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AIDA HELENA VERGARA VARGARA

ABOGADA
Carrera 58 No. 92-32 Of. 301 Rio Negro, Bogotá E-mail : vergara6828h@gmail.com

Señora
INSPECTORA DE POLICIA DE SAN BENITO ABAD - SUCRE
ALCALDIA MUNICIPAL DE SAN BENITO
E. S. D.

REF: PRACTICA DE COMISION PARA DILIGENCIA DE ENTREGA DE BIEN


INMUEBLE DE FECHA 23 DE JULIO DE 2021.

AIDA HELENA VERGARA VERGARA, identificada con C.C. 34.942.258 de San


Marcos – Sucre, portadora de la T.P. 78.252. del C.S. de la. J, domiciliada en
Bogotá, abogada en ejercicio y quien actúa en calidad de apoderada del señor
JUAN CARLOS ALVAREZ ALVAREZ, domiciliado en Chinú - Córdoba
identificado con C.C. N: 1.066.183.953 de chinú, según poder conferido que se
adjunta con este escrito, respetuosamente me dirijo a su despacho dentro de la
diligencia de la referencia con el fin de interponer LA OPOSICIÓN POR SER
POSEEDOR MATERIAL A LA DILIGENCIA DE ENTREGA DE LOS PREDIOS
LA ESMERALDA, MACARRERA O EL TOTUMITO, LEBRUN O EL CHUPO, los
cuales se encuentran debidamente registrados en la OFICINA DE
INSTRUMENTOS PÚBLICOS DE SINCE (Sucre) bajo las matrículas
inmobiliarias Nos. 347-8810, 347-37, 347-286, respectivamente y ubicados en
zona rural del municipio de San Benito (abad) – Sucre, el cual me permito
sustentar:

EXISTENCIA DE POSESIÓN MATERIAL PÚBLICA, PACIFICA E


ININTERRUMPIDA CON ANIMO DE SEÑOR Y DUEÑO SOBRE LOS PREDIOS
CON MATRICULA 347-8810, 347-37, 347-286

Mi poderdante JUAN CARLOS ALVAREZ ALVAREZ, actualmente es poseedor


material desde hace mas de 10 años de los predios LA ESMERALDA,
MACARRERA O EL TOTUMITO, LEBRUN O EL CHUPO, registrados en la
OFICINA DE INSTRUMENTOS PÚBLICOS DE SINCE (Sucre) bajo las
matrículas inmobiliarias Nos. 347-8810, 347-37, 347-286, con ánimo de señor y
dueño en nombre propio y sin reconocer titularidad o posesión sobre los predios a
cualquier otra persona, de allí que se desprende el derecho legal de mi
poderdante a ejercer la posesión que sobre los bienes ya descritos, derecho que
está amparado legalmente y por lo cual es digno de legalizar mediante la
prescripción adquisitiva extraordinaria y tal derecho asistido no es viable la
practica de la diligencia comisionada por el Juzgado Promiscuo del Circuito de
Sincé.

El art. 762 del Código Civil sostiene: “La posesión es la tenencia de una cosa
determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal,
tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre
de él”. “El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifique serlo”.

Intrínsecamente mi poderdante es poseedor de buena fe, refutado y conocido por


los vecinos colindantes de los predios ya descritos, por lo que se debe tener en
cuenta y respetar el derecho posesorio amparado por la Constitución y las leyes
que lo regulan, de allí se desprende la riquísima jurisprudencia que soportan la
protección de este derecho.

El ART. 768 del Código Civil ha sostenido: BUENA FE EN LA POSESION;


“La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por
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medios legítimos exentos de fraudes y de todo otro vicio. Así, en los títulos
traslaticios de

dominio, la buena fe supone la persuasión de haberse recibido la cosa de quien


tenía la facultad de enajenarla y de no haber habido fraude ni otro vicio en el acto
o contrato. Un justo error en materia de hecho, no se opone a la buena fe. Pero el
error, en materia de derecho, constituye una presunción de mala fe, que no admite
prueba en contrario.

ARTICULO 769. PRESUNCION DE BUENA FE. “La buena fe se presume,


excepto en los casos en que la ley establece la presunción contraria. En todos los
otros, la mala fe deberá probarse”.

Es así como el código Civil Colombiano atañe claramente las condiciones de


protección al derecho de la posesión como lo estatuye el art. 779, al referirse
concretamente a la posesión de cosa proindiviso, declarando su protección
cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se entenderá
haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere, durante todo
el tiempo que duró la indivisión. Podrá, pues, añadir este tiempo al de su posesión
exclusiva y las enajenaciones que haya hecho por sí solo de la cosa común, y los
derechos reales con que la haya gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere
sido comprendida en la enajenación o gravamen.

ARTICULO 780. PRESUNCIONES EN LA POSESION: Si se ha empezado a


poseer a nombre propio, se presume que esta posesión ha continuado hasta el
momento en que se alega.

La posesión es un hecho que tiene las consecuencias jurídicas necesarias para su


protección por parte del ordenamiento jurídico. En Colombia, la legislación civil
defiende la teoría subjetiva de esa institución, dado que se identifica con una
concepción material que requiere para su configuración el corpus y el animus.
Tales exigencias eliminan la opción de que se considere posesión a la inscripción
del título que demuestra la subordinación física de un predio frente a una persona.

La Corte Suprema de Justicia en sentencia SC12323-2015, con ponencia del


honorable magistrado LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA, ha construido una
vasta y profunda línea jurisprudencial, sobre los distintos tópicos relacionados
con la naturaleza y alcance jurídico de la prescripción adquisitiva de dominio. En
particular, en repetidas providencias, ha puntualizado que la posesión puede ser
ejercida directamente por actos propios o a través de la figura de la suma de
posesiones, reconocida en el ordenamiento civil, en los artículos 778 y 2521 del
Código Civil, como una forma benéfica de proyección del poder de hecho de las
personas sobre las cosas; y puede tener su fuente en
la accessio possessionis por acto entre vivos o en la succesio possessionis,
cuando el causante fallecido transmite la posesión a sus herederos. Al poder
agregar el tiempo de su antecesor o antecesores, el último poseedor podrá
beneficiarse, y ganar por prescripción un bien determinado.

Sin embargo, la posesión de quien se reputa dueño sin serlo, supone el


desconocimiento frontal de los derechos del propietario, por cuanto traduce
rebelarse en un todo contra el verus domini, y a fortiori.

Bajo esta perspectiva el señor JUAN CARLOS ALVAREZ, funge como


USUCAPIETE, frente a los predios que son objeto de la diligencia de entrega y
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cuyo derecho debe ser reconocido y respetado por cualquier persona y por
cualquier autoridad judicial y administrativa.

La posesión material, suficientemente es conocido, se erige en presupuesto de la


prescripción adquisitiva del dominio, en cuanto asegura el derecho de propiedad
radicada en personas distintas del poseedor, para quienes se extingue, luego de
ejercida durante el tiempo dispuesto en el ordenamiento positivo.

Por esto, en los términos del artículo 2512 del Código Civil, la “prescripción es
un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos
ajenos, por haberse poseído las cosas y no haberse ejercido dichas acciones y
derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos
legales”.

El fundamento de la usucapión, al decir de la Corte, descansa en el “abandono del


dueño del uso y disfrute de la cosa. Se trata de una especie de sanción contra el
titular del derecho, precisamente, al no reivindicarlo oportunamente”.

Si la prescripción adquisitiva tiene por mira el dominio “ajeno”, en coherencia con


lo arriba argumentado, inane resulta al legítimo titular, fundado en su posesión,
reclamar un derecho suyo, evocando el mismo lenguaje de la censura, “si todo lo
tiene”.

Corresponde, en referencia a la clasificación tripartita del proyecto de Código Civil


de 1853 de don Andrés Bello, a la posesión “unida al dominio, que es la ejercida
por el verus domino”, también conocida, para entonces, como posesión inscrita,
cual tiene precisado la Corte.

En todo caso, como allí mismo se anotó, distinta a la de quien no es dueño, pero
tiene justo título y buena fe, denominada posesión civil”; y a la de “quien ni es
dueño mi tiene justo título o buena fe, llamada posesión natural”.

Estas últimas, en su orden, conocidas como posesión regular e irregular (artículo


764 del Código Civil). En correlación, únicas estatuidas para adquirir el dominio
ajeno por el modo de la prescripción ordinaria (artículos 2527 y 2528) o
extraordinario (artículo 2531), según el caso.

EXISTENCIA DE LOS REQUISITOS QUE ESTRUCTURAN LA POSESIÓN


ALEGADA

Mi poderdante reúne a cabalidad todos los requisitos estructurales para ser


poseedor de forma pacifica, pública e ininterrumpida sobre los predios LA
ESMERALDA, MACARRERA O EL TOTUMITO, LEBRUN O EL CHUPO, los
cuales se encuentran debidamente registrados en la OFICINA DE
INSTRUMENTOS PÚBLICOS DE SINCE (Sucre) bajo las matrículas
inmobiliarias Nos. 347-8810, 347-37, 347-286, respectivamente y ubicados en
zona rural del municipio de San Benito (abad) – Sucre.

Para que opere la posesión material sobre un bien inmueble, se requieren dos
elementos fundamentales:
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1. El animus; definido como el elemento subjetivo, es decir como la aprehensión
material del bien para su beneficio personal y económico. Este es el elemento
subjetivo de la posesión, es la intención manifiesta de ser dueño. Se hace ostensible
por el ejercicio público de los actos que el derecho poseído permita a su titular y
siendo

ejercidos en forma excluyente porque no se reconoce poder semejante a favor de otra


persona, salvo el caso de la coposesión, semejante al codominio.

2. El corpus; definido como el elemento objetivo, con la intención y convicción de


señor y dueño. Son la cosa misma y la relación de hecho material o inmaterial que
se tiene sobre ella. El corpus se manifiesta por el ejercicio de los actos de señor y
dueño ejecutados por el poseedor sobre la cosa poseída. Todo el conjunto de
actos que ejerce el poseedor de manera continuada constituyen el corpus y hacen
notorio ese elemento ante los terceros que aprecian la conducta del poseedor y lo
tienen por eso como verdadero dueño del bien mientras dura la posesión. 

3. Animus domini; definido como el nexo causal entre el animus y el corpus para
que se integre la posesión. La posesión es un estado de hecho que consiste en
tener una cosa de manera exclusiva y ejecutar sobre ella los mismos actos de uso
y goce de propietarios”, siendo “la posesión es la subordinación de hecho,
exclusiva, total o parcial, de los bienes al hombre”. 

En la institución se distinguen dos categorías, a saber: simple y cualificada. La


primera, entendida como la conciencia de obrar con lealtad, rectitud y honestidad, se
exige y presume normalmente en todas las conductas desplegadas por las personas
naturales y jurídicas (públicas o privadas), según lo dicta el artículo 83 de la
Constitución Política.

La labor de ponderación de esos requisitos en un determinado asunto debe tener


en cuenta los usos corrientes, y, sobre todo, los medios de enteramiento que han
rodeado el error, los cuales han conllevado a terceros atenerse o no legítimamente
a las determinaciones contenidas en tales actos publicitarios.

4. Buena fe; En materia posesoria, rige la presunción de “buena fe simple”


conforme lo establece el artículo 768 del Código Civil, definiéndola como “la
conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legítimos,
exentos de fraudes y de todo otro vicio. Así, en los títulos traslaticios de
dominio, la buena fe supone la persuasión de haberse recibido la cosa de
quien tenía la facultad de enajenarla.

En conclusión, el poseedor de buena fe es quien detenta el bien como un


propietario, creyendo recibirlo de su dueño en virtud de un justo título “cuyos vicios
ignora”1, vale decir, se trata de una convicción formada de que ninguna otra
persona, salvo él, tiene derecho sobre el terreno. De ese modo, “la buena fe no es
solamente la ignorancia del derecho de otro en la cosa, sino la certidumbre de que
se es propietario”

La Corte Suprema de Justicia en sentencia SC19903-2017, con ponencia del


honorable magistrado LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA, ha sostenido:
“En conclusión, el poseedor de buena fe es quien detenta el bien como un
propietario, creyendo recibirlo de su dueño en virtud de un justo título “cuyos vicios
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ignora”2, vale decir, se trata de una convicción formada de que ninguna otra
persona, salvo él, tiene derecho sobre el terreno. De ese modo, “la buena fe no es
solamente la ignorancia del derecho de otro en la cosa, sino la certidumbre de que
se es propietario”

DE LA OPOSICION LEGAL EJECUTADA POR EL POSEEDOR MATERIAL DE


LOS BIENES INMUEBLES OBJETO DE LA DILIGENCIA EN COMENTO DE
COMPETENCIA DEL JUEZ QUE ORDENA LA COMISIÓN

En virtud del art. 309 del C.G.P numeral 2, que sostiene: “Podrá oponerse la
persona en cuyo poder se encuentra el bien y contra quien la sentencia no
produzca efectos, si en cualquier forma alega hechos constitutivos de posesión y
presenta prueba siquiera sumaria que los demuestre. El opositor y el interesado
en la entrega podrán solicitar testimonios de personas que concurran a la
diligencia, relacionados con la posesión. El juez agregará al expediente los
documentos que se aduzcan, siempre que se relacionen con la posesión, y
practicará el interrogatorio del opositor, si estuviere presente, y las demás pruebas
que estime necesarias”.

Mi poderdante reúne todas las calidades legales requeridas para oponerse a la


diligencia comisionada por el Juzgado Promiscuo del Circuito de Sincé, en virtud
de la posesión material que ejerce sobre los predios en cuestión, de allí que con
base en el fundamento probatorio no se puede adelantar la diligencia de entrega
en aras de vulnerar el derecho al debido proceso constitucional contemplado en su
art.29.

La Corte Suprema de Justicia en sentencia STC5695-2017, con ponencia del


honorable magistrado ARIEL SALAZAR RAMÍREZ, sostuvo: “En efecto, si bien el
artículo 40 del C.G.P, establece que el comisionado tendrá las mismas facultades
del comitente en relación con la diligencia que se le delegue, inclusive las de
resolver reposiciones y conceder apelaciones contra las providencias que dicte,
susceptibles de esos recursos, es lo cierto que ello es aplicable a aquellos casos
donde el legislador no ha previsto una disposición especial como es el caso de la
oposición formulada en la diligencia de entrega, por un tercero contra quien no
tiene efectos la sentencia y alega derechos de posesión, hipótesis en la cual quien
debe dirimir el asunto es el Juez de conocimiento y no el comisionado”.

Como existe una norma especial para el trámite de la oposición a la diligencia de


entrega, era esa y no la general y abstracta contenida en el artículo 40 del C.G.P,
la destinada a aplicarse al asunto y, en esa medida, lo propio era devolver la
comisión al juez para los efectos previstos en el numeral 6º del artículo 309 que
señala: “dentro de los cinco (5) días siguientes, podrán solicitar pruebas que se
relacionen con la oposición. Vencido dicho término, el juez convocará a audiencia
en la que practicará las pruebas y resolverá lo que corresponda”.

Entonces, como de conformidad con lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 40 del


Código General del Proceso, toda actuación del comisionado que exceda los
límites de sus facultades es nula”.

La oposición es un instrumento procesal brindado por el legislador a todas las


personas naturales, jurídicas o patrimonios autónomos que puedan resultar
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afectadas en relación con los bienes sobre los cuales se ejerce posesión material
o tenencia.

Se puede afirmar inequívocamente que, de la norma citada, se desprende que la


posesión es “la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño”.
De aquí se infieren sus dos elementos esenciales: el corpus y el animus. El corpus
es el cuerpo de la posesión, esto es el elemento material, objetivo, los hechos
físicamente considerados con que se manifiesta la subordinación, en que una
cosa

se encuentra respecto del hombre. El animus, por su parte, es el elemento interno


o subjetivo, es el comportarse “como señor y dueño” del bien, cuya propiedad se
disfruta.

Esa oposición por parte del poseedor o tenedor puede hacerse de manera
personal sin intervención de abogado, es decir, es una excepción al derecho de
postulación, lo cual es posible demostrar que la condición de tenedor o de
poseedor con simples pruebas sumarias.

De manera que, nuestra legislación permite formular la oposición al tercero de


manera directa para hacer valer sus derechos, inclusive, éste puede interponer los
recursos de reposición y apelación, pero, ya en la alzada, debe hacerlo por
conducto de abogado, si el asunto es de menor o mayor cuantía.

Sobre este particular, es importante destacar que siempre es obligatorio practicar


el interrogatorio al opositor, entonces, si ese opositor tiene contacto con la cosa y
no reconoce a nadie como dueño, desprendiéndose de sus respuestas que
mantiene una posesión pública, pacífica e ininterrumpida, siendo respaldados con
los demás medios probatorios, bien sea prueba sumaria o de persona que
concurran al momento de la práctica del secuestro, la probabilidad más alta es que
esa oposición triunfe porque un buen interrogatorio puede inferir si el opositor es
un verdadero poseedor material o si reconoce dominio ajeno.

Si formulada la oposición está presente el opositor, se deberá practicar


obligatoriamente el interrogatorio a este, pues nadie mejor que el opositor para
explicar si ciertamente es un poseedor material o si, por el contrario, reconoce
dominio ajeno. Para lo anterior, quien formula el interrogatorio, debe tener una
hipótesis definida de si existe, o no, un poseedor en poder del bien y la razón del
mismo, corroborar o desvirtuar si el opositor es un verdadero poseedor material o
qué relación tiene con la cosa.

En esa relación de pregunta y respuesta lo que se busca es que el interrogado


responda de manera clara y directa e informe sobre las consecuencias de su
desacato, aunado a lo cual el juez o comisionado, según sea el caso, puede pedir
explicaciones sobre el sentido y los alcances de las respuestas.

Lo anterior cobra importancia cuando se trata de comuneros o herederos, porque


en la relación directa del sujeto con la cosa, esto es, la condición de poseedor
material que implica inexorablemente el animus y el corpus, debe quedar que el
opositor no se comporta ni como comunero ni heredero y que siempre ha poseído
materialmente el bien común o parte de él. De igual modo, debe corroborarse que
su explotación económica no se produce por acuerdo con los demás comuneros o
por disposición de autoridad judicial o del administrador de esa comunidad, que
lisa y llanamente tiene contacto con la cosa y desconoce dominio ajeno y se
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comporta como un poseedor material, con posibilidades jurídica, incluso, de
demandar la declaración de pertenencia, según los términos del artículo 375.3 del
Código General del Proceso.

- Requisitos para alegar la oposición:

1. Que el opositor sea ajeno a la relación jurídico sustancial que se debate en el


proceso.

2. Que aleguen hechos constitutivos de posesión.

3. Que presente prueba siquiera sumaria para demostrar la posesión material.

AUSENCIA DE PRUEBA PERICIAL JUDICIAL DE CORROBORACIÓN DE


LINDEROS

Como se puede apreciar no existe experticio judicial que corrobore los linderos de
los predios objeto de entrega y ante la confusión plasmada por el Juzgado
Promiscuo del Circuito de Sincé al ordenar la entrega de un predio inexistente
materialmente por sus linderos, tanto la sentencia de fecha 16 de diciembre de
2019 proferido por el Juzgado Promiscuo del Circuito de Sincé, como la
providencia de fecha 08 de junio de 2021 y el oficio civil 054 del 21 de junio del
año en curso incurren en un defecto factico.

La Corte Constitucional en sentencia de unificación SU – 774 DE 2014,


indicó - Defecto Fáctico: “La jurisprudencia constitucional ha señalado que el
defecto fáctico se encuentra relacionado con errores probatorios durante el
proceso.

Este se configura cuando la decisión judicial se toma   (i) sin que se halle
plenamente comprobado el supuesto de hecho que legalmente la determina; (ii)
como consecuencia de una omisión en el decreto o valoración de las pruebas; (iii)
de una valoración irrazonable de las mismas; (iv) de la suposición de una prueba;
o (v) del otorgamiento de un alcance contraevidente a los medios probatorios”.

Carácter vinculante de la jurisprudencia constitucional:


 
El carácter vinculante del precedente de las altas cortes, y en especial de la Corte
Constitucional, ha sido un asunto varias veces tratado por esta Corporación en
protección del derecho a la igualdad, la seguridad jurídica y evitando la
arbitrariedad judicial. “Dentro de las distintas cualidades deseables de los
sistemas jurídicos en los Estados democráticos está su predecibilidad y
coherencia de las decisiones judiciales.  Los ciudadanos esperan que, en todo
caso, ante la existencia de asuntos análogos en sus hechos jurídicos relevantes,
los jueces otorguen decisiones igualmente similares”. En aras de la garantía del
mencionado principio constitucional se ha reconocido que las reglas de derecho o
ratio decidendi de las sentencias de la Corte Constitucional adquieren valor
vinculante tanto para las autoridades administrativas como para los operadores
judiciales al momento de tener que resolver situaciones fácticas y jurídicas
idénticas a casos anteriores. La sentencia C-836 de 2001 explicó la diferenciación
entre ratio decidendi y obiter dicta, siendo las primeras aquellas que resultan
vinculantes.
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ABOGADA
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FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR ACTIVA DEL ACCIONANTE
PARA RECLAMAR LOS INMUEBLES

En la calidad de poseedor material con animo de señor y dueño de mi poderdante


JUAN CARLOS ALVAREZ ALVAREZ, sobre los inmuebles LA ESMERALDA,
MACARRERA O EL TOTUMITO, LEBRUN O EL CHUPO, registrados en la
OFICINA DE INSTRUMENTOS PÚBLICOS DE SINCE (Sucre) bajo las
matrículas inmobiliarias Nos. 347-8810, 347-37, 347-286, manifiesto que mi
poderdante desconoce totalmente al señor ADOLFO DE JESUS MACARENO
JARABA como dueño o poseedor de la parte que se reclama, ya que esa facultad
recae única y exclusivamente en cabeza de quien hace la oposición por ser
poseedor.

Por lo anterior el señor ADOLFO DE JESUS MACARENO JARABA carece de


legitimación en la causa por activa para reclamar la entrega de los predios sobre
los folios de matricula inmobiliaria N: 347 – 37, 347 - 286 y 347 – 8810, a pesar de
tener una sentencia que no es coincidente con el predio a reivindicar por ser
inexistente.

Por lo anterior se solicita:

PETICIONES:

PRIMERA: Abstenerse de la practica de la diligencia de entrega de los inmuebles


con los folios de matricula inmobiliaria n: 347 – 37, 347 - 286 y 347 – 8810
comisionada en virtud de lo expuesto.

SEGUNDA: Consecuencialmente a lo anterior devolver las diligencias al Juzgado


Promiscuo del Circuito de Sincé, con las indicaciones de improcedencia para
adelantar la diligencia solicitada.

TERCERA: En caso de que su despacho profiera una decisión contraria, se de


trámite a los recursos de reposición en subsidio apelación que deberá ser
resuelto por el superior de la Inspección de Policía y por el Juzgado promiscuo del
Circuito de Sincé.

FUNDAMENTOS DE DERECHO:

Se fundamenta este escrito en los arts. 308 y 309 numeral 2 del C.G.P, la
jurisprudencia invocada, art. 762 y siguientes del Código Civil.

MEDIOS PROBATORIOS:

- TESTIMONIALES:

Se solicita respetuosamente la práctica de la prueba testimonial el cual en virtud


de los principios de pertinencia, conducencia y utilidad se debe hacer
comparecer a las siguientes personas quienes depondrán sobre la posesión
material ejercida por mas de 10 años de mi poderdante sobre los predios LA
ESMERALDA, MACARRERA O EL TOTUMITO, LEBRUN O EL CHUPO,
registrados en la OFICINA DE INSTRUMENTOS PÚBLICOS DE SINCE (Sucre)
bajo las matrículas inmobiliarias Nos. 347-8810, 347-37, 347-286, igualmente
sobre la actividad de señor y dueño que desarrolla mi poderdante, la destinación
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agrícola de los predios y los linderos objeto de posesión y para lo cual se solicita la
declaración de:

1. LUIS EDUARDO LOPEZ SIMANCA; identificado con C.C. N: 92.515.780 de


Sincelejo, residente en la calle 24 A N: 39 – 12 de Sincelejo, celular: 3205004664.

2. PEDRO ELIAS FADUL ORDOSGOITIA; identificado con C.C. N: 6.618.781,


celular: 3126917079.

MANIFESTACION JURAMENTADA EN VIRTUD DEL DECRETO 806 DE 2020 y


ART. 82 NUMERAL 10 Y PARAGRAFO C.G.P:

- En virtud del decreto 806 de 2020 y del art. 82 numeral 10 y parágrafo del C.G.P,
me permito indicar bajo juramento que se desconocen los correos electrónicos de

los testigos objeto de la prueba testimonial solicitada, por lo cual la enunciación


de las direcciones físicas de sus domicilios y teléfonos es plenamente suficiente.

- INSPECCIÓN JUDICIAL:

Se solicita la inspección judicial sobre los predios con los folios de matricula
inmobiliaria N: 347 – 37, 347 -286 y 347 – 8810, objeto de la diligencia con el fin
de constatar las cabidas, linderos, ubicación y poseedores en virtud del art. 308
numeral 2 del C.G.P.

- NOTIFICACIÓN DE LA OPOSICIÓN A LOS DEMAS CONDUEÑOS:

Se solicita respetuosamente se notifique de la OPOSICIÓN DEL POSEEDOR


MATERIAL JUAN CARLOS ALVAREZ ALVAREZ, personalmente a los condueños
o comuneros de los predios con los folios de matricula inmobiliaria N: 347 – 37,
347 -286 y 347 – 8810 ANTONIO MACARENO JARABA con C.C. 6.809.734,
NADIN ANTONIO MACARENO JARABA con C.C. 92.500.500, ANTONIO JOSE
MACARENO JARABA con C.C. 913.859, HUGO ANTONIO MACARENO
JARABA con CC. 913.730.

ANEXOS:

Me permito anexar el poder conferido.

NOTIFICACIONES:

El señor JUAN CARLOS ALVAREZ ALVAREZ las recibirá en la calle 13 KR N: 4


-25 barrio lavalomo de Chinú – Córdoba Celular: 3017109741.

La suscrita apoderada las recibirá en el correo electrónico:


vergara6828h@gmail.com, celular: 3107774407.

Atentamente,

AIDA HELENA VERGARA VERGARA 


C.C. No. 34´942.258 expedida en San Marcos
AIDA HELENA VERGARA VARGARA
ABOGADA
Carrera 58 No. 92-32 Of. 301 Rio Negro, Bogotá E-mail : vergara6828h@gmail.com
T.P. 78.252 del C.S.j.

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