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relato:

estoy sentado en el mismo lugar de siempre


mirando hacia donde siempre
la soledad se arrastra hacia mi desde su cuna de osuridad
me observa fijamente desde el suelo
se sienta a mi lado y me abraza
un abrazo frio, tan frio como la tarde en que me dejaste
volteo la mirada suavemente hacia ella y la observo
nos quedamos asi por minutos, interminables
disfrasados de horas eternas
una lagrima baja por su mejilla la soledad...
siente pena de mi soledad
su abrazo frio como e hielo de tu mirada aquella tarde
cambia, se vuelve calido, tan calido que desaparece
ya no esta la soledad, solo esta tu recuerdo
y nada mas.

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