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LAS EMPRESAS Y SUS TIPOS

Las empresas son, ante todo, unidades de producción, porque el principal función que cumplen es la de producir y ofrecer bienes y
servicios. Buscan satisfacer necesidades, demandas y deseos (en bienes y servicios) de los clientes en el mercado. Esta unidad
productiva puede contar con una sola persona y debe buscar el lucro y alcanzar una serie de objetivos marcados en su formación.

En la actualidad, no hay proceso de producción de pequeña o gran escala que pueda realizarse sin la empresa, algunos
economistas la consideran como el cuarto factor de la producción, después de la tierra, el trabajo y el capital. Reúne los tres
primeros factores para generar bienes o servicios con la finalidad de conseguir un valor económico y social.

Tipos de empresas. Existen muchas formas de clasificar a las empresas, presentamos dos de las más importantes:

1. Por la forma de producir bienes y servicios.


a. Productoras. Son aquellas que elaboran o transforman un recurso en un bien para ofrecerlo al público. Aquí están
comprendidas las empresas que fabrican materias primas o bienes manufacturados, por ejemplo, Gloria, ALICORP, Inca Kola,
entre otras.
b. Distribuidoras. Son las que colocan al alcance del consumidor los bienes producidos por otras empresas. Por ejemplo, las
empresas de transportes terrestres de carga, navieras, áreas, etc.
c. De servicios. Son aquellas que satisfacen necesidades basándose en conductas específicas y habilidades de las personas.
Por ejemplo, una peluquería, un banco, un restaurante, etc.
2. Según su número de trabajadores. Pueden ser pequeñas (de 0 a 50 trabajadores), medianas de 51 a 500 empleados) o
grandes más de 500).
3. Según su actividad. Pueden ser: Industriales, sí transforman materias primas; comerciales sí distribuyen productos ya
elaborados.
4. Según su procedencia geográfica del capital . Pueden ser nacionales, extranjeras o multinacionales.
5. Por la extensión de la responsabilidad.
a. Sociedades comerciales o Industriales de Responsabilidad Limitada. Es un tipo de sociedad mercantil en la que la
responsabilidad de cada uno de sus socios está delimitada por el capital que estos hayan aportado a la misma y, por
consiguiente, en el caso que contraigan deudas, su patrimonio personal no es afectado. La cantidad de socios no puede ser
más de 20. La razón social de este tipo de sociedades tiene un nombre distinto al de los socios y se le reconoce por cualquiera
de las siguientes siglas:
- S. C. R. L (Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada)
- S. I. R. L (Sociedad Industrial de Responsabilidad Limitada)
- S. R. L (Sociedad de Responsabilidad Limitada)
- Ltda (Limitada).
Sus principales órganos son la junta general y los gerentes.
b. Sociedad Anónima. Conocida por su abreviatura S.A. es un tipo de sociedad mercantil en el que la responsabilidad de los
socios se limita al capital que han aportado. Quienes poseen acciones en cantidad proporcional al monto de su aporte a la
empresa. Las utilidades que reciben dependen de la cantidad de acciones que tenga cada uno.
La responsabilidad de los socios ante obligaciones o deudas se encuentra limitada a la cantidad de acciones de cada uno, si la
empresa quiebra, ellos solo pierden lo invertido en las acciones. Sus principales órganos son la junta general de accionistas, el
directorio y la gerencia.

ALCANCES SOBRE LA ESTABILIDAD LABORAL.

Siguiendo esta línea, el Art. 27° de la Constitución Política del Perú señala que la ley otorga al trabajador adecuada protección
contra el despido arbitrario; sin embargo, observamos también un amplio espectro legislativo dirigido a desarrollar este ámbito de
protección.

Existen dos grandes dimensiones del derecho a la estabilidad laboral: preferencia por la contratación a tiempo indeterminada
y, protección frente al despido arbitrario.

 La estabilidad frente al despido, a la conservación de empleo. Principio frente a la extinción del contrato de trabajo en todos sus
aspectos, con especial énfasis en la prohibición del despido injustificado o irrazonable.

Dicha prohibición busca que no se abuse de las causas justas para despedir y que la extinción del vínculo laboral se realice
estrictamente por las razones contempladas en la ley (despido disciplinario, renuncia, mutuo acuerdo o jubilación anticipada).
Impacto del estado de emergencia por la propagación del COVID-19
El estado de emergencia decretado a partir del 16 de marzo, a causa de la propagación del COVID-19, ha generado una
situación sui generis que en el ámbito laboral dispuso lo siguiente:

 La suspensión de actividades que no obedezcan a servicios esenciales o conexos.


 La implementación de trabajo remoto para quienes pudieran ejecutarlo, por la naturaleza de sus funciones.
 La concesión de licencia con goce de haberes, compensable, para quienes no pudieran ejecutar trabajo remoto.
 La identificación de grupos de riesgo y su protección al excluirlos de realizar labores en el centro de trabajo.
 El otorgamiento de descanso médico obligatorio a quienes sean diagnosticados con COVID-19.
El cese de una amplia gama de actividades económicas durante la cuarentena obligatoria y, a la vez, han buscado
garantizar que los trabajadores conserven intangibles sus derechos; esto, a través de la concesión de licencias
compensables e incluso ofreciendo la posibilidad de que esta compensación se realice no solo con trabajo efectivo, sino
también con vacaciones u horas extras generadas, previo pacto entre las partes.
Sin embargo, conforme han avanzado los días y, la prórroga de las medidas, ha surgido una situación económica
difícilmente sostenible en muchos empleadores, pues han tenido que dejar de producir y deben seguir afrontando el costo
de la planilla de sus trabajadores sin que exista prestación. Esta situación, repercute en diferentes niveles, de acuerdo a la
solvencia económica con la que cuenta cada empresa.
Como podemos observar, los panoramas de análisis son distintos y ante ellos, es obligatorio que se permita la toma
decisiones que garantice la estabilidad laboral más allá de un ámbito temporal, pues esta garantía presente puede afectar a
la continuidad futura, al generar la muy probable falta de liquidez y quiebra de las empresas que son fuente de empleo. Por
otra parte, la falta de regulación al día de hoy genera incertidumbre y estimula la toma de decisiones basadas en riesgos de
futuras demandas o inspecciones, pero que permiten que la empresa obtenga algo de liquidez para subsistir.
Evidentemente, se necesita con urgencia un punto medio, que permita la subsistencia de las empresas como fuente de
trabajo y a la misma vez la posibilidad de que el trabajador vea asegurada su continuidad y estabilidad laboral.
Una de las consecuencias desde que apareció el Covid-19, fue el despido a los trabajadores de manera masiva por la falta
ingresos de las empresas, considerando ellos como opción el despido de manera arbitraria o ilegal.
Debido a la pandemia el 25% de trabajadores ya perdió su empleo, es decir, uno de cada cuatro trabajadores
Ante el estado de emergencia y la paralización de la mayoría de negocios, algunas empresas han optado por suspender los
contratos de sus empleados sin una remuneración.
En las microempresas se calcula que unos 500 mil trabajadores perderán su empleo y en las pequeñas empresas serán
unos 570 mil trabajadores afectados.
Durante marzo y abril se perderían entre 16% y 20% de los puestos de trabajo formales, según señaló Miguel Jaramillo,
investigador principal de Grade, al diario El Comercio.
Con la proyección de Grade se estima que esta pérdida se da no solo por el posible despido de trabajadores, sino también
porque las empresas no estarán contratando en estos dos meses.
Por su parte, una encuesta de Ipsos señala que el 25% de trabajadores ya perdió su empleo, es decir, uno de cada cuatro
trabajadores.
A nivel internacional, alrededor de 25 millones de empleos se perderían a causa del coronavirus, según calcula la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).

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