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LA
ESPAÑA MODERNA
(REVISTA IBERO-AMERICANA)
OCTUBRE—1889
MADRID
IMPRENTA DE ANTONIO PÉREZ DUBRULL
Flor Baja, 22
1889
Para la reproducción de los artículos
comprendidos en el presente tomo, es in-
dispensable el permiso del Director pro-
pietario de LA ESPAÑA MODERNA.
LA RELIGIÓN DE LA HUMANIDAD
JUAN V'ALKRA,
,/,' l.i Real Ai-:\.lniii,i fspdilola.
POETAS COLOMBIANOS
1.
II.
ni.
IV.
V,
patía que hoy nos viene desde los Andes, y que es co-
rrespondida con regocijado amor por la madre patria, de
la cual no han salido, ni pueden nunca salir, maldiciones
para sus hijos del nuevo mundo, pues no en balde se
llama madre suya.
VI.
«¿Quién sabe
Si aré en la mar y edifiqué en el viento ?
ANTONIO RUBIO Y L L U C H ,
Profesor de ¡.ítcralura espníioLi en ¡a IJnkersidad de Barcelona.
<• P U E S NO SÉ.>
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Decididamente, esta falta de cariño á las hipótesis,
cada vez creciente en este siglo sin entrañas que abarata
y acrecienta la vida á fuerza de inventos, tiene también
el mal de que se va perdiendo aquella agresiva intoleran-
cia de otros tiempos, que no consentía adversarios. ¡Los
cristianos arrojados á las fieras, los judíos quemados, los
libros devorados por el fuego (^aunque no las ideas en
ellos contenidas).... eran, ¿quién puede dudarlo?, espec-
táculos vistosísimos deque ahora carecemos!
Cierto que actualmente el deseo de tener razón lleva
conscientemente á la mentira á cuantos saben que care-
cen de ella , y los obliga á fingimientos de credos en que
nadie cree ; cierto que ahora los renegados de doctrinas
que antes predicaron, no permiten á nadie ni aun perse-
verar en ellas....; pero esto no significa nada más sino
que ahora los histriones no representan sólo en los tea-
tros. ¿No sería una gran debihdad que tuviésemos com-
LAS HIPÓTESIS. SI
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LAS HIPÓTESIS.
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LAS HIPÓTESIS. 6I
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* * •
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El medio de adelantar verdaderamente en el camino
del progreso científico, es poner á la prueba toda hipóte-
sis, y martirizarla y torturarla de mil modos, para ver si
sale incólume y triunfante. A probar, pues, todas sus
consecuencias y resultados deben dirigirse los conatos
de todos los observadores, y esto no se podrá conseguir
jamás dejando que las observaciones se hagan según el
capricho, las aficiones ó el deseo de cada observador; en
una palabra: es preciso que el elemento individual subor-
dine libremente sus trabajos á los de toda la Humanidad.
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E. BENOT,
,;'r /í7 Academin ISspíñola.
UNA EMBAJADA ESPAÑOLA EN MARRUECOS
III.
F. GUILLEN ROBLES ,
de ¡a Real y^cademia de la Historia.
CARTAS SOBRE LA EXPOSICIÓN
IV.
«Maximiliano,
non te fidare,
torna al castello
de Miramare,
Qu'el trono fragüe
de Moctesuma
e vaso gallico
pieno de spiínia.
¿Del Tuneo Dañaos
non te ricorda ?
sotto la clámide
trova la corda.»
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La poesía lírica en Cuba, por D. Martín González del Valle , con una Caria
de D. Marcelino Menéndez y Pelayo.—Oviedo, 1888: 244 páginas
en 4."—justas lamentaciones por la juventud cubana.—Causas de su
extravio intelectual y político.—Maestros laureados y discípulos fusi-
lados por el Gobierno español.—;Hay en Cuba una verdadera escuela
poética? — Deficiencias de la obra del Sr. González del Valle.
V. BARRANTF.S,
J)r liTS RCiilc^ Acadenihi^ dt' /j Uueiia y df la Hiiloria.
EL LMSTITUTO GEOGRÁFICO
mC).
s u ULTIMO LIBRO.
A N T O N I O DK V A L H U F . N A .
REVISTA DE REVISTAS EXTRANJERAS
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Y eoncluye :
«De todos modos, me consuela la singular protección
que me dispensa ahora, como antes, el duque de Can-
tarranas, mi ilustre Mecenas, quien ha podido conseguir
de un amigo suyo, dueño de una tienda de ultramarinos,
que me compre media edición al peso, y á veinticinco
reales arroba. Si, merced á la solicitud del procer ilustre,
consigo realizar este negocio, me servirá de estímulo
para proseguir por el fatigoso camino de las letras, que
si tiene toda clase de espinas y zarzales en su largo tra-
yecto , también nos conduce como sin querer á la hol-
gura, á la satisfacción y á la gloria.»
La otra cosa de que yo no quería privar al lector, es
del consejo sano, bien puede creérmelo, que me atrevo á
darle, de que lea el articulo Junio (se escribió para la
Serie descriptiva de los doce meses del año, publicada por
La Ihistración Española y Americana, en su almanaque
de 1877). El autor, naturahsta, poeta, paisajista admira-
ble, dibujante sin par, gastrónomo é historiador, nos pre-
senta el mes de Junio en el jardín , en el campo, en la co-
cina, en la religión, en la escuela y en la historia ; y en
todas partes y en todas ocasiones nos lo presenta con
Una gracia inimitable y con un ingenio que asombra.
Tal es el libro para el cual temía su autor, D. Benito
Pérez Caldos, la pena del olvido, impuesta por el tribunal
I 82 LA ESPAÑA MODERNA.
A. SÁNCHEZ P É R E Z .
APUNTES
D I C C I O N A R I O DE E S C R I T O R A S E S P A Ñ O L A S
I EL SIGLO XIX,
D
DATO MURÜAIS (DOXA FILOMKXA).—Publicó en 1885,
Penumbras, colección de poesías, dedicada á la reina
Doña Mai'ía Cristina. En 1888 fué premiada por una com-
posición poética en los Juegos florales de Vigo.
DÍAZ (DoxA REMEDIOS). — E3strenó en Valencia en
1886 la zarzuela El Amor de Aniccio.
DÍAZ CARRALERO (MARÍA FK.WCISCA).-Conoci-
da por la CicL^a de Manzanares , y notable improvisa-
dora. Desde hace cincuenta años, todos los viajeros que
en las antiguas diligencias pasaban por Manzanares, te-
nían ocasión de ver á la pobre María Francisca, que, pri-
vada de la vista, solicitaba una limosna, y, á cambio de
ella, improvisaba en acción de gracias una cuarteta ó una
quintilla. En ocasiones, los mismos curiosos, dándola pies
forzados, ponían á prueba á la pobre ciega, y ésta impro-
visaba sobre todo género de asuntos con relativa correc-
ción y notable ligereza. Dotada de poderosísima memoria,
reconoce después de veinte ó treinta años á las personas
tiue una vez le hayan sido presentadas, y retiene todas
líis lecturas que la han hecho, y aun las lecciones de latín
iqO LA ESPAÑA MODERNA.
E G U Í L A Z Y R E N A R T (DOÑA R O S A ) . — H u é r f a n a del
inolvidable Luis Eguílaz. Contando solamente once años
de edad, presentó en la Exposición de 1876 un Retrato de
sil señor padre Y Una cantora del siglo XV (al óleo).
En 1889 se estrenó en el teatro de la Comedia el prover-
bio Después de Dios...., debido á lá pluma de esta seño-
rita, siendo también autora de otros trabajos que han
ligurado en diversas publicaciones.
E S C A L A N T E (DOÑA MARÍA A R A C E L I ) . — H a escrito
poesías p a r a El Correo de la Moda (1835).
E S C U D E R O (DOÑA L U I S A ) . — H a publicado las o b r a s :
Cuentos infantiles, ó primer libro de lectura paralas
escuelas de ambos sexos (1874) y El Consejero de las ni-
ñas : colección de asuntos y leyendas en prosa y verso,
dispuestos para servir de lectura en las escuelas (1878).
También ha publicado trabajos en prosa y verso en pe-
riódicos y revistas.
E S P E J O Y V A L V E R D E (DOÑA C A R M E N ) . - - H a es-
crito p a r a El Correo de la Moda.
E S T E B A N Y N A V A R R O (DOÑA C A S T A ) . - E s p o s a
que fué de Gustavo Adolfo Becquer, el inolvidable autor
de tantas sentidas rimas. Publicó en 1882 el libro: Mi pri-
mer ensayo : colección de cuentos con pretensiones de
artículos. Doña Casta Esteban murió en el Hospital ge-
neral de Madrid en 30 de Marzo de 1883.
E S T E V A R E N A (DOÑA CONCEPCIÓN DR).—Inspirada
poetisa, nacida en Sevilla en lo de Enero de 18 34, y muer-
ta p r e m a t u r a m e n t e en J a c a en II de E é b r e r o de 1876.
En El Ateneo de Sevilla, en Ea Moda Elegante de Ma-
drid y otros periódicos , había publicado algunas poesías
de tan subido m é r i t o , que no faltó quien pusiese á su
joven a u t o r a en parangón con el ilustre Campoamor. Al
ocurrir su fallecimiento, una casa editorial de Sevilla
FSCRITOKAS HSPANOI.AS. 193
V
FEDERICO (DOÑA DOLORI-.S DK). Hemos visto com-
posiciones poéticas suyas en El Museo Universal (1860)
y otros periódicos.
FETJÓO DE MENDOZA (DOÑA EDUARDA ).—Además
de los trabajos de su pluma que hemos leído en El Correo
de la Moda y otros periódicos, es autora de las novelas
l^opa Blanca de Lanuta (1869), El Pílente mayor de
^'alladolid (1872) y La conquista de Madrid (1880).
FELTRER Y MUNTJÓN (DOÑA PURIFICACIÓN).—
Maestra superior , institutriz, y profesora en los Jardines
13
194 LA ESPAÑA MODERNA.
F R Í A S S A L A Z A R ( D O Ñ A D O L O K E S ) . — £ • « la primera
edad y otros periódicos figuran poesías de esta señora.
F R Í G O L A Y F E L I Ú (DOÑA MATILDE, baronesa de
Bogel).—En 1876 publico en Madrid una versión espa-
ñola del cuento inglés de miss Yonge, Las Hierbas Ma-
rinas.
F U E N T E S (DoxA PASCUALA). — En 1871 publicó en
Zarago.za una composición poética dedicada á Pío IX en
el aniversario vigésimo quinto de su Pontificado.
G
G A L Á N E S T E B A N ( D O Ñ A MARÍA). —Natural de Fi-
ñana, provincia de Almeina, y autora de muy bellas com-
posiciones poéticas.
G A L E A Y R O D R Í G U E Z ( D o Ñ A J O S E F A ) . — E n la re-
vista La defensa de la sociedad, publicó un importante
estudio sobre La mujer antes y después del cristia-
nismo.
G A L L I N A D E OSTERMAÍN (DOÑA A D E L A ) . — A u -
tora del libro La corona de la juventad, aprobado para
texto, y de algunas producciones d r a m á t i c a s , que no sa-
bemos hayan sido representadas.
G A L I N D O Y O R T E G A (DOÑA Á U R E A ) . —Poetisa, re-
sidente en Baeza: es a u t o r a de un d r a m a en tres actos y
en v e r s o , que presentó en la Exposición de Jaén en 1878,
y de diferentes poesías insertas en los periódicos de la
región andaluza.
GÁLV^EZ (DOÑA MARÍA ROSA D E ) . — E s c r i t o r a de prin-
cipios del siglo. En 1803 se dio la orden por el ministro
Ccbalkts de que fueran impresas sus obras en la Imprenta
Real, á condición de reintegrar á ésta con el producto de
la Acnta, y en 1804 se la dispensó de todo reintegro, man-
ESCRITORAS ESPAÑOLAS. I (.)']
cas; autora del libro Apuntes para iiu álbuiii del bello
sexo (1874).
GÓMEZ (DOÑA MILAGROS).—En el periódico La Idea,
de Elche, publicó en 1880 una novela titulada Cartas á
ana mujer, firmadas con el nombre de Una ilicitana.
GÓMEZ CASABAÑO(DoxA LUISA).—Tradujo delita-
liano, leyó en la cátedra del Jardín botánico y publicó en
Madrid en 1823 la obra : Del cidtivo de las flores que pro-
vienen de cebollas.
GÓMEZ DE AVELLANEDA (DOÑA ELENA).—Ha
escrito artículos y poesías en El Correo de la Moda
(tS)7 y 58).
GÓMEZ DE AVELLANEDA (DOÑA GERTRUDIS).—In-
signe poetisa y escritora dramática. Nació en Puerto Prín-
cipe (Isla de Cuba) el 2 3 de Marzo de 1814, y publicó sus pri-
meras poesías siendo casi una niña, con el pseudónimo de
La Peregrina. En 1840 dio á la estampa en un volumen
muchas de las mismas, y cinco después, en el certamen del
Liceo Artístico y Literario, alcanzó dos premios y una co-
rona de laurel. En 1850 publicó la segunda edición de sus
Poesías con un prólogo de D. Juan Nicasio Gallego y
una biografía de la autora, firmada por D. Nicomedes
Pastor Díaz. En 1846 había contraído matrimonio con Don
Pedro Sabater, diputado á Cortes y Jefe político de Ma-
drid, del cual enviudó á los ocho meses, después de prodi-
garle los más solícitos cuidados 3-de acompañarle á París,
donde se le hizo una dolorosa operación quirúrgica. Aque-
lla desgracia movió á la Gertrudis Avellaneda á buscar
consuelo en el convento de Loreto, de Burdeos, donde es-
cribió su precioso Devocionario en verso. Casada en se-
gundas nupcias con el coronel D. Domingo Verdugo, éste
fué alevosamente herido por otro individuo, con ocasión del
estreno del drama Baltasar, en cuyo triste acontecimiento
ESCRITORAS ESPAÑOLAS. 20",
M. OssoRio Y BERNARD.
(Continuará.)