas?
Veámoslo con el ciclo de la lactancia. Existe la necesidad de un “cambio”.
Cuando el niño de pecho supera la etapa de la lactancia es porque su cuerpo
le exige un CAMBIO de alimento, así mismo, necesita ropa más grande, pues
ha crecido.
De la misma forma ocurre en el espíritu, los cambios no son conscientes, pero
tú puedes percibir síntomas que te indican cuando necesitas un CAMBIO. Un
cambio según Dios está siempre ligado con superar una etapa. Uno de los
síntomas claves es el hambre. Cuando necesitas más de su presencia, de su
palabra, de lo que Él te da.
También cuando ves que las cosas te están quedando pequeñas, cuando ya no
es suficiente con el patrón espiritual que llevas.
Con la excepción del Espíritu Santo, nadie está mejor calificado que tu
mismo para reconocer cuando necesitas un CAMBIO. Un cambio no
significa variabilidad o inconstancia. Cuando Dios llama a un cambio, es para
hacerte avanzar persistentemente hacia un nuevo estado.
Es triste ver que muchos creyentes prefieren y aun se acostumbran a vivir con
un “hambre” que no buscan saciar. ¿Cuales son los síntomas de una persona
hambrienta que no ha podido “saciar” su hambre? Irritabilidad y debilidad,
estos mismos síntomas nos ayudan a identificar a un “creyente lactante” que
a pesar de tener hambre no ha comido alimento espiritual en la Presencia de
Dios. A éste creyente Dios esta llamando a subir un nuevo peldaño.
Dios llama a nuevos tiempos a través del hambre en tu espíritu. Y muchos no
acuden a este llamado tal vez por incredulidad, temor, pereza, negligencia,
apocamiento… Sea lo que sea debes destruir esas fortalezas que atacan tu
intimidad con Dios Espíritu Santo, porque cuando estás hambriento eres
vulnerable y el diablo aprovechará estos momentos para impedir que seas
saciado. A él no le conviene que existan creyentes “de avanzada”, son una
grave amenaza.
En los momentos en que estás hambriento, como estás vulnerable, el diablo te
puede ofrecer platillos tentadores como la mediocridad, pensamientos de que
no lo mereces, ¡es imposible tanta gloria de Dios para mí! O, ¿es conmigo?,
platillos que muchos creyentes comen y por eso se ven en un gran
estancamiento y errantes de aquí para allá.
Decidir y escoger
Cuando una persona tiene largos periodos de inapetencia dos cosas pueden
pasar: está enferma o está muerta. Por eso, cuando estás hambriento
regocíjate, porque éste es el mejor indicio de que estás vivo y que Dios quiere
darte más. Si por alguna razón te encuentras en un estado de inapetencia
espiritual entonces puedes pedirle al Señor que te de hambre. Echa fuera la
culpabilidad, temor, pereza o negligencia y pídele a Dios hambre y sed de Él.
Hoy es un día especial, diseñado y anhelado por Dios para ti. Él quiere
visitarte y quedarse contigo desde este mismo instante. Él está allí a tu lado a
pesar de que lo sientas o no. Si le pides hambre por Él, Él no te la negará sino
que te la dará y también te saciará. Hoy hay poder de sanidad y resurrección
para tu espíritu. Tú decides. Si tú sientes hambre, no te llenes con basura,
chatarra, mentiras del diablo, banalidad. No acudas al lugar equivocado y
tampoco ignores esa hambre. ¿Acaso has de morir por inanición espiritual?
¡Esta es una de las peores muertes!
Dios quiere saciar tu hambre y sed, Él tiene la comida, el alimento espiritual
que te llevará en avanzada.
En el lugar secreto existe un pozo de aguas vivas, aguas que sacian y que no
se hallan en ningún otro lugar. Es cierto que hay pozos de esta misma agua
del Espíritu en otros lugares como en la iglesia, en los servicios, programas
de televisión ungidos o escuchando predicaciones y enseñanzas, pero nunca
estos pozos de bendición para el espíritu se igualarán al pozo que está en el
lugar secreto. Es el lugar a solas para Dios y para ti. Es bueno escuchar a los
profetas, es indispensable congregarse, es refrescante, edificante y bendito,
pero no suficiente para tu espíritu. Es completamente necesario beber del
pozo “especial” que se halla en el lugar secreto porque DESDE ALLÍ nuestro
Señor Jesucristo te quiere pastorear. En esa exclusiva privacidad le
conocerás a Él como persona, su divinidad, su amor, te dará fortaleza.
Cuando te encuentras en prolongados tiempos de estancamiento y bloqueo la
raíz y causa de este inconveniente es no beber de las aguas del pozo que solo
se encuentran en el lugar secreto. El lugar individual para cada oveja con el
Pastor, nuestro Señor Jesucristo.
¿Por qué son de tanta importancia las aguas que fluyen en el lugar secreto?
Porque cuentan con un “componente especial”. Un “componente principal y
poderoso” que siempre te hará crecer.
Ver Su Rostro.
El Sistema Vano
Consta del ciclo biológico (nacer, crecer, reproducirse y morir) mas las
actividades naturales que el orden o cultura reinante han impuesto –cuya
autoría intelectual es del diablo-. A él se refiere la palabra de Dios cuando
ordena:
El Propósito Glorioso
La Verdadera Realidad
Lo espiritual
Esta verdadera realidad espiritual es el lugar donde se creó todo para después
pasar al ámbito natural. Si estuviéramos conectados con esta verdadera
realidad tendríamos una llave poderosa hacia la sobreabundancia a través de
ideas, talentos, inventos, descubrimientos e innovaciones en todas las áreas.
¿Te imaginas la revolución que habría si la iglesia fuera la que gobierna? y
todo por el simple hecho de que sus hijos, el cuerpo de Cristo está conectado
con esta verdadera realidad espiritual donde se encuentra el poder de hacer
las riquezas.
El velo se rasgó por varias razones, para que el hombre pudiera tener una
amistad directa con Dios, pero también el rompimiento de aquel velo era una
muestra de que Dios, sus planes secretos e ideas fueran revelados a los
creyentes y de esta manera colocarlos a la cabeza, ya que todo lo bueno
proviene del cielo.
Debemos tener claro que TODO lo bueno viene del cielo, en todas las áreas:
medicina, economía, ciencia, tecnología, artes, etcétera. Y las innovaciones
que se den en las diferentes áreas dirigidas al progreso, cuidado y bienestar
de la humanidad son parte de “Todo lo bueno viene del Cielo”.
Debes tener claro que todo esto proviene de Dios y todo esto y más fue
creado para y por nuestro Señor Jesucristo.
O sea todo fue creado para honrarle, TODO, si aún todo no le honra es
porque aquellos territorios todavía no están en las manos correctas.
Consumado Es.
Era necesario que Satanás soltara TODO y entregarlo a los hijos de Dios en
Cristo siete veces más. Lamentablemente lo que hemos visto a través de los
siglos es que muchas llaves de esos preciosos territorios y posesiones
quedaron abandonadas.
Un territorio abandonado por años puede ser invadido por animales y gente
indeseables. Sucio y abandonado, lleno de desechos en putrefacción. La
propiedad que nos fue otorgada con sangre, la Sangre del Único Hijo de Dios
está invadida y sucia. Y esas llaves preciosas empolvadas, ocultas en medio
de la oscuridad y las telarañas ahora nos están siendo recordadas de nuevo.
Es necesario tomarlas para entrar a estos territorios dados por Dios, ganados
por Jesús en la cruz.
Estas llaves sabemos que son de territorios, y según la llave es, el territorio
también es muy especial porque vaya que son llaves especiales.
Dios creó la tierra, la naturaleza y todo lo que contiene, pero sus actos
creadores NO se quedaron allí. Él trajo un modelo de su propio reino celestial
para implementarlo aquí. Su sueño.
Todo Reino tiene una organización perfecta para gobernar. ¿Gobernar qué?
Gobernar LA TIERRA.
Esto estaba planeado desde el Jardín del Edén, pero como sabemos, el pecado
truncó el plan de Dios permitiendo al Adversario usurpar y ensuciar todos
estos poderosos lugares.
Uno de los más grandes temores de Satanás es que estos territorios le fueran
quitados, pues sería su fracaso más vergonzoso, que le quitaran los terrenos
que tramposa y astutamente había invadido colándose por sobre el vallado.
No entró por la puerta, no abrió con la llave. Las llaves nunca le fueron
concedidas porque estas llaves fueron diseñadas para los hijos de Dios. Por lo
tanto han estado archivadas, sin que nadie las reclamara, y Dios el Padre las
llama LLAVES DE VIDA.
Para esto vino nuestro Señor Jesús, para que supiésemos y pudiésemos tomar
y usar estas llaves, expulsando a los intrusos. Para conquistar lo que nos
pertenecía por derecho desde el principio por su Amor y su Gracia y así
gobernar la tierra.
Gózate, alégrate, seca tus lágrimas, respira, confía, descansa, vuelve a soñar,
levántate porque llegó esa poderosa llave a tu vida, y si la tienes, lo tienes
todo… Todo.
Esta llave es el único requisito para poder acceder a las demás benditas llaves
que han estado esperando por ti, para que las tomes.
Recuerda: Las llaves que Dios le entrega a su iglesia en esta hora son de
gobierno y para Gobernar.
¿Por qué no habría de estar la política sujeta a Cristo, cuando Dios declaró
que todas las cosas le fueron sujetas a Él?
Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que
todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel
que sujetó a él todas las cosas. 1Co 15:27
Señor sánala
Padre Sánala
Oye el clamor
Y vuelve nuestra nación a Ti.
CONSUMADO ES
¡Tú! Iglesia de Jesucristo tienes un papel principal en esta obra maestra re-
escrita con sangre por nuestro Salvador. Y decimos re-escrita porque el
primer piloto comenzó en el huerto del Edén. Los protagonistas: Adán, el
primer hombre y Eva. Esta primera escena del hombre viviendo tan cerca de
Dios tuvo que ser pospuesta por la irrupción venenosa del Adversario:
Satanás, quien se encargó de disuadir a nuestros protagonistas de seguir su
anti-guión.
Pero el único director, el Rey de reyes y Señor de señores inmediatamente
declaró un nuevo guión, y en su nueva obra el Autor y Consumador de todo
se aseguró el desenlace que quiso desde el principio, uno en el que el
hombre camina en la presencia del Dios Altísimo.
¡Son Almas incontables las que nos anhelan y están esperando para que les
entreguemos el mensaje más importante!
Esta importante heredad, las Artes, son las siguientes disciplinas, todas las
cuales son de vital importancia en la visión de Reino:
Conclusión
Como no queremos que Tú, que abordaste este viaje cuando comenzaste a
leer la primera página de este libro, te pierdas del camino, vamos a hacer unas
pocas aclaraciones prácticas sobre cómo tomar estas llaves.
1. Santidad:
Déjalo Todo por causa del Reino de Dios. Este requisito no es
negociable en Cristo. Deja el pecado, liviandad y excusas, deja la
incredulidad y el pasado. Ten en cuenta incluso que el Reino de
Dios es antes que familia, trabajo, pareja, padres y hasta la vida
misma. Si verdaderamente le buscas verás que no es tan difícil
como parece y Si es muy posible.
2. Ten Fe,
Renuncia al temor y sobre todo practica el Amor: el genuino e
interés y preocupación por las personas.
3. Comunión:
Haz un Lugar Secreto para intimar con Dios y frecuéntalo todos
los días. Aquí está la fuente de Toda visión, en tu Amistad con
Dios Espíritu Santo pero sobre todo en tu obediencia y rendición a
la maravillosa persona del Espíritu Santo.
Estos son los ingredientes que necesitas para tomar las llaves pero que te
quede claro:
CONSUMADO ES
Dedicatorias
Agradecimientos
Al Dios que me vio nacer, al Dios que me amó cuando no valía nada, al Dios
que me vio grande cuando yo decía que era pequeña, a Aquel Padre que toda
niña sueña tener, a mi hermoso y verdadero Padre Celestial, quien me ordenó
escribir este libro pensando en ti, amado lector. Tú eres su Tesoro.