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Foucault, Michael. Historia de la sexualidad.

La voluntad de saber

El autor comienza planteando que la palabra "poder" tiende a malentenderse.

Malentendidos acerca de su identidad, su forma, su unidad.

Cuando Foucault habla de poder, no quiere decir "el poder" entendido este como un

conjunto de instituciones y aparatos que garantizan la unión de los ciudadanos en un Estado

determinado.

Tampoco habla de poder en términos de regla.

Y, mucho menos, entiende al poder como un sistema general de dominación ejercida por

algún grupo por sobre otro.

Dirá el autor entonces que el poder no tiene que ver con

 La soberanía del Estado

 La forma de la ley

 La unidad global de una dominación

Entonces ¿De qué hablamos cuando hablamos de poder?

El autor va a decir que, para hablar de poder, hay que comprender, primero, la

multiplicidad de relaciones de fuerzas propias del campo en el que se ejercen, y que, a su vez,

son constitutivas de su organización.

Dentro de estas fuerzas encontramos, por ejemplo

 El juego de las luchas y enfrentamientos

 Los apoyos que dichas relaciones de fuerza encuentran unas con otras de modo que

formen una cadena o sistema

 Los desniveles, las contradicciones que aíslan a unas fuerzas de otras

 Las estrategias
El poder, dirá el autor, no debe ser buscado en un punto en particular, sino que el poder

está en todas partes. No es que lo englobe todo, sino que viene de todas partes.

El poder no es una institución, no es una estructura, no es cierta potencia de la que algunos

están dotados, sino que es el nombre que se presta a una situación estratégica y compleja en

una sociedad dada.

El poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, sino que se ejerce, y que siempre

genera resistencias.

Por otra parte, dirá Foucault, el poder viene de abajo, es decir: No hay en el principio de

las relaciones de poder, una oposición entre dominadores y dominados, sino que las relaciones

que se forman entre familias, grupos, instituciones, etc. sirven de soporte a los efectos de la

ruptura que recorren el conjunto del cuerpo social.

Las relaciones de poder, por su parte, son siempre intencionales. No hay poder que se

ejerza sin una serie de miras y objetivos.

Las resistencias

Donde hay poder, hay resistencia. Los puntos de resistencia están presentes en todas partes

dentro de la red del poder y se presentan bajo el papel de adversario, de enfrentamiento.

Además, las resistencias están distribuidas de manera irregular, son móviles, transitorias y

se desplazan rompiendo unidades y suscitando reagrupamientos.

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