Está en la página 1de 1

CARTA No.

¡Que extraordinaria sorpresa nos reserva el


destino! ¿Quién hubiese podido imaginar hace
algún tiempo, que éste, nuestro amor, lleno de vida
y de pureza, iba a terminar así, con una carta de
despedida?.
Trabajo me costará creerlo IBIS . . . ¿qué extraña
sucesión de hechos inexplicables, han podido
separar mi imagen de tu mente, hasta el punto de
hacerte insoportable la idea de seguir siendo mi
prometida?

¡Quisiera tanto saber! – Pero de ningún modo te


interrogaré, me guardaré este profundo asombro del
cuál me costará mucho salir, y consideraré que si es
por tu felicidad que has decidido separarnos nada
hay que discutir, nada hay que justificar.

No te haré protestas de amor, porque sería más


inútil, cruel para los dos y el corazón no se deja
enternecer cuando no siente como dulce y grato.
. . . Adiós . . .

También podría gustarte