Es necesario saber qué es lo que más motiva, lo que gusta hacer o lo que se tiene
capacidad de hacer. En qué se destaca y a dónde se quiere ir, ya que dedicarse a
algo que no gusta puede acabar convirtiéndose en una pesadilla. Es muy importante
que trate de un tema o en un sector que apasione y que se conozca bien, si falla
uno de los aspectos que no sea la pasión.
Elegir la mejor idea de negocios pasa por descartar otras que también podrían
ser buenas o tener éxito, es una decisión complicada ya que se arriesga mucho en
la decisión. Para elegir, es importante empezar descartando las que menos valen
siguiendo criterios objetivos. Se deben establecer prioridades y basarse en ellas,
teniendo en cuenta razones comerciales, de competencia, personales, económicas,
etc. Se pueden valorar varios aspectos y crear una puntuación en estos aspectos
para cada una de las ideas creando una puntuación en la que comparar ideas.
Por supuesto, se tiene que tener en cuenta una idea no sólo que guste sino también
que resulte rentable. Además, hay que tomarse el tiempo para tomar una decisión,
dejar maduras las ideas e incluso dejarse asesorar. No es bueno ir con prisas,
piensa, medita, analiza, investiga y después decide. Un error muy importante es
pensar que lo que funciona a los otros puede funcionarte a ti, o que puedes hacer
exitoso un negocio que ha fracasado a muchas otras personas. Las circunstancias
siempre son distintas y hay que tenerlas en cuenta, no se debe copiar ideas ajenas
sino buscar aquellas que uno puede desarrollar con éxito.
Piensa en alguna idea que no sólo tenga un presente sino también un futuro, un
negocio que no pueda dejar de funcionar en unos años o sobre algo que después
no tenga sentido. También debe ser un negocio con oportunidades de crecimiento,
e incluso que pueda llegar a otros mercados más lejanos.
MUCHOS ÉXITOS