Antes de la década de los setenta la industria eléctrica peruana era controlada
principalmente por el sector privado nacional y extranjero. En ese tiempo se
abastecía solamente al 15% de la población (muy bajo comparado con otros países latinoamericanos). Las cosas cambiaron cuando el 3 de Octubre de 1968 hubo un golpe de Estado y comenzó la dictadura militar. Se hicieron muchas reformas estructurales y el sector eléctrico fue el centro de la inversión pública. En 1972 el Estado nacionalizó la industria eléctrica y creó Electroperú, la empresa que estaría a cargo de la generación, transmisión, distribución y venta de energía. Entre 1972 y 1979 se desarrollaron varios proyectos aumentando considerablemente la capacidad instalada (114MW anuales promedio) con una tasa de crecimiento del 5.7% anual. En la Tabla 1 presentada a continuación se ilustra el monto de las inversiones, la adición promedio de potencia y la tasa de crecimiento de la potencia instalada.