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Anatomía de un Incendio Forestal

El paisaje de California es una maravilla


para admirar. Desde las antiguas secoyas
en el norte hasta el denso chaparral del
sur, 85 millones de acres del estado están
clasificados como zonas silvestres. Estas
zonas nos suministran apoyo en una
variedad de formas: nos proporcionan
madera, áreas recreativas, refugios
naturales para la vida silvestre y también
son el hogar de una diversidad de
comunidades rurales. Sin embargo, con
regiones montañosas, climas cálidos de
verano en los que sopla el viento, muchas
de estas zonas silvestres se convierten en
el combustible perfecto de los incendios.
De acuerdo con el Departamento Forestal
y de Protección contra Incendios de
California (CDF), durante los últimos cinco
años el estado ha sufrido un promedio de
7,634 incendios forestales, consumiendo 130,639 acres.

Mientras que la mayoría de los incendios forestales arrasan con lo que encuentran a su paso, también
pueden beneficiar al medio ambiente al quemar la maleza de los bosques. Si la maleza se acumula
durante un largo periodo de tiempo, se puede convertir en combustible que a su vez alimente a un
incendio más grande y destructivo. El crecimiento de las plantas también se ve enriquecido, debido a que
los incendios forestales pueden ayudar a reducir la propagación de enfermedades entre las plantas al
quemar aquellas que están secas y se están muriendo. Los incendios asimismo liberan nutrientes de las
plantas quemadas al suelo, propiciando el nuevo crecimiento.

Cómo dan inicio los incendios forestales


Los incendios forestales pueden dar inicio de diferentes formas. Durante periodos calientes y secos, la
vegetación puede secarse tanto que el calor del sol, o el rayo de un trueno puede ocasionar un incendio
forestal. Desafortunadamente, la mayoría de estos incendios resultan del descuido de los seres humanos.
Hacer fogatas en campamentos sin el permiso correspondiente, prender fuegos artificiales, desechar
cigarrillos encendidos e incluso un incendio premeditado, son todas acciones humanas que pueden
destruir miles de acres de tierra forestal, comunidades y vidas de seres humanos.

Para que el fuego siga avanzando, deben darse tres elementos: combustible, oxígeno y calor. Los
bomberos le llaman a esto el triángulo del fuego. Una vez que el fuego ha dado inicio, la cantidad de
combustible disponible para que éste lo consuma junto con las condiciones del clima y la topografía,
influencian en las posibilidades de que se convierta en un poderoso incendio en las zonas silvestres.

Los incendios forestales no discriminan en cuanto a lo que consumen. Árboles, maleza, campos
herbosos, hogares y otras estructuras pueden todos ellos convertirse en combustible para alimentar el
fuego. A la cantidad de materiales inflamables que rodean a un incendio se le llama carga de combustible.
Cuanto mayor sea la carga de combustible, más intensamente arderá un incendio, lo cual a su vez,
ocasiona que el fuego se propague más rápidamente. Si el material combustible está muy seco, se
consume mucho más rápidamente, ocasionando que el incendio sea mucho más difícil de contener. Esta
dificultad se incrementa a medida que avanza el incendio, secando el material justo delante de él con el
calor y el humo. Cuando el incendio finalmente alcanza el combustible, éste se encuentra en una
condición óptima para arder.

El clima juega un papel importante en determinar el curso que tomará el incendio forestal. El sol de la
tarde puede ocasionar que los incendios forestales adquieran más fuerza, puesto que la temperatura
alcanza su mayor nivel a esa hora del día. El viento puede tener un gran impacto en el comportamiento
del incendio. El viento no sólo suministra al incendio el oxígeno que necesita, sino que también le
proporciona combustible potencial seco y lo propaga más rápidamente sobre el terreno. Los incendios por
sí mismos también pueden generar vientos que pueden desplazarse hasta diez veces más rápidamente
que el viento natural del medio ambiente. Los patrones del viento tales como remolinos de fuego, que son
una fuerza similar a la de un tornado la cual puede lanzar desechos ardientes, también pueden provocar
incendios adicionales. Esta situación en la que se propaga el incendio a través del viento es conocida en
inglés como "spotting" y contribuye a que el incendio avance más rápidamente.
En contraste, la humedad es el amigo del bombero. La humedad y la precipitación pluvial dificultan que
los combustibles potenciales comiencen a arder, retrasando el avance de los incendios al absorber su
calor. Cuanto más elevada la humedad de una zona silvestre, menos probabilidades existen de que haya
un incendio. La lluvia satura el aire con humedad que suprime el surgimiento de los incendios forestales.

Junto con el clima, la topografía juega un papel clave en la manera en que los incendios de las zonas
silvestres arden. A diferencia de las personas, el incendio viaja por lo regular mucho más rápidamente
cuesta arriba que cuesta abajo, haciendo que los incendios en las regiones montañosas sean aún más
difíciles de contener. Una montaña no es obstáculo para un incendio intenso debido a que el fuego viaja
en la dirección del viento, el cual generalmente sopla cuesta arriba y puede precalentar el material
combustible con el calor y humo que despide; sin embargo, una montaña sí es un obstáculo para los
bomberos, quienes, cubiertos de pies a cabeza con voluminosa ropa que restringe el movimiento, deben
acarrear pesado equipo y soportar altas temperaturas con baja visibilidad y en terreno poco estable.

Se considera que un incendio forestal ha sido contenido cuando está rodeado por todos lados por una
especie de límite a pesar de seguir ardiendo y tener el potencial de saltar dicho límite. Los límites pueden
ser una faja de tierra donde la vegetación ha sido retirada para no suministrar material combustible al
incendio – un río, una carretera o alguna otra barrera que pueda detener al fuego en su recorrido. Una vez
que el incendio es contenido, los bomberos empiezan la siguiente etapa (mop-up) que consiste en
extinguir el incendio completamente mezclando el material combustible que arde lentamente con tierra
fresca y húmeda.

Se considera que un incendio forestal ha sido controlado cuando no existe más peligro de que pueda
saltar la línea de contención. Los bomberos se hincan y tocan toda el área quemada directamente con las
manos sin guantes. El área debe sentirse fría al tacto antes de que se declare el fuego como extinguido.

Ataques por Tierra y Aire


Los incendios forestales son una batalla que se lleva a cabo mediante cuadrillas por tierra y aire. Las
cuadrillas por tierra, armadas con palas y hachas, escarban y cortan agresivamente para construir
barreras alrededor del incendio y eliminar todo posible material combustible. Las cuadrillas por tierra
también inician incendios de contraataque a fin de combatir las llamas. Se crea un incendio de este tipo
con el fin de dirigirlo en dirección al incendio forestal; mientras esto sucede, quema todo material
combustible potencial a su paso a medida que se desplaza hacia el incendio forestal. Las cuadrillas
trabajan a mano para construir la línea del fuego en áreas donde la maquinaria pesada no puede ser
utilizada debido a la inclinación del terreno, a zonas rocosas, o a áreas que podrían ser consideradas
como medioambientalmente sensibles.

Los incendios de las zonas silvestres son también combatidos por aire. El uso de aeronaves para luchar
contra los incendios en las zonas silvestres dio inicio en California en 1917. Los aviones de ataque por
aire sobrevuelan los incendios, proporcionando coordinación táctica a la cuadrilla de tierra y dirigiendo a
las aeronaves cisternas y helicópteros hacia áreas críticas donde deben dejar caer sustancias
ignirretardantes y agua. Las aeronaves cisterna pueden dejar caer miles de galones de agua o sustancias
químicas ignirretardantes sobre los incendios forestales. Los helicópteros también son utilizados para
arrojar agua y transportar a los bomberos hacia el incendio y a retirarlos de la zona afectada.

Los Bomberos
Soportando ardiente calor, sofocante humo y condiciones de trabajo sucias y polvorientas, el bombero de
incendios de zonas silvestres persevera con pocas horas de sueño o escasos alimentos. Para llegar al
lugar del incendio forestal, las cuadrillas deben ser capaces de caminar hasta tres millas de distancia en
tan sólo 45 minutos cargando paquetes de 45 libras de peso. Pueden trabajar hasta 32 horas sin
descansar, manejando herramientas filosas y equipo pesado en laderas inclinadas, en medio de la
oscuridad, o bajo deficientes condiciones de visibilidad debido al humo y las llamas. Durante la época de
incendios, las cuadrillas pasan 24 horas al día juntos, los 7 días de la semana, lo que requiere que los
bomberos estén lejos de sus hogares por varias semanas a la vez. Bajo estas intensas condiciones
físicas y emocionales, la compatibilidad, la camaradería, la comprensión y el orgullo por la cuadrilla son
absolutamente indispensables.

Las cuadrillas de bomberos de CDF combaten la mayoría de los incendios de zonas silvestres de
California y se unen a ellos en esta tarea los miembros de los cuerpos locales de bomberos. Treinta y
cinco de los 58 condados de California dependen de los bomberos de CDF para constituir sus cuerpos de
bomberos a través de contratos con los gobiernos locales. CDF protege a los habitantes de California de
los incendios, responde a emergencias y salvaguarda y mejora el valor que poseen los bosques, cadenas
montañosas y cuencas proporcionando beneficios de tipo social, económico y medioambiental a los
ciudadanos rurales y urbanos. CDF responde a un promedio de 6,300 incendios de zonas silvestres que
consumen cerca de 144,000 acres cada año.
Las cuadrillas por tierra de CDF consisten de equipos de combate y cuadrillas de bomberos. Los equipos
de combate, también conocidos como cuadrillas Tipo 1, son bomberos de zonas silvestres altamente
capacitados y se encuentran completamente equipados para responder en cualquier lugar del estado con
un mínimo de apoyo. Los miembros del equipo de combate deben encontrarse en excelente condición
física para poder caminar por terreno accidentado, transportando suficientes provisiones y alimentos que
les duren a lo largo de su misión. Los equipos de combate están apoyados por las cuadrillas de bomberos
de CDF, que consisten de 15 a 17 presidiarios de mínima seguridad y custodios del Departamento
Correccional de California y de la Autoridad Juvenil de California. Capacitados para hacer frente a
incendios a pie en zonas silvestres, representan la infantería de los recursos de combate por tierra del
Departamento.
Los bomberos de alto nivel, conocidos en inglés como "hotshots", son bomberos que trabajan bajo las
órdenes del Servicio Forestal de los Estados Unidos, el Buró Federal para la Administración de la Tierra, o
el Servicio de Parques Nacionales, que a menudo brindan apoyo a los bomberos de CDF. Habiendo
surgido en el Sur de California a finales de la década de 1940 en los Bosques Nacionales Cleveland y
Angeles, los bomberos de alto nivel se ganaron su merecido nombre debido a que trabajaban en los
incendios más intensos. Las cuadrillas compuestas por veinte miembros son similares a las Cuadrillas
Tipo 1, pero les exceden en experiencia, capacitación y en la condición física requerida por la Cuadrilla
Tipo 1.

Los bomberos aéreos, conocidos en inglés como "smokejumpers", trabajan para el Servicio Forestal de
los Estados Unidos y el Buró Federal para la Administración de la Tierra, y caen en paracaídas en
remotas áreas para combatir incendios en zonas silvestres. Los bomberos aéreos deben encontrarse en
perfectas condiciones físicas para cumplir con las exigencias del trabajo. Durante el primer día de
capacitación, se requiere que pasen una prueba la cual incluye siete flexiones de brazos colgados de una
barra, 45 sentadillas, 25 flexiones de pecho (lagartijas), y correr 1.5 millas en menos de 11 minutos.
También deben ser capaces de llevar consigo un paquete de 110 libras de equipo de bombero aéreo
sobre una ruta plana de 3 millas en 90 minutos o menos.

Sólo cuando el incendio ha sido controlado completamente tienen los bomberos la oportunidad de
descansar. Una vez que ha terminado la batalla, las cuadrillas deben empacar sus provisiones y caminar
rumbo a un área donde puedan ser recogidos para ser transportados de regreso a su base. En ocasiones,
podría ser cuestión de horas antes de que sean enviados nuevamente a combatir otro incendio.

Visite los siguientes sitios web para mayor información sobre la prevención de incendios forestales:

• Cuerpo de bomberos y protección California Department of Fire and Protection


• Oficina del jefe de bomberos del estado Office of the State Fire Marshall
• El concejo de seguridad ante incendios The Fire Safe Council

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