Está en la página 1de 2

AL SANTO DEL SILENCIO (Alex)

La Mi Fa#m La Mi Fa#m Mi
Una vida que en silencio aceptó, cumplir la voluntad del Creador.
Re Mi La Re Do#m Mi
Ser el padre virginal del Salvador, que María nuestra Madre concibió.

La Fa#m Re Do#m Mi
¡Oh San José! Enséñame a aceptar en mi vida a nuestro Señor
La Fa#m
ayúdame a escuchar hoy su voz
Re Do#m Mi
atendiendo al llamado, siendo dócil a Él;
Re Mi La (La Mi Re)
sin más dudas sin mirar hacia atrás,
Do#m Mi
sin temores caminar.
Sol Do

La Mi Fa#m La Mi Fa#m Mi
Llegaste a ser santo en el trabajo, ser esposo de la Virgen puro y casto,
Re Mi La Re Do#m Mi
Dios te eligió para que fueras ejemplo de Padre, de esposo y de silencio.

La Mi Fa#m La Mi Fa#m Mi
Trabajando en tu taller junto a Jesús, no había noche porque tenías la luz.
Re Mi La Re Do#m Mi
Siendo sencillo y sin historia, con María a tu lado, has llegado a la gloria.
JOSÉ, HIJO DE DAVID (P. MARVIN COTA)

Rem Sib Do Rem Lam Sib Do


Tú eres de la casa de David. Hombre de trabajo y lleno de inquietudes.
Fa Do Rem Lam Sib Do Fa
Recibes del Dios eterno, la más grande misión, ser el Padre del Salvador.
Rem Sib Do Rem Lam Sib Do
Tu buen corazón abrió las puertas, dando una respuesta: servir al plan de Dios.
Fa Do Rem Lam Sib
A María has recibido en tu casa, y el niño que ahora esperan,
Do Fa
tú le llamarás Jesús.

Sib Do Lam Rem Sib Do Fa


No temas José, hijo de David. Aquel que es todo amor te ha elegido.
Sib Do Lam Rem Sib Do Fa
Eres tú el ejemplo de Dios Padre, ternura en la mirada de Jesús.

Rem Sib Do Rem Lam Sib Do


El mundo vive tan desesperado, hambre de justicia, se percibe en todos lados.
Fa Do Rem Lam Sib Do Fa
Eres testimonio de esperanza y digno de imitar, por estar cerca de Dios.
Rem Sib Do
Tu vida es presencia entre nosotros,
Rem Lam Sib Do
pues hoy te celebramos, como amigo de verdad.
Fa Do Rem Lam Sib Do Fa
Te rogamos que nos encamines, ahora y cada día por la senda del amor.

Do Rem Lam Sib Do Fa


Oh San José, hijo de David, os bendecimos por siempre,
Sib Do Lam Rem Sib Do Fa
tómanos en tu corazón, como al despertar del sueño, tomaste a María y a Jesús.

También podría gustarte