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Índice
1Historia
2Diferentes corrientes
3La carta astral y sus elementos de "estudio"
4Los astros y puntos sensibles
o 4.1Los astros principales
o 4.2Otros astros
o 4.3Puntos sensibles destacables
5Los signos
o 5.1Clasificación de los signos
5.1.1Clasificación por dualidad
5.1.2Clasificación por cualidades o modalidades
5.1.3Clasificación por elementos
5.1.4Observaciones
o 5.2Apuntes diversos sobre los signos
6Las casas
7Referencias
8Bibliografía
Historia[editar]
Durante el Imperio romano el desarrollo de la astrología fue más bien lento ya que
los estudiosos romanos se dedicaron, sobre todo, a recopilar los conocimientos
esencialmente de origen griego y egipcio. Tampoco sufrió muchos avances en
tiempos de los primeros siglos de cristianismo a raíz del debate abierto sobre si la
astrología tenía cabida o no aunque generalmente los doctores cristianos siempre
fueron prudentes a la hora de juzgarla. En este sentido uno de los más
importantes excepciones fue San Agustín el cual fue especialmente crítico.1
En cambio, los árabes sí la estudiaron profundamente y aportaron algunos
cálculos matemáticos de cierta complicación usando la álgebra aplicables a la
astrología a partir de los conocimientos adquiridos de los antiguos griegos creando
lo que se conoce como las partes arábigas . Con el contacto de la cultura árabe y
la cristiana durante la Baja Edad Media hubo un resurgimiento de la astrología en
Europa, sobre todo a partir del siglo XIV, que hizo elevar su estudio como "ciencia"
, algo comprensible si se tiene en cuenta que en aquel momento aún no existía
el método científico y por tanto no existía la definición que se usa hoy en día sobre
lo que se puede considerar científico y lo que no.
El siglo XVII fue clave con la consecución de la llamada revolución científica que
dio luz a la ciencia moderna sometida al método científico citado antes. La
astrología propiamente dicha, por no superar las pruebas pertenecientes al
respecto, se separó de la astronomía y fue perdiendo prestigio acabando, así,
degradándose su percepción hasta ser visto al final, a ojos de los científicos y
consecuentemente por la población en general, como un puñado de
supersticiones sin fundamento racional. Uno de sus últimos defensores de
prestigio más firmes de esta época fue Johannes Kepler2
Hacia mediados del siglo XIX se inició una cierta voluntad dentro de la cultura
anglosajona para revitalizar la astrología e intentar restituirle el prestigio perdido
procurando eliminar la imagen ocultista que tenía ante los profanos. El movimiento
de rehabilitación de la astrología no paró de crecer a lo largo de la segunda mitad
del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX culminando en las afirmaciones del
prestigioso psicólogo Carl Gustav Jung que defendía la astrología como un
compendio del conocimiento psicológico de la antigüedad.3Se puede decir que la
enorme influencia que realizó Jung sobre la utilidad de la astrología dio pie a que
ésta se "refundara" como astrología moderna en contraposición de la astrología
clásica practicada hasta mediados del siglo XX la cual era marcada por los
principios de determinismo y moralidad propios de la influencia cultural
judeocristiana.
Diferentes corrientes[editar]
Hoy en día la astrología es estudiada desde múltiples enfoques que, con el paso
de los años, han ido conformando diversas corrientes, algunas de ellas en
estrecho contacto con otras disciplinas. A continuación se exponen las más
generalizadas:
Del objeto resultante con la aplicación de los cálculos astrológicos sobre una
fecha, momento y lugar determinados se llama una carta astral la cual puede
recibir diferentes denominaciones en función de cuál es el objetivo por el que se
estudia: si se refiere al nacimiento de una persona se le llama carta natal, si, en
cambio, se centra en un determinado momento a lo largo de la vida de una
persona entonces se denomina horóscopo. Aparte de eso una carta astral también
puede ser estudiada para analizar un momento histórico local o mundial entre
otros usos posibles. Otra aplicación sería, por ejemplo, la sinestría la cual consiste
en la comparación de las cartas natales de dos personas diferentes con el objetivo
de encontrar el grado de compatibilidad/incompatibilidad independientemente de
qué tipo de relación tengan (amistosa, amorosa, laboral, familiar, por ejemplo).
La carta astral, conceptualmente, se puede considerar una imagen esquemática
desde un enfoque geocéntrico del cielo en el momento y lugar exacto que se ha
propuesto estudiar, aunque sería más preciso decir que la imagen corresponde a
la franja del cielo cerca de la eclíptica donde coinciden tanto el plano de las órbitas
de la mayor parte de los astros del Sistema Solar así como el cinturón de
constelaciones del zodiaco las cuales tuvieron, en su momento, un origen común
con los signos de los mismos nombres.
Dentro de una carta astral existen varios elementos que, combinados entre sí,
facilitan de entrada una información básica dentro de su estudio. Estos elementos
se dividen entre los astros y puntos sensibles, los signos y las casas.
Los astros, también llamados planetas (una denominación que no debe
confundirse con el término astronómico para planeta), representan las diferentes
facetas, o grupos de facetas relacionadas entre sí, de personalidad posibles; en
cambio, los signos son diferentes modelos, o arquetipos, como los definió Jung, de
personalidad general, mientras que las casas delimitan los diferentes ámbitos de
la vida en que uno se puede mover. La idea consiste en que la coincidencia de un
determinado planeta en la zona de un determinado signo y de una determinada
casa dará información sobre la tendencia de actuación y/o reacción de esa
persona u objeto de estudio. Para decirlo resumidamente: los planetas son el qué,
los signos el cómo y las casas el dónde o cuándo.
La Tierra y la Luna tienen planos de órbita con 5º de diferencia de inclinación lo que genera los nodos
lunares.
Los signos[editar]
Lo que hoy en día conocemos por signos del zodiaco occidental nacieron ya en los
inicios de la astrología en Mesopotamia confundiéndose su función con las
constelaciones que los representaban. Diciéndolo de otra forma: signos y
constelaciones eran esencialmente lo mismo o, como mínimo, la constelación
daba razón de ser al signo. Hoy en día esta fusión de términos es considerada
mayoritariamente obsoleta y, en cambio, se prefiere ver los signos, con un cierto
sentido esotérico, como algún tipo de manifestación energética vinculada con el
tramo de cielo de donde proviene más que con la constelación que ocupa dicho
tramo. Esta definición desvinculando ambos términos ha venido por la
demostración empírica de que, dado el desplazamiento inexorable de las
constelaciones debido al fenómeno conocido como la precesión de los
equinoccios, la interpretación astrológica es más fiable considerando la ubicación
original de los signos, es decir, constelaciones de hace más de 4000 años, en los
inicios de los estudios astrológicos, no contando la ubicación actual de las
constelaciones. A pesar de ello, hoy en día todavía hay astrólogos que prefieren
trabajar sobre esta situación actual de las constelaciones (ya que creen que el
vínculo con los signos sí existe) si bien se trata de una corriente minoritaria. A raíz
de esto se puede optar, pues, por dos formatos de zodiaco a usar en el estudio de
una carta: el sideral que usa de referente el recorrido del Sol para definir el punto
vernal (o sea: el punto de partida de la rueda zodiacal en el equinoccio de
primavera) y por tanto coincide con la posición actual de las constelaciones, y el
tropical, el más utilizado actualmente, que reconoce como punto de partida de la
rueda zodiacal un punto fijo en el espacio situado entre las constelaciones
de Aries y Piscis y dispone los signos por doce porciones iguales sobre el cielo sin
tener en cuenta las constelaciones ni en ubicación ni en porción de espacio que
ocupan, sino únicamente la eclíptica terrestre, que se divide en 12 porciones
iguales.
En un sentido estrictamente psicológico los signos son arquetipos de
personalidad; es decir: encarnan modelos básicos de comportamiento personal no
equiparables entre sí aunque pueden compartir algunos rasgos puntuales. Al
tratarse de arquetipos es casi imposible que exista ninguna persona real que
pueda ser "completamente" de un signo determinado. Es aquí donde interviene la
combinación de planetas y puntos sensibles con los diferentes signos, junto con
las diferentes casas, donde son ubicados cada uno de ellos para definir la manera
única e intransferible de ser de todos y cada uno de los seres vivos existentes, que
han existido o que existirán en el futuro.
Clasificación de los signos[editar]
Manuscrito de origen árabe con un dibujo de la rueda del zodiaco, de fecha incierta (quizás del s. XVI o
XVII).
Aries
Tauro
Géminis
Cáncer
Leo
Virgo
Libra
Escorpio
Sagitario
Capricornio
Acuario
Piscis
Los signos se pueden clasificar de acuerdo a tres maneras diferentes que se
superponen entre sí dotando a todo el conjunto de un sentido armónico y
coherente. De hecho, el orden de los signos no es fruto del azar y se encuentra
supeditado a este esquema de clasificaciones.
Clasificación por dualidad[editar]
Según esta clasificación, los signos se dividen en dos grupos de seis signos cada
uno:
Las casas[editar]
El sistema de casas es una estructuración geométrica del espacio alrededor de la
persona u objeto estudiado en la carta dividiéndolo en doce porciones (no
necesariamente iguales) donde cada porción, según su ubicación angular respecto
al punto del ascendente, tendrá un significado concreto. Al igual que los signos
también se pueden clasificar en grupos de varias maneras otorgándole un
significado colectivo a cada grupo aunque las clasificaciones más importantes son
tomando como líneas divisorias los ejes ascendente-descendente y medio cielo-
fondo de cielo, de esta forma, por ejemplo, se contemplan los hemisferios: si se
usa de separador del eje ascendente-descendente se tienen en la parte inferior de
la carta del hemisferio nocturno y en la parte superior el hemisferio diurno, si en
cambio se utiliza el eje medio cielo-fondo de cielo aparecen el hemisferio del yo (el
occidental) y el hemisferio del tú (el oriental).
Como se ha citado antes cada casa representa un ámbito de la vida donde signos
y planetas actúan de una forma específica. Estos son los ámbitos que afectan a
cada casa:
Referencias[editar]
1. ↑ Universidad de Málaga Archivado el 10 de diciembre de 2013
en Wayback Machine., un estudio sobre San Agustín muestra la
ambigüedad del cristianismo primitivo frente a la astrología.
2. ↑ La astrología de Kepler (Pasajes Seleccionados)
3. ↑ La psicología de Carl Gustav Jung en la astrología
Bibliografía[editar]
ALCOBA, María Emilia, AZICRI, Claudia y MOLINA,
Cristina: Curso de astrología Tomo I . Kier, Buenos
Aires, 2005 ISBN 950-17-4201-6
MOLINA, Cristina y AZICRI, Claudia: Curso de
astrología Tomo II . Kier, Buenos Aires, 2007 ISBN
978-950-17-4203-9
Proyectos Wikimedia
Datos: Q2266871
Multimedia: Western astrology
Identificadores
Microsoft Academic: 2776190567
Categorías:
Astrología
Esoterismo occidental
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