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INTRODUCCION

La historia misma es el relato de muchas voces que demandaron ser escuchados por siglos
atrás, tras años de luchas y de conquistas sin pudor de la moral humana. Es así que esa
etapa tan resaltante es lo que se entiende por Imperialismo. Es el período histórico en el
que las principales potencias del mundo establecieron dominación efectiva sobre amplios
territorios mediante el uso de la fuerza militar, política o económica. Cada estado
dominante llamado metrópolis, incluyo países europeos en su mayoría, y algunos como
Estados Unidos y Japón, que su objetivo principal se constituía mediante el uso de la
fuerza e interviniendo militarmente invadir países, tomando el poder ya sea de forma
total o parcial, o de forma sutil mediante la complicidad de poderes del país.

Se caracteriza por que los medios de producción del país colonizado, se encuentran en
manos de personas o emperadores industriales y comerciales pertenecientes a las
potencias imperialistas, entendiéndose el capital, maquinaria y la propiedad de las minas,
tierras y plantaciones productoras de materias primas, producción pesquera y las
industrias manufactureras.

Sobresale el control militar y policial de parte del país dominante, y los beneficios del
comercio están dirigidos hacia la potencia dominadora, comprando materias primas a
bajo precio, y vendiendo materias manufacturadas por la potencia imperialista a precios
altos, forzando en algunos casos su compra en lugares aun no colonizados por las
industrias del país, que no están bajo dominio de empresarios o comerciantes del país
dominador.
CARACTERÍSTICAS DEL IMPERIALISMO

Estos modelos imperialistas se organizaron según las leyes del mercantilismo, lo que
suponía un control del comercio de cada región colonizada y el monopolio de las
ganancias obtenidas. De acuerdo a sus formas de operar y funcionar este modelo para el
Siglo XIX, se fue caracterizando por lo siguiente:

 Las potencias europeas se expandieron bajo la premisa de que, a más territorios


conquistados, mayor poderío mundial.
 El desarrollo industrial va de la mano con el capital financiero.
 La nación que domina ejerce el monopolio económico sobre los oprimidos y se
beneficia de los resultados de manera exclusiva.
 La desigualdad entre los grupos se da de forma categórica; los dominados son
considerados como personas de segunda categoría.
 La nación que domina ejerce el control absoluto del poder político y militar a través de
empleados designados desde afuera y/o adoctrinando a las personas autóctonas.
 El Estado dominante impone sus valores y leyes sociales, culturales, políticas y
económicas a los dominados, legal o ilegalmente.

CAUSAS DEL IMPERIALISMO

La Revolución Industrial facilitó las condiciones para promover la conquista de territorios a


las potencias europeas. Este crecimiento de la industria dio paso al aumento del capital. La
búsqueda de mayores beneficios, como es el caso de poseer tierras sin haber sido
explotadas, es una de las muchas causas que caracterizaron esta época del imperialismo.
Las naciones imperialistas movidas por este motivo mostraban poco o ningún respeto por
los pueblos a los que sometían, los cuales eran generalmente usados como esclavos.
Otra y no menos importante es la búsqueda de beneficios económicos a través de la
creación de mercados de intercambio económico en las colonias, que involucraban la
interacción entre el Estado y compañías privadas.

Razones demográficas

A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, la población del continente europeo creció
considerablemente. Las precarias condiciones laborales y la escasez de trabajo llevaron a
los países a expandir sus dominios para incrementar el mercado laboral.

Motivación Política

Aun en estos tiempos E.U.A ejercen un predominio del modelo imperialista (ahora
asociado con el término neoliberalismo) debido a su poder económico y peso dentro de
organizaciones mundiales que rigen los destinos financieros de muchos países.

CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO

 La aculturación es una de las consecuencias más importantes que supone el


imperialismo en el proceso de conquista de territorios más débiles; incluye la pérdida
de identidad, la destrucción de los esquemas de valores y creencias y, finalmente, la
transculturación.
 Las guerras y genocidios más crueles en nombre del progreso y evolución de las
naciones.
 El racismo y marcadas diferencias étnicas que superponen a unos individuos sobre
otros, dándoles ventajas ante los menos favorecidos en aspectos esenciales para la
supervivencia humana que debieran de ser de acceso común.
 El impacto negativo en el ámbito ecológico y el deterioro de los elementos vitales del
planeta. Esto se genera producto de los desechos industriales y las consecuencias de
las guerras que devastaron territorios y comunidades enteras.
 La explotación indiscriminada de la mano de obra.
 En muchos casos, la deshumanización de la especie humana.
 La dinamización del producto que se comercializa. Este contexto borra las fronteras y
brinda fácil acceso a los individuos, lo que fortalece el mercado.
 Anulación de los mercados nacionales.

EL IMPERIALISMO EN EUROPA

Desde el punto de vista económico, el desarrollo del imperialismo se vincularía a las


necesidades de las industrias de los países europeos desarrollados. La industria llegó a tal
grado de crecimiento que se hizo necesaria la búsqueda de nuevos mercados para sus
productos, de materias primas abundantes y baratas, así como de nuevos espacios
económicos donde poder invertir el capital excedente y hallar más beneficios, donde,
además la mano de obra era abundante y, por lo tanto, barata.

Las antiguas colonias habían sido de asentamiento y los emigrantes habían creado
sociedades que pretendían ser similares a las europeas, frente a las nuevas colonias que
fueron, sobre todo, territorios de ocupación, donde una minoría europea no se mezclaba
con la autóctona y ejercía el control político y económico. Por otro lado, si el ritmo de
ocupación había sido lento y limitado en el pasado, en el siglo XIX la rapidez fue la tónica
general. Por último, las posesiones coloniales de la época moderna dieron lugar a escasos
conflictos en comparación con los desarrollados con el imperialismo del siglo XIX, con
guerras constantes, ya que la expansión colonial se había convertido en un objetivo
fundamental de la economía y la política de los países industrializados.

 La industrialización y el enorme desarrollo tecnológico de Europa, especialmente en la


época de la Segunda Revolución Industrial, provocaron la separación del mundo en dos
grandes grupos: los países industrializados y los no industrializados. Los primeros
terminaron por imponerse sobre los segundos, que quedaron bajo su dependencia directa
o indirecta. La Europa industrial, gracias a su vitalidad demográfica, su superioridad
industrial, técnica, comercial y financiera impuso su modelo económico, sus valores,
ideales y su cultura a gran parte del mundo.

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