El citoesqueleto es importante porque es aquél que da
forma y contiene a la célula. Contribuye a la regulación metabólica y participa en la fagocitosis. A su vez ayuda en la movilidad celular, jugando un papel muy importante en la división celular y el tráfico intracelular. Mientras que los organelos tubulares son los encargados de formar los cilios, flagelos y centríolos, elementos que están presentes en la movilidad celular. Ésto depende de la forma en que se halla dispuesta la estructura microtubular de esos organelos. Éstos microtúbulos llevan proteínas a las células, participan en la excreción celular, y en el caso de estar defectuosos forman parte del Mal de Alzheimer, el Síndrome de Joubert o el de Meckel.