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Introducción
Cuando se habla de los problemas que enfrenta la iglesia actual para desarrollar su
tarea de discipulado hay varias posibles vías de acercamiento al tema. Lo más normal es
ver la realidad contemporánea como una amenaza a la cual tenemos que temer y atacar.
Aunque hablaremos de amenazas espero que no sea tan negativo nuestro acercamiento.
Cada amenaza se convierte en una oportunidad si sabemos cómo enfrentarla. La otra
manera de acercarse es ver la realidad actual como desafíos para nuestra tarea
discipuladora. Veo que los organizadores de la consulta han pensado en este
acercamiento. ¡Me alegro! Lo que voy a hacer es presentar primero las amenazas y de
cada una de ellas saltar al desafío u oportunidad.
Comienzo con esta amenaza, porque copnsi9dero que allí arranca toda nuestra
problemática de discipulado en la actualidad. No todos estarán de acuerdo conmigo, pero
espero convencerlos de la importancia de este asunto. ¿En qué consiste la
amenaza?
El mayor desafío en esto no es atacar las otras cosas que están quitando el interés
por estudiar la Biblia, sino recuperar la pasión por enseñar y aprender la Biblia. Los
principales responsables del desinterés por estudiar la Biblia no son las cosas de “afuera”,
sino nosotros mismos dentro de la iglesia. Los pastores, maestros, líderes juveniles hemos
matado el estudio bíblico. Lo hemos convertido en la cosa más aburrida del mundo. La
clase de escuela dominical es la hora más aburrida de la semana para los adolescentes y
jóvenes y para muchos adultos también. ¿Cómo podemos cambiar esto?
Uno de los avances tecnológicos más influyentes del mundo contemporáneo son
las redes sociales que se derivan del internet y de los dispositivos electrónicos digitales tan
populares hoy en día. Las nuevas generaciones viven conectadas y a la vez
“desconectadas”. Se conectan a la realidad virtual y se desconectan de la realidad “real”.
¿Cuáles son los rasgos de esta amenaza?
Conclusión
Hay muchas otras amenazas y desafíos que podríamos haber mencionado, pero he
incluido lo que me ha parecido más importante y necesario. Espero haberlos inquietado
suficiente como para que piensen en hacer cambios en sus ministerios.