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EN LO PRINCIPAL: Interpone recurso de casación en la forma.

PRIMER OTROSI:
Interpone recurso de apelación. SEGUNDO OTROSI: Patrocinio del recurso.

S.J.L. en lo Civil de Santiago (28°)

Macarena González Marchant, abogado, por la parte demandante, en estos autos


sobre juicio de indemnización de perjuicios caratulados “ARRAÑO y OTROS con
VICUÑA y OTROS”, rol C-14.594-2017, cuaderno principal, a S.S.
respetuosamente digo:

El 30 de julio de 2019 se notificó a esta parte la sentencia definitiva de primera


instancia, que rechazó la demanda de indemnización de perjuicios, interpuesta por
Claudia Grossetete Gesswein, Hugo Enrique Cayetano Berroeta Sánchez y
Margarita del Pilar Arraño González (en lo sucesivo, las “Actoras” o
“Demandantes”), en contra de Inmobiliaria VM S.A., Constructora GCI S.A.,
Cristóbal Duch León – en calidad de profesional responsable de la Constructora-,
Coz y Compañía S.A., Ramón Coz Cañas – en calidad de profesional responsable
de la inspección técnica de obras-, Ruiz Tagle Vicuña Arquitectos Limitada, Felipe
Ruiz Tagle Correa y Hugo Vicuña Vicuña – estos últimos en calidad de profesionales
responsables de la oficina de arquitectura (en lo sucesivo, las “Demandadas”).

En este acto y conjuntamente con el recurso de apelación presentado en el primer


otrosí del presente escrito, interpongo recurso de casación en la forma en contra
de la sentencia referida, por haber incurrido en las causales de casación en la
forma 4ª y 5ª del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil (en adelante,
“CPC”), que constituyen vicios y perjuicios reparables sólo con la invalidación del
fallo; todo ello en atención a los fundamentos de hecho y de derecho que paso a
exponer.

1) PRIMERA CAUSAL: LA SENTENCIA HA SIDO DADA ULTRAPETITA

La sentencia recurrida ha incurrido en la causal 4ª del artículo 768 del Código de


Procedimiento Civil, según se explica a continuación.

1
1.1) EL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA

El principio de la congruencia, recogido en el artículo 160 del Código de


Procedimiento Civil, constituye un pilar fundamental en la estructura del proceso,
que permite su desencadenamiento en forma lógica y coordinada, llegando a
constituir una protección a la garantía fundamental del debido proceso. De acuerdo
a este este principio el juez debe juzgar de acuerdo con las razones alegadas y
probadas por las partes1.

En relación a esto, la Corte Suprema en diversos fallos ha señalado lo siguiente:


“El principio de congruencia se basa en diversos fundamentos, ámbitos de
aplicación y objetivos. Primeramente, busca vincular a las partes y al juez al debate
y, por tanto, conspira en su contra la falta del necesario encadenamiento de los
actos que lo conforman, a los que pretende dotar de eficacia. Por tanto, se trata de
un principio que enlaza la pretensión, la oposición, la prueba, la sentencia y los
recursos, al mismo tiempo que cautela la conformidad que debe existir entre
todos los actos del procedimiento que componen el proceso. Si bien la doctrina
enfatiza los nexos que han de concurrir entre las pretensiones sostenidas por el
actor y la sentencia, igual vinculación resulta de igual importancia tratándose, de la
oposición, la prueba y los recursos, encontrando su mayor limitación en los hechos,
pues aunque el órgano jurisdiccional no queda circunscrito a los razonamientos
jurídicos expresados por las partes, ello no aminora la exigencia según la cual el
derecho aplicable debe enlazarse a las acciones y excepciones, alegaciones y
defensas que las partes han sostenido en el pleito”2(énfasis y subrayado son
nuestros).

En razón de lo anterior, es posible concluir que el principio de la congruencia se


refiere a la debida armonía entre las partes que integran el proceso, y no solo viene
dado por las pretensiones que sostiene el actor y la sentencia, sino que va mucho
más allá, abarcando la oposición, la prueba y los recursos.

La doctrina ha clasificado la incongruencia de la siguiente manera:


“a) Incongruencia por ultra petita (ne eat judex ultra petita partium), que se produce
al otorgar más de lo pedido, circunstancia que puede darse tanto respecto de la
pretensión como de la oposición.
b) Incongruencia por extra petita (ne eat extra petita partium), al extender el

1 EXCELENTÍSIMA CORTE SUPREMA, Causa Rol N° 4353/2009, de fecha 1 de octubre de 2009.


2 EXCELENTÍSIMA CORTE SUPREMA, Causa Rol N°3521/2009 de fecha 26 de octubre de 2010.

2
pronunciamiento a cuestiones no sometidas a la decisión del tribunal, que puede
incluso estar referida a negar lo que no ha sido solicitado sea por vía de pretensión
u oposición.
c) Incongruencia por infra petita (ne eat judex infra petita partium), defecto
cuantitativo cuando se decide sobre una pretensión en extensión menor que lo
solicitado, sea que se conceda o niegue y en el entendido que se ha requerido una
cantidad determinada y no otra. También concurre si se otorga menos de lo
reconocido por el demandado, y
d) Incongruencia por citra petita (ne eat judex citra petita partium), llamada también
omisiva o ex silentio, que se produce al omitir la decisión de un asunto cuya
resolución formó parte de la contienda y no existir autorización legal que
permita así decidirlo, falta de pronunciamiento que puede ser total o parcial;
igualmente al expresar que no se decide una acción o excepción por
incompatibilidad, la cual resulta inexistente o se reservar el pronunciamiento para
otra etapa u otro juicio, en circunstancias que no fue solicitado en tales condiciones
y no lo ordena la ley.”3

Por su parte, en relación a la causal de casación que invocamos, la doctrina está


conteste en que la citra petita puede configurar las causales 4ª y 5ª del artículo 768
del Código de Procedimiento Civil.

1.2) COMO SE HA PRODUCIDO EL VICIO

En el fallo recurrido encontramos faltas al principio de congruencia que se produce


por cuanto la sentencia recurrida, sin justificación alguna, ha omitido pronunciarse
sobre lo relativo a la efectividad que los departamentos del Condominio Parque
Monasterio II no reúnen las condiciones y características publicitadas, punto
que se encontraba recogido en la interlocutoria de prueba.

Hacemos presente que en la resolución que recibe la causa a prueba, el tribunal fija
los hechos que deben probar las partes por considerarlos de importancia decisiva
para la litis, de esta manera delimita el objeto del proceso y, por ende, en la
sentencia definitiva debe pronunciarse sobre estos hechos, si están probados o no
y si se debe acoger la pretensión que conllevan o no. Si no lo hace, nos encontramos
en un caso de citra petita.

3 LARRACAU TORRES, Jorge. Razonamiento hermeneutico y "Hechos sustanciales


controvertidos”. Revista Chilena de Derecho, Volumen 44 n°1, 2017, Santiago. Visto en
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-34372017000100008 el día 14 de
mayo de 2018.

3
El llamado auto de prueba es una sentencia interlocutoria de segundo grado, que
sirve de base para el pronunciamiento de la sentencia definitiva. Por ende, lo que
hace el juez es fijar los hechos sobre los cuales va a decidir y, habitualmente, la
norma decisoria litis. La mencionada resolución orienta y determina a los abogados
de la causa a probar los hechos contenidos en ella, por ser necesarios para la
resolución de la causa.

El auto de prueba hace efectiva la congruencia en la motivación del fallo. El


juez debe fallar de acuerdo a lo alegado y probado por las partes, y es él quien
señala que es lo que debe ser probado.

Esta resolución debe contener a lo menos dos menciones esenciales: 1) la orden


de recibir la causa a prueba y 2) la fijación de los hechos substanciales, pertinentes
y controvertidos, sobre los cuales ella deberá recaer.

Al fijarse un hecho como punto de prueba, el juez está indicando que aquel es
importante para la resolución del asunto controvertido, y que guarda estricta relación
con él. Por lo que, los puntos que se fijen como de prueba, no pueden ser
antojadizos, sino que deben ser directamente pertinentes y necesarios al fallo que
a la postre se pronunciará.

El artículo 318 del Código de Procedimiento Civil es claro en cuanto a que, si un


hecho es considerado substancial y controvertido, y, por lo tanto, de importancia
decisiva para la litis debe ser fijado en el auto de prueba, y la prueba que se rinda
en juicio deberá tender a demostrar dichos hechos, pues ellos son necesarios para
el fallo. Así el artículo referido contiene un mandato para el juez, cual es, examinar
los autos y fijar puntos de prueba si estima que hay o puede haber algún hecho
sustancial y controvertido en el juicio. Los hechos tendrán estas características si
son importantes para la resolución del juicio y si guardan relación con lo discutido.

En concreto, la interlocutoria de prueba dictada por el juez de primera


instancia, de fecha 26 de abril de 2018, estableció los siguientes puntos de
prueba:

1º Efectividad que los edificios del condominio Parque Monasterio II presentan fallas
y defectos en el diseño y construcción de los mismos.
2º Efectividad que los departamentos del Condominio Parque Monasterio II no

4
reúnen las condiciones y características publicitadas.
3° Efectividad que el actuar y/o negligencia de las demandadas haya causado
perjuicios a la demandante. En su afirmativa, naturaleza y montos de los mismos.

Recalcamos que al fijar el segundo punto de prueba, el tribunal estableció de modo


preciso que la actora debía conducir sus esfuerzos probatorios para demostrar que
los departamentos del condominio no poseían las condiciones y características
publicitadas, y que, de acreditarse este hecho, ello iba a ser decisivo en la resolución
final.

Sin embargo, el fallo recurrido, no destina ningún considerado y prescinde


totalmente de la prueba respecto a este punto y tampoco resuelve al respecto.
El considerando DECIMOCUARTO del fallo delimita lo que corresponde resolver en
la sentencia, omitiendo lo relativo la responsabilidad por publicidad engañosa.

El auto de prueba indica a las partes los hechos sobre los que deberán rendir
pruebas, resultando ilógico pretender apartarse de ellos al momento de pronunciar
la sentencia definitiva, incluso es posible señalar que llegaría a atentar el debido
proceso garantizado por la Constitución. Al fijarse un punto de prueba y luego
después de que las partes se ciñeron a él, el tribunal no toma en consideración las
pruebas rendidas en virtud de lo que el mismo señaló se produciría una
contradicción y llegar a fallarse, en este caso, citra petita, según lo expresado por la
Excelentísima Corte.

Así se ha sostenido lo siguiente:


“El contenido de la resolución que recibe la causa a prueba está directamente
vinculado con el objeto del proceso. La fórmula que usa la justicia civil chilena –
"hechos sustanciales controvertidos"– es una síntesis de lo que tradicionalmente se
conoció como thema decidendum (el asunto a decidir) y thema probandum (el
asunto a probar)”4.

Respecto a la congruencia la Corte Suprema ha señalado lo siguiente:


“Se sanciona la transgresión de la congruencia por cuanto constituye una garantía
para las partes, un límite para el juez, que otorga seguridad y certeza a las
partes e interviene la posible arbitrariedad judicial. Por lo mismo la congruencia

4 LARRACAU TORRES, Jorge. Razonamiento hermeneutico y "Hechos sustanciales


controvertidos”. Revista Chilena de Derecho, Volumen 44 n°1, 2017, Santiago. Visto en
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-34372017000100008 el día 14 de
mayo de 2018.

5
es un presupuesto de la garantía del justo y racional procedimiento, que da
contenido al derecho a ser oído o a la debida audiencia de ley. Estos derechos y
garantías fundamentales no solo se vinculan con la pretensión y oposición, sino que
con la prueba y los recursos, en fin se conectan con el principio dispositivo que
funda el proceso civil”5 (énfasis y subrayado son nuestros).

1.3) PREPARACIÓN DEL PRESENTE RECURSO DE CASACIÓN EN LA


FORMA

El vicio denunciado se ha producido y originado en la misma sentencia definitiva,


por lo que conforme establece el artículo 769 inciso segundo del CPC, la
preparación del recurso no es necesaria.

2) SEGUNDA CAUSAL DE CASACIÓN EN LA FORMA: LA SENTENCIA


HA SIDO PRONUNCIADA CON GRAVE OMISIÓN DEL NÚMERO 6 DEL
ARTÍCULO 170 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

La sentencia recurrida ha incurrido en la 5ª causa de invalidación establecida en el


artículo 768 del Código de Procedimiento Civil. A este respecto incurre en dos vicios
que tienen que ver con los requisitos exigidos en el artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil. El primero de ellos relativo a la falta de decisión del asunto
controvertido.

2.1) FALTA DE DECISIÓN DEL ASUNTO CONTROVERTIDO

La sentencia definitiva dictada por S.S. omitió el cumplimiento del requisito previsto
en el N°6 del artículo 170, del CPC, esto es, “la decisión del asunto controvertido”,
La norma exige que el fallo “deberá comprender todas las acciones y
excepciones que se hayan hecho valer en el juicio”.

La sentencia definitiva que por este acto se impugna, contiene considerandos


incompletos, que intentan disimular sin éxito el hecho de no haberse pronunciado
sobre todas las pretensiones que contiene la acción de los demandantes. Nos
encontramos ante una sentencia desprolija y poco contundente, que pretende
esconder en una extensa parte expositiva las graves desnudeces, omisiones y faltas
de razonamiento de las partes considerativas y resolutivas.

5 EXCELENTÍSIMA CORTE SUPREMA, Causa Rol N°4553/2009 de fecha 1 de octubre de 2009.

6
El caso es que esta parte alegó que la responsabilidad del artículo 18 de la LGUC
comprende también los errores de diseño y las diferencias que pueda haber entre
las condiciones ofrecidas en la publicidad con la realidad encontrada en el edificio y
las unidades. Dichos errores y diferencias se encuentran latamente detallados en la
demanda6, y nos referiremos brevemente a ellos.

2.1.1) Los departamentos no son posibles de ampliar

Esta constituye una de las fallas más graves para mis representados, ya que fueron
víctima de publicidad engañosa. En efecto, todos los departamentos del
Condominio Valle Monasterio II se vendieron por parte del Propietario primer
vendedor y sus representantes legales, con la posibilidad de poder ampliarse de un
modo muy considerable, a saber, 29,7 metros cuadrados para las unidades tipo A
(28 departamentos) y 14,124 metros cuadrados para las unidades tipo B (28
departamentos). Lo anterior quedó clara y suficientemente acreditado, en particular
con los oficios enviados por l Dirección de Obras Municipales de Lo Barnechea.

La posibilidad de ampliar los departamentos se informó por medio de los folletos


publicitarios, del personal de venta de la Inmobiliaria y de la página de internet del
proyecto. Además, el diseño mismo y las características del espacio ampliable
estaban concebidos para que el comprador interesado se convenciera de que el
ejercicio de la ampliación era muy simple y fácil de hacer.

En los hechos, la posibilidad de ampliar se expresaba en la existencia de un recinto


que contaba con todas las características propias de una sala o habitación –incluso
contaba con calefacción por losa radiante–, salvo por la presencia de un vano sin
ventanal. Naturalmente a los adquirentes de los departamentos, y en particular a
mis representados, les pareció una gran oportunidad adquirir una vivienda de 140
metros cuadrados, que fácilmente podía ampliarse.

Mis representados fueron engañados, tanto por las condiciones de publicidad como
por el diseño del departamento, ya que no es posible de ampliar siquiera en un
metro cuadrado. La Dirección de Obras Municipales de la comuna de Lo
Barnechea jamás permitirá la ampliación legal de estas unidades, porque el
volumen que tienen los departamentos es el máximo posible de acuerdo a la norma
aplicable.

6
Véase de la página 11 a 15 de la Demanda.

7
2.1.2) Diferencias entre otras características del condominio según publicidad
y condiciones reales

Como se explicará, la piscina del Condominio se diseñó y ejecutó enteramente en


el terreno que pertenece al edificio 7, de Avenida Valle del Monasterio 2222. Por
tanto, los profesionales que concibieron el proyecto sabían o debían saber que los
copropietarios del edificio 9 no tienen derecho de dominio sobre la piscina. Desde
luego esto es un grave defecto que además contradice las condiciones de publicidad
ofrecidas. Pero eso no es todo, el caso es que al momento de venderse los
departamentos, se ofreció una piscina semi-olímpica de 25 metros y la realidad es
que tiene sólo 13 metros.

Por otra parte, ambos edificios, construidos en terrenos diferentes, están


amparados en un mismo permiso de construcción, el que fue modificado en diversas
ocasiones. Existe también una sola recepción municipal tanto de la urbanización
como de la edificación, y un solo reglamento de copropiedad, redactado por la
Inmobiliaria vendedora, que establece una sola administración (administrador,
comité de administración y asamblea de copropietarios) para ambos edificios.

Según las condiciones de diseño y de publicidad, el acceso a los edificios es por


Avenida Valle del Monasterio 2222 y Avenida Valle del Monasterio 2118 para el
edificio 9. Pero en realidad hay una sola entrada, aunque tiene doble numeración:
Avenida Valle del Monasterio 2222 y 2118. De hecho, el lote 3 B uno-uno, donde se
ha construido el edificio 9, no tiene acceso a la vía pública por terreno propio, pues
se le interpone enteramente el lote 3 A uno A uno, donde se ha construido el edificio
número 7.

Las condiciones de publicidad también referían un condominio, de dos edificios


idénticos, los cuales compartían una serie de bienes comunes, como una piscina
semi olímpica de 25 metros, jardines o parques de 12.000 metros cuadrados,
equipamientos y otros; todo esto a sabiendas de los profesionales responsables de
que en realidad cada edificio se iba a construir en terrenos diferentes y que en
realidad no tendrían prácticamente nada en común, al menos desde el punto de
vista legal.

En la realidad, ambos edificios fueron acogidos a la Ley 19.537, sobre Copropiedad


Inmobiliaria, en forma separada. Los planos de copropiedad inmobiliaria,
preparados por los arquitectos responsables, también son separados y se

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encuentran archivados en el Conservador de Bienes Raíces de Santiago bajo los
números 4772, A y B respecto del edificio 7, y 4772-C, D y E, respecto del edificio
9. Sin embargo, el condominio fue diseñado, luce, funciona y fue comercializado y
es administrado como uno solo, del cual forman parte los edificios 7 y 9.

Además, en el diseño y en los hechos ambos edificios comparten jardines, portería,


piscina, quinchos, elementos de infraestructura sanitaria, eléctrica, generadores,
equipos, bombas, cierros y muchos otros elementos o infraestructura, pero como no
comparten inmuebles en común, todos esos bienes pertenecen a los copropietarios
de los edificios donde están ubicados. De ello podemos extraer algunas
consecuencias importantes: i) uno de los dos edificios no tiene propiedad sobre
el acceso y debe transitar por terreno ajeno antes de entrar al bien común sobre el
cual se construyó; ii) la portería está enteramente en el terreno del edificio 7; iii) el
parque no es común, sino que pertenece a uno u otro edificio según deslindes
prediales del plano de subdivisión antes referido. La porción del parque que
pertenece al edificio 9 es bastante superior a la porción del parque que pertenece
al edificio 7 y en todo caso, a causa de lo referido dicho parque no tiene ni
remotamente 12.000 m2. iv) conforme a los planos la piscina pertenece totalmente
al edificio 7, porque está construida enteramente en el lote 3 A uno- A uno y, por
ende, no es bien común del otro edificio.

2.2) LA SENTENCIA RECURRIDA NO EXAMINA, CONSIDERA, NI RESUELVE


SOBRE LOS ASUNTOS REFERIDOS

El examen de la sentencia definitiva permite constatar que S.S. no se hizo cargo de


examinar, analizar y resolver las pretensiones de la demandante que tienen que ver
con las fallas y defectos que afectan las características reales de los edificios y
departamentos y que presentan diferencias respecto de las condiciones ofrecidas
en la publicidad del Condominio.

Los perjuicios demandados en parte provenían por el hecho de que las unidades y
bienes comunes del Condominio tienen una serie de fallas o defectos que
constituyen diferencias entre las condiciones ofrecidas y la realidad, asunto
que es entera y gravemente omitido en la sentencia definitiva, incumpliendo así lo
que manda el N°6 del artículo 170 del CPC. Esta norma exige la decisión del asunto
controvertido, precisando lo siguiente: “Esta decisión deberá comprender todas
las acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el juicio; pero podrá
omitirse la resolución de aquellas que sean incompatibles con las aceptadas.”

9
Es pertinente recordar que el auto acordado de la Excma. Corte Suprema sobre la
forma de las sentencias, numeral 11º, dispone claramente:

“La parte resolutoria del fallo deberá comprender todas las acciones y
excepciones que se hayan hecho valer en el juicio, expresando de un
modo determinado y preciso las acciones, peticiones y excepciones
que se acepten o rechacen. Podrá omitirse la resolución de aquellas
acciones y excepciones que fueren incompatibles con las aceptadas; en este
caso el Tribunal deberá exponer los motivos que hubiere tenido para
considerarlas incompatibles” (negrillas agregadas).

El vicio denunciado se produce en primer lugar por lo señalado en el considerando


DECIMO CUARTO de la sentencia, el cual señala:

“Que la controversia de autos se circunscribe a determinar o establecer si las


unidades consistentes en los departamentos N° 14 y 53 de los edificios 9 y
7, respectivamente, del condominio Parque Monasterio II y de propiedad de
los demandantes, presentan fallas o defectos en el diseño y construcción
de éstos, y en la afirmativa, si los daños o perjuicios cuya reparación
persiguen provienen de las fallas o defectos mencionados:”

El examen de este considerando ya da luces que SS. no tiene previsto resolver


sobre un asunto medular de la acción de autos: los abusos de publicidad. Así, en la
parte considerativa y resolutiva nada dice, no considera ni resuelve respecto de la
circunstancia alegada por esta parte en cuanto a que el condominio y los
departamentos fueron diseñados y publicitados con características que en la
realidad no tenían.

2.3) PREPARACIÓN DEL PRESENTE RECURSO DE CASACIÓN EN LA


FORMA

El vicio denunciado se ha producido y originado en la misma sentencia definitiva,


por lo que conforme establece el artículo 769 inciso segundo del CPC, la
preparación del recurso no es necesaria.

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3) TERCERA CAUSAL DE CASACIÓN EN LA FORMA: LA SENTENCIA
HA SIDO PRONUNCIADA CON GRAVE OMISIÓN DEL NÚMERO 4
DEL ARTÍCULO 170 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

La sentencia recurrida incurrió en la causal de casación del artículo 768 N° 5


puesto que omitió lo dispuesto en el artículo 170 numeral 4 del CPC, que dispone:
“Las sentencias definitivas de primera instancia contendrán (…), N° 4: Las
consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia.”

3.1) LA OBLIGACIÓN DE CONSIGNAR EN FORMA COMPLETA LAS


CONSIDERACIONES DE HECHO Y DE DERECHO QUE SIRVEN DE
FUNDAMENTO AL FALLO

El auto acordado de la Excma. Corte Suprema sobre la forma de las sentencias,


numeral 5º, exige que el fallo contenga: “Las consideraciones de hecho que sirvan
de fundamento al fallo. Se establecerán con precisión los hechos sobre que
versa la cuestión que debe fallarse, con distinción de los que hayan sido aceptados
o reconocidos por las partes y de aquellos respecto de los cuales haya versado
la discusión”. Indudablemente, se requiere que las consideraciones de la sentencia
guarden la debida congruencia con lo que han discutido las partes, lo que en este
caso lamentablemente no ocurre.

El numeral 8° del mismo auto acordado en análisis, señala que deben establecerse
los hechos para luego sentar las consideraciones de derecho aplicables al caso.
Necesariamente ello implica, como señala antes el numeral 5° citado, que el
sentenciador debe fijar los hechos de manera precisa y correcta.

El numeral 10º, refuerza la necesidad de congruencia o concatenación lógica en la


construcción de las consideraciones, tanto fácticas como jurídicas, al señalar:
“Tanto respecto de las consideraciones de hecho como de las de derecho, el
Tribunal observará al consignarles el orden lógico que el encadenamiento de
las proposiciones requiera, y al efecto, se observarán, en cuanto pueda ser
aplicable a tribunales unipersonales, lo dispuesto en el artículo 186 del Código de
Procedimiento Civil.”

3.2) EL PRINCIPIO DE CONGRUENCIA

Respecto de este vicio también debe considerarse y tomarse en consideración lo

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referido en el capítulo 1.1) sobre el principio de congruencia, que es fundamento de
este vicio.

3.3) FALTA DE FUNDAMENTACIÓN DE LA SENTENCIA

Se entiende que no se cumple con los requisitos del artículo 170 número 4, entre
otros casos, cuando los considerandos de la sentencia son contradictorios con la
parte resolutiva de la misma, o bien cuando no se explica lo que debe explicarse;
estimándose en esta situación que el fallo carece de considerandos.

Por lo tanto, en virtud de lo anterior si en la parte considerativa de la sentencia se


está haciendo mención a los hechos que el tribunal fijó en la interlocutoria de prueba
como decisivos para resolver la litis, y luego en la parte considerativa y resolutiva
de la sentencia se hace caso omiso a los hechos que el propio juez señaló que se
debían probar (por ser considerados sustanciales, pertinentes y controvertidos) para
la resolución del asunto, existiría una clara contradicción entre la parte considerativa
y resolutiva de la sentencia, y dicha sentencia carecería de motivación.

3.4) CÓMO SE HA PRODUCIDO EL VICIO

La sentencia interlocutoria de prueba recoge como punto a probar lo que tiene que
ver con los abusos de publicidad, pero luego omite resolver sobre ellos en la
partes considerativas y resolutivas de la sentencia recurrida. Ese este un vicio
que debe ser enmendado por la vía de invalidar el fallo.

La infracción se ha producido, entonces, porque la sentencia definitiva no contiene


razonamientos de hecho y de derecho sobre una petición concreta de la parte
demandante, relativas a la responsabilidad de los demandados, en particular
Inmobiliaria VM S.A., por publicidad engañosa, siendo la más relevante, el hecho
de que los departamentos no se pueden ampliar.

La infracción en análisis se constata al leer el considerando DECIMOCUARTO que


señala: “Que la controversia de autos se circunscribe a determinar o establecer si
las unidades consistentes en los departamentos N° 14 y 53 de los edificios 9 y 7,
respectivamente, del condominio Parque Monasterio II y de propiedad de los
demandantes, presentan fallas o defectos en el diseño y construcción de éstos,
y en la afirmativa, si los daños o perjuicios cuya reparación persiguen
provienen de las fallas o defectos mencionados.” En este considerando la
sentencia omite referencia a la responsabilidad por publicidad engañosa por parte
de los Demandados.

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Otra grave manifestación del vicio se puede advertir en la grave omisión del oficio
N° 117/2019 de 11 de febrero de 2019, que consta en autos (folio 273), de la
Dirección de Obras Municipales de Lo Barnechea. Dicho oficio fue solicitado por
esta parte dentro del término probatorio ordinario, como medio de prueba para
acreditar el punto N° 2 de la interlocutoria de prueba. La respuesta al oficio por parte
de la Municipalidad, es clara y determinante para demostrar que los departamentos
de autos no pueden ampliarse. El oficio señala:

“Por lo indicado, no es factible ampliar los departamentos en cuestión,


principalmente porque la edificación existente ya sobrepasa el coeficiente de
constructibilidad de 0,42, que es el máximo permitido por el PRC en la Zona J
donde se emplazan, por lo cual no sería posible para esta Dirección otorgar los
permisos de edificación respectivos para dichas ampliaciones, y de hecho se han
denegado las solicitudes de permiso para ampliar que se han presentado.

Cabe señalar que en el lote 3A1-A-1 (correspondiente a Av. Valle del Monasterio N°
2.222), la edificación existente presenta un coeficiente de constructibilidad de 0,70,
y en el lote 3B1-1 (correspondiente a Av. Valle del Monasterio N° 2.118), la
edificación existente presente un coeficiente de constructibilidad de 0,62, superando
ampliamente el coeficiente permitido de 0,42 ya mencionado.”

Estando clara la pretensión que conlleva la acción, la sentencia debía contener la


fundamentación fáctica y jurídica necesaria para reflejar, de manera suficiente, la
discusión y prueba contenida en el proceso.

La consecuencia de haberse omitido la mínima fundamentación de hecho y de


derecho, es que S.S. no ha considerado la responsabilidad que cabe a los
demandados por los daños producidos a mi representada por publicidad engañosa.
Lamentablemente, tales omisiones han tenido influencia decisiva en la decisión
final.

Si S.S. hubiese efectuado las debidas consideraciones de hecho y de derecho sobre


las acciones planteados por esta parte, habría arribado a la conclusión de que en la
especie concurren motivos graves y calificados que conducían a acoger al menos
parcialmente la demanda.

Al no hacerlo así S.S. ha provocado las demandantes un perjuicio reparable solo

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con la invalidación del fallo.

3.5) PREPARACIÓN DEL PRESENTE RECURSO DE CASACIÓN EN LA


FORMA

El vicio denunciado, se ha producido y originado en la misma sentencia definitiva,


por lo que conforme establece el artículo 769 inciso segundo del CPC, la
preparación del recurso no es necesaria.

4) LA SENTENCIA DE REEMPLAZO

La sentencia de reemplazo que se dicte deberá acoger la demanda presentada, en


todas sus partes, porque la prueba rendida por esta parte ha acreditado, de modo
suficiente, todos los hechos controvertidos en que se fundamentan las pretensiones
de las demandantes, sin haber sido desafiada por evidencias en contario, según se
explica a continuación.

4.1) EN CUANTO AL PUNTO DE PRUEBA NÚMERO UNO

El punto de prueba número uno señala:


Efectividad que los edificios del condominio Parque Monasterio II presentan
fallas y defectos en el diseño y construcción de los mismos.

La abundantísima prueba documental rendida por esta parte acredita plenamente


que los bienes comunes y las unidades de los edificios del condominio Parque
Monasterio II tuvieron fallas y defectos constructivos significativos y muy graves,
según se explica a continuación:

4.1.1) Informe del DICTUC

Esta parte acompañó, junto a la presentación de la demanda, la escritura pública


otorgada el 24 de mayo de 2017, en la notaría de Santiago de doña Valeria
Ronchera Flores, que contiene la declaración de la Dirección de Investigación
Científica y Tecnológica de la Universidad Católica (DICTUC) que afirma haber
preparado el informe denominado “Evaluación Técnica y Normativa del
Condominio Parque Monasterio II”, N° 1.409.521, de fecha 23 de Mayo de 2017.
El informe referido se protocoliza junto a la escritura, formando parte integrante de
la misma.

14
Este informe tiene 182 páginas en total más sus anexos, compuestos por un
abundante soporte documental. Tras un acabado estudio técnico, se concluye que
los bienes comunes y las unidades del Condominio Parque del Monasterio II tiene
fallas, errores y deficiencias graves y muy graves, tanto de diseño como de
ejecución, normativos y constructivos. Hace ver el informe que la reparación o
solución de las fallas y defectos significa labores largas y costosas. La lista de
desperfectos es larguísima y, en lo sustancial, es la misma que se menciona en la
demanda de autos.

Como se ha dicho, el informe está acompañado de un soporte documental y


fotográfico que permite fundar las conclusiones vertidas.

4.1.2) Informes Arquitectos

También se acompañaron copias autorizadas de las escrituras públicas de 25 de


mayo de 2017, otorgadas en la notaría de doña Valeria Ronchera Flores, en que los
arquitectos señores Gonzalo Krebs Godoy y David Tirapegui Farías reconocen
haber confeccionado los informes que se mencionarán, los que se protocolizaron
junto a las escrituras referidas, formando parte de las mismas. Los informes son los
siguientes:

“Informe Calidad de la Construcción”, de agosto de 2016, que refiere y gráfica,


con un rico archivo fotográfico, las diversos fallas y defectos del Condominio Parque
del Monasterio, concluyendo que existen “evidentes problemas constructivos”,
“transversales y presentes en la gran mayoría de las partidas, no siendo ajustadas
a norma y transformándose, - a entender de sus autores -, en un caso reiterado de
negligencia profesional y engaño.”

En lo sustancial, este informe técnico coincide con el DICTUC y la demanda de


autos en las mismas fallas y defectos graves y significativos de los bienes comunes
y de las unidades del Condominio Parque del Monasterio II.

Los arquitectos referidos también prepararon el Informe técnico, titulado “Informe


sobre fallas y defectos en accesos y vías de circulación interior del
Condominio Valle del Monasterio”, de mayo de 2017. Este informe refiere y
grafica con fotografías las distintas fallas y defectos presentes en el acceso y vías
de circulación: así, detalla como el diseño del acceso impide el fluido y seguro

15
tránsito vehicular, y pone en peligro a los peatones. También se refiere a los
numerosos daños, grietas, desniveles y desniveles, que presentan pavimentos y
vías de circulación. Particularmente significativo es lo que señalan respecto al
acceso a la torre 9, en que denuncian como la falta de obras de contención frente a
la proximidad al cerro, significan un peligro para los vecinos, debido a los
deslizamientos de piedra y rocas desde el talud.

Luego está el denominado “Informe sobre fallas y defectos en los vestíbulos del
Condominio Valle del Monasterio”, que acredita claramente y se refiere y grafica
las fallas y defectos en los vestíbulos de acceso a cada edificio, y en los vestíbulos
de distribución en cada piso. Describe en detalle como la humedad que se acumula
sobre cada acceso por su mal diseño ha dañado cielos y muros de los vestíbulos
de acceso, y cómo las puertas han presentado continuos defectos por instalaciones
y quincallería defectuosas. También se refiere a la falta de ventilación en los
vestíbulos de distribución de cada piso, infringiendo la normativa urbanística
vigente.

4.1.3) Nota de prensa

Esta parte también acompañó la nota de prensa publicada en el Diario Financiero


el día 5 de junio del presente año de 2017, titulada “Usan “paraguas” en condominio
de Los Trapenses para impedir filtración por lluvia”.

La noticia destaca lo insólito que resulta que el condominio deba instalar carpas en
la azotea del edificio para evitar que las aguas lluvias filtren hacia los
departamentos.

4.1.4) Respuesta SEC

También se acompañó la respuesta de la Superintendencia de Electricidad y


Combustibles (SEC), de fecha 29 de mayo de 2017, a un reclamo referente a la
certificación efectuada a las instalaciones interiores de gas ubicadas en el
Condominio Valle del Monasterio II, por la empresa ECOGAS. En dicha respuesta
la SEC indica que el día 30 de marzo de 2017, profesionales de esa
Superintendencia fiscalizaron las instalaciones de gas de los edificios, constatando
que no cumplen las normativas pertinentes por cuanto la distancia entre las salidas
de los gases de combustión (difusor) de los artefactos calefón y caldera de los
departamentos 11, 21, 31, 41, 51, 61, 71 y 13, 23, 33, 43, 53 (que pertenece a los

16
demandantes Arraño y Berroeta), 63 y 73, de ambos edificios (28 departamentos en
total) es menor a 60 cm.

4.1.5) Set fotográfico

Esta parte acompañó un set de 20 fotografías que dan cuenta de los graves daños
y derrumbes producidos en el sector del talud por donde tiene su acceso el edificio
9, con ocasión de la lluvia de los días 16 y 17 de junio pasado de 2017, cuya
autenticidad ha sido certificada por el notario Humberto Santelices Narducci.

También se acompañó un set de 6 fotografías que dan cuenta del mal


funcionamiento del portón acceso al Condominio, cuya autenticidad también ha sido
certificada por el notario Humberto Santelices Narducci.

Hemos acompañado también un conjunto de fotografías tomadas en el Condominio


en distintos momentos, las que ilustran lo descrito en otros documentos
acompañados acerca de fallas y defectos, y que se refieren a:

1. Siete fotografías de carpas instaladas en el techo de una de las torres por la


Inmobiliaria, debido a las filtraciones que sufría la loza superior, y que afectaban a
los departamentos de los pisos inmediatamente inferiores;

2. Ocho fotografías de filtraciones a los estacionamientos subterráneos; y

3. Tres fisuras en los muros exteriores de los edificios.

4.1.6) Actas de reuniones

Esta parte acompañó 13 actas que dan cuenta de las reuniones llevadas a cabo en
dependencias del Condominio entre miembros del Comité de Administración y otros
copropietarios y representantes de la Inmobiliaria VM S.A. Las actas representan
las reuniones llevadas a cabo los días 7, 8 y 16 de mayo; 2, 16, 19 y 24 de junio; 5
de agosto; 15, 23 y 30 de septiembre; 11 y 30 de noviembre, todas de 2015; y 20
de enero de 2016.

Al leer las actas se puede advertir que las fallas y defectos denunciados en nuestra
demanda surgieron al primer uso de los departamentos y espacios comunes y que
tales fallas y defectos fueron puestos en conocimiento del propietario primer

17
vendedor a la brevedad, pues la mayoría de los departamentos fueron entregados
en el curso del año 2015.

Se puede destacar de dichas actas la notoria actitud del representante de la


vendedora, señor Nicolás Duch, que demuestra, inicialmente, una aparente
voluntad de dejar todo “impecable”, lo que posteriormente fue desmentido por los
duros hechos. Lamentablemente, ya a mediados de 2016 y hasta poco antes de
presentarse la demanda, el señor Duch afirmó con insistencia no saber nada de las
fallas y defectos, como quedará demostrado con los correos electrónicos que
referimos a continuación.

4.1.7) Correspondencia

Esta parte acompañó nutrida correspondencia entre copropietarios del condominio


y representantes de la inmobiliaria o bien con contratista. Son destacables:

Correo de 26 de julio de 2016, enviado por el copropietario Fernando Cerda, al


abogado José Pedro Baraona y también al arquitecto Gonzalo Krebs, en el cual
denuncia lo siguiente:

“Algunos copropietarios han reclamado porque hace como 3 meses que hay una
carpa instalada en la azotea de uno de los edificios, afectando la estética de los
mismos, esta carpa fue instalada por la inmobiliaria debido a que esos dos
departamentos se llueven y para que no se inunden pusieron esa carpa.”

Cadena de correos entre los residentes del departamento 72ª de la torre 7 y el


representante de la inmobiliaria demandada, Sr. Gerardo Larraín S. (aunque en
estas comunicaciones aparece como representante de “PyG Larraín Propiedades”),
entre el 21 y el 23 de octubre de 2015, en el cual se da cuenta de una serie de
problemas graves en tal departamento, sin que en siete meses desde la entrega se
hayan solucionado.

Cadena de correos entre los residentes del departamento 72ª de la torre 7 y el


representante de la inmobiliaria, Nicolás Duch, el 22 de noviembre de 2016, en el
cual se da cuenta que la serie de problemas que ya se habían mencionado en
octubre de 2015 se mantienen presente sin solución en noviembre de 2016.
Además, la residente doña Francine Durcudoy le aclara al Sr. Nicolás Duch que es
falso que él haya tratado de contactar a los propietarios para coordinar

18
reparaciones.

Cadena de correos electrónicos en noviembre de 2015 entre el propietario don


Fernando Cerda y doña Luciana Cisterna, encargada de postventa de la inmobiliaria
vendedora, en los cuales se detallan una serie de problemas, fallas y defectos no
solucionados.

Carta enviada por Adolfo Díaz, de “Servicio Integral de Piscinas”, de 27 de abril de


2015, en la cual el técnico da cuenta que la piscina se encuentra en pésimo estado,
a pesar de haber sido recién entregada.

Presupuesto entregado por “Naranjo Industrial” el 2 de noviembre de 2015, para


limpiar subterráneos y estacionamientos dejados en pésimo estado por la
inmobiliaria, por $1.956.360.-

Cadena de correos de diciembre de 2015 entre el administrador del edificio y


algunos copropietarios, que se refieren nuevamente al pésimo estado de la piscina
y otros bienes comunes.

Cadena de correos de marzo de 2016, entre el servicio de postventa de la


inmobiliaria y algunos copropietarios, que se refieren nuevamente al pésimo estado
de la piscina y otros bienes comunes

Cadena de correos de enero y julio de 2016 entre el servicio de postventa de la


inmobiliaria y el administrador del condominio, que se refieren nuevamente al
pésimo estado de la piscina y otros bienes comunes.

Correo electrónico de 20 de julio de 2016 de Fernando Cerda, en el cual acusa a


Nicolás Duch en los siguientes términos:

“Les cuento que hace unos minutos vino a mi departamento sin avisar, el señor
Nicolás Duch, Gerente General de la Inmobiliaria. Vino con el contratista Cristián
Cardenasso que está realizando trabajos. Vinieron a ver mi dpto. porque por 3° vez
aparecieron filtraciones en los dos baños de los dormitorios y estos están
completamente intervenidos para repararlos.
El trato de este señor cuando me vio fue con mucha agresividad y falta de respeto.
Acusándome de que yo estaba revolviendo el gallinero y que él no debía nada, que
estaba haciendo todo y amenazándome que lo demandáramos y que no nos

19
convenía porque no íbamos a conseguir nada y que pasaríamos 7 años en juicio y
no íbamos a conseguir nada y que después para un clavo se lo íbamos a tener que
pedir con un juez… muy agresivo y vehemente.”

Correo de 22 de septiembre de 2016 de Francisco Allard a Nicolás Duch en el cual


acuso de tener filtraciones por cuarta vez en pocos días.

Correo de 22 de agosto de 2016 del técnico Felipe Torres Valdivieso, quien da


cuenta que: “Estimados, adjunto un informe sobre la visita realizada hoy al edificio.
La conclusión es que el edificio no tiene respaldo de los grupos ya que al cortar la
luz, éstos no entregan energía al edificio. Esto es un tema grave ya que nadie hizo
una prueba del sistema, tal y como está ahora nunca debió funcionar […]”

4.1.8) Informe Urbaniza y respuesta de la Inmobiliaria VM

Es muy significativo el informe preparado por el arquitecto Francisco Allard de


urbaniza, respecto del estado en que se recibieron los bienes comunes del
Condominio y la respuesta dada por la inmobiliaria a cada una de las observaciones
que formuló el comité de copropietarios respecto de las fallas y defectos detectados
en los bienes comunes, en el documento denominado “Respuesta a Informe Visitas
de Obra Condominio Parque Monasterio II”. Al final de dicha respuesta, se incluye
el informe denominado “Informe Visitas de Obras Condominio El Monasterio II:
análisis de estado de las obras para identificar su posible entrega al comité de
vecinos del condominio Parque Monasterio II”, sobre todo para poder concordar la
respuesta a cada punto que entrega la inmobiliaria.

El documento referido acredita que tan pronto como junio de 2015 se manifestaron
muchas de las fallas y defectos constructivos referidos en la demanda, los que se
pusieron de inmediato en conocimiento de la Inmobiliaria VM S.A., quien hizo poco
y nada por solucionarlos. Así, la actitud que tomó después el señor Nicolás Duch,
alegando no estar informado de la situación, fue sólo una estrategia para enfrentar
este y otros juicios, con el fin de aparentar que se trata de una empresa seria y
preocupada de resolver cualquier problema relacionado con tales fallas o defectos
constructivos.

El documento acompañado también da cuenta que “Inmobiliaria VM S.A.” reconoció


su responsabilidad y la responsabilidad del ITO y de la constructora en muchas de
las fallas y defectos constructivos reclamados por los copropietarios, a saber:

20
En el capítulo I.1.e, que incluye una serie de desperfectos y carencias en la caseta
de guardia que la inmobiliaria se compromete a arreglar.

En el capítulo I.2.c, sobre terminaciones e instalación de focos, se informa sobre


focos mal instalados, luminarias sueltas, cables a la vista y cableado que se ha
ejecutado de forma incorrecta, a lo cual la inmobiliaria también contesta que lo
corregirá.

En el capítulo I.3.a, sobre terminaciones de antepechos y muros terrazas aledaños


a circulaciones, se informa de la terminación deficiente que tienen las juntas de
dilatación, evidenciando problemas con la pintura y los sellos. Se agregan también
reiterados problemas de humedad, grietas y fallas en la pintura, como también “un
sinnúmero de manchas y fisuras en los muros a lo largo del recorrido”. Esta situación
también fue reconocida por la inmobiliaria, que se comprometió a corregirlo.

En el capítulo I.3.b, sobre la deficiente cantidad de soleras en circulaciones del


jardín, lo que genera problemas de contención de las superficies, la inmobiliaria
responde que está a la espera de nuevo paisajista para evaluar la solución.

En el capítulo I.3.d, sobre drenajes en los pasillos, se manifiesta el que no existe


una buena terminación para el manejo de las aguas en los pasillos exteriores, lo
que la inmobiliaria también reconoce.

A diversos problemas incluidos en el capítulo I.4 sobre “Jardines – Paisajismo”, la


inmobiliaria demandada responde que “se está a la espera del nuevo paisajista para
evaluar solución”, significando con ello que hizo entrega de las propiedades sin
haber remotamente finalizado las labores de jardín y de contención en zonas de
pendiente. Los asuntos informados, en particular, tratan sobre el jardín de acceso
al condominio, sobre la existencia de suelo compactado que no permite el
crecimiento de las plantas, acerca de que las contenciones en zona de pendiente
no están bien resueltas, las extensas áreas de jardín sin vegetar, y la carencia de
soleras en circulaciones y estacionamientos.

En el capítulo I.4.e, sobre las mangueras de riego existentes en lugares


inapropiados, lo cual la inmobiliaria se compromete a arreglar.

En el capítulo I.4.f, informando sobre los estacionamientos de visita sin demarcación

21
y con fisuras, donde se comprometen a repintar las demarcaciones, y a revisar
fisuras “reparadas y por reparar”.

En el capítulo II.1.b, sobre las juntas de dilatación, se informa el que hay zonas sin
junta elástica o con diversos colores de sello, lo que la inmobiliaria reconoce y se
compromete a corregir.

En el capítulo II.1.d sobre “halls y recibos”, la inmobiliaria se compromete a


componer temas de óxido en parte inferior de marcos de ascensor, corregir las
zonas con fragüe precario y mejorar la pintura en zonas deficientes.

En el capítulo II.1.f sobre estacionamientos, se informa sobre la existencia de varias


fisuras en la mitad del suelo del estacionamiento, malas terminaciones entre muros
y suelos, filtraciones de agua, junto con natural consecuencia de que se
descascaren las paredes; y filtraciones en la sala de bomba de agua potable.

En el capítulo II.2.d, sobre “estacionamientos”, inmobiliaria acepta el hecho de que


se llueven algunos estacionamientos, comprometiéndose a solucionar el problema.

Particularmente destacable es la respuesta al ítem piscina, en la página 6, donde la


demandada propietaria primera vendedora reconoce que el baño del camarín
estaba cerrado porque descargaba a la piscina lo que, afirma, será corregido. A ese
nivel de chapucería se llegó en esta obra.

En todo caso, la inmobiliaria primera vendedora tiene responsabilidad solidaria por


las graves acciones u omisiones de ambos.

4.1.9) Relación impropia entre inmobiliaria, constructora e ITO

No ha sido controvertido en autos que, la inmobiliaria primera vendedora es la


demandadas, “Inmobiliaria VM S.A.”, que la construcción de los edificios estuvo a
cargo de “Constructora GTI S.A.”, que la inspección técnica de obras estuvo a cargo
de “COZ Y COMPAÑÍA S.A.”, siendo su profesional responsable don Ramón Coz
Cañas; y que la arquitectura y diseño estuvo a cargo de “RUÍZ TAGLE VICUÑA
ARQUITECTOS LIMITADA”, cuyos profesionales responsables son los arquitectos
Felipe Ruiz Tagle Correa y Hugo Vicuña Vicuña.

Ahora bien, esta parte ha acreditado, que tanto INMOBILIARIA VM S.A. como

22
CONSTRUCTORA GCI S.A. son sociedades relacionadas con la conocida empresa
de servicios inmobiliarios “P&G Larraín Propiedades”. También acreditó que son
socios de la inmobiliaria vendedora Inversiones Casa De Montt Limitada,
Inversiones Mar del Norte Limitada, Inmobiliaria L&L Limitada e Inversiones Los
Lagos S.A. Esta última tiene como socio mayoritario al profesional responsable de
la inspección técnica de obras, señor Ramón Coz Cañas, quien también participa,
a través de la misma sociedad, en la propiedad de la Constructora.

Los vínculos entre INMOBILIARIA VM S.A. y CONSTRUCTORA GCI S.A. han sido
acreditados porque el gerente general de la Constructora, don Jaime Eduardo Duch
Higginson, es al mismo tiempo director de la Inmobiliaria vendedora. Por su parte,
el gerente general de la Inmobiliaria, don Nicolás Duch León, es al mismo tiempo
director de la Constructora.

Por otro lado, está acreditado también que el profesional responsable de la


inspección técnica de las obras del Condominio, señor Ramón Coz Cañas, junto
con ser gerente general de la empresa de inspección técnica, es tanto accionista de
la primera vendedora, como de la constructora y es también apoderado,
representante legal y director de ésta. Lo anterior es sumamente grave, pues el
deber principal de todo ITO es controlar y fiscalizar la calidad de la ejecución de la
obra, tanto en cuanto el apego de ésta a los planos y diseños proyectados, como a
la calidad y resultado de los trabajos.

Según el artículo 1.1.2 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones


(“OGUC”), el «Inspector técnico» debe ser un “profesional competente,
independiente del constructor, que fiscaliza que las obras se ejecuten conforme a
las normas de construcción que le sean aplicables y al permiso de construcción
aprobado. Se entenderá también como tal, la persona jurídica en cuyo objeto social
esté comprendido el servicio de fiscalización de obras y que para estos efectos
actúe a través de un profesional competente”.

La misma ordenanza reitera que “El inspector técnico será responsable de fiscalizar
que las obras se ejecuten conforme a las normas de construcción aplicables en la
materia y al permiso de construcción aprobado. Podrán ser inspectores técnicos
las personas naturales o jurídicas que presten el servicio de fiscalización aludido en
el inciso anterior, ejercido por o con profesionales competentes, según el caso,
independientes del constructor. Con todo, los inspectores técnicos serán
subsidiariamente responsables con el constructor de la obra”.

23
Por su parte, la LGUC reitera y detalla las obligaciones de todo ITO, en el mismo
tenor señalado por la OGUC.

En el caso de autos, los vínculos personales y patrimoniales, así como el evidente


conflicto de interés que existía entre la Inmobiliaria, la Constructora y el ITO,
explican en buena medida los daños y defectos que ha presentado la obra; conflicto
de interés que además constituye una infracción evidente y grave a las obligaciones
legales del ITO.

Estos vínculos entre las personas demandadas justifican, además, la solidaridad en


el pago de las prestaciones exigidas mediante esta demanda, no sólo desde el
punto de vista legal, sino incluso desde el punto de vista de los principios generales
del derecho y de la razón natural.

Todo esto ha sido acreditado, primero porque no ha sido negado por los
demandados y luego con los antecedentes sociales de todas las sociedades
referidas, que fueron debidamente acompañados por esta parte.

4.1.10) Representante legal y profesional responsable de la Constructora

Esta parte acompañó certificado de matrimonio de Cristóbal Duch León y María


Victoria Larraín Sartorius.

Del documento anterior se infiere que Cristóbal Duch León, representante legal de
“Constructora GCI S.A.” es cuñado de Gerardo Larrain Sartorius y hermano de
Nicolás Duch León, ambos representantes legales de Inmobiliaria VM S.A.

El caso es que el cuñado y el hermano del demandado Cristóbal Duch, en


representación de “Inmobiliaria VM S.A.”, en todas las escrituras públicas de
compraventa, y en concreto en las que los demandantes adquirieron sus
departamentos, y que han sido acompañadas a estos autos, en cumplimiento de lo
dispuesto en el artículo 18 de la Ley general de Urbanismo y Construcciones, lo
sindicaron como profesional responsable y representante legal de la constructora
del Condominio Parque del Monasterio II. No hay ningún antecedente que desvirtúe
esta declaración.

4.1.11) Copia de declaraciones testimoniales

24
Hemos acompañado también copia de la declaración testimonial prestada por don
Alejandro Barrientos Cifuentes, Gonzalo Krebs Godoy y René Guerra Cañete, todas
en el proceso Rol N° C-25088-2016, caratulado “Carrera con Duch”, tramitado ante
el 20° Juzgado de Letras en lo Civil de Santiago, relativo a los mismos hechos
materia de autos.

Todos estos testimonios confirman haber sido los autores de los informes referidos
en este capítulo y, también, son concordantes de modo absoluto, en cuanto a las
fallas y defectos constructivos que han advertido en los edificios y bienes comunes
del Condominio.

4.2) EN CUANTO AL PUNTO DE PRUEBA NÚMERO DOS

El punto de prueba número dos señala:


Efectividad que los departamentos del Condominio Parque Monasterio II no
reúnen las condiciones y características publicitadas.

La prueba documental rendida por esta parte es también abundantísima y acredita


plenamente que los departamentos del Condominio Parque Monasterio II no
reunieron las condiciones y características publicitarias, según se explica a
continuación:

4.2.1) Informe del DICTUC

Como se ha mencionado en el capítulo anterior, esta parte acompañó, junto a la


presentación de la demanda, la escritura pública otorgada el 24 de mayo de 2017,
en la notaría de Santiago de doña Valeria Ronchera Flores, que contiene la
declaración de la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica de la
Universidad Católica (DICTUC) que afirma haber preparado el informe denominado
“Evaluación Técnica y Normativa del Condominio Parque Monasterio II, N°
1.409.521”, de fecha 23 de Mayo de 2017.

Los capítulos 3.1.3.14, 3.1.3.15 y 3.1.3.16 del informe referido se refieren a


condiciones de publicidad que el condominio carece y destaca de modo específico
y muy grave lo ocurrido con la imposibilidad de ampliar los departamentos, que
califica como muy grave, como también las carencias de la piscina, que no tiene
más de 14 metros, debiendo tener 25, además de todas las características que

25
debió haber tenido el condominio y que no tiene, referidas en el capítulo 3..3.16. La
conclusión del DICTUC es que a este respecto los demandados cometieron fallas
muy graves.

Particularmente relevantes son los planos de arquitectura y diseño de los


departamentos y de los edificios, acompañados en los anexos del informe DICTUC,
todos ellos preparados y firmados por los arquitectos demandados, en los que se
diseña departamentos claramente ampliables hasta el punto de que recintos
considerados terrazas en realidad estaban destinados desde su concepción a ser
cuartos cerrados, con losa radiante, puertas y accesorios de interior. La gráfica del
diseño es inconfundible.

4.2.2) Informe Arquitectos

Esta parte acompañó copia autorizada de escritura pública otorgada el 25 de mayo


de 2017, en la notaría de doña Valeria Ronchera Flores, en que los arquitectos
señores Gonzalo Krebs Godoy y David Tirapegui Farías reconocen, para los efectos
del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, haber efectuado el informe
técnico denominado “Informe sobre diferencias entre las características reales
del Condominio Valle del Monasterio II y las ofrecidas en la publicidad para su
comercialización”. El informe referido se protocolizó junto a la escritura pública
formando parte integrante de la misma.

Tal informe está dotado de anexos I, II y III que contiene el siguiente soporte
documental a saber: Plano general del Condominio, que muestra que se encuentra
en tres lotes distintos y por tanto acredita que son al menos dos condominios y no
uno; planos de servidumbres sanitarias y de alcantarillado, en los que no consta la
aprobación de la empresa sanitaria; página web del proyecto, certificada por notario,
y folletos de publicidad del proyecto, donde se ofertaban características distintas a
la realidad del Condominio, en particular en cuanto a la piscina, extensión el parque
y posibilidad de ampliar los departamentos; cotización de la demandada
Constructora GCI, para la ampliación de uno de los departamentos a pesar de que
la norma vigente no lo permitía; certificado de Informaciones Previas, departamento
22 torre 7, en el que se indica un coeficiente de constructibilidad máximo de 0,42;
resolución 337/2012 DOM Lo Barnechea, modifica permiso de construcción;
certificado de recepción definitiva de las obras del Condominio; rechazo de la DOM
de Lo Barnechea a recepción de Ampliación de uno de los departamentos del
Condominio, por exceder coeficiente de constructibilidad máximo permitido; acta de

26
entrega de departamento 71 a Sergio Aguilera, con observación por tamaño de
piscina distinto a la publicitada; Presupuestos de las empresas Segpro, P&W
International Trading S.A. y Rozano Riquelme Fernández, por reparaciones en
cercos, sistema de seguridad y cierre de portones en estacionamientos
subterráneos; Comprobantes de egresos del Condominio, boletas y facturas por
gastos en consolidación de jardines; tasación departamento 32, realizada por
Francisco Javier Julio Pizarro, en que recomienda la garantía pero con limitaciones
por cuanto tiene construcciones no posibles de regularizar que afectan su valor y,
además, porque la conexión de gas está con sello rojo; set de 14 fotografías que
ilustran las fallas y defectos descritos en el Informe.

En dicho informe y sus anexos se detallan las distintas diferencias que presenta la
realidad del Condominio con las condiciones que se ofrecieron a los copropietarios.
Así, se refiere al hecho de que las unidades no se pueden ampliar, como se
publicitó; que en realidad no se construyó ninguna piscina de 25 metros como la
ofrecida, sino que tiene como máximo 14 metros; que el Condominio constituye en
realidad dos condominios distintos, que uno de ellos no tiene acceso oficial a la vía
pública y que tiene servidumbres sanitarias mal constituidas, y que ninguno de ellos
se emplaza en un parque de la superficie ofrecida; que el jardín no se entregó según
lo publicitado; que no se incluyó un cierre eléctrico perimetral, como se especificaba
originalmente; y que el estacionamiento de cada torre no cuenta con portón
automático, lo que formaba parte del proyecto.

4.2.3) Servidumbres

Esta parte acompañó los 7 planos de servidumbres de loteo del Condominio Valle
del Monasterio II, todos preparadas por los arquitectos demandados.

Los planos de servidumbres acompañados son los siguientes:


- Servidumbre agua potable, sin que conste aprobación por parte de la empresa
sanitaria correspondiente, exigencia legal conforme al art. 3° de la Ley N° 6.977.
- Servidumbre alcantarillada, sin aprobación por parte de la empresa sanitaria
correspondiente, exigencia legal conforme a los dispuesto en los artículos 3° y 6°
de la Ley N° 6.977.
- Servidumbre de acometida eléctrica
- Servidumbre de corrientes débiles
- Servidumbre de gas
- Servidumbre de paso

27
- Servidumbre de aguas lluvias.

Todas estas servidumbres recaen sobre el terreno sobre el cual se constituyó el


edificio 7, denominado lote Tres A uno guion A guion uno y también sobre el lote
número Tres A Dos guion A –denominado en los planos área verde privada- , y tiene
por objeto dotar de estos servicios al lote número Tres B uno guion uno, donde se
construyó el edificio 9, que se encuentra destituido de acceso a la vía pública.

Es necesario dejar constancia que, conforme al artículo 3° de la Ley N° 6.977, las


servidumbres de alcantarillado y agua potable deben contar con la aprobación de la
empresa sanitaria correspondiente, lo que en la especie no ocurre. Por tanto, las
instalaciones sanitarias de ambos edificios no se ajustan a la ley.

También se acompañó copia de la escritura pública otorgada el 13 de mayo de


2014, en la notaría de Santiago de don José Musalem Saffie, por la cual “Inmobiliaria
VM S.A.” intentó fallidamente constituir las servidumbres referidas en el numeral
anterior.

Es necesario destacar que tales servidumbres son constituidas por “Inmobiliaria VM


S.A.” como propietaria de los lotes dominantes, y también como propietaria de los
predios sirvientes. Por tanto, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 820 del
Código Civil, no se ha podido constituir ninguna servidumbre, por cuanto los predios
no son de distinto dueño, exigencia básica para poder constituir un gravamen de
esa naturaleza.

Así las cosas, el lote 9, sobre el cual se construyó el edificio con frente a Avenida
Valle del Monasterio Número 2118, se encuentra destituido de acceso a la vía
pública ya que no se ha constituido legalmente ninguna servidumbre de tránsito.

4.2.4) Publicidad del Condominio por Internet

Esta parte acompañó certificado emitido por el notario de Santiago don Luis Poza
Maldonado, el día 22 de julio de 2016, que acredita que la publicidad de internet
para la venta de los departamentos del Condominio ofrecía:
- Gran Piscina exterior de 25 metros, cuando en realidad se acreditó que no tiene
más de 14 metros (ver informes DICTUC y Krebs)
- Gran parque de 12.000 m2, cuando se acreditó que no tiene más de 6.000.

28
- Baños con cubierta de mármol, que no existen
- Quinchos para asados, que tampoco existen.

4.2.5) Publicidad por la prensa

Esta parte acompañó certificado de avisos publicitarios publicados en la revista


“Vivienda y Decoración” de El Mercurio, en sus ediciones de 23 de junio y 4 de
agosto, en que se ofrece a la venta los departamentos del Condominio Parque del
Monasterio II, emplazado en un parque de 12.000 m2. Se ha acreditado que el jardín
no tiene más de 6.000m2.

4.2.6) Folletos publicitarios

Esta parte acompañó folleto publicitario impreso de los departamentos del


Condominio, que da cuenta de departamentos de 140 m2 más una ampliación
opcional. También está acreditado que tales unidades jamás pudieron ampliarse.

4.2.7) Documentos emanados de la Dirección de Obras Municipales

Hemos acompañado certificado de informaciones previas del lote 3 A1-A-1 sobre el


cual se ha construido el edificio 7 de Avenida Valle del Monasterio Número 2222,
emitido por la Dirección de Obras Municipales de Lo Barnechea el 29 de julio de
2016, que informa sobre las condiciones constructivas, y que deja de manifiesto que
la norma está agotada y excedida respecto de los departamentos del Condominio
Parque del Monasterio II y que por tanto ninguna ampliación es posible.

También se acompañó acta de observaciones de la Dirección de Obras Municipales


de Lo Barnechea, de 14 de agosto de 2015, que formula reparos a la ampliación del
departamento 73 del edificio 7, por cuanto la norma vigente no permite “plantear
nuevos volúmenes” y acta de observaciones de 19 de enero de 2017 y oficio 265
de 12 de abril de 2017, ambos de la Dirección de Obras Municipales de Lo
Barnechea, que formula reparos y rechaza las ampliaciones solicitadas para el
departamento 22 del edificio 7, por cuanto la superficie ya edificada según permiso
de edificación del edificio sobrepasa lo actualmente permitido por el plan regulador
vigente.

4.2.8) Cotización

29
Se acompañó cotización emitida por la constructora demandada para ampliar el
departamento B 52, que en su punto 7 expresamente indica que sólo se puede
ejecutar después de la recepción municipal del departamento 8lo que manifiesta
que su ampliación estaba prohibida) y también acta de entrega del departamento B-
71, firmada por el representante del propietario, Sergio Aguilera, en el cual se da
cuenta de una serie de observaciones, entre ellas que la piscina debe tener 25
metros y que no los tiene.

4.2.9) Oficio

En coherencia con todo lo anterior y como un triunfo de la verdad, mediante el oficio


N° 117/2019 de 11 de febrero de 2019, agregado al proceso según consta del folio
273, la Dirección de Obras Municipales de Lo Barnechea, ha informado al Tribunal
de SS. que:

“Por lo indicado, no es factible ampliar los departamentos en cuestión,


principalmente porque la edificación existente ya sobrepasa el coeficiente de
constructibilidad de 0,42, que es el máximo permitido por el PRC en la Zona J donde
se emplazan, por lo cual no sería posible para esta Dirección otorgar los permisos
de edificación respectivos para dichas ampliaciones, y de hecho se han denegado
las solicitudes de permiso para ampliar que se han presentado.

Cabe señalar que en el lote 3A1-A-1 (correspondiente a Av. Valle del Monasterio N°
2.222), la edificación existente presenta un coeficiente de constructibilidad de 0,70,
y en el lote 3B1-1 (correspondiente a Av. Valle del Monasterio N° 2.118), la
edificación existente presente un coeficiente de constructibilidad de 0,62, superando
ampliamente el coeficiente permitido de 0,42 ya mencionado.”

4.3) EN CUANTO AL PUNTO DE PRUEBA NÚMERO TRES

El punto de prueba número tres señala:


“Efectividad que el actuar y/o negligencia de las demandadas haya causado
perjuicios a la demandante. En su afirmativa, naturaleza y montos de los mismos.”

4.3.1) Daños y perjuicios por fallas, defectos y errores

La prueba documental rendida por esta parte es también abundantísima y acredita

30
plenamente que las demandadas sufrieron perjuicios tanto a consecuencia de
daños y defectos constructivos y de diseño y errores en la publicidad de sus
departamentos como en los bienes comunes, según se explica a continuación:

Los daños y perjuicios están abundantemente acreditados con la prueba


documental referida en los capítulos anteriores. En cuanto a la naturaleza y monto
de los mismos, también está acreditada con la prueba documental, según se indica
a continuación:

Esta parte acompañó copias autorizadas de las escrituras públicas de 25 de mayo


de 2017, otorgadas en la notaría de doña Valeria Ronchera Flores, en que los
arquitectos señores Gonzalo Krebs Godoy y David Tirapegui Farías reconocen
haber confeccionado los informes que se mencionarán, los que se protocolizaron
junto a las escrituras referidas, formando parte de las mismas. Los informes son los
siguientes:

i) “Informe Calidad de la Construcción”

Este informe, referido anteriormente, señala que el costo de reparar o compensar


los daños y defectos constructivo en los bienes comunes de los edificios es al menos
de $1.916.323.152. Para llegar a tal conclusión se acompañan en los anexos dos
presupuestos actualizados a mayo de 2017, que contienen una valorización de la
reparación de las fallas y defectos meramente constructivos descritos en el informe,
uno elaborado por “Arquitectica”, por $1.916.323.152 y otro preparado por
“Constructora Urbe SpA” por $2.015.143.584.

ii) “Informe sobre fallas y defectos en accesos y vías de circulación interior


del Condominio Valle del Monasterio” al que nos hemos referido a este informe
en el capítulo 4.1.2)

Este informe señala que el costo de reparar o compensar los daños y defectos
constructivo en los bienes comunes de los edificios es al menos de $221.235.000.
Para llegar a tal conclusión se acompañan en los anexos los presupuestos de todas
las obras a reparar, elaborados por ARQUITECNICA SpA y Rozano Riquelme
Fernández.

iii) “Informe sobre fallas y defectos en los vestíbulos del Condominio Valle
del Monasterio”

31
Este informe contiene una valorización fundada de las reparaciones y las estima en
$45.500.000.

iv) “Informe sobre diferencias entre las características reales del Condominio
Valle del Monasterio II y las ofrecidas en la publicidad para su
comercialización”.

Nos hemos referido a este informe en el capítulo 4.2.2) anterior, donde se indica la
documentación que tuvieron a la vista los arquitectos informantes para valorizar el
perjuicio a saber: Presupuestos de las empresas Segpro, P&W International Trading
S.A. y Rozano Riquelme Fernández, por reparaciones en cercos, sistema de
seguridad y cierre de portones en estacionamientos subterráneos; Comprobantes
de egresos del Condominio, boletas y facturas por gastos en consolidación de
jardines; tasación departamento 32, realizada por Francisco Javier Julio Pizarro, en
que recomienda la garantía pero con limitaciones por cuanto tiene construcciones
no posibles de regularizar que afectan su valor y, además, porque la conexión de
gas está con sello rojo.

Con la documentación referida, además de la tasación personal que hacen ambos


profesionales, la valorización del daño es la siguiente:
- Imposibilidad de ampliar departamentos tipo A: UF 2.000 por cada
departamento.
- Imposibilidad de ampliar departamentos tipo B: UF 1.000 por cada
departamento (los departamentos de los demandantes son de esta categoría).
- Piscina inferior a la publicitada: $25.000.000
- 2 condominios independientes $30.000.000
- Parque de inferior tamaño UF 60.000
- Falta consolidación de jardines $3.000.000
- Ausencia rejas de protección accesos subterráneos $5.000.000
- Ausencia cerco perimetral eléctrico $11.000.000
- Reparación cerco de malla $6.000.000
- Ausencia portones acceso a estacionamientos subterráneos $20.000.000

En consecuencia, esta parte ha acreditado un daño muy superior a las UF 4.200


para cada demandante.

32
4.4) RESPONSABILIDAD DE LOS DEMANDADOS

Como se acredita en las escrituras públicas de compraventa acompañadas junto a


la demanda, las personas naturales y jurídicas demandadas en autos son las que
se indican en la nómina que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 18 de
la LGUC, se insertó normalmente en la cláusula trigésimo de cada una de las
escrituras de compraventas.

En autos está acreditada la responsabilidad de cada uno de los demandados, según


se explica.

4.4.1) La responsabilidad de la Inmobiliaria vendedora

El artículo 18 de la LGUC establece responsabilidades objetivas en caso de fallas y


defectos en la construcción. Ello significa que basta acreditar la existencia de la falla
o defecto para que se pueda exigir a los profesionales que la ley responsabiliza, el
pago de todos los perjuicios, incluyendo los morales, que pueda sufrir el propietario
de una vivienda con fallas y defectos.

Conforme a lo dispuesto en la ley, el propietario primer vendedor es solidariamente


responsable de la totalidad de los perjuicios por las fallas y defectos acreditados.
Por tanto, “Inmobiliaria VM S.A.” es responsable de todas las fallas y defectos
constructivos referidos en los capítulos 4.1) y 4.2) anteriores y, por tanto, debe
responder de los daños y perjuicios referidos en los capítulos 3.1) y 3.2) de nuestra
demanda.

4.4.2) Responsabilidad de los constructores

Asimismo, la ley señala que la empresa constructora es responsable por todas las
fallas, errores o defectos en la construcción, incluyendo las obras ejecutadas por
subcontratistas y el uso de materiales o insumos defectuosos. Dada la cantidad de
defectos constructivos que han presentado las unidades y bienes comunes del
Condominio, referidos y acreditados en la forma que se mencionan en el capítulo 1)
anterior, la responsabilidad del constructor es evidente. Dicha responsabilidad
alcanza en iguales términos a la persona natural que actuó por ella como profesional
responsable, tratándose en el caso sublite de don Cristóbal Duch León.

Cabe recordar lo dispuesto en el inciso sexto del artículo 18 de la LGUC: “Respecto

33
de las responsabilidades, daños y perjuicios a que se refiere este artículo, las
personas jurídicas serán solidariamente responsables con el profesional
competente que actúe por ellas como arquitecto, ingeniero civil, ingeniero
constructor o constructor civil, los que deberán individualizarse en el respectivo
permiso de construcción."

Está así acreditado que los constructores deben indemnizar, en forma solidaria, los
perjuicios referidos en los capítulos 3.2) de nuestra demanda.

4.4.3) Responsabilidad del ITO

Está acreditado en autos y en realidad no ha sido controvertido, que la inspección


técnica de obras estuvo a cargo de “Coz y Compañía S.A.”, siendo el profesional
responsable don Ramón Coz Cañas.

Según el referido artículo 18 de la LGUC, el inspector técnico de obra es


responsable de supervisar que las obras se ejecuten conforme a las normas de
construcción aplicables en la materia y al permiso de construcción aprobado y sus
modificaciones, así como al proyecto de arquitectura correspondiente, el proyecto
de cálculo estructural y su memoria, y los proyectos de especialidades, incluidos los
planos y especificaciones técnicas correspondientes. De otro lado, según señala el
artículo 1.2.8 de la OGUC, el ITO es responsable de “fiscalizar que las obras se
ejecuten conforme a las normas de construcción aplicables en la materia y al
permiso de construcción aprobado” (énfasis agregado). Agrega el inciso penúltimo
del artículo 143 de la LGUC, que “El inspector técnico de obra (ITO) que incumpla
sus funciones de supervisión, será subsidiariamente responsable con el constructor,
por los daños o perjuicios producidos por fallas o defectos en la construcción
derivados del incumplimiento de tales funciones.” Dicha responsabilidad alcanza en
iguales términos a la persona natural que actuó por ella como profesional
responsable, tratándose en el caso sublite del ingeniero civil don Ramón Coz Cañas,
todo de acuerdo a lo dispuesto en el inciso sexto del artículo 18 de la LGUC ya
citado.

Está acreditado que la supervisión del ITO falló lastimosamente desde el momento
que la construcción resultó tan mal ejecutada. Además, el conflicto de intereses
evidente del ITO, al participar tanto en la propiedad de la Constructora como de la
Inmobiliaria vendedora, no sólo le restó la independencia debida, sino además hizo

34
que actuara en contra de la norma vigente, a saber, los artículos 1.1.2 y 1.2.8 de la
Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. Así las cosas, “Coz y
Compañía S.A.” y don Ramón Coz Cañas deben responder solidariamente entre
sí, de todos los daños de que responde la Constructora y sus profesionales
responsables, referidos en 3.2 de nuestra demanda.

4.4.4) Responsabilidad de los arquitectos

En autos está acreditado y no es controvertido que “Ruiz Tagle Vicuña Arquitectos


Limitada”, fue quien diseño el proyecto del condominio, siendo los profesionales
responsables los señores Felipe Ruiz-Tagle Correa y don Hugo Vicuña Vicuña.

Según el artículo 18 de la LGUC, el arquitecto que realice el proyecto de arquitectura


será responsable de cumplir con todas las normas legales y reglamentarias
aplicables a dicho proyecto, y por los errores en que haya incurrido en el ejercicio
de sus funciones, si de éstos se han derivado daños o perjuicios. Los hechos
referidos en el capítulo 1) y 2) de este escrito, en particular, aunque no sólo, en lo
que tiene que ver con la ampliación de los departamentos, dan cuenta de evidentes
errores de diseño. Dicha responsabilidad alcanza en iguales términos a la o las
personas naturales que actuaron por ella como profesional responsable, tratándose
en el caso sublite de los arquitectos don Felipe Ruiz-Tagle Correa y don Hugo
Vicuña Vicuña, todo de acuerdo a lo dispuesto en el inciso sexto del artículo 18 de
la LGUC. De este modo, los señalados en este párrafo responden de todos los
daños referidos en 3.1) y 3.2) de nuestra demanda.

POR TANTO, visto lo expuesto, disposiciones legales invocadas y lo dispuesto en


los artículos 764 y siguientes del CPC;

SÍRVASE S.S.: Tener por interpuesto recurso de casación en la forma en contra de


la sentencia definitiva de primera instancia, de fecha 29 de julio de 2019, declararlo
admisible y concederlo para ante la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, a fin
de que este Iltmo. Tribunal acoja dicha casación y en definitiva resuelva: (i) invalidar
la sentencia definitiva de primera instancia y, acto continuo y sin nueva vista de la
causa, pronunciar sentencia de reemplazo que se haga cargo de todas las acciones,
alegaciones y defensas cuyo análisis y resolución se ha omitido en el fallo; (ii) y
acoga la demanda de autos en todas sus partes con expresa condena en costas.

35
PRIMER OTROSI: Por resultar contraria a derecho, al mérito del proceso y causar
evidente agravio a mis representadas, interpongo recurso de apelación contra la
sentencia definitiva de primera instancia, dictada el 29 de julio de 2019 por el
juez titular don Jorge Mena Soto, notificada a esta parte el día 30 de julio de 2019.
Al efecto solicitamos que se conceda dicho recurso y se eleve a la Iltma. Corte de
Apelaciones de Santiago, para que este tribunal, conociendo de la apelación,
enmiende y revoque la sentencia recurrida conforme a derecho, declarando en su
lugar que se acoge la demanda de indemnización de perjuicios en todas sus partes,
y se condene a la demandadas al pago de la indemnización solicitada, con costas.

Fundo el presente recurso de apelación, en los fundamentos y consideraciones de


hecho y de derecho, que se señalan a continuación.

1) DE LA SENTENCIA RECURRIDA. RAZONAMIENTOS EN QUE SE FUNDA


EL RECHAZO DE LA DEMANDA

Como ya anticipamos en nuestro recurso de casación, en lo principal de esta


presentación, son escasos y equivocados los fundamentos de la sentencia definitiva
que concluyeron en el rechazo de la demanda en todas sus partes.

De la lectura de la sentencia definitiva, se puede constatar que gran parte de la


misma se destina a la exposición de los argumentos señalados por las partes,
efectuando una lata relación de estos. Solamente al final de la sentencia se
contienen algunos equivocados razonamientos en los que el sentenciador se basó
para desestimar la acción.

En síntesis, los razonamientos de S.S. para rechazar la pretensión, fueron los


siguientes:

(i) Que los demandados Ramón Coz Cañas, Coz y Compañía S.A., Felipe Ruiz
Tagle Correa, Hugo Vicuña Vicuña, Ruiz Tagle Arquitectos Limitada y Cristóbal
Duch León, no tienen la calidad de legitimados pasivos de la acción deducida en
autos. En efecto, acogió la excepción de falta de legitimación pasiva respecto de
dichos demandados, por lo que la demanda no es procedente a su respecto.
(ii) Que los únicos legitimados pasivos de la presente causa son Inmobiliaria VM
S.A. y la Constructora GCI S.A.
(iii) Que la controversia se limitó a determinar si las unidades de propiedad de
los Demandantes, presentan fallas o defectos en el diseño y construcción de estos,

36
y en caso afirmativo, si los perjuicios reclamados provienen de dichas fallas o
defectos.
(iv) Que las normas sobre daños en la construcción contenidas en los artículos
18 y 19 de la LGUC, configuran un régimen de responsabilidad objetiva, que exime
al demandante de probar dolo o culpa respecto de la conducta de los demandados.
Que se trata de un régimen de responsabilidad estricta calificada por factores de
imputación adicionales, en que se debe determinar si los daños se produjeron por
fallas o defectos en la construcción.
(v) Que analizada la prueba rendida, el tribunal concluye que esta no resulta
suficiente para acreditar los hechos que sirven de fundamento a la acción. Esto
porque la prueba documental referida a los Informes Técnicos acompañados por
esta parte, son documentos emanados de terceros ajenos al juicio, que no fueron
reconocidos por sus otorgantes en audiencia testimonial, que sería la única forma
de poder asignarles valor, y que los restantes documentos acompañados, no
guardan relación y pertinencia con los hechos que deben probarse.
En definitiva se rechaza la acción, por falta de prueba.

2) LA SENTENCIA RECURRIDA NO SE AJUSTA A DERECHO Y DEBE SER


ENMENDADA. DE LOS ERRORES DE LA SENTENCIA

Estimamos que la sentencia impugnada no se ajusta a derecho y debe ser


íntegramente revocada. A continuación demostraremos los graves errores de que
adolece la sentencia definitiva, que se ha desentendido del mérito del proceso y de
las diversas razones que conducían a acoger la demanda, estableciendo
conclusiones erradas en perjuicio de esta parte.

2.1) DE LA LEGITIMACIÓN PASIVA DE LOS DEMANDADOS DE AUTOS.

La sentencia impugnada, en el considerando DUODÉCIMO acoge la excepción de


falta de legitimación pasiva respecto de los demandados Ramón Coz Cañas, Coz y
Compañía S.A., Felipe Ruiz Tagle Correa, Hugo Vicuña Vicuña, Ruiz Tagle
Arquitectos Limitada y Cristóbal Duch León.

Yerra el sentenciador al acoger dicha excepción, ya que los demandados están


plenamente legitimados en autos para ser demandados, la ley y la
jurisprudencia son elocuentes en este sentido, como analizaremos más adelante.

El razonamiento del tribunal para arribar a dicha conclusión se encuentran en los

37
considerandos DÉCIMO y UNDECIMO, los cuales como explicaremos contienen
una fundamentación errada y contraria a la ley, esto porque la sentencia parte del
supuesto que los demandados no tendrían legitimación pasiva por existir una
supuesta obligación legal sobre mis representados en virtud de la cual solamente
podrían demandar a uno de los responsables de los daños, el propietario
primer vendedor; y no aplicársele el estatuto de responsabilidad invocado en
autos, lo cual es equivocado.

Al respecto el considerando DÉCIMO señala : “ … se debe tener en cuenta que la


actividad en materia de construcción en Chile se encuentra regulada principalmente
por la Ley General de Urbanismo y Construcción (LGUC), la cual distingue las
distintas responsabilidades de los agentes que intervienen en la construcción. Por
otro lado, y en consideración a que dicha normativa ha sufrido modificaciones a
través de los años, es importante destacar que debe estarse a aquella que se
encontraba vigente a la fecha del respectivo permiso de construcción del edificio
sub lite de fecha 3 de febrero de 1999 (tal como lo señalan los propios
demandantes), resultando aplicable el decreto con Fuerza de ley N°458 publicado
con fecha 13 de abril de 1976 que aprueba nueva ley general de urbanismo y
construcciones, el cual estuvo vigente hasta el 8 de febrero de 2001, señalando en
el inciso primero del artículo 18, lo que sigue: “ El propietario primer vendedor de
una construcción será responsable por todos los daños y perjuicios que provengan
de fallas o defectos en ella, sea durante su ejecución o después de terminada, sin
perjuicio de su derecho a repetir en contra de quienes sean responsables de las
fallas o defectos de construcción que hayan dado origen a los daños y perjuicios.
En el caso de que la construcción no sea transferida, esta responsabilidad recaerá
en el propietario del inmueble respecto de terceros que sufran daños o perjuicios
como consecuencia de las fallas o defectos de aquélla”. Así se entiende que los
adquirentes deben dirigir sus acciones por daños o defectos en la construcción en
contra del propietario primer vendedor, quien es el responsable por los defectos o
fallas de la construcción, quien si tiene el derecho a repetir en contra de quien estime
responsable de las fallas o defectos de que adolezca la construcción.” (el subrayado
es nuestro)

2.1.1) Todos los demandados tienen expresa legitimación pasiva de


conformidad a la ley

El fundamento jurídico de la legitimación pasiva reside en el artículo 18 de la LGUC


vigente, que establece expresa, clara e inequívocamente que los profesionales y
empresas referidas son directamente responsables de los perjuicios que causen los

38
errores en que hayan incurrido. 7

Dicha responsabilidad alcanza al o los profesionales competentes que actúen por


la persona jurídica responsable del proyecto – ya sea de arquitectura, de la
inspección técnica, de la constructora- respondiendo una y otros en forma solidaria
de los daños y perjuicios causados, tal como lo dispone el inciso sexto del precitado
artículo 18 de la LGUC: “Respecto de las responsabilidades, daños y perjuicios a
que se refiere este artículo, las personas jurídicas serán solidariamente
responsables con el profesional competente que actúe por ellas como arquitecto,
ingeniero civil, ingeniero constructor o constructor civil, los que deberán
individualizarse en el respectivo permiso de construcción.”

De esta manera, resulta claro que la responsabilidad por los daños sufridos no
se agota en el propietario primer vendedor, dado que el constructor, el arquitecto,
el inspector técnico de obra, el que realizó el proyecto de diseño, y los profesionales
competentes que actuaron por ellas, son directa y solidariamente entre sí
responsables de los daños que hayan causado.

Lo anterior se ve reafirmado cuando, más adelante, el mismo artículo precitado fija


los diversos plazos de prescripción de las acciones que persiguen hacer efectivas
las responsabilidades a que se refiere este artículo.

La claridad de la ley no permite disensiones jurisprudenciales, y es por ello que


nuestro máximo tribunal ha sistemáticamente resuelto que el propietario
primer vendedor puede ser conjuntamente demandado con cualquiera de

7
Artículo 18.- El propietario primer vendedor de una construcción será responsable por todos los
daños y perjuicios que provengan de fallas o defectos en ella, sea durante su ejecución o después
de terminada, sin perjuicio de su derecho a repetir en contra de quienes sean responsables de las
fallas o defectos de construcción que hayan dado origen a los daños y perjuicios. En el caso de que
la construcción no sea transferida, esta responsabilidad recaerá en el propietario del inmueble
respecto de terceros que sufran daños o perjuicios como consecuencia de las fallas o defectos de
aquélla.
El arquitecto que realice el proyecto de arquitectura será responsable de cumplir con todas las
normas legales y reglamentarias aplicables a dicho proyecto y por los errores en que haya incurrido
en el ejercicio de sus funciones, si de éstos se han derivado daños o perjuicios.
El profesional competente que realice el proyecto de cálculo estructural, incluidos los planos, la
memoria de cálculo, especificaciones técnicas y el estudio de geotecnia o mecánica de suelos, será
responsable de cumplir con todas las normas aplicables a estas materias y por los errores en que
haya incurrido, en el ejercicio de sus funciones, si de éstos se han derivado daños o perjuicios. En
los casos en que el estudio de mecánica de suelos sea realizado por un profesional competente
diferente, este estudio será de su exclusiva responsabilidad.
Sin perjuicio de lo establecido en el N° 3 del artículo 2003 del Código Civil, los constructores serán
responsables por las fallas, errores o defectos en la construcción, incluyendo las obras ejecutadas
por subcontratistas y el uso de materiales o insumos defectuosos, sin perjuicio de las acciones
legales que puedan interponer a su vez en contra de los proveedores, fabricantes y subcontratistas.
El inspector técnico de obra (ITO) será responsable de supervisar que las obras se ejecuten
conforme a las normas de construcción aplicables en la materia y al permiso de construcción
aprobado y sus modificaciones, así como al proyecto de arquitectura correspondiente, el proyecto
de cálculo estructural y su memoria, y los proyectos de especialidades, incluidos los planos y
especificaciones técnicas correspondientes.

39
aquellos señalados en el artículo 18 de la LGUC, privando así de todo
fundamento la peregrina idea de la falta de legitimación pasiva que ha resuelto el
tribunal en la sentencia impugnada.

“UNDÉCIMO: Que de este modo en la responsabilidad en estudio se


presenta o puede presentarse la pluralidad de sujetos pasivos en la
obligación, como son el propietario primer vendedor y el constructor, y, en su
caso, el proyectista. La forma en que responderán a los requerimientos del
acreedor podrá ser, a lo menos de dos maneras, todos sucesivamente o todos
al mismo tiempo, y si es de este último modo, responden por su cuota o por el
total. El derecho común ha regulado tales situaciones y formula la clasificación
de obligaciones, a este respecto, en directas o subsidiarias y simplemente
conjuntas, solidarias e indivisibles. En el caso de autos debe determinarse la
naturaleza de la obligación del propietario primer vendedor y si es solidaria en
relación con la del constructor, tal como lo reclama la demandante.8 (énfasis y
subrayado añadido).

“Quinto: Que la Ley General de Urbanismo y Construcciones establece la


responsabilidad estricta del propietario primer vendedor, en forma exclusiva o
concomitante con aquella que puede recaer en el constructor y calculista
de la obra, todos demandados en autos en razón del daño ocasionado a
la demandante por la caída en un socavón que correspondía a un relleno en
la construcción, que no fue debidamente compactado en su oportunidad por la
constructora a cargo”.9 (énfasis y subrayado añadido).

“…Todos estos defectos de los elementos constructivos y/o de las


instalaciones, acarrean la responsabilidad de la Constructora Valle del
Sol, quien, por consiguiente, deberá ser condenada solidariamente con
la Inmobiliaria en los términos que se dirá en lo resolutivo de este
fallo…10(énfasis y subrayado añadido).

8 Sentencia de la E. Corte Suprema, 29.04.2016, Rol 2420-2015.


9 E. Corte Suprema, 03.06.2015, Rol 21908-2014, N° identificador LexisNexis CL/JUR/3064/2015;
95418.
10 E. Corte Suprema, 05.06.2012, Rol 1144-2010, Considerando Cuarto, N° identificador

LegalPublishing CL/JUR/1034/2012; 61159.

40
2.1.2) El artículo 18 de la LGUC hace eco de la regla general en materia de
responsabilidad extracontractual del Código Civil.

El artículo 18 de la LGUC vigente, hace eco y guarda relación con la regla general
en materia de responsabilidad extracontractual contenida en el artículo 2329 del
Código Civil 11 , que consagra el principio de reparación integral del daño.

Por lo tanto, la responsabilidad de los demandados de autos, no tiene como única


fuente legal la contenida en la LGUC, sino que también se le aplican las reglas
generales en materia de daños.

2.1.3) De la aplicación de la LGUC

El sentenciador presupone que en el caso de autos, no se aplica el actual artículo


18 de la LGUC. Esto porque en uno de sus considerandos, la sentencia señala
que la LGUC ha sufrido modificaciones a través de los años, y que debe estarse
a aquella que se encontraba vigente a la fecha en que se concedió el permiso de
construcción del Condominio, el cual es de fecha 3 de febrero de 1999. Indica
que al Condominio le sería aplicable el DFL N° 458 de 1976, que estuvo vigente
hasta el año 2001, que contiene una norma distinta a la actual.

No es muy clara la relación que se hace en la sentencia, pero creemos que esta
hace referencia a lo que dispone el artículo primero transitorio de la LGUC, que
señalaría que sus normas sólo se aplican a los permisos de construcción
otorgados con posterioridad a su entrada en vigencia, por lo que no sería
aplicable en este caso.

Al respecto, el sentenciador incurre en un grave error de concepto, puesto que la


ley que explicitó la responsabilidad de los demás profesionales en el
artículo 18 de la LGUC es la ley N° 20.703, que modificó la anterior, y que no
contiene ningún artículo transitorio en relación a su aplicación en el tiempo, ni
tampoco, consiguientemente, vincula su aplicación al permiso de edificación, ya
sea original o modificado.

No resulta posible aplicar una legislación vigente al año 1999, a personas que
comenzaron a intervenir en la obra el año 2014. Por lo demás, la responsabilidad

11Artículo 2329 del Código Civil inciso 1: Por regla general todo daño que pueda imputarse a malicia
o negligencia de otra persona, debe ser reparado por ésta.

41
que tienen los profesionales por los daños que causen en el desempeño de sus
funciones no nació el año 2013, de modo tal que antes de la precitada ley 20.703
tuviesen un especial fuero o directa impunidad para el caso de causar daño.
Desde que existe derecho entre nosotros quien causa daño tiene obligación de
resarcirlo, y así lo estableció, en la época de la Codificación, nuestro Código Civil
en el inciso primero del artículo 2329, como señalamos en el punto anterior.

Así las cosas, la decisión del tribunal de considerar a los demandados carentes
de legitimación pasiva, impacta frontalmente tanto con las leyes vigentes como
con principios imperecederos de nuestro sistema de responsabilidad civil.

Sin perjuicio de lo anterior, lo cierto es que los demandados están plenamente


legitimados. En efecto, de conformidad a lo dispuesto en el inciso sexto del
artículo 18 de la LGUC, las personas jurídicas serán solidariamente responsables
con el profesional competente que actúe por ellas como arquitecto, ingeniero civil,
ingeniero constructor o constructor civil. Pues bien, era intención del legislador
cautelar el derecho de los compradores en orden a facilitar la identificación de
quienes eran las personas que debían responder por los eventuales daños que
experimentaran los inmuebles que adquiriesen. Así se expresa claramente en el
mensaje del proyecto de ley que dio origen a la Ley N°20.703, que justamente
introduce la modificación legal que obliga a incluir en las escrituras de
compraventa la nómina de profesionales responsables:

“Modificaciones a la Ley General de Urbanismo y Construcciones.


a. Respecto de las responsabilidades.
Las responsabilidades que el presente proyecto de ley propone explicitar
respecto de los profesionales, sólo están establecidas genéricamente en el
actual artículo 17 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, lo que ha
generado controversias sobre la responsabilidad específica de los mismos, por
cuanto la normativa vigente no clarifica en qué aspecto es responsable cada
uno de ellos. Para evitar el mencionado problema, se propone lo siguiente: i.
Obliga a incorporar en la escritura de compraventa del bien raíz
respectivo, la singularización de la empresa constructora, y tratándose
de personas jurídicas a sus representantes, el arquitecto, el profesional a
cargo de cálculo estructural, el profesional a cargo de la obra, los
profesionales a cargo de los proyectos de especialidades, así como el
inspector técnico de obra (ITO), el revisor independiente de obras de

42
construcción y el revisor del proyecto de cálculo estructural.12(énfasis y
subrayado añadido).

Es por lo anterior que el inciso séptimo del artículo 18 de la LGUC obliga al


vendedor a identificar, en la escritura de compraventa, las personas, naturales y
jurídicas, que responden por los eventuales daños causados:

“El propietario primer vendedor estará obligado a incluir en la escritura pública


de compraventa, una nómina que contenga la individualización del
arquitecto que realizó el proyecto de arquitectura, del profesional que realizó
el proyecto de cálculo estructural, del profesional a cargo de la obra, de los
profesionales a cargo de los proyectos de especialidades, así como del
inspector técnico de obra (ITO), del revisor independiente de obras de
construcción y del revisor del proyecto de cálculo estructural, cuando
corresponda, a quienes pueda asistir responsabilidad de acuerdo a esta
ley. Tratándose de personas jurídicas deberá individualizarse a sus
representantes legales… (énfasis añadido).

Lo cierto es que el propietario primer vendedor –Inmobiliaria VM S.A.– en


cumplimiento de la disposición recién citada, insertó en cada una de las escrituras
de compraventa de departamentos del Condominio Parque Monasterio II, la
nómina de los profesionales responsables, individualizando, en relación a la
construcción de la obra, tanto a la Constructora GCI S.A. como a don Cristóbal
Duch León, también representante legal de la primera. En cada escritura de
compraventa se estipuló lo que sigue:

“TRIGÉSIMO: NOMINA PROFESIONALES RESPONSABLES: La vendedora,


ya individualizada en la comparecencia y debidamente representada como se
dijo, expresamente declara que conoce los términos y responsabilidades
que le impone el artículo dieciocho de la Ley general de Urbanismo y
Construcciones. Asimismo la vendedora, señala que para los efectos del
precitado artículo dieciocho los profesionales, constructores y
proyectistas de la obra de los que se vende o al cual pertenece lo que se vende
son los siguientes: CONSTRUCTORA: Razón Social: Constructora GCI S.A.,
Rol Único Tributario número setenta y seis millones quinientos sesenta y un
mil ochocientos diez guión K, Representante Legal: Cristóbal Duch León,
Cédula de Identidad número trece millones seiscientos cincuenta y ocho mil

12
Historia de la Ley N° 20.703, pp. 10 y 11.

43
doscientos ochenta y tres guión seis; Domicilio Comercial: Avenida Las
Condes número once mil cuatrocientos, Oficina setenta y uno, Comuna de
Vitacura… (énfasis y subrayado añadido).

2.1.4) Respecto del fallo citado en la sentencia

El sentenciador para apoyar y sustentar su decisión en cuanto a la legitimación


pasiva de alguno de los demandados, en el considerando UNDÉCIMO, cita el fallo
dictado por la Excelentísima Corte Suprema, en causa rol 2420-2015, para luego
concluir el considerando siguiente, que por todo lo razonado se forma la convicción
de que los demandados ahí indicados no tienen legitimación pasiva.

Hacemos presente el incorrecto análisis que hace la sentencia respecto de dicho


fallo del máximo tribunal. En efecto, dicho fallo de fecha 20 de abril de 2016, dicta
sentencia de reemplazo y acoge la demanda presentada por la comunidad de un
edificio, en contra de la Inmobiliaria y la Constructora, obligándolas al pago de los
perjuicios.

La sentencia impugnada cita este fallo para apoyar su conclusión en cuanto a que
sólo se puede dirigir la acción de autos en contra del propietario primer vendedor,
pero en efecto dicho fallo no versa sobre eso, y mucho menos establece dicho
razonamiento. La sentencia cita el considerando décimo, que lo único que señala
es sobre la responsabilidad del propietario primer vendedor, pero no excluye en su
razonamiento la responsabilidad que puedan tener otros sujetos, y mucho menos
que la acción sólo debe dirigirse en contra del propietario primer vendedor.

Resulta evidente lo impertinente de su cita, ya que el considerando siguiente reza


lo siguiente: “Que de este modo en la responsabilidad en estudio se presenta o
puede presentarse la pluralidad de sujetos pasivos en la obligación, como son
el propietario primer vendedor y el constructor, y, en su caso, el proyectista. La forma
en que responderán a los requerimientos del acreedor podrá ser, a lo menos de dos
maneras, todos sucesivamente o todos al mismo tiempo, y si es de este último
modo, responden por su cuota o por el total. El derecho común ha regulado tales
situaciones y formula la clasificación de obligaciones, a este respecto, en directas o
subsidiarias y simplemente conjuntas, solidarias e indivisibles. En el caso de autos
debe determinarse la naturaleza de la obligación del propietario primer vendedor y
si es solidaria en relación con la del constructor, tal como lo reclama la demandante.”
(el subrayado es nuestro)

44
En efecto, lo que señala el fallo citado es que es completamente posible que, en
este tipo de responsabilidad por fallas de construcción, puede presentarse la
pluralidad de sujetos pasivos en la obligación. Por tanto, queda en evidencia la
equivocada fundamentación que hace el tribunal para acoger la excepción de
legitimación pasiva, ya que cita un fallo que estima completamente lo opuesto.

2.2) DEL MÉRITO PROBATORIO DE LA PRUEBA DOCUMENTAL. DE LOS


INFORMES TECNICOS.

Al momento de examinar la prueba rendida por esta parte, y así analizar si se logra
acreditar los presupuestos de la acción deducida en autos, el sentenciador en su
considerando VIGESIMO PRIMERO señala: “Que, del examen de la documental
acompañada por la demandante y relacionada en el fundamento décimo octavo,
única prueba rendida por dicha parte, se concluye que dicha documental es
absolutamente insuficiente para acreditar los hechos constitutivos de la situación
jurídica que se reclama. En efecto, los informes elaborados por los arquitectos
Gonzalo Krebs Godoy y David Terapegui, sobre “Factibilidad de regulación de
ampliaciones”, Informe sobre fallas y defectos en los vestíbulos del Condominio
Valle Monasterio y el Informe de calidad y Construcción, como asimismo el informe
elaborado por los ingenieros civiles del DICTUC, Felipe Bahamondes Cid, Alfredo
Serpell Bley, Alejandro Barrientos Cifuentes y René Guerra Cañete, son
documentos emanados de terceros ajenos al juicio, que no fueron reconocidos por
sus otorgantes por la vía de la prueba testimonial, única forma de poder asignarles
mérito probatorio.; el set de fotografías, si bien permitiría apreciar la existencia de
ciertas fallas, no acredita ni demuestra la causa o motivo de dichos defectos. Los
restantes documentos acompañados, en opinión del sentenciador, no tienen
relación ni son pertinentes a los hechos que deben probarse;” (el destacado es
nuestro)

En efecto, el tribunal considera que la prueba documental aportada por esta parte,
es insuficiente para acreditar los hechos reclamados, y que cierta prueba
documental no tiene valor probatorio. El razonamiento es equivocado.

2.2.1) Los Informes Técnicos corresponden a prueba documental. Fueron


reconocidos por escritura pública.

Consta en el proceso que, esta parte acompañó los siguientes informes, para

45
acreditar las graves fallas y defectos en la construcción y diseño del Condominio,
así como las diferencias entre lo vendido y lo publicitado. En efecto, se acompañó:
(i) “Informe sobre diferencias entre las características reales del Condominio Valle
del Monasterio II y las ofrecidas en la publicidad para su comercialización”, (ii)
“Informe sobre factibilidad de regularización de ampliaciones”,(iii) “Informe sobre
fallas y defectos en accesos y vías de circulación interior del Condominio Valle del
Monasterio”, (iv) “Informe sobre fallas y defectos en los vestíbulos del Condominio
Valle del Monasterio”, (v) “Informe Calidad de la Construcción” – estos últimos todos
elaborados por los arquitectos señores Gonzalo Krebs Godoy y David Tirapegui
Farías - y, (vi) “Informe Técnico titulado “Evaluación Técnica y Normativa del
Condominio Parque Monasterio II”, informe N° 1.409.521, de fecha 23 de Mayo de
2017, elaborado por la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica de la
Universidad Católica (DICTUC), cuyos autores son Felipe Bahamondes Cid, don
Alfredo Serpell Bley, don Alejandro Barrientos Cifuentes y don René Guerra Cañete
(todos en adelante los “Informes Técnicos”)

El tribunal estimó que dichos Informes no tenían mérito probatorio, por tratarse de
documentos emanados de terceros ajenos al juicio, los cuales no fueron
reconocidos por sus otorgantes por la vía de la prueba testimonial, la cual sería la
única forma de poder asignarles valor probatorio.

Yerra el sentenciador por dos razones (i) la declaración testimonial no es la única


forma de que un tercero pueda reconocer un instrumento privado en un juicio,
y (ii) confunde la prueba documental con prueba testimonial.

Según consta en el proceso y en el considerado DECIMO OCTAO de la sentencia


–el cual enumera la prueba documental rendida por esta parte-, los Informes
Técnicos fueron todos acompañados por escritura pública, en que consta el
reconocimiento por parte de sus autores de cada uno de los informes, para los
efectos del artículo 346 N°2 del CPC, que señala las formas de reconocimiento de
un instrumento privado.

El citado artículo señala: “Los instrumentos privados se tendrán por


reconocidos: 1°. Cuando así lo ha declarado en el juicio la persona a cuyo nombre
aparece otorgado el instrumento o la parte contra quien se hace valer;
2°. Cuando igual declaración se ha hecho en un instrumento público o en otro
juicio diverso. 3°. Cuando, puestos en conocimiento de la parte contraria, no se
alega su falsedad o falta de integridad dentro de los seis días siguientes a su

46
presentación, debiendo el tribunal, para este efecto, apercibir a aquella parte con el
reconocimiento tácito del instrumento si nada expone dentro de dicho plazo; y 4°.
Cuando se declare la autenticidad del instrumento por resolución judicial. (el
resaltado es nuestro)

Por tanto, al haberse acompañado los Informes Técnicos, junto con la respectiva
escritura pública de reconocimiento, operó el reconocimiento expreso. Además
dichos informes fueron protocolizados, de manera que forman parte de la escritura
pública, es decir, corresponden a un instrumento público, de manera que el tribunal
no puede desentenderse de analizar dicho medio de prueba.

2.2.2) La prueba testimonial no es la única forma para que un tercero pueda


reconocer un instrumento privado.

La sentencia impugnada señala que la única forma para que un tercero pueda
reconocer un instrumento privado, es la declaración testimonial. Esto no es correcto,
porque la propia ley dispone otras formas de reconocimiento, tales como las del 346
N°2, reconocimiento que realizaron los autores de los Informes Técnicos, como
señalamos anteriormente.

Lo que ocurre es que el tribunal confunde lo que la doctrina y la jurisprudencia


entienden al señalar que “la única forma de darle merito probatorio a un instrumento
emanado de un tercero ajeno al juicio, es a través de su declaración testimonial”, ya
que esto se refiere en contraposición a la forma de reconocimiento del N°3 del
artículo 346, que corresponde al reconocimiento tácito. Esto porque no opera el
reconocimiento tácito respecto de instrumentos de terceros, de manera que, si se
acompaña un instrumento privado otorgado por terceros, la forma que existe para
que pueda ser reconocido es a través de la declaración testimonial, ya que no podría
tenerse por reconocido tácitamente. Al respecto la doctrina ha señalado en relación
a este punto que: “La jurisprudencia ha resuelto que el reconocimiento tácito del
instrumento privado sólo puede afectar a la parte que aparezca o se repute haberlo
suscrito. Por consiguiente, si el instrumento no emana de la parte contra quien se
hace oponer porque no lo ha firmado ni escrito, carece de valor probatorio en cuanto
a tal y no procede apercibirlo en los términos del artículo 346 N°3 que exige, como
requisito que emane de la parte contra quien se opone.”13

13
PALOMO VÉLEZ, DIEGO. Proceso Civil, El Juicio ordinario de mayor cuantía, procedimiento
sumario y tutela cautelar. Santiago, 2014. Página 318.

47
Los Informes Técnicos fueron acompañados con escritura pública de
reconocimiento de instrumento privado, protocolizados, de manera que al ser
acompañados al proceso tienen la calidad de prueba documental, de instrumento
público, no siendo necesario su reconocimiento a través de la prueba testimonial,
como erradamente sostiene la sentencia.

Por lo demás, esta parte no sólo acompañó informes técnicos como medios de
prueba. En el capítulo cuarto de la petición principal de este escrito se hace un
amplia relación de la prueba rendida, que deja de manifiesto que los hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos que US. fijó en la interlocutora de prueba
fueron ampliamente acreditados de distintos modos.

2.3.3) Las trabas para rendir la prueba testimonial de esta parte

Sin perjuicio de que esta parte acompañó los Informes Técnicos, mediante escritura
pública de reconocimiento, esta parte también quiso aportar la declaración
testimonial de los autores de dichos Informes, lo cual no se pudo concretar por
decisión del tribunal.

En efecto, esta parte con fecha 13 de julio de 2018, por escrito de folio 105 presentó
lista de testigos, entre los que figuraban los señores Gonzalo Krebs, David
Tirapegui, Felipe Bahamondes, Alfredo Serpell, Alejandro Barrientos y René Guerra
(todos autores de los respectivos Informes Técnicos). El tribunal tuvo presente
nuestra lista y ordenó la citación de los testigos.

Consta en el proceso que el término probatorio comenzó el día sábado 1 de


septiembre de 2018, que al tratarse de un procedimiento sumario el término
probatorio es sólo de 8 días, que por resolución de fecha 26 de abril el tribunal
dispuso sólo un día para la recepción de la prueba testimonial de cada parte. En
concreto, el día que los testigos de esta parte debían declarar, era el 5 de
septiembre de 2018, apenas 3 días hábiles después de iniciado el probatorio. Esta
parte cumplió con su carga de citarlos judicialmente, lo cual consta en el estampado
del receptor de fecha 4 de septiembre, pero los testigos por motivos que esta parte
desconoce no asistieron el día 5 de septiembre a declarar. La circunstancia de
haberse efectuado los llamados el día 5, también consta en el proceso.

Con el objetivo de poder rendir la prueba testimonial solicitada, y que nuestros


testigos declararan sobre el hecho de haber elaborado dichos Informes, esta parte

48
en tiempo y forma alegó el entorpecimiento correspondiente y solicitó al tribunal un
término especial de prueba, petición que fue rechazada sin mayores fundamentos,
por resolución de fecha 20 de septiembre de 2018. De dicha resolución, esta parte
apeló oportunamente, incidencia que a esta fecha no ha sido resuelta por la I. Corte
de Apelaciones.

En concreto, lamentamos el actuar del tribunal que por una parte nos exige
declaración testimonial de los autores de los Informes, para así poder darles mérito
probatorio y tomarlo en consideración para verificar si se acreditan las pretensiones
realizadas por esta parte; pero por otro lado nos traba la diligencia probatoria,
rechazándola, aun cuando cumplían todos los requisitos que señala la ley para
otorgar un término probatorio especial.

2.3) DE LA FALTA DE PRONUNCIAMIENTO RESPECTO A LA PUBLICIDAD


ENGAÑOSA. FALTA DE APRECIACIÓN DE LA PRUEBA RENDIDA EN AUTOS.

Por último, la sentencia incurre en el error de omitir pronunciamiento respecto de la


petición consistente en las fallas o defectos de diseño que constituyen diferencias
entre las condiciones ofrecidas y la realidad. Al omitir pronunciamiento sobre este
punto, omite también la ponderación de la prueba rendida y su análisis.

Por razones de economía procesal, respecto a este punto, nos remitimos a lo


señalado en lo principal de esta presentación en los capítulos 1, 2 y 3.

3. LA DEMANDA DEBE SER ACOGIDA EN TODAS SUS PARTES

Hemos relatado detalladamente de los graves errores en que incurre la sentencia


impugnada, lo que llevó a rechazar nuestra demanda. Estimamos que en virtud de
las alegaciones de hecho y de los fundamentos de derecho expresados en la
demanda y de todos los antecedentes probatorios que constan en el proceso,
corresponde que nuestra demanda sea acogida en todas sus partes. Respecto a
este punto, por razones de economía procesal nos remitimos a lo señalado en lo
principal de este escrito, en el capítulo 4.

POR TANTO;

RUEGO A US.: Tener por interpuesto recurso de apelación en contra de la


sentencia definitiva de primera instancia, dictada el 29 de julio de 2019 por el juez
Jorge Mena Soto, solicitando que se conceda dicho recurso y se eleve a la Iltma.

49
Corte de Apelaciones de Santiago, para que este tribunal, conociendo de la
apelación, enmiende y revoque la sentencia recurrida conforme a derecho,
declarando en su lugar que acoge la demanda de indemnización de perjuicios
interpuesta por mis representadas, en todas sus partes, con costas.

SEGUNDO OTROSI: SÍRVASE S.S. tener presente que para los efectos del recurso
de casación en la forma interpuesto en lo principal, que en mi calidad de abogado
habilitada para el ejercicio de la profesión, patrocino dicho recurso.

Macarena Firmado
digitalmente por

González Macarena
Marchant
González

Marchant Fecha: 2019.08.10


18:42:43 -04'00'

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