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LA PRODUCCION GANADERA DE COLOMBIA

Aspectos generales de la ganadería bovina colombiana La producción ganadera en


Colombia. De acuerdo a la información del DANE sobre el valor de la producción y de su
componente de valor agregado, se estima que la ganadería participa con no menos del
1,6% del PIB Nacional, porcentaje considerable para una actividad individual y, sobre
todo, rural. Dentro del sector agropecuario su importancia es indiscutible, con una
participación del 20% del PIB agropecuario y del 53% del PIB pecuario.

En otras palabras, la ganadería bovina, conserva la primacía dentro de la producción


agropecuaria y una participación muy importante dentro de la economía rural colombiana,
con todo lo que ello implica en cuanto a generación de empleo y bienestar.
Del 20% con el que participa la ganadería en el total del PIB agropecuario, y de acuerdo
con el valor de la producción, se estima que los animales vivos para carne pesan el 12,8%
y la producción de leche el 7,3%, siendo los de mayor participación en los diferentes
sectores agropecuarios del país.

En materia de producción de carne y leche la tendencia de crecimiento ha sido


permanente durante los últimos años, más con los resultados de la Política de Seguridad
Democrática, que permitió el retorno de inversiones a la actividad ganadera. El valor de la
producción resulta una buena aproximación para estimar la participación de la ganadería
en la economía, con resultados que resaltan.
La ganadería resulta entonces siendo 2,2 veces la avicultura, más de tres veces el café,
más de cinco veces las flores, casi seis veces el arroz, más de ocho veces la papa, y casi
diez veces la porcicultura.

El hato bovino. La ganadería colombiana cuenta con un inventario bovino cercano a los
25 millones de animales, siendo el inventario número doce del mundo en tamaño, así
como el quinto de América y el cuarto de Latinoamérica.

Inventario bovino de Colombia respecto al mundo Fuente: FAO Así, su inventario se


compone de 15,5 millones de hembras y 7,9 millones de machos. Mientras que por
orientación del hato el 39% se dirige a cría, el 35% a doble propósito, el 20% a ceba y el
6% a lechería, lo que permite de un lado una producción anual de carne que supera las
900 mil toneladas con un sacrificio de animales por encima de 4,1 millones de animales; y
de otro lado alcanzar, a través de los animales doble propósito, una producción de leche
de 3500 millones de litros al año y con los de lechería especializada una de 2900 millones
de litros.

La disponibilidad de tierra De 114 millones de hectáreas con las que cuenta el país,
cerca de la mitad se encuentran en bosques y selvas nativas. La otra mitad alberga
actividades agropecuarias y forestales, así como las cabeceras municipales y urbanas. Se
estima que el país cuenta con poco más de 38 millones de hectáreas dedicadas a la
producción pecuaria, mientras que las actividades agrícolas utilizan un poco más de 5
millones. De allí que se haya establecido la importancia que la ganadería utilice de forma
más eficiente los suelos a través de sistemas silvopastoriles y permita a la agricultura
aprovechar las tierras que tienen vocación agrícola. Se ha establecido que la agricultura
debería utilizar 14 millones de hectáreas, los servicios forestales 78 millones y la
ganadería un poco más de 19 millones.

Cifras en millones de hectáreas En el momento, la actividad ganadera ocupa


aproximadamente 38 millones de hectáreas, 66% de las cuales presentan algún nivel de
degradación. Una de las mejores alternativas identificadas hasta el momento para
disminuir los impactos negativos que generan los actuales modelos de producción
ganadera son los sistemas Silvopastoriles. Es evidente la importancia que la producción
ganadera tiene para la economía rural, sectorial y la oferta alimentaria del país; no
obstante, en muchas regiones la ganadería ejerce una significativa presión sobre la
biodiversidad debido a los impactos directos e indirectos que genera tanto sobre bosques
de trópico bajo, bosques andinos, paramos, humedales y ecosistemas naturales en
general (World Bank, CEA, 2005).

Las características prediales, la generación de empleo y el nivel de educación La


ganadería en Colombia se desarrolla en un gran porcentaje en pequeños predios de
economía campesina. Se ha determinado que el 82% de los predios ganaderos del país
cuentan con menos de cincuenta animales, estando allí inmerso el 44% que cuenta con
menos de diez. Los que se consideran como medianos ganaderos, es decir que poseen
con más de 50 animales y menos de 250, solo alcanzan una proporción de 15%, mientras
que solo el 3% se considera como gran ganadero al tener más de 250 animales. Esto
indica un desarrollo ganadero a través de la economía campesina en sistemas de
minifundio.
En el caso de la generación de empleo, la actividad ganadera que más lo crea es la de
lechería especializada con 7,9 empleos por cada cien animales; seguida del doble
propósito con 5,5 por cada cien; cría con 2,5 y ceba con 2,4 empleos por cada cien
bovinos. Así, las zonas que más presencia ganadera registran son La Costa Caribe, Los
Llanos Orientales y el Magdalena Medio. Al hablar de educación formal en las personas
que desarrollan actividades ganaderas, se determinó que el 48% de ellos no cuenta con
estudios de primaria terminados, el 7% terminó secundaria y solo el 3% tiene estudios
profesionales (pregrado y posgrado).

De otro lado, no se puede desconocer el papel fundamental del consumo de carne y leche
dentro de la seguridad alimentaria de los colombianos, pues estos dedican el 5% del total
de su ingreso a la adquisición de estos bienes. De la misma forma del gasto total en
alimentos, el 18% tiene como destinación productos cárnicos y lácteos. Resulta
importante tener en cuenta que, en el caso de la carne, el consumo anual por persona es
de 19 kilos, mientras que el de leche alcanza los 141 litros.

La variable alimentación Los parámetros productivos relacionados con la producción de


biomasa son bajos en la mayoría de zonas del país, lo que le resta competitividad a la
producción de carne y leche, en este sentido la producción de la oferta forrajera es
limitada y las condiciones bimodales del régimen de lluvias marca una estacionalidad de
periodos secos al principio del año y lluvias en el segundo y cuarto trimestre, lo que
ocasiona un impacto negativo en las praderas, más aun cuando tan solo el 3% de la
superficie de pastos y forrajes dispone de riego, aunado a las limitadas prácticas de
manejo y conservación de praderas. Colombia como país productor de ganado localizado
en la zona ecuatorial presenta un alto potencial para el desarrollo de la actividad
ganadera, pero se han encontrado situaciones que determinan deficiencias en la
alimentación del ganado, que afectan la eficiencia y productividad del eslabón de los
productores primarios, las cuales se pueden definirse a continuación:
 Los productores tecnificados en ganaderías medianas y grandes tienen una alta
utilización de pasturas mejoradas, pero en ganaderías pequeñas o medianas de
carácter extractivo predominan los pastos naturales. La utilización de fertilizantes
es baja y se hacen relativamente poca resiembra y renovación de potreros.
 El eje articulador de un programa eficiente en la ganadería corresponde al factor
nutricional y en el caso de Colombia y el trópico en general tiene relación con las
pasturas, referente a la elección de variedades, asocio de gramíneas y
leguminosas, seguido por el adecuado manejo mediante la aplicación de Buenas
Prácticas Agrícolas. BPA y programas racionales de rotación.
 La utilización de cerca eléctrica y la rotación de potreros se han incrementado,
pero aún la mayor parte de las áreas ganaderas se utiliza mediante rotaciones con
potreros de gran tamaño, lo que no permite obtener cargas adecuadas por
hectárea.
 Hay limitaciones en el riego, tanto en la disponibilidad de acuíferos como en la
infraestructura que por su costo limita la masificación de esta práctica.

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